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Licenciatura En Enfermería
Equipo:
Georgina Hernández Cruz
Chrystian Manuel Mendoza
Pablo Hernández Pineda
Nomenclatura: Los alcoholes al igual que otros compuestos orgánicos, como las
cetonas y los éteres, tienen diversas maneras de nombrarlos:
Común (no sistemática): se antepone la palabra alcohol a la base del alcano
correspondiente y se sustituye el sufijo -ano por -ílico. Así por ejemplo tendríamos
Metano → alcohol metílico
Etano → alcohol etílico
Propano → alcohol propílico
IUPAC: añadiendo una l (ele) al sufijo -ano en el nombre del hidrocarburo precursor,
ejemplo
Metano → metanol
en donde met- indica un átomo de carbono, -ano- indica que es un hidrocarburo-
alcano y -l que se trata de un alcohol
También se presentan alcoholes en los cuales se hace necesario identificar la
posición del átomo del carbono al que se encuentra enlazado el grupo hidroxilo, por
ejemplo, 2-butanol, en donde el dos significa que en el carbono dos (posición en la
cadena), se encuentra ubicado el grupo hidróxido, la palabra but nos dice que es
una cadena de cuatro carbonos y la -l nos indica que es un alcohol (nomenclatura
IUPAC). Cuando el grupo alcohol es sustituyente, se emplea el prefijo hidroxi-Se
utilizan los sufijos -diol, -triol, etc., según la cantidad de grupos OH que se
encuentre.
Propiedades generales
Los alcoholes suelen ser líquidos incoloros de olor característico, solubles en el
agua en proporción variable y menos densos que ella. Al aumentar la masa
molecular, aumentan sus puntos de fusión y ebullición, pudiendo ser sólidos a
temperatura ambiente (por ejemplo, el pentaerititrol funde a 260 °C). A diferencia de
los alcanos de los que derivan, el grupo funcional hidroxilo permite que la molécula
sea soluble en agua debido a la similitud del grupo hidroxilo con la molécula de agua
y le permite formar enlaces de hidrogeno La solubilidad de la molécula depende del
tamaño y forma de la cadena alquílica, ya que a medida que la cadena alquílica sea
más larga y más voluminosa, la molécula tenderá a parecerse más a un
hidrocarburo y menos a la molécula de agua, por lo que su solubilidad será mayor
en disolventes apolares, y menor en disolventes polares. Algunos alcoholes
(principalmente polihidroxílicos y con anillos aromáticos) tienen una densidad mayor
que la del agua.
El hecho de que el grupo hidroxilo pueda formar enlaces de hidrógeno también
afecta a los puntos de fusión y ebullición de los alcoholes. A pesar de que el enlace
de hidrógeno que se forma sea muy débil en comparación con otros tipos de
enlaces, se forman en gran número entre las moléculas, configurando una red
colectiva que dificulta que las moléculas puedan escapar del estado en el que se
encuentren (sólido o líquido), aumentando así sus puntos de fusión y ebullición en
comparación con sus alcanos correspondientes. Además, ambos puntos suelen
estar muy separados, por lo que se emplean frecuentemente como componentes
de mezclas anticongelantes. Por ejemplo, el 1,2-etanodiol tiene un punto de fusión
de -16 °C y un punto de ebullición de 197 °C.
Toxicidad en el consumo humano
Los más significativos efectos del alcohol en el cuerpo tanto positivos como
negativos y dependiendo del consumo. Además, en mujeres embarazadas puede
causar el síndrome de alcohol fetal.
El etanol es un líquido incoloro, volátil y de olor suave que se puede obtener a partir
de la fermentación de azúcares. A escala industrial es más habitual su obtención a
partir de la hidratación del etileno (una reacción del etileno con el agua en presencia
de ácido fosfórico) . El etanol es el depresor más utilizado en el mundo, y así lleva
siéndolo desde hace milenios; su consumo es adictivo y puede conducir
al alcoholismo.
El etanol presente en las bebidas alcohólicas ha sido consumido por los humanos
desde tiempos prehistóricos por una serie de razones higiénicas, dietéticas,
medicinales, religiosas y recreativas. El consumo de grandes dosis de etanol
causa embriaguez (intoxicación alcohólica), que puede provocar resaca una vez se
han terminado los efectos. Según la dosis y la frecuencia con que se consuma, el
etanol puede causar coma etílico, pérdida de conocimiento, una parálisis
respiratoria aguda o incluso la muerte. Como el etanol perjudica las habilidades
cognitivas, puede incitar a comportamientos temerarios o irresponsables. La
toxicidad del etanol es causada en gran medida por su principal metabolito,
el acetaldehído y su metabolito secundario, el ácido acético.
El metanol en sí, a pesar de ser venenoso, tiene un efecto sedante mucho menos
potente que el etanol. Algunos alcoholes de cadena larga como por ejemplo el n-
propanol, el isopropanol el n-butanol, el t-butanol y el 2-metil-2-butanol sí tienen
efectos sedantes más potentes, aunque también son más tóxicos que el etanol.
Estos alcoholes de cadena larga se encuentran como contaminantes en algunas
bebidas alcohólicas y son conocidos como alcoholes de fusel y tienen la reputación
de causar una resaca grave, aunque no está claro si los alcoholes de fusel son la
auténtica causa
Efectos generales
Los efectos del alcohol dependen de diversos factores:
El sexo (por factores fisiológicos, la tolerancia femenina es, en general, menor que
la masculina)
Las patologías que pueden tener relación con el abuso de alcohol son:
Músculos: miopatía aguda o crónica
Sistema Nervioso: polineuropatía alcohólica, neuritis óptica, encefalopatía de
Wernicke, psicosis de Korsakov
El sistema nervioso central es muy sensible a los efectos del alcohol. Hay una
depresión general dependiente de la dosis, que comienza con una sedación suave
y va llevando a la anestesia, al coma e incluso la muerte.
Signos y síntomas
Para poder beber, la persona renuncia a otras actividades de las que él o ella solía
disfrutar anteriormente.
Emplea una gran cantidad de tiempo ya sea bebiendo o recuperándose.
El riesgo está relacionado con dos factores: la toxicidad de la sustancia (es decir su
capacidad de provocar un daño inmediato en un cierto tiempo), y la concentración.
Los dos factores deben ser considerados conjuntamente para determinar la
peligrosidad de una sustancia.
Así que, el uso de una sustancia muy tóxica, empleada a una baja concentración,
puede representar un riesgo menor que el uso de una sustancia poco tóxica usada
en concentración alta. Esto explica cómo pueden darse casos de intoxicación con
sustancias comúnmente consideradas.
Datos extra