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Metodología RANS: INTRODUCCIÓN AL MODELAMIENTO DE LA TURBULENCIA

4.1 INTRODUCCION

Tal como se comenta en la Sección 2.9, las ecuaciones promediadas (2.48), (2.50) y (2.52) no
constituyen un sistema determinado: debido a la no linealidad de las ecuaciones de
movimiento y de transporte, el proceso de promediación ha introducido nuevas incógnitas (las
correlaciones ui´u´j y ui´ ´ ) haciendo que se tenga mayor número de incógnitas que de
ecuaciones (“problema de cerradura” de la turbulencia).

Físicamente, las correlaciones ui´u´j y ui´ ´ multiplicadas por la densidad  representan,


respectivamente, el transporte de momentum y transporte de calor o masa debido a la
fluctuación turbulenta (es decir por el flujo turbulento) y, genéricamente, son denominadas
“términos de transporte turbulento” (RODI, 1993, p, 2). En la metodología RANS los términos
de transporte turbulento, se especifica por medio de “modelo de turbulencia”. Así, un modelo
de turbulencia se define como un conjunto de ecuaciones (algebraicas o diferenciales) que
determinan los términos de transporte turbulento en las ecuaciones de flujo medio [o
ecuaciones promediadas de flujo] y por lo tanto cierran el sistema de ecuaciones. Tal como se
afirma en la Sección 2.8, los modelos de turbulencia se basan en hipótesis acerca de los
procesos turbulentos y requieren entrada de datos empíricos en forma de constantes o
funciones; ellos [los modelos de turbulencia] no simulan los detalles del movimiento
turbulento sino solamente los efectos de la turbulencia sobre el comportamiento del flujo
medio (RODI, 1993, p, 2). Los procesos de transporte turbulento son fuertemente
dependientes del problema. Por ejemplo, dependen de condiciones geométricas de grande y
pequeña escala (por citar, la forma de la pared y la rugosidad), de los efectos viscosos y los
efectos del remolino, y de la flotabilidad. Solamente ecuaciones exactas, pero muy difíciles,
forman un modelo matemático que describe fidedignamente los procesos turbulentos bajo
todas las posibles situaciones.

Los modelos de turbulencia pueden dar sólo una descripción aproximada, y, con un conjunto
particular de constantes empíricas, son válidos sólo para un cierto flujo o a lo más para un
rango de flujos. Por su puesto, en modelamiento de turbulencia es deseable lograr una buena
aproximación con un solo conjunto de constantes para un rango bastante amplio de flujos; en
ese caso sólo un método de campo1 incorpora un modelo de turbulencia de real poder
predictivo. Un modelo para el cual las constantes han sido ajustados de flujo en flujo, es en
esencia más pequeño que un método empírico2. Sin embargo, un buen modelo de turbulencia
debe permitir extrapolar a partir de los datos empíricos ingresados al modelo. Por su puesto,
es importante examinar los límites hasta donde una extrapolación sea significativa.

Concepto clave para modelamiento de la turbulencia:

Un concepto importante sobre turbulencia es que ésta es un ente que sufre transporte, o sea,
la turbulencia puede ser producida, disipada y también ser pasible de advección y difusión.
Teóricamente, cualquier modelo que tenga pretensiones de ser razonablemente realista y
general, debe ser capaz de considerar tales hechos. Mientras tanto, muchos modelos hasta los
más exitosos en algunos casos no observan tales requisitos, en consecuencia estos modelos no
deben ser extrapolados para situaciones muy distintas de aquellas para las cuales fueron
aprobadas (EIGER, 1989, p, 94).
Antes de presentar los modelos para los procesos de transporte turbulento, en la siguiente
Sección se describirá con cierto detalle la naturaleza básica de la turbulencia que debe
considerarse para su modelamiento. Los conceptos presentados en esa Sección serán muy
útiles para entender la formulación matemática de los diferentes modelos. Posteriormente, se
presentará el criterio adoptado para clasificar los modelos de turbulencia. La existencia de
gran número de tales modelos hace con que sea inviable una presentación completa en esta
separata. Como alternativa, serán discutidos algunos de los modelos más comunes señalando
sus méritos y deficiencias. De esta forma, se espera que las ideas principales del tema sean
razonablemente bien presentadas, con el objetivo de propiciar interés del lector y sentar las
bases para una comprensión posterior más detallada del tema.
4.2 ASPECTOS DE LA TURBULENCIA QUE DEBE TOMARSE EN CUENTA PARA SU
MODELAMIENTO

En esta Sección se remarca las características más importantes del movimiento turbulento las
que debe tomarse en cuenta para formular un modelo de turbulencia razonablemente realista:

Amplio espectro de tamaños y de frecuencias de fluctuación:

La turbulencia, como ya se ha definido, es un movimiento vortical que, prevaleciendo


usualmente a altos números de Reynolds, tiene un amplio espectro de tamaños de remolinos y
su correspondiente espectro de frecuencias de fluctuación; su movimiento es siempre
rotacional y se puede imaginar como una maraña de elementos de vórtice cuyos vectores de
vorticidad (  xV ),), altamente no permanentes, se pueden alinear en todas las
direcciones. Los remolinos grandes, asociados con las fluctuaciones de baja frecuencia, son
determinados por las condiciones de frontera del flujo y sus tamaños son del mismo orden de
magnitud del dominio del flujo; por ejemplo, es imposible que exista un vórtice cuya
dimensión vertical sea mayor que la profundidad de un canal. Por su parte, Los remolinos
pequeños, asociados con fluctuaciones de alta frecuencia, son determinados por las fuerzas
viscosas3. Como se verá más adelante, los anchos del espectro y así la diferencia entre los
remolinos más grandes y los más pequeños es directamente proporcional al número de
Reynolds.
Remolinos grandes transportan mayor parte de masa, momentum y energía:

Usualmente, los remolinos grandes (denominado también movimiento turbulento de escala


grande) son los que transportan la mayor parte de masa, momentum y energía, y contribuyen

a las correlaciones de turbulencia


ui´u´j
y
ui´ ´ . Por lo tanto, este movimiento de escala grande

u´u´
tiene que ser simulado en los modelos de turbulencia para determinar i j y i ; y las
u´ ´
escalas de velocidad y longitud que se introducen en los modelos son parámetros que
caracterizan a este movimiento.

Los remolinos grandes extraen del flujo medio la energía cinética para la “cascada de
energía”:

Los remolinos grandes interactúan con el flujo medio (por que las escalas de ambos son
similares), de ese modo extraen energía cinética del flujo medio y alimentan al movimiento
turbulento de escala grande. Los remolinos pueden considerarse como elementos de vórtice
que se estiran mutuamente. Debido a este estiramiento de los vórtices (ver Sección 1.9-f), que
es una característica esencial del movimiento turbulento, la energía es transferida a remolinos
cada vez más pequeños hasta que las fuerzas viscosas se vuelven activas y disipan la energía.
Este proceso de transferencia de energía a remolinos cada vez más pequeños, se denomina
cascada de energía (ver Secciones 1.6 y 1.7).

Las tasas de transferencia y de disipación de energía son determinadas por los remolinos
grandes:
La tasa a la cual la energía del flujo medio es entregada al movimiento turbulento es
determinada por el movimiento de escala grande; solamente esta cantidad de energía puede
ser transferida hacia los movimientos de escala pequeña (remolinos pequeños del flujo
turbulento) y finalmente ser disipada en forma de calor. Por lo tanto, la tasa de disipación de
energía es también determinada por los movimientos de escala grande aunque la disipación es
un proceso viscoso y ocurre en los remolinos más pequeños. Es importante notar que la
viscosidad no determina la cantidad de energía disipada sino solamente la escala a la cual
ocurre la disipación.
Cuando hay fuerzas de flotación, el intercambio de energía se efectúa a través de remolinos
grandes:
Cuando intervienen las fuerzas de flotación o empuje ascendente, hay también un intercambio
entre la energía potencial del flujo medio y la energía cinética turbulenta, que puede ir en
ambas direcciones pero también es efectuado a través de movimiento turbulento de escala
grande.
El movimiento turbulento de escala grande es anisotrópico:
Por su interacción con el flujo medio, el movimiento turbulento de escala grande depende
fuertemente de las condiciones límites de un problema. El flujo medio tiene siempre
direcciones preferidas que son impuestas también al movimiento de escala grande. Por lo
tanto, este movimiento de escala grande puede ser fuertemente anisotrópico, de modo que
tanto la intensidad de sus fluctuaciones como sus longitudes de escala son dependientes de la
dirección. Por ejemplo, en cuerpos de aguas rasas el movimiento horizontal tiene una
intensidad y escala de longitud mayor que el movimiento vertical.
Isotropía local:
Durante el proceso de cascada de energía, en el cual la energía es transferida a los remolinos
más pequeños por estiramiento de vórtices, la sensibilidad de dirección disminuye. Cuando el
número de Reynolds es suficientemente alto de modo que los movimientos de escala grande y
los de escala pequeña están suficientemente separados en el espectro, la sensibilidad de
dirección se pierde completamente y el movimiento disipativo de escala pequeña se vuelve
isotrópico. Este fenómeno, es decir, movimiento turbulento de escala pequeña (remolinos
pequeños) isotrópico, y movimiento turbulento de escala grande (remolinos grandes)
anisotrópico, es denominado isotropía local y es un concepto importante en el modelamiento
de la turbulencia, ya que posibilita la adopción de una importante hipótesis simplificadora que
dice: para flujos con números de Reynolds suficientemente elevados, la disipación de energía
es aproximadamente isotrópica (RODI, 1993; EIGER, 1989).

4.3 ENFOQUES DE MODELAMIENTO DE LA TURBULENCIA


En la Sección 1.7 se expone que, debido a la dificultad de resolver directamente las ecuaciones
de N-S para el flujo turbulento, surgieron metodologías como RANS y LES que resuelven dichas
ecuaciones aplicando un proceso de promedio. Son los llamados métodos de promedio. A
estos métodos de promedio, ABBOTT & BASCO (1989, p, 336) se refieren, respectivamente,
como el “método que extiende la aplicación del clásico enfoque de promedio temporal” y el
“método que emplea las ecuaciones de flujo de promedio espacial (o filtradas)”, y sostienen lo
siguiente:
“De las dos diferentes escuelas de modelamiento de la turbulencia (…) la una siguió la clásica
definición de turbulencia como un promedio temporal en un punto fijo dentro del campo de
flujo, mientras la segunda fue revolucionaria en el sentido de que la propia turbulencia fue
redefinida a fin de comprender todas las fluctuaciones que ocurren a escalas menores que los
resueltos por los elementos de volumen de tamaño discreto empleados en los cálculos
numéricos. Esta nueva definición de la turbulencia, generalmente expresado en términos de
promedio espacial en un tiempo fijo, fue, por supuesto, una consecuencia directa de la
disponibilidad de las computadoras digitales.” 4.
En cualquiera de los dos enfoques de modelamiento de la turbulencia, se puede ver al proceso
de promediación como una operación de filtro que tiene, como su representación continua,
una función de respuesta característica. Es decir, el promedio temporal o espacial resulta
como una salida filtrada de las variables originales del flujo turbulento. ABBOTT & BASCO
(1989, pp, 336-367) distinguen a las dos enfoques de modelamiento de la turbulencia por las
denominaciones “modelos de promedio temporal“(time-averaged models) y “modelos de
promedio espacial”(space-averaged models) respectivamente.

4.4 CLASIFICACION DE MODELOS DE TURBULENCIA DE PROMEDIO TEMPORAL


La cuestión del transporte de turbulencia llevó a la proposición de un criterio de clasificación
de los modelos de turbulencia de promedio temporal en función del número de ecuaciones de
transporte usado para las magnitudes de la turbulencia (RODI, 1980, 1993; Markatos, 1986;
ver también, ÇENGEL & CIMBALA, 2006, pp, 841-842). La ecuación de transporte, tal como fue
presentada en la Sección 2.8, debe considerarse como una ecuación diferencial que hace un
balance de la conservación del ente turbulento que está siendo transportado. Es importante
comentar que muchos modelos de turbulencia se basan en ecuaciones algebraicas que
relacionan ciertas magnitudes turbulentas con variables del flujo medio. En consecuencia, en
estos modelos no se considera directamente el transporte de la turbulencia. En el cuadro 4.1
se presenta la nomenclatura de clasificación adoptada (ABBOTT & BASCO, 1989, p, 337; RODI,
1993).
Los modelos de 0 ecuación son relativamente simples, y todos emplean el concepto de
viscosidad de remolino y especifican la viscosidad de remolino (  T ) ya sea directamente de
los experimentos, por error y tentativa, a través de fórmulas empíricas, o relacionándola a la
distribución de velocidad promedio. De este modo, estos modelos no resuelven ninguna
ecuación de transporte (RODI, 1993, p, 14).
Un modelo de 1 ecuación, resuelve una ecuación de transporte para la energía cinética de la
turbulencia por unidad masa k(xi ,t) y usa algunos argumentos con base física para estimar la
longitud de mezcla l(xi ,t) . Esto significa que la viscosidad de remolino vt (xi ,t), se torna una
variable dependiente que varía espacialmente y con el tiempo para el caso de flujo no
permanente. Las ecuaciones de flujo medio y las ecuaciones de transporte turbulento deben
resolverse conjuntamente, simultáneamente, puesto que ellos son mutuamente
interdependientes.
Si no se puede estimar l(xi ,t) a partir de las consideraciones físicas, entonces se recurren a
más ecuaciones de transporte para las longitudes características de la turbulencia. Los
modelos de turbulencia más comúnmente empleados, usan 2 ecuaciones de transporte: una
para la energía cinética de la turbulencia por unidad de masa k y la otra para la tasa de
disipación de esta energía . Este tipo de modelo se ha denominado modelo k  estándar
En el cuadro 4.1, los denominados modelos de esfuerzo/flujo y modelos algebraicos de
esfuerzos, evitan completamente la aproximación vía viscosidad de remolino y buscan resolver
ui´u´j
directamente las ecuaciones de transporte para los componentes de . Esta aproximación
está fuera del alcance de esta separata (ver RODI, 1993, numeral 2.7; EIGER, 1989, numeral
2.4.4).
4.5 MODELOS DE TURBULENCIA SIN ECUACIÓN DE TRANSPORTE
Modelos de este tipo, llamados también modelos de cero ecuación, tal como se menciona en
la Sección anterior, usan el concepto de viscosidad de remolino (eddy viscosity), propuesto por
el matemático francés Joseph Boussinesq en 1877. 4.5.1 CONCEPTO DE VISCOSIDAD DE
REMOLINO La idea de Boussinesq fue expresar la ecuación (2.54) en una forma similar a la
ecuación de esfuerzo cortante (flujo de cantidad de movimiento) en flujo laminar, es decir:

u u
 yx'   u ' v '   t    vt (4.1)
y y
con t denominado “viscosidad dinámica de remolino” y t , viscosidad cinemática de remolino
(llamada también difusividad de remolino de la cantidad de movimiento), o simplemente
“viscosidad de remolino”.
u
El gradiente de velocidad promedio representa también a la tasa de deformación
y
promedio del fluido.
La hipótesis de Boussinesq de que los esfuerzos turbulentos son linealmente proporcionales a
la tasa de deformación promedio, sigue siendo la piedra angular de la mayoría de los modelos
de turbulencia y es probable que sea invocado (a veces sutilmente) en algún momento de la
derivación, incluso cuando no se utiliza directamente. Es interesante observar que el propio
Boussinesq fue bastante cauteloso de la hipótesis y proféticamente advirtió que las
"viscosidades de remolino" ("constante" de proporcionalidad), que vinculan el esfuerzo
turbulento a la tasa de deformación promedio, sería difícil, si no completamente imposible de
determinar; pero esto no ha disuadido a los esfuerzos de los investigadores por más de un
siglo. Joseph Valentin Boussinesq (1842 – 1929) De acuerdo a la ecuación (4.1), el concepto de
viscosidad de remolino constituye el primer intento de modelar la turbulencia y, en analogía a
los esfuerzos viscosos en flujo laminar, supone que los esfuerzos de Reynolds son
proporcionales a los gradientes de la velocidad promedio. Para situaciones generales de flujo,
el concepto “ecuacionado” por (4.1) puede expresarse como:
ui u j 2
ui' u 'j  vt (  )  k ij (4.2)
x j xi 3
Donde  ij es el delta de Kronecker (llamado también matriz unitario, o matriz identidad, que
es un tensor de segundo orden, definido como  ij =1 para i  j y  ij =0 para i  j ); k es la
energía cinética de la turbulencia por unidad de masa, es decir,
Ke 1 2 1 1
k  V'  (u1'2  u2'2  u3'2 )  (ui' u 'j ) (4.3a)
m 2 2 2
Sin embargo, dos aspectos fundamentales diferencian la ecuación (4.2) de la ecuación análoga
para los esfuerzos viscosos, a saber:
 En primer lugar, a diferencia de la viscosidad molecular (), la viscosidad de remolino t no es
una propiedad del fluido sino depende bien marcadamente del estado de la turbulencia; t
puede variar de un punto a otro dentro del flujo y también de flujo en flujo. Por consiguiente,
la introducción de la ecuación (4.2) por sí solo no constituye un modelo de turbulencia, sino
solamente da una estructura para construir un modelo; el problema principal constituye ahora
determinar la distribución de  t.
 Una segunda diferencia entre los esfuerzos viscosos y sus análogos turbulentos tal como la
dada por la ecuación (4.2), es la presencia del término que contiene el delta de Kronecker. Este
término es necesario para hacer que la expresión (4.2) sea válida también para los esfuerzos
normales (cuando i  j ). Así, para i  j , se tiene:
ui 2
ui' u 'j  2vt  k ij (4.3b)
x j 3
Desarrollando los índices repetidos en cada término de esta ecuación, se obtiene:
u1 u2 u3 2 2 2
(u1'2  u2 '2  u3'2 )  2vt (   )  k11  k 22  k 33
x1 x2 x3 3 3 3
Pero como  11  22   331 , la expresión anterior toma la forma
u1 u2 u3
u1'2  u2 '2  u3'2  2vt (   )  2k
x1 x2 x3
Finalmente, por la ecuación del flujo medio (2.24 o 2.48):

u1 u2 u3


  0
x1 x2 x3

con lo que la ecuación (4.3b) se reduce a:

u1'2  u2'2  u3'2  2k (4.3c)

De este modo, el término que contiene el delta de Kronecker hace que la suma de los
esfuerzos normales (por unidad de densidad) no sea igual a cero, pues, como se sabe, todos
los esfuerzos normales por definición son magnitudes positivas y su suma es dos veces la
energía cinética k de la turbulencia (de las fluctuaciones), como lo establece la ecuación (4.3a).
En consecuencia, la inclusión del segundo término de la viscosidad de remolino en la ecuación
(4.2) asegura que la suma de los esfuerzos normales sea igual a 2k , validando así a la forma
general de expresar el modelo de viscosidad de remolino.

Por otra parte, los esfuerzos normales actúan como fuerzas de presión (es decir, perpendicular
a las caras del volumen de control), y por que similar a la presión la energía es una magnitud
escalar, el término que contiene el delta de Kronecker constituye una presión. Por tanto,
cuando la ecuación (4.2) es usada para sustituir ui' u 'j en la ecuación de momentum, el término
de energía cinética (el término que contiene el delta de Kronecker) puede agruparse con el
gradiente de presión a fin de que la presión estática sea reemplazada, como magnitud
2
incógnita, por ( p  k ) . Así, en la ecuación (4.2) no requiere que k sea hallada; solamente
3
tiene que determinarse la distribución de la viscosidad de remolino t.

Analogía entre el movimiento molecular y el movimiento turbulento:

El concepto de viscosidad de remolino fue adoptado suponiendo una analogía entre el


movimiento molecular, que conduce a la ley de viscosidad de Stokes para flujo laminar, y el
movimiento turbulento. Los remolinos turbulentos fueron conceptuados como un aglomerado
de fluido que, similar a moléculas [de gas], colisionan e intercambian momentum.
Como la viscosidad molecular de gases a baja densidad es proporcional a la velocidad
promedio y al recorrido libre medio de las moléculas; consecuentemente la viscosidad de
remolino fue considerada proporcional a la velocidad que caracteriza a las fluctuaciones y a
una longitud característica de este movimiento que Prandtl denominó “longitud de mezcla”
[que se describe en la siguiente Sección]. Sin embargo, se ha señalado siempre que, la analogía
entre el movimiento molecular y el turbulento no puede ser correcta, primero porque los
remolinos turbulentos no son cuerpos rígidos que retienen su identidad y, segundo, por que
los “recorridos libres” de los remolinos grandes, responsables por la transferencia de
momentum, no son pequeños comparado con el dominio del flujo, tal como requiere la teoría
cinética de gases .

A pesar de las objeciones conceptuales descritas en el párrafo anterior, el concepto de


viscosidad de remolino a menudo se ha encontrado que trabaja bien en la práctica,
simplemente porque t como definido por la ecuación (4.2) se puede determinar con una
buena aproximación en muchas situaciones de flujo. Aquí, se enfatiza la noción de que la
viscosidad de remolino t es proporcional a la escala de velocidad V y a una escala de longitud
( L ) que caracteriza al movimiento turbulento (de escala grande), es decir,

vt  Vl (4.4)

porque realmente la distribución de estas escalas es lo que puede ser aproximada


razonablemente bien en muchos flujos (RODI, 1993, p, 11, ABBOTT & BASCO, 1989, p, 337).

Principal acierto del concepto de viscosidad de remolino:

El principal éxito del concepto de viscosidad de remolino fue en la predicción de delgadas


turbulencias de pared bidimensional (two-dimensional thin shear layers) (flujos tipo capa
límite), donde el esfuerzo cortante  'x1x2    'x2 x1   u '| u '2 es el esfuerzo turbulento de
mayor importancia. En este tipo de flujo (unidimensional y unidireccional), normalmente las
coordenadas espaciales son: x  x 1 , x  y 2 ; siendo x en la dirección del flujo medio.
Asimismo, u1  u y u2  v  0 serían, respectivamente, los componentes de la velocidad
promedio en la dirección de los ejes x y y (ver, por ejemplo, figura 4.1a). Entonces, para este
tipo de movimiento, en la ecuación (4.2) para i 1 y j  2 , se tiene

u1 u2 2 u
u '1 u '2  vt (  )  k12  vt 1 ,
x2 x1 3 x2

con el cual, el esfuerzo cortante turbulento resulta

du1
 u '2 u '1   u '1 u '2   x 2 x1 '    vt ;
d x2 (4.5a)

que en coordenadas x  y se expresa como

du
 v ' u '   u ' v '   yx '    vt (4.5b)
dy
El gradiente de velocidad du de la ecuación (4.5b) se muestra en la figura 4.1(a).
dy

Conforme se indica al final de la Sección 2.9 del capítulo 2, el esfuerzo cortante total en un
punto específico dentro de un flujo turbulento de este tipo, será:

 yx   yx '  yx ' (4.6)

Entonces, al reemplazar en (4.6) las expresiones del esfuerzo laminar y del esfuerzo turbulento
(ecuación 4.5b), resulta:

du du
 yx   ( )   vt ( ) (4.7)
dy dy

Asimismo, para el sistema de coordenadas r  z de la figura 4.1(b), la ecuación (4.7) queda


expresada como:

dVz
 rz  (    vt ) (4.8)
dr
Es importante señalar que en el sistema de coordenadas r  z el gradiente de velocidad es
negativo, consecuentemente el signo de  rz resulta positivo, concordando con el sentido de
transferencia de la cantidad de movimiento.
4.5.1.1 Limitaciones del Concepto de Viscosidad de Remolino

Aún para flujos relativamente simples, el concepto de viscosidad de remolino algunas veces
falla.

 Una deficiencia importante es que los esfuerzos de corte turbulentos desaparecen en


ausencia de gradiente de velocidad, de forma análoga a los esfuerzos viscosos. Así, no
existirían esfuerzos turbulentos en el centro de una tubería circular, lo cual no es cierto. La
experiencia muestra que tales esfuerzos existen en el centro de estos conductos, pues los
vórtices pasan constantemente por esta región, afectando la corriente media. Haciendo una
analogía entre el transporte turbulento de momentum con el transporte turbulento de masa o
calor, tal modelo implicaría la imposibilidad de transporte turbulento de masa o calor a través
del centro de este conducto, lo que también es irreal.

 En chorros de pared (wall jets) y turbulencia de pared (wall shear layers) asimétrico como
flujo anular en tubería o flujo de canal con diferentes rugosidades de pared en los lados,
existen regiones donde, de acuerdo a (4.1), se requiere viscosidad de remolino negativa, que
es sólo matemáticamente posible pero que no tiene significado físico, puesto que según (4.4)
tanto la escala de velocidad como la escala de longitud son positivas. En flujos de mayor
complejidad que las delgadas turbulencias de pared, más de un componente de esfuerzo
turbulento ui ' u ' j es significativo. La ecuación (4.1), [por consiguiente la ecuación (4.2)],
introduce viscosidad de remolino tcomo un escalar, esto es, lo mismo para todos los
componentes del esfuerzo. Esta suposición de viscosidad turbulenta isotrópica es una
simplificación que es de limitado realismo en flujos complejos. Por lo tanto, se introducen
diferentes viscosidades de remolino para el transporte turbulento de momentum en
diferentes direcciones; por ejemplo, en grandes cuerpos de agua siempre se prescribe t
diferente para el transporte horizontal que para el transporte vertical.

A pesar de todos los defectos del concepto de viscosidad de remolino mencionados antes, este
concepto ha demostrado tener buenos resultados en muchos cálculos prácticos y es aún la
base de muchos modelos de turbulencia en uso hoy en día.

4.5.1.2 Concepto de Difusividad de Remolino

En analogía directa con el transporte turbulento de momentum, el transporte turbulento de


calor o masa siempre se ha supuesto que está relacionado al gradiente de la magnitud
transportada, es decir,


ui' '   (4.9)
xi

donde t es la difusividad turbulenta de calor o masa. Similar a la viscosidad de remolino, t no


es una propiedad del fluido sino depende del estado de la turbulencia. De hecho, la analogía
de Reynolds entre el transporte de calor o masa y el transporte de momentum sugiere que t
sea estrechamente relacionada a t, así:
vt
i  (4.10)
Pr ,t

donde Pr,t es el número de Prandtl turbulento (para el transporte de calor), o el número de


Schmidt turbulento Sc,t (para el transporte de masa) .

Los experimentos han demostrado que, a diferencia de difusividades turbulentas de


momentum, de calor o de masa, Pr,t varía sólo muy poco a través cualquier flujo y también muy
poco de un flujo a otro. Por tanto, muchos modelos hacen uso de la ecuación (4.10) con
número de Prandtl / Schmidt turbulento como constante. Sin embargo, se debe mencionar
que el empuje y la curvatura de las líneas de corriente afectan al valor de Pr,t . Además, algunas
observaciones tal como las anteriores sobre el concepto de viscosidad de remolino son
también aplicables aquí: es decir, el concepto de difusividad (4.9) no es válido en ciertas
regiones de flujo, y la difusividad t depende en general de la dirección del flujo de calor o
masa; sin embargo, la relación (4.9) aún ha demostrado ser útil en muchos cálculos prácticos y
es empleado en muchos modelos para el transporte turbulento de calor y masa. La
determinación de Pr,t un asunto que demanda más investigación, siendo normalmente
adoptado su valor de forma relativamente imprecisa.

4.5.1.3 Efecto de Flotabilidad

El transporte turbulento vertical tanto del momentum como de las magnitudes escalares es
fuertemente influenciado por el efecto de flotabilidad (buoyancy effects); en particular, la
viscosidad y la difusividad de remolinos son reducidos por una estratificación estable.
Usualmente, la influencia de la estratificación en la turbulencia es considerada a través del
número de gradiente de Richardson ( Ri ), que para la situación en discusión es definido por

g p / x2
Ri   (4.11)
 (u1 /x2 )2
En esta ecuación se supone que el eje X2 es vertical y orientado de abajo hacia arriba. El
número de gradiente de Richardson ( Ri ) mide una relación entre las fuerzas de inercia creadas
por la estratificación y las fuerzas que generan turbulencia. Por ejemplo, si la densidad creciera
rápidamente con la profundidad, el medio tiende a tornarse cada vez más estratificado de
forma estable. Esto significa que es necesario producir más turbulencia para que haya
transporte por la turbulencia. Valores altos de Ri representan situaciones en las cuales el
efecto de la turbulencia puede ser fuertemente amortiguado por la estratificación estable,
haciendo con que los procesos de mezcla se tornen poco activos. Esto es lo que ocurre en
episodios de inversión térmica atmosférica (figura 4.5), y frecuentemente en lagos y océanos,
haciendo con que la dispersión de poluentes se torne bastante atenuada. En medios
estratificados de forma estable, es necesaria la producción de más energía cinética de
turbulencia para vencer la inercia adicional generada por el medio estable. Obviamente, la
situación opuesta ocurre para medios estratificados de forma inestable, caracterizados por
valores bajos de Ri , cuando la turbulencia no es amortiguada, sino transportada más
fácilmente por la inestabilidad existente en el medio.
La influencia de Ri sobre la turbulencia es usualmente considerada de forma empírica.
Normalmente, los datos son medidos en laboratorio o en el campo, de forma que se pueden
construir las correlaciones los cuales normalmente presentan elevado grado de dispersión
estadística. Por ejemplo, Munk & Anderson (1948) propusieron las siguientes expresiones para
considerar la reducción en los coeficientes t y t en casos de estratificación estable,
resultando los coeficientes t,estr y t,estr dados por

vt ,estr  vvt exp(1  10Ri )0.5 ; (4.12)

t ,estr  t (1  3.33Ri )1.5 (4.13)

donde t y t son, respectivamente, los valores de los coeficientes para estratificación neutral
( Ri  0 ).

De acuerdo con las ecuaciones (4.12) y (4.13) se concluye que el efecto de la estratificación
estable es más intenso en t que en t . Esto significa que el transporte de masa por difusión
turbulenta sufre un mayor decrecimiento que el correspondiente transporte de momentum.
Esto puede ser explicado por el hecho que una porción de fluido puede transferir momentum a
su alrededor a través de fluctuaciones de presión, sin mezclarse con porciones vecinas,
mientras que esto no ocurre con el transporte de masa. Perrels & Karelse (1981) concluyeron
que las expresiones anteriores no son satisfactorias y recomendaron el uso de las siguientes
ecuaciones:

vt ,estr  vvt exp(4 Ri ); (4.14)

t ,estr  t exp(18Ri ) (4.15)

4.5.2 MODELO DE LONGITUD DE MEZCLA

Uno de los pocos intentos exitosos de establecer una forma de variación de  t fue propuesto
por Prandtl en 1925 con el modelo de longitud de mezcla (mixing length model). Estimulado
por la teoría cinética de gas, Prandtl supuso que la viscosidad de remolino t es proporcional a
la escala de velocidad V y la “longitud de mezcla” lm(según ecuación 4.4). Considerando capas
u
de corte sólo con un esfuerzo turbulento significativo  u ' v ' y gradiente de velocidad ,
y
Prandtl postuló que V ˆes igual al gradiente de velocidad promedio veces la longitud de mezcla
( lm), es decir,

u
V  lm (4.16)
y

La longitud de mezcla es definida de la siguiente manera (ver figura 4.6): “cuando un bloque de
fluido viajando a su velocidad promedio original u1 es desplazado de y1 a y2debido al
movimiento turbulento en la dirección transversal v’, su velocidad difiere de la velocidad
promedio circundante en y2 por u . La longitud de mezcla lm es la distancia y2-y1 en la cual
u  u2  u1 es igual al promedio [de la magnitud] de la fluctuación transversal de la
velocidad.

Con la escala de velocidad dada por (4.16) (suponiendo en la ecuación 4.4 constante de
proporcionalidad igual a 1 y L=lm) la viscosidad de remolino puede ser expresada como:

u
vt  lm2 (4.17)
y

En la ecuación (4.17), lm debe especificarse de alguna forma. Nuevamente el problema de


indeterminación es transferido para otro ente, sólo que en esta vez para un ente de más fácil
visualización. Sin embargo, la longitud de mezcla representa de alguna manera el tamaño de
los vórtices característicos del flujo y, de este modo, debe ser pequeña en la región de flujo
cerca de los contornos físicos y más grande en puntos alejados de estos contornos. En
consecuencia, la forma de especificar lm depende del tipo de flujo considerado, siendo
diferente para canales, chorros, plumas, capas de mezcla y estelas, entre otros. Cuando se
consideran problemas con más de una dirección característica, el establecimiento de lm se
torna más complejo y se usa raramente.
Un caso importante y frecuentemente usado es la descripción de la variación de la longitud de
mezcla próximo a las paredes. Considerando que una pared está localizada en el origen del eje
y , un hecho razonablemente bien establecido es que próximo a esta pared lm sea dada por

lm  kl y (4.18)

Siendo kl la “constante universal” de von Kármán, cuyo valor es aproximadamente 0.4

La ecuación (4.18) indica que el tamaño característico de los vórtices (representado por lm)
crece de forma lineal en la medida en que se aleja de la pared. Obviamente, esta variación es
limitada, o por otros contornos físicos o por que la influencia de esta pared deja de existir a
distancias suficientemente grandes. O sea, rigurosamente, la ecuación (4.18) no es válida en
toda la profundidad del flujo. Como ejemplo, Perrels & Karelse (1981) adoptaron la ecuación
(4.18) hasta 25% de la profundidad, y luego un valor constante para lm por encima de este
punto en un estudio de variación de salinidad en canales (EIGER, 1989, pp, 97-98). El uso de la
ecuación (4.18) lleva a la conocida variación logarítmica de la velocidad en canales, como se
verá más adelante.

Sustituyendo (4.18) en (4.17), y luego en (4.5b), resulta la siguiente expresión de esfuerzo


cortante

u
 v ' u   yx '    k12 y 2 u y | (4.19a)
y
Para sistema de coordenadas r-z, esta ecuación queda expresada como

Vz Vz
 rz '    k12 (r0  r )2 (4.19b)
r r

Siendo r0 el radio del tubo.

Principal acierto del modelo de longitud de mezcla:

La hipótesis de longitud de mezcla ha sido, y aún es aplicado con gran suceso, por lo menos
para flujos relativamente simples, porque en muchas situaciones lm puede ser especificado
por fórmulas empíricas simples. En capas libres (free layers), lm se puede suponer constante a
través de la capa y proporcional al ancho local de la capa. Sin embargo, el factor de
proporcionalidad, es decir, la constante experimental en este modelo de turbulencia, depende
del tipo de flujo libre considerado. El factor para diferentes tipos está dado en la tabla 4.3.
En la tabla 4.3,  es definida como la distancia entre puntos donde la velocidad difiere de la
velocidad de la corriente libre en 1% de la máxima diferencia de velocidad a través de la capa.
Para flujos simétricos (chorros, estelas),  es la distancia del eje de simetría al punto 1% en el
borde exterior.

En turbulencia de pared o capa límite de pared (incluyendo aquellos con una velocidad máxima
como chorros de pared) se halló que una “función rampa” como la esquematizada en la figura
4.7 trabaja satisfactoriamente.

Con base a un gran número de cálculos, Patankar & Spalding (1970) sugirieron como constante
empírica k1=0.435 constante de von Kármán) y   0.09 ; el ancho de la capa  es definido
como la distancia del la pared al punto 1% en el borde exterior. En flujos desarrollados de
ducto (canales y tubos), la distribución de longitud de mezcla está bien descrita por la fórmula
de Nikuradse (ver Schlichting, 1969):

lm y y
 0.14  0.08(1  )2  0.06(1  )4 (4.19c)
r0 r0 r0

Donde r0 es el radio del tubo o la mitad del ancho del canal (toda la profundidad en el caso de
canales abiertos). Cerca de la pared la relación (4.19c) es idéntica a la relación lineal (4.18) con
constante de von Kármán k1=0.4. Muy cerca de la pared, donde los efectos viscosos juegan un
rol, la relación lineal de longitud de mezcla debe ser modificada; esta se hace usualmente con
la siguiente función de amortiguamiento de van Driest:
  y ( 0 /  )0.5 
lm  k1 1  exp     , A=26 (4.19d)
  Av 

o con alguna otra modificación de esta ecuación  0 es el esfuerzo de corte en la pared.

4.5.2.1 Limitaciones del Modelo de Longitud de Mezcla

Una limitación del modelo de longitud de mezcla consiste en el hecho de que produce
resultados aceptables solamente en corrientes con una longitud característica. Un ejemplo
típico de este caso es el flujo con turbulencia plenamente desarrollada en un canal ancho, en
el cual la longitud característica es el tirante del canal. Si en este canal se introdujera una
solera, existirán longitudes horizontales importantes, haciendo con que el modelo de longitud
de mezcla ya no sea aplicable de forma razonablemente simple en la región próxima a la
solera. Con relación a la constante de von Kármán, se debe hacer otra observación. A pesar de
que ella es calificada como una constante “universal”, no existe unanimidad con relación a su
valor. Se sabe, por ejemplo, que la presencia de sedimentos en el agua puede disminuir
considerablemente su valor, conforme fue demostrado experimentalmente por Vanoni &
Nomicos (1960).

4.5.2.2 Efecto de Flotabilidad

Las fuerzas de cuerpo debido a la flotabilidad o curvatura de líneas de corriente pueden alterar
significativamente la distribución de longitud de mezcla. Este efecto puede ser considerado a
través de fórmulas empíricas procedentes de estudios de capas límites atmosféricas
estratificadas. Las siguientes expresiones fueron presentadas por RODI (1980, 1993):

lm,estr  lm (1  7 Ri ) , para Ri>0 (4.20a)

lm,estr  lm (1  14Ri )0.25 , para Ri<0 (4.20b)

4.5.3 TEORÍA DE SIMILITUD DE VON KÁRMÁN

Puesto que la longitud de mezcla es un elemento lineal, von Kármán, en 1934, supuso que ésta
2
sería una función de du , d u , etc. Basado en consideraciones dimensionales,
dy d2 y
formuló la siguiente expresión para lm :

du / dy
lm  k1 (4.22)
d 2 u / dy 2

con el cual, según (4.17) y (4.5b), los esfuerzos de Reynolds, para flujo unidimensional y
unidireccional, han de ser de la forma

(du / dy )3 du
 v ' u '   yx '    k
1
2
( ) (4.23)
(d 2 u / dy 2 ) 2 dy
4.5.4 FÓRMULA EMPÍRICA DE DEISSLER

Robert G. Deissler, en 1955, propuso la siguiente expresión empírica para ser utilizado en las
proximidades de superficies sólidas, donde la ecuación de von Kármán y la de Prandtl resultan
inadecuadas:

 n2 uy  du
 v ' u '   yx '    n uy 1  exp(
2
) ( ) (4.24)
 v  dy
En las expresiones (4.22), (4.23) y (4.24),

u velocidad promedio temporal en la dirección del flujo (en este caso el eje x);

Y distancia medida desde la superficie sólida (pared del tubo, por ejemplo);

K1 constante “universal” de von Kármán;

n constante, cuyo valor, determinado empíricamente por Deissler a partir de las


distribuciones de velocidad para el flujo en un tubo, es 0.124;

 viscosidad cinemática molecular del fluido.

4.5.4 MODELO DE CAPA DE FRICCIÓN LIBRE DE PRANDTL

En 1942, Prandtl propuso un modelo muy simple aplicable solamente a capas de fricción libre.
En este modelo él supuso viscosidad de remolino t constante sobre cualquier sección de la
capa, la escala de longitud L de la turbulencia proporcional al espesor de la capa  , y la escala
de velocidad V proporcional a la máxima diferencia de velocidad U max  U min a través de la
capa. Con (4.4) esto da la siguiente fórmula de viscosidad de remolino

vt  C U max  U min (4.24a)

donde C es una constante empírica. Como en el caso del modelo de longitud de mezcla, la
constante empírica depende del tipo de flujo; en la tabla 4.4 se dan los valores para diferentes
tipos de flujo. Los valores de  de esta tabla están definidas en la tabla 4.3 Por su simplicidad,
el modelo capa de fricción libre de Prandtl es muy preferido para la predicción de capas de
mezcla, choros y estelas. Trabaja bien (con el constante apropiado) cuando estos flujos están
en un estado desarrollado, pero las transiciones de un tipo de flujo libre a otro no son bien
predecidos debido a la no universalidad de las constantes empíricas.

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