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“El tiempo se ha acercado, la hora ha llegado, nace la Humanidad del Nuevo Sol.
¡Contemplad su señal ahora! Amanecerá el mundo para quienes comprendan.”
(Chilam Balam, “libro del sacerdote intérprete”, texto sagrado maya)
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* La flor que se muestra arriba, es el emblema del Tezcatlipoca Macuilxóchitl, cinco flor. (Ver mas…)
Segundo Pilar: una regla de vida contenida en un libro sagrado llamado Teomoxtli: Libro Divino.
Tercer Pilar: una iniciación espiritual. Al que recibía dicha iniciación se le llamaba Macehualli o
macehual: Merecido por el auto sacrificio.
1. Quetzalcóatl: Serpiente Emplumada
(Pendiente)
3. Masewalli: Merecido por el auto sacrificio
Ahora, para conocer sobre el Macehualli, debes dirigirte al apartado “Macehualli”, que se encuentra
también en las Categorías y leer los artículos que se encuentran ahí, desde el mas antiguo hasta el
más reciente que se haya incorporado en esta sección.
4. Realizado lo anterior, debes finalmente entrar también a los apartados “Toltecáyotl” y “Teología
Tolteca”, igualmente en las Categorías, para leer los artículos acumulados ahí, desde el más antiguo
hasta el más reciente que se hayan incorporado en estas secciones.
Una vez realizado lo anterior, tendrás entonces no solo una idea muy clara de lo que es la Toltequidad
sino que, también, podrás valorar en su justa dimensión la enorme aportación que esta antigua
tradición cultual puede darte a ti como persona y a la humanidad en su conjunto.
Senka tlasojkamati.
El primer punto enseña que solo existe un solo Dios, Teotl, divino o el divino uno, también concebido
como Teotl-Quetzalcóatl. Tómese en cuenta que la palabra Quetzalcóatl, Serpiente Emplumada, es
ante todo para la toltequidad el Ser Supremo y representa al Uno, a la Totalidad, al Absoluto. Es decir,
a la fusión y unicidad de la existencia (serpiente) y la trascendencia (las plumas del quetzal). En esta
visión se concibe a Quetzalcóatl como el creador del mundo a través de ciclos de desarrollo gradual,
imprimiendo su intento evolutivo progresivamente de la siguiente manera: creando primero el reino
mineral, posteriormente el reino vegetal, luego el reino animal, más adelante aún aparecieron las
primeras humanidades embrionarias y, finalmente, apareció el ser humano cultural. Llegado a este
punto, la Conciencia Quetzalcóatl encarno entonces en un cuerpo físico humano y posteriormente en
otros también, iniciando con ello un linaje de voceros o mensajeros que mantuvieron encendida la
llama de su mensaje en la civilización. Pero para comprender mejor todo el proceso, veamos primero
los siguientes dos puntos de la teología tolteca.
El segundo punto explica que Teotl o Teotl-Quetzalcóatl, para manifestar la existencia, para crear el
universo, desdobla inicialmente de sí mismo una actividad dual y luego trina (divina uni-dual-
trinidad) llamada Ometéotl. Ometéotl puede ser concebido, entonces, como el señor del universo, el
creador de la existencia toda. Pero, para que Ometéotl manifieste la existencia, la teología tolteca
explica también, que éste proyecta a su vez de sí mismo cinco aspecto, poderes o energías creadoras,
llamadas los cinco Tezcatlipocas.
El tercer punto de la teología tolteca trata, precisamente, de todo lo relativo a los cinco Tezcatlipocas.
Finalmente, el cuarto punto de la teología tolteca explica entonces que estos cinco aspectos creativos,
los cinco Tezcatlipocas que han manifestado la existencia, se manifiestan en el reino humano como
cinco voceros humanos de Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, cada uno de ellos con la intensión
de dar su mensaje a la civilización. Pero ante todo es importante comprender, que los cinco voceros
humanos de la Serpiente Emplumada a los cuales nos estamos refiriendo aquí, aparecen dentro de un
gran ciclo de tiempo de 5.125 años llamado el “quinto sol”. El proceso es como sigue:
El iniciador del ciclo, o Quinto Sol, hace 5.125 años (S XXXII a.C.), se llamó Hunnalye, Semilla Única
de Maíz. Este iniciador es considerado emanación del quinto Tezcatlipocas, Macuilxóchitl, cinco flor.
Como veremos más adelante, este iniciador y el quinto vocero que cierra el ciclo del Quinto Sol, son el
mismo. Es por esto que en la imagen del Códice Borgia los cuatro Tezcatlipocas se proyectan de un
bola de incienso como emanaciones del quinto Tezcatlipoca, quien permanece por encima de todos,
sosteniendo dos cetros con forma de fauces de dragón que indican que él es el creador y el destructor
de los ciclos.
1. Luego, hacia el siglo XXI a.C., aparece Huracán, batidor del Cielo, el primer vocero o Primer Paso
de Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada. Este vocero es considerado emanación del primer
Tezcatlipoca negro, llamado Yayau´ki.
2. Luego, aproximadamente un milenio después, aparece Cabracán, batidor de la Tierra, el segundo
vocero o Segundo Paso de Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada. Este vocero se considera emanación
del segundo Tezcatlipoca verde, llamado Shoshou´ki.
3. Posteriormente, aproximadamente un milenio después, hacia el siglo I a. C., aparece Yekshitl,
Tercer Paso, el tercer vocero o Tercer Paso de Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada. Este vocero se
considera emanación del tercer Tezcatlipoca rojo, llamado Chichiltik.
4. Más adelante, aproximadamente mil años después, es cuando aparece, en la segunda mitad del
siglo X d. de C., Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, el cuarto vocero o Cuarto Paso de Quetzalcóatl, la
Serpiente Emplumada. Este vocero se considera emanación del cuarto Tezcatlipoca blanco, conocido
como Quetzalcóatl.
En otros documentos, por ejemplo el Códice Borgia, los cuatro Tezcatlipocas se proyectaron a su vez,
de una bola de incienso como emanaciones de un quinto Tezcatlipoca, quien permanece por encima
de los otros cuatro, sosteniendo dos cetros con forma de fauces de dragón que indican que él es el
creador y el destructor de los ciclos. Debido a que eran cinco el arte los representó como una estrella
de cinco puntas, emblema de la unidad del quinario y del ciclo de Venus.
Es por esto que en el Codice Fejervary los cinco Tezcatlipocas se muestran de la siguiente manera: El
iniciador o quinto (según, iniciador si inicia un ciclo y, quinto si destruye o pone fin al ciclo) se dibuja
en el centro y, luego, los cuatro restantes se dibujan rodeando al del centro: uno en el norte
(Tezcatlipoca, el negro), otro en el este (Quetzalcóatl, el blanco) otro en el sur (Huitzilopochtli,
el verde) y otro en el oeste (Xipe Tótek, el rojo).
Pero, ¿qué representan estos seres, los Tezcatlipocas? La palabra náhuatl poca o popoca,
significa humeante y, también reflejo o resplandor. Es decir, que representan los cinco aspectos y
poderes, o los cinco rayos o tonos energéticos vibratorios, cuya combinación produce la existencia
toda, el universo manifiesto en su totalidad. El equivalente de estos cinco poderes o emanaciones son,
en el ser humano los cinco sentidos que lo conectan con la existencia percibida. Y esta es la razón por
la cual los dibujaban con los colores básicos de la existencia (blanco, negro, verde-azul, amarillo y
rojo), apodados los Tonaleque, los luminosos. Esto se explica en el siguiente texto:
“Creían los mexicanos que había trece cielos… En el quinto (moraban) cinco dioses, cada uno de
diverso color y por esa causa (llamados) Tonaleque.” (Teogonía e Historia III.99)
Estos Tonaleques pueden considerarse en esta visión, no como dioses personales sino más bien, como
los poderes ejecutivos del Ser Supremo, Teotl-Quetzalcóatl, emanados a su vez, de la primera
emanación del Ser Supremo llamada Ometéotl. Es decir, que para que la existencia sea Teotl-
Quetzalcóatl emana inicialmente de sí a Ometéotl y este, posteriormente, emana de sí a los cinco
Tezcatlipocas, los cuales entonces generan o emanan de sí con su interacción el universo o la
existencia toda.
Según el mito, cada uno de ellos se manifestó durante el predominio de una edad cósmica:
Pero antes de terminar, un comentario final sobre el nombre Tezcatlipoca (humo del espejo): una
parte del nombre es un espejo que, sin importar cuales son los objetos que se reflejan en él,
permanece siempre inalterable y, por ello, esta parte del nombre nos remite a aquello que nunca
cambia, a la trascendencia que es inmutable y eterna. Por el otro lado, la palabra humo y
también reflejo o resplandor, nos indica que estos Tezcatlipoca o poderes al generan la existencia
pueden nublar y confundir al ser humano y hacerle creer que los innumerables reflejos del espejo, es
decir, que los innumerables objetos y seres que aparecen y desaparecen en la existencia manifiesta
son la única verdad, por cierto mutable, temporal y efímera. Sin lograr advertir nunca, al espejo en sí
mismo, el cual en este contexto equivale al Uno Indivisible, a Teotl-Quetzalcóatl, el cual es la
Totalidad o el Absoluto. Es decir, la trascendencia (espejo) y la existencia (reflejos del espejo)
fusionadas como una unidad indivisible.
Fuente: Frank Díaz
Otras referencias de Ometéotl como una deidad trina son, por ejemplo:
“Cuando los dioses quisieron hacer el Sol, hicieron penitencia para merecerlo, ofreciendo a los Tres
Grandes perlas preciosas, incienso y otras cosas muy ricas.” (Teogonía e Historia de los Mexicanos)
“Medido esta el tiempo en que podamos alabar la magnificencia de Los Tres, y medido el que
encontremos la protección del Sol.” (Chilam Balam de Chumayel)
Por su parte el Popol Vuh llama a las tres esencias de Ometéotl el “corazón del cielo”:
“He aquí como existía el Cielo y el Corazón del Cielo, que tal es el nombre de Dios. Estaba cubierto de
plumas verdes y azules, por eso se le llama Serpiente Emplumada… Su primer nombre es Relámpago,
el segundo Huella Sutil del Relámpago, y el tercero Rayo que Golpea. Los Tres son el Corazón del
Cielo.” (Popol Vuh I. 1,2)
Esta visión de un dios trino, Ometéotl, influyo también en la concepción del fenómeno mesiánico,
entendido como la triple manifestación de un mismo poder. Por ejemplo, en el Codicé Nuttal, el
descenso de la Conciencia Quetzalcóatl al mundo se representó como tres voceros guerreros que caen
desde el cielo de Venus, portando cada uno de ellos en su mano derecha un escudo y tres flechas,
emblemas de la unidad y la trinidad, mientras que con la mano izquierda lanzan hacia la tierra sus
respectivos atributos: la piedra (tierra), el rayo (fuego) y el agua, elementos con los cuales se realizó la
creación.
Una idea similar a la anterior aparece en un documento maya, el Título de Totonicapán, donde se
narra cómo la Serpiente Emplumada adoptó la forma de tres jóvenes, quienes jugaron un papel
importante en el establecimiento del predominio quiché sobre los mayas del sudeste.
Por su parte el Chilam Balam narra un evento parecido al anterior, donde se explica que tres
importantes personajes históricos arribaron a la península de Yucatán en el siglo X d. C: “El (Señor)
del Palacio (fue) el sacerdote que vino a medir estas tierras. Luego vino el (Señor) del Árbol de la
Profundidad y removió la tierra. Pero el que las barrió, fue el Señor Barredor. Entonces amaneció
para ellos. Nuevo señor, nuevo despertar para la tierra.”
Con lo dicho aquí y en el artículo anterior (Teotl y Ometéotl) queda claro que para los pobladores
originarios de Anáhuac, Ometéotl representaba no solamente un dios dual (el Señor y la Señora de la
dualidad) generador del universo material sino, también, una deidad trina o de tres esencias que a su
vez eran una sola.
Fuente: Frank Díaz
Téotl y Ometéotl.
Publicado el 22/01/2014por jaramonc
En el artículo anterior (El significado de la palabra Quetzalcóatl para los pobladores originarios de
Anáhuac) comentábamos que el primer punto de partida de la teología tolteca es que solo es y existe
un Dios Único llamado Téotl, divino o el divino uno, también concebido como Téotl-Quetzalcóatl.
El segundo punto de la teología tolteca explica que Téotl, que es la Totalidad o el Absoluto, manifiesta
la existencia a través de una actividad dual-trina (divina uni-dual-trinidad) llamada Ometéotl. En
este artículo penetraremos en estos dos conceptos centrales de la teología tolteca: Téotl y Ometéotl.
Pero antes, es importante comprender que la teología tolteca se formo gradualmente durante miles de
años, llegando a consolidar cuando se definió la civilización olmeca, a finales del tercer milenio a. C.
Esta teología proporcionaba a los habitantes de Anáhuac tres cosas de vital importancia: primero, una
explicación razonada del mundo; segundo, un sentido y razón del porque existe la humanidad en el
mundo; y, tercero, un vinculo razonado y claro entre la dimensión material de la existencia con la
dimensión divina y trascendente del Ser. O en otras palabras, la teología tolteca contestaba
razonadamente a las tres preguntas vitales: ¿De donde venimos?, ¿qué hacemos o cuál es nuestra
función en el mundo? y ¿adonde vamos o adonde debemos dirigirnos finalmente?
Esto queda claro en la siguiente respuesta de los ancianos mexicas a los primeros frailes llegados a
México:
“Ahora hablaremos, revelaremos algo del secreto que Nuestro Señor nos legó. Vosotros decís que no
conocemos cercana e íntimamente a Aquel a Quien los cielos y la tierra pertenecen, que nuestras
divinidades no son verdaderas. Es una palabra nueva lo que venís a decirnos, por eso nos
perturbamos y nos sentimos incómodos. Nuestros antepasados no solían hablar de esa manera.
Nosotros sabemos a Quien debemos la vida, a Quien debemos nuestro nacimiento, a Quien debemos
nuestra generación y crecimiento, cómo orar, cómo pedir.” (Informantes de Sahagún, Coloquio de los
doce)
Este artículo trata, precisamente, del primer desdoblamiento de uno de los aspectos o poderes de
Téotl o Téotl-Quetzalcóatl: Ometéotl. Pero antes, veamos lo relacionado con el término Téotl.
Téotl:
El título de Quetzalcóatl como integrador de todos los aspectos y poderes de la existencia y la
trascendencia era llamado Téotl. Como ya se comentó anteriormente, el término Téotl
significa divino o el divino uno. Los mayas lo llamaron Hunab Ku Hahal Ku, dios único y verdadero.
El primer Quetzalcóatl, que inauguró la era del actual Quinto Sol llevaba por nombre
Hunnalye, semilla única de maíz, y se le consideraba la manifestación completa de Téotl-Quetzalcóatl
en el mundo.
Ometéotl:
Ahora veamos como Téotl, el divino o divino uno se transforma, primero, en divina dualidad y, luego,
como ésta se transforma finalmente en divina trinidad, formando con ello la divina uni-dual-
trinidad, y aplicándole el nombre de Ometéotl.
En primer lugar es importante comprender que Ometéotl no era concebido como un dios personal
sino, más bien, como la fuerza de los procesos evolutivos que implicaba para su correcta actividad el
numero tres, y el cual fue deificado y nombrado Ometéotl.
En segundo lugar debe entenderse que para la toltequidad Ometéotl era concebido como un principio
trascendente que conciliaba toda polaridad. De hecho, los libros de divulgación suelen traducir el
nombre de Ometéotl como dios dual o el Señor y la Señora de la dualidad. Y, la existencia
manifestada por Ometéotl era comprendida entonces, como un campo integrado de fuerzas en
armonía donde se conciliaban los polos opuestos.
Pero, para comprender el significado completo de la palabra Ometéotl, es prudente descomponerlo en
sus partes. Se forma de Téotl, divino, mas las raíces Om y E, sintetizadas en el numero Ome, dos. Por
ello, la primera impresión es que el nombre Ometéotl debe ser traducido y entendido como divina
dualidad, solamente. Es decir, las polaridades que, interactuando, dan forma a la existencia, al
Universo.
Pero, las reglas náhuatls implican que, cuando dos términos se unen, el primero pierde su sílaba final.
Esto le ocurre al término Ome, el cual, al ser compuesto con otra palabra, solo permanece Om u On.
De este modo que un concepto como el “dios dual” a secas se diría propiamente Onteotl, a menos que
se quiera enfatizar el significado de la sílaba E.
Por su parte la raíz E, pronunciada ye, ei o yei, según vaya antecedida de vocal, termine la palabra o
aparezca aislada, significa tres. De modo que el significado completo de Ometéotl es esencialmente
trinitario pues contiene el Om, dos, el E, tres, y téotl, divino odivino uno. Es así que el sentido
esencial y completo de Ometéotl no es solo dios dual, a secas, sino la divina uni-dual-trinidad. Y esto
queda demostrado cuando vemos que los mesoamericanos prefirieron representar a Ometéotl
mediante un triangulo (y dibujados tres pequeños círculos dentro del triangulo) con el glifo de
“atadura”, que expresa la integración de tres en uno.
Fuente: Frank Díaz
1. En primer lugar y como ya fue dicho, desde el punto de vista cósmico la palabra cóatl se refiere a la
existencia en general, mientras que la palabra quetzal se refiere a la trascendencia divina. Es por esto
que cuando se unen las dos palabras, Quetzalcóatl, implica la Totalidad o el Absoluto; es decir, la
existencia y la trascendencia simultáneamente fundidas en una sola.
2. En segundo lugar y como también ya fue dicho, desde el punto de vista humano la palabra cóatl se
refiere a nuestra naturaleza material humana, mientras que la palabra quetzal remite a nuestra
naturaleza espiritual y divina. Esto implica que cuando el ser humano logra fundir su naturaleza
material humana con su naturaleza espiritual se convierte en un “Quetzalcóatl humano”, logrando
con ello la iluminación menor. Mientras que, cuando logra fundir su naturaleza humana con su
naturaleza divina se convierte entonces en un “Quetzalcóatl cósmico”, logrando con ello la
iluminación mayor y final. En otro capítulo explicaré los métodos y técnicas que propone la
toltequidad para lograr estos dos estados de iluminación espiritual y divina.
3. Por otro lado, la palabra quetzal también tiene el sentido de algo precioso, debido a lo hermosos del
plumaje verde del ave quetzal y las piedras verdes azuladas del jade o la turquesa. Este sentido de
lo preciso de la pluma del quetzal, nos aclara la metáfora según la cual el nacimiento de los voceros de
Quetalcóatl ocurría cuando E’ekateotl, el espíritu divino, penetraba en el seno de una niña virgen o
asceta bajo la forma de un jade o una pluma quedando preñada por ello.
4. La palabra quetzal también significa feminidad pues era un nombre común entre las niñas mexicas,
sugiriendo con ello que Quetzalcóatl era una deidad andrógina o hermafrodita. Esto se demuestra
cuando observamos que al orar a Quetzalcóatl, los mexicas se referían a él como Teteoinan
Teteoitta, madre y padre de los dioses. Es decir, que la palabra Quetzalcóatl contenía en sí la idea de
la fusión de lo masculino y lo femenino en uno solo que trascendía la dualidad o los polos opuestos.
5. La palabra Quetzalcóatl remite también al nacimiento y la recurrencia de los ciclos. Por ejemplo, las
palabras quetzil y quetza, ambas significan pisar, dar un paso, ponerse en pie, detenerse en el
camino, dejar una huella, indicando con todo ello el nacimiento y recurrencia de los ciclos.
6. Luego, como verbo, quetza, tiene dos sentidos: fecundar y abortar. Implicando que Quetzalcóatl, la
Serpiente Emplumada, tenía el poder de crear y destruir la vida, concepto conjunto al de dar
nacimiento y terminación a los ciclos de tiempo. Tómese en cuenta que al duplicar la raíz quetza
forma el verbo quequetza, el cual significa dilatarse el tiempo, sucederse las edades, implicando en
ello la aparición y desaparición de ciclos de manifestación recurrentes.
7. Otros significados de la raíz quetz es anunciar y aconsejar. Es por esto que el caracol vocero aludía
a las recurrentes manifestaciones de la Serpiente Emplumada, uno de cuyos títulos era Tloa’toani, los
de la palabra, los que son dignos de hablar y aconsejar. Tómese en cuenta que al unir a quetz la
partícula tla, obtenemos la palabra tlaquetza, que significa contar historias, como por ejemplo para
sostener la identidad del pueblo a través de la palabra.
8. Otro sentido de tlaquetza era columna, sostén, y aludía a Quetzalcóatl como el eje del Cosmos:
como sostenedor de las leyes de la naturaleza y, a través de sus voceros, como el baluarte ideológico
de su civilización. Tómese en cuenta que el nombre maya de los voceros o mensajeros de Quetzalcóatl
era bacab, que significa columnas, bastones. Por otro lado, en clave tlaquetza era la columna
vertebral, conducto principal por el que corren las fuerzas de la vida en el individuo. Esta es la razón
por la cual Quetzalcóatl fue representado con frecuencia como un espinazo o una serpiente que sale
por la médula espinal.
9 Por último, la raíz quetz y su variante quech nombraban a la melena y la barba, atributos físicos
distintivos de los voceros de Quetzalcóatl. Tómese en cuenta que la melena y las barba representaban
los rayos del sol y el estado iluminado o “solar” de los voceros de Quetzalcóatl.
Una vez analizados los sentidos conceptuales relacionados con la palabra quetzal, veamos ahora los
sentidos conceptuales relacionados con la palabra cóatl.
10. El significado directo de cóatl es serpiente. La serpiente, uno de los íconos más destacados del arte
mexicano implica, por la sutileza de sus movimientos la sabiduría. Además su forma alargada
recordaba la columna vertebral del ser humano y funcionaba también como símbolo del eje del
Cosmos.
11. Luego, el segundo significado usado para cóatl es doble, gemelo. Es por esto que una de las
traducciones más usadas de Quetzalcóatl era gemelo precioso. Esto se relaciona con la enseñanza
náhuatl según la cual, todos los seres vivos poseen un “doble” o contraparte del cuerpo físico llamado
Nagual, proyectado que, filosóficamente, podría entenderse como el ser único del cual emanan todos
los Tonales o seres manifiestos. Psicológicamente podría entenderse como el estado que el ser
humano debe alcanzar, o potencial de autorrealización y estado de conciencia que debe obtenerse
mediante las prácticas toltecas. Desde un punto de vista social, el nagual era el sabio o chamán de la
sociedad anáhuaca.
12. En la tradición náhuatl la serpiente también representa el miembro sexual masculino y, con ello, la
posibilidad de crear vida. Tómense en cuenta las palabras yecóatl, acto sexual, y cóatlaca, generación
humana. Este término, cóatl, unido a los atributos femeninos ya vistos de quetzal, implican la
capacidad de Quetzalcóatl de ser la madre y el padre de la existencia toda.
13. Finalmente, otra acepción de la palabra cóatl es ombligo. Por este punto se nutre al feto desde su
concepción y los toltecas afirmaban que en este punto se concentraba la energía, razón por la cual otro
de sus significados es centro. Tómese en cuenta que el término cóatl se podía escribir de dos maneras:
pictográficamente, se empleaba la imagen de una serpiente y, fonéticamente, se unían dos jeroglíficos,
co, vasija, vientre, y atl, agua. Esto podría entenderse como el lugar (el vientre), donde se encuentra
la energía en forma de fluidos sexuales tanto del hombre y la mujer (el agua), y que debe ser
transmutada hacia arriba del cuerpo (agua quemada) para que el ser humano (serpiente) pueda lograr
el despertar y la realización espiritual que lo convierte en un Quetzalcóatl.
Como vemos, la amplitud de imágenes que evocaba la palabra Ketsalkoatl para los pobladores
originarios de Anawak era enorme. Implicaba conceptos tales como, Ser Absoluto, el causante de la
iluminación espiritual, serpiente emplumada, doble precioso, ave de las edades, gema de los
ciclos, ombligo o centro precioso, el de las barbas de serpiente, el precioso aconsejador, divina
dualidad, femenino-masculino, etc.
Fuente: Frank Díaz
Este mensaje o consigna mantiene una íntima relación no solo con el calendario de la Cuenta Larga
(Oxlajuj Baktún) de 5.125 años, sino también y de manera especial por el momento en que se entrego
al pueblo, con el calendario de los Tikú (Bolom tikú y Oxlajuj tikú).
El Bolom tikú, es un ciclo de 468 años, conocido como el imperio de la oscuridad y el egoísmo:
El Oxlajuj tikú, es un ciclo de 676 años, conocido como el imperio de la luz y el amor: