En economía, los bienes y servicios son el resultado de los esfuerzos humanos
para satisfacer las necesidades y deseos de las personas. La producción económica se divide en bienes físicos y servicios intangibles. Los bienes son objetos que pueden ser vistos y tocados, tales como libros, plumas, sal, zapatos, sombreros, y carpetas. Los servicios son realizados por otras personas, tales como doctores, jardineros, dentistas, peluqueros o camareros. Se asume que el consumo de bienes y servicios provee de utilidad (satisfacción) al consumidor.
La división de los consumibles en bienes físicos y servicios intangibles es una
simplificación: no son categorías discretas. La mayoría de teóricos de negocios ven un continuo entre servicios puros y bienes mercancía en ambos extremos. La mayoría de productos caen entre estos dos extremos.
PROCESOS PRODUCTIVOS ATIZANDO LA TECNOLOGÍA
Todas las actividades empresariales e incluso los negocios más
tradicionales, se han visto radicalmente transformados con la introducción de nuevas tecnologías.
Para lograr el crecimiento empresarial, la tecnología hace más
eficiente el proceso administrativo y el alcance de nuevos mercados, lo cual favorece la productividad y seguridad de la empresa. Como resultado, notará un ahorro importante en costos.
A lo largo de los últimos años hemos asistido a una constante
evolución en el contexto de la tecnología aplicada a los procesos de producción en la industria electrónica, con un especial énfasis en el control de estos procesos. Para poder hacer frente a tal evolución así como a la fuerte competencia, las empresas necesitan adquirir equipamientos y maquinaria con tecnología cada vez más avanzada, así como integrar e informatizar todos sus recursos. Uno de los eternos desafíos de la industria radica en reducir al máximo el tiempo empleado en los diversos procesos de producción de modo que la relación coste-producción sea enfocada hacia el producto final más rentable y más atractivo para el cliente.