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editorial 223 / marzo 2013 boletín de información discográfica 3

(marzo 2013) año XXII nº 223
marzo 2013
puede consultar los catálogos de todos nuestros sellos en www.diverdi.com

abc classics
accent
aeon
agruparte
almaviva
alpha 8 La guerra de los gigantes
alto
altus A Corte Musical y Rogério Gonçalves brindan una magnífica versión
ambroisie
analekta de la “ópera escénica” de Sebastián Durón
andromeda
anima e corpo
arcana
archipel
ar re se
índice 10 Lo mayúsculo
arsis
arte verum Melodiya publica un registro live de las Variaciones Goldberg por Sokolov
arts
audite
avenira
bbc legends 16 El guapo marinero
bellavoce
bis
bmc
Un gran Billy Budd procedente de Glyndebourne 2010,
bongiovanni capitaneado por Mark Elder
bridge
camerata
carus
cdm 17 Babel 46, de Montsalvatge
challenge
christophorus
col legno Un doble álbum CD/DVD de Columna Música completa
columna música el legado operístico de Xavier Montsalvatge
cpo
cypres
dux
dynamic
ecm
20 Mucho aire y mucha luz
enchiriadis
ensayo Para Alicia, un sentido homenaje de Judith Jáuregui a Larrocha
etcetera en su nuevo sello, Berli Music
fuga libera
gala
gebhardt
globe
glossa
22 Royal Concertgebouw Orchestra: 125 años
golden melodram
gramola El volumen 7º (años 2000-2010) de su fabulosa Antología en 14 CDs
hänssler
hardy classics
y la integral sinfónica de Mahler en doble serie de 11 DVD y Blu-Ray
idis
immortal
ina
ivm-ins. valencia de la música 24 Andris Nelsons
kairos
klara Diverdi entrevista al director letón, que presenta en Orfeo la Séptima
la ma de guido
lauda de Shostakovich con la City of Birmingham Symphony Orchestra
lindoro
london sinfonieta orquesta
london philharmonic orchestra
mdg dabringhaus & grimm 28 Colección Verso-Fundación BBVA
medici arts
melodiya
mode Cinco años al servicio de la música contemporánea
musiépoca española y latinoamericana, con novedades de Gombau y Turina
musique en wallonie
myto
naïve
neos
new world records
30 Montsalvatge Live!
nmc
obs Formidable álbum cuádruple de Columna Música con lo esencial
olive music de las grabaciones live del gran músico gerundense
ondine
opera rara
opera tres
orfeo
pan classics
38 el chupito: Wagner arrasa
passacaille
pentatone
phi
preiser
ramée
raumklang
regis
ricercar
royal concertgebouw o. Diverdi, S.L.
soli deo gloria
somm recordings
stradivarius Eloy Gonzalo 27 (entrada por Santísima Trinidad, 1) Diseño y realización: Diverdi
supraphon 28010 Madrid Fotografía de cubierta: © Marco Borggreve
tahra tel.: 91 447 77 24 Maquetación: Jose Pascual (macprimo@diverdi.com)
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timpani fax: 91 447 85 79 Publicidad: diverdi@diverdi.com hasta siempre amigos
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trito e–mail: diverdi@diverdi.com Solicitado control de OJD
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vms La discografía incluida en este Boletín se puede
wergo adquirir en los centros de El Corte Inglés, Fnac y en las
wigmore hall live
winter & winter principales tiendas del país.
zig zag
 4 di v e r di
conci e rt o s & ac t ua l i da d
Violín y guitarra, hermanos
Dentro del panorama musical actual de la músi-
ca mal llamada antigua (la previa al Clasicismo),
hay pocos intérpretes con el renombre y el talen-
to de los hermanos Moreno. José Miguel a los
instrumentos de cuerda pulsada (todo tipo de laú-
des, tiorbas y guitarras) y Emilio al violín y a la
dirección no tienen rival en España dentro de la
interpretación historicista, y cada nuevo disco
de cualquiera de los dos supone infaliblemente
un éxito y una alegría para los melómanos.
Suelen dar actuaciones por separado, con carre-
ras independientes, pero la magia de Sevilla
muchos más conciertos en diverdi.com
logrará la conjunción de ambos Moreno en un
concierto que tendrá lugar el 16 de marzo den-
tro del programa del FeMÁS, el Festival de
Música Antigua de la capital andaluza.
Interpretarán la Introducción y variaciones sobre
el Mambrú de Fernando Sor y varios cuartetos
y quintetos de Luigi Boccherini (incluido el famo-
so Fandango), acompañados por El Concierto
Español, la orquesta que dirige y fundó Emilio.
La primera obra aparece recogida en un doble
álbum de Glossa titulado La guitarra española,
y en el mismo sello ambos artistas han publica-
do varios discos con obras de Boccherini. Sus
últimos logros discográficos son, en el caso de
Emilio y El Concierto Español, Iphigenia en
Tracia, operística zarzuela barroca de José de
Nebra (con cinco de nuestras mejores cantantes),
y en el caso de José Miguel, dos excelentes y
recientísimos discos como solista dedicados a los
recónditos compositores barrocos David Kellner
y Johann Gottfried Conradi.
Fundación Cajasol, Sevilla, 16 de marzo
La mejor belcantista actual
“Voz extensa, segura, de timbre cálido levemen-
te velado, temperamento dramático y musicali-
dad sin mácula”. Así describía Santiago Salaverri
a la sienesa Patrizia Ciofi, a quien Fernando
Fraga definió como “hoy sin duda la mejor intér-
prete posible del belcanto romántico”. Desde su
debut en 1989 en Florencia, esta soprano no ha
hecho sino encandilar más y más a los amantes
de la ópera de todo el mundo, pues sus actuacio-
nes en los escenarios más importantes de
Europa, aparte de su abundante discografía en
CD y DVD, van difundiendo su arte y ganando
adeptos. Vendrá a Madrid a final de marzo, para
brillar en el rol de Leïla junto a otra gran estre-
lla, el tenor Juan Diego Flórez, en Los pescado-
res de perlas de Bizet que dirigirá Daniel Oren
en el Teatro Real. Ya interpretaron con gran éxi-
to esta obra en junio del año pasado en el Teatro
Pérez Galdós de Las Palmas, y coincidieron tam-
bién en La fille du régiment del Liceu en 2010,
aunque quizá los más calurosos aplausos que
Ciofi ha recibido últimamente brotan en sus
apariciones junto al barítono Leo Nucci, tanto
en recitales como en un Rigoletto como los de
antaño. Quien no pueda esperar al 25 de marzo
para disfrutar de la impresionante voz de esta
dama, puede escucharla en su tocadiscos en
registros tan dispares y exigentes como, por
ejemplo, los de La straniera de Bellini, Otello de
Rossini, Lucia di Lammermoor y Pia de’Tolomei
de Donizetti, Chérubin de Massenet, I Capuleti
e i Montecchi de Bellini o Il crociato in Egitto de
Meyerbeer; estas cuatro últimas óperas también
están disponibles en formato DVD. Así mismo,
quien la quiera a solas puede optar por un doble
recopilatorio de sus mejores momentos y roles,
donde “Ciofi pasa con soberana comodidad por
complejos personales y más complicadas situa-
ciones, todas reflejadas con pasmosa imagina-
ción por tan magnífica soprano”, Fraga dixit.
Teatro Real, Madrid,
del 25 al 31 de marzo
conciertos & actualidad
Tan solo setenta años
Mediada la primavera aparecerá un nuevo y
esperado volumen, concretamente el numera-
do como 18º, de la excelsa colección que John
Eliot Gardiner está dedicando en su sello Soli
Deo Gloria a las cantatas de Bach. En este caso
las elegidas serán las destinadas a la festividad
de la Ascensión. Pero no hay que esperar mucho
para disfrutar de su Bach más reciente, pues el
martes 26 de marzo visitará el Auditori de
Barcelona al frente de sus habituales Coro
Monteverdi y The English Baroque Soloists con
una de las más intensas y grandiosas obras jamás
compuestas: la Misa en Si menor BWV 232. De
momento se sabe que Nicholas Mulroy será el
Evangelista en esta actuación, que tendrá lugar
dentro del XXXV Festival de Música Antiga de
Barcelona. Este director, británico hasta la
médula y músico hasta más adentro aún, está a
punto de cumplir 70 años. Para celebrarlo, Sir
John presentará el 1 de abril en el Royal Albert
Hall de Londres un evento que se ha denomi-
nado “Bach Marathon”, en el que se interpre-
tará música de Bach durante nueve horas. Pero
no solo de Bach vive el hombre, y eso se perci-
be en sus más recientes grabaciones discográ-
ficas: Un Réquiem alemán de Brahms, las
sinfonias Quinta y Séptima de Beethoven, y un
álbum con obras sacras del apenas conocido
Johann Christoph Bach, primo del padre de
Johann Sebastian. Entre los conciertos que
Gardiner tiene previstos este año por Europa
dedicará atención a Stravinsky (Oedipus Rex y
Apollon Musagète) y Haendel.
L’Auditori, Barcelona, 26 de marzo
 conciertos & actualidad 223 / marzo 2013
Adiós al Boletín
Ponemos en conocimiento de nuestros lectores que el presente
número 223, de marzo de 2013, pone fin a la publicación de este
Boletín de información discográfica.
En carta adjunta al número del pasado septiembre hacíamos
historia del camino recorrido por una publicación única entre las
de su clase, que a lo largo de más de 20 años ha presentado el
más exhaustivo panorama de géneros musicales y épocas
históricas; y comentábamos las dificultades que la crisis
económica estaba planteando tanto a la venta de productos
discográficos como a los ingresos por publicidad, único sostén
de una publicación cuyo carácter gratuito estábamos decididos a
mantener en cualquier circunstancia. Nuestra solicitud de apoyo
fue generosamente respondida por un selecto número de amigos
y receptores del Boletín; pero esa ayuda no ha resultado
suficiente para garantizar la continuidad de la publicación. A
todos ellos nos dirigiremos individualmente para agradecer y
recompensar su apoyo.
Es éste el momento de volver a reconocer la desinteresada
contribución de los colaboradores del boletín, los auténticos
realizadores de la revista, que han integrado uno de los
cuadros más brillantes de la prensa musical de nuestro país y
puesto sus conocimentos, su honestidad profesional como críticos
y su buen hacer literario al servicio de la música y de la
información a nuestros lectores. Y también el momento de
recordar a tantos compañeros que ya no están entre nosotros y
cuyos nombres continúan presentes en la memoria de todos.
Afortunadamente, a lo largo de estos años, nuestra web
diverdi.com ha ido desarrollándose hasta convertirse en un
formidable instrumento de información, difusión y consulta que
hoy está en condiciones de ser una alternativa eficaz al Boletín; a
través de ella les mantendremos informados de las novedades de
nuestros sellos, que seguirán siendo reseñadas por nuestros
colaboradores. Y junto a la web, queremos reforzar nuestra
newsletter, hoy recibida semanalmente por varios miles de
clientes, con información de novedades y toda clase de ofertas
personalizadas. Invitamos a aquellos de nuestros suscriptores que
no lo hayan hecho a enviarnos su dirección de correo electrónico
para recibir información de manera más ágil y permanentemente
puesta al día.
A partir de este mes de marzo, y para contrarrestar las
dificultades del mercado, Diverdi va a poner en marcha
numerosas campañas de ofertas de sus catálogos con
importantes descuentos. Varias de ellas figuran ya en las páginas
de este número, pero les invitamos a consultar su permanente
actualización y ampliación en la web y la newsletter.
5
ETIPO - TELETIPO - TELETIPO - TELETI
El nuevo disco de Vanitas, el sello albaceteño
fundado por el clavecinista Andrés Alberto
Gómez, se titulará Ingenium, y en él el conjun-
to Divina Mysteria nos propondrá un viaje por
el barroco alemán e italiano a lomos del violín
y el bajo continuo. Ingenium revelará obras muy
poco conocidas de autores como Döbel o
Frescobaldi, aunque también se encartarán algu-
nas transcripciones a trío de obras para teclado,
todo ello en torno al Stylus Phantasticus. El dis-
co será presentado el 22 de marzo en la iglesia
barcelonesa de Sant Just i Pastor.
Les Maries du Rhin es el nuevo
álbum de Raumklang con la can-
tante y directora Maria Jonas al
frente de Ars Choralis Coeln y Ala
Aurea. Se trata de una colección de
himnos renanos del 1500 en honor
a la Virgen, en los que se alternan
las composiciones corales a cape-
lla con números instrumentales para dulcéme-
le, flautas, arpa, violín y campanas. Oswald von
Wolkenstein es el único compositor reconocido
entre las piezas extractadas a partir de cancio-
neros (Anna von Köln) y manuscritos o autógra-
fos preservados en Estrasburgo o Berlín.
Fumio Yasuda y Theo Bleckmann vuelven a la
carga con nuevas interpretaciones de clásicos
americanos tradicionales junto a temas de
Stephen Foster en el último disco de Winter &
Winter, Mother Goose’s Melodies, un álbum-tri-
buto a Dan Leno, cantante y performer de fina-
les del XIX. Los vocalistas Akimuse y Theo
Bleckmann se unen en este circo de curiosida-
des a Caleb Burhans (viola, violines), Drew Gress
(bajo), Bohdan Hilash (vientos), John Hollenbeck
(percusión), Rubin Kodheli (violonchelo), Jo
Lawrsy (voz) y Fumio Yasuda (pianos) para cele-
brar la época y el mito de Leno con su habitual
excentricidad.
Supraphon tiene a punto de cara-
melo una nueva grabación de las
mejores obras sinfónicas de Janácek
(la famosa Sinfonietta y los poemas
sinfónicos The Fiddler’s Child, The
Ballad of Blaník y el celebérrimo
Taras Bulba basado en la novela
homónima de Gogol). Mientras
que los tres poemas dan buena cuenta del inte-
rés del compositor checo por la literatura rusa
y la de su propio país, la Sinfonietta es una obra
abstracta que refrenda la capacidad discursiva de
au autor. Tomáš Netopil dirige la Orquesta
Sinfónica de la Radio de Praga.
Entre los próximos lanzamientos de BIS, desta-
ca un nuevo box set dedicado a Ernesto Lecuona
que recopila los seis volúmenes de su obra para
voz con piano y orquesta (en interpretación de
la soprano Carole Farley, el pianista John
Constable y la Polish National Radio Symphony
Orchestra), el decimonoveno volumen de los
Conciertos para tecla de C.P.E. Bach por Miklós
Spányi y el Concerto Armonico Budapest y, por
último, una primera entrega orquestal de Elgar
por la Royal Stockholm Philharmonic Orchestra
y Sakari Oramo con una Segunda acompañada
de los conocidos Sospiri y Elegía.
6 di v e r di
PO - TELETIPO - TELETIPO - TELETIPO -
Aeon sigue apostando por los jóvenes talentos
de la música actual internacional con su nuevo
álbum, dedicado en esta ocasión a estrenos
orquestales del compositor argentino Oscar
Strasnoy. Figura clave de la sección ‘Présences’
del último festival de Radio Francia, su obra des-
lumbra tanto por su maravilloso sentido del pas-
tiche como por la mordacidad de su escritura,
que desborda las barreras entre la música clási-
ca y la popular. Obras como la serie Sumas o los
Trois caprices de Paganini para violín y orquesta,
dan buena prueba de ello.
Urbs, de Jesús Rodríguez Picó, es
la tercera de una trilogía de óperas
de cámara iniciada en 1994, cada
una de ellas con unas característi-
cas instrumentales y vocales dife-
rentes. La obra, que versa en torno
a la emigración y a los espacios
urbanos, está estructurada en un
acto y tres escenas y en ella cada personaje tie-
ne un correlato musical. Columna Música recu-
pera esta versión de estudio de 2009 que contó
con los solistas Lluís Sintes, Antoni Comas,
Ruth Nabal y Josep Pieres, el Barcelona Modern
Project y el Coro 13 Veus, dirigidos por Marc
Moncusí.
La nueva remesa de novedades Hänssler para el
mes de marzo no tiene desperdicio: un mono-
gráfico vocal de Paul Hindemith con el SWR
Vokalensemble Stuttgart dirigido por Markus
Creed, las Sinfonías 6 y 8 de Schubert por
Norrington y la Radio-Sinfonieorchester de
Stuttgart, otro monográfico dedicado a las can-
ciones y música de cámara del poco conocido
Robert Kahn, el quinto volumen de la integral
pianística de Schubert por Florian Uhlig y ree-
diciones de grabaciones históricas de Emil Gilels
y Rudolf Kempe.
Dvorák compuso originalmente el
Stabat Mater para cuatro solistas,
coro y piano tras el fallecimiento
de su hija Josefa. No obstante, la
versión para gran coro y orquesta
universalmente conocida no es sino
un arreglo realizado con posterio-
ridad inspirado por la muerte de
sus otros dos hijos. Philippe Herreweghe recu-
pera ahora para su sello Phi la más lúgubre y vis-
ceral primera versión al frente del Collegium
Vocale Gent y la Royal Flemish Philharmonic
contando con las voces solistas de los cantantes
Ilse Eerens, Michaela Selinger, Maximilian
Schmitt y Florian Boesch.
Una integral de la música de cámara con clari-
nete de Brahms y un monográfico Krenek dedi-
cado a las obras de cámara con violín del
compositor vienés son las nuevas apuestas dis-
cográficas de Audite. Mientras que la primera
grabación, presentada en dos flamantes SACD,
viene avalada por el buen hacer de Laura Ruiz
Ferreres, Christoph Berner, Danjulo Ishizaka y
el Mandelring Quartett, el segundo –que inclu-
ye el estreno de la Sonata nº 1– es defendido tam-
bién en Super Audio por Christoph Schickedanz
(violín), Holger Spegg (piano) y Mathias Beyer-
Karlshoj (chelo).
Suzuki culmina su proyecto Bach
El pasado 22 de febrero Masaaki Suzuki y su Bach
Collegium Japan finiquitaron en la Shoin Chapel
de Kobe la grabación del último disco de la monu-
mental serie de cantatas sacras de Bach. El álbum,
que estará disponible este próximo otoño, es el
volumen nº 55 de una empresa que dio comien-
zo en 1995 con la grabación de
tres de las primeras cantatas del
Kantor: BWV 4, 150 y 196. En su
presentación de la serie, Masaaki
Suzuki expresó su deseo de que
el proyecto pudiera “demonstrar
que la música de Bach contiene
un mensaje capaz de tocar el cora-
zón de los hombres, independien-
temente de su nacionalidad o
tradición cultural, satisfaciendo
las necesidades del espíritu y
difundiendo la paz por el mun-
do.” ¶ Con la culminación de la
serie en este volumen 55, que
incluye el último trabajo existente de Bach en el
género, Lobe den Herrn, meine Seele BWV 69, todo
parece indicar que el deseo de Suzuki ha sido
satisfecho. A lo largo de los años, cada nueva
entrega de la serie ha recibido una extraordina-
ria acogida internacional, y tanto Masaaki Suzuki
como su equipo se han ganado el respeto de la crí-
tica y la comunidad de musicólogos gracias a la
excelencia de sus interpretaciones, demostran-
Presentada la temporada 2013-14 del Real
El Teatro Real ha presentado su XVII Temporada,
que se abrirá el 14 de septiembre con la primera
de las diez funciones de Il barbiere di Siviglia de
Rossini y finalizará el 20 de julio de 2014 con la
actuación de Antony and The Johnsons dentro
del ciclo Las noches del Real. Un total de 126 fun-
ciones –99 de ópera (4 en versión de concier-
to), 17 de ballet y 10 de conciertos en el citado
ciclo–, más 48 dentro del proyecto pedagógico
El teatro de los niños con 6 programas diferentes
(repartidos por mitades entre la Sala principal y
la Gayarre), integran la nutrida programación
preparada por el director artístico del Teatro,
Gerard Mortier, y aprobada por el Patronato de
la Fundación Teatro Real. ¶ En el capítulo ope-
rístico se alternan cinco títulos ya vistos en tem-
poradas anteriores –Barbiere, L’elisir d’amore, Les
contes d’Hoffmann, Lohengrin, Tristan und Isolde–
con otros cuatro que suponen absolutas noveda-
des en Madrid –Die Eroberung von Mexico (La
conquista de México) (1987-1991) de Wolfgang
Rihm, el estreno mundial de Brokeback Mountain
de Charles Wuorinen, Alceste de Gluck y The
Indian Queen de Henry Purcell–, más la versión
coreografiada por Pina Bausch del Orphée et
Eurydice de Gluck. Los dos títulos en versión
concertante son Dido and Aeneas de Purcell, e I
vespri siciliani de Verdi. ¶ De los diez títulos en
versión escénica, seis serán nuevas produccio-
nes del Teatro, y contarán con las direcciones
escénicas de Pierre Audi (La conquista de México),
conciertos & actualidad
do en todas ellas una comprensión poco frecuen-
te del contexto –tanto musical como teológico–
en el que se inscriben las obras y sirviéndose de
un enfoque que, en palabras de la crítica, “ha bus-
cado la profundidad ascética más que la mera bri-
llantez de la forma sonora” (International Record
Review). ¶ Junto al coro y la
orquesta del Bach Collegium
Japan, muchos de cuyos miem-
bros han formado parte del pro-
yecto desde su mismo comienzo,
los intérpretes de este último
registro han sido Hana Blažíková
(soprano), Robin Blaze (contra-
tenor), Gerd Türk (tenor) y Peter
Kooij (bass), intérpretes de sobra
conocidos para los seguidores de
esta serie. Robert von Bahr, pre-
sidente de BIS Records y produc-
tor de la colección, se unió al
equipo en Japón para asistir al
capítulo final de una saga de casi dos décadas. ¶
Aparte de este proyecto colosal, Masaaki Suzuki
y Bach Collegium Japan han grabado otras obras
de Bach y de otros compositores para BIS y se
espera que esta fructífera colaboración se amplíe
en el futuro con nuevos proyectos bachianos,
como la grabación de las cantatas profanas, las
misas y los conciertos, aunque sin olvidar obras
posteriores del mismo calado artístico.
Peter Sellars (The Indian Queen), Ivo van Hove
(Brokeback Mountain), Krzysztof Warlikowski
(Alceste), Lukas Hemleb (Lohengrin) y Christoph
Marthaler (Hoffmann). Entre las batutas convo-
cadas encontramos varios nombres activos en
el Real en las últimas temporadas: Teodor
Currentzis (en Tristan y, al frente de su orques-
ta MusicAeterna, también en los títulos de
Purcell), Titus Engel (Brokeback Mountain),
Hartmut Haenchen (Lohengrin), Sylvain
Cambreling (Hoffmann), Thomas Hengelbrock
(Orphée, con su orquesta y coro Balthasar
Neumann) y Alejo Pérez (La conquista de México),
además de Tomas Hanus (Barbiere), Marc Piollet
(Elisir), Ivor Bolton (Alceste) y James Conlon
(Vespri), que dirigió el homenaje a Domingo en
su 70º aniversario. ¶ Las compañías de ballet
invitadas son el Ballet Diaghilev de la Ópera de
Perm (con Les noces de Stravinski y El bufón de
Prokofiev), la Compañía Nacional de Danza y
la Mark Morris Dance Group, con L’Allegro, il
Pensieroso ed il Moderato, de Händel. En Las
noches del Real intervendrán Christine Schäfer,
José Manuel Zapata, Thomas Hampson y Antony
and The Johnsons, mientras la Orquesta Titular
del Teatro será dirigida por Renato Palumbo en
el Stabat Mater de Rossini, por Christoph von
Dohnányi y Alejo Pérez junto a Susan Graham
y Eva Maria Westbroeck respectivamente, y
acompañará a Plácido Domingo en fecha por
determinar.
 antigua
Músicas para una polé- Flamencos e hispanos
mica historiográfica
Músicas viajeras, primer título de
la serie Arianne de Enchiriadis
Josemi Lorenzo Arribas
Una vez más unen esfuerzos Musica Ficta, grupo
especializado en polifonía vocal del Renacimiento
hispano, ya con veinte años a sus espaldas, y el
ensemble Fontegara, que presta el apoyo instru-
mental, como lo hicieran con las Villanescas de
Guerrero, resultado que se vertió en tres cedés.
Detrás de ambas formaciones, el entusiasmo de
Raúl Mallavibarrena, que las dirige, produce y edi-
ta desde su sello, Enchiriadis.
Dos rúbricas, “Músicas viajeras” y “Tres
Culturas”, enlazan piezas muy bellas que por sí
mismas se justifican, más allá de los necesarios mar-
betes comerciales. Las “cristianas” incluyen dos
Cantigas de Alfonso X, unas Vacas de Narváez, Por
unos puertos arriba de Pedro de Ribera, o Un sarao
de la chacona de Juan Arañés, rompiendo fronteras
temporales. Cuatro sefardíes (ejemplo de una cul-
tura forzadamente viajera, esta sí, rupturista con
los habituales jalones con que pensamos la Historia)
representan el apartado judío, melodías que, desde
que se comenzaron a recrear, constituyen un sub-
género autorreferencial, al margen de su mayor o
menor fidelidad con presuntas fuentes “origina-
les”. Suelen ser campo para lucimiento de arreglis-
tas e intérpretes. Invito a que ustedes se deleiten
con la sensibilidad que envuelve la interpretación
de estas grandes miniaturas. El apartado andalusí
lo concentra Mallavibarrena en una composición
propia (Ziryab), y dos piezas improvisadas, a la pan-
dereta (riq) y al pandero circular (bendir).
Las canciones, líricas o narrativas, no se can-
tan enteras porque excederían el minutaje del dis-
co, sean Cantigas, romances, o incluso piezas de
arte menor, privilegiando la participación instru-
mental en un disco de muy amable escucha, por-
que son grandes músicos, con original fotografía
de portada, por cierto, de un querido amigo de los
lectores de Diverdi.
MÚSICAS VIAJERAS: Tres culturas [cristianos, judíos y
musulmanes en la Península Ibérica]
Musica Ficta. Ensemble Fontegara. Raúl Mallavibarrena,
percusión y dirección / ENCHIRIADIS / Ref.: EN 2037 (1 CD)
P.V.P.: 8,75 €.-
223 / marzo 2013
Mundus et Musica por el ensemble
Qualia, en el sello Carpe Diem
Josemi Lorenzo Arribas
Las lecturas instrumentales de la música de los
siglos XV y XVI, si bien han estado presentes en
la discografía desde que la recuperación de la músi-
ca antigua comienza, conocen de unos años a esta
parte un reverdecimiento, casi frenesí, que está
llevando a resultados casi unánimemente buenos.
El conocimiento cada vez mayor de la práctica de
la ornamentación, de la glosa, el análisis de los
modelos vocales, la documentación que se va exhu-
mando… si bien es quizá patrimonio de musicó-
logos, se van sedimentando con bastante celeridad
en la interpretación, que es lo que le llega al afi-
cionado que compra discos. Y así tiene que ser. La
colaboración entre teóricos y prácticos, y la gran
formación de músicas y músicos que aúnan ambas
vertientes, obviamente, está en el epicentro de la
fórmula. Esta colecta de piezas que Qualia pro-
pone reúne a grandes flamencos, con Tinctoris a
la cabeza (seis de las veinte piezas), con una con-
dición, su vinculación de un modo u otro a la penín-
sula ibérica. En la mayor parte de los casos porque
las obras se encuentran en dos archivos hispanos,
el Capitular de Segovia (Cancionero Musical de
Segovia, con más de la mitad), y la Biblioteca de
Catalunya, de la que se incluye un capricho en for-
ma de canon a doce voces que simboliza a los once
apóstoles que siguen a Pedro. Las alianzas matri-
moniales entre las casas reales castellana, arago-
nesa, y la imperial de los Habsburgo favorecieron
estos contactos y trasvases de repertorio y artis-
tas, que también se siguieron y mezclaron como si
de otro canon se tratase. Lambert Colson a los
aerófonos dirige también este conjunto de tres,
completado por el organetto de Christophe
Deslignes (ahí es nada) y la fídula de Anna
Danilevskaia. Hay virtuosismo, pero no se nota. Se
realza el empaste entre los tres y, aunque no ten-
gamos la referencia de memoria del modelo vocal
que embellecen, lo cierto es que resplandecen sere-
namente en todo el minutaje.
MUNDUS ET MUSICA: Música instrumental en la España y
el Flandes del 1500
Qualia Trio / CARPE DIEM / Ref.: CD-16294 (1 CD) D2
7
Un joven y
brillante Selle
Conciertos y canciones por el
Ensemble Metamorfosi
Manuel de Lara
Thomas Selle ocupó a partir de 1641 el puesto de
director musical del Johanneum que agrupaba las
cuatro iglesias principales de Hamburgo, desde
allí reorganizó la vida musical de la ciudad y aumen-
tó su calidad. Este disco se ocupa, sin embargo, de
los años de juventud de Selle, con una selección de
obras que pertenecen a 11 colecciones impresas
entre 1624-1636, durante su actividad en el noro-
este de Alemania, donde trabajó en varias ciuda-
des del actual land de Schleswig-Holstein. Su obra
es fiel reflejo de la situación creada por la Guerra
de los Treinta Años, tanto en la búsqueda del amor
y la ingenuidad en los temas seculares como en la
dualidad del aspecto guerrero y el del consuelo en
los sacros.
Selle cultivó una gran variedad de estilos y
recursos técnicos en este periodo, con un lengua-
je musical que abarca desde canciones seculares a
tres partes, con textos que van desde la Arcadia pas-
toril al amor más terrenal, hasta piezas sacras en
latín o alemán a tres voces con bajo continuo. Una
vez que nos adentramos en su mundo, la riqueza
y la capacidad de sorprendernos de su música es
notabilísima y los recursos que emplea el compo-
sitor son admirables en cuanto a variedad, ritmos
irregulares, inflexiones, con momentos de gran
belleza. Su lenguaje musical es muy personal, fuer-
temente ligado al texto y expresivo, con un rico
lenguaje armónico, pleno de colores y matices, que
utiliza con maestría los rangos vocales.
Nos encontramos obras tan bellas como Die
Güte deß Herren, a 2 voces y B.C. que nos remiten
a Monteverdi, como sucede también en la mono-
dia acompañada con piezas como Amarilli mein
höchste Zier, de bella melodía y sorpresivos recur-
sos. Brillante interpretación de esta formación,
rigurosa y delicada, con un instrumentario forma-
do por viola da gamba, flauta dulce, clave y órga-
no y con unas voces excelentes donde destaca la
joven soprano. Debemos agradecerles el redescu-
brimiento de tantos pequeños tesoros.
THOMAS SELLE (1599-1663): Geistliche Concertlein; Newe
amorösische Liedlein
Ensemble Metamorfosi / CHRISTOPHORUS / Ref.: CHR
77362 (1 CD) D2
8 di v e r di
El padre de la nueva
cantata
Mields y Hamburger Ratsmusik
brindan obras inéditas de Krieger
Eduardo Torrico
Nos asombra el dato de que Telemann compusie-
ra a lo largo de su vida cerca de un millar de canta-
tas o de que Graupner rondara las quinientas. Pero
no muchos años antes un tal Johann Philipp Krieger
había escrito más de dos mil cantatas, todas ellas
sacras, de las cuales, por desgracia, sólo una peque-
ña cantidad ha llegado hasta nosotros. Su ubérri-
ma producción y el hecho de haber adoptado el
madrigalismo para sus textos le valieron para ser
proclamado “padre de la nueva cantata”. Esa nue-
va cantata que representa Krieger mejor que nadie
está edificada sobre la cantata secular y la ópera
italianas, empleándose recitativos y arias da capo
a los que se añaden versículos bíblicos y estanzas
corales. Los primeros textos de aquellas nuevas
cantatas son debidos al reverendo y poeta Erdmann
Neumeister, nombrado en 1704 diácono de la cor-
te de Weissenfels, en la que Krieger ejercía de maes-
tro de capilla. Pero ya antes Krieger había tenido
acceso a algunos de los textos de Neumeister. De
hecho, su colección Musicalischer Seelen-Frieden
fue publicada en Núremberg, su ciudad natal, en
1697. Se trata de la única edición de música sacra
de Krieger. Se percibe en ella, y en general en toda
la obra de este compositor, no sólo la influencia
italiana a la que hacíamos mención, sino también
algunos elementos estilísticos franceses. El pre-
sente disco incluye tres cantatas de la Musicalischer
Seelen-Frieden y un concierto sacro para soprano,
dos violines y bajo continuo, todos ellos grabados
en disco por primera vez. Entre las piezas vocales
se insertan sendas sonatas para violín, viola da gam-
ba y bajo continuo de su Op. II. La música de Krieger
es extremadamente refinada, como refinada es la
forma en que canta la siempre exquisita Dorothee
Mields, conocedora como pocas de este repertorio.
El excelente Hambgurger Ratsmusik, bajo la direc-
ción de la violagambista Simone Eckert, completa
otro trabajo formidable, como es ya habitual en
esta formación camerística.
JOHANN PHILIPP KRIEGER (1649-1725): Musicalischer
Seelen-Frieden (inc. Primeras Grabaciones Mundiales)
Dorothee Mields, soprano. Hamburger Ratsmusik. Simone
Eckert, director / CARUS / Ref.: CARUS 83.372 (1 CD) D2
Al fin, La guerra de los gigantes
El grupo A Corte Musical, dirigido por Rogério Gonçalves, brinda una
magnífica versión de la “ópera” de Sebastián Durón
Hacia 1920, Rafael Mitjana en La musique en
Espagne. Art Religieux et Art Profane, publicado en
la Enciclopédie de la Musique de A. Lavignac-
L.Laurencie, se refería a Durón como un innova-
dor a quien los músicos de su tiempo no estudiaron
bien, “poco acostumbrados a vencer dificultades
impropias para la época”. Pero ya era reconocido
entonces su gran talento, que le procuró prestigio
europeo.
A Corte Musical
Hoy sabemos que Sebastián Durón Picazo
es el más destacado entre los compositores líricos
del primer barroco español, como José de Nebra
(1702-1768) lo fue del segundo. Antonio Literes
(1673-1747) se movió entre ambas corrientes. Mas
Durón sigue sorprendiendo al oyente, como a los
intérpretes, por el acusado carácter rítmico de su
producción y la hondura de sus tonadas graves.
Recordado tan solo por el Tiento de primer
tono (gaitilla de mano izquierda) para órgano, las
numerosas obras sacras, tonos, villancicos, tona-
das, cantadas y canciones, según la profusa deno-
minación de entonces y en especial su obra lírica,
han comenzado a ser redescubiertos en nuestros
días. Ya el Teatro Palacio Valdés de Avilés se rea-
brió con El imposible mayor en amor le vence amor,
sobre un libreto del dramaturgo asturiano Manuel
antigua
Andrés Ruiz Tarazona
Bances Candamo, bajo la dirección del composi-
tor norteamericano Lucas Foss. Y José María
Barquín dirigió La guerra de los gigantes en
Guadalajara, editada en LP por Dial. Pero la pri-
mera grabación en CD de la Opera escénica dedu-
cida de la guerra de los gigantes (c.1686) es la llevada
a cabo por el grupo A Corte Musical, dirigido por
Rogério Gonçalves. Siempre se resalta que con la
ópera del compositor alcarreño es la primera vez
que en España se denomina “ópera” a una pieza
escénica con música.
Impulsado por diversas entidades suizas y
con excelentes notas de un especialista en la obra
de Durón, el musicólogo Antonio Martín Moreno
de la Universidad de Granada, este CD es un ejem-
plo fehaciente de lo que se puede lograr aunando
esfuerzos, pues varias instituciones suizas han
apoyado la grabación. Y a la vista de la calidad de
la música, tan enraizada en las tradiciones españo-
las (al contrario del italianizante Literes), sonroja
pensar que esta grabación se haya hecho fuera de
nuestro país.
La versión es magnífica y consigue resaltar
vigorosamente sus novedades rítmicas, así como
el talento de Durón para lo dramático. A veces nos
evoca a su contemporaneo Henry Purcell, salvan-
do las distancias.
Muy bien el cuar-
teto de voces
femeninas (quizá
una masculina
para el personaje
de Palante hubie-
ra dado más con-
traste a la escena
quinta) y sobre
todo el conjunto
instrumental: vio-
lines, trompeta,
guitarra, tiorba,
arpa española, vio-
lonchelo, violone,
percusión y clave.
El disco deja claro
por qué su gran
talento permitió a Durón ser el continuador de la
obra de Hidalgo y el músico más apreciado en la
corte de Carlos II y de su esposa Mariana de
Neoburgo.
SEBASTIÁN DURÓN (1660-1716): La Guerra de los Gigantes
(ópera escénica en un acto)
Eva Juárez, soprano. Camilla de Falleiro, soprano. Anna
Freivogel, mezzo-soprano. Maria Weiss, mezzo-soprano. A
Corte Musical. Rogério Gonçalves, director (incluye notas y
libreto en castellano) (Primera Grabación Mundial) / PAN
CLASSICS / Ref.: PAN 10276 (1 CD) D2
 antigua
Una oportuna
resurrección
El Oratorio Germánico de Pasión,
de Fux, por Gunar Letzbor
Javier Sarría Pueyo
Ahora que tan cerca está la Pascua Florida, debe-
mos conmemorar no sólo la resurrección de Jesús,
sino también la del Oratorium Germanicum de
Passione, recientemente atribuido a Fux, que hoy nos
trae Pan Classics como absoluta primicia. Único
oratorio del antiguo Hofkapellmeister imperial en
lengua alemana, emplea el conocido mito de Perseo
y Andrómeda como metáfora de la Pasión de Cristo.
Se trata de una composición de soberbia factura,
a ratos dura, austera y nervuda, pero siempre lle-
na de excelente música de gran contenido retórico.
Combina momentos de destacado contenido con-
trapuntístico –por el que Fux era tan admirado–,
como en la sinfonía introductoria, en el coro final
o en la extraordinaria aria-fuga Recht die Bürgen, de
impresionante contenido dramático, con otros en
los que se acentúa el encanto rítmico-melódico,
como en la preciosa siciliana Die gleiche Sind began-
gen, sin descuidar el puro impacto dramático, como
en el aria di furore Strikh und Khötten, con sus tor-
mentosas semicorcheas. La sobresaliente interpre-
tación está encomendada a Ars Antiqua Austria
que, bajo la dirección de Gunar Letzbor, sirve mag-
níficamente a esta obra, acentuando las asperezas
que contiene, pero siempre con un gran sentido
musical. La parte vocal se encomienda a los cantor-
cicos de San Florián, lo que encandilará a unos tan-
to como a otros horrorizará, pero ¡ojo!, estos niños
son de los buenos: afinan y tienen musicalidad.
Destaca por encima de todos el Perseo de Alois
Mühlbacher, con una inusitada riqueza de armó-
nicos para ser un muchacho, color y hasta su cier-
ta carnosidad; muy dramático y comprometido,
además. Las partes de tenor y bajo se encomiendan
a cantantes ajenos al mundo puericantor, siendo
obligado destacar el Furor de Markus Miesenberger,
bajo de bello timbre, impecable en las agilidades.
Se trata, pues, de una espléndida novedad, llena de
magnífica música, hasta hoy ignota, muy bien inter-
pretada. Pruebe con algo diferente esta Semana
Santa; le recompensará.
JOHANN JOSEPH FUX (1660-1741): Oratorium germanicum
de Passione
Ars Antiqua Austria. Gunar Letzbor, director / PAN CLAS-
SICS / Ref.: PAN 10284 (1 CD) D2
223 / marzo 2013
La viola cálida
Un gran Pandolfo aborda las
Piezas de violas de Couperin
Pablo J. Vayón
No se suele relacionar a François Couperin con
la viola. Su mundo es el de la tecla y, en menor
medida, el del violín. Pero consta que el compo-
sitor tenía alto aprecio por un instrumento que
se encontraba entre los más tradicionales y nobles
de la música francesa, y por eso lo empleó para
dejar algunas de sus más íntimas confidencias.
En la colección de Les Goûts réunis de 1724 inclu-
yó Couperin dos Conciertos para dos violas con
el bajo cifrado, lo que quizá hacía presuponer el
acompañamiento de un clave o una tiorba, una
opción que el propio compositor contempla, aun-
que añade que “será siempre mejor con dos vio-
las, o dos instrumentos similares, sin nada más”.
A estos conciertos, en la forma de sonata corellia-
na, se añade también, en la misma colección, un
Lamento, esta vez sin bajo cifrado, lo que invita
al diálogo fluido.
Luego están las dos suites, concebidas, esta
vez sí, con bajo continuo, que son algo posterio-
res, se consideraban perdidas hasta hace poco e
incluyen algunas de las piezas más enrevesadas y
virtuosísticas jamás escritas para el instrumento,
como esa enigmática La Chemise blanche que cie-
rra la segunda. La escritura no es muy idiomáti-
ca y los intérpretes lo pagan. Paolo Pandolfo se
mueve sobrado por ellas, mostrando siempre los
perfiles más cálidos e intimistas de una música que
en su instrumento suena a menudo quejumbro-
sa, frágil, a punto de quebrarse, como en la Pompa
fúnebre o en ese Plainte en el que, como en los
conciertos, se le une una Amélie Chemin que le
habla de tú a tú. Encuentra también el gran vio-
lista italiano momentos para el desenfado, la dan-
za e incluso el grito. La variedad increíble de
colores, los matices, especialmente por debajo
de la gama del mezzopiano, el sinuoso trazado del
fraseo están en la base del éxito de unas versio-
nes que rebosan expresividad y buen gusto.
FRANÇOIS COUPERIN (1668-1733): Piezas para violas
Paolo Pandolfo, viola da gamba. Amélie Chemin, viola da
gamba. Thomas Boysen, tiorba y guitarra barroca. Markus
Hünninger, clave / GLOSSA / Ref.: GCD 920414 (1 CD) D2
9
Un Marais de
tonalidad mayor
Sus Folies y otras suites en la gran
viola de Philippe Pierlot
Manuel de Lara
El Libro segundo de Pièces de violes de Marais,
publicado en 1701, guarda mayor proximidad con
el espíritu de la tradición de la escuela laudista y
clavecinística que otros libros posteriores. Salvo
algunas obras programáticas, la mayoría de las 144
piezas que lo componen consisten en una serie de
movimientos de danza agrupados por tonalidades
en largas suites, que van desde la libre expresivi-
dad de los preludios al vigor de las gigas. Marais
ha sido, no obstante, uno de los compositores más
escrupulosos y que más detalladamente ha dejado
indicaciones en sus partituras sobre la ornamen-
tación y otros aspectos técnicos, con un valor fun-
damental para el devenir de la música para bajo
de viola, tanto desde el punto de vista técnico como
del expresivo. Tras un profundo, casi hiriente, pre-
ludio en re mayor, y la bélica bourasque que le sigue,
se presenta la obra central del disco: las celebérri-
mas Couplets de folies, donde el uso imaginativo
de Marais se desarrolla en las 32 variaciones sobre
la progresión armónica de la folia, con una suce-
sión de elementos expresivos, estilísticos y técni-
cos que van desde lo desbordante a lo más lírico.
Pierlot resulta convincente en ambos extremos y
hace una lectura intachable, acompañado de un
bajo continuo bien nutrido que está formado por
el bajo de viola de Zipperling, la tiorba sabia de
Egüez y el clave de Guerrier.
Junto a las Folies d’Espagne se abordan dos
suites no demasiado frecuentadas en la discogra-
fía, que dan especial valor a la presente edición. Por
un lado, una selección de las piezas que confor-
man la suite en mi mayor, una tonalidad con algo
de desesperanza o tristeza irremediable en la que
tan bien se maneja Pierlot, capaz de extraer ese
carácter desgarrador del instrumento en piezas
tan bellas como el preludio, la pavana o la chaco-
na. Tampoco han sido muy frecuentadas las pie-
zas en tonalidad de la mayor, que resultan de
brillante melancolía y conmovedoras como el pre-
ludio, las zarabandas o la fantasía final.
MARIN MARAIS (1678-1741): Folies
Philippe Pierlot y Rainer Zipperling, bajo de viola. François
Guerrier, clave. Eduardo Egüez, tiorba / FLORA / Ref.: FLO-
RA 2511 (1 CD) D2
10
Sublime, pero
desconocido
José Miguel Moreno aborda
músicas de Conradi y Losy
Eduardo Torrico
El apellido Conradi hace referencia a una familia
de músicos que trabajó en diversas cortes germa-
nas a finales del siglo XVII y principios del XVIII.
El más conocido es Johann Georg Conradi, de
quien hace no mucho el sello CPO nos presenta-
ba su magnífica ópera Ariadne. Fallecido en 1699,
se sabe que fue padre de Johann Melchior. Un sin-
fín de interrogantes se abren cuando aparece el
nombre de Johann Gottfried Conradi, de cuya
existencia apenas nada se sabe. Es probable que
también fuera hijo de Johann Georg y, por tanto,
hermano de Johann Melchior. La única certeza es
que publicó en 1724, en Fráncfort, un juego de pie-
zas para laúd. Hace ya varios años descubrí a
Conradi gracias a un registro discográfico del vete-
rano laudista norteamericano Edward Martin y
quedé prendado de su música, que se reduce a un
par de suites. Conradi, con su pequeña aporta-
ción, merece un puesto de honor en la edad de oro
de la música para laúd, a la que hemos de situar en
la primera mitad del XVIII (Weiss, Bach, Kellner,
Baron, Hagen, Falckenhagen, Kropffgans y otros
grandes maestros que dedicaron su ingenio a este
instrumento). El laudista madrileño José Miguel
Moreno graba ahora aquellas dos suites que ya
grabara Martin y añade otras dos piezas “huérfa-
nas”. Para completar su disco, incluye una suite de
otro compositor casi tan desconocido como
Conradi, Jan Antonín Losy. Perteneciente a una
familia de nobles bohemios de procedencia suiza,
fue coetáneo del posible padre de Conradi.
Radicado en Praga, resultó un apasionado de la
música francesa, especialmente de Lully. Su músi-
ca me resulta menos inspirada que la de Conradi,
pero no por ello deja de tener interés. De un tiem-
po a esta parte, cada novedad que se anuncia de
Moreno es todo un acontecimiento para los aman-
tes de la cuerda pulsada. Escuchando este disco, se
comprende perfectamente el porqué. Gloria ben-
dita, que dicen los andaluces.
JOHANN GOTTFRIED CONRADI (1747): Neue Lauten
Stücke, 1724; JAN ANTONÍN LOSY (1650-1721): Piezas en Fa
mayor
José Miguel Moreno, laúd barroco / GLOSSA / Ref.: GCD
920113 (1 CD) D2
di v e r di
Lo mayúsculo
Melodiya publica un registro en vivo de las Variaciones Goldberg
según Grígori Sokolov
Fue el 22 de junio de 1991. Quien esto escribe ha
vivido durante más de dos décadas con el recuer-
do idealizado y la nostalgia de unas irrepetibles
Variaciones Goldberg escuchadas entonces a Tatiana
Nikoláyeva en el Auditorio Manuel de Falla de
Granada. También con la frustración de no poder
resentir más que con la memoria aquel momento
tan intensamente grabado en el recuerdo auditivo.
Viene todo esto a colación del mayúsculo docu-
mento sonoro que acaba de editar el sello ruso
Melodia, con una interpretación de las Variaciones
Goldberg ofrecida por un joven Grígori Sokolov de
31 años en la Gran Sala del Conservatorio de San
Petersburgo el 27 de febrero de 1982, es decir hace
más de tres décadas.
A diferencia de lo ocurrido en Granada, en
San Petersburgo sí estaban los micrófonos para
eternizar el momento y dejar así un documento
sonoro tan memorable como hubiera sido el gra-
nadino con la Nikoláyeva. La grabación recuer-
da –y mucho– la versión de la inolvidable dama
del piano soviético, o, al menos, la que habita en
la memoria acaso distorsionada del melómano,
pero bien refrescada por las versiones que dejó en
CD. Sokolov, grande entre los grandes del tecla-
do, brinda un Bach impecable, translúcido, mara-
villosamente estratificado, en el que las voces y
los registros se perciben asombrosamente jerar-
quizados gracias también a la magistral articula-
ción. Un Bach de intensos contrastes, dinámicas
extremas, quietudes excelsas y momentos de una
vehemencia que puede llegar a resultar excesiva.
Bach cien por cien pianístico, sin disquisiciones
historicistas.
Directo y sin vericuetos. Sin trampa ni car-
tón. Intensamente fascinante y auténtico. Desde
la mesurada exposición del aria, en la que el tiem-
po parece congelarse para que la música se expla-
ye en su fascinante sencillez, hasta su reaparición
al final, casi 80 minutos después, se suceden las
30 variaciones que configuran el monumento. El
virtuosismo a raudales y la poderosa concepción
pianística en absoluto enturbian la esencia esté-
tica y expresiva de la obra maestra. El sonido, a
pesar de algunas (pocas) toses del público, es de
antigua
Justo Romero
calidad y permite maravillarse con la opulencia de
registros, timbres y sonoridades que vierte el
mago Sokolov. También con la perfección y cla-
ridad técnicas que, como en el caso de la
Nikoláyeva, no dejan opción al error y menos a
la confusión. Pianismo perfecto, virtuoso y pre-
ñado de cultura, puesto al servicio de una de las
cumbres del patrimonio musical.
La joya, que abarca dos cedés (como la
Nikoláyeva, Sokolov hace todas las repeticiones),
se redondea con otras dos muestras en vivo del
Bach excelso del coloso petersburgués: la Segunda
suite inglesa y una remota versión de la Partita en do
menor, procedente de un recital ofrecido en 1975.
El milagro de la ‘Sarabande’ ya justifica por sí mis-
mo la adquisición de este tesoro discográfico.
GRIGORY SOKOLOV interpreta JOHANN SEBASTIAN BACH
(1685-1750): Variaciones Goldberg
Grigory Sokolov, piano (grabado en directo en el Grand
Hall del Conservatorio de Leningrado entre 1975 y 1982) /
MELODIYA / Ref.: MEL 1002049 (2 CD) D5 x 2
También disponible:
GRIGORY SOKOLOV: Grabaciones completas (Pack 10
CDs) [obras de Bach, Beethoven, Schubert, Brahms, Chopin,
Prokofiev, Scriabin y Rachmaninov] / Grigory Sokolov, piano
/ NAIVE / Ref.: OP 30528 (10 CD) P.V.P.: 43,95 €.- [-25% de
descuento]
GRIGORY SOKOLOV interpreta FRÉDÉRIC CHOPIN (1810-
1849): 24 Preludios para piano, op. 28; Sonata para piano
No. 2 en Si bemol menor, op. 35; 12 Estudios para piano, op
. 25 / Grigory Sokolov, piano / NAIVE / Ref.: OP 30456 (1
CD) D1 [-25% de descuento]
GRIGORY SOKOLOV interpreta Bach, Beethoven, Chopin &
Brahms / Grigory Sokolov, piano / NAIVE / Ref.: OP 30421 (5
CD) P.V.P.: 29,90 €.- [-25% de descuento]
SOKOLOV interpreta FRANZ SCHUBERT (1797-1828):
Sonatas para piano Nos. 18 & 21 / Grigory Sokolov, piano /
NAIVE / Ref.: OP 30387 (2 CD) D1 [-25% de descuento]
SOLOKOV interpreta FREDERIC CHOPIN (1810-1849):
Sonata No. 2 en Si bemol menor op. 35 Marcha fúnebre;
Estudios op. 25 / Grigory Sokolov, piano / NAIVE / Ref.: OP
30385 (1 CD) D4 [-25% de descuento]
SOKOLOV interpreta BEETHOVEN: 33 Variaciones sobre un
vals de Anton Diabelli / Grigory Sokolov, piano / NAIVE /
Ref.: OP 30384 (1 CD) D4 [-25% de descuento]
GRIGORY SOKOLOV interpreta SCRIABIN: Sonata nº3 &
Sonata nº9; PROKOFIEV: Sonata nº8 & RACHMANINOV:
Preludio nº4 / Grigory Sokolov, piano / NAIVE / Ref.: OP
30386 (1 CD) D4 [-25% de descuento]
GRIGORY SOKOLOV interpreta BEETHOVEN: Variaciones
Diabelli; SCHUBERT: Sonatas nº18 y 21; CHOPIN: Sonata
nº2, Estudios op.25; SCRIABIN: Sonatas 3 y 9; PROKOFIEV:
Sonata nº8; RACHMANINOV: Preludio op.23 nº4 / Grigory
Sokolov, piano / NAIVE / Ref.: OP 30388 (5 CD) P.V.P.: 29,95
€.- [-25% de descuento]
Toda la discografía
de Grigory Sokolov al 25% en
 antigua
El violín dionisíaco
Las Sonatas para violín de Bach
por Gunar Letzbor
Pablo J. Vayón
Gunar Letzbor tenía una deuda con Bach. O, más
bien, con sus seguidores, pero a través del Cantor.
Después de regalarnos durante años las grandes
obras para violín, bien conocidas ya, de composi-
tores como Schmelzer o Biber, de descubrirnos las
menos transitadas de otros como Fux, Muffat,
Pandolfi, Westhoff, Viviani, Bertali… o de sorpren-
dernos directamente con las de personajes tan igno-
tos como Weichlein, Aufschnaiter o Vilsmayr, el
gran violinista austriaco no podía dejar de acercar
su Bach a los micrófonos. Y fue finalmente en ene-
ro de 2011, en su propia casa, como cuenta en las
notas, donde plasmó la huella cuya primera parte
acaba de publicar el sello Pan Classics.
Son las tres Sonatas las que forman parte de
esta publicación, y en ellas, aunque Letzbor se
esfuerza en contarnos que su pretensión es la de
acercar la música a su contexto original, domésti-
co, íntimo, su bien conocida pasión de intérprete
se desborda por todos lados. La grabación es tan
natural, tan nítida y tan cercana que los sonidos
que salen del Sebastian Klotz del austriaco son
recogidos en toda su amplia y variada gama, inclui-
das las resonancias de sus dedos al cubrir las cuer-
das, sus desplazamientos por el mástil... ¿Y Bach?
Vivaz y afilado como pocos. Letzbor es uno de los
dramáticos del violín barroco, y esa vena teatral,
excesiva en ocasiones, acaba apareciendo para dejar-
nos unas versiones cruzadas por el arrebato y la
furia. En los pasajes más rápidos Letzbor maneja
su violín con la incisividad y precisión de un ciru-
jano, rozando incluso la estridencia en los ascen-
sos a lo más agudo del registro; en los lentos, pese
a una articulación mucho más ligada, no consien-
te que en ningún momento asome ni rastro de sen-
timentalismo. Las fugas pueden resultar
desmañadas (Sonata nº1), pero no hay en ellas tra-
zas de rutina. Un Bach descarnado y dionisíaco
que acaba bailando en el delirante Allegro de cie-
rre de la BWV 1005.
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1759): Sonatas BWV
1001, 1003 y 1005
Gunar Letzbor, violín / PAN CLASSICS / Ref.: PAN 10286 (1
CD) D2
223 / marzo 2013
Reincidencias y
abundancias
Los Motetes de Bach
por Frieder Bernius, en Carus
Caronte
Se preguntará el melómano informado para qué
una nueva versión de los Motetes de Bach. Para
qué grabar nuevamente estos siete ochomiles de
la música coral que ningún coro se cansará de can-
tar y ningún humano se cansará nunca de escuchar.
Para qué adentrarse de nuevo en un bosque tan
transitado, aun cuando en su interior, un banque-
te orgiástico de melodías entrelazadas nos aguar-
den. Qué sentido tiene elevarse nuevamente unos
palmos del suelo, subir los brazos y alargar los
dedos para acariciar otra vez la bóveda celeste. Si
tantas veces lo hicimos antes, para qué asomarse
reiteradamente al vergel, para qué caminar por el
edén del barroco pleno, para qué detenerse en los
peldaños de la felicidad, para qué –exhibiendo una
palmaria falta de originalidad– evadirse de los
problemas que nos asolan abusando –una y otra,
y otra, y otra vez– de la música de Bach.
Sin duda se trata de un extraño fenómeno,
equiparable al de una máquina de movimiento con-
tinuo. Cómo es posible que escuchar estos mote-
tes de manera regular y cercana no produzca en mí
la más exigua sensación de cansancio. El más míni-
mo sentimiento de agotamiento. Antes bien, con
cada nueva escucha, nuevas ventanas se abren,
mostrando nuevos caminos que llevan a nuevos
bosques, posiblemente igual de transitados por
otros. Cómo no ser víctima de la tentación de
introducirse de nuevo en esos universos y soñar con
no salir de allí en mucho tiempo.
La propuesta en concreto nos la hace el expe-
rimentado y sabio Frieder Bernius, eximio cono-
cedor de la música germánica de ese siglo, al frente
de su magnífico Coro de cámara de Stuttgart. Si
alguien conoce el modo, por favor, que me lo haga
saber: con este panorama, cómo no reincidir –¡nue-
vamente!– en el paraíso de la abundancia.
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Motetes BWV 159,
225-30
Christof Roos, órgano. Hartwig Groth, víolone. Kammerchor
Stuttgart. Frieder Bernius, director / CARUS / Ref.: CARUS
83.298 (1 CD) D2
11
No importa el tiempo
ni el lugar
Misa en si menor por Savall en un
formidable álbum multimedia
Caronte
Aun cuando en las notas de este álbum, Jordi Savall
se detiene a explicar los criterios musicológicos
que lo han guiado para dar vida a la Misa en si menor
de Bach, parece redundante, a estas alturas, consi-
derar si éstos son o no la clave de la calidad de esta
interpretación. Las versiones grabadas de esta obra
cimera del arte musical se cuentan por docenas,
como es lógico, y los enfoques y prismas son tan
variados que ello no debe distraernos de lo princi-
pal: la música y qué efecto, aquí y ahora, consigue
generarnos con ella cada director. Emoción, más
que raciocinio: el dictum clasicum de Savall, preci-
samente. Recordemos que la Misa en si menor es una
página que, tal y como la entendemos hoy, nunca
la escuchó Bach, y fue compuesta en diferentes
momentos de su vida y con distintas motivaciones.
En su tiempo nunca existió. Por tanto, no cabe una
reconstrucción “histórica” sino más bien una recre-
ación estilísticamente verosímil.
Savall decidió afrontar su Misa como colofón
de un proyecto de vocación plural, dentro del ámbi-
to de una academia internacional constituida tras
convocatoria pública. Los participantes vocales
fueron veintisiete jóvenes provenientes de once paí-
ses, entre los cuales España, con doce de ellos, apor-
tó casi la mitad.
El producto final es manifiestamente sucu-
lento. Contiene, además de los dos CDs de audio,
un DVD con la interpretación completa, filmada en
julio de 2011 en la francesa Abadía de Fontfroide,
y un documental (en francés) sobre dicho templo
y el trabajo previo al concierto. La versión es de
una calidad indudable, tanto en lo referente al con-
junto, como a las abundantes y complicadas partes
solistas que afectan por igual a cantantes y a instru-
mentistas. Y es que si (como bien caracteriza al
mundo de la música antigua) la labor del director
comienza ya con la elección misma de sus músicos,
en esta Misa, Savall obtiene en ese aspecto uno de
sus más reseñables aciertos.
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Misa en si menor
Scheen, Arias Fernández, Bertin, Sakurada, MacLeod / La
Capella Reial de Catalunya. Le Concert des Nations. Dir.:
Jordi Savall / ALIA VOX / Ref.: AVDVD 9896 (2 DVD + 2
SACD) P.V.P.: 23,90 €.-
12
La “tercera vía”
se abre paso
Soberbia lectura de la Op. 6 de
Haendel a cargo de De Vriend
Eduardo Torrico
Corriendo los tiempos que corren para la indus-
tria fonográfica, no sé si es un rasgo de valentía o
de insensatez que un sello edite casi a la vez dos ver-
siones distintas de una misma obra. Challenge
Classics puso en circulación el pasado verano el pri-
mer volumen de los 12 Concerti Grossi op. 6 de
Händel a cargo de Al Ayre Español. La compañía
holandesa saca ahora al mercado la integral de
estos conciertos en la lectura del Combattimento
Consort Amsterdam. En teoría, no se solapan: la
orquesta que dirige Eduardo López Banzo es una
de las punteras dentro del movimiento HIP (inter-
pretaciones con instrumentos originales y criterios
historicistas), en tanto que la que dirige Jan Willen
de Vriend pertenece a la llamada “tercera vía”
(interpretaciones con instrumentos modernos y
criterios historicistas). Pero en la práctica sí son
competencia directa, porque el Combattimento
Consort es seguramente de entre las formaciones
que utilizan instrumentos modernos la que obtie-
ne un resultado más auténtico. O, si lo prefieren,
más barroco. De no ser por los pasajes en los que
los oboes adquieren protagonismo, hace falta tener
oído de murciélago para captar que no se trata de
una orquesta totalmente historicista. De Vriend
dirige estos conciertos con inusitada pujanza,
optando por unos tempi que por momentos resul-
tan trepidantes. El resultado es fascinante y plena-
mente convincente incluso para quienes, como yo,
se alinean en las filas del más extremado histori-
cismo. De Vriend ejerce de primer violín en cua-
tro de los doce conciertos, pero prefiere repartir
juego entre sus compañeros: Peter Bogaert es el pri-
mer violín en otros tres, Reinier Reijingoud en
dos, lo mismo que Gordan Nicolic, y Ronald
Hoogeveen lo es en el restante. Siendo como es la
obra instrumental händeliana que más veces ha
sido llevada al disco, esta del Combattimento
Consort Amsterdam se sitúa sin la más mínima
reserva entre las más logradas.
GEORG FRIEDRICH HAENDEL (1685-1759): Concerti grossi
op. 6
Combattimento Consort Amsterdam. Jan Willem de Vriend,
director / CHALLENGE RECORDS / Ref.: CC 72570 (3
SACD) D3 x 3
di v e r di
Vienna obbligata
Preciosas arias con chalumeau de
Fux, Caldara y otros
Javier Sarría Pueyo
Mientras los teatros de ópera (italiana) de toda
Europa reducían progresivamente sus contingen-
tes instrumentales a fin de destinar todos los recur-
sos posibles al pago de los costosos cantantes
–capones mayormente–, decorados y maquinaria,
la fastuosa corte imperial de Viena desarrolló (esta-
mos en el cambio de siglo barroco) un gusto espe-
cialmente acusado por el color instrumental, con
la presencia en el teatro imperial de toda clase de
instrumentos obligados que acompañaban a la voz.
Este disco constituye un magnífico testimonio de
esta realidad, con particular atención a dos instru-
mentos emparentados, aunque lejanamente, en
contra de lo frecuentemente afirmado –que el uno
fue antecesor del otro–: el chalumeau o salmoè y el
clarinete. El primero tuvo una amplia presencia
en tierras imperiales: el propio emperador José I
–empedernido melómano y compositor como su
padre Leopoldo y su hermano y sucesor Carlos–
elaboró la preciosa aria Tutto in pianto, con un deli-
cadísimo acompañamiento para el instrumento,
como regalo de cumpleaños para su esposa. El
chalumeau, en compañía de una viola da gamba,
embellece el aria de Fux Non sdegnar y, con un bajo
a cargo exclusivamente de un basse de chalumeau,
crea una atmósfera etérea, íntima y exquisita en el
aria de Giovanni Bononcini No, non più guerra.
Así prosigue el disco, con bellezas musicales debi-
das a los indicados, más Ariosti, Caldara y Conti,
culminando con la extensa aria Sento nel core, de
Fux, que cuenta con uno de los más bellos acom-
pañamientos obligados que haya escuchado, para
viola da gamba, el cual desmiente una vez más la
falsa fama de Fux como seco academicista. Como
complemento, diversas piececitas instrumentales
para clave o clarinetes, entre las que destaca una
saladísima versión para dos clarinetes y bajo de la
famosa Janitshara de la Sinfonia turcica de Fux.
Notable interpretación del Calamus Consort y
suficiente de la soprano Michaela Riener. Un dis-
co lleno de preciosos descubrimientos.
UN DOLCE AFFANNO: Obras de Fux, Caldara, Kaiser,
Muffat y Ariosti
Michaela Riener, soprano. Calamus Consort / PASSACAILLE
/ Ref.: PAS 986 (1 CD) D2
antigua
El gran epígono
haendeliano
Orpheus y Six Cantatas de Hayes,
por Anthony Rooley en Glossa
Javier Sarría Pueyo
Curiosamente, la recuperación moderna de
William Hayes no está teniendo lugar en su Gran
Bretaña natal, sino en Basilea. Si 2007 vio apare-
cer el primer monográfico dedicado a su obra –una
selección de conciertos sensacionalmente inter-
pretados por Capriccio Basel–, 2010 contempló la
grabación de la magnífica oda The Passions, en
Glossa, de la mano de la Schola Cantorum
Basiliensis y La Cetra, bajo la dirección de Anthony
Rooley. Hoy tenemos la fortuna de recibir una ter-
cera entrega constituida por la oda Orpheus &
Euridice y las Six Cantatas de 1748. En la primera,
compuesta como prueba para la obtención del títu-
lo de licenciado en música por la Universidad de
Oxford, Hayes se muestra alumno aventajado de
Haendel –¡cuánto admiró al caro sassone, llegando
a componer una Ode to the Memory of Mr. Handel
el mismo año de su muerte! ¡cuánto le defendió
frente al geminiano Avison en sus Remarks on Mr.
Avison’s Essay on Musical Expression!–, con estupen-
das fugas en la obertura y el coro final, arias lle-
nas de expresiva melodía con acompañamientos
obligados y un dúo que no habría desmerecido en
una buena ópera haendeliana. Una composición
realmente preciosa. En cuanto a las seis cantatas,
hay de todo, desde música doméstica con bajo con-
tinuo hasta obras de concierto que despliegan todo
un aparato instrumental. La huella haendeliana es
menos patente y se observa una mayor atención y
cuidado al contenido del texto inglés. Si la compo-
sición más llamativa es An ode to Echo, el momen-
to culminante se halla en la bellísima siciliana
(marcada Amoroso) de Chloe’s dream. Parece que
Anthony Rooley se ha convertido en el moderno
campeón de la música del oxoniense adoptivo, apo-
yado por un grupo ad hoc: The SBC Hayes Players,
cuya excelsa calidad está por encima de toda duda,
si bien el tenor David Munderlohr flojea un tanto.
La sempiterna compañera de Rooley, Evelyn Tubb,
se reserva las dos mejores cantatas. ¡Veteranía
manda! A disfrutar, pues.
WILLIAM HAYES (1708-1777): Seis cantatas; Orfeo y
Eurídice
Tubb, Berli, Hofbauer / The SCB Hayes Players. Anthony
Rooley, director / GLOSSA / Ref.: GCD 922510 (2 CD) D1
 antigua
El regreso
de la campesina
Glossa recupera La Contadina de
Hasse en su colección basiliense
Fernando Fraga
El intermezzo operístico, se recuerda, era la parte
cómica que en la representación de una barroca
opera seria permitía relajar a los espectadores de
las vicisitudes dramáticas de la obra principal en
la que se colocaba como agradable añadido. El
modelo, se vuelve a recordar, es La serva padrona
de Pergolesi, aunque Paisiello tenga una similar en
contenido y valores. Paisiello y tantos otros com-
positores de la época, como Johann Adolf Hasse
de quien Glossa, acertadamente, reedita en su
colección Schola Cantorum Basiliensis La conta-
dina (Nápoles, 1735), años atrás dentro del catálo-
go de Harmonia Mundi. Acertadamente, porque
es una auténtica delicia de melodías y finura orques-
tal. Este tipo de obras, que puede encontrar una cul-
minación en El secreto de Susana de Wolf-Ferrari,
contiene en esencia un enorme componente femi-
nista antes de tiempo, ya que en ellas triunfa el
encanto y la inteligencia mujeriles sobre un varón
a menudo de muy mal carácter, quien, finalmente
es domado, conquistado por la astucia de aqué-
llas. Más o menos es lo que ocurre con esta Scintilla
y este Tabarano de Hasse, donde aparece un ter-
cer personaje, Corbo, actor, como en el caso del
modelo pergolesiano. Agradecible recuperación,
ya que se trata de una lectura impecable de Attilio
Cremonesi y el Ensemble Arcadia que cuenta con
dos solistas con las voces justas para sus persona-
jes, dominando el estilo y añadiendo la gracia o
picardía correspondiente: Graciela Oddone y
Lorenzo Regazzo. No es la única versión discográ-
fíca de la obra de Hasse, pero sin duda es la mejor
en transparencia y elegancia ejecutivas. Como la
operita dura algo menos de una hora, se incremen-
ta el contenido con un soberbio concierto de
Michele Mascitti, compositor justamente napoli-
tano que encaja a la perfección como complemen-
to a la obra principal que presenta el CD.
JOHANN ADOLPH HASSE (1699-1783): La Contadina;
MICHELE MASCITTI (1664-1760): Concerto op. 7
Graciela Oddone, soprano. Lorenzo Regazzo, bajo-barítono.
Ensemble Arcadia. Attilio Cremonesi, director / GLOSSA /
Ref.: GCD 922511 (1 CD) D2
223 / marzo 2013 13
Hernández Illana, un injusto olvido
Bárbaro, el barroco musical valenciano del XVIII,
por Harmonia del Parnàs
Andrés Ruiz Tarazona
Mariam Rosa Montagut
Sigue el barroco español desvelándonos sus secre- llo” interpretado por flauta dulce y órganetto que
tos, tantos años ocultos. Ahora, el grupo Harmonia es un buen regalo y un recuerdo de los ministriles.
del Parnás, fundado hace diez años por Marian Tras Fenómeno asombroso, las dos cantadas de
Rosa Montagut, lanza un nuevo cedé con obras Coradini, sin dejar de ser elegantes, empalidecen,
de dos compositores relacionados con Valencia, aunque el aria de Desde la cárcel de Cupido tiene
el posiblemente valenciano Francisco Hernández fuerza y empaque. El disco finaliza con dos can-
Illana (c.1700-1780) y el napolitano Francisco tadas de Hernández Illana. La primera, de su eta-
Coradini (c.1700-1769). pa juvenil y la segunda, a dúo, ya tardía y
En el disco figuran seis cantadas de Illana y verdaderamente hermosa.
dos de Coradini. Las dos del napolitano y cinco de Hay que felicitar al sello Tempus por este dis-
Illana proceden de un manuscrito que se conser- co que nos devuelve a un ignoto y espléndido maes-
va en la catedral de Astorga (León), compilado tro del barroco español y a un grupo excelente con
por el propio Illana, que fue maestro de capilla en dos solistas –Mariví Blasco y Beatriz Lafont– más
aquel templo en su juventud. que bien preparadas para responder a las exigen-
Desde la villa leonesa se traslada a Valencia, cias de una música injustamente olvidada. Si Cecilia
donde ejerce, por poco tiempo, el magisterio en el Bartoli hubiese visto algunas de las arias de Illana…
histórico Colegio del Patriarca. Pero en 1729 se
traslada a Burgos para ocupar el puesto, siempre
honroso en aquella gran catedral, de maestro de
capilla, por fallecimiento de Manuel de Egüés. En
Burgos permanecerá en ejercicio durante el más de
medio siglo que le quedaba de vida. Tuvo que apren-
der mucho con el profuso y variadísimo legado de
Egüés, de sus multiples piezas sacras e innumera-
bles villancicos, de la importancia que concedia a
lo instrumental y al contenido de los textos. Se ha
dicho que Illana introdujo el estilo italiano en el muy
tradicional Colegio del Patriarca, donde la lengua
vernácula estaba prohibida. Pero debemos recor-
dar que Valencia tuvo en el siglo XVIII a maestros
como Pradas, Fuentes, Rabassa y Morera, es decir,
buenos modelos para realizar lo que luego, con los
trabajos de Egüés, compuso Illana en Burgos. En
la década anterior a su muerte realizó algunas can-
tadas que ya están inmersas en el estilo Sturm und
Drang del clasicismo. Por ejemplo el aria que abre
y da título al disco, “Bárbaro”, perteneciente a la BÁRBARO: Barroco musical valenciano del siglo XVIII (obras
cantada de Navidad Allende el orbe; o el aria “Etna, de Hernández Illana y Corradini) [Primeras Grabaciones
de amor violento” en la cantada Fenómeno asom- Mundiales]
broso, de un virtuosismo que pone a prueba a la can-
Mariví Blasco y Beatriz Lafont, sopranos. Harmonia del
tante y al estupendo conjunto Harmonia del Parnàs. Parnàs. Marian Rosa Montagut, directora / TEMPUS / Ref.:
Tras este alarde se incluye un “verso de segundi- TMP 1002 (1 CD) D2
14
Ante ustedes, un suizo Engañoso respeto
Sinfonías preclásicas del muy
desconocido Gaspar Fritz
Eduardo Torrico
A mediados del siglo XVIII irrumpe una nueva
forma musical denominada “sinfonía”, que nada tie-
ne que ver con la anterior sinfonía (pieza instru-
mental utilizada durante el barroco como
introducción a una cantata o a una ópera) ni con
la sinfonía que llegaría con Haydn y Mozart. El
origen hay que buscarlo por un lado en la Escuela
de Manheim y, por otro, en un compositor:
Giovanni Battista Sammartini. En aquellos
momentos de génesis, hay músicos que escriben
sinfonías sin apartarse en exceso de los patrones
barrocos (los ingleses Boyce y Arne o los italia-
nos Chelleri y Brioschi, por ejemplo), en tanto que
otros apuestan por innovar, contribuyendo así a
establecer lo que ahora conocemos como precla-
sicismo. Gaspard Fritz fue uno de esos innovado-
res. Nacido en Ginebra en 1716, recibió clases de
violín en Turín del que acaso era el más destacado
docente de la época: Giovanni Battista Somis (tuvo,
entre otros discípulos, a Leclair, Guillemain,
Guignon y Pugnani). Dicen de Fritz que fue un
virtuoso violinista, que se lo disputaba la aristocra-
cia de media Europa y que hasta llegó a tocar en
el domicilio de Voltaire. Su catálogo de obras es
reducido: un Concerto a 5 (1740), Sei sonate a quat-
tro stromenti Op. 1 (Londres, 1741), VI Sonate a vio-
lino o flauto traversière solo con basso Op. 2 (Ginebra,
1747-49), Sei sonate a violono solo e basso Op. 3
(Londres, 1755), Sei sonate a due violini e basso Op.
4 (París, 1756), Sei sinfonie a piu strumenti Op. 6
(París, 1770-1771) y un concierto para clave
(Ginebra, 1774). Creo no equivocarme si digo que
el único monográfico dedicado a Fritz es el edita-
do hace cuatro años por el sello Guilt con las sona-
tas de la Op. 2 (versión flauta). Michel Schneider
y La Stagione Frankfurt se centran ahora en las sin-
fonías de la Op. 6 y las sonatas de la Op. 1. Entre
unas y otras han pasado treinta años y hay nota-
bles diferencias de estilo. No es música trascenden-
te, pero se escucha con agrado. La interpretación
de La Stagione, como siempre, es sobresaliente.
GASPARD FRITZ (1716-1783): 5 Sinfonías
La Stagione Frankfurt. Michael Schneider, director / CPO /
Ref.: 777696-2 (1 CD) D2
di v e r di
Dos nuevos conciertos (18º y 19º) para piano de Mozart
por Arthur Schoonderwoerd y Cristofori para Accent
Siempre había creído que mi padre había com-
puesto el Concierto nº 18 para la cantante y pianis-
ta invidente Maria Theresia Paradies.
Schoonderwoerd me revela ahora en sus notas que
no cree que esto fuera así porque la parte solista
no contiene más que raras indicaciones de dinámi-
ca, lo que sugiere la posibilidad de improvisar, algo
a lo que Wolfgang estaba acostumbrado. Su fan-
tasía y facilidad contribuían a que este tipo de
obras ganaran con la interpretación. Se iban cons-
truyendo, por decirlo así, sobre la marcha. No voy
a discutir este punto. Era yo demasiado joven y
estaba casi siempre en la inopia por aquel enton-
ces, aunque luego, al correr de los años, me he
dado cuenta de que muchas de las cosas que suce-
dían a mi alrededor iban quedando misteriosa-
mente en la memoria. Lo que me ha permitido,
me permite a estas alturas, llegar a una serie de
conclusiones y valorar tantos y tantos hechos, tan-
tas y tantas experiencias y conocimientos.
Puede que tenga razón Schoonderwoerd
cuando afirma que, incluso en interpretaciones
actuales que se pretenden de época, la costumbre
es asimilarlas a modos y sonoridades derivadas de
las prácticas del XIX, tanto en lo que se refiere a
los acentos, fraseos, adornos, cuanto en lo que res-
pecta a las formas y orgánicos empleados. Este
fortepianista holandés y sus colaboradores, los
excelentes instrumentistas del conjunto Cristofori,
quieren ser los más fieles y espartanos servidores,
más en la letra que en el espíritu, de lo que se esti-
laba en el momento en el que las obras vieran la luz.
Sobre estos aspectos planteaba yo en estas pági-
nas mis dudas al respecto en relación con la inter-
pretación por los mismos artistas de los Conciertos
20 y 21.
He de seguir manteniéndolas tras la escucha
del 18 y del 19. Es cierto que Mozart consignó en
su catálogo vienés que el primero debía contar jun-
to al piano de un conjunto constituido por dos vio-
lines, dos violas, una flauta, dos oboes, dos fagotes,
dos trompas y bajo; y que el segundo comportaba
además dos trompetas y timbales. El paso del tiem-
po me ha hecho ver que estas anotaciones de mi
padre, y de otros compositores, eran simplemen-
clasicismo
Papageno
te un punto de partida y lo prueba el hecho de que,
sin que pasara mucho tiempo, estas y otras parti-
turas fueron amoldándose, sin que Wolfgang lo
discutiera, a otros planteamientos que, a la postre,
enriquecían el tejido y la expresión. Es una cons-
tante lógica e histórica.
En todo caso, y eso es lo que debe primar,
hay que centrarse en la ejecución y en el resultado
interpretativo, en el servicio a un mensaje poéti-
co musical. Sigo pensando que Schoonderwoerd
es un instrumentista estupendo, que maneja ade-
más un Walter, el fortepiano que solía tocar mi
padre por esos años, 1783-1784 y posteriores.
Digitación clara, articulación sin tacha, fraseo bien
estructurado y transparencia expositiva. Los acen-
tos están en su sitio. Pero, he de insistir en ello tras
una nueva escucha en mi antediluviano aparato, al
sensación que me queda es de sequedad, de expre-
sividad alicorta, de escasa vitalidad. El magro con-
junto toca y se acopla bien, mas nos expone un
discurso como alicaído, a veces exangüe. Lo apre-
cio nada más comenzar el K 456. Ese tema marcho-
so y excitante que lo abre no me estimula en
absoluto. Como no lo hace la académica manera
de desarrollar el subsiguiente Andante.
Hay, en el tercer movimiento del K 459, un
pasaje determinante, que aquí se me antoja plano
y mortecino: un soberbio fugato de configuración
bachiana que se constituye en la segunda sección
del fragmento. Las líneas están trazadas, pero el
impulso, el ritmo vivo no poseen animación. No
me invade el entusiasmo de Papageno, presente
en toda la parte conclusiva de la obra. Es curioso:
en contra de los hábitos utilizados en las versiones
que podríamos denominar históricas –la de
Bilson/Gardiner en primer lugar, Bezuindenhout
o Brautigam después–, en la que hoy comento los
tiempos rápidos son llevados con sorprendente
lentitud y los lentos son acelerados. ¿Habré defor-
mado yo mi criterio al paso de los siglos? ¿Veo hoy
con otros ojos y escucho con otros oídos lo que
antes percibía?
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Conciertos
para piano, vol. 2 (KV 456 y 459)
Cristofori. Arthur Schoonderwoerd, piano y dirección /
ACCENT / Ref.: ACC 24278 (1 CD) D2
 ópera
Pianista operístico
Manru, de Paderewski, en DVD
Fernando Fraga
Ignazio Jan Paderewski es uno de los nombres más
destacados del pianismo histórico de corte o con-
tinuación romántica. Quizás esta disposición esté-
tica le llevó a componer una ópera de asunto
nacionalista. Manru se estrenó en Dresde el 29 de
mayo de 1901 y un año después llegaba al
Metropolitan neoyorkino avalada la presentación
por la deslumbrante Ulana de Marcella Sembrich.
Alrededor de 1907 gozó de otro decisivo espalda-
razo internacional: el gran Giuseppe Anselmi, ído-
lo del Teatro Real cuando para este contaban
mucho los divos y a quien legó su corazón (hoy en
el museo teatral de Almagro), grababa en italiano
y no en polaco el aria del tenor protagonista titu-
lar: Come al sol cocente. La historia amorosa de la
obra transcurre en la cordillera de Tatras, una pro-
longación de los Cárpatos, y narra la desafección
amorosa del gitano Manru al no poder prescindir
de su vida nómada pese al amor que le profesa la
aldeanita Ulana. Hace una década el mismo sello
Dux que ahora ofrece la obra en imágenes publi-
có una grabación de Manru, compartiendo ambas
en el reparto la poderosa Jadwiga de Barbara
Krahel. La representación de la Nova Opera de
Bydgoszcz, hermoso edificio a orillas del Vístula,
ofrece un montaje sencillo, con una narración cla-
ra y directa que permite seguir con comodidad el
argumento, en defecto de una subtitulación parca
(sólo inglés, alemán y polaco). Ópera digna de ser
disfrutada porque, a partir de modelos wagneria-
nos, italianos del momento y con guiños a Bizet y
a los vecinos operistas rusos, mantiene pese a ello
una esencia y personalidad típicamente polacas.
Paderewski ha confeccionado una partitura com-
pleta donde hay lirismo, dramatismo, contrastes y
posibilidad de realizar con ella un llamativo espec-
táculo. Tal se consigue en esta producción que des-
de aquí se recomienda encarecidamente.
IGNACY JAN PADEREWSKI (1860-1941): Manru (DVD)
Choir, Ballet & Orchestra of the Opera Nova in Bygdoszcz.
Maciej Figas, director / DUX / Ref.: DUX DVD 9793 (1 DVD)
D2 x 2
223 / marzo 2013
Más de galeras que de galeradas
Attila, de Verdi, por la Ópera de Sofía, con Orlin Anastassov
en el rol titular
Yo le había pedido a Santiago para este mes una
ópera de repertorio. Parlamentamos. Hablando,
algo se ablandó, pero en lugar de una operita en dul-
ce me dio un título escorado y, en lo que al prota-
gonista se refiere, rocoso, como es el Attila de
Verdi, novena ópera suya que, sin ser plenamente
lograda, hoy se representa más que en el pasado,
y posee la cualidad de título reivindicable.
Al margen de los celos o la venganza –pasio-
nes universales–, o del paralelismo entre Odabella
y la bíblica Judith, el gran tema de Attila (1846,
teatro La Fenice de Venecia) es el patriotismo, y tie-
ne que ver con el propio periodo histórico en que
fue estrenada la ópera, Il Risorgimiento italiano.
Su invocación no era nueva en Verdi, pues la vimos
nacer en Nabucco, y prosperar en I lombardi y
Ernani, y ahora, en Attila, vuelve a aparecer en
muchos momentos vibrantes.
El pueblo italiano, entonces bajo la domina-
ción austriaca, en cada huno veía a un austriaco con
gorro puntiagudo de orejeras y pieles de rata, lo que
en el estreno motivó un intento de algarada, cuya
expresión culminante tuvo lugar durante el aria
de Ezio “¡Tendrás tú el universo, déjame Italia a mí!”
y el posterior dúo con Attila, interrumpido por el
público que, identificándose con la historia narra-
da, respondía “¡A noi!, “¡A noi!, lo que forzó a los
soldados austriacos a interrumpir la representación
para aplacar la protesta.
Musicalmente, en Attila la atmósfera todavía
conserva rescoldos del Rossini serio y, también en
ella hay momentos de franca inmediatez, como
los del pesaroso, cuyo influjo sobre el público Verdi
acabaría desplazando en beneficio propio. Y es
también una ópera de formas cerradas, como arias,
dúos, cabalettas y concertantes. Por entonces, Verdi
trabajaba muy de prisa, sin mucho tiempo para
pulir los materiales, por lo que Attila es ópera de
galeras más que de galeradas, como diría un perio-
dista. De sus arias me gustan sobremanera dos,
ambas del I acto: la lírica “O nel fuggente nuvolo”,
donde Odabella evoca con sencillez su amor por
Foresto, y la extraña “Mentre gonfiarsi l’anima”, en
la que Attila cree ver un fantasma, una escena que
recuerda algo a Macbeth por su repentino tene-
15
Joaquín Martín de Sagarmínaga
brismo. Hay también un cuadro de impacto con la
aparición del Papa no dimisionario León, en quien
reconoce el rostro que lo ha apesadumbrado.
En Attila hay momentos de menor calidad
que otros, pero ya no quedan rastros de marchas
vulgares como en obras anteriores, y apenas hay
en ella compases de pacotilla. Lo que impugna, al
menos en parte, el testimonio de un musicólogo
francés, que dijo que “la obra era más parecida a
la charanga del ligero de cazadores, que a un ver-
dadero drama lírico”.
Radostina Nicolaeva es una buena Odabella,
de voz redonda y canto torneado. Exprime bien el
slancio de muchos pasajes, pero es al tiempo una
sensible amante en su bella aria del acto I. Por otra
parte, sus notas de pecho, poseen una inesperada
robustez.
Orlin Anastasov es un bajo de condición bari-
tonal (ha cantando el Stabat Mater de Rossini, por
ejemplo) y de muy agradable color. Como Attila
le falta un punto de epicidad, pero por arriba va muy
desahogado. Busca –y a veces encuentra– la pure-
za de línea, pero también la pereza aparece, pues
tiene algún mínimo tramo monótono.
Como Foresto, Daniel Damyanov es propie-
tario de una voz nasal y gangosa, y su emisión es
constreñida. Se va al Hades sin posible remisión.
El director Alessandro Sangiorgi, que acom-
paña bien a cantantes y coros, puntúa por cuenta
propia en la Sinfonía y la tormenta. Los coros son
voluntariosos y simpáticos.
La función es al aire libre pero no se aprecian
variaciones atmosféricas, ni hay banquos de nubes.
Sobre el montaje hay poco que decir, salvo que es
funcional. En realidad, son meros decorados, pero
lo que impresiona de verdad es la verdad, es decir,
el aprovechamiento de las ruinas del palacio de
Tsarevets (en Neliko Tarnovo), una fortificación de
la antigua capital búlgara. Respetuoso espectácu-
lo, cuyos decorados sacan partido del entorno, en
sincronía con la época de la obra, mientras que el
vestuario se corresponde a veces con tiempos más
actuales.
GIUSEPPE VERDI (1813-1901): Attila (ópera en tres actos)
Orlin Anastasov, Attila. Ventselav Anastasov, Ezio. Radostina
Nikolaeva, Odabella. Daniel Damvanov, Foresto. Plamen
Papazikov, Uldino. Dimitar Stanchev, Leone. Orchestra &
Chorus of the Sofia Opera. Alessandro Sangiorgi, director
musical. Plamen Kartaloff, director escénico (subtítulos en
castellano) / DYNAMIC / Ref.: CDS 33732 (1 DVD) D10 x 2
16
El guapo marinero
Un gran Billy Budd procedente de Glyndebourne 2010,
capitaneado por Mark Elder
Aunque transcurra íntegramente en un buque de
guerra (‘a man-of-war’, como marcialmente se dice
en inglés), y sus personajes sean todos hirsutos
marinos, Billy Budd es una ópera conventual, o esa
es mi percepción, influida quizá por el hecho de que
la vi por primera vez representada, en Londres,
una semana después de descubrir otra obra de con-
vento, Dialogues des Carmélites. La de Britten tie-
ne el raro record de estar toda cantada por hombres,
mientras que la de Poulenc cuenta con pequeñas
intervenciones masculinas en un reparto priori-
tariamente femenino; ambas tratan, con espiritua-
lidad, del cruce, no siempre claro, entre el bien y
el mal, y de dos comunidades cerradas y tortura-
das, en las que el pasado actúa como caja de reso-
nancia y la salvación y la condena se tienen siempre
en cuenta. También ambas acaban en el cadalso.
Se podrían, pienso, establecer otros paralelismos
en su estilo vocal declamatorio, predominante-
mente dialógico, que elude la plantilla de las arias
y se funda en el coro, pero entrar en la minucia de
ese estudio escapa a mis atribuciones, que son en
este caso saludar una grabación que encierra su
pequeña historia sentimental.
El festival de Glyndebourne, que ahora edi-
ta esta estupenda toma en vivo, estuvo a punto de
grandes descuentos
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di v e r di
acoger el estreno mundial de Billy Budd, de no
haber sido por el pique que el compositor había
tenido años antes con John Christie, fundador y
cerebro del festival. Britten rechazó la propuesta
de que su nueva pieza se hiciese en coproducción
entre Edimburgo y Glyndebourne, estrenándose
al fin el 1 de diciembre en Covent Garden. Desde
entonces, como es sabido, Glyndebourne ha sido
felizmente pertinaz en la programación (y graba-
ción) de la obra operística ‘britenniana’, a la que se
suma ahora Billy Budd en una producción de la
alta calidad que ya se conoce de registros anterio-
res y un elenco en el que destaca el sólido conjun-
to de papeles menores (magnífico el Novicio de
Ben Johnson), así como John Mark Ainsley en el
rol del Capitán Vere y, en el ‘title role’, el estupen-
do barítono Jacques Imbrailo, si bien no estamos
seguros, viendo las numerosas fotos del excelen-
te libreto, de que su físico alcance el grado arcan-
gélico del personaje, que su autor Herman Melville
describe en el arranque de su novela corta como
‘el Guapo Marinero’ que brilla al modo del astro
celeste Aldebarán entre las luces menores de la tri-
pulación del Indomable (muy idóneo resultaba el
joven y apolíneo Terence Stamp, intensamente
teñido de rubio, en la curiosa adaptación cinema-
tográfica que dirigió y co-protagonizó Peter
Ustinov).
Albert Camus, gran admirador de Melville,
escribió que Billy Budd, Sailor estaba a la altura de
ciertas tragedias griegas, y así es. Aunque los dos
libretistas, el novelista E. M. Forster asistido por
el gran amigo y colaborador de Britten Eric Crozier,
tuvieron que rebajar en la pudibunda Gran Bretaña
de los años 1950, el relieve homoerótico del libro,
sí se trasluce en su adaptación el, digámoslo así,
triángulo amoroso establecido entre el Capitán
Vere, su perverso contramaestre Claggart y el mirí-
fico marinero Budd. Britten, llevado por la admi-
ración que le profesaba al autor de Una habitación
con vistas (quien de modo involuntario inspiró al
músico la composición de Peter Grimes, al descu-
brirle en un artículo la existencia del poema de
diverdi@diverdi.com
ópera
Leopoldo Baroja
Crabbe sobre el que se basó esa primera ópera
‘britteniana’), dijo que se trataba del “mejor libre-
to jamás escrito”, un elogio quizá exagerado en el
superlativo para lo que constituye una sin duda
buena adaptación dramática del original. Pero la
amistad y el respeto mutuo no impidieron sin
embargo los roces. Forster, por ejemplo, nunca
quedó satisfecho de la resolución musical que le dio
Britten al número más significativo de Claggart,
“O beauty, O handsomeness, goodnes”, que habría
deseado más arioso y más perverso en la substan-
tivación del retorcimiento del personaje.
En líneas generales, Britten responde al tex-
to con su habitual –a menudo prodigioso– don
dramático, aquí sabiamente alternado entre las
partes épicas y los momentos de introspección;
entre estos últimos hay que resaltar el bellísimo
adiós de Budd a su primitivo barco, antes de enro-
larse en el Indomable, y, ya prisionero, su expresi-
va despedida de la vida antes de la ejecución (se
graba aquí, como es habitual, la versión revisada
en dos actos). También tiene el adecuado ‘pathos’
el epílogo en el que Vere recapitula su cobardía o
supremo valor como comandante, escindido entre
la secreta atracción que siente por el muchacho y
el deber de acatar las ordenanzas marítimas y, de
modo implícito, el decoro sexual. Y está, por últi-
mo, muy bien resuelta por el director de orquesta
Mark Elder una escena que siempre me ha intri-
gado mucho en el conjunto de la obra de Britten:
la canción festiva de los marineros en el arranque
de la escena 3 del primer acto, con su espíritu tan
cercano al musical de Broadway.
BENJAMIN BRITTEN (1913-1976): Billy Budd
John Mark Ainsley, Captain Vere. Michael Wallace, First Mate.
John-Owen Miley-Read, Second Mate. Matthew Rose, Mr
Flint, Sailing Master. Richard Mosley-Evans, Bosun. Peter
Gijsbertsen, Maintop. Ben Johnson, Novice / London
Philharmonic Orchestra. The Glyndebourne Chorus. Sir
Mark Elder, director / GLYNDEBOURNE / Ref.: GFOCD 017-
10 (3 CD) D1 x 2
 ópera
Malos tiempos –y mal país– para la lírica
Con Babel 46 en doble versión en CD y DVD, Columna Musica completa
el legado operístico de Xavier Montsalvatge
En coincidencia con el 90º cumpleaños de Xavier
Montsalvatge, en marzo de 2002 el Teatro Real
ponía en escena, por primera vez en Madrid, su
ópera Babel 46 en una coproducción con el Liceu
de Barcelona y en programa doble con El niño y los
sortilegios de Ravel, ambas bajo la dirección musi-
cal de Antoni Ros Marbà y escénica de Jorge Lavelli.
Dos años más tarde, en febrero de 2004, la pro-
ducción –también con Ros Marbà y un reparto
vocal prácticamente idéntico al de Madrid (solo
dos cambios sobre un total de diez personajes)–
subía al escenario del coliseo de la Rambla, también
en estreno en la Ciudad Condal, ocasión en la cual
se grabó el doble documento audiovisual (CD más
DVD) que finalmente ha sido posible editar con
motivo del centenario del músico gerundense.
Si he insistido en el carácter de estreno en las
respectivas ciudades es para subrayar la atribulada
peripecia de una obra que, escrita por uno de los
mayores compositores españoles del siglo XX, autor
ya de otras dos obras líricas estrenadas a poco de su
composición, tuvo que esperar tres décadas para
ver la luz pública. En efecto, compuesta en fechas
no bien precisadas, pero en todo caso entre 1960 y
1967, en este último año fue presentada a un con-
curso organizado por el Liceu que quedó desierto
–lo que produjo considerable frustración al autor,
al que se habían dado garantías de obtener el premio,
y probablemente motivó su sucesivo desinterés por
la creación lírica–, y no fue hasta 1994 cuando, en
el Festival de Cadaqués, se estrenó con una orques-
tación reducida, para recibir su primera interpreta-
ción en la versión original en el Festival de Peralada
el 30 de julio de ese mismo año. Un caso más de
tantos demostrativos de la incuria en que el género,
desde el punto de vista de la nueva creación, ha vivi-
do en España a lo largo de su historia pero princi-
palmente durante la pasada centuria, al menos desde
los años veinte a mediados de los ochenta.
Basada en una idea original y con libreto del
propio Montsalvatge, Babel 46, rotulada como “ópe-
ra en cuatro episodios”, narra la situación de un
grupo de internados forzosos, expatriados de dis-
tintos orígenes y lenguas, en un campo de refugia-
dos en Centroeuropa al término de la Segunda
223 / marzo 2013
Guerra Mundial, entre el otoño de 1945 y el vera-
no del siguiente año (el 46 del título). Italianos,
españoles, sefardíes, mozambiqueños de habla por-
tuguesa, una francesa y un escocés integran esa
“babel” en la que cada uno, y esa no es la menor de
las originalidades del libreto, canta en su propia
lengua, cinco en total, más las incorporaciones de
una canción catalana y alguna palabra hebrea: el
efecto sonoro global, lejos de ser distanciador, resul-
ta sugestivo (ayudado, es cierto, por la comprensión
del texto que la subtitulación facilita, tanto en el
teatro como en el soporte DVD). La desencanta-
da visión de las miserias de sus personajes, que en
el momento de la liberación resultan ser lo opues-
to a lo que pretendían aparentar en situación de
cautividad, es tratada con toques de discreta ironía.
Por supuesto, el Montsalvatge libretista queda unos
pasos en deça de su oficio de creador musical, y el
libreto, claro, expositivo y bien trabado en su alter-
nancia de situaciones contrastadas, raras veces
alcanza un vuelo poético o dramático comparable
al que hubiera podido alcanzar en manos de un
buen profesional del teatro.
Pero el Montsalvatge compositor redime con
su música las insuficiencias del texto, y el eclecti-
cismo de que el autor hizo gala a lo largo de toda
su trayectoria resulta especialmente adecuado al
tratamiento musical de la historia; eclecticismo
reconocido por Montsalvatge en el curso de la entre-
vista incluida en el programa de mano de las fun-
ciones madrileñas de 2002, realizada por Francesc
Bonastre, incorporada al libreto de la presente edi-
ción. [Por cierto, dicho programa contenía, ade-
más del libreto y la entrevista, extensos y bien
documentados artículos de José Luis García del
Busto y Andrés Ruiz Tarazona y textos debidos a
Josep Pla, Enrique Franco, Roger Alier y al propio
Montsalvatge, más una nota manuscrita de éste
redactada para la ocasión y reproducida en facsí-
mil, titulada Una imaginaria torre de Babel en la pos-
guerra de 1946, en la que explicaba la razón del título
y el pesimista mensaje de la obra].
Montsalvatge afirmaba en aquella entrevista,
pocos meses antes de su fallecimiento, que con
Babel 46 “entré en el proceso de maduración de mi
estilo, como fruto del equilibrio entre las noveda-
des de la contemporaneidad y mi propia reflexión
personal”. La contemporaneidad era, para el
Montsalvatge de los años sesenta, no la vanguar-
dia postserialista de la posguerra, sino el humus
musical que había rodeado sus primeros pasos por
la creación musical: “el impresionismo francés, la
ópera italiana verista y la compleja gramática stra-
vinskiana”, más “la discreta huella de Menotti” –que
recordémoslo, había sido recibido con todos los
honores en el Liceu de los años cincuenta–, huella
que calificaba de “previsible”, si bien el lenguaje
empleado en Babel “sigue una línea acorde con mis
obras de madurez de finales de los años sesenta, en
los que me abrí mucho más al equilibrio entre la van-
guardia y mi propia asunción de sus elementos;
todo ello, naturalmente, puesto al servicio de la
17
Santiago Salaverri
recepción por parte del público”. Puro
Montsalvatge, pues, uno de los más originales y
menos miméticos de nuestros compositores recien-
tes, capaz de absorber todas las influencias y des-
tilarlas en el alambique de su propia personalidad
y siempre preocupado por la accesibilidad y comu-
nicatividad de su obra.
Desde los compases iniciales, con el impactan-
te tema de las trompas que nos introduce en un cli-
ma expresionista marcado por la disonancia, se
van sucediendo los instantes memorables, con la
presentación de los diferentes personajes, solos o
en parejas (las españolas, los sefardíes), cada uno
con su propio lenguaje musical: los evocadores
momentos de la trompeta a cargo del mozambi-
queño Joao (mientras su hija Laurinha, muda obser-
vadora de cuanto acontece, se expresa mediante el
clarinete) que van marcando oasis líricos en el desa-
rrollo de la acción, o las notas de color a cargo de
los personajes secundarios: la bergerette de la fran-
cesa, la canción sefardí, el tema popular catalán de
la protagonista femenina, originaria de Alghero
(Cerdeña), melodías populares castellanas y paro-
dias de canciones e himnos anglosajones, van tren-
zando un fascinante tejido sonoro que enmarca la
historia de desamor, de trágico final, entre los dos
italianos (no bien explicada desde el punto de vis-
ta dramático), cuyo lenguaje es claramente post-
pucciniano, menottiano, de directa comunicatividad.
El equipo artístico, ya rodado en las funciones
madrileñas de dos años antes, alcanza niveles de
suficiencia artística propios de la solidez y profe-
sionalidad de un reparto en el que las partes más
comprometidas corren a cargo de Vicente Ombuena
(Aristide), Ana Ibarra (Berta ) y Enrique Baquerizo
(Joao), pero en el que nombres como los de Raquel
Pierotti, Itxaro Mentxaka y Mireia Pintó en el apar-
tado femenino, y David Menéndez, David Rubiera
y Francisco Vas en el masculino, son garantía de
buen hacer musical y desenvoltura escénica. Ros
Marbà, gran conocedor del legado de Montsalvatge,
es el entusiasta y detallista rector musical de tan
compleja partitura, mientras que la simple evoca-
ción del nombre de Jorge Lavelli nos asegura el
acertado tratamiento escénico. Obra que gana a
cada nueva audición, en la que a lo largo de sus casi
80 minutos no hay un momento muerto, Babel 46
se configura como la mejor realización lírica de su
autor y un título clave de la ópera española del XX
que si hubiera sido estrenado en la época de su cre-
ación nos hubiera deparado, con seguridad, nuevas
incursiones de su autor en el universo de la lírica,
y quizá hubiera conllevado que otros autores hubie-
ran seguido por ese camino. No pudo ser, una vez
más; pero no lo lamentemos, y disfrutemos de lo
ahora ofrecido.
XAVIER MONTSALVATGE (1912-2002): Babel 46 (DVD+CD)
Solistas. Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu.
Antoni Ros Marbà, director musical (Primera Grabación
Mundial) / COLUMNA MUSICA / Ref.: 1CM 0288 (1 DVD - 1
CD) D10 x 2
18
Bailando con la muerte Recrear la inspiración
Nuevo recital de canciones rusas
por Hvorostovsky en Ondine
Rafael Banús Irusta
En su segundo recital para su nuevo sello discográ-
fico, el barítono Dmitri Hvorostovsky ha vuelto a
uno de los ciclos fundamentales del repertorio ruso,
los Cantos y danzas de la muerte de Modest
Mussorgsky. Ya había llevado al disco esta estreme-
cedora serie, con la Orquesta del Kirov y Valery
Gergiev, a comienzos de su carrera, y en 1994 estre-
nó una orquestación del compositor vasco Ramón
Lazkano en el Festival de Saint-Denis, en París. En
este nuevo acercamiento se ha decantado por la ver-
sión original para piano, de sonoridades más áspe-
ras y dramáticas. La voz, obviamente, ya no es tan
brillante como entonces, pero a cambio ha adquiri-
do nuevos matices, una mayor pastosidad, sin per-
der nada de su bellísimo color. Y la interpretación
es más intimista e interiorizada, aunque sin evitar cier-
tos toques operísticos, especialmente en la última,
Polkovodecek (El mariscal de campo).
La serie está precedida por las Seis canciones
Op. 73 de Piotr Ilich Tchaikovsky, escritas en el año
de la muerte del músico, 1893. Son piezas, en gene-
ral, de ambiente nocturno y sombrío, aunque con
algún arranque heroico tan propio del compositor
(como en la nº 3, En esta noche de luna, la pieza que
da título al disco, o la célebre nº 4, El sol se ha pues-
to), que contrasta con la melancolía de la nº 6, la
también bastante conocida Estoy de nuevo solo, que
bien podría haber firmado Sergei Rachmaninov.
Otro de los puntos de interés del registro son
las Seis canciones de Sergei Ivanovich Taneyev, dis-
cípulo predilecto de Tchaikovsky y profesor, entre
otros, de Scriabin, Rachmaninov, Medtner, Glière
e incluso Respighi en el Conservatorio de Moscú.
Poseedor de un estilo postromántico, de un encen-
dido lirismo y marcada expresividad, es una especie
de eslabón en la cadena de la música rusa, que con-
serva la tradición adaptándola a las sonoridades de
su tiempo.
Como en el registro anterior, el pianista esto-
nio Ivari Ilja es el mejor compañero del cantante
siberiano en este sugerente viaje hacia la noche.
DMITRI HVOROSTOVSKY: In This Moonlit Night (Lieder de
Tchaikovsky, Mussorgsky y Taneyev)
Dmitri Hvorostovsky, barítono. Ivari Ilja, piano / ONDINE /
Ref.: ODE 1216-2 (1 CD) D2
di v e r di
Tres cumbres del repertorio por el Pequeñas grandes obras por dos
gran director belga André Cluytens genios: Oistraj y Kondrashin
Roberto Andrade
El director belga, nacionalizado francés, André
Cluytens (1905-1967), fue un músico muy comple-
to: gran maestro en el foso de ópera –se formó en
Amberes con su padre–, colaborador del más alto
nivel –memorable su Concierto de Beethoven con
Oistraj–, capaz de lo mejor tanto en el repertorio
francés como en el alemán: fue un wagneriano muy
apreciado en Bayreuth. Su amplia discografía va
desde los clásicos, con un sobresaliente ciclo
Beethoven dirigido a la Filarmónica de Berlín, has-
ta Shostakovich, con especial presencia del reper-
torio francés, de Berlioz a Roussel, o franco-belga:
César Franck fue una de sus grandes especialidades
Testament le rindió homenaje hace unos diez
años con una edición de 7 CD. Tahra recupera aho-
ra tres grabaciones en vivo. Espléndida la versión
del Primer Concierto para piano de Chaikovsky con
Emil Gilels –ya publicada en DVD– que concluye
con una ovación de gala, plenamente merecida.
Gilels demuestra su espectacular poderío técnico,
su profunda musicalidad y su dominio del lengua-
je chaikovskiano, y tiene en Cluytens un colabora-
dor flexible y atento, poderoso en los clímax inicial
y final de la obra y capaz de la más delicada poesía
en el segundo tiempo, de primoroso arranque. No
menos buena es la versión de las Variaciones
Sinfónicas de César Franck: Walter Gieseking ins-
pirado, motivadísimo, despliega una deslumbrante
gama de colores y matices y se muestra a la altura
de su fama, ayudado por un colaborador de excep-
ción como Cluytens. Menor interés tienen los
Nocturnos de Debussy, por las limitaciones de la
grabación y de los solistas orquestales; flojito el coro
femenino en Sirenas.
En conjunto, un merecido homenaje al fino
director franco-belga, que gustaba de analizar todos
los signos y detalles de la partitura “para recrear la
inspiración que fue causa de su presencia en ella”.
Un fiel servidor de la música y un gran artista.
EL ARTE DE ANDRÉ CLUYTENS: TCHAIKOVSKY: Concierto
para piano nº 1*, op. 23; FRANCK: Variaciones sinfónicas
para piano y orquesta**; DEBUSSY: Nocturnos
Emil Gilels, piano*. Walter Gieseking, piano**. Orquesta
Nacional de Francia. André Cluytens, director (grabado en
1955**, 1958 y 1959*) / TAHRA / Ref.: TAH 741 (1 CD) D5
ópera / grabaciones históricas
Pasado glorioso
Roberto Andrade
La discografía de Kirill Kondrashin puede trans-
mitir la idea errónea de que, en su carrera, apenas
dirigió ópera. En realidad, su actividad dominante
en los años 40 y 50 tuvo lugar precisamente en el
teatro lírico –fue titular del Bolshoi durante 13 años–,
del que se despidió con una Butterfly en Chicago
con Tebaldi y Di Stefano, nada menos. Por el con-
trario, abundan los testimonios de su arte sin par
como acompañante –valga el término– de Sviatoslav
Richter y David Oistraj, entre otros artistas.
En recuerdo de esas épocas gloriosas, Melodia
ha reunido las dos Romanzas para violín y orques-
ta de Beethoven con piezas francesas, para formar
un precioso CD cuya única limitación viene de la
añeja (1947-48) y desigual calidad de sonido. El
bellísimo Poema de Chausson exige no solo un
gran violinista sino también una respuesta orques-
tal de primer orden. Y ahí estaba Kondrashin al
frente de la Orquesta del Estado para firmar una
de las más grandes versiones de esta partitura.
David Oistraj está soberano: espléndido de soni-
do, dominador impecable de los muchos escollos
técnicos, maestro del fraseo y del estilo… El nivel
no baja un ápice en la Segunda Romanza de
Beethoven, paladeada con delectación, que pocas
veces habrá sonado tan elegante y bella. El sonido
es también aceptable en la endiablada Introducción
y Rondó Caprichoso de Saint-Saëns. Por el contra-
rio, en la Primera Romanza, la metálica toma sono-
ra resta redondez al sonido y algo similar ocurre
en la Tzigane de Ravel. Pero la técnica instrumen-
tal y la musicalidad de Oistraj rayan a alturas muy
poco accesibles y, al unirse a la pasmosa precisión
de Kondrashin, resulta una calidad excepcional en
ambas páginas. Como propina, una Canzonetta
insustancial de Godard, primorosamente ejecuta-
da. En suma, pocas veces habrá registrado el fonó-
grafo una conjunción de solista y colaborador de
este nivel. Imprescindible.
DAVID OISTRAKH: Beethoven, Godard, Chausson, Saint-
Säens y Ravel
David Oistrakh, violín. The State Academic Symphony
Orchestra. Kirill Kondrashin, director (grabado en 1947 y
1948) / MELODIYA / Ref.: MEL 1002032 (1 CD) D6
 siglo XIX
Amenidades Pleyel
Obras para vientos por el
Amphion Wind Octet
Blas Matamoro
La vida de Ignaz Pleyel es la típica de un hombre
cosmopolita e ilustrado del siglo XVIII, al cual
tocó vivir tiempos revueltos que desaguaron en la
placidez de la Restauración, cuando ya campeaba
el romanticismo. Vienés activo en diversos puntos
del imperio, trabajó en Londres y acabó recalan-
do en París, donde fundó una casa editorial que dio
a conocer tantísimas obras de un mundo musical
que ya no era el suyo.
Las obras aquí reunidas son transcripciones
de cuartetos y quintetos para cuerdas, resueltas
en una de las típicas “columnas de armonía” die-
ciochescas. Para el caso, un octeto de vientos con
un contrabajo de apoyo. Buscarles origen es detec-
tivesco, es decir propio de una novela con enig-
mas. Pleyel trabajó para diversas capillas cortesanas,
todas ellas con su dispositivo de cámara, a menu-
do de vientos. Estas obras se suelen datar de la
época en que el viajero vienés estudiaba con Haydn,
o sea en pleno clasicismo internacionalista. Se
advierte aquella gloriosa marca no sólo en cuanto
a soluciones armónicas, fraseo melódico y dura-
ción estricta de los movimientos, sino en la estruc-
tura donde aparecen, mechados con números
abstractos, otros de carácter bailable: rondó, esco-
cesa, minué. No falta un ejercicio de variaciones,
como cuadra a la herencia clásica, así como un
equilibrado ir y venir de velocidades diversas.
Nunca lento ni presto, sino amenos adagios y no
menos amenos allegros.
Es probable que las sonoridades originales
sean más estrictas, tratándose de una tímbrica
más sobria como son las cuerdas. No obstante, la
decisiva atmósfera de la amabilidad rococó resul-
ta óptima en la blandura de estas maderas, acuna-
das por el son cinegético de la trompa. En fin:
aquella gente confiaba en la vida, se nota en estas
músicas, y hasta hoy nos ayudan a pasar malos
ratos con su sentimental cortesía, con sus corte-
ses sentimientos.
IGNAZ JOSEPH PLEYEL (1757-1831): Partitas para vientos
Amphion Wind Octet / ACCENT / Ref.: ACC 24276 (1 CD)
D2
223 / marzo 2013
Tchaikovsky, como
siempre
Concierto para violín por Sarah
Nemtanu, en Naïve
Blas Matamoro
Este músico ruso tiene la impertinente constancia
sentimental del primer amor. Para muchos de noso-
tros, para muchísimos, para ¿todos? fue el primer
acercamiento a la afición musical, tal vez con el
Vals de las flores manipulado en un filme de anima-
ción o la Sinfonía patética como ráfaga de fondo en
una radionovela. Después vino la adolescencia van-
guardista y, como pasa cuando nos peleamos con
nuestra primicia de amor, lo maldijimos. Pero lle-
gó un día en que, gozando con la droga del olvido
como alivio a toda obsesión, lo redescubrimos y
nos sedujo tal si no lo hubiésemos tratado nunca.
Resultó que a la noviecita del bachillerato la han
elegido diputada a Cortes y el chico del COU es
embajador en Finlandia.
Volviendo a este Concierto para violín, una de
las obras más escuchadas de la historia, nos pasa
algo comparable. Nos parece una novedad, con el
mágico agregado de que la silbamos de memoria,
de principio a fin. En el caso, seguramente, el fac-
tor importante es la solista de violín, Sarah
Nemtanu, que por imaginación y pericia, entrega
inteligente, virtuosismo infalible y decoro en el fra-
seo, es capaz de reducir a lo confidencial una obra
que admite el énfasis y la imponencia pero que tam-
bién acepta ser la solitaria voz romántica con un fon-
do recatado de orquesta modosa y elegante.
Una vez tomado aire, podemos pasar al
Tchaikovsky ameno, cantarín, sabio de polifonías
y dado al canto de las cuerdas, en esta obra para
sexteto de arcos, Souvenir de Florence, que anun-
cia evocaciones florentinas pero que tiene el for-
mato de una sinfonietta de cámara y la alternancia
de velocidades debida. Y una libertad de imaginar
que nos puede llevar a Florencia o a otro lugar del
universo, el que elijamos. Tchaikovsky nos será fiel
como un primer amor.
En ambas obras interviene con total solven-
cia la Orquesta Nacional de Francia bajo la batu-
ta de Kurt Masur.
SARAH NEMTANU: Tchaikovsky 'en directo' (Concierto para
violín en Re mayor; Souvenir de Florence)
Sarah Nemtanu, violín. Orquesta Nacional de Francia. Kurt
Masur, director / NAIVE / Ref.: V 5325 (1 CD) D1
19
Atención: Lhoyer
Dúos para guitarra por el
Heinrich-Albert-Duo en MDG
Javier Suárez-Pajares
El Heinrich-Albert-Duo de guitarras presenta en
MDG el primer volumen de los dúos de Antoine
de Lhoyer. Fenómeno prácticamente desconocido
de la primera guitarra romántica, Lhoyer se nos ha
revelado muy recientemente como una figura de
primer orden en la historia de la guitarra, gracias
a los trabajos de Matanya Ophee y Erik
Stenstadvold. Y es que la excepcional música de
Lhoyer corrió tan desdichada suerte como su autor,
que llegó a los veintiún años a la guardia de corps
de Luis XVI. No se puede concebir peor momen-
to para entrar a formar parte de la guardia de éli-
te del rey francés que ese año revolucionario de
1789. En consecuencia, Lhoyer tuvo que escapar
de Francia tras la caída del monarca, combatió la
Revolución y llegó a San Petersburgo donde per-
maneció una década, para regresar a Francia sólo
tras la restauración borbónica de 1814. Si en Rusia
compuso los Douze valses op. 23 para dos guita-
rras de cinco órdenes que cierran la grabación que
presentamos hoy, fue en su regreso a Francia cuan-
do comenzó a publicar música para la nueva gui-
tarra de seis órdenes con los grandes dúos
concertantes op. 31 que inician la prometedora
serie de grabaciones inaugurada aquí. La música
de Lhoyer, que fue un contrarrevolucionario con-
vencido, está más próxima al Antiguo Régimen
que la de Fernando Sor, diez años más joven que
él y necesariamente adversario estético además de
ideológico. Pero esto no resta un ápice de interés
a una música que ilumina un espacio apenas cono-
cido del repertorio guitarrístico y un género par-
ticularmente interesante como es el camerístico.
Una música en la que priman las componentes de
objetividad y forma clásicas, y un mecanismo de
notable dificultad en el que se cifra alguna expli-
cación de su olvido. Nada de esto incomoda lo más
mínimo al Heinrich-Albert-Duo que realiza inter-
pretaciones brillantísimas en las que luce todo el
interés de esta música. Estén atentos a Lhoyer.
ANTOINE DE LHOYER (1768-1852): Dúos para guitarra
Heinrich-Albert-Duo / MDG / Ref.: MDG 1788 (1 CD) D2
20
Piano romántico
español
Rimas inspiradas en Bécquer de
Federico Olmeda
Blas Matamoro
Federico Olmeda, fue un sacerdote nacido en el
Burgo de Osma y especialmente vinculado a la ciu-
dad de Burgos, donde ejerció como organista de
la catedral. A pesar de que hoy es un autor y musi-
cógrafo poco tenido en cuenta por la historiogra-
fía oficial, su trabajo y obra fueron muy valorados
a principios del siglo XX, tanto en España como
fuera de ella. El famoso historiador e hispanista
francés, Henri Collet, por poner un ejemplo sig-
nificativo, le dedicará un amplio espacio en su
L’Essor de la musique espagnole au XX siècle (edita-
da por Max Eschig en 1929). En ese trabajo Olmeda
aparece junto a Barbieri y Pedrell como “les pre-
curseurs”. Destaca especialmente Collet a Olmeda,
junto a Pedrell, en el uso, recopilación y estudio de
los cantos populares españoles. Ciertamente el
cancionero de Olmeda (publicado en 1902) será
ampliamente utilizado por los compositores espa-
ñoles de principios de siglo (junto con el cancio-
nero de Pedrell).
Pero esa vía nacionalista, de corte más fol-
klórico-popular, no es la protagonista de este dis-
co. En él encontramos, sin embargo, un piano de
corte romántico y ensoñador que comparte el len-
guaje musical propio del piano decimonónico. El
disco se abre con un Nocturno en Do# Mayor y se
cierra con un Impromptu en Lab Mayor, ambas for-
mas musicales especialmente vinculadas con el
pianismo del siglo XIX. Entre estas dos piezas
encontramos las 32 rimas inspiradas en textos de
Bécquer. Se trata de una inspiración poética que
genera obras puramente musicales, unas piezas
que se transforman así en fin en sí mismas, más allá
del texto inspirador, a modo de Lieder sin pala-
bras. La interpretación de Eduardo Ponce es cui-
dada y precisa. Es de agradecer el interés del
pianista en trabajar y grabar estas obras, ajenas al
repertorio tradicional para el instrumento.
FEDERICO OLMEDA (1865-1909): Rimas para piano (inspi-
radas en G.A. Bécquer)
Eduardo Ponce, piano / VERSO / Ref.: VRS 2132 (1 CD) D10
di v e r di
Mucho aire y mucha luz
Para Alicia, sentido homenaje de Judith Jáuregui a Larrocha
en su nuevo sello, Berli Music
No le falta valor a Judith Jáuregui, joven pianista
vasca, que se muestra muy activa y emprendedo-
ra en el comienzo de lo que puede ser una estupen-
da carrera. Después de un disco dedicado a piezas
cortas de Schumann, que el firmante tuvo ocasión
de comentar favorablemente en estas páginas, se
lanza ahora, a pecho descubierto, con este nuevo
CD dedicado a Alicia de Larrocha, como indica ya
el mismo encabezamiento. Y ha elegido, era lógi-
co, una serie de obras muy representativas de nues-
tro paisaje pianístico que en tiempos fueron
predilectas de la artista catalana y de otros colegas
españoles.
Jáuregui nos gusta porque va siempre por dere-
cho, sin evitar las dificultades, sin hacer quiebros,
sin buscar subterfugios o refugiarse en un pianis-
mo oscuro. Al contrario, nos encontramos con unas
interpretaciones radiantes y luminosas, como en
gran parte lo es la música elegida. La teclista nos
muestra una serie de condiciones muy atractivas, que
nos ayudan a completar la imagen que de ella tení-
amos tras su Schumann. En primer lugar, un mag-
nífico y acendrado sentido del ritmo. Sabe marcar,
centrar desde el principio la suerte agógica de cada
pieza.
Así en el férreo y brioso 3/8 inicial de la
Aragonesa o la alternancia entre 3/4 y 6/8 de la
Cubana, en donde se juega con el deseado balan-
ceo. Respeta el quasi campani del idílico paisaje de
Montañesa y subraya casi violentamente la indica-
ción de la Andaluza “muy ritmado y con senti-
miento salvaje”. Es elocuente en los giros y busca
en todo momento, en estas y las demás partituras
del recital, una reproducción inmaculada en virtud
de una digitación primorosa, un manejo del ataque
muy contundente y una acentuación a veces seca
y precisa, lo que es bueno, aunque no siempre
posea el mismo valor expresivo. Jáuregui nos lle-
va en volandas, nos apremia y nos muestra su pia-
nismo urgente de buena ley.
Claro es que también en esas piezas de Falla
nos habría gustado un mayor reposo, una grada-
ción dinámica más variada, una diferenciación de
acontecimientos más evidente. Unos silencios más
marcados y, sin dejar de ser punzante, incisiva y
siglos XIX & XX
Arturo Reverter
directa, una mayor variedad de colores, de inten-
ciones, de timbres; o una más clara disparidad
entre los temas rítmicos y los líricos. Por supues-
to, nos estamos poniendo en la tesitura ideal, aque-
lla que pianistas señeros, como la propia Alicia de
Larrocha, como Achúcarro, como Sánchez, como
Requejo, entre otros, han cumplimentado. Se apre-
cia, por ejemplo, en el comienzo de Montañesa,
que no tiene en la versión de la joven artista ese halo
misterioso, soñador. Hay demasiada luz y no muy
rica matización y a la sonoridad le falta encanto.
Lo poseen en mayor medida los siete Valses
poéticos de Granados, aunque habríamos querido
que además de la cristalina calidad de reproducción
estuvieran en mayor medida perfumados y que los
tempi fueran algo menos apresurados. Y que el
manejo de los acentos fuera más elástico a fin de
que se completara un fraseo que se caracteriza por
su nitidez y vibración. Rasgos estos últimos que se
perciben en la grácil exposición de la Suite españo-
la de Albéniz, ese adelanto de lo que sería años
más tarde la Suite Iberia. Jáuregui está aquí en el
secreto del aire, del garbo. Sin ningún tipo de las
a veces peligrosas elongaciones la pianista canta con
propiedad y elegancia las distintas danzas. Nos ha
gustado especialmente la delicada manera de enun-
ciar la copla en Sevilla, con el adecuado toque ele-
gíaco en el meno mosso.
Soberana forma de resaltar los rasgueos de
la guitarra en Cádiz, en donde se destaca conve-
nientemente la rítmica del tango-habanera. Muy
precisa, pero también muy fina, la ejecución de
Asturias. La jota de Aragón se baila sin recato y las
seguidillas de Castilla se atacan sin pestañear. En
la grabación es esta pieza la que cierra el disco, en
vez de la que se sitúa originalmente como rema-
te, Cuba.
JUDITH JÁUREGUI: Para Alicia, inspiración española (obras
para piano de Granados, Falla y Albéniz)
Judith Jáuregui, piano / BERLI MUSIC / Ref.: BM 001 (1 CD)
D10
 siglo XX
Raíces profundas
CPO recupera los dos cuartetos
de Arnold Mendelssohn
Juan Manuel Viana
Hijo de un primo segundo de Felix Mendelssohn,
el alemán Arnold Mendelssohn nació en 1855 en
Ratibor (Silesia), hoy la polaca Racibórz. Su pasión
por la música le hace interrumpir los estudios de
Derecho en Tubinga para formarse a partir de 1876
en el Real Instituto de Música Sacra y el Colegio
Académico de Música berlineses. El entusiasmo
por la vieja polifonía de la iglesia protestante (en
especial Schütz y Bach) determina sus primeros
trabajos y orienta el grueso de una abultada produc-
ción compartida con múltiples labores interpreta-
tivas y docentes: primero como organista y director
de coro en la Iglesia Luterana de Bonn; más tarde
como director musical en Bielefeld, donde también
ejerce como pianista e intérprete de cámara; luego
en Colonia, como profesor de teoría y órgano;
Fráncfort, en cuyo Conservatorio Hoch enseña
contrapunto a Hindemith; y, finalmente Darmstadt,
donde reside hasta su muerte en febrero de 1933.
Poco importa que Mendelssohn, maestro
igualmente de Günter Raphael, recibiera todo tipo
de doctorados y reconocimientos en vida. Tampoco
que fuera un distinguido autor de Lieder (casi dos
centenares), el más importante renovador de la
música coral protestante en su país (escúchese la
reciente grabación de su Deutsche Messe por Bernius
en Carus), o que sus dos primeras óperas, Elsi, die
seltsame Magd (1896) y Der Bärenhäuter (1900),
ambas sobre libreto de Hermann Wette, cuñado
de su amigo Humperdinck, lograran estrenarse en
Colonia y Berlín. La música nada “degenerada” de
Arnold Mendelssohn fue retirada de la circulación
por la censura nazi debido a las raíces judías del
autor. Y entre su patrimonio instrumental, en el
que figuran asimismo tres olvidadas sinfonías, des-
tacan estos dos únicos cuartetos de cuerda, fecha-
dos entre 1916 y 1918, y reveladores de que las raíces
del músico llegan hasta las fuentes mismas del
romanticismo germánico, las que desde Beethoven
y el último Schubert alimentarían a Brahms y a
Reger.
ARNOLD MENDELSSOHN: (1855-1933): Cuartetos de cuer-
da nºs. 67 y 83
Reinhold-Quartett / CPO / Ref.: 777774-2 (1 CD) D5
223 / marzo 2013
De sorpresa en
sorpresa
Dora Pejacevic, grande también
en obras de cámara
Juan Manuel Viana
CPO prosigue con éxito su tarea en pos de la recu-
peración del legado de la croata Dora Pejacevic.
Tras un primer registro dedicado a su obra orques-
tal y otro que incluía casi todas sus canciones para
voz y piano, la grabación que ahora ve la luz redun-
da en el terreno de cámara, tanteado en un ante-
rior disco que contenía el Trío con piano nº 2 (1910)
y la Sonata para violonchelo y piano (1913).
Pejacevic, que recibió una doble formación
instrumental como pianista y violinista, da lo mejor
de sí en estas tres obras escritas para diferentes
plantillas. Considerado su primera obra de madu-
rez, el Cuarteto con piano op. 25 (1908) es una pági-
na de gran atractivo melódico (precioso el
embelesado clima lírico de su Adagio) cuyas impe-
cables proporciones nos hablan ya de una creado-
ra experimentada con cosas por decir y que sabe
cómo expresarlas. De dimensiones más ambicio-
sas, el Quinteto con piano op. 40 conoció una lar-
ga gestación (1915-1918) paralela al período bélico
y a la escritura de otras dos obras importantes en
el catálogo de Pejacevic: la Sinfonía op. 41 y la Sonata
“eslava” para violín y piano –segunda de las suyas–
que CPO editará en breve. Obra espléndida este
quinteto, en el que la opulencia sonora y la ener-
gía desbordante de los movimientos extremos con-
trasta con la delicada atmósfera introspectiva del
etéreo Poco sostenuto, de acentos eslavos enfatiza-
dos en el inmediato Scherzo danzante.
Que esta partitura, así como el no menos for-
midable Cuarteto de cuerda op. 58 (1922), de carác-
ter más grave y austero, que su autora –fallecida un
año después– no llegó a ver estrenado, hayan per-
manecido en el limbo musical durante casi un siglo
expresa de forma elocuente la incuria cultural que
nos rodea. El elegíaco Impromptu op. 9, transcrip-
ción para cuarteto con piano de una de las Seis
Klavierstücke, representa un emotivo cierre a este
espléndido álbum que cuenta con el Cuarteto Sine
Nomine y el pianista Oliver Triendl como entu-
siastas defensores.
DORA PEJACEVIC (1885-1923): Cuartetos
Oliver Triendl, piano. Quatuor Sine Nomine / CPO / Ref.:
777421-2 (2 CD) D5 x 2
21
Acerca de Madetoja
Obras orquestales por
John Storgards en Ondine
Ignacio González Pintos
Los comentarios, breves y escasos, que podemos
encontrar acerca del finés Leevi Madetoja coinci-
den en minimizar la influencia que sobre su per-
sonalidad creativa pudo haber ejercido Jean
Sibelius, figura gigantesca que lo tuvo además
como alumno. Conceden, también, especial signi-
ficado a la estancia de Madetoja en Paris entre 1910
y 1911, más relevante para la configuración de su
estilo que las que el autor pasó en Berlín o Viena,
y sitúan a Tchaikovsky como uno de los grandes
referentes de su inspiración. El vigoroso poema
sinfónico Kullervo Op. 14 confirma lo expuesto,
remitiéndonos con fuerza al imaginario sonoro de
Franck y sus seguidores. La obra, de diseño más
evocador que programático, no decepcionará a los
amantes del género. Tampoco lo hará la Sinfonía
Nº 2 Op. 35, obra de envergadura cuyos dos pri-
meros y dos últimos movimientos se suceden sin
interrupción. Pese a lo dicho, la sombra de Sibelius
se hace audible aquí con insistencia, sobre todo
durante la primera parte de la obra. Las largas pro-
gresiones, resueltas con poderosas descargas sono-
ras; el empuje del contrapunto, motor del devenir
sinfónico; los frecuentes ostinati; lo apremiante y
recurrente de ritmos y material temático... En oca-
siones aquel tremolo o este pizzicato consigue res-
catar de nuestra memoria algún pasaje paralelo
del bien conocido universo sinfónico de Sibelius,
sin que dejemos por ello de disfrutar con el espe-
cial encanto de la fantasía sonora de nuestro com-
positor. En la segunda parte la presencia del
maestro se difumina, emergiendo acaso el
Madetoja más original: un violento Allegro non
troppo sacude al oyente, y de su dramático clímax
surge un Andantino que, en un largo morendo, aca-
ba disolviendo la música en el silencio. El disco se
cierra con el exquisito lirismo de la Elegy Op. 4/1.
Gran trabajo de Storgards y su orquesta, que aña-
den brillo, claridad e intensidad a la opulenta y
muy atractiva escritura de Madetoja.
LEEVI MADETOJA (1887-1947): Sinfonía nº 2; Kullervo;
Elegía
Helsinki Philharmonic Orchestra. John Storgards, director /
ONDINE / Ref.: ODE 1212-2 (1 CD) D2
22
De la ofensa de Brahms a la transparencia de Veermer
La Royal Concertgebouw Orchestra celebra su 125 aniversario a lo grande, editando el volumen 7º (años
2000-2010) de su fabulosa Antología y la integral sinfónica de Mahler en doble serie de 11 DVD y Blu-Ray
Cuando uno visita el mítico Concertgebouw (cuyo
nombre viene simplemente del holandés “edificio
de conciertos”) suelen contarle una curiosa histo-
ria sobre su origen: según parece, Brahms visitó
varias ciudades holandesas en enero de 1882 para
dar a conocer su Segundo concierto para piano y,
tras actuar en Utrecht, La Haya, Rotterdam y
Amsterdam concluyó que si uno quería buena
música debía ir a Utrecht, pero si lo que quería era
comer, beber y pasar un rato agradable su lugar era
Amsterdam. Esta ofensa a la ciudad holandesa
propició que, tras la fundación de una Sociedad
Wagner pocos meses más tarde, varias familias
pudientes se pusieran de acuerdo para sufragar la
construcción de un edificio emblemático destina-
do a conciertos. Sin poner en duda esta bonita his-
toria, Johan Giskes explica dentro de la que sigue
siendo la principal crónica histórica del
Concertgebouw, dirigida por H. J. van Royen en
1988, cómo ese nuevo edificio de conciertos en
realidad debía sustituir al Park Hall que había sido
demolido en 1881 y donde, curiosamente, Brahms
había dirigido con muy buena impresión sus dos
primeras sinfonías en febrero de 1878. El proyec-
to del Concertgebouw se inspiró en Leipzig, cuya
Neue Gewandhaus de la Beethovenstraße había
sido inaugurada en 1884 (recordemos que fue des-
truida en febrero de 1944 y demolida poco des-
pués); por su parte, el modelo para la orquesta
surgió tras una actuación de la Orquesta de
Meiningen bajo la dirección de Hans von Bülow
en 1885. No obstante, ambos modelos fueron adap-
tados en Amsterdam de forma libre y ambiciosa;
en el caso del edificio, aparte de la neoclásica entra-
da principal o su forma de “caja de zapatos” pre-
sidida por un órgano, algunas alteraciones del
Concergebouw resultaron muy significativas para
su acústica: la utilización de madera y yeso, la
mayor elevación del escenario, las balconadas fron-
tales en pendiente o la ausencia de un proscenio
permitieron un sonido especialmente trasparente
y colorista (mooi es la palabra que utilizan los
holandeses para definirlo); y es que, como ha
demostrado recientemente Mark Visbeek en la
revista Overdose.am, todo suena mejor dentro de la
di v e r di
Grote Zaal del Concertgebouw, inclusive también
el ruido de un ciclomotor o el martillo de un ope-
rario.
Desde los inicios de la grabación eléctrica, a
mediados de los años veinte, la sala sinfónica del
Concertgebouw ha sido un lugar predilecto de las
compañías discográficas para grabar repertorio
sinfónico con la orquesta de la casa. Según indica
Leo Boudewijns en la discografía de la orquesta
de Jan van Bart de 1989, la Columbia británica fue
en 1926 la primera que grabó allí un disco de piza-
rra (una obertura de Tannhäuser bajo la dirección
de Mengelberg); después vendría Decca en los
años cuarenta (que consiguió óptimos resultados
en su famoso “ffrr” bajando la orquesta al patio de
butacas), y durante los años cincuenta, sesenta y
setenta a Decca se unió Philips o en los ochenta
EMI; en esta última época se hizo además habitual
grabar en vivo con muchos micrófonos situados
cerca de la orquesta con el fin de evitar los ruidos
del público, pero alterando con ello la acústica
natural de la sala. Quizá las mejores grabaciones
realizadas en el Concertgebouw provengan de un
medio técnica y artísticamente menos ambicioso
y más natural como es la radio; desde 1935 hasta
la actualidad la emisora pública holandesa (AVRO)
ha grabado periódicamente los conciertos de la
orquesta en la Grote Zaal y esos registros han sido
utilizados por compañías como Philips (empezan-
do por el lanzamiento en LP en 1953 del famoso
registro en vivo de la Pasión según san Mateo de
Bach dirigido por Mengelberg en 1939 o sesenta
años después las Mahler Kerstmanitees de Haitink),
editados por sellos menores (Globe y su doble CD
con registros de directores invitados en el
Concertgebouw entre 1941 y 1979) o bien vincu-
lados a la radio pública (los preciados cofres de
grabaciones radiofónicas en vivo de Cultuur en
Media Hilversum dedicados a Haitink en 1999,
Van Beinum en 2000 o Mengelberg en 2001). Pero
ha sido la fundación en 2004 del sello discográfi-
co de la orquesta (RCO Live) lo que ha permitido
no sólo una regularidad en los lanzamientos sino
especialmente una sistematización de los mismos;
el presente cofre de 14 discos culmina una impre-
sionante antología de siete volúmenes que suman
casi un centenar de CDs dedicados a la historia
fonográfica del Concertgebouw desde los años
treinta del siglo XX hasta la actualidad y que han
ocupado numerosas páginas llenas de elogios en
este boletín.
Entre todos los artículos publicados sobre
estas antologías de la orquesta del Concertgebouw
destaca el dedicado en febrero y abril de 2009 por
José Luis Pérez de Arteaga al volumen quinto cen-
trado en registros desde 1980 a 1990 y que inclu-
yó un extenso dossier con toda la historia de la
orquesta holandesa en vísperas de su 125 aniversa-
rio (véase Boletín nº 178, págs. 40-44 y nº 180, págs.
38-41). Pues bien, ese aniversario ha llegado y el pró-
ximo 11 de abril el edificio cumplirá 125 años, al igual
que la orquesta el 3 de noviembre. Para celebrarlo
siglo XX
Pablo-L. Rodríguez
la formación ha emprendido una espectacular gira
mundial, que ha recalado recientemente en nues-
tro país, y el sello RCO ha hecho lo propio al cul-
minar con el séptimo cofre de 14 CDs su antología
fonográfica de la orquesta centrado ahora en la
primera década del siglo XXI al que ha unido una
espectacular integral en video de la sinfonías de
Mahler en el doble formato digital de DVD y Blu-
ray.
El nuevo volumen discográfico de la orques-
ta del Concertgebouw viene marcado por el rele-
vo como titular del italiano Riccardo Chailly por
el letón Mariss Jansons en 2004 y pretende, al igual
que todos los demás, reflejar el estado y evolución
de la orquesta durante esa década. De hecho, los
años que van de 2000 a 2010 han sido muy impor-
tantes en la historia de la orquesta, pues no han
supuesto simplemente el paso de un director prin-
cipal vinculado a la ópera italiana o al repertorio
del siglo XX de Stravinsky, Varèse o Berio a otro
más afín a la tradición centroeuropea de Mahler
o Strauss junto a rusos como Tchaikovsky o
Shostakovich. El equilibrio cultural de esta orques-
ta entre la tradición y la apertura de miras, que
podría hacerse extensible a toda la ciudad de Áms-
terdam, se ha visto enriquecido en estos años por
una progresiva internacionalización de la orques-
ta que ha alterado el habitual predominio de holan-
deses en sus atriles; una muestra de ello lo
encontramos en los dos concertinos (el búlgaro
Vesko Eschkenazy y el rumano Liviu Prunaru),
pero también en una sección de viento madera
cada vez más española tras la sucesión del famo-
so oboísta holandés Werner Herbers en 2007 por
el onubense Lucas Macías Navarro o, más recien-
temente, la llegada en 2012 de la joven cartagene-
ra Miriam Pastor Burgos en lugar de la cornista
inglés holandesa Ruth Visser; el tercer español de
la orquesta es el percusionista valenciano Gustavo
Gimeno que llegó al conjunto en 2001.
A todo ello hay que unir novedades en la geren-
cia, organización interna, programación, presen-
cia pública en las redes sociales o en internet, donde
pronto presentará su propio Digital Concert Hall,
una plataforma para escuchar conciertos en vivo
a través de internet, que se llamará RCO Universe;
una adelanto de la misma es la aplicación para iPad
RCO meets Fink que incluye el concierto de Fink,
el popular cantante, guitarrista y Dj británico, en
colaboración con la orquesta el año pasado para
celebrar el Día de la Reina y donde, entre otras
novedades, se incluyen espectaculares filmacio-
nes en 360º que te permiten experimentar la sen-
sación de estar dentro de la Grote Zaal del
Concertgebouw. No obstante, a pesar de todas las
novedades, el sonido de la orquesta sigue tenien-
do la misma tersura que antaño, a medio camino
entre el volumen germano de su cuerda y la flexi-
bilidad francesa de su viento; ese juego de colores
sonoros que Bernard Haitink definió tan sabia-
mente como “transparencia de Vermeer”. Y es que
el veterano director holandés sigue siendo un impo-
 siglo XX
“El presente cofre culmina una
impresionante antología de siete
volúmenes que suman casi un centenar
de CDs dedicados a la historia
fonográfica del Concertgebouw desde
los años treinta del siglo XX hasta la
actualidad.”
nente protagonista de ambos lanzamientos con
un impresionante registro de La mer de Debussy,
que procede de la celebración de su ochenta cum-
pleaños en 2009, y que está plagada de increíbles
combinaciones de timbres y texturas, junto a una
inolvidable Novena de Mahler de 2011, dramática
y fatalista pero también llena de realismo. Los dos
titulares durante la década compiten en especiali-
dades: Chailly brinda dos fabulosos registros de
Stravinsky de 2000 y 2001, un Oedipus Rex con la
tremenda Jocasta de Waltraud Meier junto al con-
cierto violinístico con el antiguo concertino
Alexander Kerr como solista; de Jansons se inclu-
yen dos delicatessen de gran colorismo orquestal
como la segunda suite del Daphnis et Chloé de Ravel
en 2003 y la suite orquestal de Der Rosenkavalier
de Strauss en 2011 y una sorprendente Novena de
Beethoven registrada en 2006 que muestra el enor-
me talento del maestro letón para el repertorio
sinfónico-coral. Ese talento lo exhibe Jansons en
el ciclo Mahler precisamente en las tres sinfonías
corales del compositor austriaco que funcionan
de menos a más: desde una Segunda demasiado
homogénea a una Octava plena de vida interior,
pasando por una Tercera a medio camino entre la
magia y la inhibición.
Entre los directores invitados merece una
mención especial el húngaro Iván Fischer no sólo
por sus dos magníficas versiones “tercera vía” de
sinfonías de Mozart y Schubert, registradas en
2009 y 2010, sino también por aplicar esa visión
a la filmación de la Cuarta de Mahler con la des-
tacada actuación solista de la soprano Miah
Persson. De hecho, una de las constantes de esta
séptima edición de la antología del Concertgebouw
tiene la pretensión de encontrar un hilo conduc-
tor sinfónico desde el Haydn duro de Nikolaus
Harnoncourt en 2003 al Britten ideal de Stefan
Ausbury en 2007; entre medias habría que incluir
inspiradoras versiones de la Segunda de Schumann
de Kurt Masur (2007) y Cuarta de Brahms de
Herbert Blomstedt (2007), idiomáticos ejemplos
de Sibelius bajo la dirección de Colin Davis y Paavo
Berglund junto al Bruckner concienzudo de Zubin
Mehta (2005), un Janácek britanizado por Mark
Elder (2000) o el Strauss más doméstico de Lorin
Maazel (2000), cuya filmación de la Sexta de
Mahler de 2010 es uno de los puntos más bajos
del ciclo. La generación más joven está represen-
tada por Daniel Harding que va desde la corrección
más aséptica en su filmación de la Primera de
Mahler de 2009 a la excelencia más absoluta con
obras contemporáneas en el atril, de Adès y, espe-
cialmente, de Lutoslawski donde acompaña al pia-
nista Lars Vogt (2004).
La música contemporánea está cuidadosa-
mente representada en esta séptima entrega de la
antología de la orquesta holandesa. No hay nin-
gún compositor que dirija su propia obra, aunque
sí directores-compositores como Pierre Boulez
con un magistral Webern que fue la primera par-
te del concierto de 2011 que concluyó con la filma-
223 / marzo 2013
ción de la Séptima de Mahler que siempre resulta
tan expresionista en sus manos; también George
Benjamin destaca con Messiaen pero más todavía
con el Marsyas de Rihm donde interviene Gustavo
Gimeno como solista junto al trompetista Reinhold
Friedrich. Hay varios ejemplos de música holan-
desa del siglo XX y XXI con interesantes muestras
postrománticas de Diepenbrock, serialistas de
Peter Schat, coloristas de Theo Verbey o experi-
mentalistas de Mayke Nas, aunque por encima de
todos destaque quizá Musique pour l’esprit en deuil
de Rudolf Eschner dirigida con total introspec-
ción por Haitink en 2005. El último disco de la
antología incluye un innecesario duplicado de Das
Lied von der Erde, ya presente con la misma toma
sonora en la filmación de 2011 con Fabio Luisi y los
solistas Anna Larsson y Robert Dean Smith; hubie-
ra sido más interesante incluir la interpretación
muy superior que Haitink dirigió en 2006 a estos
mismos solistas o algún ciclo de Mahler como los
impresionantes Rückert Lieder que Haitink pro-
gramó en 2005 con la mezzo holandesa Christianne
Stotijn como solista. En el apartado de ausencias
se echa en falta quizá también la inclusión de algu-
na muestra del excepcional concierto que dirigió
Christian Thielemann en 2002. Para terminar, los
dos únicos directores ausentes de la antología que
participan en el ciclo Mahler son el italiano Daniele
Gatti y el israelí Eliahu Inbal; ambos brindan ver-
siones muy experimentadas pero también muy
personales de la Quinta y la Décima; de hecho, esta
última sinfonía en la realización revisada de Cooke
se incluye por vez primera en un ciclo Mahler del
Concertgebouw, tras su ausencia en 1995 duran-
te la conmemoración de los 75 años del primer
ciclo absoluto que hizo una orquesta de la integral
sinfónica mahleriana; una tradición que había plan-
tado en esta misma sala el propio compositor al diri-
gir a la orquesta del Concertgebouw entre 1903 y
1909 sus primeras cinco sinfonías, la Séptima, Das
klagende Lied o los Kindertotenlieder, y firmar con
su nombre en el lugar más privilegiado: aquél que
los músicos ven por encima de la cabeza del direc-
tor.
ROYAL CONCERTGEBOUW ORCHESTRA: Antología, Vol. 7
[Grabaciones radiofonicas en directo (2000-2010)]
Royal Concertgebouw Orchestra. Varios directores / ROYAL
CONCERTGEBOUW ORCHESTRA / Ref.: RCO 12004 (14
CD) P.V.P.: 89,75 €.-
GUSTAV MAHLER (1860-1911): Las sinfonías (+Totenfeier;
Das Lied von Erde) [11 DVD o 11 Blu-ray]
Robert Dean Smith, tenor. Anna Larsson, contralto. Mihoko
Fujimura, contralto. Ricarda Merbeth, soprano. Miah Persson,
soprano. Bernarda Fink, mezzosoprano. Netherlands Radio
Choir. Royal Concertgebouw Orchestra. Daniel Harding,
Mariss Jansons, Iván Fischer, Daniele Gatti, Lorin Maazel,
Pierre Boulez, Bernard Haitink, Eliahu Inbal y Fabio Luisi,
directores (grabado en directo entre 2009 y 2011) / ROYAL
CONCERTGEBOUW ORCHESTRA / Ref.: RCO 12101 (11
DVD) P.V.P.: 98,99 €.- / Ref.: RCO 12102 (11 Blu-ray) P.V.P.:
98,99 €.-
23
Más allá de la iglesia
Hendrick Andriessen, nueva recu-
peración de CPO
Juan Manuel Viana
David Porcelijn y la Orquesta Sinfónica Holandesa
emprenden un nuevo proyecto sinfónico de CPO,
dedicado en esta ocasión a Hendrik Andriessen, a
quien hace ya seis años consagrara Et’cetera un
soberbio álbum doble con piezas sinfónicas gra-
badas entre 1947 y 2005. Pese a haber sido –junto
al extravagante Vermeulen– el sinfonista más des-
tacado de su generación, Andriessen debe ante
todo su celebridad como compositor a una consi-
derable producción litúrgica, tanto coral como
organística.
De tintes neoclásicos, la Sinfonía nº 1, conclui-
da en 1930 y estrenada ese mismo año por Van
Beinum, destaca por su concentración temática y
atípica estructura que, a la manera de Franck en su
única sinfonía, inserta un pequeño scherzo en su
tiempo lento. En 1935 están fechadas las Variaciones
y fuga sobre un tema de Kuhnau, su única partitura
para cuerdas y, sin duda, la más internacional.
Andriessen descubrió el tema de Johann Kuhnau
gracias a su hija Heleen, intérprete de un pequeño
minueto para tecla del alemán, que el músico holan-
dés consideró especialmente adecuado para elabo-
rar una serie de cinco variaciones de extraordinaria
inventiva coronadas por un imponente Allegretto
con eleganza construido en forma de doble fuga.
La Suite de Ballet de 1947, compuesta sin un
argumento concreto y dedicada a Willem van
Otterloo, muestra a un Andriessen más distendi-
do y ligero, a la vez que permeable a esa atracción
por la música francesa (Pierné, Roussel y Milhaud
fueron sus amigos) presente en buena parte de su
catálogo. Calificado por el músico como “resulta-
do de mi trabajo de laboratorio”, en 1952 nace el lla-
mado Estudio sinfónico, una de sus obras más
singulares, primer ensayo del holandés en la técni-
ca dodecafónica que impregnará, dos años más tar-
de, el discurso de su última sinfonía. Excelentes
versiones de Porcelijn, aunque en esta última obra
no debe ignorarse el antiguo registro en vivo de
Kirill Kondrashin al frente del Concertgebouw.
HENDRIK ANDRIESSEN (1892-1981): Obras sinfónicas, vol. 1
Netherlands Symphony Orchestra. David Porcelijn, director /
CPO / Ref.: 777721-2 (1 CD) D2
 24 di v e r di entrevista

Andris Nelsons
“El arte de dirigir tiene algo de místico”
Diverdi entrevista al director letón, que presenta en Orfeo la Séptima de Shostakovich
con la City of Birmingham Symphony Orchestra Mark Wiggins
© Marco Borggreve

Director moderno donde los haya, Andris Nelsons no sólo ha firmado

un buen número de laureadas grabaciones de repertorio (Tchaikovsky,
Richard Strauss o Shostakovich) al frente de las mejores orquestas del
mundo –antes incluso de cumplir los 35 años– sino que es también un
gran comunicador del que caben esperar grandes cosas. Nelsons lle-
va ahora al disco (en el sello Orfeo) y en compañía de la City of
Birmingham Symphony Orchestra, la formidable y abrumadora Séptima
(“Leningrado”) de Shostakovich.
Ese niño letón de Riga que descubriría la música a la tierna edad
de cinco años de la mano de Tannhäuser y que eventualmente acaba-
ría debutando en Bayreuth con un notable Lohengrin, es hoy en día elo-
giado por sus “electrizantes” interpretaciones internacionales como
director invitado de grandes orquestas y en coliseos líricos de todo el
mundo (Viena, Berlín, Londres, Nueva York, Munich, París, Boston…), aun-
que ha sido con una orquesta del interior de Inglaterra, la City of
Birmingham Symphony Orchestra, con la que ha dejado su marca des-
de 2008. Por ende, Nelsons ha firmado recientemente una extensión
de contrato con esta orquesta (sobre la base de una renovación anual
a partir de la temporada 2014/5) y el mismo Simon Rattle, su inmedia-
to predecesor en el puesto, le ha llegado a brindar su reconocimien-
to.
No sorprenderá saber, por ejemplo, que Nelsons ha sido tutelado
en el oficio de la batuta por Mariss Jansons, quien es actualmente uno
de los más eminentes directores, o que entre los maestros que gozan
de la admiración de Nelsons y que éste reconoce como inspiraciones
propias se cuentan Carlos Kleiber y Herbert von Karajan. No obstan-
te, Nelsons está en las antípodas de ser un déspota sobre el podio a la
usanza de ciertos maestros del pasado, sino que se ha revelado como
un músico moderno, atractivo y carismático, capaz de infundir en par-
tituras archiconocidas una energía y una vitalidad que las hacen pare-
cer nuevas.
En plena gira de conciertos ofrecida en unos Boston y Nueva York
a punto de nieve, Diverdi tuvo ocasión recientemente de robarle a
Nelsons unos minutos para conversar sobre su carrera y sobre los com-
positores que siente más afines. Tras un rato de animada charla, repa-
ramos en que no es habitual encontrarse con alguien como Nelsons:
un director sorprendentemente joven con una reputación a prueba de
críticas. Sin lugar a dudas, una combinación fascinante.

DIVERDI: ¿Cree que sus orígenes letones han
influido de alguna manera en la confianza que
demuestra sobre el podio?
ANDRIS NELSONS: A pesar del régimen sovié-
tico y la situación política que se vivía en Letonia
cuando yo era niño, la educación musical estaba
muy arraigada. De hecho, la riqueza del canto letón
es parte de la identidad nacional y está claro que
la combinación de estos dos elementos influyó
decisivamente, especialmente en mi juventud, a la
hora de decidirme por la música. No obstante, en
mi formación como director no sólo ha interveni-
do la cultura musical de mi país, sino también la
de otros como Rusia, donde realicé mis estudios,
así como la de los diferentes países en los que me
he ido formando como director…)
D.: En este contexto, ¿de qué manera influyeron
sus padres en su interés por la música?
A.N.: Fueron mis padres quienes me introdujeron
en el mundo de la música, y gracias a ello he podi-
do disfrutar de ella desde muy joven. A los cinco
años me llevaron a ver una representación de
Tannhäuser y salí tan impactado de la experiencia
que estuve llorando durante bastante tiempo des-
pués de la representación. Ya a esas edades me
encantaba la música, y mis padres no hicieron sino
alentar esa pasión. Ellos también son músicos.
D.: ¿De qué manera ha podido influir su poste-
rior educación musical –de la que forman parte
sus estudios de trompeta y canto– en su forma de
dirigir?
A.N.: Mi formación como trompetista, no cabe
duda, ha determinado mi forma actual de dirigir:
el hecho de estar rodeado por los músicos de una
orquesta (¡y el ser uno de ellos!) me ha ayudado a
entender cómo funciona la psicología de un intér-
prete orquestal y la forma correcta de comunicar-
te con un grupo de estas características, ¡por no
mencionar la enorme experiencia interpretativa
que te aporta! Por otro lado, diría que mi forma-
ción vocal me ha servido a la hora de trabajar en
teatros de ópera.
D.: ¿Qué fue lo que le hizo decidirse por la direc-
ción orquestal?
A.N.: Como he comentado anteriormente, el pri-
mer momento de mi vida en el que recuerdo haber-
me conmovido de la cabeza a los pies por culpa de
la música fue en ese Tannhäuser al que me llevaron
 entrevista
“Montar una ópera de Wagner en
cualquier parte es algo grandioso,
pero hacerlo en Bayreuth te transmite
un poder y una atmósfera
inigualables.”
mis padres. Pienso que en ese mismo instante y de
forma subconsciente, decidí que quería ser direc-
tor para contribuir a la creación de un mundo musi-
cal tan absorbente como ese del que yo fui partícipe.
A partir de entonces serían mis padres los que ayu-
darían y continuarían inspirándome, así como los
propios directores. En esa época admiraba entre
otros muchos a Mariss Jansons, Carlos Kleiber y
Herbert von Karajan. Antes incluso de cumplir
los diez años ya había escuchado muchas grabacio-
nes y estos grandes nombres de la dirección ya me
habían causado una enorme impresión e inspira-
do mi aliento musical.
D.: Teniendo en cuenta lo exigente que resulta
sacar lo mejor de tantos músicos y de tantas orques-
tas, enfrentándose por todo el mundo a programas
de lo más variado (especialmente cuando ha de
desempeñarse como director invitado), ¿qué es lo
que la profesión de director le exige a una perso-
na como usted? ¿Ha llegado a plantearse la cues-
tión desde un punto de vista filosófico?
A.N.: Diría que el arte de dirigir tiene algo de mís-
tico. Es un arte misterioso porque, a pesar de estar
estrechamente ligado a la música misma, el direc-
tor o la directora en cuestión no llega a producir
ningún sonido por sí mismo/a. No obstante, a la
hora de comentar una determinada interpretación,
¡el director está siempre en boca de todos!
Pienso que un director de orquesta debe pose-
er un amplio conocimiento tanto de la música
como de la vida misma (en general), y también que
dirigir tiene mucho que ver con la psicología. En
este sentido, supone un desafío trabajar con orques-
tas tan curtidas y tan hechas al repertorio, con una
tradición tan grande a sus espaldas. Como se pue-
de imaginar, esto ya supone una exigencia consi-
derable para cualquiera que se ponga delante de una
orquesta con la ambición de convertir una serie
de ideas en realidades musicales.
Creo que un director tiene que funcionar casi
como un psicólogo y debe poseer una mezcla entre
magia, carisma y aura. Un director ha de confiar
plenamente en su visión musical y debe tener cla-
ras las expectativas que puede depositar en los
músicos que tiene delante. Un director debe ser
capaz de inspirar a los demás y entregarse a la
música en cuerpo y alma, ¡y en esto has de apoyar-
te!
D.: ¿Qué método sigue para ganarse la confianza
de una orquesta y conseguir que los intérpretes le
acepten como líder? ¿Les aborda desde la dirección
pura y dura o se lo plantea de otra manera?
A.N.: Para que un director consiga granjearse la
confianza de una orquesta tiene que darse una
combinación de ideas que resulta difícil explicar.
Si echamos un vistazo al pasado veremos que hay
una serie de estilos de “liderazgo” orquestal (algu-
nos de ellos verdaderamente radicales) que han
223 / marzo 2013
funcionado bien a su manera. Hay también otros
estilos en los que intervienen las relaciones diplo-
máticas y esto también puede funcionar bien.
Particularmente no creo que haya un estilo que
funcione mejor que otros. El hecho de que haya tan-
tas formas probadas y diferentes de trabajar acre-
dita la vastedad y diversidad del hecho musical. ¡Y
también es una buena razón para escuchar varias
interpretaciones de una misma obra!
Personalmente, pienso que el hecho de diri-
gir tiene que ver tanto con sentirse parte de un
equipo como con ejercer ese liderazgo. Es una
cuestión de conseguir el equilibrio entre el lide-
razgo, el trabajo en equipo y la psicología de gru-
po. Servirse de la fantasía y del universo de la
música para inspirar a los músicos es algo funda-
mental. Ahora mismo comulgo con esta forma de
trabajar. Los músicos deben creer en lo que están
tocando y deben hacerlo desde el corazón; sólo si
tales elementos consiguen emulsionar en una inter-
pretación entonces ésta será verdaderamente autén-
tica.
Los músicos de la orquesta y el director deben
aparcar los egos y aliarse para seguir juntos el cami-
no dispuesto por el compositor. En mi opinión,
cada alma y cada ego particular deben haberse uni-
do previamente a los demás como grupo. Así las
cosas, la tarea fundamental del director consisti-
ría en emplear el liderazgo para combinar cuida-
dosamente estos elementos.
D.: Cuando fue elegido Director Musical de la City
of Birmingham Symphony Orchestra en 2008,
¿de qué manera reaccionó ante el reto que le plan-
teaba una orquesta de tan insigne pasado?
A.N.: En relación a la CBSO puedo decirle que la
orquesta es un gran ejemplo de la química a la que
me refería antes; trabaja magníficamente como
equipo y todos los músicos se deben exclusiva-
mente a la música. Al llegar yo a la CBSO, me
encontré con que Simon Rattle había guiado a la
orquesta por un sendero maravilloso, consiguien-
do generar un verdadero espíritu de trabajo en
equipo entre los músicos de la orquesta. La rela-
ción que Rattle había trabado con ellos me sirvió
de ejemplo a la hora de calibrar mi papel como
director y creo que desde entonces hemos segui-
do cultivando con éxito esta química, lo cual ha
supuesto todo un reto.
D.: En el caso concreto de la CBSO, ¿cómo ha
construido su relación con los músicos de la orques-
ta?
A.N.: Con el paso del tiempo la confianza con los
músicos va creciendo por el mismo hecho de hacer
música juntos y el tiempo que pasas con ellos com-
partiendo el mismo enfoque sobre el repertorio
que vas a interpretar. Los intérpretes de la orques-
ta conocen bien la forma que tengo de expresar la
música, mis gestos y movimientos físicos. Diría
25
incluso que ahora nos entendemos mejor y más
fácilmente sin necesidad de palabras. Comunicarse
de esta manera se ha convertido en algo muy natu-
ral.
D.: Habida cuenta de su propias vivencias en
Letonia, ¿se emocionó el año pasado al dirigir a la
CBSO en el War Requiem de Benjamin Britten con
motivo del 50 aniversario del estreno de la obra
para la reconsagración de la Catedral de Coventry?
A.N.: Sí, por supuesto. Fue una experiencia muy
especial y conmovedora, sobre todo por el hecho
de que fue en la Catedral de Coventry donde tuvo
lugar el estreno mundial de la pieza. Diría que las
próximas interpretaciones que llevemos a cabo de
esta obra se nutrirán de nuevas emociones, pero
sin duda la de Coventry nos ha marcado a todos.
D.: Parece evidente que la música de Richard
Strauss le resulta muy atractiva. ¿Qué es lo que,
para usted, subyace en el mensaje compositivo de
Strauss?
A.N.: Richard Strauss es un gran compositor
orquestal. Su conocimiento de la orquesta y de los
colores que ésta puede alcanzar es vastísimo y no
duda en emplearlos hasta el límite de sus posibili-
dades. El sonido de Strauss es muy recio y su obra
orquestal parece estar concebida casi de manera tea-
tral. Sus poemas sinfónicos son unas extensas fan-
tasías sumamente evocadoras y animadas. Es un
maestro a la hora de emplear, entre otros elemen-
tos, los colores y las dimensiones para alcanzar
maravillosos resultados musicales.
D.: Habiendo grabado la Rosenkavalier Suite de
Strauss con la CBSO, ¿se siente preparado para
abordar la ópera completa?
A.N.: Estoy contemplando la posibilidad de diri-
gir El caballero de la rosa en algún momento duran-
te los próximos años. Es un hecho, y estoy deseando
que llegue el momento...
D.: ¿Piensa usted que el genio de grandes compo-
sitores como Tchaikovsky (cuya música suele pro-
gramar en sus conciertos y discos) puede ser
todavía más escudriñado?
A.N.: Los grandes genios de la música como
Tchaikovsky, Wagner o Brahms, por mencionar
unos pocos, han sido excelsamente interpretados
a lo largo de la historia, y hoy todavía siguen des-
pertando nuevas lecturas y perspectivas. Su músi-
ca tuvo en su momento una resonancia particular
y sigue teniéndola en nuestro tiempo. Más aún, es
un tipo de música que nunca dejará de comunicar
grandes cosas a la humanidad, incluso dentro de
un millón de años. Es nuestra misión como músi-
cos mantener vivo el mensaje de estos grandes
compositores. Hacerlo de una forma o de otra es
26
“Un director debe ser
capaz de inspirar a los
demás y entregarse a
la música en cuerpo y
alma.”
algo muy personal, pero sin duda es un trabajo de
la máxima importancia.
La variedad de análisis orientados al examen
de la música de Tchaikovsky, por ejemplo, es fas-
cinante. Lo verdaderamente importante es que nos
esforcemos en preservar y legar estas grandes tra-
diciones musicales a las jóvenes generaciones.
D.: ¿Qué opinión le merece Dmitri Shostakovich
(otro compositor que suele dirigir a menudo) como
compositor y como persona? ¿De qué manera tras-
luce su relación con Stalin en obras como Lady
Macbeth of Mtsensk y muchas de sus sinfonías?
A.N.: Shostakovich es otro genio de la música.
Pero su trabajo no sólo se conecta o es dependien-
te del régimen soviético – hubo muchas otras cosas
que influyeron decisivamente en su música. Incluso
si obviáramos la conexión con Stalin, Shostakovich
seguiría siendo un genio. Escribió óperas, sinfo-
nías, ballets, partituras cinematográficas y músi-
ca teatral y en todos estos géneros produjo obras
maravillosas. No obstante, no puede negarse el
papel que jugó en su vida esa batalla con el poder
y Lady Macbeth of Mtsensk es un ejemplo particu-
larmente emotivo de ello. Hubo una lucha entre él
y el régimen, sin olvidar su batalla personal con-
tra Stalin. Por descontado, cuando la música de
un compositor es prohibida por las razones que
sean, suele tener lugar un conflicto personal entre
los censores y el artista y esto es algo sintomático
en la obra de Shostakovich. La Décima Sinfonía es
el paradigma de lo estoy comentando; se trata prác-
ticamente de un retrato psicológico de Stalin, y
resulta asombrosa.
D.: Con la CBSO ha grabado la Sinfonía
Leningrado de Shostakovich. ¿En qué medida
expresa esta obra la universalidad del genio de
Shostakovich?
A.N.: En la Séptima Sinfonía Shostakovich se opo-
ne a la invasión nazi y al régimen de Hitler y lo
hace mostrando la grandeza de su nación y de la
“nación humana”, por lo general opuesta a la tira-
nía. Este tratamiento puede ser aplicado a todos los
diferentes tipos de opresión que se han dado en la
historia y a la lucha contra los tiranos. Se trata de
una sinfonía que refleja de forma muy particular
la genialidad de Shostakovich y debido a ello el
mensaje de la sinfonía tiene un alcance universal
más allá del contexto en el que se inscribe. Es un
mensaje del que podemos aprender mucho y que
legitima el hecho de que este tipo de obras gran-
diosas deban seguir siendo exploradas e interpre-
tadas.
D.: ¿Qué le ha aportado el dirigir Lohengrin en
Bayreuth –así como otras óperas wagnerianas en
otros teatros– en términos de disciplina y determi-
nación?
di v e r di
A.N.: Que mi primera experiencia musical en direc-
to fuese una ópera de Wagner ha hecho que este
momento sea doblemente impactante. Desde aquel
primer Tannhäuser, su música ha ocupado un lugar
muy especial en mi corazón. Puede figurarse lo
que supone para un melómano wagneriano como
yo dirigir en Bayreuth: un sueño hecho realidad.
¡En realidad creo que debe serlo para cualquier
músico que se precie! Dirigir allí es una experien-
cia extraordinaria, algo que es difícil describir con
palabras. Por supuesto que montar una ópera de
Wagner en cualquier parte es algo grandioso, pero
hacerlo en Bayreuth –patria indiscutible de su músi-
ca, a fin de cuentas– te transmite un poder y una
atmósfera inigualables, conectándote con la músi-
ca de forma extrema. El hecho mismo de escuchar
una ópera en su teatro de opera supone otra expe-
riencia increíble: ¡el sonido tiene una profundidad
que es difícil encontrar en otra parte!
D.: También parece sentirse atraído por las ópe-
ras de Puccini (hizo La Bohème en Viena y en otras
ciudades europeas y ha grabado Suor Angelica en
disco). ¿Qué es lo que le llama la atención en con-
creto de este glosario de emociones musicales y
humanas, tan distinto al de Wagner?
A.N.: Puccini es un gran dramaturgo de la emoción;
era un compositor dotado de una habilidad espe-
cial para provocar emociones en la gente y es difí-
cil encontrar a alguien que no se conmueva
escuchando su música. Es posible que las tramas
de sus operas sean simples y a veces hasta ingenuas
pero destilan una gran carga emocional y un cono-
cimiento íntimo del alma humana. Creo que todo
el mundo puede encontrar una conexión con
Puccini y en este sentido su obra se antoja univer-
sal. Supongo que ésta es la razón por la que me atrae
tanto su música.
D.: Actualmente se encuentra de gira con un ciclo
de las sinfonías de Beethoven que tiene previsto gra-
bar en disco. ¿Qué le dice Beethoven en esta eta-
pa de su vida y de su carrera?
A.N.: Beethoven es uno de esos compositores que
han dejado una muesca ineludible en la historia.
Esto es algo que he sentido siempre de forma muy
poderosa, y sin la influencia de Beethoven todo
sería muy diferente… Creo que para cualquier
entrevista
director, independientemente de su edad, embar-
carse en las sinfonías de Beethoven supone siem-
pre un gran viaje. Yo lo he disfrutado en las
diferentes etapas de mi vida y continuaré hacién-
dolo. Este año es muy especial para mi porque
estoy dirigiendo en Birmingham el ciclo que ha
mencionado y lo cierto es que está resultando una
experiencia maravillosa y muy excitante.
D.: ¿Considera que cada generación deba reinter-
pretar la música de Beethoven?
A.N.: Beethoven es un compositor revoluciona-
rio, de ideas particularmente sólidas –o mejor
dicho, claras–. Como es sabido, en su época fue
considerado un compositor moderno e impactan-
te, al punto de que para mucha gente su música
sonaba “agresiva”. Esto demuestra cómo va cam-
biando la percepción de la gente con respecto a la
música a lo largo del tiempo y por qué el hacerla
es algo tan excitante. El mensaje optimista de
Beethoven, esa sensación de que tras enfrentar-
nos a un drama terrible, acabará sobreviniendo
finalmente el triunfo, debe realzarse en todas las
interpretaciones; es un optimismo al que segura-
mente siempre necesitemos aferrarnos. Esto es lo
que hace verdaderamente universal a Beethoven.
D.: ¿De qué manera le inspira el mensaje compo-
sitivo de Beethoven?
A.N.: La música de Beethoven me inspira en cuan-
to que habla de las grandes dificultades de la vida,
que puede llegar a ser muy cruel. Su sordera era
cruel, pero pese a ello Beethoven no sólo se limi-
taba a componer música trágica y desesperanza-
da, sino que, al contrario, casi toda su obra suele
cerrarse con un mensaje de optimismo. En su músi-
ca hallamos confianza, ánimo y triunfo, aparte de
un lirismo muy masculino… Esto es algo que me
resulta profundamente inspirador de Beethoven,
e imagino que también lo es para otra gente.
Toda la discografía
de Andris Nelsons al 25% en
 siglo XX
¿El Shostakovich del siglo XXI?
La Séptima “de” Andris Nelsons y la CBSO, gran pieza de música pura
Y conmigo, mi Séptima,
agonizante y muda,
con su boca abierta y doliente
como la boca de una máscara trágica,
pero está embadurnada del negro de la tinta
y rellena de tierra seca.
De Poema sin héroe, de Anna Ajmátova
(1889-1966)
Suele decirse que cada generación debe hacer su
propia traducción de los clásicos (si no cada gene-
ración, al menos cada cincuenta años). Con las
reservas obvias, lo mismo cabría aplicarse a la
interpretación musical. Las circunstancias que
rodearon su composición y el estreno en Kuibyshev
el 5 de marzo de 1942, hace ahora 71 años, han gra-
vitado siempre sobre la Séptima sinfonía de Dimitri
Shostakovich y su historia interpretativa. Pese a
la reticencia del compositor a que se considerase
y, consecuentemente, se interpretara como músi-
ca programática (algo a lo que Dimitri contribu-
yó en gran medida y fue determinante en el impacto
inicial de la obra en todo el mundo), a tal punto que
llegó a retirar los títulos inicialmente previstos
para cada uno de los cuatro movimientos
(“Guerra”, “Recuerdos”, “Las amplias extensio-
nes de nuestra patria”, “Victoria”), pese a las reve-
laciones en el controvertido libro Testimonio acerca
de un presunto programa oculto, que tendría más
que ver con la protesta antiestalinista que con la
reacción patriótica ante la invasión alemana, la
historia pesa lo suyo y cuesta sustraerse a los ecos
de una guerra ya remota y a la heroica resistencia
de Leningrado y sus gentes.
Despojar a la sinfonía “Leningrado” de su car-
ga ideológica, de la pátina de una tradición que ha
querido ver en ella resistencia, sufrimiento y triun-
fo, templar los excesos melodramáticos y presen-
tarla como una pieza de música pura, sin referencias
externas, parece ser uno de los objetivos del direc-
tor letón Andris Nelsons. También el incorporar
rápidamente a su repertorio la obra sinfónica de
Shostakovich y dejar constancia grabada. Después
del éxito cosechado con la Octava al frente de la
223 / marzo 2013
Orquesta del Concertgebouw, en agosto y sep-
tiembre de 2011, tanto en Amsterdam como en el
Festival de Lucerna (hay DVD y Blue-ray en el sello
C Major), Nelsons se ha centrado en la Séptima, que
está prodigando con su orquesta. En noviembre de
2011, tras un concierto preparatorio en Nottingham
(día 9), la dirigió en el Symphony Hall de
Birmingham en sendos conciertos celebrados los
días 10 y 12, a partir de los cuales se ha cocinado
la presente grabación. El 21 de agosto de 2012 vol-
vió a dirigir la Séptima en los Proms, y el próximo
11 de mayo repetirá en el Royal Albert Hall de
Londres.
Nelsons comienza el Allegretto como un cohe-
te, más rápido y marcando los arcos más de lo que
es habitual (el arranque recuerda mucho a
Rohzdestvensky). La célebre y raveliana marcha (la
“invasión”), de dinámicas perfectamente calibra-
das, comienza con un tono entre ingenuo y desca-
rado, lo que acentúa el contraste con el potente y
dramático clímax, no por abstracto y con disonan-
cias domesticadas menos imponente, en el que
pasma la transparencia lograda por la batuta. La
proximidad a la orquesta de los micrófonos favo-
rece el detalle, como las cuerdas col legno, de nota-
ble presencia. Hay desnudez y desamparo en el
maravilloso solo de fagot (20:11), mas no la carga
emocional, la desesperanza que encontramos en
otras lecturas. En este movimiento encontramos
ocasionales desajustes rítmicos (la marcha acele-
ra imperceptiblemente) y de conjunto, sin mayo-
res consecuencias. Los dos movimientos centrales
presentan menos problemas. En el Moderato, un
tranquilo y aéreo pseudo-scherzo de corte clásico
(salvo por el interludio casi grotesco, expresionis-
ta, que supone el Poco allegretto) que sirve de ade-
cuado contrapunto a la violencia inicial, se lucen
las formidables maderas de la City of Birmingham
Symphony Orchestra. La toma tan cercana paga
sus dividendos aun a costa de un balance poco
natural, al destacar extraordinariamente xilófono
(hiriente) y contrafagot en la sección Poco alle-
gretto, con sorprendente efecto. Comparado con
el de Bernstein (DG, con Chicago), de intensidad
abrumadora e indisimulado mahlerismo, el Adagio
de Nelsons puede parecer desapasionado, templa-
do, a pesar de la intimidante presencia orquestal.
Sin la ayuda de una toma de sonido que actúa como
microscopio, hay más desolación incluso en la
novísima grabación de Gergiev. Con todo y su fal-
ta de sentimentalismo, el Adagio de Nelsons fun-
ciona perfectamente, resulta coherente con su
enfoque de la obra y, además, borda la mahleria-
na sección agitada, que se le desmorona al ruso. El
Allegro non troppo conclusivo lo toma Nelsons
sin complejos, con convicción arrolladora. La cons-
trucción de todo el movimiento, progresando con
parsimonia, extremando las dinámicas (sin resul-
tar tan brutal como Rohzdestvensky: ese metal
ruso tan lacerante), creando grandes tensiones
(Nelsons retiene juiciosamente el tempo en
momentos en que su mentor Mariss Jansons tien-
27
Miguel Ángel González Barrio
de a acelerar, como en los últimos compases, y
mide muy bien el crescendo final), es monumen-
tal. Despojado el Allegretto de sus connotaciones
épicas y guerreras, la agónica progresión y modu-
lación final al brillante, grandioso (no grandilo-
cuente ni banal) Do mayor, se convierte en una
victoria, sí, pero de la música, al modo de la Quinta
de Beethoven. Entendida así la Séptima, ¡qué leja-
nas suenan las hermosas palabras de Anna
Ajmátova!
DMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975): Sinfonía nº 7
"Leningrado"
City of Birmingham Symphony Orchestra. Andris Nelsons,
director / ORFEO / Ref.: C852121A (1 CD) D2
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sinfónico / Kristine Opolais, Lioba Braun, Mojca Erdmann,
Nadezhda Serdyuk, Beata Borchert, Beate Koepp, Carola
Günther, Claudia Nüsse / Kinderchor des Theaters Bonn.
WDR Rundfunkchor Köln. WDR Sinfonieorchester Köln.
Andris Nelsons, director / ORFEO / Ref.: C848121A (1 CD)
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Rimini (Fantasía); Sinfonía nº 4 / City of Birmingham
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RICHARD STRAUSS (1864-1949): Una sinfonía alpina; La dan-
za de los siete velos (Salomé) / City of Birmingham
Symphony Orchestra. Andris Nelsons, director / ORFEO /
Ref.: C833111A (1 CD) D2 [-25% de descuento]
PIOTR ILYTCH TCHAIKOVSKY (1840-1893): Fantasía-
Obertura de Romeo y Julieta; Sinfonía nº 6 / City of
Birmingham Symphony Orchestra. Andris Nelsons, director /
ORFEO / Ref.: C832101A (1 CD) D2 [-25% de descuento]
IGOR STRAVINSKY (1882-1971): El pajaro de fuego; Sinfonía
de los salmos / City of Birmigham Symphony Orchestra. City
of Birmigham Orchestra Chorus. Andris Nelsons, director /
ORFEO / Ref.: C804101A (1 CD) D2 [-25% de descuento]
RICHARD STRAUSS (1865-1949): Rosenkavalier-Suite; Vida
de héroe / City of Birmingham Symphony Orchestra. Andris
Nelsons, director / ORFEO / Ref.: C803091A (1 CD) D2 [-
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PIOTR I. TCHAIKOVSKY: Sinfonía nº 5; Hamlet (obertura) /
City of Birmingham Symphony Orchestra. Andris Nelsons,
director / ORFEO / Ref.: C780091A (1 CD) D2 [-25% de des-
cuento]
ARABELLA STEINBACHER: Conciertos de violín de Berg y
Beethoven / Arabella Steinbacher, violín. WDR
Sinfonieorchester Köln. Andris Nelsons, director / ORFEO /
Ref.: C778091A (1 CD) D2 [-25% de descuento]
DMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975): Conciertos para vio-
lín Nos. 1 & 2 / Arabella Steinbacher, violín.
Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks. Andris
Nelsons, dirección / ORFEO / Ref.: C687061A (1 CD) D2 [-
25% de descuento]
 28
La Fundación BBVA y Verso
“Esperamos que esta iniciativa se convierta en una colección de referencia”
Cinco años de la colección Compositores españoles y latinoamericanos de música actual
Presentación del CD de María de Alvear. © Fundación BBVA
José Miguel Martínez y Pilar de la Vega, veteranos
productores del sello Verso, tienen motivos para
sentirse orgullosos. La colección Compositores
españoles y latinoamericanos de música actual, que
ha podido fraguarse gracias al patrocinio de la
Fundación BBVA, ha deparado en estos cinco años
de aventura casi una treintena de nuevas graba-
ciones que no sólo ha servido para inmortalizar la
mejor música de nuestros clásicos contemporáne-
os sino para dar a conocer también la obra de nue-
vos talentos que a uno y otro lado del charco
amplían día a día las calidades de un patrimonio
con denominación de origen pero alérgico a las
fronteras musicales.
DIVERDI: Hace ya un lustro que dio comienzo la
más que próspera singladura de esta colección aus-
piciada por la Fundación BBVA. ¿De qué manera
surgió la colaboración entre Verso y la Fundación?
VERSO: Hace unos años tuvimos ocasión de cono-
cer al Director de la Fundación BBVA, D. Rafael
Pardo y comentarle la labor que Verso estaba lle-
vando a cabo en relación con la música española
y contemporánea. Hasta ese momento habíamos
recuperado bastantes obras de nuestro patrimonio
y editado un total de 20 producciones en torno a
la música actual de este país. Más adelante el Sr.
Pardo mostró interés en potenciar la iniciativa que
hasta ese momento veníamos desarrollando y de
ahí surgió la colección ‘Compositores españoles y
latinoamericanos de música actual’ que cuenta, a
día de hoy, con un total de 27 títulos.
D.: En relación con la serie, ¿la Fundación ha
impuesto alguna condición o prerrogativa en cuan-
to al contenido o grabación de los discos o han
disfrutado de una entera libertad editorial?
V: Verso tiene bastante libertad en su actuación.
Las únicas condiciones que ha impuesto es que
prevalezca la pluralidad estética, que se garantice
la calidad y la excelencia de cada uno de los pro-
yectos y que éstos se difundan por todo el mundo
a través de nuestra red de distribución física y elec-
di v e r di
trónica; por ejemplo, los títulos de la colección no
solo se pueden encontrar en Internet y en los gran-
des espacios de venta sino que además de su recen-
sión en prensa tienen cabida en las bibliotecas de
los principales conservatorios y universidades de
todo el mundo.
D.: Al margen del a priori temporal y geográfico
que delimita el ámbito de la colección, ¿cuáles han
sido los criterios de selección que han barajado a
la hora de planificar los diferentes monográficos
que hasta el momento la integran?
V.: Los criterios iniciales de selección han estado
determinados principalmente por la trayectoria
profesional de los compositores y por la calidad
artística de los proyectos. Tras una cuidada selec-
ción se ha incluido, siempre bajo la supervisión y
con la aquiescencia de la Fundación, el trabajo de
diversas generaciones de compositores. Son toda-
vía muchos los artistas que deberían estar en esta
colección y vamos a tratar de que así sea. En esta
primera fase ha quedado plasmada de forma muy
clara la estética que queremos mantener y la cali-
dad que se espera de cada uno de los proyectos. Es
de justicia que los autores españoles y latinoame-
ricanos estén representados y que se puedan difun-
dir sus obras. Para nosotros ha sido una grata
sorpresa descubrir el gran interés que ha suscita-
do la colección dentro de la comunidad internacio-
nal.
D.: En esta primera treintena larga de títulos se
han alternado, por ejemplo, veteranos de la
Generación del 51 con nombres indispensables de
la creación actual e incipientes autores hispanoa-
mericanos. La intención historiográfica parece
clara…
V.: Efectivamente, el objetivo inicial siempre ha
sido la grabación y difusión del trabajo de los cre-
adores españoles y latinoamericanos más vetera-
nos, pero también el de los compositores de
mediana edad y más jóvenes. También hemos que-
rido homenajear a algunos de los compositores
entrevista
David Rodríguez Cerdán
que ya no están entre nosotros como Ramón Barce,
Manuel Balboa, Gonzalo de Olavide y Gerardo
Gombau, artistas fundamentales de la cultura
musical de nuestro país.
D.: En estos cinco años de andadura, y desde su pri-
vilegiada atalaya, han podido tomar el pulso a la
música española e hispanoamericana actual…
¿Cómo dirían que andamos de salud?
V.: Andamos muy bien a nivel no solo de creación
sino de interpretación a un lado y al otro del
Atlántico, el nivel de nuestros creadores e intérpre-
tes es excelente pero sin embargo su esfuerzo no
se ve siempre recompensado. Las instituciones y
los organismos públicos, sobre todo en estos últi-
mos años, no están dando prioridad al mundo de
la cultura y esto hace que ésta se vea cada vez más
debilitada. Con la Fundación BBVA ocurre lo con-
trario; comprometida en primera instancia con la
promoción del conocimiento y de la investigación,
se ha interesado también por la difusión del patri-
monio musical de nuestros días haciéndolo exten-
sible a un público cada vez más amplio.
D.: 2013 marca el fin de la primera fase del conve-
nio de patrocinio editorial suscrito entre la
Fundación y Verso. ¿En cuántas fases se estima la
ejecución de la colección completa?
V.: En principio no hay límite temporal. La idea es
ampliar la colección con nuevas propuestas y el
mayor número posible de proyectos discográfi-
cos. Luego serán los críticos, el público y el paso
del tiempo quienes valoren el trabajo de los crea-
dores y la calidad de sus producciones. Esperamos
que esta iniciativa se convierta en una colección de
referencia y pueda llegar a todas las personas inte-
resadas en la música española y latinoamericana
de nuestros días, así como a otros ámbitos de la cul-
tura.
D.: Con la segunda fase en ciernes, ¿han previsto
ya si continuarán por los mismos derroteros esté-
ticos o tienen pensado, por el contrario, un cam-
bio de tercio?
V.: Es necesario continuar en la misma línea para
así poder consolidar la colección como un proyec-
to reconocible y de envergadura. No descartamos
la posibilidad, fuera de la colección, de nuevas pro-
puestas estéticas acordes con los nuevos tiempos
y desde luego continuaremos incorporando a nues-
tro catálogo los nuevos proyectos de música espa-
ñola y de recuperación histórica española que
vayan surgiendo. Queda mucho trabajo por hacer
y estamos dispuestos a hacerlo. Actualmente esta-
mos terminando cuatro monográficos dedicados,
respectivamente, a Joan Guinjoan, Cristóbal
Halffter, Santiago Lanchares y Miguel Pons. Todos
estos títulos irán apareciendo muy a corto plazo.
 siglo XX & XXI
Tras el espejo
Arturo Tamayo, con la Orquesta y Coro de RTVE, brindan un magis-
tral álbum doble con la obra orquestal y coral de Gerardo Gombau
Una de los grandes atractivos del universo fono-
gráfico consiste en generar materiales alternati-
vos a las programaciones al uso. Circular por la
cultura de repertorio es tan tentador como tene-
broso si el camino corre el peligro de desembocar
en el hastío. Sellos como Verso llevan décadas
abriendo ventanas a repertorios que se quedaron
en tierra de nadie, demasiado nuevos para el pro-
grama, demasiado viejos para la música viva. Y es
que los espejos solo reflejan la realidad que se les
pone delante, a sabiendas de que la mayoría están
detrás. El doble disco que nos ocupa es uno de
esos registros que seduce por lo que tiene de alter-
nativo, fascina por lo que implica de desvelamien-
to y convence por lo que suena, por cómo suena y
por quién lo hace sonar. Unión de pasiones, cali-
dades, límites y visiones, la música orquestal de
Gerardo Gombau por fin queda registrada para
siempre en una versión magnífica abanderada por
la incansable y no justamente valorada figura de
Arturo Tamayo al frente de la Orquesta y Coro de
RTVE. Tamayo, testigo privilegiado del magiste-
rio de Gombau, es referencia indiscutible de los
anhelos y brillos del creador castellano y como tal
se trasmite en este disco imprescindible.
Gombau es uno de los numerosos damnifi-
cados por el refulgir monótono del espejo.
Afortunadamente su reflejo ya vive en el disco a la
espera de que los atriles redundantes y los progra-
madores involucionistas aireen sus armarios.
Siempre a medio camino, siempre tras el espejo,
el compositor salmantino supo explorar y explo-
tar lo que acontecía a su alrededor, quizá más con
la calidad de quien mira y con la vehemencia de
quien quiere ser mirado. Este registro completa el
ciclo iniciado por Verso en 2006 con el registro de
la obra para conjunto instrumental, pero, al con-
trario que en aquella primera grabación, aquí sí
que podemos escuchar todo el proceso estético de
Gombau, con sus pleitesías y sus realidades. El
disco se beneficia también del acierto de contar
con la firma de José Luis Téllez, que elabora una
brillante muestra de lo que deberían ser siempre
unas notas al disco.
223 / marzo 2013
Juan Francisco de Dios
La secuencia cronológica define el orden del
estuche, lo que nos permite valorar más aún cómo
un autor del oficio y el sesgo de Gerardo Gombau
fue capaz de asimilar y desarrollar una mirada par-
ticular a la vanguardia cuando lo lógico hubiera
sido nadar y guardar la ropa. El primer compacto
cubre la producción enmarcada entre un descrip-
tivo y mortecino Amanecer (1944) y los primeros
brillos de la politonalidad de Siete Claves de Aragón
(1952). Música enraizada en una ideológica refun-
dación wagneriana en la línea de C. del Campo, a
quien Gombau dedicó su Don Quijote velando las
armas (1945). Cinco obras de oficio, de inmensa
calidad técnica, de maestría en todos los perfiles
creativos, donde se disfruta la carnalidad y la línea
de canto del violín de Mariana Todorova y de la
mezzo Magdalena Llamas, pero, por encima de
todo, de una orquesta rica en colores y equilibrios.
El segundo disco se zambulle en la concien-
cia del creador, en la imperiosa necesidad de abrir
puertas, en esa indiscutible juventud que no entien-
de de edades. No sería justo infravalorar al Gombau
opulento y heroico de Variaciones poemáticas (1952),
pero cierto es que la decisión de adherirse a la
joven generación ligada a Nueva Música descali-
ficaba en cierto modo una manera de crear que ya
plegaba velas. Aquella situación, sin parangón en
la gris cultura franquista, le acarreó el descrédito
de entonces y probablemente el olvido de ayer. Su
proceso de concreción estética hacia un serialismo
sopesado y profundo es visible en el transcurso
de las obras. Del dinámico y bello Scherzo (1960),
servido brillantemente por Caroline Sidney Louis,
vamos desvelando las nuevas profundidades sono-
ras de un compromiso y una expresividad extra-
ordinarios. Las dimensiones y proyecciones de
Música para voces e instrumentos (1961) fundan las
bases de un Serialismo que se nutre del pasado sin
ponerlo en crisis. Finalmente podemos contras-
tar cómo Gombau accedió a la cima de su produc-
ción orquestal en sus dos últimas obras. Su muerte
sorpresiva nos privó de un puñado más de obras
en la línea de Grupos Tímbricos (1970) y Pascha
Nostrum (1971), dos de las obras más brillantes del
siglo XX hispano.
Tiempo de sutilezas, retraimientos fructífe-
ros, frescuras juveniles y bellezas limpias, Gombau
llama tras el espejo, ese espejo de centelleo tan
esquivo. Registro imprescindible, fundamental,
documental, vital, que tiene de todo para todos, que
justifica y permite descubrir, que ratifica que ofre-
ce repetir. Recuerde, tras el espejo hay universos
fascinantes y algunos discos saben de llaves secre-
tas.
GERARDO GOMBAU (1906-1971): Música para solistas,
coro y orquesta
Mariana Todorova, violín. Magdalena Llamas, mezzo-sopra-
no. Carole Sidney Louis, soprano. Orquesta Sinfónica y Coro
de RTVE. Arturo Tamayo, director. Jordi Casas, director del
coro / VERSO / Ref.: VRS 2133 (2 CD) D6 x 2
29
Mundos que contar
Panisello y el Plural en un
fascinante programa J.L. Turina
Juan Francisco de Dios
Lo más complejo de la creación no proviene tan-
to del soporte técnico como de la capacidad de
generar mundos, con todos sus ríos, todas sus
puestas de sol y todos sus sonidos. Verso conti-
núa el camino iniciado en 2008 con Retrato y ofre-
ce para deleite de propios y ordinarios un segundo
e intenso volumen dedicado a José Luis Turina. Y
es que de facto Turina es uno de esos creadores de
universos propios, uno de esos raros composito-
res que tienen cosas que contar y que, además, las
cuenta bien.
En los atriles del poliédrico y equilibrado
Plural Ensemble de Fabián Panisello aparecen seis
títulos que conforman un corpus marcado por una
incesante e intensa fluidez. La música de Turina es
el producto de un proceso dilatado y coherente de
creación basado en la pulsión vital que ofrece el
pasado y la vocación de involucrar al escuchante
atrapándolo en un viaje de ecos y realidades. Sin
vaivenes ni saltos mortales, la obra de Turina res-
pira miradas y suspira detalles. Y en verdad que no
es fácil desvelar una escritura de pincel fino, ardua
tarea de densidades y distancias que los intérpre-
tes resuelven con gran brillo y acierto.
La síntesis del doble concierto en
Kammerconcertante (1988) sirve de punto de fuga
para equilibrar unas brillantes y extrovertidas
Variaciones sobre dos temas de Scarlatti (1985) con
un Título a determinar (1980) y sobretodo con el fas-
cinante Cuarteto con piano (1990), que ya declara
un trazo marcado por los motivos fragmentados
y los tejidos sonoros enramados y coherentes.
Pronto nos veremos atrapados por Túmulo de la
mariposa (1991), bellísima recreación conceptual de
impecable planteamiento formal e incisiva paleta
sonora. El registro se cierra con Scherzo para un
hobbit (1996) que destapa un clima de lirismo con-
tenido pero nunca complaciente. Así es la música
de José Luis Turina, mundos que contar en los que
puede pasar de todo.
JOSÉ LUIS TURINA (1952): Música de cámara
Plural Ensemble. Fabián Panisello, director / VERSO / Ref.:
VRS 2131 (1 CD) D3
30
La máquina del tiempo Montsalvatge en vivo
Tras sus Fugas, los Conciertos de
P. Queipo de Llano en Enchiriadis
Pablo J. Vayón
Pablo Queipo de Llano (Bilbao, 1971) se autocali-
fica de compositor neobarroco, pero yo creo que el
término puede confundir a más de uno. En con-
creto a todos aquellos que identifiquen el prefijo
con la actitud del que asume determinados prin-
cipios del pasado –o, de forma difusa, su espíritu–
para integrarlos en un estilo artístico moderno. Y
no es eso. Porque lo que Queipo de Llano asume
no son algunos principios del Barroco ni su espí-
ritu más o menos difuso, sino el estilo, tal cual,
íntegro, sin necesidad de cambiar ni uno solo de
los procedimientos que usaron los compositores
italianos entre, aproximadamente, 1710 y 1750. Su
actitud no es pues la del recreador bien informa-
do de lo antiguo, sino la del aventurero retrógra-
do. No es que se alimente de la música de Vivaldi
o Albinoni para escribir la suya propia (que, en
cierta medida, también), sino que ha integrado
hasta tal punto aquel estilo en su forma de vida
que se ha convertido en su manera natural de habi-
tar la música, como musicólogo, como oyente,
como intérprete, como compositor.
Después de un primer disco con una selección
de 25 de las más de 40 fugas que tiene actualmen-
te en su catálogo, aquí lo que se recogen son, ade-
más de otro par de fugas, conciertos y sinfonías,
entendidas estas en el estilo tripartito de la ober-
tura a la italiana o del concerto ripieno. Por esta
música revolotea Vivaldi, claro, hasta tal punto que
algunos temas del veneciano son empleados en el
modo que haría cualquier compositor de la época
con los de un colega, pero lo que mejor la define
es su intención retórica: por eso las obras, y has-
ta los movimientos, llevan títulos. Pablo Queipo de
Llano ha puesto en marcha su máquina del tiem-
po y hace desfilar ante nuestros absortos oídos
gondoleros, céfiros, sueños, héroes y mitos de la
antigüedad, todos cargados de sus correspondien-
tes afectos. Hasta parece que el Ensemble
Guidantus, italiano y joven, hubiera cruzado con
ellos los siglos.
PABLO QUEIPO DE LLANO (1971): Concerti (conciertos,
sinfonías y fugas para cuerda y bajo continuo)
Ensemble Guidantus / ENCHIRIADIS / Ref.: EN 2036 (1 CD)
D5
di v e r di siglo XX & XXI
Formidable álbum cuádruple de Columna Música con lo esencial
de las grabaciones live del gran músico gerundense
José Luis García del Busto
“Estamos ante un producto
discográfico meritísimo,
por anticonvencional y
por la voluntad de
servicio que muestra
hacia la causa de la
música catalana y, en
particular, hacia la sólida
y admirable producción
del maestro Xavier
Montsalvatge.”
El recordado compositor Carmelo Bernaola dio a una de sus obras el título de A mi aire, frase que repe-
tía con frecuencia en alusión a la independencia con que se movía en el campo de la creación musical.
En la misma –o en mayor– medida la susodicha frase sería aplicable a la manera en que trabajó el maes-
tro catalán Xavier Montsalvatge (1912-2002) durante toda su larga carrera. Descartando las vías de la
atonalidad, del serialismo y sus derivaciones –vías que conoció muy bien, pero que no le interesaron
como vehículo de expresión propio–, Montsalvatge hizo música en ocasiones neoclasicista, otras veces
antillanista; unas veces abundante en referencias, otras puramente abstracta…, pero siempre hizo músi-
ca de Montsalvatge, con personalidad bien definida, propia y reconocible. Por añadidura, bien escrita y
comunicativa. Tras haberse cumplido ya el centenario del nacimiento del maestro catalán, la música de
Montsalvatge no solo sobrelleva bien el paso del tiempo, sino que, más que eso, es un valor en alza.
Aquí está este album imponente, con una treintena de obras que van desde esa obra maestra sin-
fónico vocal que es la Sinfonía de Requiem hasta breves canciones o piezas para cobla, comprendiendo
un repertorio que incluye desde obras archiconocidas, como las 5 Canciones negras (bien que se ofre-
cen en la espléndida versión realizada por Elías Arizcuren para voz y octeto de violonchelos), hasta pági-
nas que en vano buscaremos en discos fuera de aquí… casi cinco horas de duración total, en el que se
resume medio siglo de trayectoria, desde 1951 (fecha de composición de la pieza más antigua, el Poema
concertante, un encargo de Henryck Szeryng), a 2002, el año en que, muy cerca de su fin, Montsalvatge
compuso para Gerard Claret y su orquesta andorrana los Tres reflexos sobre una pastoral d’hivern. Narciso
Yepes, Rafael Puyana, Jean-Pierre Rampal, Montserrat Caballé o Cecilia Bartoli son otros de los solis-
tas destinatarios de obras de Montsalvatge contenidas en estos cedés, lo que habla a las claras del carác-
ter de “clásico en vida” que ostentó el maestro desde su primera madurez.
Lo que unifica un repertorio tan vasto y vario, y da sentido a este album significativamente titu-
lado Montsalvatge… Live!, es el hecho de que todas las grabaciones proceden del archivo sonoro de
Catalunya Música y se trata, en todos los casos, de grabaciones tomadas en concierto, lo que nos pone
en contacto con orquestas, directores, conjuntos y solistas diversos y hasta diríamos con la vida con-
certística barcelonesa y catalana (El Vendrell, Cabrils, Banyoles, Matadepera, Torroella de Montgrí…)
entre 1988 y 2005.
Dado el espacio del que disponemos, es de todo punto imposible referirse pormenorizadamente
al repertorio grabado en este album. Con estas líneas se trata de subrayar que estamos ante un produc-
to discográfico meritísimo, por anticonvencional y por la voluntad de servicio que muestra hacia la cau-
sa de la música catalana y, en particular, hacia la sólida y admirable producción del maestro Xavier
Montsalvatge, homenajeado al cumplirse su centenario. Sus admiradores, y cualquier interesado por
la creación musical de la segunda mitad del siglo XX, hemos de celebrar la iniciativa de Catalunya
Música y Columna Música.
MONTSALVATGE LIVE! Una selección imprescindible
Alícia de Larrocha, piano. Montserrat Caballé, soprano. Rosa María Conesa, soprano. Angelika Kirchslager, mezzosoprano.
OBC. Orquestra Simfònica del Vallès. Ernest Martínez Izquierdo, Lawrence Foster, Jesús López Cobos y Edmon Colomer,
directores / COLUMNA MUSICA / Ref.: 1CM 0297 (4 CD) D10 x 2
 siglo XX & XXI
Un músico del
Quadrivium
Obras de cámara y para gran
conjunto de Héctor Parra
Germán Gan Quesada
Como consecuencia directa de la obtención del
premio de la Ernst von Siemens Musikstiftung,
en su edición de 2011, nos libra Col Legno –en pre-
sentación elegante y profusamente ilustrada– una
muestra de la música de cámara de Hèctor Parra,
representativa del estado actual de su trayectoria
y continuación natural del registro monográfico
que le dedicara Kairos en 2008.
Señala José Luis Besada en sus notas la con-
dición proteica del compositor barcelonés y su
especial atención a las dominios científicos como
germen de estructuras y materiales sonoros, resu-
citando la tradicional vinculación entre música y
disciplinas del número. Y aunque subyacen a las tres
obras presentadas la atención a modelos bioquími-
cos, físicos y cosmogónicos, las impecables ver-
siones del ensemble recherche y del Ensemble
Intercontemporain no dejan de restituirnos una
realidad acústica de sugerencia y estímulo inme-
diatos.
Así, Early Life (2010) se nos presenta como una
trabajada conquista de la continuidad sonora, des-
de los ataques fragmentados de la cuerda y las
resonancias del piano, en que el oboe juega un
papel desequilibrante, tanto por su más distendi-
do lenguaje melódico como por su incitación a la
apertura de espacios armónicos más cálidos; soni-
do agreste, que en Stress Tensor (2009, rev. 2011) se
asoma a campos más dilatados, gracias a la incor-
poración del piccolo y del clarinete bajo, y al entre-
tejido de paisajes tímbricos diferenciados, apoyados
en un extensísimo repertorio de técnicas instru-
mentales. Cuanto de contención de formato hay
en estas dos composiciones se desborda enérgi-
camente en la casi media hora de Caressant
l’Horizon (2011), en que la voz primigenia de la
percusión, las robustas columnas armónicas de
los vientos y la precisa construcción de inquietan-
tes tensiones dinámicas despiertan la ilusión de
hallarnos ante otra “música de las esferas”, la de
nuestro propio tiempo...
HÈCTOR PARRA: Caressant l'Horizon
Ensemble intercontemporain. ensemble recherche. Dir.: E.
Pomárico / COL LEGNO / Ref.: WWE 40402 (1 CD) D1
223 / marzo 2013
El Feldman más
monástico
Su obra completa para violín
y piano, en MDG
Stefano Russomanno
El corpus de la música para violín y piano de
Morton Feldman no es muy extenso pero tiene
unas prerrogativas muy peculiares. En primer
lugar, abarca toda la trayectoria creadora del com-
positor norteamericano, desde 1950 hasta 1982,
con lo cual ofrece en poco más de dos horas una
muestra sintética y emblemática de su evolución.
También hay otras peculiaridades, como el hecho
de que una de las piezas supera con creces en dura-
ción a todas las demás juntas. Quien conozca al últi-
mo Feldman no se sorprenderá de esta
circunstancia, pero aun así la comparación entre
la primera pieza en orden cronológico (piece for vio-
lin y piano) y la última (for John Cage) es pasmo-
so: 1’55 contra… ¡76’21!
Si el estilo aforístico de Webern marca los
comienzos de Feldman, los inmensos tapices sono-
ros del final tienen menos que ver con sugestiones
musicales que pictóricas (Guston, Rothko). En
medio, hay lugar para la indeterminación (Projection
IV), para la plasmación espacial del sonido (el ciclo
extensions) y su distribución “vertical” (vertical
thoughts), así como la composición por patterns
(spring of chosroes). Puestos a buscar un común
denominador para estas piezas, me parece que
habría que encontrarlo en una cierta cualidad “ascé-
tica” que potencia el talante meditativo de las obras.
Será por la sobriedad de la línea del violín o por el
tono despojado de las interacciones entre los dos
instrumentos, pero el encanto de la música para vio-
lín y piano de Feldman descansa en un carácter
más “monástico” y menos sensual que el de su pro-
ducción para piano. Excelentes las versiones de
Andreas Seidel y Steffen Schleiermacher, este últi-
mo intérprete en solitario de vertical thoughts 4 y
de la maravillosa piece for four pianos (1957), genial
y postimpresionista recreación de goteos y tañidos
que acontecen en una franja intemporal.
MORTON FELDMAN (1926-1987): Obras para violín y piano
Andreas Seidel, violín. Steffen Schleiermacher, piano / MDG
/ Ref.: MDG 1524 (2 CD) D3 x 2
31
Sciarrino y el cuarteto
de cuerda
Su obra completa en el género
por el Cuarteto Prometeo
Stefano Russomanno
Desde los años setenta, Salvatore Sciarrino ha des-
tacado por el carácter sumamente original de su
escritura para las cuerdas (Capricci para violín,
Notturni brillanti para viola), basada en el empleo
de técnicas no convencionales para extraer un
microcosmos sonoro entretejido de ecos silencia-
dos, murmullos y palpitaciones mínimas, zumbi-
dos, con los que ha sabido plasmar un universo
fantástico a la par que inquietante. Con estos ante-
cedentes, puede sorprender que el músico italiano
se haya medido con el cuarteto de cuerda en solo
tres ocasiones y en fechas relativamente cercanas.
Los fascinantes Sei cuartetti brevi han creci-
do alrededor de una pieza (la segunda) escrita en
1967, mientras que la fecha de composición de los
cinco restantes se remonta a comienzos de los
noventa. Son piezas en donde la intuición tímbri-
ca es inseparable de una tensión virtuosística que
resulta perceptible a pesar del carácter amortigua-
do de las sonoridades. El que Sciarrino entienda
esta obra como un conjunto de seis “formas inter-
medias” se refleja en la numeración de los dos
cuartetos siguientes, que llevan los números 7 y 8.
El Cuarteto nº 7 (1999) se caracteriza por una ela-
boración más sobria, con perfiles cuasi vocales
que el autor explora con un talante obsesivo e inten-
so. El creciente peso que la labor operística tiene
en el último Sciarrino se aprecia en la filigrana del
Cuarteto nº 8 (2008), el más ambicioso al menos
en cuanto a dimensiones. El compositor transfigu-
ra aquí la imagen tradicional del género (una con-
versación a cuatro) proponiendo un diálogo en
donde cada instrumento mantiene una personali-
dad propia. Salvando las distancias, podríamos
decir este Cuarteto nº 8 tiene mucho de Janácek en
el sentido de un discurso instrumental articulado
como sucesión de ritmos verbales.
En breve, un disco de enorme interés y cali-
dad, en el que el Cuarteto Prometeo firma unas
excelentes versiones y cuya única pega es la breve
duración: cuarenta y seis minutos.
SALVATORE SCIARRINO (1947): Cuartetos nºs. 7 y 8; Sei
quartetti brevi
Cuarteto Prometeo / KAIROS / Ref.: 0013212 KAI (1 CD) D1
32
Complejo de
inferioridad
Stradivarius edita un monográfico Canciones yiddish por Helène
de cámara de Ennio Morricone Schneidermann, en Carus
David Rodríguez Cerdán
Ennio Morricone pasará a mejor vida intentado
demostrar lo que no es por culpa de ciertos esnobs
que no le perdonan su éxito como compositor
audiovisual. Y es que no han sido pocas las veces
que el maestro romano ha tenido que justificarse
arguyendo que una cosa es “música absoluta” y
otra “música aplicada”, y que poco tienen que ver
sus intereses privados con las veleidades del cine
o la televisión. Paparruchas, como diría aquél. Lo
que le pasa a Morricone es que a la hora de poner-
se el sayo de músico serio le entra un complejo de
inferioridad tan grande como el Coliseo (lo del
complejo es idea de Stefano Russomanno) y en
éstas tiende a volverse más papista que el Papa o,
si lo prefieren, más noniano que Nono.
El compacto recién horneado por
Stradivarius, uno de los escasos monográficos de
cámara dedicados a Morricone, viene a recompo-
ner la percepción un tanto sesgada que tenemos del
compositor de La misión. Huelga decir que nues-
tro ínclito amigo no parece haber seguido muy de
cerca las revoluciones estéticas que han tronado
desde las vanguardias, pues en las obras que aquí
se consignan (1989-2001) no hay quien le despe-
gue del serialismo más recalcitrante. No obstan-
te, si conseguimos salir indemnes del tríptico para
clarinete y piano Lemma-Ipotesi-Traccia –un ram-
plón artefacto conceptual que Morricone y su hijo
Andrea escriben al alimón siguiendo preceptos
aleatorios– podremos catar un estiloso muestra-
rio de obras para piano (V Studio), clarinete bajo
(Come un’onda), violonchelo (Riflessi), trío de cuer-
da (Vivo), cuarteto (A.L.P. 1928) o clarinete y cuar-
teto (Metamorfosi di Violetta) pespuntadas con unas
modulaciones de lo más virguero y una caligrafía
que saca a relucir lo mejor de los solistas. Para
todos aquellos que creían conocer a Morricone (o
que deseen conocerle mejor), recomiendo este dis-
co de estrenos. Se llevarán una sorpresa.
ENNIO MORRICONE (1928) / ANDREA MORRICONE
(1964): Lemma (obras de cámara)
Andrea Noferini, violonchelo. Gabriele Rota, piano. Rocco
Parisi, clarinete. Quarteto Noferini / STRADIVARIUS / Ref.:
STR 33876 (1 CD) D2
di v e r di
... quedan todavía
cantos por cantar...
Pierre Elie Mamou
... erase una vez una historia, y la historia no es del
todo alegre... dice una de las canciones del disco, y
el oyente agoniza mientras cantante y pianista pro-
siguen con su número de seducción; como Orfeo,
vuelven atrás y no pueden no olvidar su pasado (o
no pueden no acordarse de su futuro: pienso en el
musical del año 1931, Men Ken Lebn Nor Men Lost
Nisht o sea, Podrás vivir pero no te dejarán) pues la
mirada de los poetas dirigida hacia el pasado es aca-
so una manera de intuir el porvenir: las lágrimas
por lo que pasó, las lágrimas por lo que llegará, la
boda que pasa y los hijos que llegan, sus juegos y
sus risas cerca, alrededor y encima de las fosas lle-
nas a rebosar...
La intervención –en los cuatro últimos can-
tos que provienen de aquel país que, entonces, no
era sino una lengua– de los padres de la cantante
forman un puente, impiden un corte temporal; la
conexión entre sus voces “tradicionales” (benditas
sus carencias, lo que les falta les protege de lo que
podrían perder) y la voz “cultivada” de la hija (lo
que aprendió en el conservatorio le permite mos-
trar imágenes –sonoras– de su pasado), la coexis-
tencia de las generaciones prolongan el eco de las
voces calladas, subrayan un cierto adiós a un mun-
do que quisimos, que sus intérpretes quisieron... son
cantos llenos de melancolía por algo que se pare-
ce digamos... ¿a la belleza? pues no puede decirse
ni joie de vivre ni dolce vita...
... Paul Celan escribía: “... quedan todavía can-
tos por cantar más allá de los hombres” y después
de la shoah, los cantos yiddish parecen desear
desesperadamente (cantaré de manera desespera-
da, decía Mallarmé) reanimar un tema cuyo decli-
nar podría o podía parecer inexorable, la esperanza,
y cuidarla como cuidamos de los muertos, entre-
tenemos su memoria, incluso hasta volvernos cui-
dadores de un sufrimiento pasado.
MAKH TSU DI EYGELEKH: Canciones judías
Helene Schneiderman, voz. Götz Payer, piano. Judith y Paul
Schneiderman, voces / CARUS / Ref.: CARUS 83.380 (1 CD)
D2
siglo XXI / jazz & otras músicas
Esculturas de viento
En er mundo, 33 atractivas adapta-
ciones para conjunto de flautas
José Velasco
Quienes pasamos nuestra juventud encandilados
por el ya disuelto Amsterdam Loecki Stardust
Quartet estamos de enhorabuena, pues uno de sus
miembros, Paul Leenhouts, es el fundador y direc-
tor del que, seguramente, sea el mejor conjunto de
flautas dulces de la actualidad: The Royal Wind
Music. Son doce intérpretes con más de cincuen-
ta flautas renacentistas de tamaños tan dispares
que abarcan desde unos quince centímetros has-
ta más de tres metros de longitud. Si verles resul-
ta asombroso, escucharles es una auténtica gozada.
Este nuevo álbum es perfecto para aquellos que
no se atrevan con el repertorio renacentista y barro-
co en el que los Royal están especializados (éste es
su quinto disco), pues Leenhouts ha tenido un
excelente buen ojo para escoger y arreglar treinta
y tres propinas de variopinta procedencia.
Esta colección de pequeñas esculturas de
viento se abre con el famoso pasodoble que da títu-
lo al disco, En er mundo, y se cierra con las inolvi-
dables Danzas populares rumanas de Bartók. En el
interior asoman desde fragmentos de La Traviata
y de Cuadros de una exposición, hasta One note sam-
ba y Meditation de Jobim, A string of pearls popu-
larizada por Glenn Miller, y piezas de Piazzolla,
Poulenc, Rautavaara, Haydn o Cesar Franck.
También acoge hermosas miniaturas de China,
Grecia, Irlanda, Japón, Argentina, Holanda… y
así hasta treinta y tres obras. Leenhouts ha reali-
zado un trabajo excelente de adaptación y el resul-
tado no podría ser más cautivador.
El historicismo de los instrumentos contras-
ta marcadamente con estas obras, confiriendo
sonoridad antigua a estas obras más modernas,
que a veces parecen tocadas por uno de esos gigan-
tescos organillos ambulantes. La variedad de voces
de las flautas es increíble, y todas encajan como per-
fectos engranajes, con una soltura y precisión envi-
diables en este disco de aérea sutileza que se hace
sorprendentemente ameno.
EN ER MUNDO: Obras populares para conjunto de flautas
antiguas
The Royal Wind Music. Paul Leenhouts, arreglos y dirección
/ LINDORO / Ref.: NL-3014 (1 CD) D2
 Una de los sellos de mejor calidad, presentación y repertorio del panorama discográfico actual es, por méritos propios, Glossa. Como
oferta primaveral anti-crisis y POR TIEMPO LIMITADO: SOLO DURANTE MARZO Y ABRIL, una extensa selección de sus
referencias estará disponible a un precio sin parangón: 6,95 EUROS POR CD. Son muchos los escogidos, y abundan las grabacio-
nes de referencia, siempre con un sonido cuidado y textos en castellano. El plantel de artistas no deja lugar a dudas en cuanto a su
excelencia, comenzando por algunos conjuntos vocales y sus directores: La Venexiana con Claudio Cavina, el Ensemble Gilles Binchois con Dominique
Vellard, Graindelavoix con Björn Schmelzer, el Ensemble Plus Ultra con Michael Noone, Le Concert Spirituel con Hervé Niquet, o el Flemish Radio
Choir con Bo Holten. Saliendo de lo estrictamente vocal encontramos grupos como La Real Cámara y El Concierto Español de Emilio Moreno, La
Risonanza de Fabio Bonizzoni, I Turchini de Antonio Florio, la Orquesta del Siglo XVIII de Frans Brüggen, o La Cetra Barockorchester Basel de David
Plantier, Václav Luks Anthony Rooley. Los solistas vocales, entre los que destacan Raquel Andueza, Marta Infante, Emanuela Galli, Michael Chance,
Roberta Mameli, Harry van der Kamp o Evelyn Tubb, compiten de igual a igual con solistas instrumentales de la talla de Paolo Pandolfo, Enrico Gatti,
José Miguel Moreno o el propio Bonizzoni. No dejen pasar esta oportunidad única y por un tiempo limitado.

FRANCISCO DE PEÑALOSA (c 1470-1528): Missa
Nunca fue pena mayor / Les Sacqueboutiers.
Ensemble Gilles Binchois. Dominique Vellard, direc-
tor / GLOSSA / Ref.: GCD 922305 (1 CD) P.V.P.: 6,95
€.-
CESENA: Canciones para Papas, príncipes y mer-
cenarios (c. 1400) / Graindelavoix. Björn Schmelzer,
director / GLOSSA / Ref.: GCD P32106 (1 CD) P.V.P.:
6,95 €.-
CRUX: Música de Pascua parisina de los siglos XIII
y XIV / Ensemble Peregrina / GLOSSA / Ref.: GCD
922505 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
ANTOINE BUSNOIS (attrib., 1430-1492): L'Homme
Armé (seis misas atribuidas a Antoine Busnois) /
Cantica Symphonia. Giuseppe Maletto, director /
GLOSSA / Ref.: GCD P31906 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
CLAUDIO MONTEVERDI (1567-1643): Scherzi
Musicali / Emanuela Galli, soprano. La Venexiana.
Claudio Cavina, director / GLOSSA / Ref.: GCD
920915 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
RAGAS INDIOS Y CANCIÓN MEDIEVAL: Melodías
modales del Este al Oeste / Dominique Vellard,
tenor. Ken Zuckerman, sarod, dhotar y laúd medie-
val. Anindo Chatterjee, tabla y dhupki. Keyvan
Chemirani, zarb y gattam / GLOSSA / Ref.: GCD
922508 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
CLAUDIO MONTEVERDI (1567-1643): Tercer Libro
de Madrigales (1592) / La Venexiana. Claudio
Cavina, director / GLOSSA / Ref.: GCD 920923 (1
CD) P.V.P.: 6,95 €.-
ALESSANDRO SCARLATTI (1660-1725): Serenate
a Filli / Galli, Arias Fernández, Oro / La Risonanza.
Fabio Bonizzoni, director / GLOSSA / Ref.: GCD
921511 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
MICHAEL MAIER (1568-1622): Atalanta Fugiens
(1617) (Música, alquimia y rosacrucianismo a prin-
cipios del XVII) / Ensemble Plus Ultra. Michael
Noone, director / GLOSSA / Ref.: GCD P31407 (1
CD) P.V.P.: 6,95 €.-
MÚSICA Y POESÍA EN SAINT GALL: Secuencias y
tropos (Siglo IX): Notker, Tuotilo, Ratpert y anónimos
/ Ensemble Gilles Binchois Dominique Vellard, direc-
tor. Wulf Arlt, musicólogo / GLOSSA / Ref.: GCD
922503 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
GIUSEPPE ANTONIO BRESCIANELLO (1690-1758):
Conciertos, sinfonías y oberturas / La Cetra
Barockorchester Basel. David Plantier y Václav Luks,
directores / GLOSSA / Ref.: GCD 922506 (1 CD)
P.V.P.: 6,95 €.-
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): El arte de
la fuga (para uno y dos teclados) / Fabio Bonizzoni,
clave. Mariko Uchimura, clave / GLOSSA / Ref.: GCD
P31510 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
WILLIAM HAYES (1708-1777): The Passions. An Ode
for Music (1750) / Evelyn Tubb, soprano. Ulrike
Hofbauer, soprano. Sumihito Uesugi, contratenor.
David Munderloh, tenor. Lisandro Abadie, bajo /
Chor der Schola Cantorum Basiliensis. La Cetra
Barockorchester Basel. Anthony Rooley, director /
GLOSSA / Ref.: GCD 922501 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
PIERRE BOUTEILLER (c. 1655- c.1717): Réquiem
para voces masculinas (reconstrucción de un oficio
fúnebre sobre piezas de Pierre Boutellier, Henri
Frémart, Marc-Antoine Charpentier, Pierre Hugard,
Louis Le Prince y el Stabat Mater de Sébastien de
Brossard) / Le Concert Spirituel. Hervé Niquet,
director / GLOSSA / Ref.: GCD 921621 (1 CD) P.V.P.:
6,95 €.-
JEAN-BAPTISTE LULLY (1632-1687): Ballets & Récits
Italiens / Emanuela Galli, soprano. Yetzabel Arias
Fernández, soprano. Stefanie True, soprano. La
Risonanza. Fabio Bonizzoni, clave y director / GLOS-
SA / Ref.: GCD 921509 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
TENEBRAE: Música para la Semana Santa napoli-
tana (obras de Cristofaro Caresana, Giuseppe
Antonio Avitrano y Gaetano Veneziano) / Valentina
Varriale, soprano. I Turchini. Antonio Florio, direc-
tor / GLOSSA / Ref.: GCD 922602 (1 CD) P.V.P.: 6,95
€.-
JOHANN CHRISTIAN BACH (1735-1782): Seis sin-
fonías para dos clarinetes, dos trompas de caza y
fagot / Nachtmusique. Eric Hoeprich, director /
GLOSSA / Ref.: GCD 920608 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Motetes
BWV 225-230 & Ahn. 159 / Flemish Radio Choir. Bo
Holten, dirección / GLOSSA / Ref.: GCDSA 922205
(1 SACD) P.V.P.: 6,95 €.-
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791):
Música para trompa / Teunis van der Zwart, trom-
pa natural. Claron McFadden, soprano. Orquesta
del Siglo XVIII. Frans Brüggen, director / GLOSSA
/ Ref.: GCD 921110 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
MARC-ANTOINE CHARPENTIER (1643-1704): Missa
Assumpta est Maria / Le Concert Spirituel. Hervé
Niquet, director / GLOSSA / Ref.: GCD 921617 (1
CD) P.V.P.: 6,95 €.-
GIOSEFFO ZARLINO (c.1517-1590): Canticum
Canticorum Salomonis & motetes selectos /
Ensemble Plus Ultra. Michael Noone, dirección /
GLOSSA / Ref.: GCD 921406 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
LA TIRANA CONTRA MAMBRÚ: La tonadilla y las
comedias musicales populares en la España de
1800 / Raquel Andueza, soprano. Marta Infante,
mezzosoprano. Juan Sancho, tenor. Jordi Ricart, barí-
tono / El Concierto Español. Emilio Moreno, violín
y dirección / GLOSSA / Ref.: GCD 920309 (1 CD)
P.V.P.: 6,95 €.-
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Sonatas
para viola da gamba y clave; Arias con viola da
gamba obbligata / Paolo Pandolfo, viola da gamba
de seis cuerdas. Markus Hünninger, clave, órgano
positivo. Harry van der Kamp, bajo. Michael Chance,
contratenor. François Joubert-Caillet, violone / GLOS-
SA / Ref.: GCD 920411 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
STELA DEL NOSTRO MAR: Reflexiones pasadas y
presentes sobre la inspiración mariana / Cantica
Symphonia / GLOSSA / Ref.: GCD P31905 (1 CD)
P.V.P.: 6,95 €.-
GILLES BINCHOIS (†1460): Joye: Lamentaciones /
Graindelavoix. Björn Schmelzer, dirección / GLOS-
SA / Ref.: GCD P32102 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
’ROUND M: Monteverdi meets Jazz (madrigales y
arias de Monteverdi, Sances, Merula, Fontei y Negri
en arreglos de jazz) / Roberta Mameli, soprano.
Emanuele Cisi, saxos tenor y soprano. Fausto
Beccalossi, acordeón. Alberto Lo Gatto, contraba-
jo. Donato Stolfi, batería. La Venexiana. Claudio
Cavina, director / GLOSSA / Ref.: GCD P30917 (1
CD) P.V.P.: 6,95 €.-
L'ARBRE DE JESSE: Canto gregoriano y polifonía
medieval / Ensemble Gilles Binchois. Dominique
Vellard, dirección / GLOSSA / Ref.: GCD P32302 (1
CD) P.V.P.: 6,95 €.-
J.S. BACH: Variaciones Goldberg / Fabio Bonizzoni,
clave / GLOSSA / Ref.: GCD P31508 (1 CD) P.V.P.:
6,95 €.-
LUYS MILÁN: Fantasía / José Miguel Moreno, vihue-
la. Eligio Quinteiro, guitarra renacentista y vihuela
/ GLOSSA / Ref.: GCD P30110 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-
LUIGI BOCCHERINI (1743-1805): Los últimos tríos
(opus 54, 2-4-5-6) / La Real Cámara: Emilio Moreno,
Enrico Gatti, Wouter Möller / GLOSSA / Ref.: GCD
922003 (1 CD) P.V.P.: 6,95 €.-

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36 di v e r di el zoco

zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco

Por tercer mes consecutivo el sello británico creado por la BBC nos acerca por tan solo 5,95 euros algunas de las mejores grabacio-
nes realizadas entre los años 60 y 90 por los intérpretes más excelsos que ha dado nuestro tiempo. Nos limitaremos a señalar algu-
nas flores del ramo, pues son demasiados, comenzando por Jacqueline du Pré interpretando el Concierto de chelo de Elgar, Josef Suk
con los de violín de Beethoven y Dvorák, Myra Hess al piano tocando algunos de Mozart y Beethoven, o Dennis Brain tocando la trompa como muy
pocos saben. Entre las voces que aparecen por aquí citaremos a Victoria de los Ángeles, Elisabeth Söderström y Janet Baker (con nada menos que La
canción de la tierra y la Rapsodia para contralto) y en el campo de la música de cámara brillan con luz propia los Cuartetos Borodin y Smetana. El rango
de directores es inabarcable, pero podremos elegir, por ejemplo, entre Giulini (el único disco doble de la selección), Barbirolli, Rozhdestvensky, Jochum,
Beecham, Monteux, Stokowski…, por no mencionar las orquestas. Adéntrense a explorar este frondoso paraíso para melómanos.

EL CUARTETO SMETANA interpreta
DVORÁK: Terzetto en do mayor para dos
violines y viola, Op. 74; Cuarteto de cuer-
da No.14 en la bemol mayor, Op. 105 &
JANÁCEK: Cuarteto de cuerda No.1
Sonata a Kreutzer / Cuarteto Smetana
(1969 & 1975) / BBC LEGENDS / Ref.:
BBCL 4180-2 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-
PIERRE MONTEUX dirige obras de Carl
Maria von Weber, Maurice Ravel, Willem
Pijper, Edward Elgar & Emmanuel
Chabrier / London Symphony Orchestra.
BBC Symphony Orchestra. Dir.: Pierre
Monteux (1961-1963) / BBC LEGENDS
/ Ref.: BBCL 4172-2 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-
ROZHDESTVENSKY dirige BERLIOZ :
Sinfonía Fantástica op.14; TCHAIKOVSKY:
Francesca da Rimini op.32 / Orquesta
Filarmónica de Leningrado. Dir.: Gennadi
Rozhdestvensky (1960 & 1971) / BBC
LEGENDS / Ref.: BBCL 4163-2 (1 CD)
P.V.P.: 5,95 €.-
CARLO MARIA GIULINI dirige WEBER:
El cazador furtivo (obertura); SCHUBERT:
Sinfonia n.9; BRITTEN: La construcción
de la casa / New Philharmonia Orchestra.
Dir.: C.M. Giulini (1970-75) / BBC
LEGENDS / Ref.: BBCL 4140-2 (1 CD)
P.V.P.: 5,95 €.-
EL CUARTETO BORODIN interpreta D.
SHOSTAKOVICH: Cuarteto de cuerda
nº 8 Op. 110. A. BORODIN: Cuarteto de
cuerda nº 2. M. RAVEL: Cuarteto de cuer-
da enfa mayor / Cuarteto Borodin (1962)
/ BBC LEGENDS / Ref.: BBCL 4063-2 (1
CD) P.V.P.: 5,95 €.-
CHERKASSKY interpreta HAENDEL: Aria
& Variaciones The Harmonious Blacksmith.
BRAHMS: Variaciones & Fuga sobre un
tema de Haendel, Op.24. BERG: Sonata
para piano Op.1. SKALKOTTAS: 15
pequeñas variaciones. PROKOFIEV:
Tocata en Re menor Op.11. CHOPIN:
Sonata para piano No.3 en Si menor,
Op.58 / Shura Cherkassky, piano (1963
& 1964) / BBC LEGENDS / Ref.: BBCL
4212-2 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-
JOCHUM dirige HAYDN: Sinfonía en sol
mayor, Hob. I:100 "Militar"*; Sinfonía en
re mayor, Hob I:101 "El reloj"* & HINDE-
MITH: Metamorfosis sinfónicas sobre
temas de Weber** / London Philharmonic
Orchestra* / London Symphony
Orchestra**. Dir.: Eugen Jochum (1973*
& 1977**) / BBC LEGENDS / Ref.: BBCL
4176-2 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-
SÖDERSTRÖM interpreta Lieder y esce-
nas operísticas de STRAUSS, RAVEL &
MOZART / E. Söderström, Soprano. Royal
Phil Orch. A. Dorati. BBC SO. P. Boulez.
Royal Liverpool Phil Orch. J.Pritchard
(1976,1971 & 1970) / BBC LEGENDS /
Ref.: BBCL 4153-2 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-
VICTORIA DE LOS ÁNGELES interpre-
ta Scarlatti, Haendel, Schubert,
Schumann, Brahms, Stravinsky, Ravfel,
Duparc, Halffter, Vives, Nin, Obradors,
Delibes, Valverde & Berlioz / Victoria de
los Ángeles, soprano. Gerald Moore, pia-
no. BBC Symphony Orchestra. Rudolf
Schwarz, dirección / BBC LEGENDS /
Ref.: BBCL 4101-2 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-
STOKOWSKI dirige SCRIABIN: El Poema
del Éxtasis, op.54; BERLIOZ: Symphonie
Fantastique, op.14 / New Philharmonia
Orchestra. Leopold Stokowski, dirección
(1968) / BBC LEGENDS / Ref.: BBCL
4018-2 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-
BEECHAM dirige MENDELSSOHN:
Obertura La bella Melusina op.32; ADDI-
SON: Carta blanca (Suite de ballet);
BEETHOVEN: Sinfonía n° 7; SAINT-
SAËNS: Danza de las sacerdotisas
DEBUSSY: Cortège & air de danse
(Extracto de L'Enfant Prodigue); GOU-
NOD: El sueño de Julieta (Extracto de
Roméo & Juliette) / Royal Philharmonic
Orchestra. Dir.: Thomas Beecham (1959)
/ BBC LEGENDS / Ref.: BBCL 4012-2 (1
CD) P.V.P.: 5,95 €.-
JOSEF SUK interpreta DVORÁK:
Concierto para violín; BEETHOVEN:
Concierto para violín / Josef Suk, violín.
BBC Symphony Orchestra. Sir Malcolm
Sargent, director (1964 y 1965) / BBC
LEGENDS / Ref.: BBCL 4257-2 (1 CD)
P.V.P.: 5,95 €.-
JOHANNES BRAHMS (1833-1897): Un
réquiem alemán / Ileana Cotrubas, sopra-
no. Dietrich Fischer-Dieskau, barítono /
Edinburgh International Festival Chorus.
London Philharmonic Orchestra. Carlo
Maria Giulini, director (1978) / BBC
LEGENDS / Ref.: BBCL 4246-2 (1 CD)
P.V.P.: 5,95 €.-
JACQULINE DU PRÉ interpreta ELGAR:
Concierto para chelo en Mi menor; RAI-
NIER: Concierto para chelo; RUBBRA:
Sonata para chelo / Jacqueline du Pré,
chelo. Iris du Pré, piano. BBC Symphony
Orchestra. Dirs.: Sir Malcolm Sargent,
Norman Del Mar (1964 y 1962) / BBC
LEGENDS / Ref.: BBCL 4244-2 (1 CD)
P.V.P.: 5,95 €.-
BARBIROLLI dirige BRUCKNER: Sinfonía
No. 7 en Mi bemol Mayor. BEETHOVEN:
Obertura Egmont; Obertura Prometheus
Overture / Hallé Orchestra. Dir.: John
Barbirolli (Grabaciones de 1967 a 1969)
/ BBC LEGENDS / Ref.: BBCL 4186-2 (1
CD) P.V.P.: 5,95 €.-
GOODALL dirige BRUCKNER: Sinfonía
No. 9 en Re menor / BBC Symphony
Orchestra. Dir.: Reginald Goodall (1974)
/ BBC LEGENDS / Ref.: BBCL 4174-2 (1
CD) P.V.P.: 5,95 €.-
BRAIN interpreta BEETHOVEN: Quinteto
para piano y viento op.16; JACOB: Sexteto
para quinteto de viento y piano op.3;
HINDEMITH: Sonata para trompa y pia-
no; VINTER: Hunter's Moon / Quinteto de
Viento Dennis Brain. Orquesta de con-
ciertos de la BBC. Dir.: Vilem Tausky /
BBC LEGENDS / Ref.: BBCL 4164-2 (1
CD) P.V.P.: 5,95 €.-
MYRA HESS interpreta BEETHOVEN:
Concierto para piano y orquesta No. 4
en Sol Mayor, op. 58; MOZART: Concierto
para piano y orquesta No. 23 en La
Mayor, KV 488; Adagio en Si menor, KV
540; Rondó en Re Mayor, KV 485 /
London Philharmonic Orchestra. Dir.:
Adrian Boult (1958 & 1961) / BBC
LEGENDS / Ref.: BBCL 4111-2 (1 CD)
P.V.P.: 5,95 €.-
JANET BAKER interpreta MAHLER: La
canción de la Tierra; BRAHMS: Rapsodia
para contralto / John Mitchinson, tenor /
BBC Northern Symphony Orchestra. BBC
Men's Chorus. BBC Symphony
Orchestra. Dirs.: Raymond Leppard, Sir
Adrian Boult (1968 y 1977) / BBC
LEGENDS / Ref.: BBCL 4243-2 (1 CD)
P.V.P.: 5,95 €.-
THOMAS BEECHAM dirige BEETHO-
VEN: Sinfonía No. 9 en Re menor, op.
125 Coral / Fisher, Merriman, Lewis, Borg
/ Edinburgh Festival Chorus. Royal
Philharmonic Orchestra. Dir.: T. Beecham
(1956) / BBC LEGENDS / Ref.: BBCL
4209-2 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-
GENNADI ROZHDESTVENSY dirige
obras de ballet de TCHAIKOVSKY, SHOS-
TAKOVICH & STRAVINSKY / BBC
Symphony Orchestra. Dir.: Gennadi
Rozhdestvensky (1981 & 1987) / BBC
LEGENDS / Ref.: BBCL 4204-2 (1 CD)
P.V.P.: 5,95 €.-
JOHN OGDON interpreta BRAHMS:
Concierto para piano No.2 en Si bemol
Mayor, op. 83. BEETHOVEN: Sonata para
piano No.32 en do menor, Op.111 / John
Ogdon, piano. Hallé Orchestra. John
Barbirolli, dirección (1966 & 1963) / BBC
LEGENDS / Ref.: BBCL 4183-2 (1 CD)
P.V.P.: 5,95 €.-
SIR JOHN BARBIROLLI dirige: BRUCK-
NER: Sinfonía nº3 en Re menor; WAG-
NER: Obertura y bacanal de Tannhäuser
/ Orquesta Hallé. Dir.: Sir John Barbirolli
/ BBC LEGENDS / Ref.: BBCL 4161-2 (1
CD) P.V.P.: 5,95 €.-
CARLO MARIA GIULINI dirige BRUCK-
NER: Sinfonía No.8 DVORAK: Sinfonía
No.8 & ROSSINI: Obertura de
Semiramide / Philharmonia Orchestra.
Dir.: Carlo Maria Giulini (Londres, 1983
& 1963) / BBC LEGENDS / Ref.: BBCL
4159-2 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-

VAN BEINUM dirige BEETHOVEN:
Sinfonías Nos. 2 & 7 / Philharmonia
Orchestra. Dir.: Eduard van Beinum,
(1958) / BBC LEGENDS / Ref.: BBCL
4124-2 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-
KEMPFF interpreta Mozart, Schubert,
Beethoven & Brahms / Wilhelm Kempff,
piano (1967) / BBC LEGENDS / Ref.:
BBCL 4169-2 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-
ARTUR RUBINSTEIN interpreta
Tchaikovsky: Concierto para piano No.1;
Schumann: Concierto para piano (+
Rubinstein conversa con M. Oliver).
Grabaciones de 1961 & 1957 /
Philharmonia Orchestra.C.M. Giulini. BBC
SO. R .Schwarz / BBC LEGENDS / Ref.:
BBCL 4152-2 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-

Los discos del zoco no computan para los descuentos señalados en el boletín de pedido.
 el zoco 223 / marzo 2013 37

zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco

La magnífica colección económica Glossa Cabinet recupera para el melómano algunas de las mejores grabaciones del sello, ante-
riormente descatalogadas, a un precio tan asequible como 9,95 euros, y acaba de editarse una nueva entrega con seis interesantes
discos muy añorados. Nuestro Siglo de Oro nos trae tesoros como el Réquiem de Francisco Guerrero, la música para el Viernes Santo
de Tomás Luís de Victoria, o piezas para tecla de Antonio de Cabezón, mientras que de allende nuestras fronteras vienen el Concierto para clarinete de
Mozart, en la límpida versión de Eric Hoeprich y la Orquesta del Siglo XVIII bajo la dirección de Frans Brüggen, un delicado recorrido a cargo de Mara
Galassi por la música para arpa de la Italia del XVII titulado Il viaggio di Lucrezia, y algunas de las más hermosas composiciones polifónicas judías escri-
tas para la barroca corte de los Gonzaga por Salomone Rossi. Buenos ejemplos de que la excelencia no está reñida con la economía.

IL VIAGGIO DI LUCREZIA: Música para arpa en la Italia del s. ANTONIO DE CABEZÓN (1510–1566): Música para tecla (Serie
XVII (Serie Cabinet) / Mara Galassi, doble arpa / GLOSSA Cabinet) / Enrico Baiano, clave / GLOSSA CABINET / Ref.:
CABINET / Ref.: GCD C81301 (1 CD) P.V.P.: 9,95 €.- GCD C80004 (1 CD) P.V.P.: 9,95 €.-

SALOMONE ROSSI (C. 1750-C. 1639): Polifonía judía en la
corte de Gonzaga / Ensemble Daedalus. Roberto Festa, direc-
tor / GLOSSA CABINET / Ref.: GCD C80006 (1 CD) P.V.P.: 9,95
€.-
FRANCISCO GUERRERO (1528-1599): Réquiem (Serie Cabinet)
/ Orchestra of the Renaissance. Richard Cheetham, director.
Michael Noone, director invitado / GLOSSA CABINET / Ref.:
GCD C81402 (1 CD) P.V.P.: 9,95 €.-
TOMÁS LUIS DE VICTORIA (1548-1611): Música para el Viernes
Santo (Serie Cabinet) / La Colombina / GLOSSA CABINET /
Ref.: GCD C80005 (1 CD) P.V.P.: 9,95 €.-
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Concierto para
clarinete (Serie Cabinet) / Eric Hoperich, clarinete. Orchestra
of the 18th Century. Frans Brüggen, director / GLOSSA CABI-
NET / Ref.: GCD C80005 (1 CD) P.V.P.: 9,95 €.-

Este mes Brilliant se lanza al ruedo nada menos que con una caja de 21 discos de Joaquín Rodrigo y otra de 16 con música de Henry
Purcell (con intérpretes ilustres como Trevor Pinnock, Ottavio Dantone, Paul McCreesh o el Gabrieli Consort. De menor eslora pero
idéntica belleza son los estuches pianísticos dedicados a la música de Simeon Ten-Holt y a las transcripciones que hizo Liszt sobre
obras de Wagner y Verdi. Seguimos con piano, esta vez en manos de Christoph Eschenbach, que, arropado por las Sinfónicas de Londres
y Chicago, nos trae los conciertos Tercero y Quinto de Beethoven. Viajar a Italia desde nuestro sillón será sencillo escuchando la integral de los cuarte-
tos de cuerda de Nardini, el 3º volumen de la música orquestal de Ottorino Respighi, y fantasías para guitarra sobre temas de ópera realizadas en su
mayoría por compositores de aquella mediterránea nación. Cerramos con música vocal, con cantatas de dos autores bien distintos: Rimsky-Korsakov
y Haendel. Para todos los gustos y todos los bolsillos.

JOAQUÍN RODRIGO (1901-1999):
Joaquín Rodrigo Edition / Alberto
Guinovart, Victoria Kamhi, Marta
Zabaleta y Joaquín Rodrigo, piano / BRI-
LLIANT / Ref.: 9297 (21 CD) P.V.P.: 42,95
€.-
SIMEON TEN-HOLT (1923-2012): Música
para piano solo vol. 1-5 / Jerder van Veen,
piano / BRILLIANT / Ref.: 9434 (5 CD)
P.V.P.: 19,75 €.-
OTTORINO RESPIGHI (1879-1936):
Integral de la música orquestal, vol. 3 /
Orchestra Sinfonia di Roma. Francesco La
Vecchia, director / BRILLIANT / Ref.:
94394 (2 CD) P.V.P.: 7,90 €.-
PIETRO NARDINI (1722-1793): Integral
de los cuartetos para cuerda / Quartetto
Eleusi / BRILLIANT / Ref.: 94438 (1 CD)
P.V.P.: 3,95 €.-
FANTASIAS DE OPERA: Obras de
Regondi , Coste, Giuliani, Mertz, Legnani,
... / Roch Modrzejewski, guitarra / BRI-
LLIANT / Ref.: 94446 (1 CD) P.V.P.: 3,95
€.-
NIKOLAI RIMSKY-KORSAKOV (1844-
1908): Cantatas / Moscow Symphony
Orchestra, Dir.: Victor Popov / BRILLIANT
/ Ref.: 94495 (1 CD) P.V.P.: 3,95 €.-
GEORG FRIEDRICH HAENDEL (1685-
1759): Apollo e Dafne "La terra e libera-
ta"; The Alchymist, HWV 43 / Nicola
Wemyss, Tom Sol, Michael Borgstede /
Musica ad Rhenum. Dir.: Jed Wentz / BRI-
LLIANT / Ref.: 94600 (1 CD) P.V.P.: 3,95
€.-
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827):
Conciertos para piano 3 & 5 / Christoph
Eschenbach, piano. London Symphony
Orchestra. Boston Symphony Orchestra
/ BRILLIANT / Ref.: 94602 (1 CD) P.V.P.:
3,95 €.-
FRANZ LISZT (1811-1866):
Transcripciones de Wagner & Verdi /
Michele Campanella, piano / BRILLIANT
/ Ref.: 94610 (3 CD) P.V.P.: 11,85 €.-
HENRY PURCELL (1659-1695): Purcell
Collection / Pieter-Jan Belder, clave. The
English Concert, Trevor Pinnock, Gabrieli
Consort, Paul McCreesh, Ottavio
Dantone, Michael Chance, Musica ad
Rhenum, Musica Amphion / BRILLIANT
/ Ref.: 94665 (16 CD) P.V.P.: 29,95 €.-

Para muchos, el mejor cantante de todos los tiempos por su indiscutible técnica vocal es nuestro Alfredo Kraus. Podremos
VOCACION comprobarlo fácilmente con un disco doble que recoge algunas de sus piezas favoritas y de lucimiento. También aparece
un doble álbum dedicado a uno de los grandes barítonos que ha dado nuestra lírica: Manuel Ausensi, y no se queda atrás,
pero en el extenso campo del piano, la siempre añorada Alicia de Larrocha, a quien podemos escuchar en dos discos dedicados a composiciones espa-
ñolas. Tres de los mejores, al mejor precio.

ALFREDO KRAUS: Arias famosas /
Alfredo Kraus, tenor. Varias orquestas y
directores / VOCACION / Ref.: VMZ-
57005 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-
ALICIA DE LARROCHA: Musica espa-
ñola / Alicia de Larrocha, piano / VOCA-
CION / Ref.: VMZ-57036 (2 CD) P.V.P.:
11,90 €.-
MANUEL AUSENSI: Romanzas de zar-
zuelas (La calesera, La dolorosa, El dia-
blo en el poder, Vover a empezar,
Amapola, Granada y otras) / Manuel
Ausensi / VOCACION / Ref.: VMZ-57037
(2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-

Los discos del zoco no computan para los descuentos señalados en el boletín de pedido.
 di v e r di
el chupito
Wagner arrasa
Juan Ángel Vela del Campo
“El magnetismo
La valquiria. Staatsoper Berlín
de Wagner está
fuera de dudas y
se manifiesta en
numerosas
convocatorias.”
Recordemos. En abril de 2011 se anunció a bom-
bo y platillo una colaboración del Festival de Pascua
de Salzburgo con el Teatro Real de Madrid, que se
traducía en la coproducción entre ambas entida-
des de las óperas Salome, Carmen y Parsifal. La
Filarmónica de Berlín, con su director Simon Rattle
al frente, se integraría en las temporadas madrile-
ñas en 2013, 1014 y 2015. Justamente este año del
bicentenario de nacimiento de Wagner, Parsifal se
iba a representar en Salzburgo y posteriormente
en Madrid. Todo se ha quedado en un sueño.
Sigamos recordando. Un mes después de esta
sustanciosa negociación se rompió el idilio entre
la Filarmónica de Berlín y el Festival de Pascua de
Salzburgo, tras 45 años de convivencia feliz. No
entramos en las razones de fondo. En lo que se
refiere a la repercusión madrileña de esta ruptu-
ra se limitó la cooperación a una sola ópera, eligién-
dose La flauta mágica, con puesta en escena de
Robert Carsen. Algo es algo, pero también se fue
al garete esta posibilidad como consecuencia de la
crisis económica y la retirada de algunas subven-
ciones públicas en España. La esperada presencia
de la Filarmónica de Berlín se limita actualmente
en Madrid a la Novena de Beethoven. Menos da una
piedra, pero no es lo mismo.
La flauta mágica se representa a partir del pró-
ximo 23 de marzo en Baden Baden inaugurando un
festival en el que participan primeras figuras de la
interpretación. El mismo día Christian Thielemann
y la Staatskapelle de Dresde toman el relevo de los
berlineses y Rattle en el Festival de Pascua de
Salzburgo, la gran herencia de Karajan puesta en
marcha en 1967. Para empezar esta nueva era han
elegido Parsifal, que es algo así como la piedra filo-
sofal de Thielemann. Wagner invade Salzburgo y
Mozart emigra a Baden Baden. Curioso. ¿Por cuál
de las dos convocatorias se decantará el día 23 la
señora Merkel? En Madrid nos quedamos sin este
editorial
Mozart y sin este Wagner, aunque como consue-
lo se ha podido escuchar en una manifestación
frente al Hospital de la Princesa un coro reivindi-
cativo con la música de Rigoletto cambiando la fra-
se La donna è mobile por Sanidad pública. Es lo
que hay. Paradójicamente el próximo Verdi en el
Real –Vísperas sicilianas– será en junio de 2014 y en
versión de concierto “lo cual permite apreciar
mejor las finas innovaciones que muestra un arte
en constante transformación”, según la informa-
ción oficial del Teatro Real. Sin comentarios.
Volvamos a Centroeuropa. Este mes de mar-
zo Wagner está que se sale. Daniel Barenboim cul-
mina a comienzos de mes con El ocaso de los dioses
su ciclo sobre El anillo del Nibelungo en Berlín,
mientras el día de Viernes Santo comienzan en
Colonia, entre la catedral y el Rin, las representa-
ciones de una nueva producción de Parsifal, diri-
gida por Carlos Padrissa, de La Fura dels Baus,
después de su apoteósico Sonntag, de Stockhausen,
hace un par de años. Son citas estelares, como la
de Thielemann en Salzburgo, aunque no las úni-
cas. El magnetismo de Wagner está fuera de dudas
y se manifiesta en numerosas convocatorias.
Thielemann, por ejemplo, no da abasto a sus
compromisos wagnerianos. En el Festival de
Dresde dedica en mayo dos conciertos al compo-
sitor, uno de ellos con el tenor Jonas Kaufmann.
El 22 de mayo dirige en la Festspielhaus de Bayreuth
el concierto-fiesta de cumpleaños. También en
Bayreuth se pone al frente de una versión esceni-
ficada de Rienzi, a comienzos de julio en la sala
Oberfrankenhalle, en un ciclo de las tres óperas de
juventud de Wagner realizado en colaboración con
Leipzig. El 25 de julio inaugura el Festival de la
verde colina con El holandés errante. Ni que decir
tiene que participará también interpretando a
Wagner en el 75º Festival de Lucerna con la
Staatskapelle de Dresde. ¿Quien da más?