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El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 1

I. INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE LA GLORIA


Como ya lo hemos dicho anteriormente, la mayoría de los investigadores tienden a dividir el
Cuarto Evangelio en dos grandes secciones. El llamado Libro de los Signos, que transcurre a
partir del prólogo del capítulo uno hasta el final del capítulo doce, es la primera parte que
habla acerca del ministerio público de Jesucristo. En él Jesús manifiesta la gloria de Dios al
mundo. En Jn 12, 1-12 el Evangelista designa los milagros como signos y los discursos como
explicación de estos signos.1
La segunda sección, llamada comúnmente el Libro de la Gloria, va del capítulo trece al
final del Evangelio. En esta parte Jesús manifiesta la gloria de Dios a sus discípulos. Es la
hora2 de la manifestación plena de Padre,3 la cual llegará a su plenitud en la pasión, muerte,
resurrección y la ascensión de Jesús. El ahora Señor glorificado se aparece a aquellos
quienes le aceptan en orden a mostrarles su gloria.4

Secciones del Libro de la Gloria


Centrándonos en el libro de la Gloria, C. H. Dood señala que en los capítulos 13-17 “la
narración sigue a los discursos en vez de que los discursos sigan al relato, como es regla
general en el libro de los Signos. Esta diversidad se hace necesaria por la diferencia de
situación.”5 En otras palabras, lo que queremos hacer ver es que contrariamente a lo que
pasa en el libro de los Signos, donde los discursos acontecen después de los signos, en el
libro de la Gloria, la cena de despedida, los discursos y la oración de Jn 13-17 preceden e
interpretan la glorificación, la cual, propiamente dicho, será recordada en la pasión narrativa
en Jn 18-19 junto con los acontecimientos del capítulo 20.6

1
Los signos son instrumento de manifestación de la gloria para aquellos que están dispuestos a seguir la
dinámica de la fe (...) El sentido de los hechos extraordinarios de Jesús según Jn es, pues, doble. Por un lado,
como gesto prodigiosos de Jesús, invita al hombre una penetración del misterio que se acerca a los hombres
en Jesús (...) Pero hay otro sentido, el más específico del evangelio de Juan: en Jesús se da ya la plenitud de
la salvación. Jesús es la plenitud de la revelación salvadora de Dios. Por eso, un acto de ahondamiento en la
realidad de Jesús lleva a entender que en él está la presencia de la realidad poderosa del Dios lejano e
invisible, la presencia de la gloria. J. O. TUÑI, Escritos joánicos y cartas católicas, 39.40
2
Desde el tema de la hora, también podríamos describir todo el evangelio: antes de la hora (2-12); la hora (13-
19); después de la hora (20-21). El tema de la hora es más complejo que este supuesto y a la vez más
comprehensivo de lo que parece. Cf. J. O. TUÑI, El Cuarto Evangelio y el tiempo, EstE 57 (1984). 129-154.
3
Es muy iluminador en referencia al tema de la hora cómo De la Potterie estructura el evangelio a partir de una
revelación progresiva. De este modo, los capítulos 12-20 vienen a ser la revelación suprema que se manifiesta
en la hora de Jesús: la revelación suprema en la última cena (13-17); la revelación suprema en la pasión y
muerte (18-19); la revelación suprema en la resurrección (20). Cf. I. DE LA POTTERIE, La vérité dans saint
Jean. Tomo I.II. An. Bib., Roma 1977.
4
D. Deeks al presentar su hipótesis sobre la estructura del Cuarto Evangelio, nombra con el título de Economía
de la Salvación la sección de 13-20: “We may, therefore, suggest as a full title for section D: “The Economy of
Salvation” and the inner life of the Church which is grounded upon the saving work of Christ”. D. DEEKS, The
Structure of the Fourth Gospel, en M. W. STIBBE (ed.) The Gospel of John as Literature. An Anthology of
Twentieth-Century Perspectives, Brill, New York 1993. 90
5
C. H. DOOD, Introducción al Cuarto Evangelio, 292. En la nota 1 a dicho comentario, Dood dice que los
discursos de despedida presuponen la pasión, hasta tal punto que puede decirse que son una consecuencia
lógica del relato de la pasión; pero si el autor los hubiera colocado después de este relato habría destrozado el
esquema dramático del Evangelio. Por el momento no hacemos valoración de dicha hipótesis, ya que por
ahora nuestra pretensión es señalar el carácter particular de nuestro texto.
6
Si por un lado consideramos desde la crítica literaria que el capítulo 20 es el final del texto en su forma
original, por otro queremos dejar claro que todos los manuscritos conocidos hasta el presente no concluyen
aquí sino que se extienden al capítulo 21.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 2

La Cena, los Discursos y la Oración de Despedida de Jn 13-17


Al igual que los Sinópticos, el Cuarto Evangelio ha hecho uso de la escena del adiós. Si bien
cada una de las narraciones ha colocado la escena en el contexto de una cena de
despedida, Juan ha desarrollado mucho más este suceso que los sinópticos.7
Después de esta breve presentación de la estructura general de Juan, que nos ha
permitido enmarcar nuestro texto en la totalidad del Evangelio, nos proponemos seguir
ahondando, desde acercamientos diversos y complementarios, en el significado de nuestro
texto Jn 15, 12-17.

II. ANÁLISIS DEL GÉNERO LITERARIO JUAN 13-17


Género literario del Discurso de Despedida8
Como ya hemos señalado, nuestro texto está colocado en medio de la composición
articulada de los Capítulos 13-17. En estos capítulos se narran las últimas palabras de Jesús
a sus discípulos poco antes de la pasión.9
A partir de la primera mitad del siglo XX, la investigación tendió a situar el Sitz im
Leben de estos capítulos dentro del género Discursos de Despedida.10
R. E. Brown, teniendo a su disposición no sólo las investigaciones anteriores sino
también otros monográficos contemporáneos,11 ofrece una mayor confirmación de dichos
capítulos compuestos bajo el género literario de Discursos de Despedida. Esto queda
reflejado en 1970 cuando sale a la luz el segundo volumen de su Comentario del Cuarto
Evangelio.
De este modo queda bien reconocida la situación vital del patrón literario que utiliza el
evangelista en estos capítulos. Ante la muerte de hombres honorables, estos ofrecen a los
suyos palabras de despedida. Ejemplo de ello lo tenemos en el libro del Deuteronomio donde
Moisés ofrece un largo discurso de despedida a su pueblo Israel.

7
Esta afirmación quedará corroborada en nuestro posterior estudio narrativo. Como dice C. H. Dodd el discurso
de despedida “es uno de los pasajes más característicos, originales y mejor elaborados que el evangelista ha
utilizado para presentar el núcleo religioso y teológico de su mensaje”. C. H. DODD, La Tradición histórica en
el Cuarto Evangelio, 65. La narración tiene elementos comunes a los sinópticos y es probable que estos
reflejen la tradición sinóptica, aunque dichos elementos (la Cena y la traición de Judas) se recogen también en
1 Cor 11, 23ss. De ahí que también es probable que pertenezcan a una tradición ajena a los sinópticos. Por
otro lado la escena en Juan tiene elementos particulares (es en un día distinto al que se señala en los otros
tres evangelios, se omiten las palabras que explican el significado del pan y del vino que se consumieron
durante la cena). Cf. C. H. BARRET, El Evangelio de San Juan, 662
8
Entendemos por Género Literario como la denominación común de un grupo de obras literarias en una
clasificación tipológica. Esta clasificación se hace atendiendo a tres criterios: material, formal y situación vital.
Cf. G. FLOR SERRANO, Diccionario de la Ciencia Bíblica, 52-53
9
Por despedida podríamos entender inevitablemente la próxima ausencia de Jesús. Sin embargo, el énfasis
joánico podría enfatizar una peculiar presencia de Jesús gracias a que los discípulos permanecen en él. De
ahí la importancia y centralidad del mandamiento del amor mutuo.
10
Dentro de los numerosos estudios de este tiempo podemos señalar las investigaciones de: P. CORSEEN; A.
DURAND; P. GÄCHTER; J. HUBY. Cf. R. E. BROWN, El Evangelio según Juan (II), 846.
11
R. E. Brown cita entre dicha bibliografía sobre los discursos de despedida a: E. SEUFEER, Abschiedsreden,
Reallexikon für Antike un Christentum 1 (1950); J. MUNCK., Discours d’adieu dans le Nouveau Testament et
dans la litérature biblique, Aux sources de la tradition chrètienne, Mélanges M. Goguel; Delachaux & Niestlé,
Nauchatel 1950; R. SCHNACKENBURG, Abschiedsreden Jesu, Lexikon für Theologie und Kirche 1 (1957); J.
RANDALL, The Theme of Unity in John XVII: 20-23, Universitaires de Louvain, Louvain 1962. Cf. R. E.
BROWN, Ibid, 846.
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Durante el periodo pre-exílico, el libro del Deuteronomio es considerado como el más


representativo de este género. Pero especialmente en el periodo post-exílico e
intertestamentario, este género de Discurso de Despedida tuvo mucha popularidad. “La
situación común es la de un gran personaje que reúne a los suyos (hijos, discípulos, todo el
pueblo) en la víspera de su muerte para darles ciertas instrucciones que les ayudarán una
vez él haya partido”.12 Esto mismo ocurre en el Cuarto Evangelio, en donde se realiza dicha
reunión en el ambiente de una cena de despedida.13
R. E. Brown, adentrándose en estos textos intertestamentarios, menciona trece
elementos comunes en los Discursos de Despedida.14 Dichos elementos están presentes en
los capítulos 13-17 del Cuarto Evangelio . Presentamos cuatro de esos elementos reflejados
de forma particular en el texto de Jn 15, 12-17.
 El guardar los mandamientos divinos
La recomendación de guardar los mandamientos de Dios forma parte frecuentemente
de estas despedidas. Así lo encontramos en Abrahán (Jub 21, 5) 15. En Dt 36,16, Moisés
insiste en guardar los mandamientos divinos como condición necesaria de vida: “Si obedeces
los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te promulgo hoy, amando al Seños, tu Dios...” En 1
Henoc 94, 5, los hijos de Henoc son llamados a guardar sus palabras: “Mantén firmemente
mis palabras”.16 En el Discurso de Despedida Jesús repite frecuentemente esta misma
recomendación (Jn 14, 15. 21. 23; 15, 10. 14). En Jn 15, 14, guardar sus mandatos es la
condición para permanecer en su amistad.
 El mandamiento del amor recíproco
Es de gran interés ver que el personaje que se despide manda a sus hijos que se
amen entre sí. Así encontramos en el libro de los Jubileos a Isaac que dice a Esaú y a Jacob:
“Esto os mando, amaos mutuamente, hijos míos... como un hombre ama a su propia vida”.17
En Juan 15, 12. 17, Jesús nuevamente habla del mandamiento nuevo de amarse unos a
otros, estableciendo la norma para vivir este amor: “No hay amor más grande que éste: dar la
vida por los amigos.”
 Unidad
En el Testamento de Zabulón 8, 5-6, Zabulón exhorta a sus hijos a amarse unos a
otros, ya que el daño inferido al hermano viola la unidad. 18 En el Testamento de José, 17, 3,

12
R. E. Brown señala los trece elementos que se describen frecuentemente del personaje que se despide en
estos Discursos: el anuncio de la inminencia de su muerte; algún dato que de seguridad a sus hijos o su
familia frente a tal tristeza; el recuerdo del favor de Dios; la recomendación a los suyos de guardar los
mandamientos divinos; la petición de mantener entre los hijos el amor mutuo; la petición de que permanezcan
en la unidad después de su muerte; el prever el destino que les espera a los suyos mirando con esperanza el
futuro que le aguarda; el maldecir a los que perseguirán a los justos; el invocar la paz sobre sus hijos o su
pueblo; el prometer a los suyos que Dios estará con ellos; la preocupación por la permanencia de su nombre;
la elección de su sucesor y finalmente la despedida llevada a cabo comúnmente con una plegaria por sus hijos
o por su pueblo. R. BROWN, El Evangelio según san Juan (II). 840-842.
13
“De este modo las conversaciones de Jesús con sus discípulos en el cenáculo no constituyen una parte
aislada, sino un simple tránsito a la pasión y resurrección.” R. SCHNACKENBURG, El evangelio según san
Juan (III), 25
14
Cf. R. BROWN, El Evangelio Según San Juan (II). 840-843.
15
Jubileos 21, 5 en R. H. CHARLES (Ed.), The Apocrypha and Pseudepigrapha of the Old Testament (II),
Clarendon Press, Oxford 1963. 42.
16
1 Henoc 94, 5 en Ibid, 265.
17
Jubileos 36, 3-5. 8, en Ibid, 67.
18
Testamento de Zabulón 8, 56, en Ibid, 331.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 4
19
se dice: “Dios se complace en la unidad entre los hermanos.” El mismo tema de la unidad,
nacido en el amor mutuo (Cf. 13, 34-35; 15, 12.17) aparece en labios de Jesús en Jn 17, 11:
“Padre Santo... que sean una cosa, así como nosotros somos uno.”
 La permanencia del nombre
En Jubileos 22,24 Abraham dice a propósito de sus descendientes: “he construido
para mí esta casa para poner en ella mi nombre sobre la tierra... vosotros construiréis mi
casa y estableceréis mi nombre ante Dios para siempre”.20 En Jn 15, 16 Jesús exhorta a sus
discípulos a pedir y presentar sus demandas al Padre en su nombre (Cf. Jn 14, 13.14; 16,
24,26). De este modo mantendrán vivo su nombre sobre la tierra.
En 1970, R. F. Collins, teniendo ante sus ojos el estudio de Brown y de otros
investigadores, afirmaba con seguridad: “Hoy está comúnmente aceptado que Juan 13,31-
16,33 está escrito de acuerdo el género literario del Discurso de Despedida”.21 Citando el
Testamento de los Doce Patriarcas como el más plausible ejemplo de dicho género, señala:
“Los Discursos de Despedida típicamente contienen exhortaciones para guardar los
Mandamientos de Dios, especialmente el mandamiento del amor mutuo, el cual manifiesta la
unidad de los hermanos”.22

El Discurso de Despedida como Testamento Familiar Íntimo


En este breve estudio sobre el género literario de Discurso de Despedida podríamos
finalmente agregar que estas narraciones enfatizan también el carácter de Testamento
Familiar e Íntimo.
Los textos de este género nos muestran a personas que ante la muerte hablan a una
audiencia restringida. Al decir restringida suponemos que los interlocutores son los hijos de la
persona moribunda o, a lo más, los hermanos que junto a los hijos forman un círculo familiar
estrecho.23 Dichos Discursos de Despedidas, tienen por tanto un componente intimo-familiar.
Esta referencia está presente también en el Encuentro de Despedida del Cuarto Evangelio. 24
Ante su muerte, Jesús reúne a los suyos y como un padre reúne a sus hijos ante su lecho y
señala sus últimas recomendaciones.25 Esto queda resaltado con la indicación de la llegada
de su w[ra hora (Cf. Jn 13,1) y con la referencia a los discípulos en el inicio de Discurso como
tekni,a hijitos (Cf. Jn 13, 33).26 En la segunda narración27 del mandamiento del amor del

19
Testamento de José 17, 3, en Ibid, 352.
20
Jubileos 22, 24, en Ibid, 47.
21
R. F. COLLINS, A New Commandment, 238.
22
Ibid, 238
23
Tenemos el caso de José, quien cuando estaba a punto de morir llamó a sus hijos y hermanos y les dijo:
“Hermanos míos e hijos míos, escuchad a José, el amado de Israel...” (Testamento de José 1, 1-2). Este
mismo esquema se repite con Rubén (Cf. Testamento de Rubén 1, 1-5), Neftalí (Cf. Testamento de Neftalí 1,
3,5), Judá (Cf. Testamento de Judá 1,3), Isaac (Cf. Testamento de Isaac 1,1), Simeon (Cf. Testamento de
Simeón 2, 1), Leví (Cf. Testamento de Leví 10,1). Cf. R. H. CHARLES (Ed.), The Apocrypha and
Pseudepigrapha of the Old Testament (II).
24
Nos referimos a estos capítulos del Evangelio como Encuentro de Despedida para enfatizar que además de
los Discursos, hay una cena, un gesto y una oración.
25
Más adelante profundizaremos, desde la Antropología Cultural, los significado del lugar de la Cena y el
Discurso, la relación patrón-esclavo-amigo.
26
Es de sumo interés que este sustantivo de carácter íntimo sólo es descrito en el Evangelio a partir de que
Judas ha dejado el lugar de la cena. Creemos que este sustantivo de intimidad familiar está colocado en este
momento con toda intencionalidad.
27
Cuando estudiemos la crítica literaria del Discurso de Despedida en el Cuarto Evangelio señalaremos que
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 5

Evangelio (Jn 15, 12-17) se da una nueva referencia de intimidad familiar, ya que Jesús se
refiere su grupo intimo-familiar con el término de amigos.28

Formulario literario de Discurso de Despedida29


A nivel formal, dentro de este Encuentro de Despedida del Cuarto Evangelio podemos
reconocer varios formularios literarios en su estructura. Al igual que hicimos en el primer
capítulo al señalar que la elaboración de Juan fue un proceso redaccional largo, ahora
también podemos reconocer en él varios formularios literarios.
Mirando con mayor profundidad las diferentes secciones, podemos identificar
claramente los siguientes formularios:
1. 13:1-29 se nos informa de los acontecimientos con que se abre la noche anterior a la
muerte de Jesús. Resalta, por un lado, la información del lavatorio de los pies y las
palabras de Jesús que le siguen. Por otro lado, está todo lo referente a la traición de
Judas y la salida de éste del recinto. A primera vista Jn 13, 1-29 es un formulario
“mixto” (narración y disertación). Podríamos añadir que estos versículos son la
narración de las últimas acciones de Jesús y las palabras que interpretan esa acción
en la noche anterior a su muerte.
2. En el primer discurso (Jn 13,31-14,31) no se menciona ninguna actividad de Jesús. Él
habla a los discípulos sobre su partida, sobre las actividades futuras, la misión de los
discípulos y el don del Espíritu de la Verdad que siempre estará con ellos, aunque
Jesús está a punto de partir. Es interesante ver que en este primer discurso los
discípulos plantean interrogantes y hacen comentarios a Jesús (Cf. 14:5. 8. 22). La
conclusión con la que se cierra este discurso 13, 31 enlazaría muy bien con 18, 1. De
ahí que podamos suponer que este formulario literario del primer discurso
factiblemente sería el más antiguo.
3. Jn 15:1-16:3 continúa las palabras de Jesús a los discípulos. Sin embargo hay
algunas diferencias, sobre todo en lo se refiere al modo de discurso. Primero, parece
que hay muy poca conexión entre 14:1ss (en tema a la partida de Jesús) y 15, 1ss
(permanecer en Jesús). Segundo, durante este segundo discurso los discípulos no
intervienen. Él único que habla es Jesús. De este modo podemos decir que el
formulario literario de 15:1-16:3 es el de puro discurso.
4. Este tercer discurso de Jn 16:4-33 nuevamente retoma los temas y el formulario del
primer discurso. Jesús habla de su partida inminente, de la misión y actividades
futuras de los discípulos, del don del Espíritu Paráclito y por último se cierra el
discurso con las palabras de Jesús sobre su partida. Al contrario de 15:1-16:3 y como
en el primer discurso, las voces de los discípulos se oyen cuando ellos plantean
interrogantes y hacen los comentarios (Cf. Jn 16,17-18. 29-30). El formulario es el de
discurso con breves interrupciones.

dicho texto forma parte de la segunda revisión del Discurso. Por ahora, solo lo dejamos anotado como una
relectura del mandamiento del amor.
28
Para los iniciados en medio de un ambiente heleno bajo el patrón de la amistad con Dios (Jesús) podrían
encontrar la última meta de su vida. Así, la amistad en el mundo mediterráneo del s. I es una de las categorías
más altas de la relación humana; en ella se da una asociación libre para compartir desde el motivo hondo del
amor mutuo. A través de la amistad se dan unas relaciones humanas basadas en la igualdad que representa
la vida en su sentido más lleno para el creyente. Cf. D. LOEPP, The Family of Spiritual Birth, en Analyses of
Important Johannine Vocabulary, en F. JUST (Ed.), The Johannine Literature Web. Resources for Academic
Study of the Fourth Gospel and the Letters of John. http: //myweb.lmu.edu/fjust/John.htm
29
Cf. F. JUST, Ibid.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 6

5. En Jn 17:1-26 de nuevo se percibe un cambio en el formulario literario. Esta última


sección del largo Discurso de Despedida del Cuarto Evangelio cierra la noche de
Jesús con sus discípulos. No es un discurso a los discípulos, sino una oración al
Padre. Desde la perspectiva de los contenidos, es un resumen de la Cristología
Joánica que retoma muchos de los temas nucleares de los Discursos de Despedida
(Cf. 17, 10 y 16, 15; 17, 13 y 16, 28; 17, 14 y 15, 18ss; 17, 16 y 15, 19; 17, 23 y 14, 21;
17, 26 y 15,9).
Al retomar este repaso por los diferentes formularios literarios del Discurso de
Despedida en el Cuarto Evangelio nos hacen suponer que tuvo una larga historia literaria.30

Estructura Literaria
A partir de lo visto en lo referente al género literario y los formularios literarios, por último y
con suma brevedad, presentamos una posible estructura en el Encuentro Nocturno de Jesús
y sus discípulos.
Algunos investigadores plantean la posibilidad de reconocer en el Discurso de
Despedida del Cuarto Evangelio un esquema de septenarios referida a las siete alusiones a
que los discípulos pedirán y recibirán “en mi nombre” (14, 13.14.26; 15, 16; 16, 23.24.26).
Por otro lado, R. E. Brown, entre otros, es partidario de reconocer en estos capítulos un
esquema quiástico que presentamos a continuación.31
13, 31-38: Introducción 17, 1-26: Conclusión

14, 1-31: temas originales en 16, 4b-33: temas originales


el contexto de la en el contexto de
Ultima Cena Última Cena

15, 1-17: amor mutuo entre 15, 18-16,4ª: odios del mundo
Jesús y sus discípulos a Jesús y a sus discípulos

Siendo este esquema factible, sin embargo proponemos desde lo que hemos ido
hablando una estructura quiástica y concéntrica que enfatiza la centralidad del gran Discurso
del capítulo 15 como eje literario de estos capítulos.
La macro-estructura del Discurso de Despedida se desarrolla dentro de un gran arco
concéntrico, el cual abarca desde los gestos con los que se abre la noche (13, 1-29) hasta la
oración con que se cierra (17, 1-26). A lado de estos formularios que tienen carácter de
introducción y de conclusión en el Encuentro Nocturno se presenta en paralelo dos unidades
literarias de Discursos-Diálogos (13, 30-14, 31 y 16, 4-33). En el centro de la estructura,
finalmente queda resaltado el Gran Discurso de Jesús (15, 1-16, 3).

30
Esto lo ratificaremos en la Crítica Literaria con mayor precisión.
31
Cf. R. E. BROWN, El evangelio según Juan (II). 838. El mismo Brown nos hace ver que tanto el esquema
quiástico, como el de los septenarios nos sitúan ante el ingenio de los intérpretes más que las intenciones del
redactor final. Sin embargo, bajo este esquema quiástico reconoce la estructura de la unidad de nuestro texto:
“Sin embargo, en este caso las coincidencias son demasiado numerosas como para considerarlas puramente
fortuitas”. Cf. Ibid. 921.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 7

A 13, 1-29: Introducción Gestos con que se abre la noche

B 13, 30-14,31: Primer Discurso-Diálogo:

C 15, 1-16,3: El Gran Discurso de Jesús

B’ 16,4-33: Segundo Discurso-Diálogo:

A’ 17, 1-26: Conclusión Oración con lo que se cierra la noche

En los siguientes apartados, desde diferentes aportaciones seguiremos confirmando la


centralidad de nuestro texto.

III. FASES REDACCIONALES DE LOS DISCURSOS 13, 31-16,3332


Generalmente se reconocen los Discursos de Despedida de Jesús en el Cuarto Evangelio
como un estrato redaccional tardío. Sin embargo, hay que recordar a quienes adoptan tal
tendencia ven que Juan es el producto final de un largo, complejo e incluso no heterogéneo
proceso de crecimiento.33 A continuación presentamos algunos de los argumentos y
evidencias que nos hacen suponer los diferentes estratos en los Discursos. Esto nos
permitirá examinar rigurosamente las fuentes y los acontecimientos que dieron lugar al
Segundo Discurso, dentro del cual está nuestro texto.34
Desde la Crítica Literaria35 hay evidencias para proponer como hipótesis que el
Evangelista (¿sólo?) no compuso una sino tres versiones del Discurso: 13, 31-14, 31; 15, 1-
16, 3; 16, 4-33.36. Podemos suponer, como lo hacíamos al analizar el género y los
formularios literarios de los Discursos, que en su origen 14, 31 ...evgei,resqe( a;gwmen evnteu/qenÅ..
(“¡levantaos, vámonos de aquí!”) fue seguido por 18, 1 ...Tau/ta eivpw.n VIhsou/j evxh/lqen su.n toi/j
maqhtai/j auvtou/... (“después de esto, salió Jesús con sus discípulos...”). A partir de este dato
opinamos que tanto la Segunda como la Tercera versión del Discurso (como la Oración del
capítulo 17) fueron añadidas posteriormente a un material inicial. Parece lógico y factible que
estas versiones se elaboraran, por un lado, a partir de una nueva realidad en la vida de la
comunidad y, por otro, en base al Primer Discurso. Cada una de las versiones nos perfila
una situación particular de crisis en el seno de la comunidad.

32
Para este apartado seguimos básicamente la hipótesis de J. PAINTER, The Quest, 416-435. J. Painter, a
partir del análisis literario y de la problemática histórica-teológica de la Comunidad, propone un proceso
escalonado en la redacción del Discurso de Despedida. Éste es realizado a través de revisiones (relecturas)
en base al Primer Discurso y desde una visón unitaria del conjunto.
33
Se cree que este largo proceso de redacción duró cerca de 50 años.
34
Muchos estudiosos actuales se contentan con señalar frente a la Crítica Literaria que dichos discursos han
sido realizados en diferentes estratos redaccionales. Si bien es imposible estar seguro de las conclusiones a
las que se llega por los análisis crítico literarios, reconocer con mayor precisión (aunque sea de modo
hipotético) las fuentes y los acontecimientos que dan origen a los textos es de gran ayuda para la lectura del
texto.
35
Entendemos la Crítica Literaria como el análisis de los valores literarios típicos o individuales de un texto. Cf.
G. FLOR SERRANO, Diccionario de la Ciencia Bíblica,37. A partir de esta definición buscaremos las fuentes y
los acontecimientos que han provocado dichos Discursos.
36
Posteriormente añadió el capítulo 17, el cual a pesar de no ser una nueva versión del Discurso y no ser el
foco central temático de éste, forma parte esencial en la trama de toda esta escena.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 8

Según J. Painter es a partir de dichas crisis como el Evangelista elabora, a partir del
Discurso básico, una respuesta alternativa y novedosa a los desafíos que se presentan en la
comunidad y a su cristianismo.37

1. Argumentos y evidencias de los estratos redaccionales


a. Dislocaciones y cortes en el texto
A pesar de que el Discurso de Despedida tiene una profunda unidad y coherencia, al prestar
atención sobre el mismo texto se perciben ciertos cortes y dislocaciones en su narración que
nos revelan diversas fases redaccionales.
 El corte evidente entre 14, 31 y 15, 1
Como ya lo comentamos, es poco probable que el Evangelista escribiera en 14, 1
...evgei,resqe( a;gwmen evnteu/qenÅ.. (“¡levantaos, vámonos de aquí!”) con la intención de continuarlo
en 15, 1 VEgw, eivmi h` a;mpeloj h` avlhqinh. kai. o` path,r mou o` gewrgo,j evstin..Å... (“yo soy la vida
verdadera y mi Padre es el viñador”). Queda claro que la noticia de 14, 31 no se cumple
hasta 18, 1 ..Tau/ta eivpw.n VIhsou/j evxh/lqen su.n toi/j maqhtai/j auvtou/... (“después de esto, salió
Jesús con sus discípulos”).
 Un nuevo inicio en 16, 4
A pesar de que la mayoría de los comentarios, ediciones del Nuevo Testamento y los
investigadores dividen 16, 4 en dos partes (4ª como una conclusión en clave retrospectiva de
15, 1-16, 4ª y 4b como apertura de la sección final del Discurso en clave prospectiva) nos
parece que hay indicios más poderosos desde la unidad literaria para ver un corte mayor en
16, 3.38
Más allá de dónde situar el corte, lo que nos parece central e importante en este
momento es señalar que, a partir del v. 4 del capítulo 16, hay evidencias de un nuevo inicio
en la trama de los Discursos.

b. Patrones de relación estilístico y vocablos temáticos


Los patrones estilísticos y los vocablos temáticos del Discurso refuerzan la hipótesis de
diferentes estratos y nos hacen suponer por un lado la autoría de un único autor de los
Discursos y por otro la dependencia de la Segunda y de la Tercera versión del Primer
Discurso (Discurso Básico).
 Expresiones y temas comunes en las tres versiones
 Evn tw/| ovno,maton “en mi nombre”: 14, 13.14; 15, 7.16; 16, 23.24.26.
 Cara. “alegría-gozo” (y variantes): 14, 28; 15,11; 16, 22.24.
37
Ibid. 417. Esto explicaría la aparición del material en torno al Paráclito, Espíritu de la Verdad, que está
presente en las tres versiones.
38
Cf. J. MOLONEY, The Structure an Massage, 35-37. En primer lugar, se detecta en 15, 21 tau/ta pa,nta
poih,sousin (“harán con vosotros todo esto...”) el inicio de un tema básico de la sección que se repite en 16, 3
kai. tau/ta poih,sousin (“harán esto...”). Esta fórmula sugiere que veamos 15, 21-16,3 como una sub-unidad del
Segundo Discurso. En segundo lugar, la expresión del v. 11 con la que se abre el final de la sub-unidad de 15,
1-11 Tau/ta lela,lhka u`mi/n i[na (“estas cosas que os he dicho para...”), está también presente en el 16, 1, con la
cual se abre el final de la sub-unidad 15, 18-16,3. En tercer lugar, a pesar de que en el 16, 4ª nuevamente
aparece esta expresión y hace suponer una inclusión a través de este enlace literario entre 16, y 16, 4ª vemos
que en 16, 4ª tal fórmula está prolongada por el adversativo avlla., el cual con probabilidad nos remite a una
nueva guía de pensamiento literario que llega hasta 16, 33, donde nuevamente la fórmula abre el final de
dicha unidad. De este modo queda separada la unidad Jn 16, 4-33 de Jn 15, 1-16, 3. Cf. J. MOOLONEY, The
Gospel of John. 416-418.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 9

 Tau/ta lela,lhka u`mi/n i[na “estas cosas os he hablado para” (y variantes): 14, 25.
29; 15, 11; 15, 18; 16, 1.4. 25. 33
 Desarrollo creativo de la enseñanza del Paráclito en base a la Primera Versión
del Discurso: 14, 16; 15, 26; 16, 7. Repeticiones en cada una de las versiones
pero con la particularidad del desarrollo creativo.
 Expresiones y temas comunes en la Primera y Segunda versión del Discurso
Estas son las expresiones y temas comunes: guardar la palabra / guardar el
mandamiento de Jesús: 13, 34; 14, 15. 21. 23. 24; 15, 12-17; guardar y amar: 14, 15. 21-24;
15, 9-10; obediencia y protección: 13, 34; 14, 2.27; 15, 1-17; recordar lo predicado como una
cuestión esencial para creer: 14, 29; 16, 1; la utilización del Paráclito y Espíritu de Verdad
como sinónimos: 14, 16-17 y 15, 26-27, que a diferencia de la Tercera versión los dos títulos
tienen una distinta función.
 Conexiones entre la Primera y la Tercera versión del Discurso.
Ambas versiones están conectadas por la tensión de la experiencia de abandono de
Jesús a sus discípulos 13, 31-38; 14, 1ss. 18ss; 16, 16ss. En ambas versiones la
temporalidad de la crisis está dada por el uso de mikro.n (tiempo): 13, 33; 14, 18; 16,
16.17.18.19. Y esta gran tensión va seguida por la promesa de una consolación anunciada
por Jesús: 14, 1.3.18.23.27; 16, 6, 20-22.33.
 La Segunda y la Tercera versión presentan un énfasis no presente en la Primera,
referido a las situaciones específicas de crisis.
Mientras que la situación de crisis en la Segunda versión es da cara a la Sinagoga y
los judíos,39 en la Tercera versión está orientada hacia el conflicto con el mundo.
Con J. Painter creemos que la Segunda y la Tercera versión del Discurso han sido
desarrolladas en base al Primer Discurso. Sólo por estas evidencias podemos indicar que el
evangelista desarrolló el Discurso como un todo con vistas a desarrollar la Primera versión
del Discurso 13, 31-14, 31.
Así, podemos decir que cada una de las versiones refleja una situación particular de
crisis frente a la cual el Evangelista (¿con su escuela?) respondió con una reformulación de
su Cristología basada en la enseñanza del Paráclito, Espíritu de la Verdad. 40 De este modo,
vemos que la Primera versión es esencial para señalar la postura Cristológica del Evangelio
como un todo. La formulación relativamente temprana de este material refleja una alta
Cristología antigua. Las sucesivas versiones parecen ser ‘relecturas’ posteriores de ella.
Podemos concluir este apartado señalando que reconocemos las diferentes versiones
del Discurso de Despedida por las dislocaciones, las aporías, los patrones estilísticos y los
vocablos temáticos, los cuales son relatados a través de reflexiones históricas y la
correspondiente enseñanza para cada situación de crisis histórica de la comunidad.

c. Acentos de la Segunda Versión (15, 1-16,3)


En esta Segunda versión del Discurso el tema de la partida de Jesús ha desaparecido,
parece que esta crisis ha sido superada. Sin embargo la situación que se refleja en esta

39
Probablemente 15, 18-25 haya sido modificado presentando un énfasis más global y general (hostilidad del
mundo, a la luz de situación reflejada en al Tercera versión) de crisis que el propio momento.
40
Parece que a partir de su posición privilegiada el evangelista (¿y su escuela?) desarrolla la enseñanza del
Paráclito, desde el cual presenta a sus lectores a Jesús de un modo más adecuado que el que se alcanza a
percibir en el drama de la crisis comunitaria. De este modo el lector percibe el significado profundo de la
confesión de Jesús como el Mesías en su propio desarrollo histórico.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 10

versión es la experiencia del amargo conflicto con la Sinagoga, especialmente reflejado en


16, 1-3 (Cf. Jn 9, 22.34; 12, 42).41 Esta crisis ha llevado a la formación de la Comunidad
Joánica como una comunidad judeo-cristiana (J. L. Martyn). De ahí las ligeras
modificaciones que parecen haberse realizado en 15, 18-25 para relatar el tema de la
hostilidad judía a la tardía experiencia de la Comunidad Joánica, aislada de la Sinagoga y
revestida de una hostilidad por parte del mundo que posiblemente se refiere a la tercera
revisión.42
Mientras la Sinagoga ha rechazado a los creyentes cristianos, el Evangelista responde
con el rechazo de aquellos que no permanecen en Jesús, la Vid Verdadera, el verdadero
Israel de Dios (15, 1-10; Cf. Os 10, 1; Sal 80, 8-16). Si bien se da este rechazo frente a los
judíos descreídos en Jesús, el motivo de fondo del Discurso son los creyentes
‘confidenciales’ que intentan permanecer dentro de la Sinagoga.43 El desafío del verdadero
discipulado se da en medio del endurecimiento de la persecución, permaneciendo en la fe y
en la tensión de la espera. Y esta realidad sólo se puede dar si se permanece junto a la Viña
Verdadera.
En medio de esta problemática con la Sinagoga, el Evangelista ofrece la enseñanza
del Segundo Discurso; enseñanza que se realiza a través de la alegoría de la Verdadera
Viña y de la enseñanza del Paráclito, Espíritu de la Verdad.44

IV. ALGUNOS ELEMENTOS DE ANÁLISIS NARRATIVO DEL DISCURSO


DE DESPEDIDA JN 13-1745
El banquete nocturno es la escena más extensa del Cuarto Evangelio. Desde la perspectiva
narrativa es un relato, si bien cargado de sentimientos y vivencias internas, hondamente
sereno y pausado. Más allá del lavatorio, la partida de Judas y un movimiento (¿simbólico o
espacial?) al final del capítulo 14, no se da ningún otro suceso. La escena transcurre a través
de una sucesión de diálogos y discursos que concluyen con una oración llena de
instrucciones.46
Por ello, ante la importancia de la escena, la estudiamos brevemente desde algunos
elementos del análisis narrativo: primero, introduciéndonos en la trama de la escena;

41
Estos términos de excomunión de la Sinagoga son usados únicamente en Jn 9, 22; 12, 42 y 16, 2 en todo el
Nuevo Testamento. Esto es profundamente clarificador para la situación de la Comunidad Joánica. Cf. C. H.
BARRET., El Evangelio de S. Juan. 361. Cf. J. L. MARTYN., History and Theology in the Fourth Gospel.
Capítulo 2. 17ss. Vidal, que delinea con detalle los estadios de formación de la literatura joánica, propone que
los capítulos 15-17 y 21 son añadidos muy posteriores al conflicto con la Sinagoga. Cf. S. VIDAL., Los Escritos
originales de la Comunidad del Discípulo “Amigo” de Jesús, Sígueme, Salamanca 1997. 14-36.
42
Painter señala que la sección vv. 18-25 carece de fuerza dramática y especificidad. Cf. J. PAINTER, The
Quest, 425-426
43
De ahí la ausencia de piste,uein en todo Jn 15, él único capítulo del 1 al 18 en el cual no se encuentra. Esto
nos hace constatar que este Discurso es dirigido primordialmente a aquellos quienes de algún modo se les
puede describir como ‘creyentes’ (Cf. Jn 8, 31ss).
44
La actividad del Espíritu está presentada desde la respuesta de los creyentes a la crisis donde están puestos
a pruebe. De este modo el Paráclito ha venido como Espíritu de inspiración para que sean testigos en esta
etapa de persecución. Él, Espíritu de Verdad, hablará a través de ellos y serán testigos inspirados Cf. Jn 15,
26-27 (Cf. Mt 10, 19-20; Lc 12, 11).
45
El Discurso de Despedida en el Evangelio de Juan nos ofrece los tres elementos básicos del proceso de
comunicación: un emisor (el autor), un relato transmitido (el texto) y un receptor (el lector). De ahí la posibilidad
de analizarlo en clave narrativa.
46
S. VAN TILBORG, Comentario al Evangelio de Juan, Verbo Divino, Navarra 2005. 263
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 11

segundo, a partir de la demarcación de la escena, señalando sus diferentes secuencias y su


estructura; tercero, desde algunas categorías narrativas, reconociendo el ritmo y el tiempo de
la escena. Por último, recogeremos algunos de los resultados más significativos.

1. El escenario narrativo
Previo al inicio de esta sección narrativa, el autor sitúa a Jesús en camino hacia la Pascua:
después de una pausa con sus discípulos en tierra de Efraín (Jn 11, 54) y de ocultarse de las
gentes durante la semana de la Fiesta (12, 36), a las puertas de la Pascua, Jesús se retira
únicamente con sus discípulos para tener un banquete íntimo y privado. Éste se realiza dos
días antes de la Pascua (Jn 13,1).47 Jesús, como un maestro -padre-amigo-, a través de una
Cena, un gesto, unos discursos y una oración se despide de sus discípulos -hijos-amigos-.48

2. Demarcación, composición de secuencias y estructura narrativa


a. Demarcación
La narración se abre con la referencia a dos cláusulas temporales (13,1). Por un lado se
indica el tiempo cronológico “antes de la fiesta de la Pascua” en la que se realiza la escena
de la cena, los discursos y la oración (13-17. Por otro lado se indica con el inicio de esta
escena la abertura del tiempo teológico de ’la hora’ (13-20 ¿21?), el tiempo de la plena
revelación: “había llegado su hora”.49
Toda esta larga narración del banquete nocturno de despedida de Jesús con sus
discípulos se cierra con la indicación del final del acontecimiento. Se indica el cambio físico
de lugar: “salió con sus discípulos al otro lado del torrente de Cedrón...” (18, 1). Así la
narración queda enmarcada claramente entre 13,1-2ª (X) y 18,1 (X’).

b. Secuencias
 Secuencia I.
El banquete tiene indicaciones, si bien no concluyentes, de que la velada se realiza en
el espacio de una casa,50 lugar privilegiado para la intimidad dentro del mundo cultural del
mediterráneo antiguo y del cristianismo primitivo.51
Las frases iniciales sirven para indicar que el encuentro se lleva a cabo dos días antes
47
La víspera de la Fiesta de la Pascua hace referencia a la noche del día anterior de los diferentes sucesos que
vendrán a continuación a partir del capítulo 18.
48
El último día de Jesús se inicia con una cena y una conversación final con sus discípulos. La descripción de la
conversación final de Jesús en este evangelio es una de las partes más significativas de su narración. B. J.
MALINA –R. L.. ROHRBAUGH., Social-Science Commentary of the Gospel of John. 217.
49
Es muy iluminador en referencia al tema de la hora, cómo De la Potterie estructura el evangelio a partir de
una revelación progresiva. De este modo los capítulos 12-20 viven a ser la revelación suprema que se
manifiesta en la hora de Jesús: la revelación suprema en la última cena (13-17); la revelación suprema en la
pasión y muerte (18-19); la revelación suprema en la resurrección (20). Cf. I. DE LA POTTERIE, La vérité dans
saint Jean. Tomo I-II. Analecta Biblica, Roma 1977.
50
La casa, como grupo humano, constituía la estructura básica de la sociedad patriarcal en que se encarnó la fe
cristiana. Cf. R. AGUIRRE., Del movimiento de Jesús a la Iglesia Cristiana, Ensayo de exégesis sociológica del
cristianismo primitivo, Verbo Divino, Navarra 1987.
51
Las alusiones de que la comida se realizó en el espacio de una casa son el empleo del verbo evxh/lqen
(evxe,rcomai) (Jn 13, 30. 31 y 18, 1) que puede traducirse por ‘ir hacia fuera, salir’. Verbos que nos remiten a un
lugar privado como lugar de dicha velada. S. van Tilborg, argumenta que la narración se desarrolla al aire libre,
sin que por ello deje de ser un espacio privado. Cf. S. VAN TILBORG, Comentario al Evangelio de Juan, Verbo
Divino, Navarra 2005. 265.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 12

de la Pascua, por la tarde, cuando se hace la comida principal judía. Todo ello está
enmarcado dentro del tiempo teológico de la Hora, el de la revelación plena de Jesús.
 Secuencia II
Desde el marco dialogal, el narrador ha querido reproducir diálogos que comienzan
sus frases interrogativas con la fórmula Señor (13, 36.27; 14, 8. 22; Cf. 13, 13). Tratan de lo
que han hablado antes y en primera instancia Jesús conecta con la pregunta que le hacen.
Se advierte a los lectores que los diálogos ‘no son auténticos’, ya que las respuestas
de Jesús comienzan de modo general, sea en 3ª persona singular (diálogos con Tomás y
Judas), sea en 3ª persona del plural (diálogos con Pedro y Felipe). Parece que sus
interlocutores nada tienen que ver con las cosas que le preguntan.
En los diferentes diálogos hay una coincidencia: se desenvuelven tanto en su
estructura como en el desarrollo de su contenido de forma paralela intercambio de
interlocutores; serie de temas; orden similar –menos en el último-).
 Secuencia III
En la secuencia del gran discurso sólo habla Jesús. Es un extenso discurso que
supone un auditorio, pero en el que los oyentes no son capaces de ejercer ningún influjo en
el desarrollo del mismo. Por el contenido, las frases pertenecen aún a la línea del
pensamiento anterior, sin embargo la realidad visualizada está concretada en la amenaza de
persecución que se cierne sobre los discípulos.
Jesús, a través de este gran discurso, les ha contado su amor, les anima a resistir
ante las dificultades y les ha recordado que sólo permanecerán en él si permanecen en el
amor unos a otros.
 Secuencia IV
Comienzan unos nuevos diálogos. Nuevamente los discípulos aparecen como
interlocutores en el campo visual. El texto manifiesta una construcción totalmente distinta a la
anterior y, aunque la forma coloquial está menos marcada que en el capítulo 14, son los
diálogos y no los contenidos lo que determina la estructura del texto. Nuevamente vuelve un
estado de inseguridad, angustia y confusión en los discípulos. Aparecen otra vez preguntas
equivocadas a Jesús. Y nuevamente aparece un distanciamiento de Jesús y sus discípulos.
 Sección V
Con la oración de Jesús se cierra la escena del largo banquete nocturno con sus
discípulos. Desde esta narración, en clave literaria de oración, se transmite de manera
dramática y comunicativa todo el conjunto de 13-17.

c. Estructura narrativa
A partir de la demarcación y las secuencias, podemos presentar la estructura narrativa del
Banquete, los Discursos y la Oración desde este orden cronológico.

X 13, 1-2ª Jesús y sus discípulos un día antes de la Pascua


celebran un Banquete.

Secuencia I 13, 2b-30 El Banquete


b
Introducción (13, 2 -5)
El lavatorio de los pies por medio de Jesús (13,6-11)
Monólogo de Jesús (13, 12-20)
Jesús señala a Judas (13, 21-30)
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 13

Secuencia II 13, 31-14, 31 Los primeros Diálogos


Frases de apertura (13, 31-35)
Diálogo con Pedro (13, 3614, 4)
Diálogo con Tomás (14, 5-7)
Diálogo con Felipe (14, 8-21)
Diálogo con Judas (14, 22-29)
Palabras conclusivas de Jesús (14, 30-31)

Secuencia III 15, 1-16,3 El gran Discurso


La necesidad del permanecer en Jesús (15, 1-11)
La metáfora de la vid (15, 1-6)
El amor de Jesús (15, 7-11)
La necesidad del amor en las relaciones (15,12-17)
El mandamiento de Jesús: el amor mutuo (15, 12)
Comunidad de amigos de Jesús (15, 13-16)
Confirmación del mandamiento del amor (15,17)
La necesidad del odio del mundo (15, 18-16, 3)
El odio del mundo (15, 18-21)
El pecado del mundo (15, 22-25)
El testimonio del Espíritu y de los discípulos (15,26-27)
La persecución (16, 1-3)

Secuencia IV 16,4-33 Los últimos Discursos del Banquete


La respuesta a la pregunta no hecha(16, 4-15)
La partida de Jesús y la venida del –Paráclito- (14, 4-7)
La función del Ayudante-Paráclito (16, 8-12)
La función del Espíritu de la verdad (16, 13-15)
La respuesta al diálogo entre ellos (16, 16-28)
El malentendido de los discípulos (16, 16-19)
Tristeza y alegría de la mujer que da a luz (16, 20-22)
El preguntar / pedir en nombre de Jesús (16, 23-28)
La respuesta a la declaración inesperada (16, 29-33)

Secuencia V 17, 1-26 La Oración de Jesús


Escena inicial: Jesús se presenta a sí mismo (17, 1-8)
Petición de glorificación (17, 1-5)
Jesús y sus discípulos (17, 6-8)
Escena intermedia: Jesús presenta a sus discípulos (17, 9-19)
ª
Jesús junto al Padre y discípulos en el mundo (17, 9-11 )
b
La petición de cuidar a los discípulos (17, 11 -16)
La petición de santificar a los discípulos (17, 17-19)
Escena final: Jesús presenta también a las personas que creen en él por la
palabra de los discípulos (17, 20-26).
La petición por la unidad y la fe (17, 20-21)
La petición de la unidad plena, conocimiento y amor (17,22-23)
La petición de conocimiento y amor (17, 24-26)

X’ 18, 1 Fin de la velada. Jesús y sus discípulos salen al otro


lado del torrente de Cederrón
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 14

Podemos describir visualmente de nuevo la centralidad del gran discurso (15,1-16,3) y


la centralidad en éste del mandamiento del amor (Jn 15, 12-17).

X Inicio de la velada de Jesús y sus discípulos (13, 1-2ª)


A El Banquete: introducción (13, 2b-30)
a (13, 2b-5)
b (13,6-11)
c (13, 12-20)
d (13, 21-30)

B Los primeros Diálogos (13, 31-14, 31)


a (13, 31-35)
b1 (13, 31-14, 4)
b2 (14, 5-7)
b3 (14, 8-21)
b4 (14, 22-29)
a’ (14, 30-31)

C El gran Discurso (15, 1-16,3)


a. permanecer en Jesús (15, 1-11)

b. amarse unos a otro (15,12-17)


a. Resistir en Jesús al odio (15,18-16, 3)

B’ Los últimos Discursos del Banquete


a. (16, 4-15)
b. (16, 16-28)
c. (16, 29-33)

A’ La Oración: conclusión
a. (17, 1-8)
b. (17, 9-19)
c. (17, 20-26).

X’ Fin de la velada de Jesús y sus discípulos (18, 1)


3. Breve análisis del la escena desde algunas categorías narrativas
En el Cuarto Evangelio hay tres menciones a la fiesta de la Pascua (Jn 2, 13; 6, 64; 13, 1), lo
que nos permite decir que el Evangelio cubre en las escenas de sus capítulos un periodo
aproximado de dos años y medio. Durante la globalidad del relato hay considerables
variaciones en la velocidad52 de sus eventos narrados. De este modo las tres Pascuas (2,
14-3, 21; 6, 5-65; 13,1-19,42) suministran intervalos anuales en los que el resto de la
narrativa es estructurada.
Mientras que en los capítulos 1-12 el ritmo de la narración es rápido y los sucesos de
episodios se siguen unos a otros, en los capítulos 13-17 el ritmo se ralentiza hasta casi
detenerse. De esta manera la velocidad en el ritmo de la narración se va reduciendo

52
Velocidad: relación entre duración de la narración (segundos, minutos, horas, días, meses...) y la longitud del
texto (líneas, páginas, palabras). Cf. CULPEPPER. Anatomy, 71.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 15

constantemente, y cuando llega el inicio de la hora de Jesús el ritmo se detiene en esta gran
sección del libro de la gloria
Repasando los tiempos y ritmos en el Cuarto Evangelio, del final de la primera Pascua
(3,22) al inicio de la siguiente Pascua (6,2) hay 116 versículos. De la segunda Pascua (6,3) al
día anterior de la tercera Pascua (12,50) hay 295 versículos. Este segundo año está descrito
con una mayor precisión.53
Jn 12-20 cubren únicamente el periodo cronológico de dos semanas; los capítulos 13-
19 cubren los eventos de un periodo de 24 horas; y los capítulos 13-17 nos narran los
eventos de la noche anterior a la fiesta de la Pascua.
Del total de los 1786 versículos del Evangelio y un tiempo narrado de la historia de
Jesús de dos años y medio, 313 versículos (17, 5%) narran los acontecimientos del banquete
y reunión nocturna de Jesús y sus discípulos de los capítulos 13-17. De ahí su gran
importancia, que se nos describe a través de sus múltiples detalles.54
Desde esta perspectiva del tiempo narrado se nos muestra que dicha sección
constituye sin lugar a dudas la sección del centro de interés narratorio de todo el Evangelio. 55
Podemos concluir añadiendo, que la escena del Banquete Nocturno es un conjunto
unificado y consecutivo, donde se entretejen los motivos de una comunidad cristiana que, en
tiempos sumamente difíciles, se hace consciente de una fuerza divina, del Espíritu de Dios.
Este Aliento Divino es el que mantiene vivos los recuerdos antiguos, impulsa e imputa, da
ánimo y consuela, llena de esperanza y de valentía a una comunidad que tiene frente a sí
situaciones críticas.56 De esta manera se mantienen vivos los recuerdos de la revelación del
amor de Jesús manifestado en la entrega de su vida, para que como sus amigos
permanezcan en él y lleven a la realidad, en medio de un mundo de odio, el amor que él
mismo les ha dado como su verdad más profunda.

V. EL BANQUETE NOCTURNO COMO PROCESO INICIÁTICO DE LA


RELIGIÓN JOÁNICA (acercamiento desde la intertextualidad)
A través de este breve apartado de análisis intertextual pretendemos presentar sucintamente
la cercanía y distancia del Cuarto Evangelio con algunos ritos iniciáticos del mediterráneo
antiguo.57
Para ello, después de abordar esquemáticamente el Cuarto Evangelio como un
sistema religioso autónomo como proyecto de discipulado a iniciados, 58 y de retomar el
contenido de la iniciación, nos detendremos en algunos ejemplos de ritos iniciáticos del
Mediterráneo antiguo para concluir con las referencias de cercanía a estos procesos
iniciáticos y la verificación en la perspectiva de Jn 15, 12-17.

53
Por ejemplo Jn 7, 1-8, 59 (quizá también 9, 1-41) puede ser localizado alrededor de la Fiesta de los
Tabernáculos a finales de septiembre e inicios de octubre.
54
D. F. TOLMIE, Jesus’ Farewell to the Disciples. John 13,1-17,26, Brill, Leiden 1995. 159.
55
Los capítulos 13-17 son la sección donde se da la mayor distancia con los sinópticos. De ahí la importancia y
significado de los que ahí se nos transmite en su particular narración.
56
S. VAN TILBORG, Comentario al Evangelio de Juan, 263
57
Seguimos básicamente la propuesta de A. DESTRO – M. PESCE, Cómo nació el cristianismo joánico.
Antropología y exégesis del evangelio de Juan, Sal Terrae, Santander 2000.
58
Según R. Penna, Juan fue escrito para ‘iniciados’ a quienes el autor sólo quiere confirmar en la dirección
justa. R. PENNA, I ritratti originali de Gesù il Cristo. Inizi e sviluppi della cristologia neotestamentaria.II. Gli
sviluppi, San Paolo, Cinisello Bálsamo 1998. 387, citado por DESTRO – M. PESCE, Cómo nació el
cristianismo joánico. 23
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 16

1. El Evangelio de Juan como sistema religioso autónomo y concluido


Diferentes factores como categorías culturales, mecanismos sociológicos y ámbitos
redaccionales particulares de la Comunidad Joánica, posibilitaron la gestación de un nuevo
sistema religioso59 autónomo y concluido.60 Y éste se expresó a través de adquisiciones,
selecciones y rechazos presentes en la narración del Evangelio.
Así, al descubrir estos aspectos de un nuevo sistema religioso presentes en el Cuarto
Evangelio, reconocemos en él una innovación radical y una nueva revelación.
Para confirmar esta hipótesis y reconocer todo este proceso de sistema religioso
antiguo en el Cuarto Evangelio, A. Destro y M. Pesce, ayudados de las ciencias sociales,
recurren a los modelos de ritualidad a través de grupos comparados.61 A través de su
investigación, afirman que dentro de los muchos objetivos del Evangelio, 62 Juan fue escrito
para mostrar cómo se formó un nuevo sistema religioso al que estaban adheridos sus
lectores. De esta manera el redactor de la última versión de Juan organizó una narración con
el fin de presentar un esquema de proceso de discipulado.63
Sin detenernos en la valoración específica de los análisis exegéticos de los dos
investigadores, únicamente presentamos el esquema general que nos permite reconocer
dentro del Banquete Nocturno (13-17) un gran proceso iniciático64 y una profundización en la
doctrina y el precepto en lo que se refiere a Jn 15, 12-17.

59
Por sistema religioso se entiende: un grupo de individuos cuya identidad y posición se definen mutuamente,
compartiendo una visión del mundo y sus relaciones con potencias superiores al hombre como conjunto
coherente de normas y de prácticas conectadas a aquella visión. A. DESTRO – M. PESCE, Cómo nació el
cristianismo joánico. Antropología y exégesis del Evangelio de Juan, Sal Terrae, Santander 2000. 10. El EvJn
es un metaevangelio sobre los fundamentos de la nueva religión cristiana en una narración propia, y sobre su
deslinde respecto a la religión madre. De este modo el Evangelio de Juan presenta el nuevo lenguaje religioso
como un sistema de signos que se va auto-organizando desde su propio centro, la Cristología. De ahí, que el
Juan en su último estado redaccional nos muestra el mundo semiótico del cristianismo primitivo de plena
conciencia de autonomía e identidad interna. Cf. G. THEISSEN, La religión de los 1° cristianos, 223-245.
60
Podemos hablar de un sistema religioso nuevo cuando éste es autónomo en referencia a los anteriores o
contiguos y tiene en su haber estos tres elementos fundamentales: a) Criterios que definen la pertenencia al
grupo; b) concepciones particulares del grupo a la que los miembros se adhieran; c) acciones rituales y
exclusivas. Estos aspectos se logran cuando una religión no utiliza instrumentos o formas que están bajo el
control de una autoridad que pertenece a otro sistema. Debe ser específico y particular. A. DESTRO – M.
PESCE, Cómo nació el cristianismo joánico, 11.
61
Cf. Ibid, 14-21.
62
Sobre la pluralidad de objetivos en el Evangelio, cf. R. E. BROWN., El Evangelio según Juan (I), 74.
63
Desde el inicio del Evangelio, el redactor ha puesto de manifiesto que el objetivo final de la misión de Jesús
es imprimir una nueva condición al género humano y dotarlo de una perspectiva vertiginosamente elevada. En
palabra de Juan, la misión de Jesús es dar a cuantos lo acogen el poder de hacerse hijos de Dios, es decir
atribuirles la condición de engendrados o dados a luz directamente por el creador. Y para ello se ha
manifestado el amor de Dios dando a su propio hijo (Jn 3, 16). Jesús mismo explica que su objetivo es que los
discípulos pasen de la muerte a la vida, aun más, que obtengan vida eterna (Cf. Jn 5, 24). La finalidad de la
acción iniciática, desde el campo de las ciencias sociales, es permitir el acceso a una forma de vida perfecta,
de orden divino mediante un abandono de la condición ordinaria, incompleta y totalmente insuficiente.
64
Cf. A. DESTRO – M. PESCE, Cómo nació el cristianismo joánico, 71-129. Los capítulos 13-17 tienen la
función de presentar el modo en que los discípulos se inician para alcanzar esa meta de nueva condición
como hijos de Dios, es decir, que sean capaces de subvertir el estado de muerte y adquirir una forma de
existencia plena y verdadera. Sin embargo sólo después de que la mayoría de la población ha rechazado la
predicación de Jesús (1-12), éste dirige toda su atención y su enseñanza únicamente a los discípulos, en un
ambiente aislado del mundo externo hostil (13-17). C. H. Dodd había descrito los capítulos 13-17 como un
vasto proceso iniciático reservado únicamente a los discípulos. Cf. C. H. DODD, Interpretación del Cuarto
Evangelio, 391ss.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 17

1. Elección Elección de los discípulos 1,33-51


2. Purificación - Asistencia al maestro Caps. 2-12
- Purificación mediante la palabra de Jesús
Fase inicial en el triclinio
- Rito de inversión del maestro65 13, 1-14,31
- Doctrina nueva
- Precepto nuevo
En la sala de oración
- Profundización de la doctrina y del precepto Caps. 15-17
3. Iniciación - Oración de ingreso en la hora
La prueba definitiva Caps 18-19
- Experiencia de resurrección
- Transmisión del Espíritu
- Envío Cap 20
- Poder de perdonar pecados
- Apariciones finales Cap. 21
- Consigna de roles

2. Contenidos de la Iniciación
La idea general que está a la base de la iniciación es la del paso del iniciado, de una forma
de vida vieja a otra nueva, del estado inerte de muerte al estado fecundo de la vida. En su
esencia, el paso se configura como un nuevo nacimiento o nuevo inicio.66 No consiste en un
acto único y simple, sino en el proceso de acciones rituales ordenadas. Las principales y más
recurrentes son un acto formalizado de ingreso, elección o acogida.
Normalmente durante el conjunto de acciones iniciáticas se confirman y comunican
esotéricamente los principios cosmológicos, culturales y relativos a los destinos finales de la
humanidad, a los que el iniciado será llamado a adherirse y que deberá respetar.
Finalmente el desarrollo del proceso iniciático permite que determinadas doctrinas y
principios queden constituidos como memoria del grupo y, por tanto, como patrimonio
simbólico y religioso exclusivo. De hecho, entre la memoria social de un grupo y la iniciación
existe una estrecha relación. La misma condición de los iniciados es la de quienes fueron
sometidos a acontecimientos memorables que para ellos estarán presentes posteriormente
como puntos de referencia individual y colectiva, como instrumentos de constante
reorientación.

65
Cf. A. DESTRO – M. PESCE, La lavanda dei piedi de Gv 13, 1-20, il Romanzo de Esopo e i Satunalia de
Macrobio, Revista Bíblica 80 (1999). 240-249. Este artículo presenta el lavatorio de los pies como un ritual de
inmersión de raíces greco-romanas.
66
Entendemos por iniciación religiosa los procesos a los que una persona debe someterse, bajo la guía de uno
o más expertos, para adquirir una formación específica y un determinado grado de competencia y
especialización en determinados ámbitos (acciones rituales, actos mágicos, éxtasis, interpretación esotéricas,
actos sacrificiales, etc.) Se puede hablar de acciones iniciáticas tanto cuando una o más personas se somete
a un proceso de formación para entrar parte de un grupo religioso existente, como cuando un maestro reúne a
sus seguidores de modo estable y da vida a una comunidad religiosa hasta entonces inexistente.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 18
67
3. Ritos iniciáticos de la Antigüedad judía, griega y romana
 La Regla de la Comunidad de Qumrán
Esta Regla transmite alusiones a los grados de admisión en el grupo (1QS 6, 13-23)
como el ritual anual de renovación del pacto (1QS 1-3,11). Contiene cuatro elementos para el
ingreso en la Comunidad: la autocandidatura por parte del iniciado, un examen del instructor,
una instrucción sobre los preceptos de la Comunidad y el paso de la “iniquidad” de la vida a
la verdad. Los tres últimos están estrechamente vinculados entre sí (Cf. 1QS 6, 13-16).
El esquema que subyace a todo el proceso parece estar constituido por tres
elementos: a) un periodo inicial de examen: instrucción y conversión marcado por un rito de
inmersión de confesión de los pecados; b) un periodo de prueba; c) un periodo de ingreso a
los ritos más elevados y al estilo de vida completo de la comunidad.
 Ritual de conversión al judaísmo del Talmúd de Babilonia
El momento de admisión y el examen de las buenas intenciones de quien se quiere
convertir está presente también en le ritual de conversión al judaísmo que encontramos en el
Talmud de Babilonia (Jevamot 47ª-48ª). A pesar de ser un texto más tardío que Juan, la
comparación es útil no tanto para establecer conexiones históricas, sino para resaltar, por
contraste o por semejanza, la tipología del esquema joánico de discipulado.
El objeto del ritual talmúdico es la admisión al judaísmo. Se trata, también aquí, de un
rito de ingreso a una comunidad existente. El Talmud prevé principalmente tres fases: a) se
inicia con un examen de la intenciones del candidato; b) se sigue con una primera instrucción
sobre los preceptos de la ley; c) se culmina con la aceptación por parte del iniciado. En esta
última fase tiene lugar la circuncisión, que es el verdadero acto transformativo y de pasaje.
Posteriormente el iniciado es sometido a una inmersión completa, a la que sigue una
segunda instrucción sobre los preceptos. Desde este momento el candidato podrá ser
admitido a los actos culturales.
 La iniciación pitagórica
La iniciación pitagórica tal y como la presenta Jamblico, preveía un momento
preliminar de examen (Vida pitagórica XVII, 71) y después tres estadios: a) el inicial de tres
años (Vida pitagórica XVII, 72); b) el de cinco años de silencio (para poner a prueba el
dominio de sí, durante los cuales los bienes eran puestos en común y los discípulos
escuchaban las doctrinas de Pitágoras permaneciendo ‘fuera de la tienda’; c) el de la
escucha, en la que los discípulos escuchaban dentro de la tienda (Vida pitagórica XVII, 71-
73).
A pesar de la distinción de los tres estadios, la estructura iniciática parece estar
dividida, a simple vista, en dos partes: una fase purificadora (comprende examen preliminar y
el primer estadio) y una fase de transmisión esotérica (comprende el segundo y el tercer
estadio).
 El ritual de iniciación al sacerdocio de Isis,
Este ritual que transmite Apuleyo en las Metamorfosis (XI, 22-28), prevé diferentes
fases: a) en primer lugar una fase purificadora fuera del templo: un baño, una invocación a
las divinidades y una aspersión con agua particularmente pura; b) le sigue, en la tercera
parte del día, la entrada en el templo. Aquí, en presencia de la estatua de Isis, el sacerdote
transmite al iniciado preceptos de carácter esotérico; c) sigue el periodo de diez días de
régimen vegetariano y abstención de vino, depues del cual se celebra una ceremonia
nocturna en la que el iniciado recibe regalos del público. Luego es revestido por el sacerdote

67
A. DESTRO – M. PESCE, Cómo nació el cristianismo joánico, 150-162.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 19

con una tosca vestidura de lino, es tomado de la mano y conducido al templo. En este
momento tiene inicio la parte central del rito iniciático
 El tratado XIII del Corpus Hermeticum
El tratado XIII del Corpus Hermeticum (Discurso secreto de Hermes Trismegisto a su
hijo Tat acerca de la regeneración y la regla del silencio) contiene la descripción de un
proceso iniciático que tiene como objeto la revelación de la doctrina de la regeneración. El
rito empieza con una declaración formal del discípulo: “yo estoy preparado, he fortalecido mi
ánimo contra el engaño del mundo” (XIII, 1). A esta fase le sigue la revelación de la doctrina
mediante una serie de preguntas del discípulo a las que el maestro responde. El tercer
momento es cuando el maestro pide al discípulo que esté en silencio para que la
“misericordia divina pueda descender hasta nosotros” (XIII, 8). El maestro invoca a las siete
potencias de Dios (logos, gozo, continencia, firmeza, justicia, espíritu de comunión, verdad),
que realizan la purificación y la regeneración . Todo concluye con una declaración solemne
del maestro celebrante.

4. Conclusión
Como dice A. Destro y M. Pesce, “se puede concluir que el proceso de instrucción de los
discípulos, que se desarrolla en los capítulos 13-20 del Evangelio, presentan muchos rasgos
típicos de los procedimientos iniciáticos judíos, griegos o romanos antiguos: el momento de
elección, examen o instrucción inicial de los neófitos; la idea de que, después de la
aceptación en el grupo, debe seguir una larga fase en la que los discípulos no están todavía
en condiciones de participar en el nivel más elevado, en el que sólo podrán iniciarse
posteriormente; finalmente el esquema según el cual una fase de purificación debe preceder
a la iniciación definitiva.”68
Particularmente, en el texto de Jn 15, 12-17 encontramos elementos esenciales de
este proceso elevado de iniciación: el/los precepto/os y la comunicación ejemplar del saber.
En medio de esta profundización iniciática se retoma el argumento del nuevo
mandamiento del amor mutuo (Cf. 13, 34-35) en un nivel más profundo. Ahora se clarifica por
qué el mandamiento es nuevo.69 Si bien amarse los unos a los otros es una aspiración típica
de muchos grupos religiosos, la especificidad del mandamiento de Jesús, que sólo ahora
queda precisada en un nivel ritual avanzado, es que el ‘como yo os he amado’ consiste en
‘dar la vida por los amigos’. No se trata simplemente de amarse recíprocamente. Se postula
la necesidad de renunciar a la vida en favor de los otros.70 De este modo el Cuarto Evangelio
nos presenta a Jesús como la autoridad que define una nueva normativa religiosa recibida
como consigna del Padre, de quien se hace su único mediador.
Unido a esta profundización del nuevo y único mandamiento, Jesús realiza una
comunicación ejemplar de saber: ‘todo lo que he oído de mi padre os lo he dado a conocer’
(Jn 15, 15). Él transmite ahora este saber a los discípulos, lo que hace referencia a un
conocimiento esotérico.71 Con ello se opera una transformación del estatus de los discípulos:
de esclavos en amigos (15, 14-17). Por esta transformación, los discípulos saben ahora qué

68
A. DESTRO – M. PESCE, Cómo nació el cristianismo joánico, 161.
69
Ibid, 123-126. En Jn 15, 12-15 no sólo se dice expresamente que con el mandamiento del amor está dicho
todo, sino que también toda revelación anterior queda superada. Cf. G. THEISSEN, La religión de los primeros
cristianos, 235.
70
Desde la perspectiva histórica, lo innovador es que el precepto o los preceptos que él invita a observar los
hace en su propio nombre (14, 15.21; 15, 10.12) y que los ha recibido de Dios (14, 31; 15, 10).
71
Por conocimiento esotérico entendemos la revelación reservada de Jesús exclusivamente a sus discípulos.
El discurso de despedida en el evangelio de Juan 13-17 20

hace Jesús (15, 15), ya que como amigos Jesús les ha comunicado su mayor secreto.72
Desde la revelación esotérica Jesús los ha constituido para que vayan al mundo y den fruto
(15, 16). Su cohesión interna proviene de la amistad recíproca. Los confines del grupo están
marcados por la amistad y no por el odio del mundo circundante (15, 18-16-3).

VI. CONCLUSIONES GENERALES DEL DISCURSO DE DESPEDIDA

1. En esta extensa sección (13-17) se describe el encuentro nocturno de Jesús con sus discípulos la
noche anterior a su entrega. A pesar de que este acontecimiento también está presente en los
Sinópticos, es una de las unidades narrativas más características, originales y mejor elaboradas
que el Cuarto Evangelio ha utilizado para presentar el núcleo religioso y teológico de su mensaje.
Por otro lado, dentro de la estructura general del Evangelio, estos capítulos preceden e
interpretan la Glorificación, la cual acontecerá propiamente en los capítulos 18-21.
2. El encuentro nocturno de Jesús y sus discípulos, está elaborado desde el patrón literario de los
llamados Discursos de Despedida. Así, dentro de los capítulos 13-17 están presentes los
elementos esenciales de este género: hay referencias a guardar los mandamientos, mantener el
amor mutuo dentro del grupo familiar, permanecer en la unidad y mantener vivo el nombre del
personaje que se despide -Jesús-. Además Jn 13-17 enfatiza que este testamento de carácter
intimo-familiar, fue descrito desde la referencia del grupo de Jesús como una comunidad-familiar
de amigos.
3. Por otro lado, tanto a partir de la estructura literaria como desde el análisis narrativo reconocemos
que la sección del Gran Discurso de Jesús (Jn 15, 1-16, 3) es la unidad central de la macro
estructura de los capítulos 13-17. Y dentro de esta sección, la referencia al mandamiento del amor
mutuo (Jn 15, 12-17) es la parte medular. Esto nos permite afirmar que nuestro texto, además de
la importancia de su contendido interno, es una de las unidades centrales dentro de la
presentación global del Evangelio.
4. En relación a esta centralidad, desde la profundización intertextual, hemos ratificado que Jn 15,
12-17 es una de las partes esenciales del gran proceso de iniciación que se desarrolla dentro del
los capítulos 13-21. En él están presentes dos de los elementos fundamentales de los procesos
de iniciación del mediterráneo antiguo: el/los precepto/os y la comunicación ejemplar del saber.
5. A través de análisis de los diferentes formularios literarios y especialmente a partir de la
profundización en la crítica literaria, confirmamos que el encuentro nocturno de Jesús y sus
discípulos tuvo un largo y complejo proceso de redacción. Los diferentes estratos redaccionales
presentes en estos capítulos hacen referencia a circunstancias históricas particulares de la vida
de la comunidad.
En lo relativo a los discursos, a una primera narración base (13, 31-14, 31) posteriormente se le
anexó una segunda versión (15, 1-16, 3) y más adelante una tercera (16, 4-33). Cada una de
éstas describe una situación de crisis particular en el seno de la comunidad joánica.
De tal manera que, por el estudio de los cortes, nuevos inicios, patrones literarios y vocablos
presentes en la segunda versión, se nos muestra que la ésta fue elaborada como respuesta a la
crisis de la comunidad joánica frente a la exclusión de la Sinagoga.73 Es durante esta etapa donde
el grupo joánico inicia su andadura como comunidad cristiana independiente al judaísmo.

72
Esta es una concepción cultural típica de la amistad del mundo grecorromano. Cicerón sostiene que la
amistad consiste en tener a alguien al cual se atreve uno a decirle todo como si hablase consigo mismo. Y
esto tanto en la prosperidad como en la adversidad: ¿Qué hay más dulce que tener a alguien con quien
puedas hablar de todo, como contigo mismo? (De amicitia, 22). Deber de los amigos es, además, afrontar
juntos los peligros o compartirlos (cf. De amicitia, 24). La amistad de tipo grecorromano es una forma cultural
particularmente para los principios y la estructura de la iniciación.
73
Recordamos que dentro de este segundo discurso también está presente en Jn 15, 18-25 el posterior
conflicto de los cristianos joánicos frente al mundo gentil. Posiblemente corresponden a una posterior etapa.

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