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COMPLEJO CAJAMARCA
BERYINETH SAMARA
PROF. DEBEDUT…
UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
PROGRAMA DE GEOLOGIA
CUCUTA-NORTE DE SANTANDER
MARZO DE 2018
TABLA DE CONTENIDO
Pag.
1. INTRODUCCIÓN............................................................................................3
2. OBJETIVOS...................................................................................................4
3. LOCALIZACIÓN…………………………………………………………..............5
4. MARCO TEÓRICO………………………………………………………………..._
(Tomado de : (http://geologiia.blogspot.com.co/2013/04/geologia-de-los-andes-
colombianos.html)
tomado de:
http://www.osso.org.co/docu/tesis/2006/piedemontes/Geotectonica.pdf )
2. OBJETIVOS
COMPLEJO
CAJAMARCA
Tomado de : http://www.bdigital.unal.edu.co/52383/1/1020423871.2016.pdf
Por lo que la primera que tuvo lugar en el territorio Colombiano, fue la cordillera
Central dada entre los periodos Triásico-Jurásico (225-145 Ma), a la cual en
este tiempo empieza a consolidarse apropiadamente, además ocurren
procesos que dan lugar a la Formación Luisa del Tolima y Huila, pues esta
cordillera sufre intensas erosiones subaéreas y se depositan abanicos aluviales
en las llanuras de su borde oriental (lo que hoy es la Formación antes
mencionada). Los departamentos de Tolima, Huila, Caquetá y Putumayo,
surgen en el momento que se divide el macrocontinente en Laurasia al norte y
Gondwana al sur (durante el Triásico Medio), a partir de una transgresión
marina que llegaba al sur de aquellos departamentos y se genera también la
formación Payandé sobre una plataforma calcárea marina que va a tener sus
sedimentos y que luego emergerá con calizas detríticas y conglomerados, y
aportará a la formación de la cordillera.
Esta cordillera posee un importante rasgo tectónico, siendo este la falla de Otú
que divide a las rocas metamórficas en dos bloques de geologías muy
diferentes (Feininger, 1970) por lo cual ha sido considerada un límite de
terrenos (Etayo et al., 1986; Toussaint y Restrepo, 1988). Así, Feininger (1970),
aunque de otro lado, Cediel et al., 2003, consideran que el límite de estos
terrenos es la falla de Palestina. Realmente esta afirmación sería válida sólo
para el tramo en el cual Palestina, que es una falla más joven, ha cortado a la
falla de Otú con un desplazamiento dextral de unos 27 Km (Feininger, 1970),
ya que en el resto de su trazo Palestina corta rocas del mismo terreno.
Las rocas al oriente de la falla Otú fueron incluidas por Toussaint y Restrepo
(1989) en el Terreno Chibcha, junto con las del Macizo de Santander y otras
zonas de la Cordillera Oriental, mientras que las rocas occidentales se
incluyeron en el Terreno Tahamí, el cual se extiende desde la falla de Otú
hasta la falla más oriental del sistema Romeral llamada falla de San Jerónimo
(Maya y González, 1995). Tomado de:
https://revistas.unal.edu.co/index.php/rbct/article/view/1810/11256
Y a nivel regional las rocas del Terreno Tahamí han sido agrupadas como
Complejo Polimetamórfico de la Cordillera Central (Restrepo y Toussaint,
1984), o como Complejo Cajamarca (Maya y González, 1995).
Ahora esta misma cordillera también está compuesta por varios terrenos
tectonoestratigráficos que no han sido aún bien reconocidos. Al este de la
Falla San Jerónimo se encuentran terrenos continentales como los terrenos
Chibcha, Tahamí, Panzenú (Puquí) y Anacona (Caldas), mientras que entre los
sistemas de Falla de Romeral y de Cauca se encuentran los terrenos
Quebradagrande, Amagá-Sinifaná, Heliconia y Arquía, predominantemente de
carácter oceánico. Tomado de: Articulo llamo “terrenos, complejos y
provincias…”
El nombre de Romeral fue inicialmente definido por Grosse (1926) para hacer
referencia a un sobreescurrimiento observado sobre la cuchilla de Romeral, en
las cercanías del municipio antioqueño de Heliconia. Posteriormente, con base
en estudios de gravedad (Case et al., 1971) y gradientes de velocidad sísmica
(Meissner et al., 1976), afirman que la Falla de Romeral marca el límite entre la
corteza oceánica al occidente, conformada por las rocas de la Cordillera
Occidental, y la corteza continental al oriente, constituida por las rocas intrusivas
y metamórficas de la Cordillera Central.
El sector oriental del SFR, en la zona de estudio, está representado por la zona
de daño de la Falla de San Jerónimo y su traza principal (o core-fault). Esta
última, separando rocas corticales: metamórficas e intrusivas del litoferoclasto
Cordillera Central, al este, y unidades de afinidad oceánica al oeste: gabros de
Romeral, ultramafitas serpentinizadas y rocas del Complejo Quebradagrande.
Morfotectónicamente la zona de falla principal y fracturas satélites de primer
orden, son fácilmente reconocibles por la presencia de: fuertes cambios de
pendiente, silletas, bermas de falla, drenajes controlados, algunos drenajes
desplazados, valles rectilíneos, lomos de falla, lomos de obturación, facetas
triangulares y cicatrices de deslizamientos (Fig. 2); características que son muy
destacadas en la parte norte del sistema de fallas Romeral (entre el
corregimiento de San Antonio de Prado y el sector del Cerro del Padre Amaya).
Figura 5. Lomo de obturación asociado con un ramal de la Falla San Jerónimo.
El drenaje es obligado a cambiar de dirección sugiriendo un desplazamiento
lateral izquierdo.
Esta zona de deformación y sus ramales satélites, tienen un rumbo N-S y N-W
con buzamientos de alto ángulo al oeste, y se destacan por exhibir fuerte
deformación dúctil, principalmente exhibida en rocas gabroicas y las escamas
imbricadas más orientales del Complejo Quebradagrande. Las foliaciones
miloníticas, lineaciones minerales e indicadores cinemáticos asimétricos, indican
una disposición subvertical con componente de deslizamiento inverso W sobre
E, para la deformación penetrativa más antigua registrada.
EVOLUCION GEOLOGICA
MARCO ESTRATIGRAFICO