Вы находитесь на странице: 1из 70

CAMPUS ORIZABA

ADMINISTRACION DE RIESGOS FIANCIEROS

MONOGRAFIA

QUE PARA OBTENER EL TITULO DE:

LICENCIADO EN ADMINISTRACION DE EMPRESAS

PRESENTA:

JASON JAFET GARCIA MENDEZ

2008
DEDICATORIA

El presente trabajo está dedicado a todas las personas que sinceramente


confían en mi y que me han dado su apoyo en todo momento sin importar lo absurdo
o imposible que pudiesen parecer mis sueños o las metas que me propongo,
incondicionalmente estuvieron ahí, para guiarme, para alentarme, o incluso para
detenerme en el momento que empezaba a desviarme del objetivo,

Es por eso que con estas páginas y el trabajo que representaron, es una
pequeña forma de darles las gracias y de recordarles que con la dedicación y
empeño puestos en el mismo de igual manera estaré apoyando a todos aquellos que
lo necesiten.
AGRADECIMIENTO

Quisiera hacer un agradecimiento a todos los maestros de esta noble


institución que tuvieron a bien guiarme durante estos cuatro años hacia una
formación educativo como personal, por que más que como maestros se mostraron
como amigos, la mayoría de las veces soportándonos, regañándonos, solapándonos
pero sobre todo siempre orientándonos y alentándonos a ser personas de bien, ser
no tan solo profesionistas si no profesionales en el mundo que estamos por
enfrentar, pero gracias a ellos lo haremos con las herramientas suficientes y con el
pleno conocimiento de que somos capaces de lograr nuestras metas.

Dedicatoria......................................................................................................................I
Agradecimiento..............................................................................................................II

Índice

Introducción...................................................................................................................1

CAPITULO I: HISTORIA DE LA ADMINISTRACIÓN DE RIESGOS

1.1 Introducción..................................................................................................2

1.2 Época Nómada.............................................................................................4

1.3 Época Sedentaria.........................................................................................5

1.4 Época Imperial.............................................................................................6

1.5 Época Revolucionaria................................................................................10


Referencias Bibliográficas................................................................................18

CAPITULO II: ADMINISTRACIÓN DE RIESGOS FINANCIEROS

2.1 Definición ...................................................................................................19


2.2 Tipos de Riesgos Financieros....................................................................20
2.3 Riesgo y Rendimiento ...............................................................................23
Referencias Bibliográficas................................................................................27

CAPITULO III: MERCADO DE DERIVADOS E INSTRUMENTOS


PARA EL TRATAMIENTO DEL RIESGO FINANCIERO

3.1 Mercado de Derivados...............................................................................28


3.1.1 Reseña Histórica.....................................................................................28
3.1.2 Descripción de Mercado..........................................................................29
3.1.3 Instrumentos............................................................................................30
3.2 Instrumentos de la administración de riesgos financieros.........................32
3.2.1 Forwards...........................................................................................32
3. 2. 1. 1 Características Formales de un forward..................................32
3.2.1.2 Personas o Instituciones encargas
de su expedición.....................................................................................34
3.2.2 Warrants.............................................................................................35
3.2.3 Futuros...............................................................................................36
3.2.4 Opciones............................................................................................39
3.2.4.1 Opciones sobre Futuros...............................................................41
3.2.5 Swaps.................................................................................................42
3.2.5.1 Swaps sobre tasas de interés.....................................................42
3.2.5.2 Swaps sobre tipo de cambio........................................................43
3.2.5.3. Swaps de materias primas
(“Commodity Swaps) ...............................................................................43
3.2.3.4. Swaps crediticios........................................................................44
3.3 Ventajas de administrar los riesgos...........................................................45
Referencias Bibliográficas................................................................................48

CAPITULO IV: EVOLUCIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN DE


RIESGOS FINANCIEROS EN MÉXICO
4.1 Antecedentes de la administración de riesgos en México.........................49
4.2 El crecimiento empresarial en México a través de
tomar riesgos..............................................................................................51
4.3 Administración de riesgos empresarial (ERM)...........................................57
4.4 Beneficios de la administración de riesgos en México...............................58
4.5 Marco de la administración de riesgos empresarial...................................60

Conclusiones ..............................................................................................................63

Bibliografía...................................................................................................................64
INTRODUCCION

La administración de riesgos en especial la de los riesgos financieros en la


actualidad es de gran importancia, en cualquier nivel que se presente ya sea a nivel
país o en las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, todos están o
deberían estar inmersos en todo lo referente a este tema. Es por eso que a
continuación presento información básica y necesaria en cuanto a la administración
de riesgos se refiere.

Hablando desde lo que fue los principios de la administración de riesgos y su


evolución y presencia a través de los tiempos y épocas que se han presentado,
también hablaremos de cuáles son los instrumentos que utiliza la administración de
riesgos financieros para evitar o disminuir los mismos, y cuáles son los métodos
para aminorar el riesgo y sacar mayor provecho de los movimientos que se realicen
en la institución u organización a la que se refiera. Culminando con el panorama
actual de nuestro país ante la postura de administrar los riesgos.

CAPITULO I: ANTECEDENTES Y GENERALIDADES DE LA ADMINISTRACIÓN DE


RIESGOS
1.1Introducción

El entendimiento de la administración de riesgos debe iniciar con una breve


dosis de historia, y la propia raíz etimológica del vocablo en castellano permite ya
tener un poco de luz al respecto. Deriva, de acuerdo al Diccionario de la Real
Academia Española, del italiano “risico o rischio”, y éste a su vez del árabe clásico
“risq”, que significa “lo que depara la providencia.” Si lo que acontezca resulta
indeseable, desventajoso o incluso perjudicial, pero escapa de nuestro control el
poder evitarlo, entonces debemos atribuirlo al destino o a la mala fortuna y hacer
acopio de la resignación. Sin embargo hemos aprendido dolorosamente a lo largo de
los siglos que la providencia precisamente se encarga sólo de proveernos, con todo
lo necesario tanto para nuestro bien como para nuestro mal, y que son las más de
las veces únicamente nuestras propias decisiones, individuales o colectivas, las que
originan nuestra buena o mala fortuna, es decir, que disponemos de todo lo
necesario para prever y anticipar antes de perder el control de las situaciones e
incluso en el peor de los casos podemos al menos establecer las reservas
necesarias para enfrentar cualquier catástrofe y evitar que su impacto, en caso de
que suceda, sea irreparable. Por ejemplo, podemos controlar el diseño de nuestra
casa si es que prevemos que en algún momento será necesario construir un piso
más, y evitar así que cuando lo hagamos nuestras propias decisiones ocasionen un
derrumbe; podemos además diseñar un refugio si vivimos en una zona sujeta a
riesgo de huracanes, o reforzar la estructura si existe riesgo de sismos. Lo que
definitivamente no podemos hacer es cerrar los ojos, porque entonces los únicos
causantes de nuestra desdicha somos sólo nosotros mismos. Tal pareciera que la
única vía segura de evitar el riesgo es no existir, porque al morir sucede el último
peor evento y, dado que nada necesitamos ya, no hay suceso futuro que pueda
afectarnos en forma alguna, pero aun así sólo logramos evitarlo individualmente,
porque nuestra forzosa e inevitable condición social genera como consecuencia que
nuestra desaparición herede en automático el resto de nuestros riesgos a las
personas que de una forma u otra, en el hogar o en la oficina, dependan de nuestras
decisiones.

El vocablo riesgo por lo tanto, que ha evolucionado en concepto más allá


de su raíz original, puede entenderse, y lo establece el mismo Diccionario citado,
como la contingencia o proximidad de un daño, es decir, tiene que ver con el futuro:
no es la misma labor estimar los probables daños que ocasionaría un sismo que
cuantificar los destrozos ocasionados por uno ya acontecido.

Por lo tanto, desde sus inicios, el riesgo se mide tomando como parámetro
el beneficio. La relación riesgo - beneficio es tan antigua como el deseo del hombre
por satisfacer mejor sus necesidades.

Antes de plantear los avances que hasta ahora se han logrado en materia
de administración de riesgos financieros, es necesario comprender, al menos con un
esbozo, la evolución de las necesidades financieras de la humanidad, las respuestas
que se han dado y los riesgos que se han generado. Incluso tendremos que revisar
después los principales eventos catastróficos que han revolucionado este fascinante
campo del razonamiento. Bernstein anota en su libro un párrafo que debe
transcribirse literal: “La idea revolucionaria que define la frontera entre los tiempos
modernos y el pasado es el dominio del riesgo: la noción de que el futuro es más
que un capricho de los dioses y de que los hombres y las mujeres no son pasivos
ante la naturaleza. Hasta que los seres humanos descubrieron un camino a través
de esta frontera, el futuro era un espejo del pasado o el tenebroso dominio de los
oráculos y agoreros que mantenían un monopolio sobre el conocimiento de eventos
anticipados.”1 En el mismo libro el autor resalta la importancia y necesidad de
divulgar la comprensión del riesgo, porque el grupo de pensadores que nos han
legado los avances que hoy aplicamos nos han permitido, con las herramientas de
medición y ponderación que diseñaron, transformar las actividades tomadoras de
riesgo en parte importante del conjunto de los principales catalizadores que
actualmente conducen las sociedades. Gracias a ellos, continua Bernstein, que se
atrevieron a desafiar a los dioses para adentrarse en la oscuridad en busca de una
luz que convirtiera el futuro en una oportunidad más que en un enemigo,
paulatinamente se ha logrado, sobre todo en los últimos años del siglo XX,
transformar las actitudes ante el proceso de administración de riesgos al elevar la
pasión humana por los juegos de azar a la calidad de herramienta fundamental para
el crecimiento humano, el mejoramiento de la calidad de vida y el progreso
tecnológico.

Así mismo la evolución de las estructuras sociales, de la tecnología, de los


sistemas económicos, de los mercados y sobre todo de las ideas, han conducido al
momento actual en la historia de la humanidad, del que tenemos la gran fortuna de
formar parte, en que por primera vez el ser humano distingue que el riesgo es más
elección que destino, que la historia del riesgo trata de “las acciones que tememos
adoptar, que dependen de qué tan libres seamos para hacer elecciones,... y esta
historia nos ayuda a definir lo que significa “ser” un ser humano.”2

1.2 Época Nómada

El paso de la especie humana se inició hace alrededor de 4,000,000 de


años, y durante un lapso enorme la población era escasa, las formas de satisfacer
las necesidades básicas eran rudimentarias y primitivas, y las principales actividades
eran la caza y la recolección. Este incipiente sistema, que ha definido a estos
primeros colectivos como nómadas, los forzaba a un movimiento constante y en
permanente zozobra, por lo que adoptaron como único medio para garantizar la
sobrevivencia la conformación de grupos que les permitía enfrentar mejores presas y
distribuir tanto los riesgos como la carga de trabajo.

Aun cuando no se han encontrado indicios de forma alguna de


especialización del trabajo, es lógico suponer que al menos se delegaban las tareas
que requerían menor fuerza física y riesgo para las mujeres o niños. Hay vestigios
que permiten suponer que al menos en el periodo paleolítico se había iniciado ya la
excavación de minas y algunas formas de intercambio de mercancías.

Otro rasgo que debe resaltarse de este periodo, que se prolongó hasta
hace aproximadamente 10,000 años, es un aparente proceso de selección natural
que permitía sobrevivir sólo a los humanos con mayor cerebro y mejor capacidad
para organizar grupos, informar de la existencia de peligros y diseñar estrategias de
ataque o defensa.

Actualmente, en regiones todavía aisladas, aun se encuentran pequeños


grupos con estilos de vida más o menos nómadas. “Esa capacidad de comprensión,
almacenaje, tratamiento y comunicación de información ha sido el legado que hemos
recibido de nuestros antepasados en forma de genes.

1.3 Época Sedentaria

Al inicio del periodo conocido como Neolítico, hace alrededor de 10,000


años, poco después del final de la última glaciación, marca el surgimiento de una
serie de alteraciones económicas fundamentales para la historia de la humanidad.
Algunos avances tecnológicos clave, como el descubrimiento del fuego y el
desarrollo de la agricultura y de la ganadería, además de actividades artesanales
como la alfarería y el pulimentado de la piedra, generaron como resultado
organizaciones sedentarias y, como consecuencia, una especialización más definida
y elaborada del trabajo, principalmente en el Oriente Medio: de Jericó, en Palestina,
a Mesopotamia y el Golfo Pérsico, para expandirse 20 siglos después al resto de
Asia hasta el Extremo Oriente, en China, a través de la India.

De forma paralela, con desarrollos semejantes en cuanto al nivel


tecnológico alcanzado, evolucionaban las sociedades mesoamericanas, lo que da
pie a la hipótesis mencionada previamente, de que la transmisión de información
juega un papel fundamental en el desarrollo económico y social de la humanidad,
desde sus inicios y hasta nuestra época.

Los artesanos analizaban, imitaban y mejoraban los objetos diseñados por


otros y educaban a sus hijos para lograr paulatinamente una mejor tecnología, por lo
que en el neolítico la transferencia de informaciones cobra velocidad y se intensifica.
El hecho de que las artesanías más elaboradas requirieran un proceso cada vez
más prolongado de aprendizaje plantea dos condiciones revolucionarias: que el
artesano se especialice y que intercambie su producto fijando un valor a su tiempo,
por lo que el intercambio esporádico de productos es ahora rutinario, así como la
necesidad de agruparse para organizar la defensa mutua de los territorios definitivos
donde se fija la residencia, y de forma natural surgen las primeras formas de
gobierno y los primeros administradores públicos, en forma de líderes religiosos o
militares, que sobreviven con aportaciones voluntarias o forzosas de artesanos y
campesinos, que a su vez sostienen trueques para solventar sus ahora más
diversificadas necesidades de productos. Desde entonces el hombre ha sido testigo
de una expansión en cadena de sus necesidades y, por lo tanto, de las formas de
satisfacerlas, y es en esta época que nos encontramos ante la primer forma de
comercio: el trueque.

Este momento en la historia del hombre es fundamental, porque aunque de


una forma muy primitiva, marcó el surgimiento del primer mercado y del primer
proceso, intuitivo, de formación de precios, y como puede deducirse claramente, el
trueque, el surgimiento de los mercados y los procesos de formación de precios,
fueron todos respuestas lógicas, naturales en la fase neolítica de la evolución del ser
humano a sus necesidades más básicas. En la actualidad todavía subsisten
comunidades agrícolas aisladas en regiones de difícil acceso en África, Asia y
Latinoamérica, basadas en el autoconsumo y en un estilo de vida muy similar al
neolítico, si bien esporádicamente sostienen contactos y accesan mercados de las
grandes ciudades.

1.4 Época imperial

Hace alrededor de 5,500, años en la región de Sumeria, surge el primero


de los grandes imperios. Después vendrían más, todos erigidos en las márgenes de
grandes ríos, como el Éufrates, el Tigris, el Ganges, el Nilo y el Yang Tsé. Los
imperios son básicamente grandes territorios enlazados en una red cuyos nodos son
ciudades sedes de la autoridad militar, religiosa y administrativa centralizada que
legisla, imparte justicia y ejecuta las leyes. Las innovaciones en los métodos de
transmisión de información desempeñan un papel fundamental: surge la escritura en
tablillas de arcilla, en tablas de piedra o en papiros, y los primeros textos son leyes,
contabilidades y crónicas. Surgen los primeros códigos legales, como el de
Hammurabi, hace 4,000 años. Por primera vez es patente la utilización de redes, en
este periodo principalmente fluviales:

1. A través del río fluyen mercancías, tropas, personas y sobre todo


información.

2. Sistema de canales de riego a partir del río para incrementar el área


cultivable, lo que permitía garantizar la provisión de alimentos, la manutención de
animales y por lo tanto la cohesión social.

Por primera vez también surge una necesidad fundamental del ser
humano: la de acumular bienes, riqueza, lo que contribuye de forma importante a la
especialización más elaborada del trabajo y al aumento de la población, factor
necesario para incrementar la productividad de las crecientes extensiones
cultivables.

El mantenimiento y defensa de los canales planteó la forzosa necesidad de


constituir ejércitos de decenas de miles de personas, tanto para obrar en los
canales, beneficiando a los agricultores a quienes desconocen y que trabajan río
abajo, como para ejercer la defensa o en caso necesario el ataque, utilizando armas
cada vez más sofisticadas.

Esta compleja coordinación y cohesión en torno al núcleo del imperio fue


posible sólo gracias a una concentración de poder sin precedentes, donde el líder
máximo es desconocido por la mayor parte de los pobladores del imperio, es decir,
de los súbditos, por lo que un enredado aparato de funcionarios intermediarios se
encarga de la ejecución de las decisiones, y se inicia el proceso de estratificación de
la sociedad. Durante este periodo, alrededor del año 2,500 a.C., inició el uso de
metales preciosos como medio de valor y cambio, para facilitar el intercambio de
mercancías entre varios agentes económicos, imposible de realizar con el simple
trueque. Los metales utilizados eran básicamente oro y plata, cuyas características
de maleabilidad y duración permitieron mantener fraccionado y a resguardo el valor
de los bienes objeto de intercambio.

Esta posibilidad de obtener cualquier bien a través de la producción de un


bien único generó automáticamente dos procesos previos que definen en sí el
intercambio, la venta y la compra: surgieron los mercados y los precios tal como los
conocemos ahora, junto con otra necesidad más que antes no era tan clara: la
necesidad de competir por la acumulación de metales preciosos, es decir, la
necesidad de enriquecimiento.

Los agentes económicos, por seguridad, mantenían sus tenencias de metal


almacenadas físicamente con un artesano denominado orfebre, y sólo cuando
requerían, esporádicamente, realizar intercambios, acudían por la cantidad
necesaria para acudir a los mercados a realizar sus compras.

Los mercados eran lugares centralizados donde concurrían todos los


productores a intercambiar sus productos por los que necesitaban, a través de
cantidades de metal determinadas por necesidades y expectativas: De forma
incipiente, intuitiva, por primera vez el ser humano se enfrentaba la necesidad de
fijar precios. Los orfebres eran artesanos especializados en el manejo de estos
metales que además poco a poco se especializaron en mantener registros de las
cantidades de metal que cada agente les había entregado para su resguardo, y que
descubrieron rápidamente dos lucrativas formas de negocio: la primera era
incorporar a los metales en custodia una aleación con un metal más barato para
incrementar el volumen total sin que fuera percibido a simple vista, y la segunda era
prestar cierta porción del metal, una cantidad que normalmente no fuera solicitada
por ninguno de los tenedores titulares, a algún agente dispuesto a incrementar su
consumo presente a cambio de comprometerse a regresar, en cierto periodo
preestablecido, una cantidad mayor de la que había recibido al inicio, es decir, a
cambio de sacrificar consumo futuro.

La proporción de metal extra que se debía entregar al final del periodo de


préstamo sobre la cantidad recibida en un inicio es denominada desde entonces
como tasa de interés, y los orfebres fueron la primera forma de intermediarios
financieros, por lo que estamos asistiendo al surgimiento de los sistemas financieros
que actualmente conocemos, con mercados, precios, productos financieros e
intermediarios. Poco tiempo después, tanto para evitar el abuso en las aleaciones de
metales como para beneficiarse financieramente, los imperios intervinieron para
establecer una separación fundamental en las funciones financieras, distinguiendo
entre la emisión de “dinero” y la “captación y colocación” de recursos financieros,
constituyéndose por ley en los únicos emisores, es decir, creando la institución de la
banca central cuya función principal era la emisión de dinero.

Esta institución persiste hasta nuestros días, en dos versiones distintas: la


europea o centralizada, al estilo del Banco de México, donde es una atribución del
gobierno federal, y la americana o federativa, donde la Reserva Federal, a través de
sus oficinas en cada estado del país, emite dinero. Para garantizar que cada fracción
de metal utilizada como dinero realmente contenía el metal obligado, y que por lo
tanto valía su peso en oro, los emisores centralizados le imponían a dicha fracción
de metal el sello real, es decir, crearon las monedas, alrededor del año 600 a.C., y
se dio un fenómeno curioso: si el imperio enfrentaba problemas económicos, o
perdía guerras, aun cuando las monedas fueran de oro auténtico no eran aceptadas,
mientras que un imperio en expansión podía darse el lujo de utilizar monedas de
metales baratos, que eran bien aceptadas porque el valor realmente estaba
sustentado en las arcas del rey.

Desde entonces hasta ahora el sustento y aceptación del dinero radica en


factores más complejos que el simple contenido de metal precioso, porque incluso el
precio de este metal en el mercado depende también de múltiples variables. Según
los indicios actuales, alrededor del año 1,273 d.C., en China, los emisores de
monedas permitieron por primera vez que se utilizara como medio de cambio, como
dinero, el recibo de depósito, escrito en papel, que garantizaba la existencia de
reservas de metal valioso, con lo que surgieron los billetes, y la explosiva posibilidad
de emitir una cantidad de dinero mayor a la que pudiese absorber el nivel real de la
actividad económica. Los imperios, que por supuesto constituían en sí mismos
agentes económicos, con necesidades de financiamiento para sus guerras y
expansiones, poco a poco acudieron a los orfebres, ahora prácticamente
constituidos en bancos, para obtener préstamos o invertir sus excedentes.

La época feudal, trascendental en el devenir histórico de la humanidad y


enmarcada en la Edad Media Europea, se ubicó en la última fase de la época de los
imperios. Cíclicamente surgía un imperio, florecía, subyugaba en expansión
permanente cualquier núcleo de población que su tecnología y recursos le
permitieran y, paulatinamente, iniciaba su decadencia hasta que era superado y
subyugado por otro imperio en proceso de desarrollo. Estos ciclos podrían
prolongarse, al menos, hasta el siglo VII con el Islam en Medio Oriente y XIV en
Europa, ambos en torno a la red del Mediterráneo y los últimos logrando después, al
inicio del Renacimiento y gracias al desarrollo tecnológico que permitió navegar mar
adentro, en los océanos.

La expulsión definitiva de los musulmanes del territorio de la actual España,


la unificación de Navarra y Castilla para constituir la nación, el descubrimiento de
América, y sobre todo nuevamente la evolución de los mecanismos de transmisión
de información, en este caso la invención de la imprenta y la regeneración de las
ideas de los filósofos griegos y latinos, permitieron que las comunidades
occidentales observaran un periodo de revolución tecnológica, espiritual, cultural y
económica conocido como Renacimiento, donde los imperios europeos tardíos
vivieron su último periodo de auge y se consolidaron instituciones como la banca,
surgiendo formas de crédito y financiamiento más complejas, así como nuevos
instrumentos financieros, por ejemplo los bonos emitidos por gobiernos, por los
propios bancos o por las nacientes empresas privadas.

Además durante algunos periodos particularmente especulativos se


intensificó el uso de instrumentos de cobertura, algunos de los cuales en formas
incipientes fueron ya utilizados desde la época de los imperios tempranos (Egipto,
China). Estos instrumentos, conocidos ahora como derivados, se diseñaron con el
fin de cubrir a los agentes económicos de las fluctuaciones que los precios de los
bienes, o incluso de los propios activos financieros, pudiesen observar en el futuro.
En el siglo XVII el mal uso de uno de estos productos, opciones sobre tulipanes,
originó tal descalabro financiero en Holanda que se prohibió su uso. Sin embargo,
como veremos más adelante, el siglo XX le deparaba a la humanidad tales
turbulencias que los derivados regresarían para quedarse.

1.5 Época Revolucionaria

El siglo XVIII observó dos eventos también trascendentales en la historia


de la humanidad: la Revolución Francesa y la Revolución Industrial. Aunque suelen
analizarse por separado, son realmente dos fenómenos engarzados en el mismo
proceso evolutivo: el resquebrajamiento definitivo de la era de los imperios y el
surgimiento del poder económico y financiero de los comerciantes y banqueros que
realmente administraban la riqueza de las naciones, lo que provocó el surgimiento
de las ideas y doctrinas necesarias para derrumbar el edificio ideológico que había
sostenido el sistema feudal en Europa y la acumulación suficiente de capital
humano, monetario y tecnológico para realizar la transición del procesado artesanal
al fabril, iniciando la era de la industria y la producción en serie, el uso de las
máquinas.

El paso de algunos siglos se requirió para que la invención de la imprenta,


es decir, de un medio de transmisión de información rápido, masivo y a bajo costo,
permitiera que los ciudadanos comunes, sobre todo los burgueses, aprendieran a
leer, lo que significó un fenómeno sin precedentes y el surgimiento de una clase
social con el poder económico, la infraestructura y, ahora también, la cultura que se
requerían como factores fundamentales para detonar la aplicación de conocimientos
al desarrollo de nuevas técnicas y métodos de producción, que transformaron
incluso la fisonomía de las ciudades, desplazaron el eje económico del campo a la
ciudad y transformaron a la agricultura en simple actividad proveedora de materias
primas.

De forma natural, una vez desplegado el movimiento de la Revolución


Industrial, se inició la utilización ampliada de una alternativa simple de
financiamiento para empresas en expansión, que consistía en vender parte de la
empresa para obtener los recursos necesarios, y una vez obtenidas las utilidades
correspondientes, distribuirlas proporcionalmente, en forma de dividendos, entre los
tenedores de los instrumentos que amparaban la posesión de una porción dada de
la empresa: Las acciones. Esta fuente de financiamiento permite al empresario, o
emisor de la acción, vincular el costo de financiamiento a la evolución de la empresa,
dado que el accionista, o tenedor de la acción, comparte con la empresa el riesgo
negocio: su ingreso es variable, depende del nivel de utilidades reportadas por la
empresa emisora, y por lo tanto si ésta pierde, los accionistas también, y el emisor
no estará obligado a pagar una tasa de interés independiente de la situación
financiera de la propia empresa.

Dado que el inversionista verá crecer sus ingresos en la misma proporción


en que se incrementen las utilidades de la empresa, entonces estará dispuesto a
pagar un precio más alto por la acción que su simple valor en libros, tan alto como
sea necesario de acuerdo al nivel de oferta y demanda en el mercado de acciones,
pero sin exceder sus expectativas de dividendos futuros. Así surgieron los mercados
secundarios de acciones, que pronto fueron cotizados en lugares centralizados,
bolsas de valores, instituciones que garantizaban que las empresas emisoras
realmente existieran, que cumplieran con algunas características mínimas que
sustentaran expectativas de dividendos futuros satisfactorios, y que finalmente
definían las reglas del juego en el mercado secundario, centralizaban la formación
de precios y garantizaban el carácter de la información que fluía, así como la
solvencia de los agentes del mercado y de los intermediarios, especialistas en la
compra/venta de acciones, que más tarde evolucionaron a las actuales casas de
bolsa. A finales de este siglo, e inicios del XIX, el derrumbe de los imperios se
consolida con el advenimiento de la oleada de guerras de independencia de las
colonias americanas, asiáticas y africanas, en su afán de dirigir su propio destino,
ajenos a las metrópolis europeas que a su vez estaban sumergidas en luchas
intestinas por la redefinición de nuevos esquemas de gobierno, nuevas leyes y un
nuevo orden económico. Se configura una nueva división geográfica y surgen
numerosas naciones independientes, se aceleran los desarrollos tecnológicos,
prácticamente se concluye con la exploración del planeta, se inventa la máquina de
vapor que consolida y acelera las redes fluviales y permite la creación del ferrocarril,
creando otra red fundamental de transporte e información: las vías ferroviarias,
además del correo y el telégrafo. Sin embargo estos cambios vertiginosos también
estaban generando unos desequilibrios enormes en el intercambio económico y en
la distribución de la riqueza entre las naciones. El intercambio de la moneda de un
país por la moneda de otro dio sus primeras alertas financieras como un posible foco
de conflicto, se estaba germinando la semilla de los sangrientos conflictos que
caracterizarían el siglo XX.
Los inicios del siglo vieron nacer el automóvil, el avión, el teléfono, el
cinematógrafo, la radio, y los intermediarios financieros bursátiles, personas o
empresas especializadas en la operación de cualquier activo susceptible de
operarse en una bolsa; pero la conjunción de estos avances tecnológicos con los
últimos intentos de los imperios europeos por mantenerse generaron mayor
capacidad de desplazamiento de tropas, de envío de información y de imposición de
sistemas económicos a naciones más débiles. Las colonias recién independizadas
se debatían en el intento de evolucionar del heredado sistema feudal de producción,
incluso el imperio Ruso sufría un colapso de este tipo, por lo que no es casual que
las dos más grandes revoluciones sociales del siglo fueran prácticamente paralelas:
la mexicana y la rusa.

Mientras tanto los enfrentamientos entre los imperios derivaron de forma


inevitable en un conflicto bélico, el primero que involucró simultáneamente a países
de los tres continentes más importantes, el primero que abierta y masivamente
involucró a la población civil de la zona de conflicto, el primero en que se utilizaron
aviones, submarinos, automóviles especialmente diseñados, gases tóxicos,
ametralladoras, la primera guerra mundial, que como resultado devastó la Europa
continental haciendo necesario un esfuerzo de reconstrucción sin precedentes, en el
que participaron varias naciones asociadas, con los Estados Unidos como el
principal proveedor tanto de financiamiento como de infraestructura, materias primas
y productos elaborados.

El auge económico de los Estados Unidos, logrado tanto por la venta de


armas durante el conflicto como por la venta de todo tipo de bienes durante la
reconstrucción, tuvo una duración muy breve, debido básicamente a un problema de
acumulación de inventarios, desempleo y deflación. Una vez finalizada la Primera
Guerra Mundial, la enorme preponderancia de la Gran Bretaña en el comercio
mundial, que implicaba una cierta dependencia de la mayor parte de las divisas a la
libra esterlina, generó un sistema monetario donde los tipos de cambio dependían
básicamente del precio en oro de la libra, es decir, de las reservas en oro que
mantuviese la Gran Bretaña. Las crisis detonadas por el desempleo y la deflación,
iniciadas con el crack bursátil de 1929, que fue el primer síntoma de la Gran
Depresión de los Treinta, culminaron con el conflicto de la segunda guerra mundial,
que inició con la invasión de Polonia en 1939 y culminó con la explosión de bombas
atómicas en Japón en 1945.
El recuerdo de los problemas de posguerra observados después de la
primera guerra mundial forzaron a las entonces eventuales potencias victoriosas a
pactar un esquema monetario donde se fijaba un precio fijo en oro de la nueva divisa
fuerte, el dólar estadounidense, para establecer así un tipo de cambio fijo de cada
divisa respecto al dólar.

Este acuerdo se tomó en Bretton Woods, New Hampshire, Estados Unidos,


en 1944, en el seno de una reunión del United Nations Monetary and Financial
Conference, y en la que se formularon los Artículos del Acuerdo del Fondo, que tras
ser ratificados en diciembre de 1945 dieron pie en la misma fecha a la creación del
Fondo Monetario Internacional, FMI. En esta importante reunión de Bretton Woods
se acordó además un régimen cambiario denominado cambio - oro, que ha sido
comúnmente identificado con el nombre del lugar donde se tomó el acuerdo, y cuyos
puntos fundamentales son:

• Política de tipos de cambio fijos.

• Eliminación de las restricciones para el intercambio de divisas.

• Convertibilidad de divisas.

• Desarrollo de un sistema multilateral de pagos internacionales.

Los tipos de cambio estaban fundamentados en un sistema de valor a la


par que requería que los países miembros contuvieran las fluctuaciones de su
moneda con respecto al dólar en un margen de más/menos 1 por ciento del valor par
expresado en dólares estadounidenses, los cuales a su vez eran directamente
convertibles en oro. Al finalizar la década de los sesenta surgió una repentina alza
del precio del oro, derivado de la escasez del metal, que obligó a la explotación de
las minas donde el proceso de extracción era tan tortuoso, y por lo tanto caro, que
significó un incremento muy significativo en los costos de producción, superando el
precio fijo en dólares establecido en Bretton Woods. En 1971 los Estados Unidos
suspendieron la convertibilidad del dólar en oro, lo que condujo a los gobernadores
de los bancos centrales del Grupo de los Diez (Bélgica, Canadá, Francia, Alemania
Occidental, Italia, Japón, Holanda, Suecia, Inglaterra y Estados Unidos, incluyendo a
Suiza como miembro asociado) a reunirse en el Instituto Smithsoniano en
Washington, D.C., donde tomaron el Acuerdo Smithsoniano que resultó en una
devaluación del 10% del dólar y en una realineación de los tipos de cambio,
incluyendo márgenes más amplios de variación alrededor del valor a la par.

Este sistema de valor a la par ajustado fue prácticamente abandonado


cuando, después de otra devaluación del dólar en 1973, los países miembros de la
Comunidad Europea introdujeron un sistema conjunto de flotación de sus divisas con
respecto al dólar. En 1972, después del colapso inicial del sistema de Bretton
Woods, el FMI estableció un Comité sobre la Reforma del Sistema Monetario
Internacional y Asuntos Relacionados, el cual emitió una serie de recomendaciones
eventualmente adoptadas en 1976 por el acuerdo de Jamaica. Por lo tanto, desde
que el acuerdo de Bretton Woods se colapsó se dio inicio a la utilización de
esquemas de flotación libre del tipo de cambio, que paulatinamente, desde entonces
y hasta ahora, ha sido adoptado por la mayor parte de las economías que funcionan
en un esquema de mercado. Esta flotación libre, sin embargo, prácticamente no ha
existido en la práctica, dado que los gobiernos normalmente intervienen en el
mercado cambiario, con el fin de inducir racionalidad en los mercados o simplemente
para utilizarlo como una herramienta más de política económica, por lo que el
esquema que realmente ha prevalecido es el conocido como de flotación sucia.

El derrumbe del acuerdo de Bretton Woods fue el Big Bang de las finanzas
actuales, y por lo tanto de la ingeniería financiera y de la administración de riesgos,
porque la volatilidad súbita que desde entonces caracteriza al mercado cambiario se
contagió de forma lógica e inmediata al resto de los activos financieros, creando una
nueva necesidad fundamental en el entendimiento de las finanzas actuales: La
cobertura, es decir, el diseño de estructuras que protejan a los agentes económicos
de los riesgos derivados de la fluctuación de los precios de los activos financieros, y
por lo tanto de sus rendimientos, pues evidentemente un movimiento adverso del
mercado puede encarecer costos, castigar la ganancia proyectada, abortar los
proyectos de inversión, o incluso condenar a una empresa a la pesadilla del
incumplimiento de sus compromisos, la antesala de la adquisición hostil, o de la
liquidación.

La respuesta evidente fue expandir el uso de productos que ya existían


siglos atrás, especialmente diseñados para proporcionar alternativas de cobertura,
pero que no habían sido aplicados en forma extensiva porque las condiciones de los
mercados financieros no habían sido nunca en la historia de la humanidad tan
ideales como lo fueron a partir de la caída de Bretton Woods, por lo que se inició el
uso de coberturas lineales (forwards y futuros), swaps y opciones, instrumentos que
para funcionar requieren mercados especulativos líquidos, es decir, entidades
dedicadas exclusivamente a exponerse a diversos tipos de riesgos financieros.

En este periodo los intermediarios bursátiles en todo el mundo cobraron un


auge sin precedentes, y los agentes económicos aprendieron dolorosamente que
administrar un negocio, especializarse en el riesgo negocio, no resultaba garantía
suficiente de éxito, porque un factor financiero aparentemente ajeno a su control
podía ocasionar una catástrofe, por lo que cada vez se acercaban más a los
intermediarios financieros en busca no de alternativas de financiamiento o inversión,
sino de cobertura. Los intermediarios bursátiles, y poco después los bancos, han ido
entendiendo desde entonces claramente que su negocio no consiste simplemente
en captar y colocar recursos, sino, y sobre todo, en absorber los riesgos financieros
no deseados por las empresas no financieras, por los gobiernos y por los
consumidores, dado que, como especialistas en el negocio, deben ser los
precisamente especialistas en administrar y controlar los riesgos financieros. En los
últimos años del siglo XX los bancos en todo el mundo iniciaron un proceso
paulatino de absorción de los intermediarios bursátiles, constituyendo entidades
financieras que ofrecen servicios integrales a los agentes económicos. Estos
intermediarios se han denominado Banca Universal, en nuestro país Grupos
Financieros. Ahora podemos apreciar el evidente paralelismo entre la historia de los
instrumentos financieros y la evolución de las estructuras políticas y sociales del ser
humano.

El surgimiento de nuevas necesidades, como la cobertura, significó el


nacimiento de instrumentos, naturales o sintéticos, especialmente diseñados para
cumplir con estos fines, como los productos derivados, que si bien han acompañado
al hombre prácticamente desde que inició la vida sedentaria, detonaron crisis
financieras en los siglos XVII y XVIII, y ya habían penetrado los mercados bursátiles
durante el siglo XIX, sólo hasta la caída de Breton Woods empezaron a ser tan
ampliamente utilizados que ahora dominan el escenario financiero. Estos
instrumentos, que por supuesto son también susceptibles de utilizarse para la
especulación, traen aparejados entonces otras formas de los mismos riesgos, o
incluso riesgos nuevos. Además, dado que la evolución de necesidades tampoco se
detiene, en los años recientes se han diseñado productos derivados específicos para
la cobertura de riesgo crédito (credit default swaps, credit spread options, etc.);
riesgo climático y de productos energéticos (petróleo crudo, gas natural, electricidad,
entre otros, donde no sólo se cubre el riesgo precio, sino también el riesgo del
volumen), incluso se ha aplicado la lógica de las opciones para la valuación de
proyectos de inversión. La paulatina eliminación de las fronteras, tanto en el ámbito
comercial como en el político, ha generado ya la desaparición de algunas divisas, es
decir, ha conducido a la adopción de divisas únicas para grupos sociales o
comunidades cada vez mayores, como sucedió con la Comunidad Económica
Europea, a través del Euro. Por lo tanto la complejidad del escenario financiero
mundial, la enorme gama de necesidades particulares que puede enfrentar en un
momento dado cada agente económico, el vertiginoso ritmo del avance tecnológico,
sobre todo en el campo de la información y en las finanzas, han planteado un
escenario tan complejo que se requirió de una nueva disciplina especialmente
orientada a la solución de los problemas financieros de los agentes económicos: la
ingeniería financiera, y otra disciplina para controlar los temibles efectos secundarios
que puede acarrear el uso de estos instrumentos y de portafolios especulativos o de
inversión: La administración y control de riesgos. Esta vertiginosa evolución que ha
dado lugar a un gran número de activos financieros no implica que hayan
desaparecido del todo incluso los más primitivos, como el trueque.

Como hemos visto, pues, el último cuarto del siglo XX estuvo marcado por
una amplia gama de factores interrelacionados que determinaron una revolución sin
precedentes en el campo de las finanzas: La evolución y especialización de la
intermediación financiera, el surgimiento vertiginoso de nuevos activos financieros
cada vez más complejos, el avance en la tecnología de la información, la apertura
comercial a escala global y el afianzamiento de los esquemas económicos de
mercado, que ha provocado niveles de competencia sin precedentes, y que
actualmente toma la forma de la conformación de grandes bloques comerciales y de
enormes consorcios empresariales. Estos factores han generado, dentro de muchas
más, algunas consecuencias que transformaron de manera fundamental la definición
propia de cada entidad económica y, por lo tanto, crearon una nueva serie de
necesidades. A grandes rasgos, el factor fundamental es el cambio. De hecho,
aplica perfectamente lo que algunos físicos encuentran apropiado para el universo:
la única constante es el cambio.
Como se verá más adelante, en el campo de las finanzas el cambio en las
últimas décadas es tan veloz y, aparentemente, tan aleatorio, que parece una tarea
imposible el tratar de aprehenderlo, y mucho más difícil por lo tanto será adaptarse a
él. Particularmente afectan a los flujos financieros los movimientos del factor más
importante para las empresas, el precio de los activos físicos y de los activos
financieros. La variación abrupta de los rendimientos genera riesgo de mercado, es
decir, expone a las entidades económicas a la posibilidad de enfrentar pérdidas
considerables, sólo a causa de los desplazamientos de los precios, creando la
necesidad de estructurar estrategias de cobertura, de reducción de costos de
financiamiento, de fondeo, etc., pero además se han observado derrumbes de
instituciones financieras transnacionales originados por errores humanos, por
incapacidad de pago, por una incorrecta estimación de la capacidad de liquidez y
desconocimiento de las características y comportamiento de los flujos financieros
que nutren a la institución. La especialización de la intermediación financiera y el
surgimiento de activos específicos, y sus mercados, constituyen la adaptación
natural de los sistemas financieros para contar con la capacidad de diseñar
estrategias a la medida de las necesidades de cada agente económico, lo que ha
dado lugar al nacimiento de algunas de las disciplinas más apasionantes de las
finanzas: la ingeniería financiera y la administración de riesgos.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1) BERNSTEIN; Peter L. “Against the Gods: The Remarkable Story of Risk”, pág. 1.

2) Ídem, pág. 8.
CAPITULO II: ADMINISTRACIÓN DE RIESGOS FINANCIEROS

2.1 Definición

Es intuitivamente obvio que existen algunas situaciones en donde el riesgo


es mayor que en otras situaciones, es muy comúnmente aceptado que el significado
de “grado de riesgo” es relativo a la probabilidad de ocurrencia del mismo, se
considera que aquellos eventos con una alta probabilidad de pérdida tienen más
riesgo que aquellos con una probabilidad menor. Si consideramos al riesgo en
términos de individualidad, el riesgo entonces se mide en términos de la probabilidad
de una desviación de lo que es esperado, por ejemplo las tablas actuariales dicen
que la probabilidad de muerte a edad 52 es aproximadamente 1%, y que la
probabilidad a edad 79 es del 10%, usando la probabilidad de una desviación
adversa de algo esperado, se observa que la probabilidad de muerte a edad 79 es
mayor que la probabilidad de muerte a edad 52.

Es conveniente usar los términos mayor riesgo y menor riesgo para indicar
una medida de la posible pérdida, es usual afirmar que existe un mayor riesgo
involucrado cuando, por ejemplo hay una pérdida de $100,000 que de $1, aunque de
hecho la probabilidad de pérdida es la misma en ambos casos. Esto hace creer que
para medir el riesgo se debe de considerar la magnitud de la pérdida potencial, pero
si ahora consideramos que tenemos dos situaciones donde el monto, es por
ejemplo, $1000, entonces la pérdida con más riesgo es la situación con probabilidad
de pérdida más grande.

La administración de riesgos financieros es una rama especializada de las


finanzas corporativas, que se dedica al manejo o cobertura de los riesgos financieros

“La incertidumbre existe siempre que no se sabe con seguridad lo que


ocurrirá en el futuro. El riesgo es la incertidumbre que “importa” porque incide en el
bienestar de la gente..... Toda situación riesgosa es incierta, pero puede haber
incertidumbre sin riesgo”.1

Por esta razón, un administrador de riesgos financieros se encarga del


asesoramiento y manejo de la exposición ante el riesgo de corporativos o empresas
a través del uso de instrumentos financieros derivados.

Para brindar un panorama más particular sobre la administración de


riesgos, se puede apreciar la diferencia entre objetivos y funciones de la
administración de riesgos financieros.

Objetivos

• Identificar los diferentes tipos de riesgo que pueden afectar la operación y/o
resultados esperados de una entidad o inversión.
• Medir y controlar el riesgo “no-sistemático”, mediante la instrumentación de
técnicas y herramientas, políticas e implementación de procesos.

Funciones

 Determinación del capital para cubrir un riesgo.

 Determinar el nivel de tolerancia o aversión al riesgo.

 Monitoreo y control de riesgos.

 Garantizar rendimientos sobre capital a los accionistas.

 Identificar alternativas para reasignar el capital y mejorar rendimientos.

2.2 Tipos de Riesgos Financieros

En la actualidad los riesgos financieros están complejamente mas


diversificados, todo esto debido a la creciente globalización, la cual es inherente a
cualquier tipo de empresa y actividad, sin ser la excepción la administración de los
riesgos financiero y mucho menos la administración de los mismos en si.

Es por eso que a continuación se presenta una pequeña clasificación de los


riesgos financieros que hoy en día están presentes en el quehacer diario de
cualquier administrador de riesgos financieros.

a) Riesgo de crédito

Son quizá, los más importantes porque afectan el activo principal: la cuenta
colocaciones. Una política liberal de aprobación de créditos generada por
contar con excesivos niveles de liquidez, y altos cosos de captación, o por un
relajamiento de la exigencia de evaluación de los clientes sujetos de crédito,
ocasiona una alta morosidad, por ello debemos tener cuidado con el dicho “en
buenos tiempos se hacen los malos créditos”.

b) Riesgos de mercado

Se da debido a las variaciones imprevistas de los precios de los instrumentos


de negociación. Cada día se cierran muchas empresas y otras tienen éxito.
Es la capacidad empresarial y de gestión la que permitirá ver el futuro y elegir
productos de éxito para mantener la lealtad de los clientes, preservar la
imagen y la confianza.

c) Riesgo de tasas de interés

Es producido por la falta de correspondencia en el monto y el vencimiento de


activos, pasivos y rubros fuera del balance. Generalmente cuando se obtiene
créditos a tasas variables. En ciertos mercados la demanda de dinero puede
afectar las tasas de interés pudiendo llegar por efecto de cambios en la
economía internacional a niveles como los de la crisis de la deuda.

d) Riesgo de liquidez o fondeo

Se produce a consecuencia de continuas pérdidas de cartera, que deteriora el


capital de trabajo. Un crecimiento desmesurado de las obligaciones también
puede conducir al riesgo de pérdida de liquidez.

e) Riesgo de cambio

Originado en las fluctuaciones del valor de las monedas. Las economías de


los países en vías de desarrollo como el nuestro no están libres de que crezca
la brecha comercial o de balanza de pagos. La consecuencia normal es la
devaluación del tipo de cambio, que afectará elevando el valor de los créditos
otorgados en dólares, pudiendo resultar impagables por los deudores si su
actividad económica genera ingresos en moneda nacional. Para protegerse
de este riesgo, es necesario seleccionar la cartera de prestatarios colocando
créditos en moneda extranjera solo a quienes operan en esta moneda, y
asumir una regla de encalze entre lo captado y lo colocado(a un monto
captado igual monto colocado en moneda extranjera)

f) Riesgo de insuficiencia patrimonial

El riesgo de insuficiencia patrimonial, se define como el que las Instituciones


no tengan el tamaño de capital adecuado para el nivel de sus operaciones
corregidas por su riesgo crediticio.
g) Riesgo de endeudamiento y estructura de pasivo

Se define como el no contar con las fuentes de recursos adecuados para el


tipo de activos que los objetivos corporativos señalen. Esto incluye, el no
poder mantener niveles de liquidez adecuados y recursos al menor costo
posible.

h) Riesgo de gestión operativa

Se entiende por riesgos de operación a la posibilidad de ocurrencia de


pérdidas financieras por deficiencias o fallas en los procesos internos, en la
tecnología de información, en las personas o por ocurrencias de eventos
externos adversos.

Es el riesgo de que los otros gastos necesarios para la gestión operativa de la


Institución, tales como gastos de personal y generales, no puedan ser
cubiertos adecuadamente por el margen financiero resultante. Un buen
manejo del riesgo operativo, indica que vienen desempeñándose de manera
eficiente.

i) Riesgo legal

Se puede producir a consecuencia de los cambios legales o de las normas de


un país, que puede poner en desventaja a una institución frente a otras.
Cambios abruptos de legislación puede ocasionar la confusión, pérdida de la
confianza y un posible pánico.

j) Riesgo soberano

Se refiere a la posibilidad de incumplimiento de las obligaciones de parte del


estado.

k) Riesgo sistémico

Se refiere al conjunto del sistema financiero del país frente a choques internos
o externos, como ejemplo el impacto de la crisis asiática, que ocasionan la
volatilidad de los mercados y fragilidad del sistema financiero.
2.3 Riesgo y Rendimiento

La parte difícil de la toma de decisiones bajo incertidumbre es decidir la


cantidad de rendimiento adicional que debería requerirse para aceptar un riesgo
mesurable. Como es de suponerse está claro que cualquier persona que este
encargada de la toma de decisiones tiene cierta aversión al riesgo y prefieren un
rendimiento medio más alto y una varianza de rendimientos más baja. Es por eso
que en teoría podemos decir que existen tres posibles actitudes hacia el riesgo:
deseo por el riesgo, aversión hacia el riesgo y por último la indiferencia hacia este.

El buscador de riesgos ante la elección entre una inversión de mayor o menor


riesgo pero con el mismo rendimiento esperada, elegirá la inversión más riesgosa;
así mismo enfrentándose a la misma elección, quien evade el riesgo elegirá la
inversión con menos riesgo. La persona que es indiferente al riesgo no se preocupa
por el riesgo de la inversión. Está claro que siempre existirán estas posiciones en
cuanto al riesgo se refiere, pero la lógica y la observación indican que
indudablemente los administradores y primordialmente los accionistas son enemigos
acérrimos de los riesgos.

Es por eso que basándose en la teoría de la utilidad se encuentra la noción de


la utilidad marginal declinante del patrimonio. Un ejemplo claro está en que si nos
encontráramos en la situación de no tener bien alguno y recibiéramos una herencia
de 20 mil pesos, podríamos satisfacer nuestras necesidades mas básicas e
inmediatas, si posterior a este hecho recibiéramos el mismo monto, podríamos
utilizarlos, pero no serian tan necesarios como lo fueron los primeros que recibimos.
De tal modo, la “utilidad” del segundo monto, ósea de los 20 mil pesos marginales,
es inferior a la de los primeros, y así será sucesivamente para los demás
incrementos de la riqueza. Por lo tanto, se puede decir que la utilidad marginal del
patrimonio está disminuyendo.

Lo que anteriormente se ha comentado es en relación al riesgo y al


rendimiento individual, referente a un solo valor, pero lo más común en las empresas
es manejar el rendimiento de portafolio, que no es otra cosa más que el promedio
ponderado de los rendimientos esperados de los valores con los que cuenta dicho
portafolio. Dichas ponderaciones son iguales a la proporción de fondos totales
invertidos en cada valor (la suma de las ponderaciones deben dar como resultado el
100%).

Y mientras que el rendimiento esperado de portafolio es un franco promedio


ponderado de los rendimientos sobre los valores individuales, la desviación estándar
del portafolio no es el promedio ponderado de las desviaciones estándar del valor
individual. Tomar un promedio ponderado de las desviaciones estándar del valor
individual seria ignorar la relación, o correlación, entre los rendimientos de los
valores. Sin embargo, esta correlación entre los rendimientos de los valores
complica el cálculo de la desviación estándar del portafolio forzándonos a calcular la
covarianza entre los rendimientos para cada combinación de pares de valores en el
portafolio. Pero dentro de todo este nubarrón de complicaciones matemáticas nos
podemos encontrar con un forro de plata; la correlación entre los valores proporciona
la posibilidad de eliminar algún riesgo sin reducir el rendimiento potencial.

Esta claro que el estudio del rendimiento y el riesgo como un portafolio nos
lleva indudablemente a estudiar a su vez la Diversificación, ésta tiene tal sentido
común que muchas veces la aplicamos en nuestras expresiones diarias (“no pongas
los huevos en una sola canasta”). La idea es extender el riesgo a través de un
número de activos o inversiones. Aunque nos lleva en la dirección correcta, éste es
un enfoque bastante ingenuo de la diversificación. Parecería implicar que invertir
$10,000 constantemente a través de 10 valores diferentes lo hace tener mayor
diversificación que la misma cantidad de dinero invertida constantemente a través de
5 valores. El punto de todo esto es que si diversificamos de una manera ingenua no
tendremos en cuenta la correlación o covarianza que los valores tienen entre sí. Es
así que el portafolio que contiene 10 valores puede representar acciones de una sola
industria y tener rendimientos que estén altamente correlacionados. El portafolio de
5 valores podría estar constituido de acciones de diferentes industrias cuyos
rendimientos pueden mostrar una correlación baja, y por consiguiente, una
variabilidad en el rendimiento del portafolio baja.

En estudios de investigación se observa que pasa con el riesgo del portafolio


cuando acciones seleccionadas de forma aleatoria se combinan para formar
portafolios con iguales ponderaciones. Cuando empezamos con una acción única, el
riesgo del portafolio es la desviación estándar de esa única acción. A medida que el
numero de acciones seleccionadas aleatoriamente del portafolio incrementa, el
riesgo total del portafolio se reduce. Sin embargo, tal reducción es a una tasa
decreciente. Así, una proporción sustancial del riesgo del portafolio puede eliminarse
con una cantidad relativamente moderada de diversificación, de digamos, 15 a 20
acciones seleccionadas aleatoriamente en cantidades iguales. Esto se ilustra de
forma conceptual en la figura 2-1.

FIGURA 2-1

Relación del riesgo total, del riesgo sistemático y


Desviación Estándar del Rendimiento del

del no sistemático con el tamaño del portafolio

Riesgo Total
Riesgo no Sistemát
Portafolio

Riesgo sistemático

Numero de Valores en el
Portafolio

Como se muestra la figura, el riesgo del portafolio total consta de dos


componentes:
Riesgo Riesgo no
sistemático (no sistemático
diversificadle o (diversificadle o
Riesgo total = inevitable) + evitable)

La primera parte, el riesgo sistemático, se debe a los factores de riesgo que


afectan al mercado global, tales como cambios en la economía de la nación, alguna
reforma fiscal del congreso, o un cambio en la situación energética mundial. Estos
son los riesgos que afectan de forma global a los valores y, en consecuencia, no
pueden diversificarse. En otras palabras, aunque los administradores financieros
tengan un portafolio muy bien diversificado estará expuesto a este tipo de riesgo.
El segundo componente del riesgo, el riesgo no sistemático, es
exclusivamente de una empresa o industria en particular; es independiente de
factores económicos, políticos u otros que afectan a todos los valores de una
manera sistemática. Una huelga no sancionada por el sindicato puede afectar solo a
una empresa; un competidor puede comenzar a producir el mismo producto; o un
adelanto tecnológico puede hacer obsoleto a un producto ya existente. Para la
mayoría de las acciones el riesgo no sistemático corresponde entre el 60 y el 75%
del riesgo total de la acción, o desviación estándar. Sin embargo, este riesgo puede
reducirse por medio de diversificación y aun eliminarse si la diversificación es
eficiente, por tanto no todo riesgo comprendido en la tenencia de una acción es
relevante, ya que parte de este riesgo puede diversificarse. El riesgo importante de
una acción es su riesgo sistemático o inevitable. Los inversionistas y los
administradores financieros pueden esperar que se les compense por soportar este
riesgo sistemático. Sin embargo, ellos no deben esperar que el mercado proporcione
alguna compensación adicional por soportar el riesgo evitable.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1) MARTÍNEZ Coll, Juan Carlos; "Cazadores y Recolectores en La Economía de


Mercado, virtudes e inconvenientes” pag. 35
CAPITULO III: MERCADO DE DERIVADOS E INSTRUMENTOS PARA EL
TRATAMIENTO DEL RIESGO FINANCIERO

3.1 Mercado de Derivados

Todos los países que disponen de mercados financieros desarrollados, han


creado mercados de productos derivados donde se negocian contratos de futuros
sobre tipos de interés, divisas e índices bursátiles y contratos de opciones sobre
divisas, tipos de interés, índices bursátiles, acciones y contratos de futuros.

Básicamente el entorno donde se desarrolla el tema es en Europa, y En


España la negociación de instrumentos financieros derivados en un mercado
organizado data de finales de los años ochenta, cuando simultáneamente y por
iniciativa privada, dos compañías, OM Ibérica y MEFF SA se constituyen con el
objeto de gestionar los mercados de opciones y futuros, respectivamente, y deciden
el lanzamiento de sendos contratos sobre un Bono del Estado. La resolución de la
Dirección General de Tesoro, de 21 de marzo de 1989, por la que se autorizaban las
operaciones a plazo, opciones y futuros sobre deuda anotada del Estado, amparaba
dicha acción.

3.1.1 Reseña Histórica

El origen de los mercados de futuros y opciones financieros se encuentra en


la ciudad de Chicago, que puede considerarse el centro financiero más importante
en lo que a productos derivados se refiere. El subsector de productos derivados da
empleo directo a 150.000 personas de la ciudad de Chicago, ya que es en dicha
ciudad donde se ubican los tres mercados más importantes en cuanto a volumen de
contratación, dichos mercados son:

• Chicago Board of Trade (CBOE)

• Chicago Mercantile Exchange (CME)

• Chicago Board Options Exchange (CBOE)

En la década de los ochenta, aproximadamente diez años después de su


creación en Estados Unidos, los contratos de futuros y opciones financieros llegan a
Europa, constituyéndose mercados de forma gradual en los siguientes países:

 Holanda EOE (European Options Exchange) 1978

 Reino Unido LIFFE (London International Financial Futures Exchange) 1978

 Francia MATIF (Marché a Terme International de France) 1985


 Suiza SOFFEX (Swiss Financial Futures Exchange) 1988

 Alemania DTB (Deutsche Terminbourse) 1990

 Italia MIF (Mercato Italiano Futures) 1993

 Suecia, Bélgica, Noruega, Irlanda, Dinamarca, Finlandia, Austria y Portugal


también disponen de mercados organizados de productos derivados.

Otros países que disponen de mercados de futuros y opciones son Japón,


Canadá, Brasil, Singapur, Hong Kong y Australia.

Una característica consustancial a todos los países que han implantado


mercados de productos derivados ha sido el éxito en cuanto a los volúmenes de
contratación, que han crecido espectacularmente, superando en muchas ocasiones
a los volúmenes de contratación de los respectivos productos subyacentes que se
negocian al contado, considerando que éstos también han experimentado
considerables incrementos en sus volúmenes de negociación.

3.1.2 Descripción del Mercado

Los mercados financieros se componen de tres mercados fundamentales; los


mercados de deuda, (que a su vez incluyen los mercados interbancarios, los de
divisas, los monetarios y otros de renta fija), los mercados de acciones y los
mercados de derivados. Los valores que se negocian en los mercados de derivados
se "derivan", bien de materias primas, o bien de valores de renta fija, de renta
variable, o de índices compuestos por algunos de esos valores o materias primas.
Por ello, los mercados de derivados se pueden separar en dos segmentos;
"Mercados de Derivados No Financieros" y "Mercados de Derivados Financieros".

En ambos se negocian dos tipos definidos de valores; contratos a futuro y


contratos de opciones.

3.1.3 Instrumentos

Algunos de los instrumentos derivados más conocidos internacionalmente son


los forward, los contratos a futuro, las permutas financieras o swaps y las opciones;
estos tienen como gran virtud el ofrecer un amplio potencial de apalancamiento por
cuanto, en comparación con el mercado de contado, permiten con igual capital
realizar un número mayor de operaciones. Lo anterior es posible gracias a que la
operación derivativa puede realizarse mediante un deposito equivalente a un
porcentaje de la operación total, denominada margen y en el sistema de OPCF
garantía, de manera que no es necesario colocar el monto total de la inversión
realizada.

A manera de ejemplo, en el mercado de contado un inversionista puede


comprar hoy una acción en $100 para venderla en 1 año en $110, obteniendo así 10
pesos de utilidad para una rentabilidad efectiva del 10% sobre la inversión inicial.
Por su parte, con una operación forward, un futuro o una opción, el inversionista
podrá obtener los mismos $10 de utilidad, colocando únicamente como monto de la
inversión el margen inicial requerido para la operación, calculado como un
porcentaje de los $100. Si ese margen inicial se establece en el 20% de la
operación, el inversionista requeriría entonces $20 para ganar $10, lo que
aumentaría su rentabilidad al 50%. De esa manera, con los mismo $100 invertidos
en el mercado de contado, el inversionista podría realizar 5 operaciones en el
mercado a futuro.

Contratos a futuro sobre OPCF: Contratos estandarizados respecto al tamaño


del contrato, fecha de vencimiento y número de vencimientos abiertos en la Bolsa de
Valores de Colombia, el cual establece la obligación de comprar o vender cierta
cantidad de un activo en una fecha futura a un precio determinado, asumiendo las
partes la obligación de celebrarlo y el compromiso de pagar o recibir las perdidas o
ganancias producidas por las diferencias de precios del contrato, durante la vigencia
del mismo y su liquidación. Tiene el respaldo y es garantizado por una cámara de
compensación.

Forward: Son contratos personalizados de compra venta en los cuales una de


las partes se compromete a vender cierta cantidad de determinado bien en una
fecha futura y la otra parte se compromete a comprar al precio pactado. Su
diferencia con los futuros es que los forwards no son estandarizados y no tienen
garantías que si ofrecen los contratos futuros.

Diferencias entre Forwards y una OPCF: En los contratos de OPCF, el


cumplimiento de las operaciones se realiza mediante el giro diario de las pérdidas o
ganancias (cumplimiento financiero). Permitiendo que cualquiera de las puntas
liquide su operación en cualquier momento mediante la realización de una operación
contraria. En los contratos forward, las partes se obligan en la fecha de cumplimiento
de la operación a la entrega física del activo objeto de negociación y al pago del
mismo (cumplimiento efectivo).

Las operaciones forward son particulares para cada operación, de manera


que se trata de un producto ?hecho a la medida?, en tanto que las OPCF´s se
realizan sobre contratos con condiciones estandarizadas en términos de monto,
calidad, fecha, definidos por la Bolsa de Valores de Colombia.

En los contratos sobre OPCF el comprador y el vendedor deben constituir la


garantía básica para tener derecho a comprar o vender los contratos. Ese porcentaje
dependerá del comportamiento de la volatilidad del activo subyacente (tasa de
cambio, tasa de interés), desde la puesta en marcha de dichas operaciones la
garantía básica ha fluctuado entre el 4% y el 16%. Actualmente está en el 7%. Las
operaciones forward no constituyen garantía alguna.

Los contratos a futuro están respaldados por una cámara de compensación


en tanto que los forward no.

Opciones: Es el derecho mas no la obligación a comprar o vender una activo,


llamado activo subyacente, en una fecha futura y por un precio pactado. Por el
derecho se paga una prima, la cual depende del precio del activo subyacente, la
volatilidad del mismo, el plazo de la opción y los tipos de interés.

El poseedor de una opción, tanto si es de compra como si es de venta, puede


optar por tres posibilidades. Ejercer el derecho comprando o vendiendo los títulos
que la opción le permite, dejar pasar la fecha de vencimiento sin ejercer la opción o
venderla antes de su vencimiento en el mercado secundario de opciones.

3.2 Instrumentos de la administración de riesgos financieros


3.2.1 Forwards

Un forwards es un contrato en el que se define un acuerdo entre dos partes,


por el cual se comprometen a intercambiar una cierta cantidad de un activo en una
fecha futura a un precio determinado.

Los participantes de este tipo de contrato son un comprador y un vendedor,


los cuales pueden ser, por ejemplo, dos entidades financieras o una entidad
financiera y una empresa no financiera.

Los forwards más comunes negociados en las Tesorerías son sobre


monedas, metales e instrumentos de renta fija.

3.2.1.1 Características formales de un contrato forward

Conocer algunos términos que se usan en su redacción y que se explican a


continuación:

 Variable subyacente, es como se denomina al precio del activo o a la variable


de cuyo valor depende el precio del forward;

 Precio (o tasa) forward, es el valor acordado para la variable subyacente.

 Nocional, indica la cantidad del activo involucrado;

 Fecha de vencimiento, se refiere a la fecha en que se hará la liquidación del


contrato, de acuerdo a la forma que se haya acordado; y

 Forma de liquidación, que puede ser a través de:

 el pago (o recibimiento) y la recepción (o la entrega) del activo, lo que


usualmente se denomina liquidación por entrega física; o

 el pago de la diferencia entre el precio de mercado en la fecha de


vencimiento y el precio previamente acordado, lo que se denomina
liquidación por compensación.

Existen dos formas de resolver los contratos de forward de moneda extranjera:


• Por compensación (Non delivery forward): al vencimiento del contrato se
compara el tipo de cambio spot contra el tipo de cambio forward, y el
diferencial en contra es pagado por la parte correspondiente.

• Por entrega física (Delivery Forward): al vencimiento el comprador y el


vendedor intercambian las monedas según el tipo de cambio pactado.

Los contratos forward se dividen en tres modalidades:

1. No generan utilidades.

2. Generan utilidades o rendimientos fijos.

3. Generan utilidades que se reinvierten.

Fundamentalmente este tipo de contratos son utilizados para operaciones


sobre divisas siendo este el de la tercera modalidad, ya que está representada su
utilidad por las tasas de interés de las divisas a las cuales se hace referencia.

Para que exista una operación forward de divisas es necesario que tanto el
comprador como el vendedor estén dispuestos a realizar la negociación, y se
requiere de un parámetro de referencia en cuanto a tipo de cambio actual y costos
financieros de los dos países implicados durante el periodo en el cual se desea
realizar la operación.

El precio del forward depende de los costos de cada institución financiera, el


sobreprecio en relación al riesgo de la contraparte, la situación de mercado y las
utilidades.

Al término del plazo, se pueden dar dos tipos de entrega:

a) Intercambian la mercadería por el valor previamente acordado.


b) “Intercambio a favor o en contra en efectivo del diferencial que existe entre
el precio al cual se pactó la operación en un inicio y el precio final que
presenta la mercadería en el mercado al cual se hace referencia”.
3.2.1.2 Personas o Instituciones Encargadas de su Expedición

• Intermediarios del mercado cambiario.

• Corredores miembros de las cámaras de compensación de las bolsas de


futuros y opciones del exterior, calificados como de primera categoría según
reglamentación de carácter general que adopte el Banco de la República.

• Entidades financieras del exterior calificadas como de primera categoría


según reglamentación de carácter general que adopte el Banco de la
República.

El mercado de forward, en nuestro país, lo manejan los usuarios convencionales de


divisas que son:

 Importadores de bienes y servicios: En el curso normal de sus


operaciones realizan transacciones que se pactan por determinada
cantidad de una divisa (o de varias) a cancelar en una fecha futura,
por recibir mercancías o servicios de otro país.

 · Exportadores de bienes y servicios: En el curso normal de sus


operaciones realizan transacciones que se pactan por determinada
cantidad de una divisa (o de varias) a recibir en una fecha futura,
por enviar mercancías o prestar servicios a otro país.

 Deudores de obligaciones en divisas: Que no son otra cosa que


empresas que adquieren créditos en cualquier otra moneda
diferente a la colombiana y/o de operación pagaderos a futuro.

Otros agentes (Empresas Privadas o Públicas, Inversionistas Institucionales,


Inversionistas Particulares, etc.): Que por la naturaleza de sus actividades están
expuestos a la variación en las tasas de cambio o en las tasas de interés
3.2.2 Warrants

El Warrant es un contrato o instrumento financiero derivado que da al


comprador el derecho, pero no la obligación, de comprar/vender un activo
subyacente (acción, futuro, etc...) a un precio determinado en una fecha futura
también determinada. En términos de funcionamiento, los warrant se incluyen dentro
de la categoría de las opciones.

Si un warrant es de compra recibe el nombre de call Warrant. Si es de venta


será un put Warrant. El warrant, al igual que las opciones, dan al poseedor la
posibilidad de efectuar o no la transacción asociada (compra o venta, según
corresponda) y a la contraparte la obligación de efectuarla. El hecho de efectuar la
transacción recibe el nombre de 'ejercer' el warrant.

Componentes propios del Warrant

Los warrants se caracterizan por ser valores agrupados en emisiones


realizadas por una entidad y representados mediante anotaciones en cuenta que
cotizan en un mercado organizado. Como ya se ha mencionado anteriormente, los
warrant se encuadran dentro de la categoría de las opciones, dentro de este
mercado se diferencian de las opciones contratadas por ejemplo en el Mercado
Español de Futuros Financieros de Renta Variable. Las diferencias básicas son las
siguientes:

 El plazo de vencimiento. Las opciones del Mercado tiene un plazo máximo de


un año, mientras que los warrants pueden tener un plazo mayor.

 Liquidez. Los warrants suelen gozar de mayor liquidez, puesto que las
entidades emisoras se encargan de que esta exista. En las opciones
negociadas, la liquidez depende del mercado.

Elementos
El precio al que se comprará/venderá recibe el nombre de precio de ejercicio
(o strike price).

Activo subyacente. Es el activo de referencia sobre el que se otorga el


derecho, pueden una acción, una cesta de acciones, un índice bursatil, una divisa,
tipo de interés.

La fecha futura en la que se producirá la transacción recibe el nombre de


fecha de ejercicio.

 Prima. El precio que se paga por el Warrant. Este precio se compone de:

 Valor intrínseco. Diferencia entre el precio del subyacente y el precio de


ejercicio.

 Valor temporal. Es la parte de la prima que valora el derecho de compra o


venta del subyacente inherente al warrant. Está determinado por elementos
como la volatilidad o el tiempo hasta el vencimiento.

3.2.3 Futuros

Existen dos motivos por los cuales alguien puede estar interesado en
contratar un futuro:

Operaciones de cobertura: La persona tiene o va a tener el bien subyacente


en el futuro (petróleo, gas, naranjas, trigo, etc.) y lo venderá en un futuro. Con la
operación quiere asegurar un precio fijo hoy para la operación de mañana.

Operaciones especulativas: La persona que contrata el futuro sólo busca


especular con la evolución de su precio desde la fecha de la contratación hasta el
vencimiento.

Contratos de futuros en España En España, el artículo 1 del Real Decreto


1814/1991, de 20 de noviembre, por el que se regulan los mercados oficiales de
futuros y opciones, define los futuros financieros de la siguiente forma: "Contratos a
plazo que tengan por objeto valores, préstamos o depósitos, índices u otros
instrumentos de naturaleza financiera; que tengan normalizados su importe nominal,
objeto y fecha de vencimiento, y que se negocien y transmitan en un mercado
organizado cuya Sociedad Rectora los registre, compense y liquide, actuando como
compradora ante el miembro vendedor y como vendedora ante el miembro
comprador".

Conceptos

Estar largo. Quien compra contratos de futuros, adopta una posición larga, por
lo que tiene el derecho a recibir en la fecha de vencimiento del contrato el activo
subyacente objeto de la negociación. Básicamente significa comprar hoy para
vender mañana o invertir hoy para mañana recuperar el nominal más las plusvalías.

Estar corto. Quien vende contratos adopta una posición corta ante el
mercado, por lo que al llegar la fecha de vencimiento del contrato deberá entregar el
correspondiente activo subyacente, recibiendo a cambio la cantidad de dinero
acordada en la fecha de negociación (venta) del contrato de futuros. Básicamente
significa financiarse hoy con la venta del activo que aún no tenemos, tomando la
obligación de devolver el activo mañana.

Características de los instrumentos derivados negociados en mercados organizados


Normalización de los contratos negociados, son iguales para todos los
participantes en el mercado:

o el activo subyacente

o el tamaño u objeto del contrato

o la fecha de vencimiento

La forma de liquidar el contrato al vencimiento;

Existencia de un sistema de garantías y liquidación diaria de posiciones en el


que todos los contratantes deben depositar una garantía cuando toman una posición
en el mercado. Además hay una liquidación diaria de las posiciones abiertas
(contratos no cerrados) al precio de cierre de mercado. Es decir, las ganancias y
pérdidas se recogen a media que se va consumiendo la vida del contrato.

Existencia de mecanismos en el mercado para hacer posible la liquidación


diaria de todos los contratantes: el creador del mercado (market maker) debe ofrecer
cotizaciones de forma continua.
Eliminación del riesgo de contrapartida en las operaciones de futuros. El
riesgo de contrapartida que existe en estas operaciones queda eliminado debido a
que unido al mercado como centro de negociación, existe una Cámara de
Compensación (Clearing House) vinculada en su operatividad a la sociedad rectora
del mercado y encargada de organizar el mercado y de eliminar el riesgo de
mercado asociado a las operaciones.

La cámara de compensación Ejes básicos del sistema de garantías. La


Cámara de Compensación establece un sistema de garantías, cuyos ejes básicos
son:

Depósitos de garantía; Liquidación diaria de las pérdidas y ganancias.

Otras medidas complementarias (límites de posiciones, comisión de


supervisión y vigilancia, miembros reconocidos, sistema de negociación, liquidación
y compensación en tiempo real, etc).

La existencia de la Cámara permite que las partes negociadoras de un


contrato no se obliguen entre sí, sino que lo hacen con respecto a la Cámara, lo que
supone eliminar el riesgo de contrapartida y permitir el anonimato de las partes en el
proceso de contratación.

Funciones:

Actúa como contrapartida de las partes contratantes, siendo comprador para


la parte vendedora y vendedor para la parte compradora.

 Determina diariamente los depósitos de garantía por posiciones abiertas.

 Liquida diariamente las pérdidas y ganancias.

 Liquida los contratos al vencimiento.

Control y supervisión de los sistemas de compensación y liquidación. Son


funciones que ejerce la Cámara de Compensación, garantizando el buen fin de las
operaciones a través de la subrogación en las mismas. Como la Cámara elimina el
riesgo de contrapartida para quienes negocian en el mercado, debe establecer un
mecanismo de garantías que le permita no incurrir en pérdidas ante una posible
insolvencia de algún miembro del mercado. Para ello exige un depósito de garantía
determinado en función del número y tipo de contratos comprados o vendidos. Para
que dicha garantía permanezca inalterable, la Cámara de Compensación la ajusta
diariamente por medio de la actualización de depósitos o liquidación de pérdidas y
ganancias.

Usos de los contratos de futuros [editar]Con independencia de que un


contrato de futuros se puede comprar con la intención de mantener el compromiso
hasta la fecha de su vencimiento, también puede ser utilizado como instrumento de
cobertura en operaciones de tipo especulativo, ya que no es necesario mantener la
posición abierta hasta la fecha de vencimiento; en cualquier momento se puede
cerrar la posición con una operación de signo contrario a la inicialmente efectuada:
cuando se tiene una posición compradora, puede cerrarse la misma sin esperar a la
fecha de vencimiento simplemente vendiendo el número de contratos compradores
que se posean; de forma inversa, alguien con una posición vendedora puede
cerrarla anticipadamente acudiendo al mercado y comprando el número de contratos
de futuros precisos para compensar su posición.

Antecedentes de los mercados de futuros [editar]Los contratos de futuros


sobre materias primas, metales preciosos, productos agrícolas y mercaderías
diversas, se negocian desde hace más de dos siglos. Para productos financieros se
negocian desde hace más de dos décadas, existiendo futuros sobre tipos de interés
a corto, medio y largo plazo, futuros sobre divisas y futuros sobre acciones y sobre
índices bursátiles.

3.2.4 Opciones

En términos generales una opción es un derecho u obligación de comprar o


vender un bien a un precio y fecha establecidos al inicio de una operación. Se
obtiene este derecho u obligación de comprar o vender pagando una prima a quien
toma la obligación.

Existen dos tipos básicos de opciones:

a) Opción de compra (call) da a su propietario el derecho de comprar un


activo en una fecha determinada y a cierto precio.
b) Y, la opción de venta (put) que da al propietario el derecho de vender un
activo en una fecha dada a un precio determinado.

Para entender mejor la diferencia entre éstos dos tipos de pagos de opciones
ver cuadro No. 1.

Cuadro No. 1: Estructura de pago

DERECHOS OBLIGACIONES CARACTERÍSTICAS


OPCIÒN
COMPRADOR DEL VENDEDOR ESPECIALES

COMPRA Call Comprar a Riesgo: Limitado


(largo) $10.00 o precio
Ganancia: Ilimitada
del ejercicio, lo
ejerce si el
precio de
mercado es
mayor a $10.00

COMPRA Call Si el compradorRiesgo: Ilimitado


(corto) ejerce, el
Ganancia: Limitada
vendedor esta
obligado a vender

VENTA Put Derecho a Riesgo: Limitado


(largo) vender
Ganancia: Ilimitada

VENTA Put Obligación deRiesgo: Ilimitado


(corto) comprar
Ganancia: Limitada

“Cualquiera que sea su mecanismo una opción será un call cuando su


poseedor gana si el subyacente sube, y un put cuando su poseedor gana si el
subyacente baja”.1
Otra forma de distinción de las opciones esta determinada por las fechas en
las que se está permitido ejercer los derechos que la opción otorga, y se les conoce
como opciones americanas o europeas y, nada tiene que ver con su ubicación
geográfica.

La opción de tipo americana es aquella que se ejerce únicamente en su fecha


de vencimiento.

Y, la opción europea es la que puede ser ejercida en cualquier fecha hasta su


fecha de vencimiento.

La mayoría de las opciones negociadas en los mercados internacionales son


las americanas, ya que estas generalmente son más valiosas que las europeas,
dado que otorgan más derechos.

Las opciones pueden ser sobre acciones, divisas, índices, commodities, etc.
Pero, la forma más importante de las opciones es sobre futuros, caso, que se
explicará a continuación.

3.2.4.1 Opciones sobre futuros

Para efectuar una cobertura con este tipo de instrumento ofrece algunas
ventajas, ya que se evita de disponer del capital para hacer frente a los depósitos de
márgenes, ya que sólo se requiere del pago de la prima al inicio de la operación.

Las opciones sobre futuros son “convenientes para quienes no cuentan con
capital suficiente para operar futuros y para proteger posiciones adquiridas en el
mercado de futuros”.2

En este tipo de instrumento financiero, el futuro vence normalmente poco


después de la expiración de la acción.

Pueden suceder dos casos:

1) “Cuando el propietario de una opción de compra la ejerce, adquiere del


emisor una posición larga en el contrato de futuros subyacente más una cantidad en
metálico igual al exceso del precio del futuro por encima del precio del ejercicio.
2) Cuando el propietario de una opción de venta la ejerce, adquiere una
posición corta en el contrato de futuros subyacente más una cantidad en metálico
igual al exceso del precio del ejercicio por encima del precio del futuro”.2

En otras palabras el pago de una opción sobre futuros es igual al pago de una
opción sobre acciones con el precio de la acción reemplazada por el precio del
futuro.

Normalmente este tipo de contratos son utilizados sobre eurodólares y bonos


del Tesoro a largo plazo.

3.2.5 Swaps

Estos instrumentos son OTC (Over The Counter o Sobre el Mostrador), es


decir, hechos a la medida. Pero, siempre incurren en cierto nivel de riesgo crediticio
propiciado por su operación.

Los swaps “es un contrato mediante el cual ambas partes acuerdan


intercambiar flujos de efectivo sobre un cierto principal a intervalos regulares de
tiempo durante un periodo dado”.3

Los swaps son utilizados para reducir o mitigar los riesgos de tasas de
interés, riesgo sobre el tipo de cambio y en algunos casos son utilizados para reducir
el riesgo de crédito.

3.2.5.1 Swaps sobre tasas de interés

Este tipo de contrato es el más habitual en los mercados financieros.

“Un swap de tasa de interés normal es un contrato por el cual una parte de la
transacción se compromete a pagar a la otra parte una tasa de interés fijada por
adelantado sobre un nominal también fijado por adelantado, y la segunda parte se
compromete a pagar a la primera a una tasa de interés variable sobre el mismo
nominal”.4

Un swap no es un préstamo, ya que es exclusivamente un intercambio de


flujos de tasas de interés y nadie presta el nominal a nadie, es decir, las cantidades
de principal no se intercambian.
3.2.5.2 Swaps sobre tipo de cambio

En este tipo de contrato (o permuta financiera) “una parte se compromete a


liquidar intereses sobre cierta cantidad de principal en una divisa. Por el otro lado,
recibe intereses sobre cierta cantidad de principal en otra divisa”.5

Esta es una variante del swap de tasa de interés, “en el que el nominal sobre
el que se paga la tasa de interés fija y el nominal sobre el que se paga la tasa de
interés variable son en dos monedas distintas”.6

A diferencia del swap anterior (swap sobre tasa de interés) en este, las
cantidades de principal se intercambian al principio y final de la vida del swap.

Este a su vez puede utilizarse para transformar un préstamo en una divisa en


un préstamo en otra divisa.

Ya que se puede afirmar que un swap es una posición larga en una obligación
combinada con una posición corta en otra obligación.

Un swap puede ser considerado como una cartera de contratos a plazo.

Por ejemplo, en la actualidad las instituciones financieras reciben con


frecuencia como depósito un swap.

Para ampliar la idea de cómo es que funciona un swap, he aquí un ejemplo de


un swap de divisas realizado entre IBM y el Banco Mundial en 1981:

IBM convirtió a dólares unas emisiones anteriores de deuda en francos suizos


y marcos alemanes de IBM. El swap permitió a IBM aprovecharse del aumento del
dólar a principios de los años 80 y fijar el tipo de cambio al que repagar su deuda.

Por su parte el Banco Mundial emitió bonos en dólares que le proporcionaron


los dólares necesarios para el swap, y consiguió a cambio financiamiento en francos
suizos y marcos.

3.2.5.3. Swaps de materias primas (“Commodity Swaps)


Un problema clásico en materia de finanzas es el financiamiento de los
productores a través de materias primas, ya que los mercados mundiales de
materias primas son muchas veces de alta volatilidad.

Por ejemplo, los precios internacionales del petróleo en unos cuantos días
pueden bajar hasta un 30%.

Por esta razón las empresas productoras de materias primas son en general
empresas de alto riesgo, tanto para préstamos como para inversiones.

Por lo tanto, este tipo de swaps están diseñados para eliminar el riesgo de
precio y de esta manera conseguir el abaratamiento de los costos de financiamiento.

El funcionamiento de un swap de materias primas, es muy similar al de un


swap de tasa de interés, por ejemplo: un swap a tres años sobre petróleo; esta
transacción es un intercambio de dinero basado en el precio del petróleo (A no
entrega a B petróleo en ningún momento), por lo tanto el swap se encarga de
compensar cualquier diferencia existente entre el precio variable de mercado y el
precio fijo establecido mediante el swap.

Es decir, si el precio del petróleo baja por debajo del precio establecido, “B”
paga a “A” la diferencia, y si sube, “A” paga a “B” la diferencia.

3.2.3.4. Swaps crediticios

Este tipo de swaps sirven para administrar el riesgo sobre el crédito a través
de la medición y determinación del precio de cada uno de los subyacentes (tasa de
interés, plazo, moneda y crédito).

Estos riesgos pueden ser transferidos a un tenedor de manera más eficaz,


permitiendo así, un acceso al crédito con un menor costo. Ajustándose a la relación
entre oferta y demanda de crédito.

Se podría afirmar que el riesgo crediticio, no es otra cosa más que, un riesgo
de incumplimiento posible.

Existen dos opciones de swaps: el swap de incumplimiento (default swap) y el


swap de retorno total (total return swap).
“En un contrato de swap de incumplimiento, un vendedor de riesgo crediticio
paga a otra parte por el derecho de recibir un pago en el caso de que se produjera el
cambio acordado entre ellos en el estatus crediticio del crédito de referencia,
usualmente un título corporativo.

Los swaps de retorno total, por el contrario, permiten que el vendedor del
riesgo crediticio retenga el activo y reciba un retorno que fluctúa a medida que se
modifica el riesgo crediticio.

El vendedor paga unas tasas total de retorno sobre un activo de referencia,


en general un título que incluye cualquier consideración de precio, a cambio de
pagos periódicos a tasa flotante más cualquier reducción de precios”.7

Cuando se inventaron este tipo de swaps, usualmente eran utilizados sólo por
los bancos, para proteger los créditos bancarios. En la actualidad se han vuelto
instrumentos de cobertura muy popular ya que permiten retener el activo y a su vez
segmentar y distribuir el riesgo. Esto permite que un banco pueda liberar líneas de
crédito y continuar prestando dinero a sus clientes, aun cuando exceda sus límites
de exposición para dicha empresa o industria, mediante la descarga del riesgo
crediticio (en todo o en parte) a través de un swap de retorno total o de
incumplimiento. Además, puede concentrarse en préstamos a los sectores donde
posee mayor presencia o experiencia, sin preocuparse por la concentración de
riesgo excesiva. Los bancos más pequeños, cuyos márgenes se ven reducidos por
el alto costo del dinero, podrían obtener un retorno mayor y una exposición a
créditos mejores utilizando derivados crediticios y no préstamos directos.

3.3 Ventajas de administrar los riesgos

El administrar los riesgos no es otra cosa que evitarlos, preverlos, para no


tener que llegar a la solución de las acciones que se presenten con este. Y debido a
la globalización de los mercados que ha reducido las distancias entre los países y a
la vez que se ha aumentado la competencia, y con esto los riesgos, representa una
gran ventaja la administración competente de los riesgos, con el uso de los
diferentes instrumentos mencionados y procurando desarrollar una banca
electrónica y automatizar las actividades financieras, como son la actividad bursátil y
la venta y la compra de divisas, con el propósito de reducir costos, proporcionar
información a tiempo real para atraer a más usuarios y a más clientes hacia sus
naciones, reducir riesgos en las transferencias de dinero, y extenderse más allá de
las fronteras.

El resultado de la automatización ha generado más operaciones


internacionales, así como un mayor volumen de transacciones; es decir, se ha dado
un mayor acercamiento entre los intermediarios financieros de todo el mundo y se
han acortado distancias. Asimismo, ha traído para los usuarios la posibilidad de
obtener mayores rendimientos en sus inversiones, costos más bajos en los
préstamos que demandan las empresas y una mayor solvencia en los mercados, y
con ello, la posibilidad de obtener mayores ingresos.

La automatización de los mercados financieros se ha completado con el


desarrollo de nuevos instrumentos financieros para atraer los capitales de los
inversionistas (sociedades de inversión, aseguradoras, tesorerías de grandes
empresas, fondos de pensiones, etc.) que cada vez más se desarrollan en el ámbito
financiero y requieren un menor riesgo en sus inversiones.

Si consideramos que aunado al progreso de los mercados financieros,


también se ha establecido un auge de la volatilidad en los precios de los productos
financieros, en el precio de las tasas de interés y en la cotización de las divisas, al
mismo tiempo también se ha establecido una globalización del riesgo financiero.

Consideremos los siguientes ejemplos:

Cuando sube la bolsa de valores de Nueva York, suben también los precios
de las cotizaciones de otras bolsas en el mundo, como es el caso de las bolsas de
Japón e Inglaterra, así como la de México. Si se habla de divisas, desde el inicio de
los años setenta, con el establecimiento de las divisas flotantes en el mundo (regidas
por la oferta y la demanda), la volatilidad de estos mercados se ha fortalecido.
Actualmente los mercados están relacionados con las políticas cambiarias locales,
un ejemplo es el llamado efecto tequila producido por la devaluación de la moneda
mexicana en diciembre de 1994; la cual afecto a otros países de América Latina
como son Brasil y, sobre todo Argentina. Si se consideran las tasas de interés estas
se mueven en el mercado tratando de contrarrestar la competencia, en este contexto
podemos considerar a los países como grandes bancos y a todo el mundo como los
clientes a los que hay que atraer. Por ejemplo si suben las tasas de interés en
Alemania, se deben subir las tasas de México para dar mejores rendimientos reales
y hacer que los clientes no opten por los alemanes.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1) RODRÍGUEZ, de Castro J; “Introducción al Análisis de Productos Financieros


derivados”. pág. 15

2) HULL, John; “Introducción a los Mercados de Futuros y Opciones” pág. 21

3) MONROY, Arturo; “Instrumentos del Mercado de Derivados”; Articulo tomado de


la revista Mercado de Valores, publicación mensual. pág. 18

4) RODRÍGUEZ, de Castro J; “Introducción al Análisis de Productos Financieros


derivados” pág. 22

5) HULL, John; “Introducción a los Mercados de Futuros y Opciones” pág. 26

6) RODRÍGUEZ, de Castro J; “Introducción al Análisis de Productos Financieros


derivados” pág. 29

7) McDERMOTT, Robert; “La Esperada Llegada de los Derivados Crediticios”.


Artículo tomado de la revista Ejecutivos de Finanzas, publicación mensual. pág. 30
CAPITULO IV: EVOLUCIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN DE RIESGOS
FINANCIEROS EN MÉXICO

4.1 Antecedentes de la administración de riesgos en México

La necesidad de entender los riesgos y las oportunidades es ineludible


cuando se trata de alcanzar el progreso de cualquier empresa. Proporcionarle
dirección estratégica a un negocio, significa entender qué genera la creación de
valor y qué la destruye. Esto alternativamente significa que la búsqueda de
oportunidades debe exigir comprensión de los riesgos a tomar y de los riesgos a
evitar. Por lo tanto, el crecimiento de cualquier negocio exige la evaluación del riesgo
y la aceptación del riesgo implícito.

La capacidad de un negocio de prosperar al afrontar los riesgos, al mismo


tiempo que responde a acontecimientos imprevistos, buenos o malos , es un
indicador excelente de su capacidad para competir. Sin embargo, la exposición al
riesgo es cada vez mayor, más compleja, diversa y dinámica. Esto se ha generado
en gran parte por los rápidos cambios en la tecnología, la velocidad de la
comunicación, la globalización de los negocios y las fluctuaciones en los tipos de
cambio dentro de los mercados financieros. Los negocios ahora operan en un
entorno completamente diferente comparado con hace apenas 10 años. La fuente
del riesgo también puede gestarse dentro de la organización mientras los negocios
luchan por lograr su crecimiento. La adopción de estrategias de expansión, como las
adquisiciones de empresas, las inversiones en nuevos mercados internacionales, las
grandes reestructuraciones organizacionales, el outsourcing de los procesos clave,
los grandes proyectos de inversión y el desarrollo de nuevos productos, se pueden
convertir en elementos que aumentan la exposición al riesgo de un negocio. Un
reciente estudio de las prácticas de administración de riesgos en 14 grandes las
corporaciones multinacionales reveló que para el final de los años 1990, la gama de
los riesgos que las compañías han tenido que administrar se habían ampliado
fuertemente y continuaban creciendo continuamente. Como consecuencia de la
diversidad de riesgos, la gerencia requiere un acercamiento más profundo a la
administración de riesgos. La mayoría de los accionistas y los organismos
reguladores están requiriendo a las juntas directivas una administración de riesgos
más comprensiva, rigurosa y sis temática. Las compañías que consideraban la
administración de riesgos solo una cuestión de cumplimiento de los principios
contables y legales, están aumentando bastante su exposición y eso provocará que
reporten estados financieros afectados seriamente por los riesgos. Una
aproximación a la Administración de Riesgos La naturaleza evolutiva del riesgo y las
expectativas sobre su administración le están generando grandes presiones a las
prácticas administrativas tradicionales. Históricamente, dentro de las organizaciones
tanto públicas como privadas, la administración de riesgos tradicionalmente ha sido
segmentada y manejada aparte en “silos”, es decir aisladamente. Esto se debe a
varias razones, como la manera en que nuestra mente trata de resolver problemas,
la estructura organizacional y el progreso en la práctica de la administración de
riesgos. Hay claramente la tendencia a clasificar los riesgos en diferentes
categorías, mutuamente excluyentes y esto parece ser el resultado de la forma en
que subdividimos los problemas para manejarlos, la necesidad de asignar las tareas
dentro de la estructura organizacional existente y el asumir el supuesto de que las
consecuencias de un evento imprevisto estarán más o menos limitadas a una
determinada área. En la actualidad, el alcance de esos eventos imprevistos se
extiende a múltiples áreas de la empresa y a sus interrelaciones entre riesgos bajo
las categorías de operacionales, financieras y tecnológicas han sido pasados por
alto, frecuentemente con resultados bastante adversos.

La administración de riesgos empresarial es una respuesta al manejo


inadecuado que emplea el enfoque basado es silos, es decir en el aislamiento de las
exposiciones para administrar riesgos altamente interdependientes. A la disciplina de
administración de riesgos empresarial también se le conoce como la administración
estratégica de riesgos empresariales, por lo que se considera como un método más
robusto de manejar los riesgos y las oportunidades, ya que es una mejor respuesta
para esas exigencias de los negocios. La administración de riesgos empresarial fue
diseñada para mejorar el desempeño de las empresas, este nuevo enfoque por el
cual se manejan los riesgos de una manera coordinada e integrada a través de toda
la organización. Este enfoque es un gran avance en el pensamiento empresarial, ya
que pretende establecer una metodología para el crecimiento continuo, con un
tratamiento maduro y la evolución del la profesión de la administración de riesgos, ya
que se establece un manejo estructurado y disciplinado hacia los riesgos. Al tratar
de entender las interdependencias entre los riesgos, como se materializa el riesgo
en un área de la empresa y como puede incrementarse el impacto de los riesgos en
otra área de la organización. Por consecuencia esto también considera como la
acción de mitigar el riesgo puede dirigirse a abarcar múltiples sectores de los
negocios.

4.2 El crecimiento empresarial en México a través de tomar riesgos

El riesgo es ineludible en la actividad empresarial. De acuerdo con Peter


Drucker, la actividad económica por definición compromete los recursos presentes a
un futuro incierto. Por lo que la única cosa que es segura en el futuro, es la
incertidumbre y sus riesgos. Por lo tanto el tomar riesgos es la esencia de la
actividad económica. Él considera que la historia nos enseña que los negocios con
mayores rendimientos económicos únicamente lo logran por medio de una mayor
incertidumbre. En otras palabras, a través de correr riesgos más grandes.

Indiscutiblemente el término “riesgo” se ha familiarizado con cualquier


actividad corporativa. De hecho no es posible crear un negocio sin correr riesgos. El
resultado final de una dirección estratégica exitosa debe ser tener una mayor
capacidad para tomar riesgos más grandes, porque eso es la única manera de
mejorar el desempeño empresarial. Sin embargo, al extender esta capacidad, los
negocios deben entender los riesgos que ellos están corriendo, ya que en muchas
ocasiones es inútil tratar de eliminar el riesgo y comúnmente solo es posible
reducirlo, es esencial que los riesgos tomados sean los riesgos correctos. Las
empresas deben ser capaces de elegir racionalmente entre los riesgos y los cursos
de acción, en lugar de solo sumergirse en la incertidumbre, en base a corazonadas,
presentimientos, rumores o experiencias, no obstante que tan cuidadosamente se
hayan cuantificado las amenazas.

Existen muchos argumentos que señalan que la administración de riesgos es


bastante positiva en la práctica empresarial, además es bastante raro encontrar una
organización de cualquier tamaño en la cual sus accionistas no estén demandando
que su gerencia exhiba una clara conciencia de la administración de riesgos.
Actualmente hay un punto de vista firmemente apoyado por los hallazgos de una
investigación realizada por la "Economic Intelligence Unit" (Unidad de Inteligencia
Económica) que publica la revista "The Economist", donde se descubrió que el 84%
de los ejecutivos que respondieron su encuesta consideran que la administración de
riesgos empresarial puede mejorar su razón (ratio) financiera de precio por
acción/ganancias y su costo de capital. Las organizaciones que están más
consientes del riesgo, han tenido por más tiempo el conocimiento activo del manejo
del riesgo y esto les provee oportunidades para lograr ventajas competitivas
decisivas. Tomar y administrar el riesgo es la esencia de la sobrevivencia y el
crecimiento de los negocios.

No debería haber una preocupación por los inconvenientes de los riesgos. La


administración de riesgo lo considera de doble dirección, teniendo en cuenta
siempre que riesgo y rentabilidad son directamente proporcionales, así tanto los
riesgos favorables (oportunidades) como los riesgos desfavorables (amenazas)
están en el centro del crecimiento del negocio y de la creación de la riqueza. Una
vez que la junta directiva haya determinado su visión, su misión y los valores, debe
establecer la estrategia corporativa y las políticas para transmitir la visión del
negocio. El establecimiento de la estrategia está basado en el pensamiento
estratégico. Definir la estrategia, es señalar la dirección que muestra el estilo de
liderazgo para lograr los objetivos empresariales. Sin embargo, cualquiera que sea
la estrategia, la junta directiva debe decidir qué oportunidades, presentes y futuras,
desea alcanzar y qué riesgos está dispuesta a tomar para desarrollar las
oportunidades seleccionadas. La administración tanto de oportunidades debe recibir
igual atención y es importante que las juntas directivas seleccionen un balance
correcto. Esto se ha expresado en una resolución de la National Audit Office como:
“el enfoque de la administración de riesgos empresarial ofrece la posibilidad de
lograr una equilibrio razonablemente juicioso y sistemáticamente discutido, entre los
riesgos y las oportunidades, en forma que maneje las presiones contradictorias de
emprender retos que representen mejores beneficios por un lado y limite las
amenazas de los riesgos por la otro”. Exagerar en los inconvenientes de los riesgos
y su manejo puede ser dañino para cualquier empresa. Knight y Perry señalan que
la administración de riesgos pretende buscar los riesgos favorables u oportunidades,
no solamente tratar de librarse de los riesgos que amenazan las fuentes de creación
del valor y el potencial de la empresa. Cualquier procedimiento que intente librarse
del riesgo completamente conducirá al menos a una decisión racional, que el no
hacer nada. Los riesgos son importantes, pues todos los negocios hacen frente al
riesgo de sus inicios, no son motivos para la acción sino restricciones en la acción.
Por lo tanto, la gerencia trata de controlar los riesgos lo más lejos posible para
permitirle al negocio maximizar sus oportunidades. El desarrollo de una política del
riesgo debe ser una iniciativa creativa, exponiendo las oportunidades para el
crecimiento del valor y el manejo innovador del riesgo, no es una tarea que deprima,
llene de ambigüedades, de advertencias y de pesimismo. La administración de
riesgo empresarial entonces es manejar de ambos, oportunidades y riesgos.

Jay Keyworth, presidente de la Fundación del Progreso y de la Libertad y


miembro del consejo de administración de Hewlett-Packard, ha señalado que la
lección más importante de los últimos años es que los miembros del consejo no
pueden permitirse más impunidad por su poco conocimiento del riesgo de la
empresa. El mensaje aquí es, que cuando algo va mal inevitablemente terminara
mal, por los que los miembros del consejo son también responsables. La solución
para los miembros del consejo es aprender el potencial que tienen los
acontecimientos adversos y estar suficientemente enterados de los orígenes del
riesgo dentro del área del negocio que ellos están operando, para poder tener la
oportunidad de tomar acciones preventivas. El negocio de la administración de
riesgo está experimentando un mar de cambios fundamentales, con la aproximación
de la disciplina de la administración de riesgo a la parte más alta de la organización
y que está siendo más abiertamente discutida como la estrategia y la protección de
accionistas.

Tomar un mayor riesgo requiere más control. El control del riesgo es esencial
para mantener la estabilidad y la continuidad en el funcionamiento de los negocios.
Sin embargo, a consecuencia de una serie de problemas inesperados del gobierno
corporativo han conducido al colapso de varias compañías y a otros escándalos
corporativos en todo el mundo, los inversionistas ha expresado sus preocupaciones
por el nivel bajo de confianza en los estados financieros, el descuido de las juntas
directivas en las operaciones corporativas, en la salvaguarda proporcionada por los
auditores externos y en el grado de control de la administración de riesgos. Estas
preocupaciones condujeron a una demanda de un mejor gobierno corporativo, lo que
derivó en una serie de reportes sobre el gobierno corporativo y el control interno que
culminaron en el Informe COSO de 1992 del Committee of Sponsoring Organizations
of Treadway Comisión en los Estados Unidos, el Reporte Cadbury en Gran Bretaña
también en 1992 y finalmente el Acta Sarbanes-Oxley (SOX) de 2002. Claramente la
exposición del riesgo creció en un mundo cada vez más caótico y turbulento. La
carencia del control de la administración de riesgos localizó en la junta directiva.
En 1995 en respuesta a la mala imagen de las juntas directivas por su pobre
desempeño y la carencia de un adecuado gobierno corporativo, el Institute of
Directors publicaron los estándares para las juntas directivas . Este procuro ser un
catalizador para el debate sobre los roles y las tareas de una junta directiva, y sobre
la necesidad de vincular el entrenamiento y la evaluación de la competencia para el
ingreso a los organismos profesionales de directores. La publicación presenta
claramente a cuatro tareas principales para los directores:

1. La junta directiva debe ser simultáneamente emprendedora y conducir al


negocio adelante mientras guarda un control prudente.

2. Se requiere que la junta directiva esté suficientemente bien informada


sobre el funcionamiento de la compañía y que sea capaz de responder por sus
acciones, pero además mantener distancia de la administración de día con día y
conservar una visión objetiva, de más largo plazo.

3. El consejo directivo debe ser perceptible en el corto plazo a los asuntos


locales, sin embargo, debe estar informado más ampliamente de las tendencias y de
la competencia, a menudo de naturaleza internacional.

4. Se espera que el consejo directivo esté centrado en las necesidades


comerciales del negocio, mientras que actúa responsablemente hacia sus
empleados, sus socios comerciales y la sociedad en su totalidad.

La tarea para las juntas directivas por supuesto es asegurar la efectividad de


su modelo de riesgos. Con esto en mente, estos son algunos puntos de partida para
la agenda de la administración estratégica de riesgos para ser considerada por las
juntas y los directores:

¥ Designe un líder de nivel medio con capacidad de decisión no


solo con responsabilidad, pero con la autoridad para actuar en todos los
aspectos de la administración de riesgos.

¥ Asegúrese de que este líder sea independiente y pueda trabajar


objetivamente con los consultores externos de la compañía (auditoría externa,
abogados, etc.) y el responsable de tomar decisiones (el director y la junta
directiva).
¥ Esté satisfecho en cuanto a la suficiente profundidad de las
acciones del análisis del riesgo, de la identificación, de la evaluación y de la
manera de mitigarlo.

¥ Tenga confianza de que la información que proporciona la


administración de riesgos que reciben los miembros del consejo es exacta,
oportuna, clara y relevante.

¥ Activamente requiera y participe en el diálogo normal con los


accionistas principales para entender si sus objetivos se han logrado, se han
discutido y se han incluido, se están satisfaciendo y si los accionistas pueden
obstaculizar sus actuales iniciativas.

¥ Esfuércese construir una cultura donde la administración de


riesgos y la planeación estratégica convergen.

¥ Asegúrese de que la administración de riesgo permanezca


centrada en los asuntos más trascendentes.

¥ Confirme que la administración de riesgos está incluida en toda


la organización.

Figura 4.1 El rol de la junta directiva y la integración de la administración de riesgos. (Adaptada The Fish Rots from
theHead de Garratt (2003))
Según lo ilustrado en la Figura 4.1, el riesgo y la oportunidad afectan a las
cuatro funciones principales de las juntas directivas: formulación de políticas,
pensamiento estratégico, supervisión administrativa y responsabilidad.

La formulación de políticas implica el establecer la cultura organizacional que


debe incluir a la administración de riesgos; el pensamiento estratégico exige
seleccionar los mercados a penetrar y destinar los recursos necesarios para esos
mercados con la fortaleza del perfil del riesgo dispuesto; la supervisión
administrativa requiere que los negocios pongan en practica el control de la gerencia
y que procesos de dirección incluyendo los métodos formales de la administración
de riesgos. La responsabilidad se relaciona con asegurarse de que las acciones de
la mitigación del riesgo tengan claros responsables que se encarguen de
implementar las acciones preestablecidas para tratar los riesgos identificados, para
reportar los cambios en el perfil de riesgo e incorporar a la administración de riesgos

Objetivo fundamental de la Administración de Riesgos

El objetivo fundamental de un negocio es maximización de la riqueza del


accionista, es decir, maximizar las ganancias de sus accionistas (dueños). En una
economía de mercado, los accionistas proporcionarán fondos a un negocio con el
propósito de recibir el máximo rendimiento posible en su inversión para el nivel del
riesgo que se afrontó. Al evaluar varias oportunidades de inversión, los accionistas
valoraran los rendimientos de cada inversión contra los riesgos potenciales
implicados. El uso del término de la riqueza aquí se refiere al valor de mercado de
las acciones comunes.

El valor de mercado de las acciones reflejará los futuros rendimientos que los
accionistas esperarán recibir en un cierto plazo de las acciones y el nivel del riesgo
que implicó. Frecuentemente los accionistas no están preocupados de los
rendimientos en el corto plazo, pero se tratan de alcanzar los rendimientos más altos
posibles en el largo plazo. A menudo la maximización de los beneficios se propone
como objetivo alternativo para un negocio. La maximización de los beneficios es
diferente de la maximización de la riqueza. La maximización de los beneficios se
considera generalmente como objetivo a corto plazo mientras que la maximización
de la riqueza es un objetivo a largo plazo.
La maximización de la riqueza toma cuenta los riesgos del crecimiento a largo
plazo, mientras que la maximización de los beneficios no.

4.3 Administración de riesgos empresarial (ERM)

La administración de riesgos empresarial tiene que satisfacer una serie de


parámetros. Debe estar incluida en el sistema de control interno de un negocio,
mientras que al mismo tiempo debe respetar, reflejar y responder a los otros
controles internos. La administración de riesgos empresarial pretende proteger e
incrementar el valor de la acción para satisfacer el objetivo fundamental de la
empresa que es la maximización de la inversión del accionista. Debe ser
multifacético, tratando todos los aspectos del plan de negocios de la planeación
estratégica a través de los controles de la empresa:

 Plan estratégico.

 Plan mercadotecnia.

 Plan de operaciones.

 Investigación y desarrollo.

 Organización y dirección.

 Pronósticos y datos financieros .

 Financiamiento.

 Procesos de la administración de riesgos.

 Controles del negocio.

Las empresas que funcionan en el entorno actual están caracterizadas por el


cambio constante y requieren de un enfoque integral para manejar su exposición al
riesgo. Esto no siempre ha sido así, anteriormente los riesgos eran manejados en
“silos”, es decir aisladamente. Los riesgos económicos, legales, comerciales y del
personal eran tratados por separado y manejados a menudo por diversos individuos
dentro de una compañía sin tener que hacer alguna referencia cruzada de los
riesgos o sin comprender el impacto de las acciones administrativas adoptadas para
un grupo y sus efectos en otros grupos. Los riesgos son muy naturales, dinámicos,
fluidos y altamente interdependientes. Por lo tanto, ellos no se pueden evaluar o
manejar independientemente.

Esta concepción se incorpora a la definición de COSO (2002), donde es


definida como:

Un proceso sistemático efectuado por el consejo de administración de una


entidad, su dirección y restante personal, aplicable a la definición de estrategias en
toda la empresa y diseñado para identificar eventos potenciales que puedan afectar
a la organización, gestionar sus riesgos dentro del riesgo aceptado y proporcionar
una seguridad razonable sobre la consecución de objetivos de la entidad Por lo tanto
resumiendo, la gerencia de riesgo de la empresa puede ser definida como “marco
comprensivo e integrado para manejar riesgo empresarial para maximizar el valor de
una compañía”.

4.4 Beneficios de la administración de riesgos en México.

Ningún proceso de la administración de riesgos puede crear un ambiente libre


de riesgos. Por el contrario la administración de riesgos empresarial permite a la
gerencia operar más efectivamente en un ambiente de negocios lleno de riesgos
fluctuantes.

La administración de riesgo empresarial proporciona capacidad aumentada


para:

 Alinear el riesgo aceptado y la estrategia: En su evaluación de


alternativas estratégicas, la dirección considera el riesgo aceptado de la
entidad en la evaluación de alternativas estratégicas, estableciendo los
objetivos relacionados y desarrollando mecanismos para administrar los
riesgos asociados.

 Reducir las sorpresas y pérdidas operativas: Las entidades


consiguen mejorar su capacidad para identificar los eventos potenciales y
establecer respuestas, reduciendo las sorpresas y los costos o pérdidas
asociados.

 Mejorar las decisiones de respuesta a los riesgos: La


administración de riesgos corporativos proporciona el rigor para identificar y
seleccionar entre las posibles alternativas de respuesta a los riesgos: evitar,
reducir, compartir y aceptar.

 Recursos: Una clara comprensión de los riesgos que enfrenta un


negocio puede hacer más efectiva la dirección, la administración del tiempo y
de los recursos del negocio para manejar riesgo.

 Identificar y manejar los riesgos cruzados de la empresa: Cada


negocio hace frente a innumerables riesgos que afectan diversas partes de la
organización. Los beneficios de la administración de riesgos empresarial
solamente se optimizan cuando se adopta un enfoque integral de la empresa,
integrando las diferentes perspectivas a la administración de riesgos dentro
de una compañía.

La integración tiene que ser efectuada de tres maneras: centralizar los


reportes del riesgo, la integración de las estrategias de la transferencia del riesgo y
la integración de la administración de riesgos en los procesos organizacionales de
una empresa. En lugar de ser un mecanismo puramente defensivo, puede ser
utilizado como un instrumento para maximizar las oportunidades.

 Ligar el Crecimiento, el riesgo y rendimiento: Los negocios


aceptan riesgo como parte de la creación de riqueza y su sobrevivencia, y
ellos esperan un rendimiento que compense el riesgo. La administración de
riesgos empresarial proporciona una mayor capacidad de identificar y de
evaluar riesgos, y de establecer niveles aceptables del riesgo en relación con
el potencial de crecimiento y el logro de objetivos.

 Racionalizar el capital: Una información más sólida sobre la


exposición del riesgo permite a gerencia evaluar más efectivamente las
necesidades de capital y mejora la asignación del capital.
 Aprovechar las oportunidades: Mediante la consideración de una
amplia gama de potenciales eventos, la dirección está en posición de
identificar y aprovechar las oportunidades de modo proactivo.

Hay tres principales beneficios de la administración de riesgos empresarial:

• Mejora el funcionamiento del negocio

• Incrementa la efectividad organizacional

• Logra mejores reportes del riesgo.

4.5 Marco de la administración de riesgos empresarial

El marco para entender la administración de riesgos empresarial se incluye en


la figura 4.1 y se compone de cinco elementos.

Figura 4.1 Marco de


Administración de
Riesgos Empresarial

1. El gobierno corporativo se requiere para asegurarse de que la


junta directiva y la gerencia hayan establecido los procesos organizacionales
apropiados y los controles corporativos para medir y para manejar los riesgos
a través de la empresa.

2. La creación y el mantenimiento de un sistema sólido de control


interno se requiere para salvaguardar la inversión del accionista y los activos
de la empresa.

3. Un recurso específico se debe identificar para implementar los


controles internos con suficiente conocimiento y experiencia que genere el
máximo beneficio del proceso.

4. Se requiere un claro proceso de administración de riesgos que


establezca los procesos individuales, sus aportaciones, sus resultados, sus
limitantes y sus responsables.

5. El valor de un proceso de administración de riesgos se reduce


sin una clara comprensión de los orígenes del riesgo y a cómo deben ser
respondidos. El marco separa los orígenes del riesgo en dos elementos clave,
denominándolos procesos internos y el entorno donde opera la empresa.

Gobierno corporativo.- Una revisión de las recientes investigaciones sobre el


gobierno corporativo, revelan que es un catalizador para la administración de riesgos
empresarial y es también en gran medida el contribuyente principal a sus actuales
responsabilidades. Esto explica las expectativas que los accionistas tienen de sus
juntas directivas. Revela las posturas que las compañías han adoptado hacia a la
administración de riesgos y el gran impulso que ha recibido la práctica de la
administración de riesgos. Actualmente el gobierno corporativo se ha convertido un
componente esencial de la administración de riesgo empresarial porque proporciona
monitoreo integral de la empresa y aplica la administración del riesgo. Además
establece la responsabilidad en la junta directiva de asegurar el adecuado
funcionamiento de los sistemas y las políticas para la administración de riesgos. La
utilización de prácticas transparentes de la junta directiva y un sólido gobierno
corporativo son cruciales para una efectiva administración de riesgos empresarial.

Control interno.- La evaluación de los controles internos proporciona una


entendimiento de qué debe ser controlado y de cómo. Hay más de un punto de vista
en los enfoques formales. Los controles internos son un subconjunto de gobierno
corporativo y la administración de riesgos es un subconjunto de controles internos.
Por lo que la administración de riesgos esta dirigida a: facilitar la efectiva y eficiente
operación de un negocio, mejorando los informes internos y externos, favoreciendo
el cumplimiento de las leyes y regulaciones. Su objetivo es lograr esto a través de la
identificación y la evaluación de los riesgos a los que hace frente al negocio, para
removerlos, o reducirlos, o cuando sea necesario transferirlos a terceros, cuando
sea económicamente factible hacerlo.

Implementación.- La puesta en práctica de la administración de riesgos (que


forma la parte de los procesos del control interno de un negocio) puede ser
realizados internamente en una empresa o puede ser apoyada por consultores
externos. Ambas formas son normalmente aceptables. Cualquiera de ellas puede
ser seleccionada, los parámetros del estudio tienen que ser localizados en un mapa
de riesgos, deben ser comunicados y ser aceptados de acuerdo con los tiempos
establecidos; los recursos, los costos, las contribuciones y las personas
responsables se deben establecidos.

Proceso de administración de riesgos.- Una manera de explorar los


mecanismos para implementar un proceso de administración de riesgos es
descomponerlo en todas sus partes y examinar que tanto debería contribuir cada
parte a todo el conjunto. Aquí se propone que el proceso de administración de
riesgos se divida en seis procesos llamados: análisis, identificación, clasificación,
evaluación, planeación y administración. Muchas de las actividades siguen un patrón
en gran parte secuencial, pero puede ser un proceso altamente iterativo. Al
identificar los nuevos riesgos, el anterior proceso de la identificación y su
clasificación se revisan, por lo que el proceso secuencial se repite a través de la
implementación de las acciones de respuesta al riesgo.

Orígenes del riesgo.- Una manera de examinar los orígenes del riesgo del
negocio es considerar que emana a partir de dos sectores, de dentro de un negocio
(referente a las acciones toma) y del ambiente dentro del que opera, sobre el cual,
aparentemente, no tiene ningún control.

En la Figura 1.3 arriba, estas fuentes se han denominado “procesos internos”


y “entorno donde opera la empresa”. Estos son un desarrollo del análisis tradicional
del PEST (por sus siglas en inglés Polítical, Economic, Social y Technological, para
las influencias externas).
CONCLUSIÓN

Todos los negocios en un mercado libre se exponen al riesgo. Esta exposición


al riesgo existe desde sus inicios. Sin embargo, hay una opinión generalizada que
dice que ahora el riesgo es más complejo, diverso y dinámico. Particularmente, los
orígenes de los riesgos son más extensos y la capacidad del cambio de los orígenes
del riesgo ha aumentado dramáticamente. El surgimiento de la administración de
riesgos empresarial se ha generado del deseo y la necesidad de alejarse de la
administración de riesgos en “silos”, identificando y manejando las
interdependencias de los riesgos. Esto no es un nuevo descubrimiento intelectual
sino una solución práctica a un problema práctico. Está claro en las investigaciones
y en las publicaciones que los miembros de la junta directiva consideran que la
administración de riesgos empresarial es importante para el crecimiento de la
organización. Cualquier estrategia que las juntas directivas adopten deben decidir
qué oportunidades, presentes y futuras, desean aprovechar y qué riesgos están
dispuestas a tomar para desarrollar las oportunidades seleccionadas. Por lo tanto,
cualquier enfoque los negocios adoptan para la administrar los riesgos, deben lograr
el enfoque de la administración de riesgos empresarial ofrece la posibilidad de lograr
una equilibrio razonablemente juicioso y sistemáticamente discutido, entre los
riesgos y las oportunidades en forma que maneje las presiones contradictorias de
emprender retos que representen mejores beneficios por un lado y limite las
amenazas de los riesgos por la otro”. Sin embargo, a consecuencia de una serie de
problemas inesperados del gobierno corporativo han conducido al colapso de varias
compañías y a otros escándalos corporativos en todo el mundo, las juntas directivas
están bajo mayor escrutinio y las expectativas del gobierno corporativo han
aumentado perceptiblemente. Los miembros de las juntas directivas no pueden
distanciarse de la administración de riesgos o creer ellos no serán responsables. La
administración de riesgos necesita estar integrada en las principales actividades de
la junta directiva. Hay series de beneficios claramente reconocidos al implementar la
administración de riesgos, cuando es aplicada de una manera sistemática y
metódica. El marco es descrito para examinar la administración de riesgos
empresarial, entendiendo las presiones para su desarrollo, su estructura,
implementación, el proceso completo y los orígenes del riesgo.

BIBLIOGRAFÍA:

1.- BODIE, Zwi y Robert C. Merton (1999). Finanzas. Editorial Pretince Hall,
México.

2.- FRAGOSO, J.C. (2002). “Análisis y Administración de Riesgos


Financieros”. Exposición de la materia de Análisis de Riesgos, de la especialidad en
Economía Financiera de la Universidad Veracruzana, Capítulo 13: Mercado de
Derivados, Xalapa, Ver.

3.- LEWENT, Judy C., y A. John Kearney (1990). “Identifying, Measuring, and
Hedging Currency Risk at Merck”. Continental Bank Journal of Applied Corporate
Finance 2, pp. 19-28; EE.UU.

4.- JORION, Philippe (1999). Valor en riesgo. Edita Limusa, México.

5.- BACA, Gómez Antonio (1997). “La Administración de Riesgos


Financieros”. Articulo tomado de la revista Ejecutivos de Finanzas, publicación
mensual, Año XXVI, No. 11, Noviembre, México.

6.- DÍAZ, Tinoco Jaime y Fausto Hernández Trillo (1996). Futuros y opciones
financieros. Edita Limusa, México.

7.- RODRÍGUEZ, de Castro J. (1997). Introducción al Análisis de Productos


Financieros derivados. 2ª Edición, Editorial Limusa, México.
8.- KRUGMAN, R. Paul y Maurice Obstfeld (1995). Economía Internacional. 3ª
Edición, Editorial McGraw-Hill, España.

9.- LEVI, D. Maurice (1997). Finanzas Internacionales. 3ª Edición. Editorial


McGraw-Hill. México.

10.- PASCALE, Ricardo (1999). Decisiones Financieras. 3ª Edición, Ediciones


Machi, Argentina.

Вам также может понравиться