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¿De qué estamos hablando?

Trabajo de la Lectura:
¿De qué estamos hablando?
De:
Giobanna Buenahora Molina

Realizado por:
Melisa Herrera Pareja

Universidad Politécnico Grancolombiano


Materia: Técnicas de aprendizaje autónomo
Negocios internacionales
Medellín
2018
¿De qué estamos hablando?

Síntesis de la lectura:

En nuestra actualidad no somos conscientes de la importancia que tiene consigo el paso de algunas
costumbres a estos nuevos siglos. Hoy en día podemos encontrarnos padres, abuelos o tíos diciendo
que esta época está marcada por una crisis de valores y costumbres, que poco a poco nos han ido
condenando. Lo anterior se refiere a que hemos perdido el gusto y la fascinación por algo tan simple
y tan mágico como lo es la lectura.

Desde el siglo pasado los maestros anunciaban que los hábitos de lectura que se tenían implantados
desaparecerían con el pasar de los años, y la verdad no estaban tan equivocados. Hoy en día vemos
a los más jóvenes disfrutando más de una computadora, de juegos virtuales, su celular y hasta de la
televisión. Hoy ya no es común ver personas en las bibliotecas devorándose los libros y disfrutando
de la magia que ellos traen consigo.

Es importante resaltar que, debido a la preocupación por la pérdida del hábito de la lectura, se han
implementado programas para que niños y adultos despierten el interés por coger un libro, estos
promotores aparecieron en el siglo XX y han desempeñado un papel como mediadores del libro y la
lectura en todo nuestro país. Uno de estos entes es el Ministerio de educación y cultura, quienes
han establecido lazos tratando de desarrollar una estrategia que pueda enamorar tanto a grandes
como chicos de los libros, no solo para que este sea visto como un producto sino también como un
consumo cultural.

De nada sirve el trabajo de estos promotores si desde los primeros años de infancia, no incentivamos
a los más pequeños a tener interés por la lectura y a descubrir con ella las enseñanzas que pueden
dejarnos para el día a día. Es tan sencillo como leerles un libro en las noches, pues desde los primeros
5 años de infancia se registra el ingreso a la cultura y no hay nada mejor que este pequeño tenga la
cultura de un buen lector. Digo mejor porque los que hemos tenido el gusto de leer un libro,
conocemos el mundo mágico e increíble que se abre cuando leemos cada una de sus páginas,
porque lo que leemos puede aplicarse en nuestra vida cotidiana y porque, aunque estemos leyendo
un libro de ficción, romance o hasta un cuento podemos aprendemos nuevas palabras, su manera
de escribirse y hasta ampliamos nuestro vocabulario de una manera inesperada.

Hoy en día extrañamos a un lector embebido en el libro, extasiado en la letra y desconectado del
mundo que alcanzaba la libertad del espíritu y el pensamiento, todo eso lo hemos cambiado por el
consumo de la tecnología, pues ya es más importante para nosotros estar conectados a una red
social, a una serie o juego virtual que el sentarnos en un parque al aire libre con un libro en la mano
y disfrutar de cada una de sus líneas. Me pregunto: ¿por qué los seres humanos nos estamos
¿De qué estamos hablando?

robotizando poco a poco? ¿Por qué no elegimos algo sencillo y que nos lleve a la libertad que todos
los días manifestamos querer? si, algo tan sencillo como escoger un libro y dejarnos cautivas por sus
historias, por imaginar sus personajes y por interpretar y aplicar a nuestro gusto sus enseñanzas, a
eso se le puede llamar libertad.

Considero que no solo debemos dejar la tarea de incentivar el hábito de la lectura a los profesores
y promotores, desde nuestros hogares, lugar de trabajo y círculo de amigos, cada uno de nosotros
puede ir insertando el chip y el interés por la lectura, mostrándola como un placer y no como una
obligación, como una nueva forma de abrirse al mundo y de disfrutar de lo que un libro puede traer
consigo, no sabemos qué historia nueva podamos encontrar, que cosas podamos aprender y
cuantas palabras desconocidas podemos comprender, de lo que si podemos estar seguros, es que
lo que vamos a encontrar allí va a cambiar nuestra manera de pensar, de ver el mundo y lo que nos
rodea, con ello vamos a ser menos de pendientes de la tecnología y del facilismo que ella trae
consigo, vamos a ser más libres en nuestra manera de pensar y actuar. Ojalá que en este afán de
equiparar la lectura no se convierta en algo pasajero y en el “leer por leer “sin construir ningún
significado, todo lo contrario que este sea el motor: tener un buen hábito lector el cual podamos
transmitir con deseo y fascinación, para que las nuevas generaciones también puedan disfrutar de
algo tan sencillo y enriquecedor como lo es leer.
¿De qué estamos hablando?

Infografía

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