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CASOS DE ETICA- PARA ANALISIS Y DECISION

Enero 21, 2009 por analisisglobal


Bernard L. Madoff, ex-presidente de Nasdaq y uno de los inversores
más activos de los últimos 50 años y considerado el gestor favorito
de los ricos de Florida y Manhattan, gestor “único” de una de las
mayores estafas financieras (junto con el conocido caso Enron) fue
detenido por el FBI tras confesar que su negocio era un “esquema
Ponzi gigante” que habría causado pérdidas de 50.000 millones de
$ (aproximadamente 37.500 millones de €) a clientes. Un esquema
Ponzi es un fraude piramidal: la rentabilidad prometida se paga con
el dinero ingresado mediante la entrada de nuevos clientes.
Madoff era propietario de Madoff Investment Securities (BMIS)
asesoramiento e intermediación bursátil. Desde su creación por
Madoff en 1960, BMIS ha llevado a cabo el comercio y el mercado
de las actividades de los agentes-corredores, bancos e instituciones
financieras. En las dos últimas décadas, Madoff, además se ha
especializado en operar con acciones, crear mercados y aconsejar a
inversores acaudalados, instituciones, escuelas y organizaciones
benéficas.
¿Cómo Madoff conseguía vender humo?
Decía usar una estrategia de inversión conocida como split strike
conversión, que consiste en comprar acciones de grandes
compañías y opciones de compra y venta de esos mismos títulos.
De este modo es posible ganar dinero tanto en mercados en alza
como en mercados a la baja.
Este sistema no era nuevo para la banca de inversión, pero Madoff,
a través de su firma Fairfield Greenwich Group, que tiene también
una oficina en Madrid, ofrecía rentabilidades garantizadas entre el
8% y el 12%, pasase lo que pasase en Bolsa. El producto atractivo
unido a la reputación de la que gozaba Madoff y el hecho de haber
sido presidente del consejo de administración del índice Nasdaq de
EE UU (uno de los más importantes del mundo y del cual fue uno de
los fundadores), y a su imagen de exclusividad, hizo que el humo
que Madoff vendía fuese corriendo de boca en boca entre los
grandes millonarios y entre la gran banca de inversión.

CASO 1.
Analice dos situaciones que involucren un manejo adecuado de los
fondos y que muestren la contradicción de Madoff

Interbolsa, la historia de un desplome


Un abrir y cerrar de ojos. Eso fue lo que le tomó a Interbolsa, la
principal corredora de bolsa del mercado bursátil colombiano, pasar
de ser una compañía ejemplo a un descalabro de grandes
proporciones. La flamante firma, que a agosto pasado tenía $1,5
billones de activos y era el principal jugador del mercado de valores
colombiano esta hoy en el ojo del huracán y es mirada con recelo
por sus antiguos colegas, muchos a quienes hoy los puede haber
dejado en problemas.

La historia de la firma es muy parecida a la de muchos grandes


jugadores del mercado, a quienes el exceso de confianza, el exceso
de riesgo o simplemente los malos cálculos y los giros inesperados
a los que están acostumbrados los comisionistas de bola les jugó
una mala pasada.

Creada en 1990, Interbolsa fue el vehículo por el cual el ingeniero


químico Rodrigo Jaramillo entró al mundo bursátil en la ya
desaparecida Bolsa de Valores de Medellín. Sus primeros años
fueron los típicos de una firma de su talante: hacer estudios sobre el
rumbo del mercado, conseguir clientes que quieran invertir en
instrumentos, cobrar una comisión, crear productos propios para
volver a invertir. Hasta que a mediados de los años 90 apareció un
personaje que terminaría siendo clave en toda su historia: Juan
Carlos Ortiz, un comisionista de bolsa expulsado en 1997 de la
Bolsa de Valores de Bogotá por prácticas que, entonces, se
consideraron poco transparentes.

Su amistad con Tomás Jaramillo, hijo del fundador de Interbolsa, lo


llevó a invertir una fuerte suma de dinero en la firma comisionista, a
instalarse en Medellín e implantar como sello corporativo la llamada
posición propia: con los recursos de caja, se invierte en el mercado
accionario aprovechando los momentos de baja cotización, en los
que el precio baja, y se vende en el pico, cuando sube. Es una
estrategia de último minuto, en donde se aprovecha cada instante y
se reacciona ante cualquier variación. Una ruleta rusa que deja
enormes ganancias, pero que también puede cosechar pérdidas
profundas.

Con ella, la comisionista se convirtió en un jugador de peso gracias


a la gran posición que tomó en el mercado de TES. Su gran
influencia hizo que, con el cambio de siglo, llegara un inversionista
de peso: Víctor Maldonado, presidente de Foto Japón, quien se
convirtió en el principal socio de la sociedad con una participación
de 30%. Su llegada les permitió a los demás socios explorar nuevos
negocios. Fue así como Ortiz y su amigo Jaramillo terminaron
constituyendo en Curaçao el fondo Premium Capital, con el cual, a
través de un contrato de corresponsalía con Interbolsa, buscaban
clientes colombianos con capital fresco para invertir en diversas
empresas e instrumentos financieros.

Para entonces, la firma comisionista se había convertido en un


jugador de peso en la naciente Bolsa de Valores de Colombia
(BVC), el mercado surgido de la unión de los parqués de Bogotá,
Medellín y Occidente (Cali). Su poder llegó a tal punto que en 2007
adquirió a la su competidor Inversionistas de Colombia, se convirtió
en el principal actor del mercado y se estructuró como un
conglomerado de servicios financieros, con ocho empresas bajo su
manto (en sectores como el de los seguros, el inmobiliario, la
responsabilidad social empresarial y la interacción en los mercados
bursátiles de Panamá, Brasil y EE.UU.) y una acción en la bolsa
local.

Hoy corre todo tipo de rumores sobre la causa del desplome, pero
todos apuntan a que el detonante pudo ser el deterioro de la otra
fructífera relación de negocios entre las familias Jaramillo y Ortiz.
Una fuente consultada señala que el Grupo Nule prendió la mecha.
A comienzos de la década pasada, este era uno de los principales
conglomerados económicos de Colombia y un jugador clave en el
sector de la infraestructura, que escogió a la comisionista Proyectar
Valores (donde Ortiz tenía una participación aproximada del 6%)
como su vehículo de inversión.

Pero los grandes problemas vinieron cuando los Nule se quebraron.


Un informe del CTI estableció que el conglomerado utilizó a
Proyectar para hacerse un autogiro de $10.000 millones para
financiar a Gas Kpital, en Cúcuta, fondos que habrían sido
aportados para la construcción de la fase III de Transmilenio, en
Bogotá. Esta situación, que desencadenó la desaparición de la
comisionista, habría sido un motivo crucial para que la relación entre
los Jaramillo y Ortiz se deteriorara.

Otra versión señala que el descontento giró en torno a la compra de


un avión privado por parte de Interbolsa, hecho que no le gustó a
Ortiz. Lo cierto fue que se desencadenó una pelea entre los
accionistas, que terminó con Tomás Jaramillo pidiéndole a su amigo
que le entregara la oficina desde la que despachaba en el edificio de
la comisionista. Esta mañana, en entrevista con La W Radio, Ortiz
matizó esta versión: “Con Tomás tuvimos una relación de amistad
de 15 años, en la que era lógico que se presentara un desgaste”.
Según su versión, aunque tenía el 2,8% de la firma (en su mejor
momento, esa participación llegó a vale alrededor de US$10
millones), se marginó de sus operaciones para centrarse en sus
propios negocios, como la constitución de Millonarios FC, la
empresa que compró y recapitalizó al club bogotano de fútbol. Sólo
volvió a enterarse de la comisionista la semana pasada, cuando sus
antiguos socios reconocieron estar enfrentando por un problema de
iliquidez. Esto llevó no solo a que la firma se liquidara, sino a que la
participación de Ortiz quedara reducida a poco más de US$100.000.

Esta desvalorización deja al descubierto fallas al interior de la


comisionista Interbolsa. El viernes pasado en la noche, tal vez
previendo lo que se venía, la junta directiva del conglomerado
presentó su carta de renuncia irrevocable citando que “la
administración actuó a espaldas de la junta y con ello comprometió
la viabilidad de la sociedad”. Se trata, en esencia, de operaciones
realizadas en el mercado a espaldas y con muy poco conocimiento
del ente directivo.

La firma - previendo que el TLC con EE.UU. convertiría a Fabricato


en una empresa apetecida por los inversionistas internacionales- y
aprovechando una participación accionaria de 3,79% que tenían en
la textilera trazó una estrategia basada en una práctica común en
los mercados financieros: la especulación. Es aquí donde entran
complejas operaciones financieras que apuestan a la valorización
futura de cualquier tipo de papel. En este caso, según sus cálculos,
y los de las firmas Merryl Lynch y Metropolitan Capital Markets, la
acción de Fabricato podría pasar en un par de años de $30 a $120
dependiendo los movimientos que se pudieran hacer en el mercado
a través de ésta.
De lo que se trataba en términos generales es de que la firma
moviera esas acciones en el mercado a través de las llamadas
operaciones Repo ( Adquisición de un crédito a corto plazo con
acciones como respaldo ). Los repos le iban a permitir hacer girar
las acciones de Fabricato por diversas manos (entre más personas
tengan en su poder una acción y más se negocie ésta, el valor
tiende a subir) lo que garantizaría su valorización. Entre más repos
hicieran con esos papeles, más lograrían liquidez (Es decir que se
pueden negociar muy fácilmente) y más tenderían a subir de precio.
Todo un círculo virtuoso.

Pero en el camino al parecer se cometieron excesos. La Junta


Directiva del conglomerado autorizó la estrategia con un tope de
$100.000 millones que tendrían que captarse en el mercado de
valores. El plan se puso en marcha a comienzos de 2011 y fue tan
exitoso que, a la vuelta de un año, la acción de Fabricato se
convirtió en la más transada del mercado, con una valorización de
214,1%.

Con ese precedente, y sin que el conglomerado lo supiera (versión


que sostiene la junta en el documento de su renuncia), la
comisionista siguió adelante con este plan en 2012, justo cuando los
inversionistas comenzaron a perder la fe en su producto, porque
veían que el valor de la acción estaba más ‘inflado’ por la estrategia
de negocio de los papeles, que por el resultado mismo de la
estrategia de Fabricato como empresa.

Para agosto pasado, los repos con acciones de Fabricato habían


inundado el mercado: componían el 20% de las operaciones diarias
de este producto y tenían en circulación, según datos de la BVC,
$322.726 millones. El cupo que la Junta había autorizado fue
sobrepasado con creces. Un rumor apunta a que Alessandro
Corridori, familiar político de los Jaramillo, se valió de este
instrumento para convertirse en el máximo accionista de la
corredora.

Otra fuente, en cambio, argumenta que todo está en los excesos.


“Sus corredores perdieron el norte. ¿Y cómo no, si por cada cliente
que conseguían para invertir en los repos de Fabricato recibían una
comisión de más o menos el 40%? Ahí se le desdibuja a cualquiera
el horizonte de riesgo”, dice una persona conocedora del mercado
bursátil que prefirió la reserva de su nombre. Lo cierto es que estas
versiones deberán ser probadas por la Superintendencia Financiera,
órgano de control que anunció que evaluará cada aspecto del
proceder de Interbolsa.

El futuro para los accionistas de la firma es muy claro: “Vamos a ver


comprometidos nuestros activos”, reconoció Ortiz al aire. No lo es
tanto para los clientes, pues quienes invirtieron en las carteras
colectivas de Interbolsa tendrán que esperar su traslado a otro
administrador.

Por lo pronto, la junta directiva del Banco de la República se ha


comprometido, a través del cupo de crédito de hasta por $300.000
millones a 14 días, a financiar a las comisionistas que puedan
atravesar problemas de iliquidez. Esta medida resulta audaz por
decirlo menos para tratar de anticiparse a lo que podría ser un
efecto dominó que se expanda de las acciones de Fabricato a otros
papeles y comience a afectar a otros jugadores mucho más
pequeños y pueda crear un descalabro mayor en el mercado.

Los siguientes días serán cruciales para establecer qué otros daños
pueda causar el caso de Interbolsa en el hasta ahora blindado
mercado de valores colombiano.
CASO 2.
Asuma la defensa ética y legal de Interbolsa de acuerdo con lo
previsto en el código penal colombiano

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