República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Universidad Bicentenaria de Aragua
Decanato de Investigación, Extensión y Postgrado
Maestría de Derecho Penal y Criminología

San Cristóbal, 05 de Mayo de 2018

La Jurisdicción Penal Militar

en América Latina
“Caso: Venezuela, Paraguay, Nicaragua y México”
(ENSAYO)

Miguel Ángel Bravo, C.I. V- 7.229.987

(Cohorte 2017-III)

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 Uno de los temas interesantes que siempre ha sido objeto de debates

en todo el mundo, es la modernización y reforma de la Justicia Penal

Militar, en especial, la forma como debería encuadrarse y el ejercicio de la

función jurisdiccional del Estado en esta materia. Es importante aclarar que

siempre se ha hecho alusión a la Justicia Militar en estos términos o bien

con la denominación de jurisdicción militar; aun cuando es necesario

señalar que, a nuestro juicio, no es posible hablar de una jurisdicción militar

sin más, en tanto que ello supondría la existencia de otra jurisdicción

además de la ordinaria, la misma que como todos sabemos es una y lo

que en realidad vienen a ser los tribunales militares son instancias judiciales

creadas a partir de una especialización en razón de la materia. Como quiera

que el valor justicia inspira de por sí el ejercicio de la función jurisdiccional

del Estado, aludir a una justicia civil, penal, laboral o militar, por citar

algunos ejemplos, puede conllevar a la equívoca idea de encontrarnos ante

diferentes tipos de justicia en virtud de la materia sobre la que verse un

determinado proceso.

En el mismo orden de ideas, hay que decir que la regulación de esta

especialización jurisdiccional en el Derecho Comparado nos muestra una

interesante variedad de modelos (Europeo-Continental, Anglosajón y

Latinoamericano, ente otros)1 con características distintivas bien definidas

1
Clasificación hecha por el Abogado CHRISTIAN DONAYRE MONTESINOS, Coordinador y Consejero de la revista virtual
“Derecho y Cambio Social” en su artículo denominado: “La Justicia Militar en el Derecho comparado en general y en
América Latina en particular.” Portal: www.derechoycambiosocial.com
y algunas coincidencias. En los países latinoamericanos quizás

encontremos los casos más homogéneos en cuanto a la configuración de

la Jurisdicción Penal Militar. Partiendo de la configuración de que se hace

de la Justicia Penal Militar en la República Bolivariana de Venezuela, tal

como lo establece el artículo 216 de la Constitución Nacional, “La

jurisdicción penal militar es parte integrante del Poder Judicial, y sus

jueces o juezas serán seleccionados por concurso. Su ámbito de

competencia, organización y modalidades de funcionamiento, se

regirán por el sistema acusatorio y de acuerdo con lo previsto en el

Código Orgánico de Justicia Militar. La comisión de delitos comunes,

violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad,

serán juzgados por los tribunales ordinarios. La competencia de los

tribunales militares se limita a delitos de naturaleza militar. La ley

regulará lo relativo a las jurisdicciones especiales y a la competencia,

organización y funcionamiento de los tribunales en cuanto no esté

previsto en esta Constitución”; se podrían identificar algunas

características importantes, como el hecho de ser una justicia permanente

en tiempo de paz, las decisiones emanadas de estas instancias

jurisdiccionales son además revisables en sede ordinaria y las instancias

especializadas en materia militar no precisamente están integradas

completamente al aparato de la jurisdicción ordinaria.

De este modo, haciendo una revisión del texto constitucional de

países como el Paraguay en comparación al sistema venezolano, por

ejemplo, encontramos algunas similitudes en cuanto a su permanencia en

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tiempo de paz, cuya jurisdicción militar es ejercida por la Suprema Corte de

Justicia Militar, Jueces de 1a. instancia, Jueces de Instrucción, el Ministerio

Público Militar y el Defensor de los Pobres, estos ultimos que solo asisten

a los efectivos de Tropa. El Articulo 174 del texto constitucional esboza la

configuración y funcionamiento de la Justicia Militar paraguaya así: “Los

tribunales militares solo juzgarán delitos o faltas de carácter militar,

calificados como tales por la ley, y cometidos por militares en servicio

activo. Sus fallos podrán ser recurridos ante la justicia ordinaria.

Cuando se trate de un acto previsto y penado, tanto por la ley penal

común como por la ley penal militar no será considerado como delito

militar, salvo que hubiese sido cometido por un militar en servicio

activo y en ejercicio de funciones castrenses. En caso de duda de si

el delito es común o militar, se lo considerará como delito común. Sólo

en caso de conflicto armado internacional, y en la forma dispuesta por

la ley, estos tribunales podrán tener jurisdicción sobre personas

civiles y militares retirados.” Los rasgos diferenciadores esenciales con

el sistema venezolano, están enfocados en el Proceso Penal Militar que se

inicia en los Tribunales de Instrucción a partir de una etapa sumarial, para

luego continuar el Juzgamiento en Primera Instancia Militar en la etapa

final o plenaria; de allí que se evidencia la necesidad de su adecuación a

la luz de los avances registrados en estos últimos años por sistemas

judiciales verdaderamente garantistas.

También, otro sistema que vale la pena revisar es la Justicia Militar

en Nicaragua por su extraordinaria similitud con el sistema Venezolano en

cuanto a la organización de los Órganos de Justicia Militar, administración

y ejercicio de la potestad jurisdiccional. El Articulo 93 de la Constitución

Nacional Nicaragüense define los límites de esta jurisdicción de esta

manera: “(…) Los delitos y faltas estrictamente militares cometidos

por miembros del ejército y la policía, serán conocidos por los

tribunales militares establecidos por ley. Los delitos y faltas comunes

cometidos por los militares y policías serán conocidos por los

tribunales comunes. En ningún caso los civiles podrán ser juzgados

por tribunales militares”. En este sistema la jurisdicción militar como

parte integrante de los Tribunales de Justicia cuyo órgano superior es la

Corte Suprema de Justicia es administrada por una Auditoría General

mediante los órganos judiciales militares (Juzgados Militares de Audiencia,

Juzgados Militares de Juicio y Tribunal Militar de Apelación) que están

integrados por miembros del Ejército de Nicaragua, quienes actúan con

arreglo a las garantías y principios constitucionales. En la jurisdicción

militar además de los órganos judiciales militares, interviene la Fiscalía

Militar, a quien le corresponde la función acusadora y la representación de

los intereses de la sociedad; del Ejército de Nicaragua y de la víctima del

delito en el proceso penal militar, por supuesto, primando el interés de la

institución armada; a través del Fiscal Militar General. La Auditoría

General, es el órgano nacional superior de gobierno y administración de la

jurisdicción militar, que esencialmente tiene una doble función, la de apoyar

a la Fiscalía Militar en ejercicio de sus funciones; y, de Gobierno, en la

administración y disciplina de los órganos judiciales militares.

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 Finalmente, la Justicia Militar de México que representa a uno de los

sistemas jurisdiccionales más antiguos en Latinoamérica posee como signo

característico su organización en Tribunales de Jurados (ordinarios y

extraordinarios) con un Presidente y varios Vocales, todos militares

activos, según sea en tiempo de paz o en Campaña, cuya instancia superior

es el Supremo Tribunal Militar, quien conoce sobre la resolución de

recursos de su competencia, integrado por un Oficial General como

Presidente y cuatro magistrados civiles, abogados letrados con experiencia

suficiente. Otro Órgano de Justicia que conforma el sistema son los

Juzgados Militares que cumplen funciones como tribunales de instrucción

de los juicios que deben conocer los Jurados Militares, además de juzgar

los delitos menores con penas de arresto, suspensión o multa. En su

organización no necesariamente sus integrantes son militares activos. Ello

revela la existencia en todas sus instancias jurisdiccionales de una

composición hibrida cívico-militar que poco se estila en estos tiempos; tal

vez por ello la Justicia Militar Mexicana es una de las más criticada en

cuanto a una estructura ineficaz.

En conclusión, el tema de la Justicia Militar ha sido acogido por

múltiples países de muy diversas formas; así como existen países que

sencillamente han omitido su existencia, tenemos otros Estados que han

optado por convocarla sólo en tiempo de guerra ó para conocer casos en

concreto, es decir, cuando el asunto en litis así lo requiera. En otras

experiencias, que quizás sean las de mayor recurrencia, se toleran los

tribunales militares de manera permanente en tiempo de paz e inclusive

dentro de esta alternativa también encontramos otras fórmulas muy

particulares de organización y maneras de ejercer la función jurisdiccional.

En todo caso, lo importante siempre debe ser, fuera cual fuere el modelo

establecido en materia militar, que éste obedezca al respeto del Estado de

Derecho en cuanto al control jurisdiccional civil y limitación del poder, así

como el reconocimiento, respeto y tutela de los derechos fundamentales

que tienen como fin último la protección de la persona.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

1. DONAYRE MONTESINOS, CHRISTIAN. “La justicia militar en el

Derecho comparado en general y en América Latina en particular.”
https://www.derechoycambiosocial.com/revista001/militar.htm

2. ORTIZ RODOLFO, CENTURIÓN. “Justicia Militar, una aproximación al

Derecho Penal Militar paraguayo”; Editorial Servilibro, Asunción-
Paraguay, 2004, Pág. 210.

3. LEY ORGÁNICA DE LOS TRIBUNALES MILITARES DE PARAGUAY,

Ley Nº 840, aprobada el 11 de Diciembre de 1.980.

4. LEY ORGÁNICA DE TRIBUNALES MILITARES DE NICARAGUA, Ley

N° 523, aprobada el 17 de Febrero del 2005, Publicada en Gaceta
Oficial N° 65 del 05 de Abril del 2005.

5. LEY ORGÁNICA DE LOS TRIBUNALES MILITARES DE MÉXICO,

publicada en el Diario Oficial de la Federación el 22 de junio de 1929.

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