Guion

En esta tabla podemos apreciar los resultados obtenidos al realizar los cálculos. Podemos ver que
se tuvieron eficiencias muy bajas, lo cual se atribuye a la reducida área de transferencia del
intercambiador. <<veremos además que en general, el tamaño del reactor es el causante de muchas
de las inconsistencias que se explicaran en breve>>. Como ya sabemos, entre mayor área de
contacto entre dos superficies, mayor será la velocidad de transferencia de calor entre estas; en ese
sentido, dadas las dimensiones de nuestro intercambiador a escala piloto, se hace evidente el ¿por
qué? de estas eficiencias. Por otro lado, la velocidad con la que se mueven los fluidos a lo largo del
reactor también juega un papel importante, pues el flujo se hace más turbulento y a su vez
aumentan los efectos convectivos de la transferencia de calor. esta velocidad lineal como tal se ve
representada en el flujo volumétrico o caudal de operación con el que se trabaja cada corriente (en
este caso, las corrientes de aceite y de agua). Teniendo esto en cuenta, podemos notar que a pesar
que se trabajó en un intercambiador que de por sí ya era ineficiente, cada corrida con caudal elevado
presentó una mayor eficiencia que aquellas realizadas con un bajo flujo volumétrico y de ese modo
aún seguimos coincidiendo con la teoría disponible para el modelado de intercambiadores de tubos
concéntricos.

Sin embargo, algo muy contrario a lo propuesto para el funcionamiento de los intercambiadores de
tubo concéntrico ocurrió en la experimentación. *insertar video de Yulissa* Y es el hecho de que se
obtuvo una mayor transferencia de calor operando en flujo paralelo que cuando se trabajó en
contracorriente. Esto a simple vista es muy preocupante. Porque si nos remitimos a la teoría, vemos
que para un intercambiador operando en flujo paralelo la diferencia de temperatura con respecto
a la longitud del intercambiador es muy elevada; pero a medida que los fluidos avanzan, van
buscando su equilibrio térmico y la diferencia de temperatura entre estos disminuye rápidamente
hasta que se hace muy reducido; esto debido al tiempo que el fluido caliente (desde el momento
que entra al intercambiador) se mantiene en contacto con el fluido frio. y con esto, la transferencia
de calor también es poca, pues esta es proporcional a la transferencia de calor. Mientras que, para
el flujo en contracorriente, si bien el delta T inicial no es tan alto como en el flujo paralelo, este
disminuye de manera más lenta, pues al entrar desde lados opuestos, el fluido caliente que llega al
extremo de la entrada del fluido frio, a pesar de disminuir su temperatura en ese trayecto, se
mantiene transfiriéndole calor al fluido frio con su temperatura de entrada en ese punto y lo mismo
pasa con el fluido de baja temperatura que llega hasta la entra de fluido caliente, permitiendo
entonces una mayor transferencia de calor…pero entonces, ¿Qué ocurrió?... como ya se dijo, este
comportamiento del diferencial de temperaturas depende de la distancia que los fluidos recorren a
lo largo del intercambiador; y dado a las reducidas dimensiones del equipo, hemos supuesto que la
distancia que el fluido recorre es tal que, para el flujo paralelo, este no alcanza a hacerse menor que
el de contracorriente.

Por otro lado, los factores de ensuciamiento negativo, no representan un motivo de mayor
preocupación, esta se puede explicar desde el punto de vista de la rugosidad de la superficie; esta
afecta a todos los fenómenos de transporte en general. De acuerdo con el articulo “negative fouling
resistances: The effect of Surface roughness” publicado por Crittenden y Alderman, la velocidad de
transferencia de calor puede aumentar proporcionalmente con la rugosidad. Efecto que pudimos
evidenciar en la tubería exterior del intercambiador; la cual presentó una gran acumulación de
musgo adherida a la superficie, por ello, podríamos considerar a esta aglomeración, como una
película rugosa de la superficie misma, resultado de la transferencia de masa en las primeras fases
del ensuciamiento del intercambiador. Está se reflejó en un aumento del coeficiente de
transferencia de calor lo suficientemente relevante para contrarrestar la resistencia térmica
ocasionada por el mismo deposito.