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Elicitores
Las plantas continuamente están sometidas a situaciones bióticas y abióticas adversas, y ante
cualquier ataque de patógenos o condición de estrés las plantas cuentan con mecanismos
químicos de defensa. Dentro de los mecanismos de defensa se pueden enunciar dos tipos: 1) los
pasivos y 2) los activos. Los primeros están referidos a las defensas físicas de las plantas como
cutículas, tricomas y ceras, así como a las barreras químicas, que consisten en la síntesis de
sustancias químicas por parte de la planta antes de cualquier infección por patógenos; tales
sustancias son saponinas, alcaloides, proteínas antifúngicas o enzimas inhibidoras. Por otra
parte, los mecanismos activos tienen que ver generalmente con la producción endógena o
aplicación exógena de compuestos conocidos como “elicitores”, cuyo objetivo de estos es fungir
como activadores de reacciones defensivas, es decir, inducir la producción de fitoalexinas o
estimular cualquier mecanismo de defensa de la planta para protegerse. Estos inductores son
capaces de promover diferentes modos de defensa de la planta, como: Resistencia Sistémica
Adquirida (relacionada al ácido salicílico y proteínas PR), Resistencia Sistémica Inducida
(activada por cepas bacterianas de rizobacterias saprofitas) y Resistencia Local Adquirida
(desencadenada por la respuesta hipersensible de la planta y la producción de fitoalexinas)
a) Según su origen:
Endógenos (endoelicitores): se producen u originan naturalmente dentro de la planta al
detectar la necesidad de crear defensas. Exógenos (exoelicitores): son creados por
elicitores externos que se aplican para inducir la producción de defensas en la planta
previniendo un ataque, por ejemplo: fosetil-Al, fosfito de potasio, silicio, etc.
b) Según su naturaleza:
Bióticos: son moléculas de origen patógeno que pueden inducir respuestas de defensa
(como acumulación de fitoalexinas o la respuesta hipersensible) en el tejido vegetal. En
su mayoría compuestos orgánicos producidos por el agente estresante (carbohidratos,
lípidos, enzimas microbianas, ácido salicílico). Abióticos: generados por factores
abióticos como condiciones ambientales (frío, luz UV, metales pesados, detergentes).
a) Fosfitos de potasio
Inductores de síntesis de fitoalexinas al estimular enzima PAL (Fosfo-amino-liasa),
clave en la producción de compuestos tipo fenoles (resveratrol), ligninas, suberinas y
compuestos derivados del ácido cinámico; todos estos son mecanismos de defensa de
la planta. Cuentan con alta movilidad dentro de la planta y las fitoalexinas inducidas
tienen efecto sobre hongos de la familia de los oomicetos. Su uso se recomienda
cuando no existan deficiencias de fósforo, ya que puede presentar efectos
contraproducentes.
Conclusiones y perspectivas
A pesar de las similitudes ente fosfato y fosfito, el fosfito no es metabolizado por células vegetales y
no puede ser utilizado como fuente principal de fósforo en la nutrición de los cultivos. El fosfito se
puede utilizar como un bioestimulante, mejorando el rendimiento de plantas mediante la activación
de respuestas moleculares, bioquímicas y fisiológicas, especialmente cuando se aplica en
presencia de suficiencia de fósforo. La combinación de fosfito con la fertilización adecuada de
fosfato puede aumentar la calidad del fruto. Es importante destacar que, además de sus efectos
biocidas bien documentados contra Oomycetes y bacterias, el fosfito puede aportar efectos
fisiológicos adicionales en la planta como el aumento de flor y fruta, así como una mejor calidad de
la fruta y la mejora de las respuestas a estímulos ambientales y agentes de estrés.
b) Glutation
Es formado por la unión de ácido glutámico, cisteína y glicina. Actúa como reductor de
reacciones metabólicas, es un componente de la resistencia de plantas a
enfermedades y tiene acción desintoxicante en las células.
El ácido glutámico o glutamato es un aminoácido polar ácido, el cual cuenta con una
multifuncionalidad mayor a la de los otros aminoácidos debido a que a partir de él se
pueden sintetizar algunos otros aminoácidos. Sin embargo, existen otras vías de
síntesis no dependientes del ácido glutámico. El papel del ácido glutámico dentro de las
plantas es variado, permitiéndole actuar en distintos mecanismos fisiológicos y
metabólicos.
Asimilación y metabolismo del nitrógeno.
Como se ha visto anteriormente, una gran parte del nitrógeno que aplicamos se
convierte en ácido glutámico. Sin embargo, en la actualidad para ahorrarnos el proceso
de síntesis y garantizar una mayor concentración de ácido glutámico dentro de la planta
se hacen aplicaciones de este aminoácido, obtenido mediante síntesis química o
extracción por los distintos métodos de hidrolisis (ácida, alcalina o enzimática). La
síntesis química de este aminoácido nos garantiza mayor pureza y concentración, así
como obtener en su totalidad ácido glutámico con estructura L-alfa. La aplicación de
ácido glutámico en conjunto con molibdeno (involucrado en la síntesis y activación de la
nitrato reductasa) permite reducir concentraciones elevadas de nitratos. Los nitratos al
ser metabolizados promueven la formación de más aminoácidos entre ellos el ácido
glutámico. Asimismo, este aminoácido mejora el metabolismo del nitrógeno en forma
amoniacal al incrementar la actividad de la enzima glutamina sintetasa.
Cuajado de frutos.
El néctar que existe en el estigma y estilo de la flor está compuesto por diversos
azúcares y aminoácidos, dicho néctar, además de servir de atrayente para los
polinizadores, sirve para nutrir e hidratar a los granos de polen que caen dentro del
estigma. El néctar de la flor coadyuva a la germinación del tubo polínico de los granos
de polen para que estos sean capaces de fecundar los diferentes óvulos.
Homeostasis celular.
Formación de clorofila.
La apertura y cierre de estomas es importante, ya que este proceso está involucrado con el
intercambio gaseoso y por ende con la tasa fotosintética. La apertura y cierre de estomas están
controlados por múltiples factores, relacionados a los niveles en concentración de potasio,
cloro, sodio, ácido abscísico, etileno, auxinas, giberelinas, citocininas y algunos aminoácidos. El
ácido glutámico es uno de los aminoácidos que se encuentra en las células oclusivas o guarda
de los estomas. Este aminoácido actúa como un agente osmótico para el citoplasma de las
células, al proteger la integridad de su membrana celular y reducir su permeabilidad, lo cual
hace que no se rompa con facilidad y se favorezca la apertura de estomas. En esta función
subyace la importancia de su empleo en cultivos hortícolas cultivados en condiciones de altas
temperaturas, ya que puede ayudar en el manejo hídrico al promover la funcionalidad y
velocidad de la apertura y cierre de estomas.
Nutrición vegetal.
c) Oligosacarinas.
Cadenas de glucósidos producidas por la desintegración de paredes celulares por
actividad de enzimas de patógenos. Estas moléculas activan genes de resistencia por
hipersensibilidad que inducen la producción de compuestos de protección.
Oligosacarinas Exógenas
En la actualidad aún no se tiene una definición formal del término “bioestimulación”; sin
embargo, Navarro (2015) define este concepto como “el arte de saber inducir,
promover o retardar un proceso fisiológico”. De acuerdo a la definición anterior, se
puede decir que la bioestimulación del crecimiento radical no solo está enfocada en la
aplicación de productos bioestimulantes, sino que también implica una serie de
prácticas en el manejo del suelo o sustrato, que faciliten el adecuado crecimiento y
desarrollo del sistema radical. La bioestimulación es un concepto que si bien se ha
practicado desde hace mucho tiempo, es en los años recientes donde ha tomado
relevancia debido a la compatibilidad que tiene con los esquemas actuales de
producción sustentable.
Sistema radical de los cultivos
Uno de los síntomas por exceso de humedad es que el sistema radical tome un color
negro, amarillo o ligeramente ennegrecido. Para evitar este problema es
recomendable fraccionar el agua que se aplica en un día en el mayor número de riegos
posibles. Por otro lado, si se observan raíces blancas pero sin pelos radicales, es un
indicador de una deficiencia en el suministro de agua, y ante esta situación es
indispensable regar junto con un enraizador orgánico que estimule la emisión de pelos
radicales y recupere la actividad de la raíz.
En el momento que exista estrés por algún factor en la raíz es necesario otorgar las
condiciones para que se recupere y después aplicar productos bioestimulantes para
que los asimile eficazmente.
Prácticas bioestimulantes
Riego con agua caliente. A pesar de que el agua caliente puede disminuir la
solubilidad del oxígeno, el riego con agua de 30 a 40°C incrementa la solubilidad de los
fertilizantes, mejora la actividad microbiológica del suelo, incrementa la respiración y
por tanto, la translocación de agua y nutrientes desde la raíz.