El suelo es un manto superficial, que fue convertida por la desintegración a través de la
labor meteorológica, vegetación y el ser humano, el suelo se origina de la roca
subterránea y/o depósitos de ríos, de mares, de vientos y suelos de cenizas volcánicas. La contaminación del suelo es variación de la superficie terrestre con contenidos químicas que resultan nocivos para la vida, poniendo en riesgo los ecosistemas y la salud de todos los que habitamos el planeta tierra, teniendo conocimiento de los problemas que pueden causar la contaminación, el ser humano sigue contaminado el suelo utilizando de manera continua e indiscriminada, propiciando que el suelo se vea muy dañado. Cuando el suelo está contaminado deja de poseer y aportar cualidades iniciales Podemos decir que una superficie está contaminado, cuando las características físicas, químicas o biológicas originales han sido transformadas de modo negativo, debido a la presencia de mecanismos de carácter peligroso o dañino para el ecosistema. Las propiedades originales del suelo le permiten auto-regenerarse en ciertas situaciones no muy extremas, pero al someterse a actividades industriales, agrarias, etc. de gran suceso sobre el suelo, sus propiedades quedan eliminadas y pierde la facultad de autogeneración. Esta contaminación tiene riesgos para la salud humana y adquiere consecuencias medioambientales de diversa consideración, causando desastres ecológicos como contaminación de aguas, terrenos, etc. El suelo tiene una estrecha relación con las aguas subterráneas, que son muy utilizadas al presente para abastecimiento humano. Esto hace describir, que, debido a esta relación, es muy importante que nos tomemos el problema de la contaminación del suelo con mucho interés. En algunas ocasiones, la contaminación es producida de una manera artificial por la acción humana, también puede ser ocasionada de modo natural, aunque esta no sea la más común. Las actividades potencialmente contaminantes de suelos son estrechamente variadas; depósito de residuos sólidos o líquidos en balsas más o menos preparadas concerniente el terreno, emisiones del aire, escombreras ilegales, usos fitosanitarios desmedidos o incontrolados, etc. Entre los agentes contaminantes que proceden del trabajo humano, podemos hallar, por ejemplo, los metales pesados. Estos tienen una par vertiente; n cantidad pequeñas resultan beneficiosos, puesto que actúan como nutrientes, pero si se abusa de ellos son perjudiciales para el terreno. En simplificación, cabe expresar que la encargo por el sostenimiento de los suelos en su etapa único, impidiendo su contagio por usos excesivos y abusivos y limpiando y descontaminando aquellos emplazamientos actualmente deteriorados debe tomarse como una rama más de la preservación del medio ambiente, posiblemente menos llamativa a los ojos del criterio público, pero similar de importante que cualquier otro tipo de representación.