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Oligárquico 1880-1916

Radical 1916-1930

Dictadura 1930-1941

Benefactor 1941-1976

Liberalismo 1976-1983

Neoliberalismo y democracia 1983 a la actualidad


ESTADO LIBERAL-OLIGÁRQUICO

El Estado liberal-oligárquico Una de las características del estado que se configuró a partir de la
segunda mitad del siglo XIX es que se constituyó con la fuerza de un gobierno central, que se
impuso ganando el control del espacio social y territorial. Esa centralización del poder político
no hubiera sido posible sin el concurso de una fuerza militar. Por otra parte a este dominio del
territorio contribuyó la formación de un mercado nacional, que unificó el espacio interior para
integrarlo en la economía internacional. El ingreso de capitales extranjeros, además, se llevó a
cabo a través del modelo agroexportador. El modelo agroexportador imperante en nuestro país
en el siglo XIX se apoyaba en una clara división internacional del trabajo por la cual Gran
Bretaña era la proveedora de productos manufacturados mientras que Argentina era la
proveedora de materias primas. En ese contexto el estado argentino promovió la plena
inserción al mercado mundial. La conformación del estado nación en la Argentina tuvo,
además, características particulares en tanto coincidió con la incorporación de una gran masa
inmigratoria proveniente de Europa occidental. El proceso de organización nacional terminó a
partir de los ’60 con las autonomías provinciales a través del ejército nacional, llevando a cabo
obras de infraestructura y comunicaciones y extendiendo las relaciones capitalistas a todo el
territorio nacional. El elemento productivo central de este modelo de acumulación
agroexportador fue la estancia, que terminará simbolizando el sistema de autoridad económico
y político cultural de la clase dominante. Se constituyó un régimen político censitario,
centralizado en la presidencia bajo la forma del “unicato”, de control de las provincias. El
gobierno y los asuntos nacionales se estructuraban de tal forma que servían y satisfacían a un
círculo restringido de intereses y de individuos privilegiados de la oligarquía. El sistema político
se caracterizó por la constitución de un régimen de partidos de notables, con fuertes
restricciones en la participación, en tanto se restringía el acceso a la mayoría a las decisiones.
Se trató de un modelo de amplias libertades civiles y restringidas libertades políticas. El Estado
adoptó un rol modernizador y portador de un progreso identificado con el mundo cultural
europeo occidental. Se promovió la integración social mediante el amplio acceso al sistema
educativo. La constitución de la identidad nacional fue desarrollada a través de la educación
pública. El período que corresponde a este modelo de relaciones estado - sociedad fue
destacado, desde una perspectiva modernizadora, como una etapa de crecimiento y ascenso
en el contexto mundial y, desde una perspectiva democrática, ha sido criticado por su carácter
elitista y autoritario. Este estado liberal oligárquico cambia de régimen político en 1916 donde
se produciría el pasaje del estado liberal oligárquico al democrático liberal, momento en el cual
de la democracia restringida se pasaría a la ampliada, lo que beneficia la democracia y las
libertades políticas a partir de la irrupción del radicalismo irigoyenista y la incorporación de los
sectores medios con su exigencia de participación en el sistema. ElEl Estado entonces, se ubica
como armonizador de los diferentes interese en juego. No obstante no hubo ruptura con la
clase dominante en tanto había consenso sobre la forma de entender el progreso económico.
El modelo de acumulación agroexportador continuó en tanto se aunaba el consenso sobre los
beneficios de ese tipo de división internacional del trabajo. Luego, el impacto de la crisis del
’30, el golpe militar de ese mismo año, y la misma conflictividad presente en el partido
gobernante, la declinación del comercio internacional y la reducción nacional de la capacidad
de compra contribuirán a la declinación del estado liberal y el surgimiento de una mayor
intervención del estado en la economía.

En cuanto a este proyecto, cabe recordar la fundación en 1870 de la Escuela


Normal de Paraná, primera en su género formador de formadores y prueba
suficiente de la preocupación de Sarmiento por disponer de personas capacitadas
para la función docente. Entre 1870 y 1896 se fundaron treinta Escuelas Normales
que reprodujeron el modelo de Paraná, cuya esencia multiplicada, aunque con
algunas variaciones impuestas por modificaciones en los contextos históricos,
prevaleció hasta 1969 cuando la formación de maestros para la educación primaria
pasó a integrar el actualmente amplio espectro de la Educación Superior.
Volvamos al análisis de las diferencias al interior del proyecto oligárquico
liberal. Si bien las posiciones de Mitre y de Sarmiento se centraban en intereses
diversos, uno en la formación de élites y el otro en la distribución más o menos
generalizada de la alfabetización básica, esto no fue causa de enfrentamientos
entre ambos. Ni Mitre negaba la necesidad de la educación básica ni Sarmiento
menoscababa la educación media ni la universitaria. Se trataba de una cuestión de
prioridades, pero que en el fondo sustentaban la misma función social que este
Estado de corte oligárquico le asignaba a la educación: la de mantener al conjunto
social estratificado, diferenciado en sectores, con restricciones de acceso al
conocimiento a las capas populares que a su vez garantizaba la situación de
privilegios económicos y políticos a los sectores oligárquicos.
Las presidencias de Avellaneda y Roca dieron continuidad al proyecto con
algunos avances en materia educativa como la Ley de Educación Común de la
Provincia de Buenos Aires en 1875, la Ley Lainez en 1905, y por supuesto la Ley
1420 de educación primaria obligatoria, gratuita y laica en 1884.
No obstante ninguna de estas decisiones legislativas cambió el carácter
elitista, estratificador y por ende desigualador de la función social de la educación
en el período.
Como lo explica Adriana Puiggrós en una obra que ya hemos citado “¿Qué
pasó en la educación argentina?” la oligarquía detentaba el poder político,
sustentaba el modelo agroexportador y concebía a la educación como el ámbito
apropiado para imponer el orden (su orden) al resto de la población: peones de
campo, artesanos, obreros y un sector de inmigrantes que habían logrado
configurarse como una clase media con aspiraciones progresistas.
Frecuentemente se lee en la bibliografía especializada que durante el
período que nos ocupa se asignó a la educación pública la función de ser
igualadora social en particular por la obligatoriedad impuesta en la Ley 1420,
limitada por cierto a la educación primaria. Si bien es cierto que se buscó integrar
culturalmente a los hijos de inmigrantes a la vez que alfabetizar a los hijos de país,
también es cierto que faltaron igualdad de oportunidades en los estratos bajos,
pues el requerimiento de mano de obra infantil de las economías regionales y la
demanda de los dependientes y mandaderos (los “che pibe”) en los centros
urbano, generaron la deserción escolar temprana. También es cierto que esta Ley
sólo tuvo ámbito de aplicación en la Capital Federal y en los Territorios Nacionales
dejando a las provincias libradas a sus propias legislaciones, ahondando así las
diferencias.
El nivel académico de los programas de estudio y de la propuesta editorial
no impactó favorablemente en los sectores populares, porque difícilmente los hijos
de los trabajadores de escasos recursos, terminaban los estudios primarios,
debiendo incorporarse tempranamente al mercado laboral en situación de
precariedad.
El límite de la obligatoriedad al nivel primario, la restricción del acceso a las
oportunidades educativas por motivos económicos y culturales y la deserción
temprana configuraron un sistema educativo promotor de la desigualación social.
La naturalización de las diferencias que legitimaba un modelo de
concentración de la riqueza por un lado y de la pobreza por otro, la falta de
políticas sociales tendientes a la superación de tales diferencias y la imposición de
discursos políticos hegemónicos que tuvieron como contrapartida la escasa
participación popular, generaron un estado de resignación que fue caldo de cultivo
de la desigualación social y permitieron dar cumplimiento a funciones ideológicas
respecto de mantener a las clases populares en estado de aceptación de la
marginalidad socioeconómica y cultural.
ESTADO BENEFACTOR O BENEFICIARIO

El estado benefactor o beneficiario es producto de la crisis del capitalismo de 1930 y la


sustitución de importaciones, el cual implico transferir beneficios obtenidos por el modelo
agroexportador hacia la industria urbana. La intención era obtener el pleno empleo y garantizar
la demanda con sueldos altos estimulando el gasto.

El estado cambia su postura de protector de los derechos individuales para convertirse en


garante de los derechos sociales. Surge la necesidad política de atender las demandas de los
nuevos sectores sociales los cuales también tenían influencias en el ámbito político. Es un
modelo que se caracteriza por la intervención, por su acción en forma de prestaciones sociales,
dirección económica y distribución del producto nacional.

PLANO ECONOMICO

El modelo de acumulación característico de este tipo de relación Estado-sociedad en la


Argentina se basó en un modelo de industrialismo sustitutivo que reemplazó al
agroexportador. En lo económico el estado pasó a tener un papel activo en la producción de
insumos básicos y en la aplicación de instrumentos de políticas, cuotas de importación, crédito
industrial, promoción sectorial, etc. El estado adquirió así un rol protagónico en la promoción
del crecimiento económico.

PLANO SOCIAL

En lo social se producirá una profunda transformación demográfica y social en la que resultarán


de significativa importancia las migraciones internas de zonas del interior hacia las regiones del
litoral industrializadas.

Este modelo está asociado en nuestro país con el peronismo. Basa su legitimación en la
respuesta del estado a las demandas populares, en el distribucionismo y el liderazgo
carismático como articulador de la movilización popular. El reto consistía, en que en n inédito
contexto político y social de masas, el Estado debía adaptarse al mismo con nuevas alianzas y
con la ampliación efectiva del régimen político sobre la base de una mayor participación. Esta
nueva articulación Estado-sociedad significó el tránsito de una política de incorporación
restringida a otra con participación ampliada de nuevos sectores.
- Estado desarrollista Luego de la Revolución Libertadora cambia el régimen político, pero la
intervención del estado en el desarrollo continua con un nuevo subtipo del estado social: el
estado desarrollista. Este tipo de estado, impulsado como idea fuerza por la CEPAL, dominó la
escena latinoamericana hasta la segunda mitad de los años sesenta. El estado desarrollista era
intervencionista más que estatista y, aunque preconizaba un fuerte sector público el orden
económico seguía basado en el mercado, pero en un mercado regulado por la planificación.
Invierte la dirección del movimiento y cambia la conexión populista fundamental, centrándose
primariamente en la promoción del crecimiento económico. Ello implicaba la postergación del
estado benefactor. En Argentina se desarrolla en el marco de una democracia con proscripción,
con una estrategia económica que amplía las estructuras tecnoburocráticas, distinguiéndose de
la estrategia nacional popular en cuestiones de énfasis: mientras la última consideraba al
estado en función de la distribución y la autonomía nacional, la desarrollista lo hizo a favor del
aumento de la inversión y la integración a este proceso del capital extranjero. Este modelo
otorgaba un rol mayor al empresariado, a la racionalidad del sector público y menor para los
sindicatos y la movilización popular. El énfasis fundamental del estado desarrollista estuvo
orientado al crecimiento económico mientras que en el populista éste era esencialmente
redistribustivista.

4-El Estado burocrático autoritario Posteriormente, en 1966 –y en la década del ‘70-se inicia la
fase burocrático-autoritaria del estado. Esta se caracterizó por la exclusión política y la
presencia de corporaciones industriales al poder. Suponía que la única restricción al proyecto
de desarrollo y modernización del país residía en el alto nivel de conflictividad social de la
época, la forma en que se había realizado la incorporación de la clase obrera y la ineficacia de
la política demoliberal. Este régimen autoritario estaba fundado en la hipótesis de una guerra
interna de carácter ideológico, articulada en torno al conflicto entre capitalismo y comunismo,
y asentada en le retórica de la modernización y la inserción en la civilización occidental y
cristiana. El diagnóstico en el que se asentaban era el de una situación donde prevalecía una
creciente movilización de masas que desbordaban al estado, con el riesgo de una amenaza
incontrolable para el orden social vigente. Adopta la forma inédita de un estado militar que no
dependía de un caudillo sino que es producto de operaciones planificadas por los estados
mayores de las FF.AA. En el mismo las posiciones superiores de gobierno estarán ocupadas por
personas que accedían provenientes de organizaciones complejas y altamente burocratizadas
(fuerzas armadas, grandes empresas). Este era un sistema de exclusión política y económica,
despolitizante, que se corresponde con la etapa de profundización del capitalismo periférico y
dependiente pero también dotado de una extensa industrialización Estos regímenes militares
eran partidarios del libre juego del mercado, al que concebían como el ámbito por excelencia
de la libertad individual. En tanto la esfera de responsabilidad del estado debía ser subsidiaria.
El estado autoritario era un estado gendarme entre cuyas funciones ese encontraba garantizar
y resguardar el mercado como órgano regulador económico y social básico.

5-El Estado neoliberal Desde fines de la década del ’70 comienza a dejarse atrás un modelo
basado en la industrialización sustitutiva, la política de masas y el desarrollo industrial; se asiste
a la crisis de ese modelo de industrialización sustitutiva basado en le demanda interna. El
impacto del endeudamiento y de la necesidad de políticas de ajuste se imponen junto a la
necesidad de lograr una nueva inserción a nivel internacional. Desde las posturas
neoconservadoras se diagnosticó la crisis del estado de bienestar señalando el excesivo tamaño
adquirido por el sector público, la necesidad de reducir los costos del Estado y fomentando el
desarrollo de un amplio sector privado de servicios. En los ’80, con la democracia, explota la
crisis de la deuda y al fin de la década se produce la profundización de la crisis del Estado, que
hace eclosión con la hiperinflación. Este modelo se inserta en un contexto internacional
impactado por la globalización de la economía y por la difusión a nivel mundial de las pautas de
la economía de libre mercado. Desde fines de los ’80 predomina, entonces, el enfoque
neoliberal del estado que se expresa en términos económicos como lucha contra la inflación y
a favor de una separación estado sociedad civil para alcanzar la estabilidad económica. Este
modelo destaca el excesivo tamaño adquirido por el sector público, crítica al exceso de
burocracia y la descontrolada expansión del gasto fiscal, promueve mayor libertad para el
mercado. En los ’90 se encara un proceso de redimensionamiento del estado y del papel
prestado por el sector privado, delineándose un nuevo modelo de acumulación. El eje del
proceso económico deja de ser el trabajador y su organización pasa a ser el mercado, el
consumidor y el management. En muchos casos se apeló a la privatización de empresas
públicas prestadoras de servicios, a la descentralización y a la reducción del papel del estado en
aspectos vinculados con la función social del estado. Esta modelo impulsa además, la
flexibilización laboral y da lugar a la precarización de las relaciones laborales. Se asiste al pasaje
de un modelo cultural vinculado a lo públicoestatal, de solidaridades nacionales hacia otro
vinculado al mercado, a la sociedad civil y la competencia.

En este contexto se verifica el pasaje de la centralidad que adquiría la figura del “trabajador” a
la del “consumidor”. La relación Estado-sociedad se modifica y el estado se reestructura tanto
en relación con los factores internos como con los externos, emergiendo un nuevo modelo: el
estado neoliberal. El mismo se constituye en garante de las nuevas reglas de juego, de los
equilibrios macroeconómicos, la competencia y la diferenciación estado y sociedad civil, en un
marco de un modelo de acumulación orientado al mercado externo.
EL ESTADO DE BIENESTAR O SOCIAL (1930-1974).

El golpe militar de 1930 y la crisis internacional, entre otros factores, constituyen la inflexión
entre dos tipos de Estado: el liberal y el social. Como consecuencia de la caída del comercio
internacional y de la reducción nacional de la capacidad de compra, surge la intervención del
Estado en la economía. El Estado comienza a cambiar junto con la pérdida de hegemonía de la
oligarquía y el ascenso de las fuerzas armadas pero también se produce un cambio en la
sociedad civil, con el surgimiento de nuevos actores, como fracciones del empresariado,
industrial y del nuevo proletariado urbano. Se conoció como Estado benefactor caracterizado
por la incorporación de grandes masas y de necesidad de contrarrestar las grandes crisis del
capitalismo.

A partir de la crisis del ’30 con la caída de las exportaciones de materias primas y de
importaciones manufactureras, se desarrolló una industrialización sustitutiva: empieza un
desarrollo endógeno (al interior del país) con nuevas industrias. La ausencia de sectores en la
sociedad civil con la capacidad económica y la decisión política para encabezar este proceso de
industrialización obligó al propio Estado a tomar la iniciativa y a conducir el nuevo momento.
En la década del ’30, el Estado comienza a asumir cierto rol en la administración de lapoblación
constituidacomo “capital humano”.

Se crean: la junta de ayuda al niño (1933), el seguro de maternidad (1936), la ley de defensa de
la Familia Argentina (1938) la ley que protege a los niños de edad escolar y crea hogares
escuelas N°12558 (1938). Esto muestra la intervención del Estado Nación sobre el interior del
país. Este modelo de Estado pasó por tres etapas:

Nacional Popular

(1945-1955), en el que fue representativa la presidencia de Juan Domingo Perón.

En lo que respecta a lo social

El Estado deja de concebirse como exclusivo protector de los derechos individuales para
convertirse en garante de los derechos sociales. Se trata de un estado interventor, que actúa en
prestaciones sociales, dirección económica y distribución del producto nacional. Surgió la
necesidad política de atender las demandas de los nuevos sectores sociales que comenzaban a
asumir nuevos roles y constituían la escena política. Se produjo también una profunda
transformación demográfica y social debido a las importantes migraciones internas de zonas
del interior, del campo, hacia las regiones del centro, de las grandes ciudades industrializadas.

. Como tal, ejerció una influencia decisiva en el proceso de redistribución de los recursos a
favor de los sectores trabajadores. Al mismo tiempo desarrolló una intensa actividad en torno a
responder a las apremiantes necesidades sociales (salud, vivienda, educación, etc.) de los
grupos y sectores sociales más necesitados. No se trató sólo de una integración ciudadana a
través del voto sino de una integración más plena a partir del creciente acceso a los bienes que
la sociedad producía.

En lo que respecta a lo económico

El industrialismo reemplazó al modelo agroexportador. El Estado se hace cargo de las


prestaciones sociales, las políticas públicas y la educación, garantizaba el pleno empleo, daba
subsidios, jubilaciones; tenia bajo su poder empresas como YPF, teléfonos, correos, etc. Hubo
un gran desarrollo del sector público. El Estado pasó a tener un papel activo en la producción
de insumos básicos y en la aplicación de instrumentos de políticas, cuotas de importación,
crédito industrial, promoción sectorial, etc.

El Estado intervenía planificando para regular los desequilibrios en la demanda y en el empleo.

En lo que respecta a lo político, en este periodo Popular del estado con la figura de Perón se
vislumbró una respuesta del estado a las demandas populares en la distribución y el liderazgo
carismático como articulador de la movilización popular y la ampliación efectiva del régimen
político sobre la base de una mayor participación de sectores sociales que hasta entonces
habían permanecido excluidos de este tipo de participación. Intentó expresar la alianza de los
sectores favorecidos con el proceso de industrialización y el crecimiento del mercado interno.
Se constituyó el“movimientismo” como un modelo de partido que permitió que estas alianzas
llegasen al poder, incorporando a la conducción del país a sectores históricamente marginados.
Se fortalecieron gremios y sindicatos, hubo amplia participación de los trabajadores en el
gobierno. Se modificaron las relaciones entre el estado, las clases sociales y sus organizaciones
representativas y los pilares de la democracia de masas fueron la extensión de los derechos de
ciudadanía y la participación política-activa de las masas obreras.

En lo que respecta a la educación,

La educación se incorporó no solo como derecho de los ciudadanos sino como estrategia de
capacitación de mano de obra para satisfacer las demandas de la surgente industria.

La “formación del ciudadano” fue reemplazada por la idea de “formación para el trabajo”:
capacitación de mano de obra que se convertiría en formación de recursos humanos. Los
requerimientos eran de una educación que superara el analfabetismo, la deserción, la
repitencia y exclusión de los más pobres. Los nuevos roles ocupacionales exigían una
alfabetización básica que el sistema educativo debía brindar.

También comenzaron a requerir ciertos técnicos profesionales y conocimientos de oficio y


especialidades que no podían ser aprendidos sólo en el lugar de trabajo y que los nuevos
trabajadores no poseían. Pero por sobre todas las cosas exigían una disciplina laboral que
únicamente el sistema educativo podría brindar masivamente a millones de trabajadores
rurales que provenían del interior. Estos sectores pasarían a constituir la principal fuerza laboral
de las nuevas fábricas y talleres. Para contribuir a estos objetivos se creó en 1944 la Comisión
Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional por decreto 14538/44, que desarrolló una
importante variedad de modalidades de capacitación básica y profesional para jóvenes y
trabajadores hasta entonces excluidos del sistema educativo: escuelas de tiempo parcial,
escuelas fabricas, escuelas de aprendizajes, escuelas de capacitación obrera, cursos
complementarios, escuela de capacitación profesional para mujeres, entre otras. En 1938 se
sancionó la Ley Palacios 12.558 de asistencia medico-social a la niñez en edad escolar que
ayudó a la cuestión sanitaria. Estas reformas realizadas durante el primer gobierno peronista,
se fundamentaron en los principios del Primer Plan Quinquenal (1947-1951). El Plan planteó
como objetivos de política publica educativa vitalizar la escuela, dándole activa participación en
la vida social

No se incluye la gratuidad en el nivel secundario, a diferencia de lo que ocurre en el Nivel


primario y la universidad. Perón, una vez afirmado el control del Movimiento Peronista y
limitadas las posibilidades de acción de la oposición política y social, decidió reformar la
Constitución Nacional en 1949, aunque las modificaciones introducidas rigieron

hasta que fue derogada en 1957 luego de su derrocamiento en 1955. El objetivo de esta
medida era adecuar el ordenamiento constitucional del país a los cambios que había producido
el peronismo. La nueva Constitución fue sancionada en 1949 e incluyó algunos principios del
justicialismo como una serie de derechos del trabajador, la familia, la ancianidad, la educación
y la cultura, además de la reelección presidencial. En el artículo 37 IV, los derechos de la
educación y la cultura, se le otorga

al Estado la acción directa de crear escuelas primarias, secundarias, técnico-profesionales,


universidades y academias, a la vez que instituciones de formación

docente especializado para la educación en el medio rural; se estableció la obligatoriedad de la


enseñanza primaria elemental y la gratuidad de la misma ofrecida por el Estado, los fines
generales de la enseñanza, la orientación profesional de los jóvenes como una función estatal,
los fines y el gobierno de las universidades y la protección del patrimonio cultural, científico y
artístico de la nación. FINNEGAN Y PAGANO. La enseñanza tenderá al desarrollo del vigor físico
de los jóvenes, al perfeccionamiento de sus facultades intelectuales y de sus potencias sociales,
a su capacitación profesional, así como a la formación del carácter y el cultivo integral de todas
las virtudes personales, familiares y cívicas.
Detrás de la reforma de la educación peronista estaba la valorización de la educación laboral
como parte de la planificación del desarrollo nacional, por esto se crean numerosos
establecimientos de educación técnica, destinadas a la formación de mano de obra calificada al
interior del país. Por otro lado, no establece la función hegemónica del Estado en la educación
e introduce el principio de subsidiaridad del estado. La familia y los establecimientos
particulares son definidos como ejes del sistema educativo y les corresponde a los
establecimientos oficiales la función de colaborar con ellos, esta perspectiva iba a propiciar el
desarrollo de la ed. Privada. FINNEGAN Y PAGANO. El financiamiento educativo del estado era
garantizar el derecho a la educación primaria a toda la población y de manera selectiva en los

niveles subsiguientes atendiendo a las capacidades y meritos de los estudiantes. A su vez, se


impulsa la normalización de la situación de los servicios de gestión privada mediante la sanción
del Estatuto para el Personal Docente de los Establecimientos de Enseñanza Privada Ley
13.047/ 1947 que sistematizó e institucionalizó el subsidio estatal a la educación privada. En
este periodo se produjo una fuerte expansión de todos los niveles del sistema educativo, lo
cual se relaciona con la incorporación de sectores sociales anteriormente excluidos. FINNEGAN
Y PAGANO. El peronismo y la Iglesia mantenían muy estrechos vínculos desde los comienzos
del gobierno: Perón, favorecía por un lado al liberalismo católico que quería desarrollar un
sistema escolar propio y ratificaba la enseñanza religiosa en las escuelas y, por otro lado,
incorporaba formas de control sobre la educación eclesiástica. Además, el gobierno había
promovido la ratificación legislativa del decreto 18.411/43, que establecía la enseñanza de la
religión católica en las escuelas públicas, y había duplicado los aportes estatales para sostener
el culto, medidas que facilitaron la expansión de la presencia institucional de la Iglesia. Sin
embargo, esta alianza se fue deteriorando progresivamente, a causa del énfasis creciente del
peronismo en la afirmación de una doctrina que competía con la Iglesia, además ya en 1945, el
gobierno decidió sacar del control eclesiástico la enseñanza religiosa de las escuelas públicas. El
conflicto se agudizó cuando en 1954, el gobierno decid

El Estado desarrollista (1955 al 1966)

Luego de la Revolución Libertadora cambia el régimen político, pero la intervención del Estado
en el desarrollo continua con un nuevo subtipo del estado social: el estado desarrollista. El
orden económico seguía basado en el mercado, pero en un mercado regulado por la
planificación para si promover principalmente el crecimiento económico. Lo que implicó la
postergación del estado benefactor. La estrategia económica fue el aumento de la inversión y la
integración a este proceso del capital extranjero.
En el plano educativo, entre 1958 y 1960 se produjo la liberalización de las disposiciones de
fiscalización de manera que se posibilitó que el sector privado compitiera en mejores
condiciones con la escuela pública que era de mejor calidad y prestigio, así se estructuró un
circuito diferenciado de planes de estudio y organización pedagógica entre ambos sectores, al
publico se lo dejó con los planes de mediados de los 40 y 50 en los periodos de facto,
sometidos a un fuerte control ideológico. En 1958 se creó un organismo que a partir de 1960
seria la Superintendencia Nacional de Educación Privada SNEP dependiente del Ministerio de
Educación nacional.
El Proceso de Reorganización Nacional ( Dictadura 1976 a 1983), fue un atecedente a las
practicas que luego iba a tomar el estado neoliberal en los ’90, el cual sentará las bases más
sólidas del modelo económico que será hegemónico durante el siguiente estado

Desde fines de la década del ’70 comienza a dejarse atrás el modelo basado en la
industrialización sustitutiva, la política de masas y el desarrollo industrial. El endeudamiento y
la necesidad de políticas de ajuste se impone junto a la necesidad de lograr una nueva
inserción a nivel internacional.

El estado de bienestar entra en crisis debido, entre otros motivos por, el excesivo tamaño
adquirido por el sector público, la necesidad de reducir los costos del Estado y fomentado el
desarrollo de un amplio sector privado de servicios. Este gobierno de facto plantea como
objetivos; el restablecimiento del orden y la seguridad, la modernización del país mediante la
reforma del sistema educativo en dirección a transmitir normas y valores que garantizaran la
vigencia del modelo autoritario que proponían.

En lo referido a la educación

Se toma una modalidad disciplinaria que se implementó sobre los dos órdenes que conforman
la cultura escolar; el instrumental y el expresivo. El primero se refiere al conocimiento
educacional públicamente valido y el segundo a la transmisión de valores. Las políticas
desarrolladas en cuanto al orden expresivo fueron la clausura de los mecanismos de
participación social en la orientación y conducción del sistema educativo, el disciplinamiento
autoritario de todos los agentes de la actividad educativa y la transferencia de la lógica
burocrática al ámbito escolar. En cuanto al instrumental, las estrategias se centraron en la
exclusión de docentes y contenidos curriculares que no brindaban garantía ideológica, y la
distribución, por medio del currriculum oculto de pautas de socialización individualistas, se
controlo lo que sucedía en las instituciones restringiendo los temarios a ser trabajados en
reuniones de padres, persiguiendo a los docentes y prohibiendo libros usados cotidianamente.
Durante este período también se recurrió a la violencia contra estudiantes y docentes, también
se produjo un ataque sistemático contra las Universidades Nacionales, incluso cerrando varias
de ellas

El año 1978 significó para el sistema educativo argentino el momento de finalización de un


proceso de transferencia de establecimientos de educación primaria de la jurisdicción nacional
a las respectivas provincias,. De esta manera, uno de los principales pilares de las políticas
neoliberales de los ´90, la descentralización, se aplicaba a la educación primaria.

Esta descentralización tenía que ver con el presupuesto nacional, ya que serían las provincias
quienes se responsabilizarían por el financiamiento de sus sistemas educativos. Con respecto a
las Universidades, bajo el PRN, fueron nuevamente intervenidas, se volvió a la política de cupos
y exámenes de ingreso y se estableció el arancelamiento en las universidades nacionales que
no fueron cerradas.

En los ’80, con la democracia. El neoliberalismo se inserta en un contexto internacional


impactado por la globalización de la economía y por la difusión a nivel mundial de las pautas de
la economía de libre mercado. Éste, se expresa en términos económicos como lucha contra la
inflación y a favor de una separación estado-sociedad civil para alcanzar la estabilidad
económica; destaca el tamaño adquirido por el sector público, crítica al exceso de burocracia y
la descontrolada expansión del gasto fiscal, promueve mayor libertad para el mercado. En lo
que respecta al orden político, el gobierno de Alfonsín plantea la necesidad de transformar una
cultura autoritaria, los sucesivos intentos de desestabilización del estado por parte de los
sectores de las Fuerzas Armadas demostraron que era necesario mantener presente en los
ciudadanos la conciencia respecto a la defensa de un sistema democrático. La función política
principal de la educación era trasmitir los valores democráticos con el objetivo de generar una
cultura participativa por parte de la ciudadanía. Se modificaron las normas, los reglamentos y
las practicas autoritarias del gobierno antecedente. Este gobierno mostraría una especial
preocupación por la democratización interna y externa del sistema educativo. Durante el
período de su gobierno se llevaron a cabo campañas de alfabetización, libre ingreso a todos los
niveles del sistema educativo, libertad de cátedra y de agremiación de estudiantes y docentes,
reincorporación de docentes censurados y estudiantes expulsados por la dictadura,
normalización de las Universidades Nacionales. La decisión mas significativa de este período
fue la convocatoria y posterior realización del Congreso Pedagógico Nacional (convocado por
Ley 23114/84 y realizado en abril de 1986). Este Congreso Pedagógico Nacional podría haber
sido un avance en lo que se refiere a la implementación de políticas educativas, sin embargo,
esto no ocurrió y el Congreso fue cooptado por los sectores más conservadores de orientación
católica. Con respecto a la descentralización, el gobierno radical intentó optimizarla lo mayor
posible, tanto en lo administrativo como en lo curricular teniendo en cuenta las diferentes
características físicas, económicas, sociales y culturales del país.

En lo que respecta a lo económico en los ’90 se encara un proceso de redimensionamiento del


estado y del papel prestado por el sector privado, delineándose un nuevo modelo de
acumulación. El eje del proceso económico deja de ser el trabajador y su organización pasa a
ser el mercado, el consumidor. En muchos casos se apeló a la privatización de empresas
públicas prestadoras de servicios, a la descentralización y a la reducción del papel del estado en
aspectos vinculados con la función social del mismo. Este modelo impulsa además, la
flexibilización laboral y da lugar a la precarización de las relaciones laborales. Se asiste al pasaje
de un modelo cultural vinculado a lo público estatal, de solidaridades nacionales hacia otro
vinculado al mercado, a la sociedad civil y la competencia. En este contexto se verifica el pasaje
de la centralidad que adquiría la figura del“trabajador” a la del “consumidor.Esto comienza a
impactar en el deterioro de la calidad educativa. Las políticas sociales de corte neoliberal
suponían la no intervención estatal en la economía, la apertura del mercado, la reducción del
gasto publico, el ajuste fiscal del gasto a los ingresos genuinos y la evitación de todo
mecanismo inflacionario, estas normas aprobadas durante el gobierno de Menem le daban al
poder ejecutivo poderes de excepción para la privatización de empresas publicas y para la
derogación del trato diferencial entre capital nacional y extranjero. (finnegan y pagano). En este
marco se llevo a cabo el proceso de Transformación Educativa de racionalidad neoliberal y
tecnocrática. Las áreas de salud y educación tuvieron reformas estructurales globales que
implicaron un desplazamiento de los esquemas universales de reconocimiento y atención de
los derechos sociales propios del estado de Bienestar. En el sector educativo,el proceso se
sustentó jurídicamente en la Ley de Transferencia de los servicios educativos nacionales a las
provincias y ciudad de bs as en 1991, en la Ley Federal de Educación de 1993 y en la Ley de
Educación Superior de 1995, las cuales generaron las bases para la aplicación de estas
orientaciones fijadas para el sector por los organismos internacionales asistencia técnica y
financiera. El Ministerio de Cultura y Educación de la Nación impulsó desde 1992 una reforma
que

bajo el lema “mas y mejor educación para todos” promovió como ejes centrales la

ampliación de la obligatoriedad de la escolaridad básica, a partir de una modificación


estructural de la estructura académica del sistema; la renovación curricular; la formación
docente continua; la innovación en los estilos de gestión y la evaluación permanente de la
calidad de la educación.

Ley de Transferencia Educativa.

En 1991, esta ley 24.049 de transferencia de establecimientos de nivel medio y superior no


universitario ordenó el traspaso de las responsabilidades administrativas y financieras del
conjunto de los establecimientos hasta entonces a cargo del Estado a las provincias. Esta
política constituía un requisito para la renegociación de la deuda externa contraída por el país
contemplada en los acuerdos firmados con el Banco Mundial y con el FMI

Ley Federal de Educación. Nro 24.195/ 1993

Es la primera vez que en el país se cuenta con un instrumento normativo que abarca todos los
niveles y modalidades del sistema educativo, con aplicación en todo el territorio y que
introduce profundas modificaciones. Esta ley estableció nuevas funciones para los diversos
organismos de gobierno de la educación, una nueva estructura académica, la renovación de
contenidos curriculares, el establecimiento de un sistema nacional de evaluación de la calidad y
una red federal de formación docente continua.

Esta Ley abordó explícitamente la cuestión del financiamiento educativo, fijando un


incremento progresivo de los fondos públicos a ser destinados al sector. Sin embargo, en la
práctica no se atendió a la norma y el Estado disminuyó los fondos destinados a la educación.
Por ultimo, planteó a la educación como un servicio público que podía ser gestionado por el
sector público o por el privado, le otorgó legitimidad a la educación no estatal y colaboró en el
aumento de la diferenciación socioeducativa.
La crisis político-institucional-económica-social y educativa en la que quedo sumergida la
Argentina luego de la década neoliberal de los 90. Los organismos internacionales rediscutieron
que la aplicación cruda de los planes de ajuste del FMI habían sido corresponsables de la crisis
de los países como el nuestro que pusieron en peligro la estabilidad misma de los sistemas de
gobierno, y sobre la base de la vigencia de las reformas de los estados ya consolidadas, realizan
revisiones parciales a las políticas en curso. Como consecuencia del convulsionado año 2001,
que destituye al entonces presidente de la República Argentina Dr. Fernando De La Rua, se
necesitan bases políticas y sociales más consolidadas, donde el estado intervenga haciendo
frente a las demandas sociales.

En este contexto la educación adquiere suma importancia constituyéndose en una variable de


gobernabilidad para un sistema que ha excluido a gran parte de la población. Así como el
incremento de la desocupación intenta contenerse mediante la administración de planes de
subsidios a través de ONGs y organismos diversos, la educación es mirada como una variable
de contención social. Ya no se trata sólo de una variable de ajuste dentro de la Reforma del
Estado como en la década anterior.

En los últimos años, a partir del gobierno de Kirchner en el 2003 se dio impulso a una serie de
normas orientadas a abordar y remediar algunas de las problemáticas relevantes del sistema
educativo. Se impulso en el Congreso la sanción de regulaciones vinculadas con la duración del
ciclo lectivo asociada a la garantía del pago de los salarios docentes, el financiamiento
educativo y la educación técnico profesional. Esta Ley de duración del ciclo lectivo 25.864/2004
establece un ciclo anual mínimo de 180 días efectivos de clase para los establecimientos de
todo el país en los que se imparte Educación Inicial, EGB y polimodal. Un año mas tarde, en el
2005 se sancionó la Ley de Financiamiento Educativo 26.075 la cual fija el incremento
progresivo de la inversión en educación, ciencia y tecnología del Estado, de las provincias y de
la Ciudad de bsas. Se compromete a una mejora de la eficiencia en el uso de los recursos
destinados al sector para garantizar la igualdad de oportunidades de aprendizaje, apoyar las
políticas de mejora de calidad de enseñanza y fortalecer la investigación científico-tecnológica.
Esta Ley implica un aumento de la participación del Estado en la inversión sectorial y una
disminución del gasto de los estados provinciales. La mejora y equiparación de los salarios
docentes de las diversas jurisdicciones también es uno de los objetivos de la misma.

Nos encontramos ante un nuevo escenario social; inestabilidad social, falta de regulación
estatal en las protecciones sociales, precariedad laboral, que intensificaron la desintegración
social y socavaron las posibilidades de acción colectiva llevada adelante por las clases
populares, así una gran parte de la sociedad que pertenece a las clases medias y populares
sufrió una drástica reducción de oportunidades de vida.( A principios del 2000 se produce un
aumento descomunal de desigualdad y pobreza.) Finnega y pagano plantean que nos
encontramos frente a una sociedad devastada, en la que en los últimos 30 años, todos los
grupos sociales sufrieron grandes transformaciones, tanto en lo que respecta a su composición
socio-ocupacional como al peso político y económico de cada uno de ellos en el espacio social.
Lo que cambió fue la distribución del poder social y el modo en que cada uno se auto
representa, piensa y figura su destino social dentro de la sociedad. Hubo una perdida de la
gravitación política y económica de los sectores medios y populares y una creciente
concentración de poder de los sectores altos y medios-altos. La sociedad se encuentra asociada
a trayectorias de fracaso escolar y proceso de

exclusión educativa o al ingreso tardío al sistema educativo, el malestar, violencia, dificultades


de integración, y la ausencia de sentido de la experiencia escolar para los adolescentes. Existen
círculos de escolarización diferenciados en función de la clase

social de pertenencia de los alumnos “segmentación educativa” que designa u

na

desigualdad en la educación que deriva en una acumulación desigual de capital cultural y


social. Estas grandes asimetrías sociales configuran un contexto social que achica los márgenes
para dar cumplimiento al derecho a la educación, en vez de mejorar las oportunidades de
acceso a la educación, las diferentes formas que adopta la

desigualdad, los procesos de exclusión, la pobreza, el desempleo y el empleo precario, el


debilitamiento de las protecciones sociales, se requiere una voluntad política colectiva para
crear condiciones institucionales alternativas que recreen esta situación

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