emergencias

R E U N o N C O N E L E X P E R T O

FLUIDOTERAPIA y REHIDRATACIÓN
F. Sanz Fernández* (Ponente), J.A. Alvarez Fernández** (Moderador), M. García
Lázaro** (Editora)
* Instituto de Biología y Sueroterapia (IBYS). Madrid. ** Servicio Especial de Urgencias «061» del INSALUD.
Madrid.

1. presentación del tema por el ponente TABLA 1. Composición de los organismos vivos
invitado: Dr. F. Sanz Fernández
Agua Principios Minerales y
Introducción inmediatos Vitaminas
El agua constituye el componente más abundante
15% Proteínas
del organismo vivo; junto con otra serie de principios
60% 15% Grasas' 10%
inmediatos, minerales y vitaminas forman el ambien­
0,5% Hidratos de
te universal donde se desarrollan amplios y complejos carbono
procesos vitales (Tabla 1).
Como ya definió Brodet «La vida es el mantenimien­
to de un equilibrio constantemente amenazado»; de ahí mado por dos partes, líquido intravascular de los va­
que consideremos a la Fluidoterapia como el arte y la sos sanguíneos, y líquido extravascular, también lla­
ciencia de restaurar y mantener el volumen y la com­ mado líquido intersticial (Tabla 11).
posición normales de los fluidos corporales. Los electrolitos (ácidos, bases y sales) son los solu­
Los objetivos de la Fluidoterapia son: tos más importantes de los fluidos orgánicos y guar­
l . Cubrir las necesidades mínimas diarias, com­ dan una relación definida entre sí (pH) y con el agua
pensando las pérdidas obligadas de agua, electrolitos (presión osmótica). Debido a la libre difusión del agua
y calorías. en el interior del organismo, la concentración total de
2. Reponer las pérdidas previas del espacio extra­ electrolitos 'es la misma. Sin embargo, su distribución
celular. es variable, dependiendo del espacio que se considere.
3. Compensar las pérdidas patológicas que se pro­ El electrolito fundamental de líquido extracelular es
duzcan por cualquier vía. el sodio (145 mEq/l) en forma de catión, siendo los
4. Restaurar y mantener la volemia. aniones más abundantes el cloro (105 mEq/l) y el bi­
En resumen, la Fluidoterapia permite restaurar y carbonato (27 mEq/l), tanto a nivel intersticial como
mantener el volumen, el pH, la osmolaridad y la com­ intravascular.
posición iónica del medio interno. El espacio intracelular tiene como cationes funda­
mentales el potasio (150 mEq/l) y el magnesio (30
Compartimentos corporales mEq/l), y entre los aniones los fosfatos y las proteínas.
El líquido corporal, formado principalmente por
agua y algunas sustancias disueltas a las que denomi­
namos electrolitos, está dividido en dos compartimen­ TABLA II. Repartición del agua en el organismo (Hombre
tos importantes: Intracelular, correspondiente al líqui­ promedio)
do que se encuentra dentro de los millones de células
del organismo, y Extracelular, que a su vez está for- Agua intracelular 40%
Agua extracelular Líquido intersticial 15%
Plasma 5%
Correspondencia: Dr. J. A. Alvarez. Director Médico.
Servicio Espeial de Urgencias 061 del Insalud. el. Lope de Agua total 60%
Rueda 43. 28009 Madrid.

Emergencias. Yo l. 5, Núm. 6, Noviembre-Diciembre 1993 293

 Todos los compartimentos corporales son permea­
bles al agua, moviéndose libremente en un equilibrio
dinámico. El líquido intracelular está separado por la
membrana celular que es semipermeable, permitien­
do el paso de agua, pero no de electrolitos.
El líquido intersticial y el intravascular, componen­
tes del espacio extracelular, están separados por la
membrana capilar, que puede considerarse también
semipermeable.
El equilibrio hídrico del adulto en buen estado de
salud debe establecerse mediante un registro entre el
volumen del líquido ingerido y el volumen del líqui­
do eliminado, principalmente por la orina, dado que
la pérdida de agua en forma de vapor a través de los
pulmones y de la piel, así como la eliminada por he­
ces, viene siendo aproximadamente igual al agua pro­
veniente de los alimentos sólidos y la que se produce
por reacciones químicas en el organismo.
El equilibrio electrolítico ocupa hoy un papel pri­
mordial en la fisiopatología médica y de su conoci­
miento ha surgido el considerable avance en la correc­
ción del medio interno alterado.
Diversos cuadros patológicos pueden dar origen a
desequilibrios en las composiciones de los comparti­
mentos corporales, siendo el objetivo fundamental de
la Fluidoterapia aportar de manera precoz, equilibra­
da y suficiente, aquellos elementos que permitan sa­
tisfacer las necesidades mínimas de agua y electroli­
tos y reponer las pérdidas sufridas con anterioridad al
comienzo del tratamiento.
Vías de administración de agua y electrolitos, a fin de
regular el equilibrio orgánico
En Fluidoterapia debemos considerar dos vías fun­
damentales: oral y parenteral. Dentro de esta última
debemos incluir también la subcutánea, la intraperi­
toneal, etc. pero en general, al hablar de vía parente­
ral DOS referimos a la vía intravenosa.
Fludioterapia por v{a parenteral
La Fluidoterapia a emplear es un problema, dado
que el ideal consiste en la administración a cada pa­
ciente, por la vía adecuada, de aquella mezcla precisa,
especialmente diseñada en relación a sus necesidades
específicas.
En general, a nivel hospitalario, la Fluidoterapia
más comunmente empleada es la intravenosa. Al ob­
jeto de conseguir una racionalización de la misma de­
bemos en todo momento conocer los valores bioquí­
micos y clínicos del paciente, que nos permitan la de­
tección de los trastornos hidroelectrolíticos existentes
294 Emergencias. Vol. 5, Núm. 6, Noviembre-Diciembre 1993
y sirvan para la instauración de un 'tratamiento con
administración de agua y electrolitos, en cantidades
adecuadas para el mantenimiento de la homeostasis
del medio interno.
Así pues, siguiendo criterios maximalistas, debería­
mos disponer de un tipo específico de Fluidoterapia
intravenosa adecuada a cada situación clínica a tratar,
siendo por tanto innumerables las soluciones necesa­
rias para cubrir los requerimientos de cada paciente.
Siguiendo una lógica de tipo reduccionista, el em­
pleo de solución salina fisiológica al 0,9 %, glucosa al
5% y diferentes ampollas de electrolitos, fundamental­
mente potasio, nos permitiría cumplimentar los re­
querimientos básicos sin necesidad de mayores com­
plicaciones.
Es difícil para el médico, en ocasiones, poder selec­
cionar una solución apropiada a las necesidades del
paciente. En la Fluidoterapia intravenosa en España
destaca la gran ponderación en el empleo del cloruro
sódico al 0,9 % y glucosa al 5%, que representan el
70-75 % del total. Estos valores contrastan con las ci­
fras de la Fluidoterapia intravenosa en los países nór­
dicos, en donde estas dos últimas soluciones escasa­
mente alcanzan el 40 %, mientras que las soluciones
polielectrolíticas superan el 35 %.
Por tanto, podemos considerar dentro de esta te­
rapéutica dos grandes pautas disponibles: la denomi­
nada Fluidoterapia estándar, constituida por solución
salina fisiológica isotónica y solución glucosada al
5 %, también isotónica; y una Fluidoterapia específi­
ca, constituida por soluciones Polielectrolíticas con
una concentración iónica semejante a la del plasma,
para un mantenimiento más equilibrado del agua y de
los electrolitos del medio interno (p. Ej.: Apiroserum
Ringer Lactato® y Apiroserum Normaión Restaura­
dor®.
Además, podemos disponer de otras soluciones al­
calinizantes y concentrados de electrolitos (especial­
mente cloruro potásico), que nos permiten regular
otros desequilibrios específicos.
Rehidratación oral
Un tema que merece especial atención, dentro del
campo de la Medicina de Urgencias, es el de la rehi­
dratación por vía oral, especialmente en niños en los
que las pérdidas de agua, derivadas de trastornos in­
testinales marcados (diarreas, cólera, etc.), dan origen
a graves cuadros de deshidratación que requieren un
precoz aporte de agua y electrolitos. En estos casos,
puede utilizarse la vía oral, según preconiza la Orga­
nización Mundial de la Salud (OMS), dada su capaci-
dad de rehidratación mediante el aporte de soluciones
salinas hipotónicas por vía digestiva, la adición de glu­
cosa en cantidades moderadas (20 gil), permite au­
mentar considerablemente la absorción intestinal de
agua y electrolitos.
.
Ha sido muy controvertido el tema de la cantidad
de sodio que debe incluirse en la fórmula a emplear
en dicha rehidratación. La OMS recomienda cifras de
90 mEq/l, debido a que fueron formuladas teniendo
en cuenta los datos recogidos en pacientes con cólera
endémico en determinadas zonas de la India y Amé­
rica del S�r, cuyas pérdidas de sodio provocadas por
las intensas diarreas coléricas eran verdaderamente
considerables.
Sin embargo, en Europa y Estados Unidos las des­
hidrataciones no son debidas al cólera, sino a otros
procesos intestinales de menor cate�oría, por lo que
. .
se ha considerado oportuno dlSmlllUlr la cantldad de
sodio a fin de evitar los inconvenientes hipernatrémi­
cos q�e en ocasiones pueden observarse con su ad�i­
nistración en exceso, y se ha llegado a la concluslOn
de que el aporte de 50 mEq/l es la cifra.
el tratamiento de estos procesos, obtemendose unos
resultados terapéuticos óptimos. La fórmula recogida
en la Tabla III ha sido considerada por un grupo de
Expertos como (\idónea» para la regulación de estos
trastornos.
Tratamiento del Shock Hipovolémico
Uno de los temas importantes, dentro de la Medi­
cina de Urgencias, es el tratamiento del Shock Hipo­
volémico.
Como sabemos, este cuadro se produce debido a la
. se preven necesidades hemoterápicas, como es el caso
existencia de hemorragias importantes (accidentes de
tráfico, politraumatismos, etc), en donde la disminu­
. evitar los efectos secundarios señalados.
ción del volumen circulante lleva emparejado trastor­
nos tisulares que afectan al funcionalismo de determi­
nados órganos vitales, lo que puede desembocar en el
desarrollo de un fracaso multiorgánico y, por tanto, en
la aparición de un shock irreversible que lleva a la
muerte del individuo.
TABLA III. Fórmulas para rehidratación oral
Fórmula del Fórmula de la
grupo de expertos O.M.S.
Sodio 50 mEq/l 90 mEq/1
Potasio 20 mEq/l 20 mEq/1
Cloro 50 mEq/1 80 mEq/l
Bicarbonato 20 mEq/l 30 mEq/1
Glucosa anhidra 20 gil 20 gil
F. Sanz Fernández et al.-Fluidoterapia y rehidratación
Ante estas circunstancias, es necesario proceder a
una reposición inmediata del volumen plasmático,
que permita evitar la presentación del cuadro antes
mencionado.
Las soluciones que pueden ser utilizad<!s en la res­
tauración del volumen, las podríamos dividir en tres
apartados:
l . Transfusiones sanguíneas o de determinadas
fracciones (Albúmina).
2. Soluciones cristaloides (salino fisiológico, Rin­
ger Lactato, etc).
3. Soluciones macromoleculares (Dextranos, Ge­
latinas Hidroxietilalmidón, etc).
El p;oblema de la restauración y mantenimie.
la estabilidad hemodinámica en el shock ha sido un
tema extraordinariamente debatido.
Las transfusiones de sangre total fueron considera­
das como «terapéutica ideah>, dado que al haber sido
la hemorragia la causa de este cuadro, era lógico pen­
sar que la reposición mediante transfusiones de san­
.
gre fuera el mecanismo ideal para el reemplazamiento
de dichas pérdidas.
Sin embargo, las transfusiones están limitadas en
parte por su costo y, sobre todo, por la incidencia .
efectos adversos tras esta terapéutica. Graves reacclO­
nes inmunológicas, transmisión de infecciones (fund�­
mentalmente hepatitis y SIDA) y otro tipo de comph­
caciones inherentes al empleo de este tratamiento, han
hecho que actualmente se sea muy cuidadoso .
utilización y solamente se use en aquellas sltuaclOnes
en las que su indicación sea absolutamente necesana.
El uso de autotransfusiones en pacientes en los que
de intervenciones quirúrgicas programadas, puede
No obstante, los estados de emergencia 9ue provo­
ca el shock requieren una rápida restauración del vo­
lumen plasmático, por lo que, en determinados casos,
se ha acudido a la administración intravenosa de so­
luciones cristaloides; pero el agua así administrada se
elimina rápidamente, pasando a los tejidos y siendo
por tanto su efecto relativamente �orto. Adem�s, la
administración de volúmenes excesIvos de soluclOnes
cristaloides puede ser causa de edema tisular y, como
consecuencia, de un aumento de la presión pe. ricapi-.
lar, que ocasioná un enlentecimien�o en la mlcrOClr-
culación por compresión de los captlares.
El empleo de soluciones coloides hiperoncóticas
ejerce sin duda un aumelilto rápido y persistente del
volumen plasmático, existiendo diferencias en rela­
ción al preparado utilizado como «plasma expanden>.
295
 Las gelatinas ejercen una acción coloidosmótica de
aproximadamente 350 mm de agua, lo que nos expli­
ca que su efecto expansor sea relativamente bajo y,
por tanto, se hayan buscado sustitutivos más eficaces
en este sentido.
La utilización de Dextrano ha demostrado ejercer
una actividad coloidosmótica alta y, por ello, una efi­
cacia hipervolemizante. La presión coloidosmótica de
una solución de Dextrano depende a su vez del tama­
ño molecular y de la concentración de ésta.
Las presiones coloidosmóticas de las soluciones de
Dextrano al 6 y al 10 % son unos 800 y 2.300 mm de
agua, respectivamente. Esto significa que su adminis­
tración en el torrente sanguíneo atrae agua del espa­
cio extravascular, que pasa por el interior de los vasos
y consigue un aumento del volumen, marcadamente
superior al volumen inyectado.
Además el Dextrano influye de manera activa sobre
la aglomeración globular, disminuyendo la viscosidad
de la sangre y restaurando un flujo sanguíneo en la mi­
crocirculación, de importancia en la corrección de los
estados de shock clínico, según se ha demostrado en
múltiples trabajos realizados sobre shock clínico y ex­
perimental.
Así pues, consideramos que el empleo de soluciones
de Dextrano presenta un interés elevado, debido al au­
38 mento de la actividad oncótica de las proteínas plas­
máticas, produciendo un incremento del volumen y
una mejora de la microcirculación, que les hace muy
recomendables en el tratamiento de este cuadro.
En la actualidad se está investigando intensamente
en el campo de los sustitutivos eritrocitarios, sobre
todo en lo referente a soluciones de hemoglobina y a
perfluorocarburos.
Se ha obtenido una hemoglobina piridoxilada que
tiene una capacidad aceptable de transporte de oxíge­
no, pero a su vez una vida media corta; sólo se ha em­
pleado experimentalmente, dada la potencial existen­
cia de efectos tóxicos, sobre todo renales.
Los perflurocarburos y sus emulsiones, desarrolla­
dos por Naito Yokoama en 1978, con el nombre de
Fluosol-DA, permiten el aporte de oxígeno y su cesión
a nivel tisular. La experimentación clínica llevada a
cabo de manera muy selectiva, presenta unos resulta­
dos alentadores. Es de esperar que nuevos preparados
más concentrados permitan en un futuro la utilización
de estas sustancias, como sustitutivos de la sangre.
Coloquio
Dr. J.A. Alvarez (Moderador): Al hablar del trata­
miento del shock no ha comentado la utilización de
296 Emergencias. Vol. 5, Núm. 6, Noviembre-Diciembre 1993
soluciones salinas hipertónicas. En Europa, el grupo
belga del Dr. Vincent ha trabajado en este sentido con
una solución cristalina al 7,5 % y hay experiencias si­
milares en España. ¿Qué opinión tiene al respecto?
Dr. F. Sanz Fernández (Ponente): El empleo de so­
luciones cristaloides en el shock es controvertido; aun­
que sin duda ejercen un efecto positivo en la restau­
ración del volumen plasmático, la corta permanencia
dentro del árbol vascular impide que tenga la dura­
ción adecuada para constituir una terapia duradera en
el tiempo. La utilización de soluciones cristaloides hi­
pertónicas mejora obviamente la duración del efecto.
Dr. J.A. Alvarez: He realizado ensayos con solucio­
nes hipertónicas en mi práctica clínica, y han dado re­
sultados espectaculares. En pacientes en shock, con
tensiones indetectables y con una muy mala perfusión,
debido a una gran hemorragia, el empleo de las cita­
das soluciones cristaloides hipertónicas da origen a
una llamativa mejoría a los pocos minutos de su per­
fusión, permitiendo situar al enfermo en estado de
normotensión.
Dr. F. Sanz Fernández: ¿Recuerda las cantidades
que fueron administradas?
Dr. J.A. Alvarez: Con 150 mi de una solución hi­
pertónica al 7,5 % los resultados fueron espectacula­
res y coinciden con lo observado por el grupo de Dr.
Vicent en los trabajos comentados.
Dr. F. Sanz Fernández: ¿Dicha respuesta se mantu­
vo en el transcurso del tiempo?
Dr. J.A. Alvarez: Nosotros lo que necesitamos en
nuestra actividad, que como conoce es la Medicina áe
Emergencia prehospitalaria, son rápidas respuestas
que permitan dejar al paciente en situación de trasla­
do al Hospital, donde realizarán más tarde un trata­
miento definitivo.
Dr. F. Sanz Fernández: Como antes comentaba, la
polémica entre utilización de coloides o cristaloides
en el tratamiento del shock, es un tema ampliamente
debatido por diferentes expertos; según mi opinión,
deberían utilizarse ambos, dado que se permitiría una
hidratación adecuada del espacio intersticial y gracias
al poder oncótico de los coloides, podríamos mante­
ner un aumento del volumen duradero.
El empleo de soluciones cristaloides hipertónicas
permitiría utilizar volúmenes relativamente escasos,
con lo que evitamos el paso excesivo del agua através
de la membrana capilar, que en concentraciones más
débiles daría origen sin duda a un edema tisular y a
un compromiso de la mejora del flujo sanguíneo capi­
lar.
Dra. M. García Lázaro (Editora): Me gustaría pre-
guntarle acerca del tipo de envase utilizado en Flui­
doterapia. ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes
que encuentra en el empleo de vidrio, plástico, etc?
Dr. F. Sanz Fernández: Me parece un tema de gran
interés. Como conocen, la Fluidoterapia en principio
se desarrolló en envases de cristal, dado que era el ma­
terial considerado idóneo para contener soluciones
que deben permanecer muy estables, estabilidad que
aseguraba la neutralidad del vidrio sin que existieran
interacciones entre continente y contenido; posterior­
mente aparecieron diferentes sustancias plásticas, ta­
les como el polietileno (plástico semirígido) y el PVC
(polivinilcloruro), que presentaban ciertas ventajas en
cuanto a manejabilidad y almacenamiento para el en­
vasado de dichas soluciones. Sin embargo, puedo in­
formar que en Estados Unidos, país en el que se pro­
dujo hace ya bastantes años la introducción de estos
materiales, todavía continúan utilizándose en un gran
porcentaje los envases del vidrio, por la seguridad que
ello supone.
En el caso del PVC (bolsas), aunque reúne ventajas
que nadie cuestiona, el hecho de utilizar en su com­
posición diferentes tipos de pastificantes que permi­
ten que sea flexible, hace que también existan interac­
ciones entre éstos y el contenido de la bolsa, dada la
frecuencia cada día mayor de la utilización de mez­
clas intravenosas. Se ha planteado la estabilidad de
distintos principios activos en dichas bolsas y se han
observado pérdidas importantes en las mismas, lo que
lleva consigo una disminución de la respuesta terapéu­
tica; de ahí, sobre todo en mezclas, que prefiera el uso
de vidrio por su seguridad.
De todas formas, nos encontramos ante 3 eslabones
de una misma cadena: vidrio, plástico semirígido y
PVC, y esperamos que, en un futuro relativamente
próximo, podamos disponer de nuevos recipientes de
plástico totalmente flexibles, sin los inconvenientes de
incompatibilidades que hemos apuntado en el caso del
PVc. Este hecho esperamos que se producirá en bre­
ve, pues ya se están empleando en otros países. Tal es
el caso de polipropileno que no tiene pastificantes en
su composición y reúne todas las ventajas del PVC y
del vidrio.
Dr. J.A. Alvarez: A propósito de la rehidratación
oral, se da el caso que ésta estaría contraindicada en
pacientes inconscientes con imposibilidad de tragar,
¿cuál es su opinión respecto al empleo más generoso
de sondas nasogástricas, que permitan hacer una rehi­
dratación, evitando los inconvenientes de la vía intra­
venosa?
Dr. F. Sanz Fernández: Estoy totalmente de acuer-
F. Sanz Fernández el al.-Fluidolerapia y rehidralación
do y de hecho, como ustedes conocen perfectamente,
se está utilizando frecuentemente la Nutrición Ente­
ral, en donde la administración de diferentes solucio­
nes nutritivas a través del Aparato Digestivo, nos per­
mite conseguir una nutrición adecuada del paciente,
sin someterle a una Nutrición Parenteral, que sin duda
conlleva riesgos de sobra conocidos. De cualquier for­
ma, es importante conocer las ventajas de ambas.
Dra. P. Calabuig: En relación a la rehidratación
oral, mediante el empleo de fórmulas rehidratantes
preparadas por la Industria, he de poner de manifies­
to que su sabor es bastante desagradable, según mi ex­
periencia, cuando se utiliza en niños. ¿No podría la In­
dustria añadir algún tipo de saborizante que elimina­
ra este inconveniente?
Dr. F. Sanz Fernández: En efecto, estamos de acuer­
do, y antes he comentado durante mi exposición que
en la mayoría de las ocasiones ese sabor desagradable
viene dado por la inclusión en la fórmula de una ele­
vada cantidad de sodio (90 mEq/l) que en muchos ca­
sos es innecesaria; la utilización de concentraciones de
50 mEq/1 soslaya este tipo de problemas y nos permi­
te obtener óptimos resultados.
Dr. F. Roy: Volviendo otra vez al tema del trata­
miento del shock, me gustaría aclarar, desde un punto
de vista práctico, por ejemplo un accidente de tráfico 39
en el que tienes que trasladar un paciente con he­
morragia grave al hospital; ¿qué tipo de solución debe
administrarse, cristaloides o coloides?
Dr. F. Sanz Fernández: En mi experiencia, puedo in­
formar que, según la bibliografía internacional exis­
tente al respecto, la utilización de Dextrano ofrece
muchísimas ventajas como expansor del plasma en ca­
sos de shock hemorrágico, en el que hay que tomar
medidas de urgencia, puesto que como he comentado,
su actividad dentro del grupo de los coloides es la más
efectiva en cuanto a poder hipervolemizante y dura­
dero en el tiempo, ejerciendo además un efecto antia­
gregante plaquetario por la hemodilución inherente,
así como una mejora de la microcirculación a nivel ti­
sular.
Dr. J.A. Alvarez: He tenido ocasión de utilizar los
tres expansores del plasma tipo coloides existentes en
el mercado, es decir los dextranos, las gelatinas y el hi­
droxietilalmidón. Creo sinceramente, según mi expe­
riencia personal, que hay poca diferencia entre los
tres, en cuanto a resultados como expansores del plas­
ma y normalizadores de la tensión arterial. Nos ha ha­
blado de los dextranos pero, ¿cual es su opinión en
cuanto al empleo de hidroxietilalmidón y gelatinas?
Dr. F. Sanz Fernández: El hidroxietilalmidón es un
297
coloide utilizado desde antiguo en Europa, introduci­
do en el arsenal terapéutico español en época relativa­
mente reciente; bajo mi punto de'vista y, según la ex­
periencia recogida por otros autores, tiene un menor
poder hipervolemizante que el dextrano, dado su me­
nor capacidad de aumentar la presión oncótica; ade­
más, su metabolización ha sido criticada en distintos
trabajos, pudiendo producirse depósito de estas sus­
tancias en distintos órganos,
El hecho de que las OMS recomiende el Dextrano
como expansor del plasma, demuestra que este prepa­
rado es el que reúne mejores condiciones en cuanto a
su actividad terapéutica,
Con respecto al emple0 de poligelatinas, ya he se­
ñalado su poca actividad oncótica y, por tanto, la in­
suficiente capacidad de retención de volumen de agua
en la circulación, encontrándose por ello en cuanto a
su efecto entre los cristaloides y los coloides de tipo
Dextrano,
Dra. P. Navarro: Estamos hablando de cristaloides
o coloides, pero yo puedo comentar que en la UVI
Móvil lo que hacemos nosotros, en general, es alter-
298 Emergencias. Vol. 5, Núm. 6, Noviembre-Diciembre 1993
narlos. En un politraumatizado que está muy hipoten­
so, utilizamos un coloide y lo alternamos con un Rin­
ger Lactato, así pues, creo que ambos pueden ser de
utilidad,
Dr. F. Sanz Fernández: Estoy totalmente de acuer­
do con su opinión y, de hecho, creo que ya lo he ma­
nifestado anteriormente. Los cristaloides aunque tie­
nen una presencia corta dentro del árbol vascular, per­
miten una rehidratación intersticial que puede ser
aprovechada por el coloide, dado que absorberá el lí­
quido del intersticio dentro de los vasos manteniendo
de esta manera un aumento del volumen que puede
ser definitivo en el tratamiento del shock hipovolémi­
co,
Agradecimientos
Los autores desean agradecer al Instituto de Biolo­
gía y Sueroterapia (IBYS) su colaboración en la orga­
nización de la reunión, que se celebró en Madrid, el
17 de junio de 1992, en el Aula de Docencia del Cen­
tro Coordinador de Urgencias.