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9 importantes factores que pueden

provocar bullying y cómo prevenirlo


Autor: Centauro

Casi todos en alguna época de nuestra infancia o adolescencia hemos sido


víctimas de algún tipo de abuso, tal vez físico, tal vez verbal o de algún otro
tipo. ¿Lo recuerdas? ¡Por supuesto que no lo deseas de ninguna manera
para tu hija o tu hijo! Y mucho menos después de ver las consecuencias tan
graves que puede llegar a tener, que algunos niños no solamente pierden
su autoestima sino que incluso han perdido la vida a causa de esta seria
amenaza.

¿Qué es el “bullying”?
El nombre en español debería ser acoso, maltrato u hostigamiento escolar,
pero en la actualidad hay una gran tendencia a utilizar palabras en inglés ya
sea en la televisión, el radio, las redes sociales, etc., por lo que término
“bullying” está ampliamente difundido en muchos países de habla hispana.

Su significado en una sola palabra es maltrato o abuso, ya sea físico,


verbal, emocional o de cualquier otro tipo, ya sea frente a frente, cibernético
o de alguna otra forma. Generalmente aparece en la preadolescencia y se
da principalmente en el medio escolar o en agrupaciones extraescolares
infantiles o juveniles comunitarias, sociales, etc. Aunque en menor grado
el bullyingtambién puede darse entre o hacia los maestros o los padres y
hacia o por los directivos de las escuelas.

El bullying es una forma de tortura metódica mediante la cual el acosador


sistemáticamente somete a su víctima hasta dominarla de alguna forma.
Cabe destacar que no siempre se trata del uso de la fuerza física por lo que
es preciso poner mucha atención ante cualquier cambio de comportamiento
u otros síntomas que puedan indicarnos que algo está pasando.

Estos cambios pueden ser casi imperceptibles, como decir que tienen
mucho sueño y no quieren ir a la escuela, o que no quieren usar sus gafas o
el aparato ortopédico que necesitan. Tal vez tu pequeño no quiera sonreir
porque tiene los dientes manchados por caries, o los tiene “chuecos”.
Recuerda que detrás de casi cualquier pretexto o aparente desinterés
puede esconderse algo muy serio.

Principales tipos de bullying.

 Físico. Puede incluir diferentes acciones como por ejemplo puñetazos,


empujones, puntapiés, manoseos, cosquillas, pellizcos, bofetadas,
luchas, uso de objetos para lastimar, ya sean armas, objetos
punzocortantes, para golpear, etc.
 Emocional. Este tipo de bullying causa gran daño a las víctimas aunque
su integridad física en apariencia no esté en peligro y puede presentarse
entre otras formas:
1. Haciendo correr rumores de detalles vergonzosos y/o falsos sobre el
niño o niña
2. Evitando que forme parte de un cierto grupo.
3. Poniéndolos en ridículo ante los demás.
4. Ignorándolos a propósito como cuando se aplican “la ley del hielo”
(nadie les habla bajo ninguna circunstancia).
5. Provocándolos hasta que ya no pueden soportar la presión de los otros
y estallan en forma agresiva, con llanto, o sucumben a las exigencias
del acosador pero caen después en estados depresivos o de ansiedad.
6. Tratándolos siempre con frases hirientes.
7. Menospreciándolos o burlándose de sus defectos físicos,
enfermedades, personalidad, etc.
 Verbal. Cuando hay calumnias, insultos, bromas pesadas de palabra,
obsenidades, menosprecio, comentarios hirientes sobre su
indumentaria, sus defectos físicos, etc.
 Ciber-bullying. Es cuando un chico o chica es ridiculizado, amenazado,
humillado, avergonzado, calumniado, etc., públicamente ya sea en las
redes sociales, por internet, mensajerías y cualquier otro medio del
espacio cibernético.
 Sexual. Es cuando de alguna manera los chicos o chicas se ven
forzados por uno o varios de sus compañeros a realizar alguna acción
de tipo sexual bajo amenazas o cualquier otro tipo de presión. Esto
puede incluir comentarios, manoseos, hacerlos mostrar sus partes
íntimas y más.
 Grupal. El bullying puede darse ya sea de un niño hacia otro o bien de
un grupo hacia un solo niño o hacia varios.
Factores que pueden provocar bullying
Aunque antes no se utilizaba la palabra, este tipo de abusos han existido
desde siempre, pero los medios de comunicación tienen un lugar importante
en este problema ya que la difusión de cualquier imagen o situación puede
llegar a tener un inmediato y gran alcance, lo que puede a su vez agravar
los efectos y/o consecuencias. Por otro lado también gracias a esta misma
tecnología bien aplicada es posible detectar posibles situaciones de riesgo.

Entre los principales factores que pueden causar el bullying destacan:

1. Obesidad o muy bajo peso.


2. Problemas de lenguaje
3. Presentación personal, forma de vestir, falta de higiene.
4. Estrabismo, uso de anteojos, etc.
5. Dientes desalineados, disparejos o falta de ellos,
6. Uso de aparatos de ortodoncia, brackets, etc.
7. Defectos físicos, capacidades diferentes, etc.
8. Color de piel
9. Estatura muy diferente a la de los demás, ya sea que se es muy bajo o
demasiado alto.
10. Posición económica o cultural diferente. Hábitos, costumbres, forma
de vestir, de hablar, la forma en que son tratados por sus padres,
comportamiento de éstos, etc.
Cualquiera de estos factores, ya sea uno solo o varios pueden ser motivo de
que tus hijos sean víctimas del acoso por lo que debes tener especial
cuidado en su desarrollo y su comportamiento, y tomar las medidas
necesarias para evitarles en lo posible cualquier situación que ponga en
riesgo su integridad física y emocional.

Ante cualquier indicio de que algo anda mal lo mejor es la comunicación


tanto con tus hijos como con los maestros, los padres de los compañeros y
en general con todo el personal de la escuela, el club, etc., tengan o
no contactocon los pequeños.

Si tienen algún problema físico y están bajo tratamiento médico, si necesitan


usar gafas, aparatos ortopédicos, de ortodoncia, o de cualquier otro tipo
apóyalos y vigila muy de cerca para evitar cualquier situación de riesgo. La
escuela debe brindarte el apoyo necesario para que tu hijo o hija sea
respetado y no sufra de ningún tipo de acoso por parte de absolutamente
nadie y que pueda continuar tranquilamente con su tratamiento, sea cual
sea. Recuerda que la palabra clave es la comunicación. ¡Procúrala!

Acoso escolar o Bullying


El acoso escolar es una amenaza que puede afectar a cualquier niño

Bullying es una palabra inglesa que significa intimidación. Desgraciadamente, esta palabra
está de moda debido a los inumerables casos de persecución y de agresiones que se están
detectando en las escuelas y colegios, y que están llevando a muchos escolares a vivir
situaciones verdaderamente aterradoras.
El bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas,
que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u
otros.

¿Qué es el acoso escolar o bullying?


La persona que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de
constantes amenazas, insultos, agresiones o vejaciones, y así tenerlo bajo su completo
dominio a lo largo de meses e incluso años. La víctima sufre callada en la mayoría de los
casos. El maltrato intimidatorio le hace sentir dolor, angustia y miedo, hasta tal punto que,
en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras como el suicidio.
El hostigamiento y el maltrato verbal o físico entre escolares es bullying. Es un acoso
sistemático, que se produce reiteradamente en el tiempo, por parte de uno o varios
acosadores a una o varias víctimas. La definición de Dan Olweus que dice que "un
estudiante se convierte en víctima de acoso escolar cuando está expuesto, de forma
reiterada y a lo largo del tiempo, a acciones negativas llevadas a cabo por otro u otros
estudiantes”, es la más aceptada.
Los expertos señalan que el bullying implica tres componentes clave:
1. Un desequilibrio de poder entre el acosador y la víctima. Este desequilibrio puede ser
real o sólo percibido por la víctima.
2. La agresión se lleva a cabo por un acosador o un grupo que intentan dañar a la víctima de
un modo intencionado.
3. Existe un comportamiento agresivo hacia una misma víctima, que se produce de forma
reiterada.

Tipos de acoso escolar


Con frecuencia aparecen varios tipos de forma simultánea:
Físico: consiste en la agresión directa a base de patadas, empujones, golpes con objetos.
También puede ser indirecto cuando se producen daños materiales en los objetos personales
de la víctima o robos.
Verbal: es el más habitual. Sólo deja huella en la víctima. Las palabras tienen mucho poder
y minan la autoestima de la víctima mediante humillaciones, insultos, motes, menosprecios
en público, propagación de rumores falsos, mensajes telefónicos ofensivos o llamadas,
lenguaje sexual indecente…
Psicológico: se realiza mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o
dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer…
Social: consiste en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima. En la práctica,
los acosadores impiden a la víctima participar, bien ignorando su presencia y no contando
con él/ ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.

Bullying en los colegios


En España, se estima que un 1,6 por ciento de los niños y jóvenes estudiantes sufren por
este fenómeno de manera constante y que un 5,7 por ciento lo vive esporádicamente.

Los datos se repiten alrededor del mundo, el acoso escolar afecta a niños de todas las
condiciones sociales, está presente en colegios públicos y privados, en ciudades grandes y
en pueblos más pequeños.

Casos y tragedias de bullying


'Libre, libre. Mis ojos seguirán aunque paren mis pies.' Estas fueron algunas de las últimas
palabras que dejó escritas Jokin Zeberio, de 14 años, antes de suicidarse, tirándose al vacío
con su bicicleta, desde lo alto de la muralla de Hondarribia, España, en septiembre de 2004.
Jokin venía sufriendo el acoso de sus colegas desde hacía años. Las continuas amenazas,
humillaciones, insultos, golpes, palizas, le hicieron sufrir y lo llevaron a la muerte. El hecho
hizo sonar la alarma social, política y educativa. Pero, lamentablemente, no frenaron el
fenómeno. Los casos de bullying afloran y cada día nos percatamos de que no son recientes
ni raros.

Consecuencias del acoso escolar


Las consecuencias del bullying son nocivas para la víctima y el agresor

El bullying o acoso escolar no hace distinciones sociales o de sexo. A pesar de la creencia


extendida de que los centros escolares situados en zonas menos favorecidas son, por
definición, más conflictivos, lo cierto es que el bullying está presente en casi cualquier
contexto social.
Respecto al sexo, tampoco se aprecian diferencias, al menos en lo que respecta a
las víctimas. En cambio, en el perfil del agresor sí se aprecia predominancia de los varones.

Consecuencias del acoso escolar para la víctima

Las consecuencias del acoso escolar son muchas y profundas. Para la víctima de acoso
escolar, las consecuencias se notan con una evidente baja autoestima, actitudes pasivas,
trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, depresión, ansiedad o pensamientos
suicidas. También se suman a esta lista, la pérdida de interés por las cuestiones relativas a
los estudios, lo que puede desencadenar una situación de fracaso escolar, así como la
aparición de trastornos fóbicos de difícil resolución.

¿Cómo detectar a una víctima de acoso escolar?


Las víctimas de acoso escolar suelen caracterizarse por presentar un constante aspecto
contrariado, triste, deprimido o afligido, por faltar frecuentemente y tener miedo a las
clases, o por tener un bajo rendimiento escolar. En el apartado físico, estas víctimas suelen
somatizar en su cuerpo su problema, presentando dificultad para conciliar el sueño, dolores
en el estómago, el pecho, de cabeza, náuseas y vómitos, así como llanto constante. Sin
embargo, esto no quiere decir que todos los niños que presenten este cuadro estén sufriendo
un acoso escolar. Antes de dar un diagnóstico al problema, es necesario investigar y
observar más al niño.
Efectos del acoso escolar en el agresor
En cuanto a los efectos del bullying sobre los propios agresores, algunos estudios indican
que los ejecutores pueden encontrarse en la antesala de las conductas delictivas. También
el resto de espectadores, la masa silenciosa de compañeros que, de un modo u otro, se
sienten amedrentados por la violencia de la que son testigos, se sienten afectados, pudiendo
provocar cierta sensación de que ningún esfuerzo vale la pena en la construcción de
relaciones positivas.
Para el agresor, el bullying le dificulta la convivencia con los demás niños, le hace actuar de
forma autoritaria y violenta, llegando en muchos casos a convertirse en un delincuente o
criminal. Normalmente, el agresor se comporta de una forma irritada, impulsiva e
intolerante. No saben perder, necesitan imponerse a través del poder, la fuerza y la
amenaza, se meten en las discusiones, cogen el material del compañero sin su
consentimiento, y exteriorizan constantemente una autoridad exagerada.

Papel de los padres frente al acoso escolar


Qué deben hacer los padres cuando su hijo es el acosador o el acosado en
la escuela

La intervención de los padres, tanto del acosado como del acosador, frente al fenómeno
del acoso escolar o bullying es muy necesaria. Estar a uno u otro lado de la barrera es estar
en el problema y tan importante es impedir que el acosador siga acosando como que la
víctima siga sufriendo acosos. No obstante, abordar el problema en ambos casos no es fácil,
por lo que hemos recopilado algunos consejos para orientar a los padres a la hora de actuar
frente a un casos de bullying escolar:

Cuando tu hijo es la víctima del acoso


En el caso de que los padres sospechen de que su hijo es un acosado o víctima de bullying,
es sumamente positivo establecer un canal de comunicación y de confianza con tu hijo para
que él se sienta cómodo al hablar contigo acerca de todo lo bueno y lo malo que está
viviendo. Si tu hijo es una víctima, habla con él, y comprometete a ayudarlo a resolver este
problema. Dile que él no es el culpable de esta situación. No le hagas sentirse culpable ni le
abandones. Intenta siempre algo más.
Siéntate junto a tu hijo y hablad del tema. Házle sentir que está arropado, sin estimular la
dependencia. Implica a tanta gente como sea posible y sigue esos consejos:

1. Investiga en detalle lo que está ocurriendo. Escucha a tu hijo y no lo interrumpas. Deja


que desahogue su dolor.

2. Ponte en contacto con el profesor de tu hijo, con la dirección del colegio y con el jefe de
estudios para alertarlos acerca de lo que ocurre, y pide su cooperación en la investigación y
en la resolución de los hechos.
3. No estimules a tu hijo para que se muestre agresivo o tome venganza. Empeoraría más la
situación.

4. Discute alternativas asertivas para responder a los acosadores y practica respuestas con tu
hijo.

5. En el caso de que el acoso continúe, prepárate para ponerte en contacto con un abogado.

6. Dependiendo del grado de ansiedad y de miedo en el que esté envuelto tu hijo, búscale
un psicólogo para ayudarle a que supere este trauma. Pero jamás te olvides que la mejor
ayuda, en esos casos, es la de la familia.

7. Mantén la calma y no demuestres toda tu preocupación. Demuestra determinación y


positivismo.

Cuando tu hijo es el acosador


Es muy difícil para muchos padres reconocer algo negativo en la conducta de sus hijos, por
eso es muy importante, cuando se detecta el caso, que ellos trabajen directamente con la
escuela para resolver este problema, de una forma inmediata, ya que normalmente el
problema de una mala conducta suele crecer como una bola de nieve. Lo que jamás deben
hacer los padres del acosador es usar la violencia para reparar el problema. Pueden ser
acusados de malos tratos hacia su hijo.
Estos consejos pueden ayudarte a canalizar la situación hacia un lado positivo:

1. Investiga por qué tu hijo es un acosador.


2. Habla con los profesores, píeales ayuda, y escucha todas las críticas sobre tu hijo.

3. Acércate más a los amigos de tu hijo y observa qué actividades realizan.


4. Establece un canal de comunicación y confianza con tu hijo. Los niños necesitan sentir
que sus padres les escuchan.

5. Vigílate para no culpar a los demás por la mala conducta de tu hijo.


6. Colabora con el colegio dando seguimiento al caso y registrando las mejoras.

7. Canaliza la conducta agresiva de tu hijo hacia algún deporte de competición, por


ejemplo.
8. Señala a tu hijo que la conducta de acoso no está permitida por la familia.

9. Déjale claro lo que ocurrirá si el acoso continúa.

10. Enséñale a practicar buenas conductas.


11. No ignores la situación. Mantén la calma y procura saber como ayudar a tu hijo.

12. Ayuda a tu hijo a manifestar sus insatisfacciones y frustraciones sin agresión.


13. Demuestra a tu hijo que le sigues amando tanto o más que antes. Pero que desapruebas
su comportamiento.
14. Anímale a que reconozca su error y a que pida perdón a la víctima. Elogia sus buenas
acciones.

Acoso escolar: ¿es conveniente cambiar de


colegio al niño?
¿Es un buen remedio cambiar al niño de colegio si sufre bullying?
Jimena Ocampo LozanoPsicopedagoga
El bulliyng o acoso escolar es una pesadilla para los niños y padres que lo sufren y en la
mayoría de los casos los padres no saben muy bien cómo actuar. Es una situación que
genera mucho estrés, angustia, ansiedad, sentimientos de culpa...
La intervención en un caso de acoso escolar es delicada e implica tanto al niño acosado y su
familia como al centro escolar como a al acosador y sus padres. Pero, ¿es recomendable
cambiar de colegio al niño ante un caso de bullying?

¿Debemos cambiar al niño de colegio ante un caso de acoso


escolar?

Aunque existen protocolos de detección e intervención en el acoso escolar, la realidad es


que es un tema muy complicado. En muchas ocasiones se tachan los episodios de acoso
como "cosas de niños", o situaciones que "siempre han existido en los colegios" o se culpa
a la víctima "por no saber defenderse".
Antes que cambiar de colegio al niño, debemos tener en cuenta estos consejos:

- Debería ser el centro educativo al que acude el que tomara ciertas medidas para evitar los
casos de acoso escolar, convertirse en un espacio en el que a violenciaestuviera fuera del
centro y de las aulas, que no se justificaran bajo ningún concepto estas situaciones, que
trabajara con los acosadores y sus familias y educara en el respeto a todos, en la resolución
adecuada de los conflictos y en la violencia cero.
- Pero en muchas ocasiones, y ante la impotencia que sufren en estos casos, los padres se
plantean cambiar al niño de colegio, para que esa situación se termine y que el niño pueda
empezar de cero, pero no siempre es la mejor solución, y de hecho, debería ser la última
opción que se tomara. El cambio de colegio debería ser la solución en casos muy graves y
puntuales y siempre que el resto de medidas no resulten efectivas, (o no se tomen).
- Cambiar de colegio al niño y pensar que con eso acabará todo, si no se toman otras
medidas, no nos garantizan que el acoso termine. El niño puede sentir ese cambio como un
castigo, pensar que la culpa es suya, que el problema está en él y además corremos el
riesgo transmitirle el mensaje que los problemas se solucionan "huyendo de ellos". Es
decir, "culpabilizamos" a la víctima, agravando el problema.
- Cuando un niño sufre acoso escolar, hay problemas de autoestima, de confianza en uno
mismo, dificultades de relación, etc...que no desaparecen con un cambio de colegio, están
ahí, como una mochila que el niño lleva a su espalda y condiciona la adaptación a un nuevo
centro. Por mucho que los adultos lo veamos como una nueva oportunidad de hacer amigos
y empezar de cero, el niño va condicionado y con miedo de que pueda ocurrirle de nuevo.

Consejos para ayudar al niño si sufre bullying


En los casos de acoso escolar es fundamental proteger a la víctima y realizar un trabajo
personal con el niño, (además de otras medidas) Enseñarle habilidades y darle herramientas
personales y emocionales para hacer frente a estas situaciones, y sobre todo a sus
consecuencias, evitando caer en la atribución de la causa del acoso a las características
personales del niño, (es inmaduro, no se defiende, es tímido, etc...).
El problema con el acoso escolar es que cuando los padres o adultos nos damos cuenta de la
situación, el niño lleva sufriéndolo ya mucho tiempo. Los niños no suelen contarlo de
inmediato, por miedo, porque se sienten culpables, por que han aprendido a que "las cosas
son así" y no pueden cambiarlas. Por lo que en el caso que sospechemos que nuestro hijo
sufre acoso escolar debemos actuar y tomar una serie de medidas para evitar que esto se
siga produciendo, como son informar al centro, por escrito para que quede constancia del
hecho, y exigir que se tomen medidas, (protocolos contra el acoso escolar, sanciones, etc)
Y en casos extremos en que el problema persiste y el centro no toma medidas efectivas,
pueden llegar a ser necesarias medidas como dejar de llevar al niño a clase, cambiar de
colegio , y/o denunciar formalmente al centro.
El agresor y la víctima del acoso escolar
Perfiles del acosador y del acosado de bullying

A diferencia del mobbing o acoso laboral, el acoso escolar tiene como escenario los centros
educativos. Como se trata, en su mayoría, de un acoso invisible para los adultos, los
profesores difícilmente tendrán conocimiento de lo que está sucediendo a través de los
padres. El agresor acosa a la víctima en los baños, en los pasillos, en el comedor, en el
patio, reservando sus acciones durante la ausencia de mayores. En algunos casos, el acoso
sobrepasa las paredes del colegio, pasando a ser telefónico e incluso por correo electrónico.

Víctimas y agresores en el acoso escolar

Según José Maria Avilés, psicólogo, experto y estudioso en el tema de acoso escolar,
asegura que el 6 por ciento del alumnado es víctima de este fenómeno. Pero advierte que 'es
preciso tratar el bullying con prudencia y no ver fantasmas donde no los hay'. El acoso
escolar no es un problema nuevo ni aislado, y lo que primero que hay que hacer en estos
casos es identificar la víctima y el agresor. Y tener la consciencia de que ambos sufren, y
por lo tanto, necesitan ser atendidos y tratados.
El bullying puede ser sexual, cuando existe un asedio, inducción y abuso sexual; puede
tratarse de una exclusión social cuando se ignora, se aísla y se excluye al otro; puede ser
psicológico, cuando existe una persecución, intimidación, tiranía, chantaje, manipulación y
amenazas al otro; y puede ser físico, cuando se golpea, empuja o se organiza una paliza al
acosado.
El agresor de bullying
Normalmente, el agresor tiene un comportamiento provocador y de intimidación
permanente. Posee un modelo agresivo en la resolución de conflictos, presenta dificultad
para ponerse en el lugar del otro, vive una relación familiar poco afectiva, y tiene muy poca
empatía. Según los expertos criminalistas y psicólogos, un niño puede ser autor
de bullying cuando solo espera y quiere que hagan siempre su voluntad, cuando le gusta
probar la sensación de poder, cuando no se siente bien o no disfruta con otros niños.
El bullying escolar se lleva a cabo cuando el agresor sufre intimidaciones o algún tipo de
abuso en casa, en la escuela o en la familia, o cuando es frecuentemente humillado por los
adultos, o cuando vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades. Los
agresores ejercen su acción contra su víctima de diversas formas: les golpean, molestan,
provocan, acosan con empujones y golpes, les nombran de una forma desagradable o
despectiva, les generan rumores, mentiras o bulos, les aíslan del grupo, les ofenden y les
anulan.

La víctima de bullying
Habitualmente, son niños que no disponen de recursos o habilidades para reaccionar, son
poco sociables, sensibles y frágiles, son los esclavos del grupo, y no saben reaccionar por
vergüenza o conformismo, siendo muy perjudicados por las amenazas y agresiones.

¿Qué es el Bullying?
El bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que
ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. La
persona que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de
constantes amenazas, insultos, agresiones o vejaciones, y así tenerlo bajo su completo dominio
a lo largo de meses e incluso años.
La víctima sufre callada en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hace sentir
dolor, angustia y miedo, hasta tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias
devastadoras como el suicidio.

Acosador
Personalidad del Agresor.
 Agresivo y fuerte impulsividad. Son las personas que ofenden ó provocan a los demás.
Que implican provocación ó ataques y al mismo tiempo se deja llevar por la emotividad
del momento.
 Ausencia de empatía.
 Poco control de la ira. Es cuando ante situaciones de tensión el sujeto puede llegar a
perder el control en su comportamiento pudiendo inclusive llegar a la agresión de la
persona o personas, que se piensa pueden ser causantes o responsables de la situación.
 Percepción errónea de la intencionalidad de los demás: siempre de conflicto y agresión
hacia él. Es la persona que siempre se muestra a la defensiva, siempre cree que otras
personas lo están agrediendo y suele exhibirse como victima para excusar su propia
conducta.
 Autosuficiente, jactanciosos. Se define como una persona que actúa con suficiencia
presunción, engreimiento, se muestran fanfarrones y arrogantes, ante cualquier situación
creyendo que nunca necesitan ayuda.
 Capacidad exculpatoria. Sin sentimiento de culpabilidad (el otro se lo merece). Son
personas que se la pasan divulgando sus actitudes agresivas contra otros sin ningún
remordimiento de conciencia, son incapaces de darse cuenta que le están haciendo daño a
otros.
 Bajo nivel de resistencia a la frustración.
 Escasamente reflexivo/a ó hiperactivo. Son individuos hiperactivos que se muestran
inquietos, impulsivos, con falta de atención, agresivos y desobedientes. Con frecuencia
están distraídos, no pareciendo escuchar cuando se le habla, no saben jugar solos y las
relaciones con sus compañeros se caracterizan por peleas y discusiones.
 Incapacidad para aceptar normas y convenciones negociadas. Las personas agresivas no
admiten perder, no son capaces de seguir las reglas y normas; su problema le hace que no
sepa mantener la disciplina en clase y esto hace que sean rechazado por sus compañeros.
 Déficit en habilidades sociales y resolución de conflictos. La relación con sus
compañeros no es buena, lo rechazan, por las diferentes actitudes que manifiestan ante el
grupo (agresividad, impulsividad…), nunca están dispuesto a una solución de un
problema. .
 Su evolución en el futuro puede derivar, si no se trata hacia la delincuencia o la agresión
familiar.
Aspectos Físicos del Agresor.
 Sexo masculino. Por lo general son los varones los que se imponen o se enfrentan en
conflictos.
 Mayor fortaleza física. Las personas que agraden, frecuentemente tienen mayor fortaleza
física ante su oponente y ante el sexo femenino.; su superior fortaleza física se produce
respecto a sus compañeros en general y de las victimas en particular.
Características del Ámbito familiar del Agresor:
 Carencia de fuertes lazos familiares, por lo general consecuencia de la carencia de afecto
y de dedicación con los suyos, esto incrementa el riesgo de que el niño y/o adolescente,
se convierta más tarde en una persona agresiva con lo demás.
 Emotividad mal encauzada en la familia. La familia juega un papel muy importante en el
desarrollo de la personalidad del sujeto, ya que ella va a ayudar a fomentar con su apoyo,
a través de la orientación y el afecto, la conducta. Siendo necesario para esto, una
comunicación efectiva que permita conocer los sentimientos y emociones del niño o
adolescente, para poder orientar en función de los valores, el sentir del sujeto. Si estos no
son tomados en cuenta, los conllevara a actuar de manera agresiva en su contexto
provocando con eso sentimientos de frustración.
 Permisividad familiar respecto al acceso del niño a la violencia: Uno de sus graves
problemas que origina esta situación e la no existencias de normas o estas no están
definidas claramente por lo cual los hijos no saben lo que se espera de ellos Los padres
permisivos dificultan a los hijos diferenciar lo que les hace bien de lo que no.
 Reflejo de cómo ejercen sobre él la violencia. Si partimos del hecho que para cualquier
persona las actitudes agresivas son perjudiciales, ya que son conductas intoleradas, esto
se agrava si son niños y/o adolescentes, sometidos a violencia familiar, las relaciones con
los padres, se vuelven críticas, manifestándose actitudes desafiantes, rebeldes y de
constante discusión.
 Si los padres o los maestros no le prestan suficiente atención, es decir no muestran
afecto, dedicación, tolerancia…, puede generar sentimientos, estados y sensaciones de
inseguridad, fracaso o insatisfacción, por no sentirse importante, y incidiendo en que se
conviertan en rebeldes y agresivos, como una forma negativa de buscar atención de los
adultos significativos, y se refugian en el grupo de amigos, con ellos se sienten acogidos,
protegidos, importantes y valorados, lo que les refuerza y da seguridad para acosar a
otros compañeros.
 El Modelaje: Al ver a sus padres o a sus hermanos mayores obtener lo que quieren
poniéndose en actitudes violentas. Este modelo de comportamiento tiende a imitarse para
conseguir lo que se desea, sin importarle nada ni nadie.
 Está expuesto a mucha violencia en el cine, la televisión o en los videojuegos. En las
personas el uso y tiempo que hacen de la televisión y los programas de acción en cierto
modo elevan el grado de nivel de agresividad en los niños, niñas, jóvenes, adultos,
adultas, que los ven frecuentemente.

Víctima
Perfil Psicosocial del la Víctima.
Se distinguen dos grupos: las víctimas pasivas, no responden a los ataques y son sujetos
inseguros, y las víctimas provocativas que son individuos violentos y desafiantes que cuando la
ocasión lo permite adoptan el rol de agresor compartiendo todas sus características. Las
víctimas pasivas, por constituir el grupo más numeroso, suelen aparecer como personas
inseguras y ansiosas, dependientes, su autoestima es menor que la de sus compañeros, y su
actitud hacia la violencia es negativa. Son también individuos sensibles, retraídos, miedosos y
propensos a problemas emocionales. Cuando son atacados suelen reaccionar con pánico, y en
edades tempranas a menudo con llantos. Su conducta parece señalarlos como inseguros, débiles
y poco propensos a responder a los ataques. En lo concerniente a su físico, son más débiles que
la mayoría de sus compañeros.

Personalidad de la víctima.
 Personalidad insegura. Son personas que se muestran débiles, inseguras, ansiosas,
tranquilas y con un bajo nivel de autoestima, la opinión que ellos llegan a tener de sí
mismo y de su contexto es muy negativa.
 Baja autoestima (causa y consecuencia del acoso escolar). Para quienes pueden tener
consecuencia más nefastas, es la victima, ya que esto puede desembocar en fracasos y
dificultades escolares, niveles altos y continuos de ansiedad, fobia a ir al colegio, en
definitiva conformación de una personalidad insegura e insana para el desarrollo correcto
integral de la persona.
 Alto nivel de ansiedad. El estado de ansiedad se manifiesta como: preocupaciones,
angustias, intranquilidad e incluso cuadros depresivos.
 Débiles y Sumisos. Se muestran intimidados y sumisos, ante cualquier situación que para
él sea incontrolable, son por lo general introvertidos y tímidos, presentando dificultades
de relación y de habilidades sociales, lo que incide en que tengan pocos amigos, estando
generalmente solo.
Los jóvenes que son victimas presentan una indefensión aprendida, pareciendo entrar en una
espiral de victimización después de sufrir uno o dos episodios de agresión por parte de otros.
Seguramente su incapacidad para afrontar un problema poco serio, les lastimó la autoestima y
empezaron a considerarse víctimas antes de serlo.

Aspectos físicos de la víctima.


 Frecuentemente son varones. Dado que por lo general son éstos los que están
involucrados en actos violentos y por esta razón, llegan a ser objetos de agresión.
 Menos fuertes físicamente.
 Rasgos físicos (gafas, obesidad, color de pelo), pertenecen a alguna minoría (niños y
niñas de raza diferente), una vez que el agresor elige a la víctima explotaría estos rasgos
diferenciadores.
Ámbito familiar de la víctima:
 Sobreprotección familiar. Son niños y/o adolescentes que están constantemente vigilados
por sus familiares, no los dejan ser independientes de sí mismo, por temor a que les pase
algo y no estar allí para protegerlos.
 Niños dependientes y apegados al hogar familiar, no saben defenderse y desenvolverse
por sí solo, si no que depende de otros (familia) para hacerlo, esto hace que sean
controlados por sus padres.

Desde el hogar
Es labor de los padres educar a los hijos, prepararlos y guiarlos para que aprendan a elegir el
camino correcto, a actuar adecuadamente y a afrontar las diferentes situaciones que se irán
encontrando a lo largo de sus vidas. Los padres deberían:

 Educar a los hijos ofreciéndoles tiempo de calidad para estar con ellos.
 Los padres deben ser ejemplo de todo para los hijos.
 Enseñar y transmitir valores como: el respeto, la igualdad y la tolerancia.
 Enseñar los modales adecuados (a ser amable, a dar las gracias, decir por favor, a
disculparse…)
 Guiarles pero evitando sobreprotegerlos para evitar producirles inseguridad.
 Poner límites a su conducta cuando ésta es inapropiada, sin ser excesivamente
autoritarios ni tampoco demasiado permisivos.
 Trabajar la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar del otro y experimentar
sus sensaciones.
 Trabajar en el autocontrol de impulsos de manera que cuando se sienta ira no se actúe de
forma incontrolada.
 Educar en la no violencia.
 Resolver conflictos mediante el diálogo.

 Explicar que es el acoso escolar y cuales son sus consecuencias.


 Enseñar a denunciar los actos de bullying.
 Estimular a los niños, si son espectadores del acoso, a actuar apropiadamente e
involucrarse.
 Preguntar a los hijos si él o sus compañeros de clase son víctimas o acosadores con cierta
frecuencia.
 Asegurarse que los hijos se sienten apoyados y saben que pueden contar con sus padres,
proporcionándoles un vínculo afectivo seguro pero sin fomentar la dependencia.
 Interesarse e implicarse en la vida escolar de los hijos y en sus tareas escolares.
 Es conveniente establecer una relación de comunicación diaria con los hijos para que los
padres puedan contar con información de cómo les va su vida. Los hijos deben sentir que
se le escucha y valora, y que también tienen experiencias que aportar.
 Evitar el uso de la televisión, el cine o los videojuegos violentos y que son fuente de
inspiración.
 Buscar nuevas amistades si las actuales no son las más idóneas.

Desde el centro
En un principio, no cerrar los ojos a la realidad. Establecer reglas para evitar el bullying,
mantener un buzón de sugerencias y de quejas siempre abierto, tratar el tema a través de cursos,
conferencias o tutorías, poner a cuidadores o vigilantes en el comedor, en el recreo, y en otras
zonas de riesgo, introducir y mantener asignaturas de educación en valores, e intervenir de una
forma rápida, directa y contundente en el caso de haya alguna sospecha de acoso escolar. En
complicidad con el centro escolar, los profesores deben colaborar en la identificación de algún
caso, o simplemente estableciendo con sus alumnos unas normas de no agresión..
 Es imprescindible educar en el rechazo de la violencia.
 Promover la convivencia escolar y la educación para la paz, los derechos humanos,
tolerancia y valores, resolución pacífica de problemas, y la igualdad entre hombres y
mujeres.
 Promover aspectos relacionados con la inteligencia emocional, con las habilidades
sociales… para fomentar la tolerancia y el respeto a los derechos humanos.
 Promover el aprendizaje de la ciudadanía democrática, en la educación para la paz y los
derechos humanos, en la mejora de la convivencia escolar y la resolución pacífica de los
conflictos.
 Que los alumnos tomen conciencia y reflexionen sobre el acoso escolar.
 Enseñarles qué se debe hacer desde el momento en el que está ocurriendo el acoso.
 Crear la figura del alumno-mediador y alumno-ayudante por cada clase, cuya función es
la de intervenir de forma pacífica en el tratamiento de conflictos de sus compañeros y en
la mejora de la calidad de las relaciones.
 Se requiere que los padres y los profesores gocen de buena comunicación.

¿Y si eres espectador?
1. Si estás viendo que un compañero o compañeros abusan de otro, tú debes actuar. Decir
basta, no reírte, y ponerte del lado de la víctima, acudir a un adulto, es tu obligación. Tú
puedes ayudar a que esto pare.
2. Aunque creas que el compañero que es objeto de burlas o acoso no sufre, eso no es
cierto. Está sufriendo un daño que a veces es irreparable y tú puedes ser responsable
aunque sólo sea como espectador. Si ejerces o consientes el maltrato, quizás estás
consiguiendo alguien sea para siempre una persona infeliz.
3. Decirle a los adultos lo que sucede no es ser acusica. Ni ser cobarde. Eres más cobarde si
no actúas. Cobardes son quienes actúan en grupo para hacer daño a otro compañero que
está solo.
4. No son bromas. En las bromas nos reímos todos con todos. No todos de uno. Esa es la
diferencia.
5. Haz que la víctima se lo cuente a sus padres o a otro adulto, a su profesor… Ofrécete
para ir con él si eso le hace sentirse más seguro.
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Otra idea es:
Tipos de Bullyng
Con frecuencia aparecen varios tipos de forma simultánea:

Físico: consiste en la agresión directa a base de patadas, empujones, golpes con objetos.
También puede ser indirecto cuando se producen daños materiales en los objetos personales de
la víctima o robos.
Verbal: es el más habitual. Sólo deja huella en la víctima. Las palabras tienen mucho poder y
minan la autoestima de la víctima mediante humillaciones, insultos, motes, menosprecios en
público, propagación de rumores falsos, mensajes telefónicos ofensivos o llamadas, lenguaje
sexual indecente…
Psicológico: se realiza mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o
dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer…
Social: consiste en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima. En la práctica, los
acosadores impiden a la víctima participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/
ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.

Dinámicas
Actividades Primaria
PRIMERA ACTIVIDAD
Pregunte a los niños qué es lo que saben acerca del bullying. Escriba las ideas de los niños en
tres columnas: Qué es el bullying / Ejemplos / Cómo se sienten los afectados.

Es posible que aparezcan ejemplos que no correspondan a bullying. Escríbalos también.En caso
de que no aparezcan, dé usted los siguientes ejemplos:

Juan y Esteban siempre son pesados con Francisco y nunca lo dejan usar sus juguetes en el
recreo. Paula y Jazmín pelearon un día y Jazmín dijo que odiaba a Paula, a pesar de que
generalmente ellas eran buenas amigas.

Extraiga de las ideas dadas por los niños las características claves del bullying:

1._ No ocurre en una sola oportunidad; se mantiene en el tiempo y se repite una y otra
vez.Destaque palabras relevantes que hayan dado los niños, como por ejemplo: “todos los
días”, “nuevamente”, “todo el tiempo”, “a cada rato”, etc.
2._ Es deliberado, hace daño a propósito, no es hacer daño accidentalmente.
3._ Es injusto, el amedrentador es más fuerte, más poderoso o están en superioridad numérica,
y aunque ellos lo están disfrutando, la persona a quien están amedrentando no lo está
disfrutando.
Vuelva sobre los ejemplos dados por usted y “piense en voz alta”, usando los tres criterios
anteriores para decidir si corresponde o no a bullying. Pida a algunos alumnos “pensar en voz
alta” para decidir si otros ejemplos corresponden o no a bullying.

Trabajo en grupo: entregue a cada grupo un papelógrafo y pídales que al centro escriban las
palabras “Bullying es …….”. Luego cada grupo debe anotar o dibujar todos los ejemplos que
se les ocurran.

Trabajo personal: escribir una lista con los sentimientos que creen que una persona que
experimente bullying debe sentir.

SEGUNDA ACTIVIDAD
Se reparte una pegatina a cada menor con una palabra escrita que tiene que ver con buen trato o
mal trato para ser colocada en la frente.

Cuando diga ¡ACCIÓN! tod@s comenzarán a moverse por el aula y no paran hasta que oigan
la palabra ¡ALTO!. En ese momento han de pararse, como estatuas, y leer la pegatina de la
persona que tengan más cercana. Si valoran que sus conceptos tienen relación se juntarán
dándose la mano para ir formando una cadena de tratar bien o tratar mal. Esto se repetirá
hasta que tod@s los participantes pertenezcan a una u otra cadena. Cuando estén formados los
dos grupos, se colocan frente a frente y se les propondrá alguna de las siguientes tareas:

Cada participante explica el significado de su concepto y pone un ejemplo de la vida


cotidiana. El subgrupo que forma cada cadena construye una definición de maltrato o de buen
trato.O cada subgrupo aporta una definición del término opuesto que le ha correspondido.

PUESTA EN COMÚN
¿Cómo os sentís?
¿Qué cadena de conceptos os hace sentir mejor?
¿Desde qué cadena queréis tratar a l@s demás?
¿Qué conclusión sacáis de este juego?

TERCERA ACTIVIDAD
Desarrollar cierta sensibilidad en el grupo-aula y dar a conocer los valores personales de cada
uno de los alumnos/as, para crear un clima favorable de trabajo y evitar actitudes violentas en el
aula.

En esta dinámica que invita a la reflexión, el docente dibuja en la pizarra un barco, con su
tripulación navegando en el mar, y explica que la tripulación esta compuesta por un médico, un
agricultor, un ingeniero, una prostituta, un deportista, un sacerdote, un toxicómano, un profesor,
un cocinero…
El barco continúa su rumbo y de pronto, crece el mar y el barco naufraga. Logran sacar una
pequeña barca en la cual solo caben cuatro personas.
Las cuestiones para el grupo, la cual cada participante debe escribir en su hoja es:
¿a quién salvarías? y ¿por qué lo salvarías?
Luego el docente, forma grupos de cinco participantes aproximadamente, donde cada uno
expone su pensamiento, su criterio; luego en el grupo se nombra un moderador, y analizan los
conceptos de cada uno y unifican un criterio por grupo, y después, lo exponen en pleno.
Finalmente, se saca una conclusión de la dinámica por todos los participantes.

CUARTA ACTIVIDAD
Crear un ambiente de distensión, armonía y confianza dentro del grupo.
Poner a cada participante en la situación de tener seguridad en sus compañeros.

Se realizan corros de no más de 8 personas, todos ellos muy juntos, casi unidos a la altura de
los hombros. Uno de los participantes se coloca dentro del corro, en el centro, con los pies
juntos. Poco a poco se va dejando caer, sin mover los pies del suelo, de tal manera que los
integrantes del corro con delicadeza le empujen de unos hacia otros, sin permitir que se caiga, a
modo de “muñeco tentempié”. Así se hará sucesivamente con los demás participantes del
grupo.

QUINTA ACTIVIDAD
Un ejercicio bastante estimulante es el debate, podemos buscar un texto que hable sobre
“bullying” o cuente una historia sobre el tema. Y tras su lectura en clase realizar preguntas para
su discusión en el grupo, por ejemplo:

1. ¿Cuál es la causa del problema?


2. ¿Cómo distinguimos entre una pelea ocasional y el acoso?
3. ¿Los que miran son culpables?
4. ¿Qué podemos hacer al respecto?
SEXTA ACTIVIDAD
Fomentar el respeto a la diversidad de los niños y jóvenes es un factor de protección necesario
ante futuras discriminaciones, rechazos y aislamientos.
Los periódicos y televisión suelen mandarnos mensajes de miedo ante las personas diferentes e
inmigrantes. A través de periódicos, en grupos, buscar noticias en las que se relacione
inmigración con ilegalidad, invasión, pobreza, etc. Después reflexiona qué imagen nos llega de
las personas diferentes y cómo nos afecta, qué consecuencias creen que eso acarrea, cómo se
viven las diferencias entre unos compañeros y otros. Para finalizar con fotografías y frases de
los mismos periódicos (en grupos) pueden formar un collage sobre lo que representa para ellos
los conceptos de tolerancia, respeto o diversidad (elegir un concepto afín en función de la edad
de los jóvenes.

SÉPTIMA ACTIVIDAD
Una característica que suelen tener los abusadores es la falta de empatía con sus víctimas.
Desarrollar esta capacidad será clave para la convivencia del joven en su comunidad.

Los jóvenes deben distribuirse en parejas, sería preferible emparejarlos con aquellos
compañeros que conozcan menos. Durante 10 o 15 minutos uno de ellos se auto describirá
hacia el otro, pasado este tiempo se realiza a la inversa. Acabado el tiempo cada alumno
describirá a su compañero como en primera persona, es decir, como si él mismo fuera su
compañero “Yo soy…”, “Me gusta…”

OCTAVA ACTIVIDAD
Los jóvenes suelen contar con modelos de comunicación muy violentos, y apenas son
conscientes de cómo son influidos por la televisión, los videojuegos, la música. Como ya
hemos visto la violencia no sólo es física, igual de importante es trabajar una adecuada
comunicación: la asertividad.

Da a conocer los 3 estilos comunicativos: asertivo, agresivo e inhibido. Explica sus


características y las consecuencias que conllevan. Una vez desarrollados estos conceptos le
expondremos ejemplos de estas conductas para que las clasifiquen. Puedes crear tus propios
ejemplos, nosotros te proponemos:

1. Deseas que tu compañero te preste una goma de borrar: ¿Te importaría prestarme la
goma?
2. Te has enfadado porque tu novio/a ha llegado tarde: ¡Eres un/una tardón/a! ¡La próxima
vez te espera tu prima!
3. Tienes que estudiar para un examen y tus amigos te llaman para dar una vuelta: temes
que se enfaden así que accedes a sus peticiones.
4. Te comentan que un/una de tus amigas ha estado haciendo comentarios sobre ti que no te
agradan. ¡Eres un/una fals@! ¡No me mires más a la cara!
5. Quieres conocer a un/una nuevo/a compañero. Piensas que es mejor no empezar a hablar
con el/ella por si piensa que puedas ser poco inteligente.
6. Un compañero/a te critica porque te esfuerzas poco en los trabajos comunes. Contestas:
“Tienes razón que últimamente no rindo lo que debiera, te agradezco que me lo hagas
saber. Intentaré esforzarme más”
Tú como educador estás en contacto con miles de ejemplos de cómo se comunican los jóvenes,
añade los que creas necesarios según la realidad en tu centro.
Tras la clasificación cabría hacer Rol-Play de los ejemplos, transformando los comportamientos
inhibidos y agresivos en asertivos.

NOVENA ACTIVIDAD
Las víctimas de acoso presentan una autoestima baja, sentimientos de inutilidad, poca valía, te
proponemos recursos para que tus alumnos tomen contacto con sus cualidades y las
interioricen.

“El árbol de mis cualidades”: comenta que dibujen en una hoja un gran árbol con frutas (6 o 7).
En primer lugar deberán poner en cada fruta un logro que para ellos sea importante (llevarse
bien con sus hermanos, aprobar X asignatura, mantener la relación con X amigo a distancia…).
Los logros son individuales no tienen que ser grandes cosas. Una vez hecho esto se les pide que
conecten cada fruta con una raíz del árbol, en la que deberán escribir qué cualidad tienen que
les ha hecho conseguir ese logro. Por último podemos debatir sobre cómo de conscientes son
nuestros logros y cualidades.

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