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Batalla de Santiago del 30 de marzo de 1844

La Batalla del 30 de Marzo y su importancia histórica

La ciudad de Santiago de los Caballeros en varias ocasiones ha sido víctima de


horrorosas invasiones, las que han conllevado a saqueos producto de las
ambiciones desmedidas de quienes se dedican a tales acciones.

Entre las invasiones que ha sufrido Santiago, el enfrentamiento bélico registrado el


30 de marzo de 1844 en Santiago, en donde los miembros del recién formado
Ejército Dominicano derrotaron una vez más al haitiano la más cruel y sangrienta.

En el año 1822 mediante la ocupación haitiana, Santiago y todo el país fue


invadido por el presidente haitiano, Jean Pierre Boyer. Luego de 22 años de
soportar la ignominia haitiana en nuestro suelo patrio, un grupo de dominicanos de
ideas liberales, decidieron que debían separarse del yugo haitiano, la nación debía
ser libre e independiente de toda potencia extranjera.

La parte dominicana en dicha batalla estaba bajo la dirección del general José
María Imbert, Francisco Antonio Salcedo, Fernando Valerio y otros oficiales, por
otro lado, quien dirigió el ejército invasor haitiano de Charles Herard fue el general
Pierrot. S

egún la historia los hechos de la batalla del 30 de marzo ocurrieron de la siguiente


manera: El 29 de marzo de 1844, al atardecer, llega al hato de Yaque el general
Pierrot con sus tropas divididas en dos columnas La primera (a la izquierda), bajo
su mando personal, cruza el Río Yaque del Norte por el lugar La Emboscada,
sube la Cuesta de Rafey, pasa por Hoyo de Lima y acampa y se atrinchera en la
margen derecha del Río Gurabo (Arroyo Gurabito, en la actualidad).

La segunda (ala derecha), comandada por el General St.Louis, cruza por La


Herradura y acampa en La Otra Banda,en la margen izquierda del Río Yaque del
Norte,al sur de la ciudad de Santiago. Al consumarse la Proclamación de la
Independencia el 27 de Febrero de 1844 ,llega la noticia a Haití precisamente
cuando un golpe de estado es inminente contra Charles Herard, gobernante
catalogado por el historiador Haitiano James G. Leyburn como" un analfabeto
carente de todo dote de estadista".

Pero a nuestro juicio no lo suficientemente torpe para dejar de aprovechar


coyunturalmente esta oportunidad que le ofrecía el destino, y poder solapar el
incipiente golpe de estado que se gestaba en su contra, exaltando el Nacionalismo
Haitiano, unidad y otras tantas cosas mas,con la finalidad de poder cambiar la
óptica de incapacidad hacia su persona y así mantenerse en el poder tras vencer
al "débil oponente" que se sublevaba.

Aunque también cual arma de doble filo, sin lugar a dudas Herarld quizás no dejo
de apreciar el grave peligro que le esperaría a Haití, en caso de este fracasar, al
verse emparedada entre dos colonias (Cuba-Rep. Dominicana).

El tiempo para el Gobernante Haitiano era vital ya que la manipulación geopolítica


de grandes potencias ya era un hecho, muestra de ello lo era la presencia en ese
momento de buques de guerra Franceses en el lado Este de la Isla, con planes de
ayuda a la causa" Dominicana " a cambio de la península de Samaná, tal cual
como lo explica el Cónsul en Pto. Príncipe USSBER en su comunicado a Lord
ABBERDEEN enviado el 21 de MARZO 1844.

Es por todas estas crisis y otras tantas más, que no es de asombrar el alto grado
de desorganización y premura con que se preparó el ejército Haitiano , que para
poder ser magnificado en número, se alimentó de muchas tropas irregulares –
voluntarios -compuestas por todo hombre que pudiera portar un fusil.

Ya para el 4 de Marzo, el presidente Charles Herard Aine, mediante decreto de la


Asamblea constituyente de Port-au Prince, tenía la potestad para marchar sobre la
parte oriental o "Dominicana" de la isla, con todas las fuerzas disponibles
(cantidad que oscilo entre los 25,000 a 30,000 hombres).

Sobre esto USSBER en un comunicado, fechado el 8 de Marzo de 1844 dice lo


siguiente: "si los españoles estaban resueltos a sustentar su independencia, la
cuestión de la lucha aprecia ser altamente dudosa, ya que el ejército republicano
(haitiano) se encontraba muy mal disciplinado, mal armado( mejor armado que el
ejército Dominicano ) y sobre todo indispuesto y según se rumoraba estaban
desertando al salir de la misma ciudad".

Las tropas de invasión Haitiana comenzaron a movilizarse hacia la frontera a partir


del día 10 de Marzo, dividiéndose en tres grandes columnas de asalto. La del
propio presidente Herard tomando por las Cahobas; la del general Souffront que
avanzo por Neyba con la finalidad de ambas atacar de manera combinada a Azua
y la del norte comandada por el general Pierrot con la misión de apoderarse de
Santiago y Puerto Plata.
El objetivo de todo esto era controlar los precitados puntos estratégicos en el
Norte y el Sur, para posteriormente avanzar en pinza sobre la ciudad amurallada
de Santo Domingo, defendida aproximadamente por 12,000 combatientes.

En nuestro caso particular como es de entender, nos concentraremos en el


avance del Gran Ejercito Expedicionario del Norte, con un grueso aproximado de
unos 15,000 hombres, el cual se enfrentaría contra el recién creado "ejercito
Dominicano" , en la gloriosa Batalla de Santiago del 30 de Marzo de 1844".

Donde pese a que los dominicanos tuvieren la ventaja de defender una posición
fortificada no le ayudaba la gran desventaja numérica, la carencia de armamento,
y el conocimiento detallado de los haitianos de las disposiciones defensivas y
características topográficas de los terrenos favorecía por mucho a los Haitianos.

Quiénes se distinguieron en esta hazaña

El Francés: José María Imber, Jefe del movimiento de Moca y héroe principal de
esta batalla, al ser mandado a buscar, aprovecha el poco tiempo que tiene para
organizar los batallones bajo su mando y poner en práctica las tácticas de guerra,
las que fueron certeras.

Su táctica consistió en abandonar la idea de ir al encuentro del enemigo y


concentrarse en la defensa de Santiago. Atrincheró la ciudad con tres fuertes:
Dios, Patria y Libertad, colocando cañones en cada uno.

Asignó como jefe de artillería al Capitán José María López, captando así la
confianza del pueblo y de las tropas.

El Gral. Pelletier jefe del recinto. Salcedo y otros generales fueron encargados del
fuerte San Luís. A Fernando Valerio con su compañía, los colocó como su
avanzada. Juana de la Merced Trinidad, a quienes apodaron Juana Saltitopa, La
Coronela, oriunda de La Vega y residente en Santiago, el 30 de marzo tomó las
armas, se vistió de hombre y con su coraje sirvió para dar valor a muchos
hombres, además tuvo el valor de ir y venir tantas veces al río Yaque a subir
cubos de aguas para enfriar el cañón dispuesto en el fuerte la Libertad.

Por su valentía y destreza fue llamada la Coronela. También formaron parte


importante de esta gesta histórica José Desiderio Valverde, Francisco Ant.
Salcedo, Pedro Ramón de MENA, Pedro E.Pelletier, Achilles Michel, Pedro
Ezequiel Guerrero, Toribio Ramírez, Ángel Reyes, Francisco Caba, Bartolo Mejía,
Andrés Pichardo, Juan Franco Bidó, José Hungría, Marcos Trinidad López, entre
otros.

Importancia histórica de la Batalla del 30 de Marzo

El triunfo de la batalla de Santiago hizo crecer el patriotismo y la fe en los destinos


de la Nación recién liberada.

Constituyó una de las batallas decisivas para consolidar la Independencia


Nacional y la República, porque si ese gran ejército no hubiera sido detenido, “la
ciudad hubiera sido saqueada y quemada por Pierrot, hubiera tenido una
trascendencia tan funesta y trágica, que aún hoy fuéramos…posiblemente
haitianos” (Priego, ob. Cit., pág.156) Hay que resaltar también que el ejército
haitiano, aunque estaba bien armado no tenía ese fervor, ni estímulo de lucha que
demostraban los dominicanos.

Sólo obedecían órdenes de sus gobiernos, quienes obsesionados por la


unificación de la isla, los hacían salir de su patria en contra de su voluntad.

Por eso perdían una y otra vez, no porque les faltara coraje, además la situación
política en Haití era muy inestable, el régimen de Charles Hérard estaba al borde
de desaparecer, lo que tenía a Pierrot muy exaltado, por sus desmedidas
ambiciones de poder.

Una, otra y tantas veces las huestes haitiana se hicieron presente en el territorio
dominicano, tratando infructuosamente de unificar nuevamente la isla para
imponer sus leyes, su religión, su lengua, su costumbre, en fin su cultura. También
para compartir el pago de sus acreencias, entre otros objetivos.

Una y otra vez el pueblo le dijo que No. Pero su legión no ha dejado de estar entre
nosotros, mediante la neo-invasión, o sea invasión pacífica.
Batalla del 19 de marzo
La batalla del 19 de marzo fue la primera gran batalla en defensa de
la independencia dominicana y se libró el 19 de marzo de 1844, en fuerza de 2500
soldados dominicanos, una parte del ejército del sur, dirigidos por el general Pedro
Santana, derrotaron a 10 000 soldados del ejército haitiano encabezados por el
general Souffrand.

Luego de declarada la independencia dominicana, el presidente haitiano Charles


Hérard organizó su ejército con 30 000 hombres. Dicho ejército fue dividido en tres
flancos para penetrar en la nación recién proclamada, el primero estaba al mando
del general Pierrot con 10 000 hombres, que entrarían por el norte y tomarían
Santiago y Puerto Plata. El segundo estaba dirigido por el propio Hérard y
pretendía tomar Azua y San Juan de la Maguana, y el tercero, dirigido por
Souffront, debía entrar por Neiba.

El 19 de marzo de 1844 se produjo en Azua el enfrentamiento de las tropas


dominicanas lideradas por el general Pedro Santana y las tropas haitianas
encabezadas por el presidente haitiano, Charles Hérard Ainé. Esta justa implicó el
inicio del afianzamiento de las ideas de independencia que se pusieron de
manifiesto en el trabucazo del 27 de febrero de 1844. Con la división del ejército
haitiano, Hérard pretendía unir la columna del sur con la del norte para atacar a
Azua, pero las tropas dominicanas, dirigidas por Fernando Taveras, Vicente
Noble, Dionisio Reyes, y Pedro Santana las fuerzas del General Broum que
estaban posicionadas en las Marías, desarrollándose el primer combate en la
fuente de Rodeo.

Por otro lado, las tropas del general Suffrond avanzaron hacia Azua,
enfrentándose en el Paso de la Hicotea con los dominicanos comandados
por Manuel Mora. Las tropas de Hérard pasaron por los Jovillos persiguiendo a
Luis Álvarez, pero las tropas dominicanas del General Lucas Díaz, apostadas en
el Paso del Jura, atacaron al ejército haitiano.

Al entrar las tropas haitianas a San Juan fueron enfrentadas por José Del Carmen
García, Francisco Soñé, Lucas Díaz y Jean E. Ceara y desalojándolas del río Jura.
El mismo día 19 las fuerzas del jefe haitiano Tomás Héctor entraron en Azua y la
encontraron desierta, pero el ataque fue rechazado por los dominicanos. Los
haitianos atacaron por el camino de Los Conucos. Allí fueron enfrentados por
Matías de Vargas, José Leger y Feliciano Martínez.

En la comunidad El Barro, el ejército haitiano combatió contra las tropas de


Duvergé, y luego fueron enfrentados por Nicolás Mañón en el Cerro de Resolí. El
ataque provocó la huida de los invasores de nuevo hacia el río Jura. El día 19 los
dominicanos se retiraron a Sabana Buey.

Los soldados de Souffront fueron detenidos en La Hicotea; reiniciaron su marcha


el día 20 para unirse a las tropas de Herrad. Esta batalla se inició a las 7 y media
de la mañana.

El 19 de marzo las tropas dominicanas estaban posicionadas en puntos


estratégicos en la ciudad de Azua. Estaban conformadas por 2500 soldados, entre
los que había hateros y monteros, que formaban el ejército de Pedro Santana.
Entre estos soldados se hallaban jóvenes azuanos que habían sido entrenados
por Antonio Duvergé y Francisco Soñé.

Las tropas criollas estaban repartidas entre El Camino del Barro, donde se
encontraba la fusilería azuana comandada por el capitán Vicente Noble; en La
Loma de Resolí, 200 hombres al mando de Nicolás Mañón; en el centro de la villa
había dos cañones, uno manejado por Francisco Soñé y otro por José del Carmen
García. Camino a Los Conucos y Las Clavelinas se encontraba una fuerza de
artillería comandada por Matías de Vargas, José Leger y Federico Martínez. El 19
de marzo en la mañana, el General Hérard organizaba su ejército con el fin de
atacar a las tropas dominicanas, pero los dominicanos atacaron a los haitianos
que avanzaban por El Camino de los Conucos.

Este ataque fue rechazado por el cañón de Francisco Soñé, la fusilería de Lucas
Díaz, Jean E. Ceara y José Del Carmen García. Desalojaron el río Jura el mismo
día 19 las tropas del jefe haitiano Tomás Héctor y entraron en Azua siendo el
ataque rechazado por los dominicano
Bibliografía

http://www.monografias.com

https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_del_19_de_marzo
Anexos

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