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¿Qué es el “bullying”?
El nombre en español debería ser acoso, maltrato u hostigamiento escolar,
pero en la actualidad hay una gran tendencia a utilizar palabras en inglés ya
sea en la televisión, el radio, las redes sociales, etc., por lo que término
“bullying” está ampliamente difundido en muchos países de habla hispana.
Estos cambios pueden ser casi imperceptibles, como decir que tienen
mucho sueño y no quieren ir a la escuela, o que no quieren usar sus gafas o
el aparato ortopédico que necesitan. Tal vez tu pequeño no quiera sonreir
porque tiene los dientes manchados por caries, o los tiene “chuecos”.
Recuerda que detrás de casi cualquier pretexto o aparente desinterés
puede esconderse algo muy serio.
Bullying es una palabra inglesa que significa intimidación. Desgraciadamente, esta palabra
está de moda debido a los inumerables casos de persecución y de agresiones que se están
detectando en las escuelas y colegios, y que están llevando a muchos escolares a vivir
situaciones verdaderamente aterradoras.
El bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas,
que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u
otros.
Los datos se repiten alrededor del mundo, el acoso escolar afecta a niños de todas las
condiciones sociales, está presente en colegios públicos y privados, en ciudades grandes y
en pueblos más pequeños.
Las consecuencias del acoso escolar son muchas y profundas. Para la víctima de acoso
escolar, las consecuencias se notan con una evidente baja autoestima, actitudes pasivas,
trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, depresión, ansiedad o pensamientos
suicidas. También se suman a esta lista, la pérdida de interés por las cuestiones relativas a
los estudios, lo que puede desencadenar una situación de fracaso escolar, así como la
aparición de trastornos fóbicos de difícil resolución.
La intervención de los padres, tanto del acosado como del acosador, frente al fenómeno
del acoso escolar o bullying es muy necesaria. Estar a uno u otro lado de la barrera es estar
en el problema y tan importante es impedir que el acosador siga acosando como que la
víctima siga sufriendo acosos. No obstante, abordar el problema en ambos casos no es fácil,
por lo que hemos recopilado algunos consejos para orientar a los padres a la hora de actuar
frente a un casos de bullying escolar:
2. Ponte en contacto con el profesor de tu hijo, con la dirección del colegio y con el jefe de
estudios para alertarlos acerca de lo que ocurre, y pide su cooperación en la investigación y
en la resolución de los hechos.
3. No estimules a tu hijo para que se muestre agresivo o tome venganza. Empeoraría más la
situación.
4. Discute alternativas asertivas para responder a los acosadores y practica respuestas con tu
hijo.
5. En el caso de que el acoso continúe, prepárate para ponerte en contacto con un abogado.
6. Dependiendo del grado de ansiedad y de miedo en el que esté envuelto tu hijo, búscale
un psicólogo para ayudarle a que supere este trauma. Pero jamás te olvides que la mejor
ayuda, en esos casos, es la de la familia.
- Debería ser el centro educativo al que acude el que tomara ciertas medidas para evitar los
casos de acoso escolar, convertirse en un espacio en el que a violenciaestuviera fuera del
centro y de las aulas, que no se justificaran bajo ningún concepto estas situaciones, que
trabajara con los acosadores y sus familias y educara en el respeto a todos, en la resolución
adecuada de los conflictos y en la violencia cero.
- Pero en muchas ocasiones, y ante la impotencia que sufren en estos casos, los padres se
plantean cambiar al niño de colegio, para que esa situación se termine y que el niño pueda
empezar de cero, pero no siempre es la mejor solución, y de hecho, debería ser la última
opción que se tomara. El cambio de colegio debería ser la solución en casos muy graves y
puntuales y siempre que el resto de medidas no resulten efectivas, (o no se tomen).
- Cambiar de colegio al niño y pensar que con eso acabará todo, si no se toman otras
medidas, no nos garantizan que el acoso termine. El niño puede sentir ese cambio como un
castigo, pensar que la culpa es suya, que el problema está en él y además corremos el
riesgo transmitirle el mensaje que los problemas se solucionan "huyendo de ellos". Es
decir, "culpabilizamos" a la víctima, agravando el problema.
- Cuando un niño sufre acoso escolar, hay problemas de autoestima, de confianza en uno
mismo, dificultades de relación, etc...que no desaparecen con un cambio de colegio, están
ahí, como una mochila que el niño lleva a su espalda y condiciona la adaptación a un nuevo
centro. Por mucho que los adultos lo veamos como una nueva oportunidad de hacer amigos
y empezar de cero, el niño va condicionado y con miedo de que pueda ocurrirle de nuevo.
A diferencia del mobbing o acoso laboral, el acoso escolar tiene como escenario los centros
educativos. Como se trata, en su mayoría, de un acoso invisible para los adultos, los
profesores difícilmente tendrán conocimiento de lo que está sucediendo a través de los
padres. El agresor acosa a la víctima en los baños, en los pasillos, en el comedor, en el
patio, reservando sus acciones durante la ausencia de mayores. En algunos casos, el acoso
sobrepasa las paredes del colegio, pasando a ser telefónico e incluso por correo electrónico.
Según José Maria Avilés, psicólogo, experto y estudioso en el tema de acoso escolar,
asegura que el 6 por ciento del alumnado es víctima de este fenómeno. Pero advierte que 'es
preciso tratar el bullying con prudencia y no ver fantasmas donde no los hay'. El acoso
escolar no es un problema nuevo ni aislado, y lo que primero que hay que hacer en estos
casos es identificar la víctima y el agresor. Y tener la consciencia de que ambos sufren, y
por lo tanto, necesitan ser atendidos y tratados.
El bullying puede ser sexual, cuando existe un asedio, inducción y abuso sexual; puede
tratarse de una exclusión social cuando se ignora, se aísla y se excluye al otro; puede ser
psicológico, cuando existe una persecución, intimidación, tiranía, chantaje, manipulación y
amenazas al otro; y puede ser físico, cuando se golpea, empuja o se organiza una paliza al
acosado.
El agresor de bullying
Normalmente, el agresor tiene un comportamiento provocador y de intimidación
permanente. Posee un modelo agresivo en la resolución de conflictos, presenta dificultad
para ponerse en el lugar del otro, vive una relación familiar poco afectiva, y tiene muy poca
empatía. Según los expertos criminalistas y psicólogos, un niño puede ser autor
de bullying cuando solo espera y quiere que hagan siempre su voluntad, cuando le gusta
probar la sensación de poder, cuando no se siente bien o no disfruta con otros niños.
El bullying escolar se lleva a cabo cuando el agresor sufre intimidaciones o algún tipo de
abuso en casa, en la escuela o en la familia, o cuando es frecuentemente humillado por los
adultos, o cuando vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades. Los
agresores ejercen su acción contra su víctima de diversas formas: les golpean, molestan,
provocan, acosan con empujones y golpes, les nombran de una forma desagradable o
despectiva, les generan rumores, mentiras o bulos, les aíslan del grupo, les ofenden y les
anulan.
La víctima de bullying
Habitualmente, son niños que no disponen de recursos o habilidades para reaccionar, son
poco sociables, sensibles y frágiles, son los esclavos del grupo, y no saben reaccionar por
vergüenza o conformismo, siendo muy perjudicados por las amenazas y agresiones.
¿Qué es el Bullying?
El bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que
ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. La
persona que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de
constantes amenazas, insultos, agresiones o vejaciones, y así tenerlo bajo su completo dominio
a lo largo de meses e incluso años.
La víctima sufre callada en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hace sentir
dolor, angustia y miedo, hasta tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias
devastadoras como el suicidio.
Acosador
Personalidad del Agresor.
Agresivo y fuerte impulsividad. Son las personas que ofenden ó provocan a los demás.
Que implican provocación ó ataques y al mismo tiempo se deja llevar por la emotividad
del momento.
Ausencia de empatía.
Poco control de la ira. Es cuando ante situaciones de tensión el sujeto puede llegar a
perder el control en su comportamiento pudiendo inclusive llegar a la agresión de la
persona o personas, que se piensa pueden ser causantes o responsables de la situación.
Percepción errónea de la intencionalidad de los demás: siempre de conflicto y agresión
hacia él. Es la persona que siempre se muestra a la defensiva, siempre cree que otras
personas lo están agrediendo y suele exhibirse como victima para excusar su propia
conducta.
Autosuficiente, jactanciosos. Se define como una persona que actúa con suficiencia
presunción, engreimiento, se muestran fanfarrones y arrogantes, ante cualquier situación
creyendo que nunca necesitan ayuda.
Capacidad exculpatoria. Sin sentimiento de culpabilidad (el otro se lo merece). Son
personas que se la pasan divulgando sus actitudes agresivas contra otros sin ningún
remordimiento de conciencia, son incapaces de darse cuenta que le están haciendo daño a
otros.
Bajo nivel de resistencia a la frustración.
Escasamente reflexivo/a ó hiperactivo. Son individuos hiperactivos que se muestran
inquietos, impulsivos, con falta de atención, agresivos y desobedientes. Con frecuencia
están distraídos, no pareciendo escuchar cuando se le habla, no saben jugar solos y las
relaciones con sus compañeros se caracterizan por peleas y discusiones.
Incapacidad para aceptar normas y convenciones negociadas. Las personas agresivas no
admiten perder, no son capaces de seguir las reglas y normas; su problema le hace que no
sepa mantener la disciplina en clase y esto hace que sean rechazado por sus compañeros.
Déficit en habilidades sociales y resolución de conflictos. La relación con sus
compañeros no es buena, lo rechazan, por las diferentes actitudes que manifiestan ante el
grupo (agresividad, impulsividad…), nunca están dispuesto a una solución de un
problema. .
Su evolución en el futuro puede derivar, si no se trata hacia la delincuencia o la agresión
familiar.
Aspectos Físicos del Agresor.
Sexo masculino. Por lo general son los varones los que se imponen o se enfrentan en
conflictos.
Mayor fortaleza física. Las personas que agraden, frecuentemente tienen mayor fortaleza
física ante su oponente y ante el sexo femenino.; su superior fortaleza física se produce
respecto a sus compañeros en general y de las victimas en particular.
Características del Ámbito familiar del Agresor:
Carencia de fuertes lazos familiares, por lo general consecuencia de la carencia de afecto
y de dedicación con los suyos, esto incrementa el riesgo de que el niño y/o adolescente,
se convierta más tarde en una persona agresiva con lo demás.
Emotividad mal encauzada en la familia. La familia juega un papel muy importante en el
desarrollo de la personalidad del sujeto, ya que ella va a ayudar a fomentar con su apoyo,
a través de la orientación y el afecto, la conducta. Siendo necesario para esto, una
comunicación efectiva que permita conocer los sentimientos y emociones del niño o
adolescente, para poder orientar en función de los valores, el sentir del sujeto. Si estos no
son tomados en cuenta, los conllevara a actuar de manera agresiva en su contexto
provocando con eso sentimientos de frustración.
Permisividad familiar respecto al acceso del niño a la violencia: Uno de sus graves
problemas que origina esta situación e la no existencias de normas o estas no están
definidas claramente por lo cual los hijos no saben lo que se espera de ellos Los padres
permisivos dificultan a los hijos diferenciar lo que les hace bien de lo que no.
Reflejo de cómo ejercen sobre él la violencia. Si partimos del hecho que para cualquier
persona las actitudes agresivas son perjudiciales, ya que son conductas intoleradas, esto
se agrava si son niños y/o adolescentes, sometidos a violencia familiar, las relaciones con
los padres, se vuelven críticas, manifestándose actitudes desafiantes, rebeldes y de
constante discusión.
Si los padres o los maestros no le prestan suficiente atención, es decir no muestran
afecto, dedicación, tolerancia…, puede generar sentimientos, estados y sensaciones de
inseguridad, fracaso o insatisfacción, por no sentirse importante, y incidiendo en que se
conviertan en rebeldes y agresivos, como una forma negativa de buscar atención de los
adultos significativos, y se refugian en el grupo de amigos, con ellos se sienten acogidos,
protegidos, importantes y valorados, lo que les refuerza y da seguridad para acosar a
otros compañeros.
El Modelaje: Al ver a sus padres o a sus hermanos mayores obtener lo que quieren
poniéndose en actitudes violentas. Este modelo de comportamiento tiende a imitarse para
conseguir lo que se desea, sin importarle nada ni nadie.
Está expuesto a mucha violencia en el cine, la televisión o en los videojuegos. En las
personas el uso y tiempo que hacen de la televisión y los programas de acción en cierto
modo elevan el grado de nivel de agresividad en los niños, niñas, jóvenes, adultos,
adultas, que los ven frecuentemente.
Víctima
Perfil Psicosocial del la Víctima.
Se distinguen dos grupos: las víctimas pasivas, no responden a los ataques y son sujetos
inseguros, y las víctimas provocativas que son individuos violentos y desafiantes que cuando la
ocasión lo permite adoptan el rol de agresor compartiendo todas sus características. Las
víctimas pasivas, por constituir el grupo más numeroso, suelen aparecer como personas
inseguras y ansiosas, dependientes, su autoestima es menor que la de sus compañeros, y su
actitud hacia la violencia es negativa. Son también individuos sensibles, retraídos, miedosos y
propensos a problemas emocionales. Cuando son atacados suelen reaccionar con pánico, y en
edades tempranas a menudo con llantos. Su conducta parece señalarlos como inseguros, débiles
y poco propensos a responder a los ataques. En lo concerniente a su físico, son más débiles que
la mayoría de sus compañeros.
Personalidad de la víctima.
Personalidad insegura. Son personas que se muestran débiles, inseguras, ansiosas,
tranquilas y con un bajo nivel de autoestima, la opinión que ellos llegan a tener de sí
mismo y de su contexto es muy negativa.
Baja autoestima (causa y consecuencia del acoso escolar). Para quienes pueden tener
consecuencia más nefastas, es la victima, ya que esto puede desembocar en fracasos y
dificultades escolares, niveles altos y continuos de ansiedad, fobia a ir al colegio, en
definitiva conformación de una personalidad insegura e insana para el desarrollo correcto
integral de la persona.
Alto nivel de ansiedad. El estado de ansiedad se manifiesta como: preocupaciones,
angustias, intranquilidad e incluso cuadros depresivos.
Débiles y Sumisos. Se muestran intimidados y sumisos, ante cualquier situación que para
él sea incontrolable, son por lo general introvertidos y tímidos, presentando dificultades
de relación y de habilidades sociales, lo que incide en que tengan pocos amigos, estando
generalmente solo.
Los jóvenes que son victimas presentan una indefensión aprendida, pareciendo entrar en una
espiral de victimización después de sufrir uno o dos episodios de agresión por parte de otros.
Seguramente su incapacidad para afrontar un problema poco serio, les lastimó la autoestima y
empezaron a considerarse víctimas antes de serlo.
Desde el hogar
Es labor de los padres educar a los hijos, prepararlos y guiarlos para que aprendan a elegir el
camino correcto, a actuar adecuadamente y a afrontar las diferentes situaciones que se irán
encontrando a lo largo de sus vidas. Los padres deberían:
Educar a los hijos ofreciéndoles tiempo de calidad para estar con ellos.
Los padres deben ser ejemplo de todo para los hijos.
Enseñar y transmitir valores como: el respeto, la igualdad y la tolerancia.
Enseñar los modales adecuados (a ser amable, a dar las gracias, decir por favor, a
disculparse…)
Guiarles pero evitando sobreprotegerlos para evitar producirles inseguridad.
Poner límites a su conducta cuando ésta es inapropiada, sin ser excesivamente
autoritarios ni tampoco demasiado permisivos.
Trabajar la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar del otro y experimentar
sus sensaciones.
Trabajar en el autocontrol de impulsos de manera que cuando se sienta ira no se actúe de
forma incontrolada.
Educar en la no violencia.
Resolver conflictos mediante el diálogo.
Desde el centro
En un principio, no cerrar los ojos a la realidad. Establecer reglas para evitar el bullying,
mantener un buzón de sugerencias y de quejas siempre abierto, tratar el tema a través de cursos,
conferencias o tutorías, poner a cuidadores o vigilantes en el comedor, en el recreo, y en otras
zonas de riesgo, introducir y mantener asignaturas de educación en valores, e intervenir de una
forma rápida, directa y contundente en el caso de haya alguna sospecha de acoso escolar. En
complicidad con el centro escolar, los profesores deben colaborar en la identificación de algún
caso, o simplemente estableciendo con sus alumnos unas normas de no agresión..
Es imprescindible educar en el rechazo de la violencia.
Promover la convivencia escolar y la educación para la paz, los derechos humanos,
tolerancia y valores, resolución pacífica de problemas, y la igualdad entre hombres y
mujeres.
Promover aspectos relacionados con la inteligencia emocional, con las habilidades
sociales… para fomentar la tolerancia y el respeto a los derechos humanos.
Promover el aprendizaje de la ciudadanía democrática, en la educación para la paz y los
derechos humanos, en la mejora de la convivencia escolar y la resolución pacífica de los
conflictos.
Que los alumnos tomen conciencia y reflexionen sobre el acoso escolar.
Enseñarles qué se debe hacer desde el momento en el que está ocurriendo el acoso.
Crear la figura del alumno-mediador y alumno-ayudante por cada clase, cuya función es
la de intervenir de forma pacífica en el tratamiento de conflictos de sus compañeros y en
la mejora de la calidad de las relaciones.
Se requiere que los padres y los profesores gocen de buena comunicación.
¿Y si eres espectador?
1. Si estás viendo que un compañero o compañeros abusan de otro, tú debes actuar. Decir
basta, no reírte, y ponerte del lado de la víctima, acudir a un adulto, es tu obligación. Tú
puedes ayudar a que esto pare.
2. Aunque creas que el compañero que es objeto de burlas o acoso no sufre, eso no es
cierto. Está sufriendo un daño que a veces es irreparable y tú puedes ser responsable
aunque sólo sea como espectador. Si ejerces o consientes el maltrato, quizás estás
consiguiendo alguien sea para siempre una persona infeliz.
3. Decirle a los adultos lo que sucede no es ser acusica. Ni ser cobarde. Eres más cobarde si
no actúas. Cobardes son quienes actúan en grupo para hacer daño a otro compañero que
está solo.
4. No son bromas. En las bromas nos reímos todos con todos. No todos de uno. Esa es la
diferencia.
5. Haz que la víctima se lo cuente a sus padres o a otro adulto, a su profesor… Ofrécete
para ir con él si eso le hace sentirse más seguro.
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Otra idea es:
Tipos de Bullyng
Con frecuencia aparecen varios tipos de forma simultánea:
Físico: consiste en la agresión directa a base de patadas, empujones, golpes con objetos.
También puede ser indirecto cuando se producen daños materiales en los objetos personales de
la víctima o robos.
Verbal: es el más habitual. Sólo deja huella en la víctima. Las palabras tienen mucho poder y
minan la autoestima de la víctima mediante humillaciones, insultos, motes, menosprecios en
público, propagación de rumores falsos, mensajes telefónicos ofensivos o llamadas, lenguaje
sexual indecente…
Psicológico: se realiza mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o
dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer…
Social: consiste en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima. En la práctica, los
acosadores impiden a la víctima participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/
ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.
Dinámicas
Actividades Primaria
PRIMERA ACTIVIDAD
Pregunte a los niños qué es lo que saben acerca del bullying. Escriba las ideas de los niños en
tres columnas: Qué es el bullying / Ejemplos / Cómo se sienten los afectados.
Es posible que aparezcan ejemplos que no correspondan a bullying. Escríbalos también.En caso
de que no aparezcan, dé usted los siguientes ejemplos:
Juan y Esteban siempre son pesados con Francisco y nunca lo dejan usar sus juguetes en el
recreo. Paula y Jazmín pelearon un día y Jazmín dijo que odiaba a Paula, a pesar de que
generalmente ellas eran buenas amigas.
Extraiga de las ideas dadas por los niños las características claves del bullying:
1._ No ocurre en una sola oportunidad; se mantiene en el tiempo y se repite una y otra
vez.Destaque palabras relevantes que hayan dado los niños, como por ejemplo: “todos los
días”, “nuevamente”, “todo el tiempo”, “a cada rato”, etc.
2._ Es deliberado, hace daño a propósito, no es hacer daño accidentalmente.
3._ Es injusto, el amedrentador es más fuerte, más poderoso o están en superioridad numérica,
y aunque ellos lo están disfrutando, la persona a quien están amedrentando no lo está
disfrutando.
Vuelva sobre los ejemplos dados por usted y “piense en voz alta”, usando los tres criterios
anteriores para decidir si corresponde o no a bullying. Pida a algunos alumnos “pensar en voz
alta” para decidir si otros ejemplos corresponden o no a bullying.
Trabajo en grupo: entregue a cada grupo un papelógrafo y pídales que al centro escriban las
palabras “Bullying es …….”. Luego cada grupo debe anotar o dibujar todos los ejemplos que
se les ocurran.
Trabajo personal: escribir una lista con los sentimientos que creen que una persona que
experimente bullying debe sentir.
SEGUNDA ACTIVIDAD
Se reparte una pegatina a cada menor con una palabra escrita que tiene que ver con buen trato o
mal trato para ser colocada en la frente.
Cuando diga ¡ACCIÓN! tod@s comenzarán a moverse por el aula y no paran hasta que oigan
la palabra ¡ALTO!. En ese momento han de pararse, como estatuas, y leer la pegatina de la
persona que tengan más cercana. Si valoran que sus conceptos tienen relación se juntarán
dándose la mano para ir formando una cadena de tratar bien o tratar mal. Esto se repetirá
hasta que tod@s los participantes pertenezcan a una u otra cadena. Cuando estén formados los
dos grupos, se colocan frente a frente y se les propondrá alguna de las siguientes tareas:
PUESTA EN COMÚN
¿Cómo os sentís?
¿Qué cadena de conceptos os hace sentir mejor?
¿Desde qué cadena queréis tratar a l@s demás?
¿Qué conclusión sacáis de este juego?
TERCERA ACTIVIDAD
Desarrollar cierta sensibilidad en el grupo-aula y dar a conocer los valores personales de cada
uno de los alumnos/as, para crear un clima favorable de trabajo y evitar actitudes violentas en el
aula.
En esta dinámica que invita a la reflexión, el docente dibuja en la pizarra un barco, con su
tripulación navegando en el mar, y explica que la tripulación esta compuesta por un médico, un
agricultor, un ingeniero, una prostituta, un deportista, un sacerdote, un toxicómano, un profesor,
un cocinero…
El barco continúa su rumbo y de pronto, crece el mar y el barco naufraga. Logran sacar una
pequeña barca en la cual solo caben cuatro personas.
Las cuestiones para el grupo, la cual cada participante debe escribir en su hoja es:
¿a quién salvarías? y ¿por qué lo salvarías?
Luego el docente, forma grupos de cinco participantes aproximadamente, donde cada uno
expone su pensamiento, su criterio; luego en el grupo se nombra un moderador, y analizan los
conceptos de cada uno y unifican un criterio por grupo, y después, lo exponen en pleno.
Finalmente, se saca una conclusión de la dinámica por todos los participantes.
CUARTA ACTIVIDAD
Crear un ambiente de distensión, armonía y confianza dentro del grupo.
Poner a cada participante en la situación de tener seguridad en sus compañeros.
Se realizan corros de no más de 8 personas, todos ellos muy juntos, casi unidos a la altura de
los hombros. Uno de los participantes se coloca dentro del corro, en el centro, con los pies
juntos. Poco a poco se va dejando caer, sin mover los pies del suelo, de tal manera que los
integrantes del corro con delicadeza le empujen de unos hacia otros, sin permitir que se caiga, a
modo de “muñeco tentempié”. Así se hará sucesivamente con los demás participantes del
grupo.
QUINTA ACTIVIDAD
Un ejercicio bastante estimulante es el debate, podemos buscar un texto que hable sobre
“bullying” o cuente una historia sobre el tema. Y tras su lectura en clase realizar preguntas para
su discusión en el grupo, por ejemplo:
SÉPTIMA ACTIVIDAD
Una característica que suelen tener los abusadores es la falta de empatía con sus víctimas.
Desarrollar esta capacidad será clave para la convivencia del joven en su comunidad.
Los jóvenes deben distribuirse en parejas, sería preferible emparejarlos con aquellos
compañeros que conozcan menos. Durante 10 o 15 minutos uno de ellos se auto describirá
hacia el otro, pasado este tiempo se realiza a la inversa. Acabado el tiempo cada alumno
describirá a su compañero como en primera persona, es decir, como si él mismo fuera su
compañero “Yo soy…”, “Me gusta…”
OCTAVA ACTIVIDAD
Los jóvenes suelen contar con modelos de comunicación muy violentos, y apenas son
conscientes de cómo son influidos por la televisión, los videojuegos, la música. Como ya
hemos visto la violencia no sólo es física, igual de importante es trabajar una adecuada
comunicación: la asertividad.
1. Deseas que tu compañero te preste una goma de borrar: ¿Te importaría prestarme la
goma?
2. Te has enfadado porque tu novio/a ha llegado tarde: ¡Eres un/una tardón/a! ¡La próxima
vez te espera tu prima!
3. Tienes que estudiar para un examen y tus amigos te llaman para dar una vuelta: temes
que se enfaden así que accedes a sus peticiones.
4. Te comentan que un/una de tus amigas ha estado haciendo comentarios sobre ti que no te
agradan. ¡Eres un/una fals@! ¡No me mires más a la cara!
5. Quieres conocer a un/una nuevo/a compañero. Piensas que es mejor no empezar a hablar
con el/ella por si piensa que puedas ser poco inteligente.
6. Un compañero/a te critica porque te esfuerzas poco en los trabajos comunes. Contestas:
“Tienes razón que últimamente no rindo lo que debiera, te agradezco que me lo hagas
saber. Intentaré esforzarme más”
Tú como educador estás en contacto con miles de ejemplos de cómo se comunican los jóvenes,
añade los que creas necesarios según la realidad en tu centro.
Tras la clasificación cabría hacer Rol-Play de los ejemplos, transformando los comportamientos
inhibidos y agresivos en asertivos.
NOVENA ACTIVIDAD
Las víctimas de acoso presentan una autoestima baja, sentimientos de inutilidad, poca valía, te
proponemos recursos para que tus alumnos tomen contacto con sus cualidades y las
interioricen.
“El árbol de mis cualidades”: comenta que dibujen en una hoja un gran árbol con frutas (6 o 7).
En primer lugar deberán poner en cada fruta un logro que para ellos sea importante (llevarse
bien con sus hermanos, aprobar X asignatura, mantener la relación con X amigo a distancia…).
Los logros son individuales no tienen que ser grandes cosas. Una vez hecho esto se les pide que
conecten cada fruta con una raíz del árbol, en la que deberán escribir qué cualidad tienen que
les ha hecho conseguir ese logro. Por último podemos debatir sobre cómo de conscientes son
nuestros logros y cualidades.