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La ropa para turismo activo es una clase de ropa de deporte especialmente diseñada para

practicar dicha actividad, que requiere un buen material para practicarla con garantías. Comprar
ropa para turismo activo de calidad es una excelente inversión, debido a que aporta
confortabilidad, es funcional, proporciona seguridad, permite alcanzar un alto rendimiento y
protege de los rigores atmosféricos.

Características de la ropa para turismo activo

El turismo activo o turismo de aventura es un tipo de turismo que tiene como objetivo principal la
práctica de actividades de aventura en la naturaleza, generalmente en zonas remotas.

El turismo de aventura se está volviendo muy popular entre aquellos turistas que buscan
vacaciones inusuales con situaciones inesperadas, que desean conocer lugares, su gente y su
cultura de manera activa y participativa.

Aunque en ocasiones el turismo activo conlleva la práctica de deportes de aventura o riesgo, no


necesariamente es así. A este respecto, los viajes de turismo de aventura puede clasificarse según
su dificultad sea baja, moderada o alta, siendo necesario en ciertos casos que el viajero cuente con
una preparación física mínima y un equipo apropiado.

La ropa que se utiliza para practicar el turismo activo es muy similar a la que se emplea en otras
actividades al aire libre como el montañismo, los deportes de aventura o el trekking, e incluye
elementos como los siguientes:

Pantalones: los pantalones para el turismo activo usualmente son pantalones largos tipo cargo,
hechos de tejidos resistentes a la abrasión, ligeros, elásticos, con tecnología para que sean
repelentes al agua y a la vez transpirables para que el sudor no se quede pegado al cuerpo.

Camiseta: para turismo activo conviene utilizar camisetas técnicas con tecnologías donde la
camiseta absorbe el sudor y lo transporta hacia afuera de la camiseta, permitiendo que el turista
se sienta siempre seco y cómodo.

Trajes de neopreno: el traje de neopreno se utiliza si se quieren realizar actividades acuáticas en el


mar o en un río. La principal característica del traje de neopreno es que ofrece protección contra
el frío por su aislamiento térmico, a la vez que resistencia contra los elementos. Para este tipo de
actividades que conllevan contacto con el agua conviene también llevar escarpines o calzado de
agua similar, así como un contenedor estanco para llevar ropa seca.

Chaqueta impermeable: las chaquetas para turismo activo deben ser livianas, resistentes al agua,
transpirables, con capucha y con varios bolsillos con cierre para tener a mano objetos de uso
habitual.

Zapatillas: usualmente para realizar una actividad de turismo de aventura se utilizan zapatillas de
trekking o de carreras de montaña (trail running), resistentes y con una suela con buen agarre, por
si se realizan actividades en terrenos montañosos y con desnivel.

Casco: para ciertas actividades de turismo activo, como el kayak, la escalada, el barranquismo o la
bicicleta de montaña, se precisa usar casco para proteger la cabeza contra posibles golpes o
caídas. Actualmente existen en el mercado cascos diseñados para regular la ventilación y la
temperatura, lo cual puede ser muy beneficioso para adaptarse a distintas condiciones climáticas
de frío y de calor. Es importante que el casco se acomode a la forma específica de la cabeza del
turista para conseguir el máximo confort.

Sombrero: si se está en clima cálido o hay sol, es básico usar un sombrero o gorra para protegerse
contra los rayos solares. En zonas frías es esencial contar con un gorro que proteja del frío. Lo más
conveniente para turismo de aventura son sombreros, gorras y gorros hechos de tejidos flexibles
de manera que se puedan plegar y guardar en un bolsillo.

Guantes: los guantes, de diferentes características según las condiciones climáticas, son básicos en
el turismo de aventura.

Pañuelo: un pañuelo o una cinta tubular de tejido elástico resulta siempre muy útil, ya que se trata
de prendas polivalentes que permiten diversos usos, desde reemplazar el gorro o sombrero hasta
tapar una herida o sujetar el pelo.

Gafas y protector para el sol: en actividades al aire libre es básico protegerse de los efectos
nocivos de los rayos del sol con gafas con filtro UV, protector labial y crema solar para la piel.

Heridas leves: Cómo curar heridas leves


Antes de poner una tirita o venda, debes limpiar la herida. Para limpiar y prevenir una infección de la
herida, realiza los siguientes pasos:

Lava y seca tus manos cuidadosamente.


Al curar una herida de otra persona, ve explicándole lo que vas
haciendo.
Asegúrate de que la persona está sentada o acostada.
Limpia la herida bajo el grifo con agua y jabón.
Seca el área con una toalla limpia.
Aplica un vendaje estéril o una tirita.
Heridas graves: Consulta a un médico
Al tratar hemorragias, siempre debes consultar a un médico en los
siguientes casos:
La hemorragia no para de sangrar
La lesión es muy grande o muy profunda.
Hay algo incrustado en el corte.
La herida es en una arteria o en una articulación.
La herida está muy roja, inflamada y duele mucho o le sale pus (puede estar infectada).
La herida es en una antigua lesión que parece estar infectada.
La herida fue causada por una picadura (todos las mordeduras de animales o humanas requieren
atención médica).

Muchas de las mordeduras humanas son el resultado de una


puñetazo, cuando una persona golpea a otra persona en los
dientes y se corta la mano. Los síntomas típicos incluyen
pequeños cortes en la mano, enrojecimiento, hinchazón y dolor
en la piel.
Si no estás seguro de qué la gravedad de la herida, es mejor
consultarlo con un profesional de la salud. Si tienes una herida
grande, o una herida profunda, deberá ser examinada
cuidadosamente por el profesional para determinar lo grave que
es. Además, un profesional de la salud puede curar y vendar la
herida.
La vacunación antitetánica
Es muy importante que compruebes que estás al día con las vacunas contra el tétanos si te haces una
herida o si has sido mordido. Tu médico te dará una vacuna de refuerzo contra el tétanos en caso
necesario.

Vendas:
Los pasos para hacer un vendaje son:
Asegúrate de que la persona está cómoda y háblale de lo que vas haciendo.
Asegúrate de que trabajas del lado de la lesión y no tienes que cruzarte sobre su cuerpo para aplicar las
vendas.
Mantén la parte del cuerpo lesionada en la posición en la que estará cuando el vendaje esté finalizado.
Asegúrate de que el tamaño de las vendas que usas es correcto. Según la parte del cuerpo que
estés vendando, necesitarás vendas de distinto tamaño.
Si es posible, no cubras los dedos de las manos o de los pies cuando vendes una extremidad para poder
comprobar fácilmente la circulación.
Aplica la venda firmemente pero no excesivamente apretada y fíjala usando un esparadrapo, cinta
adhesiva, un clip de vendaje o haciendo un nudo.
Cuando termines de colocar la venda, pregunta a la persona si se siente cómoda con el vendaje o si
está demasiado ajustada. Comprueba la circulación presionando una uña o o la piel y comprobando si
se queda pálida. Si el color no vuelve inmediatamente, es posible que el vendaje esté demasiado
apretado y se deba aflojar. Es recomendable comprobar los miembros cada 10 minutos tras haber
colocado el vendaje para asegurarse de que la circulación es correcta.

Tipos de vendas
Hay tres tipos de vendas: vendas en rollo, tubulares y triangulares. Según el tipo de lesión
(herida, fractura...) se ha de usar el tipo de venda que más se adecúe por tamaño, material y forma.
Vendas en rollo
Las vendas en rollo se utilizan para proteger los apósitos y fijan las extremidades lesionadas. Este tipo
de vendas puede ser de algodón, gasa, tela elástica o lino.
Hay tres tipos de vendas en rollo:
Vendas hechas de material transpirable para permitir la ventilación pero no ejercen presión ni se
pueden usar en articulaciones.
Vendas elásticas que se amoldan a la forma del cuerpo
Vendas de gasa que se usan para dar un soporte firme a las articulaciones lesionadas.
Para aplicar una venda en rollo:
Mantén la parte enrollada de la venda sobre la lesión y la parte desenrollada hacia la lesión.
Da dos vueltas de cada vez a la venda sobre la lesión para mantenerla en su sitio.
Venda las extremidades desde el interior hacia el exterior asegurándote de que cada nuevo giro cubre
entre un tercio y dos tercios del anterior.
Terminar con una vuelta recta y fijar el final de la venda.
Al aplicar vendas en codos y rodillas (para que el vendaje mantenga los apósitos en su lugar o
evitar el movimiento en esguinces y desgarros musculares) flexionaa la articulación un poco, aplica la
venda en una figura de ocho y extiende el vendaje a lo largo de la articulación.
Para la aplicación de vendas en las manos (para que el vendaje mantenga los apósitos en su lugar o
evitar el movimiento en esguinces y desgarros musculares), debes realizar el vendaje desde el interior
de la muñeca mediante giros diagonales a través del dorso de la mano hasta el final del dedo meñique,
dejando libre el pulgar.
Vendas tubulares

Los vendajes tubulares se utilizan para mantener los apósitos en los dedos de las manos o dedos de
los pies o para evitar el movimiento de las articulaciones lesionadas.
Este tipo de vendas están hechas de tejido tubular sin costuras. Puedes usar gomas para las
articulaciones como el tobillo. Los vendajes de gasa tubular también pueden usarse para los dedos de
las manos o dedos de los pies pero no proporcionan ningún tipo de presión para detener el sangrado.
Vendas triangulares
Las vendas triangulares son vendas normales que se pliegan en forma de triángulo. Las vendas
triangulares se pueden usar como apósitos grandes, como los cabestrillos para apoyar a un miembro o
para garantizar que un vendaje se mantiene en su lugar, por ejemplo, para inmovilizar fracturas.
También puedes utilizar un artículo de ropa como una bufanda para hacer un vendaje triangular.
Para usar una venda para hacer un cabestrillo en un brazo:
Pide a una persona que mantenga su brazo sobre el pecho y el brazo de apoyo mientras haces el
vendaje.
Pon la venda bajo el brazo y tras el cuello.
Pon la otra mitad sobre el brazo pasándola sobre el hombro y haz un nudo tras el cuello.
Pliega los extremos sueltos de la venda dentro del vendaje o utiliza un imperdible.
Si estás usando un vendaje triangular para apoyar un miembro o necesitas una venda larga, dobla la
venda triangular por la mitad horizontalmente de forma que el pico del triángulo toque el centro del
lado opuesto. Luego, dóbla la venda por la mitad otra vez en la misma dirección para hacer una venda
larga.
Quemaduras
Las quemaduras, normalmente se dividen en tres categorías dependiendo de qué porcentaje de piel ha
sido afectada. Las quemaduras superficiales o de quemaduras de primer grado, afectan a la superficie
de la piel, enrojeciéndola, hinchándola y provocando dolor. Este tipo de quemaduras se puede tratar
en casa y normalmente tarda entre 7 y 10 días en curarse.
Las quemaduras parciales o quemaduras de segundo grado y las quemaduras profundas o quemaduras
de tercer grado son mucho más serias y requieren atención médica.
Tratamiento de quemaduras leves o quemaduras de primer
grado
Para tratar quemaduras leves o quemaduras de primer grado en casa:
Refresca la piel usando agua fría entre 10 y 30 minutos. Lo mejor es hacerlo durante los primeros 20
minutos después de que se produzca la herida. Esto sirver para prevenir que la quemadura empeore.
No uses hielo, agua helada, cremas o sustancias grasas como mantequilla para aliviar el dolor. Un baño
frío o ducha ayudará a aliviar el dolor.
Cubre la quemadura temporalmente con un film transparente, sin apretar, o con una bolsa de plástico.
Si la herida es dolorosa, puedes un analgésico como paracetamol o ibuprofeno puede ayudar a mitigar
el dolor. De todas formas, has de comprobar siempre las instrucciones del medicamento y tomar la
dosis adecuada.
No toques la quemadura ni rompas las ampollas. Si la quemadura es muy dolorosa, o parece empeorar,
consulta con un médico.
Las quemaduras profundas o que afecten a una zona extensa de la piel, la cara o las articulaciones,
deben ser siempre comprobadas por un médico y pueden necesitar tratamiento hospitalario. Este tipo
de quemaduras pueden ser quemaduras de segundo grado o quemaduras de tercer grado.
Tratamiento de quemaduras químicas
Si te quemas la piel con un producto químico como la lejía o ácido, se trata de una quemadura
química. Para tratar este tipo de quemadura, debes seguir las siguientes recomendaciones:
Elimina los productos químicos de la piel, poniendo el área afectaa bajo el agua corriente fría durante
20 minutos o más. Si el producto químico es en polvo, como la cal, sacúdela para eliminarla de la piel
antes de poner la zona bajo el agua.
Quítate cualquier joya o ropa que haya sido expuesta al producto químico.
Aplica una toalla húmeda para ayudar a mitigar el dolor producido por la quemadura.
Cubre la piel quemada con un paño seco, y limpio, a ser posible esterilizado.
Si notas que se incrementa la sensación de quemado, vuelve a lavar la zona unos minutos más.
Es recomendable visitar a un médico para comprobar la quemadura y si es necesario, tratarla.
Tratamiento de quemaduras eléctricas
Las quemaduras eléctricas pueden no parecer importantes pero pueden llegar a ser muy dañinas.
Alguien que sufre una quemadura eléctrica, debería recibir atención médica inmediata.
Fractura
En un accidente, como una caída o golpe, se puede romper un hueso. Los tres principales síntomas de
fractura son:
Dolor.
Hinchazón.
Deformidad.
Es importante distinguir si un hueso se ha desplazado o si se trata de una fractura.
Si te rompes un hueso, puedes experimentar lo siguiente:
Puedes oír un chasquido o un chirrido durante la lesión.
Puede haber hinchazón, moretones o sensibilidad alrededor de la zona lesionada.
Puedes sentir dolor cuando pongas peso sobre la lesión, la toques, hagas presión sobre ella o la
muevas.
La parte lesionada puede parecer deformada. En algunas lesiones en las que hay fractura, el hueso
puede atravesar la piel.
Debido al shock de una rotura de hueso, también puedes sentirte débil, mareado o enfermo.
Si se trata de una fractura pequeña o sólo una fisura, puedes no sentir mucho dolor o puede que ni
siquiera notes que te has roto un hueso. Si sospechas que te has fracturado un hueso, debes buscar
ayuda médica inmediata.

El hueso roto debe ser alineado correctamente y mantenerse en su lugar (a veces con un yeso), de
modo que se cure en la posición correcta. Si no recibes el tratamiento adecuado, puedes desarrollar
una infección grave o una deformidad permanente. Una fractura mal curada también podría provocar
problemas a largo plazo en tus articulaciones.
Los ancianos y gente que tienen osteoporosis debe ser especialmente cuidadosa ya que sus huesos son
más débiles y se pueden romper más fácilmente. Si tienes un hueso roto o fractura debes acudir
urgentemente al médico.
Atragantamiento en niños y adulto
Esta información se puede utilizar en atragantamiento de adultos y niños de más de un año. Para
información relacionada con atragantamiento en bebés de menos de un año, ver la página
sobre atragantamiento en bebés de menos de un año.
Lo primero que hacer si alguien se atraganta, es manejar la situación rápidamente para ver cómo
puedes ayudar mejor.
El atragantamiento sucede cuando a alguien se le bloquean de repente las vías de aire y no puede
respirar. Sus vías respiratorias pueden estar bloqueadas de forma parcial o total.
El atragantamiento en adultos, normalmente está causado por comida que se atasca. En niños y en
bebés, el atragantamiento puede estar causado por meter objetos pequeños en la boca que se atascan.
Atendiendo un atragantamiento
La mejor manera de ayudar depende de lo serio que sea el atragantamiento.
El tipo de acción ha de ser distinta si se trata de un atragantamiento parcial o si es un atragantamiento
total y si la persona que se ha atragantado es un adulto, un niño de algo más de un año o un bebé.
Atragantamiento parcial en adultos y niños mayores de un
año de edad
Si las vías respiratorias están sólo parcialmente bloqueadas, la persona normalmente podrá hablar,
llorar, toser o respirar. En situaciones como estas en las que el atragantamiento es leve, un adulto o
niño de más de un año normalmente será capaz de liberar las vías respiratorias por sí mismo.
Para ayudar en atragantamientos leves, en un adulto o un niño de más de un año:
Intenta que la persona siga tosiendo para intentar desbloquear las vías respiratorias
Elimina cualquier bloqueo obvio de su boca usando los dedos índice y pulgar para intentar agarrar el
objeto.
Permanece atento por si el atragantamiento pasara a ser un obstrucción completa de las vías
respiratorias o si el atragantamiento empeorase.
Atragantamiento grave en adultos y niños de más de un año

Si el atragantamiento es grave, la persona no será capaz de hablar, llorar, gritar o respirar. Sin ayuda,
un adulto o niño de más de un año que se atragantan podrían llegar a quedarse inconscientes.
Para ayudar a un adulto o niño de más de un año que tiene un atragantamiento grave:
Colócate detrás de la persona, ligeramente de lado. Si eres diestro, a su izquierda y si eres zurdo, a su
derecha
Sujeta su pecho con una mano. Inclina a la persona hacia delante de forma que el objeto que produce
el atragantamiento vaya hacia su boca en lugar de ir hacia abajo.
Da hasta cinco golpes secos entre los omóplatos de la persona con la parte de la mano situada entre la
palma y la muñeca.
Para después de cada golpe para comprobar si el atragantamiento ha remitido.
Si todavía continúa el bloqueo, aplica hasta cinco compresiones de abdomen (ver más abajo).
Para tras cada compresión para comprobar si todavía continúa el bloqueo de las vías respiratorias.
Si las vías respiratorias de la persona todavía siguen bloqueadas después de tres ciclos de golpes en la
espalda y compresiones de abdomen, debes pedir ayuda.
Si alguien está contigo, pídele que llame a una ambulancia inmediatamente.
Si estás sólo, pide una ambulancia inmediatamente y vuelve a ayudar a la persona.
Compresiones abdominales en adultos y niños mayores de un
año: maniobra de Heimlich

Las compresiones de abdomen son una técnica de emergencia para liberar bloqueos de las vías
respiratorias en adultos o niños de más de un año que se atraganten. Esta técnica también es conocida
como maniobra de Heimlich.
Importante: No uses las compresiones abdominales con bebés de menos de un año, mujeres
embarazadas o gente obesa.
Colócate tras la persona que se está atragantando
Coloca tus brazos alrededor de su cintura e inclínalo hacia adelante.
Cierra tu puño y colócalo sobre el ombligo de la persona que se está atragantando, en la boca del
estómago.
Coloca la otra mano encima de tu puño y entonces tira hacia atrás con ambas manos haciendo un
movimiento brusco y seco.
Repite este proceso hasta que el objeto en su garganta salga hasta la boca.
Complicaciones en el atragantamiento
Una vez que las vías respiratorias de la persona se hayan liberado, es posible que partes del material
que causaba la obstrucción se puedan quedar y causar complicaciones más tarde. Si la persona tiene
tos persistente, dificultad tragando o siente que algo se le ha atragantado, necesita ver a un
profesional con urgencia.

Botiquín de primeros auxilios


Es importante tener un buen botiquín de primeros auxilios en casa para hacer frente a accidentes y
lesiones leves.

Tu botiquín de primeros auxilios debe permanecer cerrado y guardado en un lugar fresco y seco, fuera
del alcance de los niños.
Los medicamentos del botiquín deben ser controlados regularmente para asegurarse de que no estén
caducados.
Muchas personas también llevar un pequeño botiquín de primeros auxilios en su vehículo para
las emergencias.
Elementos de un botiquín básico de primeros auxilios
Los principales elementos del botiquín que siempre deben formar parte del contenido de tu botiquín
de primeros auxilios en caso de emergencia son:
Tiritas, en una variedad de diferentes tamaños y formas para detener hemorragias.
Apósitos de gasa estéril pequeños, medianas y grandes.
Al menos dos apósitos estériles para ojos.
Vendajes triangulares.
Rollos de vendas.
Imperdibles.
Guantes estériles desechables.
Pinzas.
Tijeras.
Toallitas húmedas de limpieza sin alcohol.
Cinta adhesiva.
Termómetro, preferiblemente digital.
Crema para erupciones de la piel tales como la hidrocortisona o la caléndula.
Crema o spray para aliviar las picaduras de insectos y picaduras de insectos.
Crema antiséptica.
Los analgésicos tales como paracetamol o paracetamol infantil para los niños, aspirina (que no debe
administrarse a niños menores de 16 años), o ibuprofeno.
Medicamentos para la tos.
Comprimidos descongestionante o un aerosol nasal.
Comprimidos de antihistamínicos.
Agua destilada, para la limpieza de heridas y lavado ocular.
Puedes comprar los medicamentos y utensilios para tu botiquín de primeros auxilios en farmacias y
parafarmacias.

Reanimación
En muchas ocasiones, un accidente puede provocar un parada del sistema respiratorio y este no es
capaz de hacer llegar el aire a los pulmones porque de lugar el intercambio de gases entre el oxígeno y
el dióxido de carbnono. Al alveolo pulmonar no le llega el oxígeno a través de la sangre y, por lo tanto,
las céulas se quedan sin oxígeno para sus procesos.

Dependiendo de la situación y la persona, si pasan entre 3 la 5 minutos, esta falta de oxigenació


acabará provocando un paro cardiaco y consecuentemente la muerte.
El cerebro humano es capaz de no presentar lesiones en ausencia de oxígeno un tiempo aproximado de
5-6 minutos. A partir de aquí, empieza la degeneración neuronal que dura unos 4-5 minutos más.
Esta es una situación de muerte clínica y puede ser reversible si se consigue oxigenar el cerebro en
estos minutos iniciales. Pasado este tiempo, las células del cerebro mueren y esto ya es irreversible. Se
produce la muerte biológica o muerto real de la víctima.
Para evitar que esto suceda, se puede aplicar la reanimación cardiopulmonar o RCP es un
procedimiento médico de primeros auxilios que se aplica en caso de emergencia a las víctimas de paro
cardíaco o, en algunas circunstancias, paro respiratorio. La RCP se suele realizar en los hospitales, o por
profesionales médicos.
En casos de emergencia, la RCP puede ser aplicada en primeros auxilios por personas no
profesionales si tienen la preparación adecuada. De esta forma se han salvado muchas vidas ya que en
ocasiones es necesaria una reanimación rápida mientras llegan los equipos de emergencia.
Qué es RCP: Reanimación cardiopulmonar
La RCP en primeros auxilios consiste en intervenciones físicas para crear la circulación artificial
aplicando una presión rítmica sobre el pecho del paciente para que el corazón bombee la sangre de
forma manual (compresiones de pecho) y por lo general implica también que el rescatador introduce
oxígeno en el paciente, aplicando respiración boca a boca o utilizando un dispositivo para inflar los
pulmones y pasar de oxígeno en la sangre. Esto se llama respiración artificial. Algunos protocolos de
RCP actuales minimizan la importancia de la respiración artificial y se centran en las compresiones
en el pecho solamente.
La RCP básica es poco probable que reactive el funcionamiento del corazón, su principal objetivo es
mantener un flujo de sangre oxigenada al cerebro y el corazón, lo que retrasa la muerte de los tejidos y
aumenta el tiempo disponible para poder practicar una reanimación por profesionales de salud sin que
se produzcan dañoos cerebrales permanentes.
La desfibrilación, la administración de una descarga eléctrica al corazón, suele ser necesaria para que el
corazón se reinicie y esto sólo funciona en pacientes con un ritmo cardíaco determinado, es decir, la
fibrilación ventricular o taquicardia ventricular.
La RCP aplicada en los primeros auxilios es seguida generalmente del soporte vital avanzado
(por ejemplo, de un equipo médico o paramédico) hasta que el paciente recupere el ritmo cardíaco
(llamado "retorno de la circulación espontánea") o sea declarado muerto.
Primeros auxilios para bebes
Una de las mejores maneras de que los padres primerizos, abuelos y niñeras pueden prepararse para lo
inesperado es tomar clases de primeros auxilios y resucitación cardiopulmonar infantil (CPR).

Saber qué hacer en caso de una emergencia te ayudará a mantener la calma, pensar con rapidez y
tomar medidas para que puedas ayudar a tu hijo.
Veremos aquí cómo manejar algunas de las lesiones y emergencias más comunes que afectan a los
niños menores de un año de edad.
Lesiones en la cabeza y de los ojos
Los golpes en la cabeza y las irritaciones oculares deben ser tratados con cuidado, el cerebro y los ojos
de los bebés en desarrollo son muy frágiles. Incluso si no parece grave, es una buena idea consultar con
el médico.
Lesiones en la cabeza
Este tipo de lesión es común en los niños pequeños, porque la cabeza de un niño es relativamente
grande en proporción al resto de su cuerpo. Un niño que se cae de una altura significativa (un metro o
más) o se encuentra en un accidente de coche, podría tener una lesión en la cabeza, en el cuello o en la
espalda.
Llama al servicio de urgencias si tu bebé pierde la conciencia, tiene convulsiones, rezuma sangre o
líquido de los oídos o la nariz, tiene moretones alrededor de los ojos o detrás de las orejas, o actúa
como aletargado. No muevas nunca al niño, ya que esto podría causarle una lesión mayor. Llama a un
médico incluso para lesiones en la cabeza aparentemente leves. Tu hijo pudo haber sufrido una
conmoción cerebral.
Las lesiones oculares
Todas las lesiones en los ojos (las más comunes incluyen moretones alrededor de los ojos, arañazos en
la córnea y quemaduras de cigarrillos) deben ser evaluados por un médico. Si una sustancia irritante le
salpica en los ojos, lávaselos con agua durante al menos 15 minutos y busca atención médica. No le
frotes los ojos, ni le apliques alguna medicación ni trates de sacarle un objeto incrustado.
Si tu bebé tiene una herida en la piel
Heridas en la piel
La mayoría de los cortes de menor importancia pueden tratarse en casa, las heridas graves requieren
atención médica. Tú niño puede necesitar puntos de sutura o una dosis de la vacuna contra el tétanos.
Cortes y rasguños menores
Si la lesión apenas rompe la piel, lávale la zona afectada con agua y jabón, sécale, y después aplícale un
ungüento antibiótico (como bacitracina o Neosporin) y cubre la herida con un vendaje antiadherente.
Mantenle la herida limpia y reemplázale el vendaje por lo menos una vez al día para evitar infecciones.
Llama a un médico si el área se inflama, se pone roja, hay una secreción de pus o si tu hijo tiene fiebre.
Moretones
Un moretón se produce cuando los vasos sanguíneos se dañan, causando sangrado debajo de la piel. El
área puede ser de color rojo o púrpura, y luego se desvanece a amarillo-verdoso. Aplícale una
compresa fría (envuelta en un paño) para disminuir el dolor, la hinchazón y el sangrado posterior.
Llama a su médico si tiene grandes moretones, hinchazón, dolor continuo, o contusión abdominal.
Los cortes profundos
Si la herida es grave y continúa sangrando durante más de cinco minutos, llama a urgencias y aplícale
presión firme con una gasa estéril o un paño limpio en el sitio de la hemorragia. La elevación de la
extremidad lesionada por encima del corazón, ayudará a controlar el sangrado. Si un objeto afilado
como un clavo está profundamente arraigado en la piel, no se lo retires. En ese caso, envuélvelo en
vendas (para evitar que se mueva), y búscale atención médica.
Si tu bebé se está asfixiando
Atragantamiento
Las vías respiratorias de un bebé pueden ser bloqueada por un objeto pequeño o por un alimento de
riesgo, como pueden ser los frutos secos, las uvas enteras, los perritos calientes y las palomitas de
maíz. Un niño puede conseguir un poco de aire en los pulmones si tose mientras se asfixia, mira
cuidadosamente como sus reflejos trabajan para despejar las vías respiratorias. Si el niño no expulsa el
objeto y su tos se debilita, no puede hacer ningún sonido, o deja de respirar, que alguien llame al 911.
Si estás sola, presta atención a las pautas a seguir, y luego llama a emergencia.
Dale cinco golpes en la espalda. Para ello, en primer lugar colócate al bebé boca abajo sobre tu
antebrazo, el brazo descánsalo sobre el muslo como apoyo. Apoya la barbilla en la mano, y asegurarte
de que su cabeza y cuello estén más bajos que su torso. A continuación, utiliza la palma de tu mano
libre para darle cinco golpes en la espalda firmes entre los omóplatos.
Si el bebe no expulsa el objeto, gíralo sobre su espalda. Apoya al bebe en tu antebrazo, usando el
muslo para mantener su cuerpo y tu mano para sostener la cabeza. Asegúrate de que la cabeza y el
cuello son más bajos que su torso. Aplícale cinco compresiones en el pecho.
Repítele los golpes en la espalda y las compresiones en el pecho hasta que el objeto se expulse o el
bebé comience a respirar o a toser. Consulta al médico después, incluso si tu bebé parece estar bien.
Si un bebé se asfixia o pierde el conocimiento, realízale dos respiraciones boca a boca. Si las
respiraciones no tienen efecto, probablemente es que la vía respiratoria está bloqueada. Inclina la
cabeza del bebé más atrás, levántale la barbilla e insúflale aire dos veces más, más lentamente. Si las
respiraciones siguen sin tener efecto, aplícale cinco compresiones más en el pecho.
Busca un objeto extraño. Ábrele la boca al bebé y búsca un objeto que este obstruyendo las vías
respiratorias. Si lo ves, usa tu dedo meñique para quitárselo. (No realizar esto si no se puede ver nada.)
Insúflale aire nuevamente. Si el pecho aún no se levanta, continúa el ciclo de cinco compresiones en el
pecho, en busca de un objeto extraño, e insuflando aire una vez cada cinco compresiones hasta que
llegue ayuda. Si el aire entra y se eleva el pecho, insufla aire una vez más y revísale la respiración y la
circulación.
Si tu bebé se quema o ingiere una sustancia peligrosa
Quemaduras
La piel de un bebé es mucho más sensible al calor que la piel del adulto. Las quemaduras se clasifican
según su gravedad como de primer grado (enrojecimiento), segundo grado (ampollas), y tercer grado
(carbonización de la piel). Sigue estos pasos si tu hijo se quemó.
Retira al bebé del peligro y enfríale el área quemada lavándola con agua fría (a menos que sea una
quemadura eléctrica, tal como se describe más adelante). Quítale la ropa al bebé al menos que esté
pegada a la piel.
Cúbrele ligeramente la quemadura con una gasa limpia y seca para reducir el dolor y prevenir la
infección. Nunca le apliques hielo directamente sobre la quemadura, y no pongas ningún ungüento
sobre una quemadura importante, ya que puede sellar el calor. Del mismo modo, se aconseja evitar los
remedios caseros, como la mantequilla, grasa o talcos que no sirven para curar las quemaduras, sino
que en realidad pueden causar infección.
Para una quemadura grave (de segundo grado), llama a urgencias; las quemaduras severas pueden
causar la pérdida de líquido del cuerpo y dificultad para respirar. Si la quemadura ha afectado a una
gran parte del cuerpo del bebé, después de detener la quemadura y enfriarlo con agua, envuélvelo en
una sábana limpia y cúbrelo con una manta (para mantenerlo caliente).
Para una quemadura química causada por el contacto con un producto para el hogar, tal como
quitaesmalte, desatascador, limpiadores de horno, o cloro de uso doméstico, llama al urgencias y lávale
el área afectada con agua corriente fría hasta que llegue la ayuda. Si es posible, retírale la ropa que se
haya mojado con el producto químico.
Para una quemadura eléctrica, por ejemplo, cuando un niño pone un objeto metálico en un enchufe o
muerde un cable eléctrico, llama a urgencias pero no enfríes la quemadura con agua, simplemente
cúbrelo con un vendaje estéril y seco. Las quemaduras eléctricas son engañosas, aunque parezcan
pequeñas pueden ser graves.
Envenenamiento
Si sospechas que tu bebé ha ingerido una sustancia tóxica, medicamentos, productos de limpieza o
plaguicidas, llama al centro de control de envenenamientos inmediatamente (incluso si no tiene
síntomas visibles). Informa exactamente de lo que ingirió (lee los ingredientes de la etiqueta), la
cantidad y la hora del suceso. El centro de control de intoxicaciones te indicará si se debe dar atención
a domicilio. Si el niño vomita espontáneamente, ponlo de lado para prevenir la asfixia y guarda un poco
de vomito en caso de que sea necesario para el análisis.
Primeros auxilios en cortes
Normalmente, no hace falta ir a urgencias por un pequeño corte o un rasguño. Sin embargo, es
importante tener cuidado para evitar infecciones u otras complicaciones.
Los consejos que te daremos aquí, pueden ayudarte a cuidar las cortes simples. En caso de tratarse de
un corte grave, dirígete cuanto antes a tu médico de urgencia u hospital.
Detener el sangrado
Normalmente los cortes pequeños y las raspaduras dejan de sangrar por sí mismos. Si no lo hacen, hay
que presionar suavemente sobre ellos con una tela limpia o con un vendaje. Se continúa presionando
de 20 a 30 minutos y si es posible, es conveniente poner la herida en alto.
Por ejemplo, si la herida es en una mano, levantar la mano puede ayudar a detener la hemorragia. No
despegues la venda para ver si ha dejado de sangrar, ya que puede dañar o desplazar el coágulo que se
está formando y hacer que vuelva a sangrar. Si la sangre brota o continúa saliendo después de la
presión continua, busca asistencia médica.
Limpiar la herida
Lava el corte con agua limpia. El jabón puede irritar la herida, así que intenta no utilizarlo en una herida
recién hecha. Si la suciedad o los residuos continúan estando en la herida después del lavado, utiliza
unas pinzas que hayan sido limpiadas con alcohol para eliminar las partículas. Si los residuos todavía
continúan, consulta a tu médico. Una limpieza a fondo reduce el riesgo de infecciones y de tétanos.
Utiliza jabón y una toallita para limpiar el área alrededor de la herida. No es necesario utilizar peróxido
de hidrógeno, yodo o un limpiador que contenga yodo.
Aplicar un antibiótico
Después de limpiar la herida, aplica una fina capa de crema o ungüento antibiótico, como Neosporin o
Polysporin para ayudar a mantener la superficie húmeda. Estos productos no harán que la herida se
cure más rápidamente, pero pueden prevenir las infecciones y ayudar al proceso curativo natural del
cuerpo. Algunos ingredientes que hay en ciertos ungüentos pueden provocar una leve erupción en
algunas personas. Si aparece una erupción, deja de usar el ungüento.
Vendar el corte
Los vendajes pueden ayudar a mantener la herida limpia y así evitar los daños causados por las
bacterías externas. Cuando la herida se haya curado lo suficiente, exponerla al aire acelerará la
curación de la herida.
Cambiar el vendaje
Cambia el vendaje al menos una vez al día o cada vez que se moje o se ensucie. Si notas alergia al
adhesivo utilizado en la mayoría de las vendas, utiliza las vendas sin adhesivos o las gasas estériles y
colócalos en el sitio con cinta de papel, rollo de gasa o una venda elástica aplicada sin demasiada
fuerza. Por lo general, estos suministros están disponibles en las farmacias.
Realizar puntos de sutura en los cortes profundas
Un corte mayor de unos 6 centímetros de profundidad o que está muy abierta, o con una forma
irregular, y que tiene grasa o un músculo que sobresale, normalmente necesitará unos puntos de
sutura. Las tiras adhesivas y los parches con forma de mariposa pueden mantener unido un corte
pequeño pero si no se puede cerrar el corte fácilmente es mejor acudir al médico lo antes posible.
Cerrar bien un corte en el menor tiempo posible reducirá el riesgo de infecciones.
Estar atentos a los signos de infección
Consulta a tu médico si el corte no cicatriza o si notas cualquier enrojecimiento, un aumento del dolor,
secreciones, calor o hinchazón.
Vacunarse del tétanos
Los médicos recomiendan vacunarse contra el tétanos cada 10 años. Si tu corte es profunda o está
sucia y te pusiste la última vacuna del tétanos hace más de cinco años, el médico puede recomendarte
una vacuna de refuerzo contra el tétanos. Se debería inyectar ese refuerzo tan pronto como sea
posible después de la lesión.
Primeros auxilios para infartos
Si sospechas que estás teniendo un derrame cerebral o que otra persona está teniendo un Ictus
cerebral, llama a una ambulancia inmediatamente.
Es importante llevar a la persona que haya sufrido un derrame cerebral al hospital cuanto antes ya que
cuanto antes se trate un derrame cerebral en el hospital, mejor se recuperará la persona.
Tardar mucho tiempo puede aumentar los daños en el cerebro.
Signos de infarto
Debilidad, parálisis (incapacidad para moverse) o entumecimiento de la cara o de las extremidades,
especialmente en un lado del cuerpo.
La visión se vuelve borrosa o disminuye de repente, especialmente en un ojo.
Dificultad para hablar o entender el lenguaje.
Dificultad repentina para tragar.
Una caída inexplicable, mareos o pérdida del equilibrio. Alguien que está sufriendo un derrame
cerebral pueden parecer una persona ebria.
Dolor de cabeza intenso y repentino sin causa conocida
Somnolencia, confusión o pérdida del conocimiento.
Qué hacer en caso de infarto
El siguiente plan asume que contigo hay por lo menos otra persona más para ayudarte. Si estás a solas
con la víctima, haz lo siguiente: Comprueba la respiración y gira a la persona en posición de
recuperación (ver más abajo) antes de llamar a una ambulancia. A continuación, reanuda el plan,
haciendo el boca a boca si es necesario.
Comprueba el peligro
Hacia ti.
Hacia otros.
Hacia la persona afectada.
Comprueba la respuesta
Pregúntale a la persona su nombre. Si alguien ha sufrido un infarto cerebral, no podrá hablar, por lo
que puedes coger sus manos y pedirle que para responder apriete una de tus manos.
¿La persona responde? Si es así, tiene conciencia: sigue las instrucciones al final de la página mientras
esperas a que llegue la ayuda.
Si la persona no responde, probablemente está inconsciente. Asegúrate de que alguien ha llamado a
una ambulancia, y luego continua.
Comprueba las vías respiratorias
¿Están las vías respiratorias limpias de obstáculos?
¿Están la vías respiratorias abiertas?
Si las vías respiratorias no están limpias, gira a la persona en posición de recuperación.
Ponte de rodillas al lado de la persona.
Pon su brazo que está más alejado de ti hacia fuera en ángulo recto con tu cuerpo.
Coloca el brazo más cercano por encima de su pecho.
Dobla hacia arriba la rodilla de la pierna más cercana a ti, la otra pierna debe estar recta.
Mientras sujetas su cabeza y su cuello, voltea a la persona hacia el lado contrario.
Cuando esté de lado, desplaza la pierna levantada flexionada por la rodilla de forma que la rodilla
toque el suelo.
Comprueba la respiración
Inclina la cabeza hacia atrás.
¿Está el pecho de la persona subiendo y bajando?
¿Se puede oír la respiración de la persona?
¿Puedes sentir su aliento en tu mejilla?
Si la persona no respira:
Coloca a la víctima sobre sus espaldas.
Inclina la cabeza hacia atrás.
Levanta la barbilla, mantén cerrada su nariz con una mano y dale 2 respiraciones boca a boca iniciales.
Asegúrate de que el pecho sube y baja con cada respiración.
Si la respiración no vuelve y no hay señales de vida, continúa con el siguiente paso.
Si la persona está respirando, sigue las instrucciones al final de la página mientras esperas a que llegue
la ayuda.
Reanimación cardiopulmonar
De rodillas al lado de la persona, realiza 30 compresiones en su pecho por la mitad inferior del
esternón. Usa las 2 manos con los dedos entrecruzados.
Luego inclina la cabeza hacia atrás, inclina la barbilla y dale 2 respiraciones boca a boca mientras
mantienes su nariz cerrada.
Mantén el ritmo entre las 30 compresiones y las 2 respiraciones hasta que la persona muestre signos
de vida o llegue la ayuda médica.
Mientras esperas a que llegue la ayuda
Si la persona está consciente:
Acuesta a la persona con la cabeza y los hombros elevados y apoyados (utiliza almohadas o cojines).
Mantén una temperatura cómoda.
Afloja la ropa ajustada.
Limpia cualquier secreción por la boca.
Asegúrate de que las vías respiratorias están despejadas y abiertas.
Asegúrate de que la ayuda está en camino (puedes comunicarte con la persona apretándole las manos
si no puede hablar).
No le des nada de comer o beber.
Si la persona afectada pierde el conocimiento, hay que ponerla en posición de recuperación como se
describe anteriormente para evitar que cualquier cosa (sangre, saliva, o la lengua) pueda bloquear la
tráquea y se asfixie. Continúa controlando sus vías respiratorias y la respiración, y continúa preparado
para reanudar el plan de acción si fuera necesario.
Incluso si los síntomas son de corta duración, un pequeño accidente cerebrovascular o un ataque
isquémico transitorio, asegúrate de que la persona busca ayuda médica inmediata, ya que estos
síntomas pueden ser la señal de advertencia de un accidente cerebrovascular próximo.

Primeros auxilios en caso de asfixia


La asfixia se produce por la obstrucción de las vías respiratorias por algún elemento. Los primeros
auxilios que se deben aplicar comprenden la eliminación de los elementos que impiden el paso del aire
a los pulmones.
A continuación veremos en detalle cada uno de los tipos de asfixia y como actuar en cada uno de ellos.
Ahogamiento
El ahogamiento es el resultado de la inmersión completa de la nariz y la boca en agua (u otros líquidos).
El agua entra en la tráquea y los pulmones obstruyéndolos por completo.
Primeros auxilios en caso de ahogamiento
El objetivo de los primeros auxilios es drenar el agua (u otros materiales) de los pulmones y comenzar
con la respiración artificial.
Debes actuar con rapidez, primero retira las algas y el barro de la nariz y la garganta, a continuación
inicia la respiración artificial inmediatamente. Esto es posible incluso cuando la víctima se encuentra en
el agua.
Gira la cara de la víctima hacia abajo con la cabeza a un lado y los brazos estirados por encima de la
cabeza. Si la víctima es un bebé o niño voltéalo boca abajo por un período de tiempo corto.
Levanta la parte media del cuerpo con las manos alrededor de la barriga. Esto es para hacer que el
agua se drene de los pulmones.
Aplica la respiración artificial hasta que se normalice. Esto puede que dure hasta dos horas.
Quítale la ropa mojada.
Mantén el cuerpo caliente, puedes cubrirlo con mantas.
Cuando la víctima está consciente, puedes darle bebidas calientes como café o té.
No permitas que se siente.
Después de hacer lo anterior, llévalo rápidamente al hospital y si es posible transpórtalo en camilla.
El estrangulamiento y ahorcamiento
Cortarle o quitarle la banda de constricción de la garganta.
Si está suspendido, levantarle el cuerpo y aflojarle o cortarle la cuerda.
Darle respiración artificial.
Para hacer lo anterior no esperes a la policía, actúa enseguida.
Atragantamiento (asfixia debido a la obstrucción de la tráquea)
Esto es más común en los niños. Una canica, una moneda o un botón pueden atascar el paso del aire
provocando la asfixia. En los adultos, la mayoría de las veces se da con los alimentos que pueden ir por
el camino equivocado y causarles la asfixia.
Primeros auxilios en caso de atragantamiento en adultos
Cuando la víctima está de pie colócate detrás de ella, pon tus brazos alrededor de la cintura: la mano
derecha en forma de puño cerrado en la parte superior del abdomen de la persona afectada (a la altura
de la boca del estómago, donde se unen las costillas), y la mano izquierda tomando el puño, rodeando
con los brazos la base del tórax.
Presiona tu puño contra el abdomen de la víctima con un empuje rápido hacia arriba. Repítelo varias
veces si es necesario hasta que el cuerpo extraño sea expulsado fuera de la tráquea.
Cuando la víctima está sentada, colócate detrás de la silla y realiza la misma maniobra.
Si la víctima está tumbada, ponla boca arriba. Colócate frente a la víctima, arrodíllate a horcajadas
sobre las piernas de la víctima, pon tus manos una encima de la otra, coloca el talón de tu mano sobre
el abdomen entre la costillas flotantes y la caja torácica. Pulsa en el abdomen de la víctima con un
empuje rápido hacia arriba y repítelo varias veces, si es necesario. Si la víctima vomita, colócala de
costado y límpiala para evitar la asfixia. Tras la expulsión de las partículas de alimentos o cuerpos
extraños que provocaban la obstrucción, puede ser necesario aplicar respiración artificial.
Primeros auxilios en caso de atragantamiento en bebés
Acuesta al bebé boca abajo, a lo largo de tu brazo y utiliza tu regazo o el muslo como apoyo. Sostén el
pecho del bebé en tu mano y la mandíbula con tus dedos. Mantén la cabeza del bebé apuntando hacia
abajo, a un nivel más bajo que el cuerpo. Da hasta 5 golpes fuertes y rápidos entre los omóplatos del
bebé, utilizando la base de la palma de la mano libre. Si todavía no tienes éxito, puedes inducir el
vómito haciendo pasar dos dedos rectos por la parte posterior de la garganta.
Inflamación en la garganta
La inflamación de la garganta puede ocurrir como resultado de beber líquidos muy calientes, tragar
veneno, líquidos corrosivos, etc...
Primeros auxilios en caso de inflamación de garganta
Haz que el paciente se siente.
Si la respiración se restaura y normaliza puedes darle de beber líquidos muy fríos o incluso chupar un
hielo.
También puedes darle mantequilla, aceite de oliva o de parafina medicinal.
Aplícale paños húmedos en la parte frontal del cuello.
Si ha dejado de respirar, hazle la respiración artificial.
La asfixia por el humo
Protégete con una toalla o un paño (preferiblemente mojado) sobre tu boca y nariz.
Mantente cerca del suelo y retira de la zona a la víctima lo más rápido posible y lejos.
La asfixia por gases venenosos
El monóxido de carbono (más ligero que el aire)
Este gas está presente en los gases de escape de los automóviles y en el gas de los hogares a carbón,
durante la combustión incompleta de estufas de carbón y en las minas de carbón.
Primeros auxilios en caso de asfixia por humo o gases
El tratamiento de primeros auxilios consiste en sacar a la persona de la zona, aplicarle respiración
artificial y administrarle oxígeno puro, si está disponible.
Garantiza la circulación de aire fresco antes de entrar en la habitación abriendo las puertas y ventanas.
Antes de entrar en el espacio cerrado toma dos o tres respiraciones profundas y contén la respiración
tanto tiempo como puedas.
Arrástrate por el suelo (ya que el gas es más ligero que el aire).
Llévate a la víctima lo más rápido posible al aire libre.
Aflójale la ropa del cuello y la cintura y aplícale respiración artificial si se ha asfixiado.
Dióxido de carbono y otros (más pesados que el aire)
Este gas se encuentra en las minas de carbón, las fuentes profundas no utilizadas y las alcantarillas.
También otros gases tales como la fuga de gases refrigerantes, gases comprimidos utilizados para
cocinar y la iluminación también pueden causar asfixia.
Primeros auxilios en caso de asfixia por dióxido de carbono
Observa todas las precauciones antes mencionadas.
Entra en el lugar en posición vertical (como el gas es más pesado que el aire se acumula cerca del
suelo).
Llévate a la víctima lo más rápido posible al aire libre.
Si no es posible la ventilación y tienes sospechas de gas venenoso, utiliza una máscara de gas para
protegerte.
Asma
Esta es una afección en la que se estrechan repentinamente las vías respiratorias causando dificultad
en la respiración, especialmente en la exhalación. Alergias, infecciones, ansiedad o tensión pueden
desencadenar un ataque de asma.
Primeros auxilios en caso de ataque de asma
Tranquiliza al paciente.
Haz que se siente en la cama o en una silla. También permítele inclinarse hacia adelante con un par de
almohadas y/o una pequeña mesa sobre la que descansar la cabeza.
Asegúrate de que tenga aire fresco abriéndole las ventanas.
Busca ayuda médica de un doctor cercano.
Respiración artificial (Reanimación respiratoria)
A lo largo de la historia ha habido varios métodos de respiración artificial practicada en Primeros
Auxilios. Hasta la Segunda Guerra Mundial, el método de Sylvester se consideró el mejor. Durante esta
guerra se descubrió el método del boca a boca (tapando la nariz) y se vio que era el mejor y más fácil
para la mayoría de las situaciones.
La asfixia de grado severo se puede comparar con la inconsciencia. Las causas generales son:
La lengua puede haberse ido hacia la garganta.
El vómito o la saliva pueden haberse acumulado en la garganta.
Algunos materiales extraños (como un juguete, canica, etc.), pueden haber obstruido los conductos del
aire. Por lo tanto, cuando una víctima está inconsciente asegúrate de que respira correctamente.
Cada minuto cuenta así que no te entretengas y comienza a trabajar inmediatamente.
Tratamiento cuando no respira.
Aflójale la ropa de la cintura, el pecho y el cuello.
Inclínale la cabeza hacia atrás, mientras que le sujetas la nuca con la palma de la mano, esto levantará
la lengua a su posición normal, la vía respiratoria quedara libre y la víctima podrá comenzar a respirar
más fácilmente. A veces es necesario un tubo respiratorio para ayudarlo a respirar.
Si la respiración no se reanuda con el procedimiento anterior, ayúdalo con las compresiones de pecho y
pulmones, cuatro o cinco veces. Este procedimiento es generalmente suficiente para iniciar la
respiración. Si la respiración no se inicia, incluso con esto, comienza con el boca a boca (con
compresión de nariz) y así la respiración debería iniciarse.
Respiración boca a boca
Coloca a la víctima sobre su espalda y mantén su cabeza inclinada hacia atrás.
Toma aire profundamente.
Mantén las fosas nasales de la víctima cerradas.
Cubre la boca a la víctima con tu boca perfectamente.
Comprobando siempre el pecho, insufla aire en sus pulmones hasta que veas que se expande el pecho,
(para más higiene cubre la boca de la víctima con tu pañuelo o un trozo de tela limpio). Una vez que sus
pulmones se hinchen, deja de soplar.
Repite los pasos anteriores de 15 a 20 veces por minuto.
Si la víctima es joven (un bebé o un niño), las operaciones son como las anteriores, pero tu boca abierta
deberá cubrir tanto la boca como la nariz de la víctima.
Insufla aire suavemente.
Si el pecho no sube, comprueba si existe una obstrucción.
Gira a la víctima de lado y golpéale la espalda. Esto hará que el material que provoca la obstrucción
llegue a la parte delantera de la garganta. Ábrele la boca y quítale el objeto (siempre debes cubrirte la
mano con un paño limpio).
Si es un niño, sosténlo por los pies y golpéale la parte posterior.
Si el boca a boca no es posible sopla directamente por la nariz del niño cerrando la boca con el pulgar.
Si el corazón está funcionando, continúa la respiración artificial hasta que se produzca la respiración
normal. A continuación llama a una ambulancia de inmediato.
Qué hacer si el corazón deja de latir
Si el corazón no está funcionando, te darás cuenta por lo siguiente:
La cara es de color azul o está pálida.
Las pupilas están dilatadas.
Los latidos del corazón y del pulso son débiles.
En ese caso, debes actuar de la siguiente manera:
Coloca a la víctima de espaldas sobre una superficie dura (banco, mesa, etc.).
Dale un golpe seco con el borde de tu mano en el ángulo inferior izquierdo del esternón. Esto por lo
general estimula al corazón a trabajar.
En caso de que el corazón no reaccione, sigue con el procedimiento durante 10 o 15 segundos, a razón
de un golpe por segundo, si ya sientes que tiene un pulso regular, para y llama de inmediato una
ambulancia.
Se debe seguir con la respiración artificial en todo momento.
Notas importantes
Incluso si la víctima está respirando, pero la respiración no es normal, es prudente comenzar la
respiración artificial.
No comiences a golpear el corazón o la compresión hasta que estés seguro de que el corazón ha dejado
de latir.
Masaje cardíaco realizado por dos personas
El masaje cardíaco debe ir acompañado de la respiración artificial, por lo tanto, puedes pedirle a otra
persona que se coloque del lado izquierdo para hacerle la respiración artificial, es decir, el boca a boca
mientras tú te colocas a la derecha de la víctima para hacerle las compresiones.
Debes sentir y marcar la parte inferior del esternón.
Coloca el talón de la mano sobre el cuerpo de la víctima, asegurándote de que la palma y los dedos no
están en contacto con el pecho.
Coloca el talón de la otra mano sobre la mano que está en contacto con la víctima.
Con tu brazo derecho, ejerce presión sobre el esternón hacia la columna vertebral (puede ser
presionado hacia atrás de 1 a 1,5 centímetros en adultos).
En los adultos debes comprimir el tórax alrededor 30 veces a un ritmo de 100 compresiones por
minuto. Para los niños de dos a diez años, 3 veces con una mano (talón) será suficiente, a un ritmo de
entre 80 y 90 compresiones por minuto. Para los bebés de hasta dos años, 2 veces, a un ritmo de entre
80 y 90 compresiones por minuto.
Presiona con firmeza pero con cuidado, un descuido puede causar lesiones en las costillas y en los
tejidos más profundos.
Si el procedimiento es eficaz, te darás cuenta por qué:
Color se normalizará.
La víctima se contraerá como comienzo de la mejora.
El pulso de la carótida comenzara con cada presión.
Cuando no se restaura el pulso, continúa con la compresión hasta que el paciente llegue al hospital.
Dos minutos y quince segundos es lo que tardan los pulmones hinchados en presionar al corazón, por
eso tienes que actuar con rapidez. Si sólo hay un socorrista, este tiene que ser muy inteligente y activo.
En ese caso debe realizar 15 compresiones cardíacas y dar dos insuflaciones a los pulmones, repitiendo
esto alrededor de 30 veces.
Yeso: mantenimiento y cuidados
El uso de un yeso o férula es un tratamiento común en el caso de una fractura en un brazo o en una
pierna.
El yeso se compone de una venda y un revestimiento duro. Los yesos permiten que los huesos rotos se
curen, manteniéndolos en su lugar.
Por lo general, el tiempo necesario que ha te tenerse el yeso o férula en el brazo o la pierna es un
periodo entre 4 y 12 semanas, dependiendo de:
El tipo de fractura.
La edad.
LA salud general.
Consejos de mantenimiento del yeso
Mantén el brazo o la pierna elevada sobre una almohada durante las primeras 12 horas y descansa.
Esto ayudará a bajar cualquier inflamación. Continúa haciendo esto durante 12 horas si notas el yeso
muy ajustado.
Es importante no mojar el yeso. Mojar el yeso podría debilitarlo y dejaría de tener la rigidez suficiente
como para mantener el hueso en su sitio.
Al ducharte o bañarte con un yeso uedes usar una bolsa de plástico para cubrir el yeso y evitar que se
moje. Puedes usar cinta adhesiva o una goma elástica para sellar la bolsa en la parte superior e inferior,
de forma que sea lo más impermeable posible y así evitar que el yeso se moje. Como alternativa, es
posible comprar protectores especiales para yesos que están especialmente pensados para mantener
el yeso seco. Consulte a tu farmacéutico para más información.
Siempre quita la bolsa del yeso lo antes posible, una vez te hayas duchado o bañado, para evitar que
haya sudoración, ya que el mantener demasiado tiempo la bolsa, también podría humedecer el yeso.
Aunque te pique mucho por debajo del yeso, no deberías introducir nada debajo. Esto podría podría
causar irritación. El picor debería remitir después de unos días.
Más consejos sobre el yeso
No permitas que pequeños objetos se metan en el yeso, ya que podrían irritar tu piel.
No trates de modificar la posición ni la colocación del yeso.
No levantes nada pesado ni conduzcas hasta que te hayas quitado el yeso.
Usa muletas o un cabestrillo siguiendo las indicaciones de tu médico.
Problemas del yeso
Hay que ir a urgencias, si tienes cualquiera de los siguientes problemas con el yeso:
Notas el yeso muy apretado después de mantener la extremidad elevada durante 24 horas.
Notas los dedos de la extremidad enyesada, hinchados, con hormigueo, dolor (incluso después de
tomar analgésicos) o insensibles.
Los dedos de la extremidad enyesada se vuelven azules o blancos.
El yeso está muy flojo.
El yeso está roto o agrietado.
La piel por debajo o alrededor del borde del yeso se siente dolorida.
Hay un olor desagradable o secreción en tu yeso.
En caso de Desmayos
El desmayo se produce cuando momentáneamente el suministro de sangre para el cerebro es
inadecuado, haciendo que se pierda la conciencia. Esta pérdida de conciencia suele ser breve.

El desmayo puede que no tenga ninguna importancia médica, o puede haber sido provocado por un
trastorno grave.
Por lo tanto, se debe tratar la pérdida de la conciencia como una emergencia médica hasta que los
signos y síntomas se alivien y se sepa cual fue la causa. Habla con tu médico si tienes desmayos
continuamente.
Si sientes que te desmayas
Acuéstate o siéntate. Para reducir las posibilidades de desmayarte de nuevo, no te levantes demasiado
rápido.
Coloca la cabeza entre las rodillas si te sientas.
Si alguien se desmaya
Coloca a la persona sobre su espalda. Si la persona está respirando, restablece el flujo sanguíneo hacia
su cerebro elevando sus piernas por encima de la posición del corazón, si es posible, aproximadamente
unos 30 centímetros (12 pulgadas) por encima. Afloja los cinturones, los collares o cualquier ropa que
comprima. Para reducir la posibilidad de que vuelva a desmayarse, no levantes a la persona con
demasiada rapidez. Si la persona no recupera el conocimiento en un minuto, llama a tu número local
de emergencias.
Revisa las vías respiratorias de la persona para asegurarte de que están despejadas. Ten cuidado con
los vómitos.
Comprueba si hay signos de circulación (respiración, tos o movimiento). Si no los hay, inicia la RCP
(respiración cardiopulmonar). Llama al número local de emergencias. Continúa la RCP hasta que llegue
la ayuda o la persona responda y comience a respirar.

En caso de Hipotermia
Cuando nos exponemos a temperaturas frías, sobre todo cuando hay vientos fríos y con mucha
humedad, o en un ambiente fresco y húmedo durante mucho tiempo, los mecanismos de control del
cuerpo pueden fallar en su tarea de mantener la temperatura corporal normal.

Cuando perdemos más calor del que nuestro cuerpo puede generar, como resultado podemos sufrir
una hipotermia, definida como una temperatura corporal interna de menos de 35º C (95º F).
Ropa mojada o inadecuada, caerse al agua fría, e incluso por no cubrirse la cabeza cuando hace frío,
pueden aumentar las probabilidades de sufrir una hipotermia.
Síntomas de hipotermia
Escalofríos.
Dificultad para hablar.
Respiración anormalmente lenta.
Piel fría y pálida.
Pérdida de la coordinación.
La fatiga, letargo o apatía.
Confusión o pérdida de la memoria.
La piel de color rojo brillante y frío (recién nacidos).
Normalmente, los signos y síntomas se desarrollan lentamente. Las personas con hipotermia por lo
general experimentan una pérdida progresiva de la agudeza mental y la capacidad física, por lo que
pueden no ser conscientes de que necesitan tratamiento médico de emergencia.
Los ancianos, los bebés, los niños pequeños y las personas que son muy delgadas corren un riesgo
importante. Otras personas que corren un gran riesgo de hipotermia son aquellos cuyo juicio puede
verse afectado por una enfermedad mental o la enfermedad de Alzheimer y también las personas que
están intoxicadas, sin hogar o atrapados en un clima frío debido a que sus vehículos se han estropeado.
Otras causas que pueden predisponer a la gente a sufrir una hipotermia son la malnutrición, las
enfermedades cardiovasculares y de la tiroides (hipotiroidismo).
Cuidar de alguien con hipotermia
En caso de encontrarte con un caso de hipotermia, haz lo siguiente:
Solicita ayuda médica de emergencia. Mientras esperas que llegue la ayuda, controla la respiración de
la persona. Si la respiración se detiene o está peligrosamente lenta o débil, comienza inmediatamente
la resucitación cardiopulmonar (RCP).
Aparta a la persona lejos del frío. Si entrar en un interior no es posible, protege a la persona del viento,
cúbrele la cabeza, y aísla al individuo de la tierra fría.
Retira la ropa mojada. Sustituye la ropa mojada por una manta seca y caliente.
No apliques calor directo. No utilices agua caliente, un cojín eléctrico o una lámpara de calentamiento
para calentar a la persona. En su lugar, aplica compresas calientes en el centro del cuerpo, por ejemplo
en la cabeza, el cuello, el pecho y las ingles. No trates de calentar los brazos y las piernas. El calor
aplicado a los brazos y las piernas dirige a la sangre fría hacia el corazón, los pulmones y el cerebro,
haciendo que descienda la temperatura corporal central. Esto puede ser fatal.
No le des alcohol a la persona. Ofrécele bebidas calientes no alcohólicas, excepto si la persona está
vomitando.
No le des masajes ni frotes a la persona. Maneja con cuidado a las personas con hipotermia debido a
que su piel puede estar congelada y rozar los tejidos congelados puede causar graves daños.

En caso de esguince
Los ligamentos son fuertes, elásticos como gomas que conectan los huesos y mantienen las
articulaciones en su lugar. Un esguince es una lesión en un ligamento causada por el desgarro de las
fibras del ligamento. El ligamento puede tener una rotura parcial o puede desgarrarse completamente.

De todos los esguinces, las torceduras de tobillos y de rodillas son los que ocurren con más frecuencia.
Los ligamentos con esguinces se inflaman rápidamente y duelen mucho. Normalmente, cuanto mayor
sea el dolor y la inflamación, más grande es la lesión. Si se trata de un esguince leve, puedes intentar
tratar la lesión sin ayuda.
Qué hacer en caso de esguince
En caso de estar presente cuando alguien sufra un esguince, haz lo siguiente:
Apoya la extremidad lesionada. Tu médico te recomendaría no poner ningún peso sobre la zona
lesionada durante 48 horas. Sin embargo, no evites todas las actividades. Incluso con un esguince de
tobillo todavía podrás ejercitar otros músculos para minimizar la pérdida de tus condiciones físicas. Por
ejemplo, puedes utilizar una bicicleta de ejercicios donde se puedan realizar ejercicios de brazos,
trabajando tanto con los brazos como con la pierna no lesionada, mientras que tu tobillo lesionado
puede estar descansando en la otra parte de la máquina. De esa forma, consigues realizar un ejercicio
para estas tres extremidades y mantener una buena forma cardiovascular.
Pon hielo en el área. Usa una compresa fría, un baño de lodo o de una funda de compresión llena de
agua fría para ayudar a limitar la hinchazón después de una lesión. Trata de enfriar la zona tan pronto
como sea posible tras la lesión y continua con el hielo de 15 a 20 minutos, de cuatro a ocho veces al día
durante las primeras 48 horas o hasta que mejore la inflamación. Si utilizas hielo, ten cuidado de no
utilizarlo demasiado tiempo, ya que esto podría causar daño a los tejidos.
Comprime la zona con una venda elástica o un vendaje. Las envolturas o los manguitos de compresión
fabricados con neopreno elástico son los mejores.
Eleva la extremidad lesionada por encima del corazón si es posible para ayudar a prevenir o limitar la
hinchazón.
Después de dos días, empieza a usar el área lesionada poco a poco y sin hacer esfuerzos. Debes sentir
una mejora gradual y progresiva. Sobre los analgésicos como el ibuprofeno y el paracetamol, pueden
ser útiles para controlar el dolor durante el proceso de curación.
Consulta a tu médico si tu esguince no mejora después de dos o tres días.
Acude a urgencias si:
No puedes soportar el peso sobre la pierna lesionada, sientes la articulación inestable o adormecida, o
no puedes utilizar la articulación. Esto puede significar que el ligamento se ha desgarrado por
completo. Cuando vayas al médico, aplica una compresa fría.
Se ha enrojecido o tienes estrías rojas que se extienden desde el área lesionada. Esto significa que
puedes tener una infección.
Acabas de volver a dañarte en un área que ya ha sido dañada varias veces en el pasado.
Si tienes un esguince severo. El tratamiento inadecuado o tardío pueden contribuir a la inestabilidad a
largo plazo de las articulaciones o al dolor crónico.
Primeros auxilios en caso de terremotos
Después de un terremoto, hay que buscar las heridas y los daños. Primero, debes tener cuidado de tu
propia situación. Recuerda los planes de emergencia.

Las réplicas pueden causar más daños o hacer que caigan las cosas, por lo que debes alcanzar un lugar
que sea seguro. Llevate tu botiquín de emergencias.
Si te encuentras atrapado por los elementos caídos o por un derrumbe, protege tu boca, nariz y ojos
contra el polvo. Si estás sangrando, aplica presión sobre la herida y eleva la parte lesionada. Da señales
de auxilio con un silbato de emergencia, un teléfono móvil o da golpes fuertemente contra alguna
pieza sólida del edificio, tres veces cada pocos minutos. El personal de rescate estará atento a este tipo
de sonidos.
Cuando ya estés a salvo, ayuda a los demás y comprueba los daños. Protégete usando zapatos fuertes y
guantes de trabajo para evitar daños por cristales rotos y escombros. Utiliza también una mascarilla
contra el polvo y protección ocular.
Comprueba las heridas
Revisa en tu botiquín de primeros auxilios o en las primeras páginas de su guía telefónica para obtener
instrucciones detalladas sobre las medidas de primeros auxilios.
Si la persona está sangrando, aplica presión directa sobre la herida. Utiliza una gasa o un paño limpio, si
los puedes conseguir.
Si la persona no está respirando, hazle la respiración boca a boca.
Si la persona no tiene pulso, comienza la RCP (reanimación cardiopulmonar).
No muevas a las personas con heridas de gravedad a menos que estén en peligro inmediato de sufrir
más lesiones.
Cubre a las personas lesionadas con mantas o ropa adicional para mantenerlas calientes.
Busca ayuda médica para las lesiones graves.
Revisa cuidadosamente a los niños u otras personas que necesiten asistencia especial.
Comprueba los daños
Fuegos: Si es posible, apaga los incendios pequeños en tu casa o en tu vecindario inmediato. Llama
para pedir ayuda, pero no esperes a los bomberos.
Fugas de gas: Cierra la válvula principal del gas sólo si sospechas que puede haber una fuga debido a la
rotura de tuberías o por el olor y el sonido de una fuga de gas natural. No vuelvas a abrirla tu mismo.
Espera a que la compañía de gas compruebe las fugas. En la guía telefónica debe haber información
detallada sobre este tema.
Cableado eléctrico dañado: Apaga la electricidad con el interruptor principal si hay algún daño en el
cableado de tu casa. Déjala apagada hasta que el daño sea reparado.
Luces rotas y electrodomésticos: Desconéctalos porque pueden iniciar incendios cuando la electricidad
sea restaurada.
Cables de electricidad sueltos: Si ves cables eléctricos que están sueltos, considera si están cargados
con electricidad y mantente muy lejos de ellos. Mantén a los demás también lejos de ellos. Nunca
toques cables eléctricos caídos o cualquier otro objeto en contacto con ellos.
Elementos caídos: Ten cuidado con los objetos caídos de los estantes cuando abras las puertas de los
armarios y las alacenas.
Los derrames: Ten mucho cuidado. Limpia cualquier derrame de medicamentos, drogas u otras
sustancias no tóxicas. Materiales potencialmente dañinos como el cloro, la lejía, los químicos para el
jardín y la gasolina u otros productos derivados del petróleo, deben ser aislados o cubiertos con un
material absorbente como tierra o arena para los gatos. En caso de duda, sal de la casa.
Albañilería dañada: Mantente lejos de las chimeneas y de las paredes de ladrillos o bloques. Pueden
haber sido debilitadas y caerse durante los temblores secundarios. No enciendas fuego en una
chimenea dañada. Podrías provocar un incendio o dejar entrar gases venenosos en tu hogar.
Qué hacer uando estés a salvo
Cuando hayas realizado tus necesidades inmediatas y las de tu familia después de un terremoto,
continúa siguiendo el plan que habías preparado de antemano. Las réplicas seguirán ocurriendo
durante varias semanas después de los terremotos más importantes. Algunas pueden ser lo
suficientemente fuertes como para causar daños adicionales. Siempre debes estar listo para agacharte,
cubrirte y agarrarte.
Puedes tardar en recuperarte varias semanas, meses o incluso más tiempo. Toma las medidas que se
enumeran a continuación para asegurarte y para reducir al mínimo los efectos a largo plazo del
terremoto en tu vida.
Primeras ayudas tras un terremoto
Utiliza la información que preparaste en tu plan de desastres y los suministros que organizaste en tu
botiquín de emergencias. Hasta que te hayas asegurado de que no existen fugas de gas, no utilices
llamas (encendedores, fósforos, velas, o parrillas) ni pongas en marcha cualquier aparato eléctrico o
mecánico que pueda crear una chispa (interruptores de luz, generadores, vehículos de motor, etc.). No
utilices nunca en el interior de la casa: estufas portátiles, linternas de gas o calentadores, parrillas de
gas o carbón, o generadores de gas. Éstos pueden liberar monóxido de carbono que es mortal o
podrían provocar un incendio durante los temblores secundarios.
Tener comunicaciones
Enciende tu radio portátil o la de tu vehículo para conocer la información y los avisos de seguridad.
Vuelve a colocar todos los teléfonos en sus lugares correspondientes.
Llama a emergencias de tu zona y diles como te encuentras. Luego cuelga el teléfono. El personal de
emergencia necesita usar las líneas telefónicas para las comunicaciones de salvavidas.
Revisa las condiciones de tus vecinos.
Alimentos y agua
Si la energía está apagada, planea comidas con los alimentos refrigerados y congelados, en primer
lugar. Si mantienes la puerta cerrada, la comida en el congelador puede estar buena durante un par de
días.
Escucha la radio para conocer los avisos de seguridad.
Si el agua está cortada o no es saludable, puedes beber de los calentadores de agua, de cubos de hielo
derretidos, o de las verduras enlatadas. Intenta no tomar agua de piscinas o spas.
No comas ni bebas nada de recipientes abiertos que estuvieran cerca de cristales que se hayan roto en
añicos.
Primeras semanas después de un terremoto...
Este es un tiempo de transición. A pesar de que las réplicas pueden continuar, ahora trabajarás para
restaurar tu vida, tu hogar y tu familia, y poner en orden tus quehaceres cotidianos. Recuperarse
emocionalmente es tan importante como curar las heridas físicas y como la reconstrucción de la casa.
Asegúrate de que puedes permanecer en tu casa porque es segura y no hay peligro de que se
derrumbe durante los temblores secundarios. Si puedes permanecer en tu casa o volver a ella después
de unos días, tendrás muchas tareas para llevar a cabo:
Si cerraste el gas, necesitarás hacer arreglos para que la compañía de gas pueda volver a abrirlo.
Si la electricidad se fue y luego volvió, revisa los daños en tus aparatos y equipos electrónicos.
Si las tuberías de agua se rompieron, busca daños creados por el agua.
Localiza y / o reemplaza los documentos importantes que se hayan extraviado, dañado o destruido.
Comunícate con tu agente o compañía de seguros de inmediato para comenzar tu proceso de
reclamaciones.
Si no puedes permanecer en tu casa...
Si tu vivienda está en peligro o amenazada por un incendio u otro peligro, es necesario evacuarla. Sin
embargo, los albergues pueden estar llenos y en los primeros momentos pueden carecer de los
servicios básicos, por lo que no salgas de tu casa sólo porque no funcionen los servicios básicos, o si tu
casa y su contenido han sufrido daños moderados.
Si eres evacuado, diles a tus vecinos y contactos donde te vas. Lo antes posible, establece una dirección
de correo alternativo en tu oficina postal. Cuando seas evacuado toma las siguientes cosas si te es
posible:
Botiquín de emergencias.
Medicamentos y lentes.
Suministros de agua, alimentos y bocadillos.
Mantas, almohadas o colchonetas de aire o sacos de dormir.
Ropa de cambio y una chaqueta.
Toallas y paños.
Pañales, alimentos y otros suministros para bebés.
Algunas fotos de la familia u otros elementos para el ánimo.
Documentos de identificación personal, copias de los seguros de hogar e información del seguro
médico.
Lo que no debe llevarse al albergue
Animales de compañía. (Se aceptan los animales de servicio para personas con discapacidades. Toma
comida para ellos. Prepara un plan por adelantado para tus mascotas).
Grandes cantidades de ropa innecesaria u otros artículos personales.
Los objetos de valor que pudieran perderse, ser robados, u ocupar espacios que se necesitan.
Primeros auxilios en caso de epilepsia
Al encontrarse con alguien que tiene un ataque de epilepsia, la mayoría de la gente no sabe como
enfrentarse a esta circunstancia. Se olvidan de que tienen en su poder una herramienta esencial, el
sentido común.
Los consejos que mostramos a continuación son simples, los pasos lógicos a seguir cuando se atiende a
una persona que sufre un ataque de epilepsia. Los primeros auxilios no son complicados, pero
requieren de una secuencia de acciones y consideraciones que se pueden practicar en centros
educativos destinados a ello. Si no has realizado un curso de primeros auxilios y de reanimación
cardiopulmonar (RCP), puedes consultar si se dan clases en tu ciudad.
Muchos tipos de convulsiones, como los ataques epilépticos comunes o algunas crisis parciales
complejas, las cuales se caracterizan por perdida de la conciencia, no requieren ninguna medida
especial de primeros auxilios.
En caso de econtrarte en una situación en la que alguien sufra un ataque de epilepsia ten en cuenta lo
siguiente:
Mantén la calma.
Evita las lesiones.
Durante la convulsión, aprovecha tu sentido común para asegurarte de que no haya nada con lo que la
persona pueda hacerse daño o contra lo que golpearse.
Presta atención a la duración de la convulsión.
Haz que la persona esté lo más cómoda posible.
Mantén lejos a los curiosos.
No mantengas sujeta a la persona. Si la persona que sufre la convulsión vuelve a la conciencia, no es
necesario sujetarla. Recuerda tener en cuenta tu propia seguridad también.
No pongas nada en la boca de la persona. Al contrario de como se piensa, una persona que está
sufriendo convulsiones es incapaz de tragarse su lengua, así que no te preocupes por tener que meter
tus dedos en la boca de una persona en estas condiciones.
No le des agua a esta persona, ni pastillas ni comida hasta que esté totalmente consciente.
Si la convulsión continúa más de cinco minutos, llama al número de emergencias.
Actúa con sensatex y trata de ayudar y pide a los demás que hagan lo mismo.
Después de la convulsión, la persona debe ser colocada sobre su lado izquierdo. Ten en cuenta que hay
cierto riesgo de vómitos post-convulsiones antes de que la persona esté completamente alerta. La
cabeza de la persona debe estar girada para que cualquier vómito pueda salir de la boca sin que se
inhale. Permanece con la persona hasta que se recupere (de 5 a 20 minutos).
Primeros auxilios en caso de contusiones
Una contusión es una lesión que se produce sin causar una herida. Habitualmente una contusión
produce un moretón. Un moretón es un área de decoloración de la piel. Se presenta cuando se rompen
pequeños vasos sanguíneos y filtran sus contenidos dentro del tejido blando debajo de la piel.
Las contusiones a menudo son causadas por caídas, lesiones deportivas, accidentes automovilísticos o
golpes recibidos de otras personas u objetos.
Si estás tomando un anticoagulante, como la aspirina o warfarina (Coumadin), es probable que
presentes hematomas más fácilmente cuando se produzca una contusión.
El tratamiento de una contusión en el hogar
Para reducir los moretones y la hinchazón
Aplica hielo sobre el área de la contusión de manera intermitente durante las primeras 24-48 horas.
Aplica hielo durante unos 15 minutos, no te olvides de ponerte algo, como una toalla o un paño de
lavabo entre el hielo y la piel.
Descansa el área afectada.
Si es posible eleva el área afectada.
Como tratar los síntomas de la contusión
Para el dolor causado por las contusiones, toma acetaminofeno (Tylenol). Evita la aspirina o el
ibuprofeno (Advil, Motrin), ya que pueden prolongar el sangrado.
Cuándo llamar a un médico
Si el moretón está acompañado de dolor e hinchazón extrema, especialmente si estás tomando un
medicamento anticoagulante.
Si los moretones aparecen en tu piel sin razón aparente.
Si el moretón es en la cara o en la cabeza.
Si no puedes mover una articulación.
Si puedes tener un hueso roto.
Seguimiento
Dos días después del golpe se desarrolla el hematoma, aplica una compresa caliente o un paño
empapado en agua caliente a la zona varias veces al día para ayudar a la curación.
El dolor y la sensibilidad deben mejorar dentro de unos días y el hematoma debería desaparecer en un
par de semanas.
Anafilaxia
La anafilaxia es una reacción alérgica grave, potencialmente mortal. Puede ocurrir en cuestión de
segundos o minutos tras la exposición a algo a lo que eres alérgico, como el veneno de una picadura de
abeja o un cacahuete.
El incremento de sustancias químicas liberadas por el sistema inmunológico durante la anafilaxia puede
causar que la persona afectada entre en shock, su presión arterial baja de repente y su vías
respiratorias se estrechen, bloqueando la respiración normal.
Los signos y síntomas de la anafilaxis incluyen pulso rápido y débil, erupción cutánea, náuseas y
vómitos. Los desencadenantes comunes de la anafilaxis incluyen ciertos alimentos, algunos
medicamentos, veneno de insectos y látex.
La anafilaxia requiere una visita inmediata al servicio de urgencias y una inyección de epinefrina. Si la
anafilaxia no se trata inmediatamente, puede producir inconsciencia e incluso la muerte.
Una reacción alérgica potencialmente mortal (anafilaxia) puede causar un shock, una caída repentina
en la presión arterial y dificultad para respirar. En las personas que tienen una alergia, la anafilaxia
puede ocurrir minutos después de la exposición a una determinada sustancia que causa la alergia
(alérgeno). En algunos casos, puede haber una reacción retardada o anafilaxis puede ocurrir sin un
gatillo aparente.
Si estás con alguien que tenga una reacción alérgica con síntomas de la anafilaxia, los primeros auxilios
que debes realizar son:
Inmediatamente llama al 112 o al número local de emergencia médica.
Pregunta a la persona si él o ella lleva un autoinyector de epinefrina para tratar un ataque de alergia
(por ejemplo, EpiPen, Twinject).
Si la persona dice que él o ella tiene que usar un autoinyector, pregúntale necesita ayuda para
inyectarse el medicamento. Esto normalmente se hace pulsando el autoinyector contra el muslo de la
persona.
Haz que la persona permanezca inmóvil sobre su espalda.
Afloja la ropa apretada y cubre a la persona con una manta. No le des nada de beber.
Si hay vómitos o sangrado de la boca, pon a la persona de lado para evitar el ahogamiento.
Si no hay signos de respiración, tos o movimiento, inicia la RCP hasta que lleguen los paramédicos.
Consigue un tratamiento de emergencia, incluso si los síntomas empiezan a mejorar. Después de la
anafilaxia, es posible que los síntomas se repitan. La vigilancia en un hospital durante varias horas suele
ser necesaria.
Si estás con alguien que tiene síntomas de anafilaxia, no esperes a ver si los síntomas mejoran. Llama al
teléfono de emergencias y practica los primeros auxilios descritos anteriormente de forma inmediata.
En casos severos, la anafilaxia no tratada puede producir la muerte en menos de media hora. Un
antihistamínico, como la difenhidramina (Benadryl), no es suficiente para tratar la anafilaxia. Estos
medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas de la alergia, pero funciona muy lentamente en
una reacción severa.
Rcp básica
La reanimación cardiopulmonar o RCP básica, es una técnica de primeros auxilios que puede ayudar a
mantener a alguien con vida en caso de accidente el tiempo suficiente para que llegue la ayuda de
emergencia.
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Los estudios muestran que una RCP correctamente realizada, también ayuda a mejorar la calidad de la
salud para las víctimas de un ataque cardíaco después del accidente y puede mejorar
significativamente su recuperación.
Aunque muchos trabajos requieren la certificación de RCP y primeros auxilios, como salvavidas y
algunos puestos de enseñanza, el conocimiento de la técnicas básicas de la RCP puede ser útil para
todo el mundo en el caso de que un amigo o familiar sufra un accidente.
Sin embargo, la práctica incorrecta de las técnicas de RCP puede causar daño a una persona sana y
podría complicar la ya situación potencialmente mortal. Como tal, los que están CPR certificados deben
mantener no sólo su certificado de papel, pero su memoria hasta al día, y los que no se debe buscar
una certificación antes de intentar realizar la reanimación cardiopulmonar, si es posible. Recuerde
estas reglas, en primer lugar, cuando se enfrentan a una situación que podría requerir RCP.
Cuándo practicar una RCP básica
En primer lugar, sólo se recomienda que realices la RCP básica si se cumplen las tres condiciones
siguientes.
La respiración se ha detenido por completo.
Tras tomar el pulso, no hay señales de circulación y no responde a estímulos físicos.
Eres la persona más capacitada para realizar la reanimación cardiiopulmonar.
Para aplicar la RCP, lo primero que debes hacer es liberar las vías respiratorias, ya que sin una vía
abierta, reanudar la respiración será imposible o muy difícil. Esto sólo es necesario para tratar
una persona que sufra un atragantamiento.
Si aún está consciente, la maniobra de Heimlich es la mejor manera de liberar el bloqueo de la tráquea
(tráquea), pero si la persona está inconsciente, se debe evitar este método. En este caso, has de
proceder a la respiración asistida y RCP como primeros auxilios.
Procedimiento para RCP básica
Para realizar la reanimación cardiopulmonar o RCP básica a un adulto:
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Antes de nada, llama al servicio de urgencias para que envíen un equipo de
emergencias mientras realizas la RCP básica. De esta forma, podrás aplicar
los primeros auxilios para evitar posibles daños cerebrales mientras llega la
ambulancia.
Si la persona no respira, presiona su nariz cerrando las fosas nasales, de
forma que las vías respiratorias de la nariz queden cerradas. Toma una
bocanada de aire y colocando la boca con fuerza sobre la de la persona,
exhala el aire completamente. Realiza este proceso dos veces.
Si la persona no respira ni tiene pulso, has de encontrar el punto exacto para
hacer compresiones de pecho. Sigue las costillas flotantes hasta el punto
donde se unen en el esternón. Una vez en el extremo inferior del externon,
mide tres dedos sobre el extremo, en ese punto has de hacer la presión.
Para hacer las compresiones de pecho, coloque la palma de una mano
encima del externón y agarra esta mano con la otra de forma que los dedos
se mantengan atrás mientras presionas.
Realiza las compresiones de pecho. El número ideal de compresiones de
pecho, es de 100 por minuto, lo que equivale a un poco menos de dos por
segundo. Realiza quince compresiones de pecho seguidas, empujando
enérgicamente y con firmeza el esternón, de forma que se comprima entre 4
y 5 centímetros. Después de realizar las quince compresiones de pecho,
repite el proceso desde el principio.
Notas sobre la RCP básica en primeros auxilios
Por cada dos veces apliques la respiración artificial, realiza quince
compresiones de pecho y repite el proceso hasta que vuelva a haber signos
de respiración o pulso o hasta que lleguen los servicios de emergencias
Verifica el pulso cada dos respiraciones y compresiones para asegurarte de
que no realizas compresiones innecesarias si la persona recupera el pulso
normal.
Recuerda que los métodos de RCP en niños y bebés varían de los utilizados
en los adultos y que el procedimiento de RCP en adultos no debe ser
utilizado en bebés.
Al realizar la reanimación cardiopulmonar, debes ser plenamente consciente
de su peligro potencial si se hace mal y para practicarla, debes recibir la
formación adecuada y si tienes un trabajo en el que podrías tener que
utilizar la resucitación cardiopulmonar, deberías hacer un curso específico de primeros auxilios. La
formación y certificación están disponibles en numerosas organizaciones y suelen tener un precio
asequible.
El torniquete
Los torniquetes son bandas apretadas utilizadas para controlar el sangrado y para detener
completamente el flujo de sangre de una herida. Los torniquetes sólo sirven para las lesiones en los
brazos y las piernas.
Normalmente los torniquetes se utilizan en los peores sangrados, para evitar que la víctima pierda
mucha sangre y quede en estado de shock. El uso de torniquetes se documentó por primera vez en
campos de batalla en 1674.
La controversia de los torniquetes
Los torniquetes tienen mala reputación en el área de los primeros auxilios de emergencias. Las
complicaciones en el uso del torniquete han dado lugar a graves daños en los tejidos. Las víctimas
tratadas con torniquetes han sufrido amputaciones de sus extremidades atribuibles a la utilización del
torniquete.
Eso no significa que los torniquetes no funcionen. Por el contrario, los torniquetes pueden detener la
hemorragia bastante bien y son ciertamente útiles en los casos de hemorragias graves que no se
pueden detener de otra manera. Son populares en los campos de batalla, ya que se pueden aplicar
rápidamente y cuando se ha colocado uno en el sitio, no es necesario un seguimiento constante,
permitiendo incluso que los soldados heridos permanezcan conscientes y se protejan a sí mismos.
Uso correcto del torniquete
Los torniquetes sólo funcionan si son lo suficientemente apretados como para detener el flujo de
sangre de las arterias. La sangre arterial se encuentra bajo mucha más presión que la sangre venosa, y
se necesita más presión para detenerla. Los torniquetes no deben estar demasiado apretados, o
podrían cortar los tejidos por la presión aplicada. Por desgracia, cuanto más amplio sea el torniquete,
mayor será la presión que se necesite para detener el flujo sanguíneo.
En términos generales, los torniquetes deben ser de entre 2,5 y 5 centímetros de ancho. Los
torniquetes en la pierna tendrán que ser más estrechos que los del brazo, debido a que se necesita más
presión para detener el flujo sanguíneo en la pierna.
Los torniquetes deben ser siempre el último recurso. Deben ser utilizados solamente cuando no haya
otra forma de detener la hemorragia. Esto puede ser debido a que otros métodos para controlar el
sangrado no funcionen, o porque otros métodos para controlar el sangrado no pueden llevarse a cabo
de manera segura.
Torniquetes mal aplicados
Los torniquetes que se aplican con demasiada holgura en realidad pueden empeorar la hemorragia. Si
el torniquete sólo detiene el retorno venoso de la sangre, pero no detiene el flujo sanguíneo en la
arteria, el sangrado se hará más fuerte por debajo del torniquete.
Los torniquetes no deben ser retirados por rescatadores sin formación. Dejar un torniquete durante
mucho tiempo en el sitio, puede producir daños en los tejidos, pero quitarlo puede dar lugar a una
hemorragia más grave. La posibilidad de perder una extremidad se ve compensado por la posibilidad
de perder la vida.
Los torniquetes pueden ser un salvavidas si se utilizan correctamente.
Cómo hacer y aplicar un torniquete durante los primeros
auxilios
Ponte unos guantes de látex para minimizar el riesgo de transmitir una enfermedad.
Determina si es necesario un torniquete.
Reúne estos materiales: un pañuelo o corbata y un palo que no se rompa. Si no hay palos disponibles,
utiliza lo más similar.
Dobla el pañuelo por la mitad, de esquina a esquina, si utilizas una corbata no realices este paso. (El
objetivo es formar un triángulo recto, como naturalmente son las corbatas, mientras que los pañuelos
son cuadrados.)
Agarra las esquinas que forman el lado largo del triángulo y de doblalo de 6 a 9 centímetros hacia la
tercera esquina.
Dobla una y otra vez de esta manera hasta que hayas llegado a la tercera esquina. Ahora deberías tener
un vendaje de 7 a 10 centímetros de ancho y varias capas de espesor.
Ata el vendaje con una gasa alrededor de la extremidad correspondiente entre la herida y el corazón (el
tronco del cuerpo), lo más cerca posible de la herida, pero por encima de la rodilla o del codo. Utiliza
un nudo simple (el mismo que hacemos en la primera etapa de atar un zapato).
Coloca el palo en la parte superior del nudo y ata un segundo nudo en el palo.
Gira el palo hasta que estire el vendaje apretando lo suficiente como para detener el sangrado.
Ata los extremos de la venda alrededor de la extremidad y asegura el palo con una gasa.
Apunta en qué hora se ha realizado el torniquete y dejalo a la vista para que lo sepan los médicos que
atiendan a la persona.
Entablilla la zona de la herida para evitar movimientos, lo que podría reiniciar la hemorragia.
Traslada a la persona lesionada lo más rápido posible a un hospital. Si el hospital está a más de una
hora de distancia, comprueba el sangrado cada 10 minutos poco a poco aflojando el torniquete para
ver si la coagulación ha detenido la hemorragia. Si es así, limpia y venda la herida. Si no, vuelve a
apretar el torniquete y comprueba de nuevo cada 10 minutos.
Que hacer en caso de emergencias
Cuando se trata de tu salud o la salud de alguien de tu familia, suele ser evidente si la persona está
gravemente enferma y necesita recibir atención de emergencia de forma inmediata.
Una emergencia es una situación de amenaza crítica a la vida y es importante saber distinguirla como
tal para no alarmarse innecesariamente o no actuar con la suficiente diligencia en caso necesario.
Para ayudarte a decidir lo que es una situación crítica, para saber si se trata o no de una emergencia
real, hemos recopilado aquí algunos ejemplos.
Una situación es crítica sí:
Hay pérdida de conocimiento.
Sospechas que puede haber un accidente cerebrovascular.
Una herida está provocando una gran pérdida de sangre.
Sospechas que pueda haber huesos rotos.
Hay una herida profunda, por ejemplo una herida de arma blanca.
Sospechas que pueda haber un ataque al corazón.
Existe dificultad para respirar o atragantamiento.
Hay quemaduras graves.
Se produce una reacción alérgica grave.
Hay algunas cosas que debes recordar en cualquier emergencia. Estos consejos para emergencias, te
ayudarán a hacer frente a una situación de emergencia de forma rápida y eficiente.
Mantén la calma y pide ayuda. Puede que tengas que pedir a alguien que llame a una ambulancia.
Asegúrate de la ambulancia sabe a dónde tiene que ir e intenta dar todos los detalles que puedas sobre
la persona que está herida o enferma.
No te pongas en peligro. Por ejemplo, si alguien se ha electrocutado, asegúrate de apagar la fuente de
alimentación antes de tocarle.
Haz todo lo posible para ayudar a la persona.
No le des a la persona nada de comer, beber ni fumar.
No pongas nada en la boca.
Sigue las instrucciones que te puedan dar desde el servicio de ambulancias.
La manera de ayudar a una persona muy a menudo depende de lo que le está pasando. A veces, la
forma más rápida de ayudar es llevar a la persona al servicio de urgencias más cercano. Esto variará de
una zona a otra ya que depende lo cerca que estés del hospital.
Sin embargo, incluso en una zona donde el hospital está bastante cerca, debes llamar a una ambulancia
y no mover al paciente si:
Piensas que podría haberse dañado a la espalda o el cuello, o tiene alguna otra lesión que puede
empeorar al moverlo.
La persona está en estado de shock y necesita atención constante.
La persona tiene dolor de pecho o dificultad para respirar.
La posición de recuperación
Si el paciente está inconsciente, hay que colocarlo de forma que pueda respirar con facilidad e impide
que se asfixie en caso de vomitar. Pero antes, debes considerar cuidadosamente si hay alguna
posibilidad de que la víctima ha lastimado la espalda o el cuello, o tiene una lesión que podría
agravarse si se mueve. Ponerlo en posición de recuperación en este caso podría tener consecuencias
graves. Si tienes alguna duda, y la víctima no está en peligro si se queda en su posición original, no lo
muevas. Espera a que lleguen los paramédicos.
Cómo poner a alguien en posición de recuperación
Una vez que hayas comprobado que respira normalmente, colócalo de lado, con un cojín en la espalda,
mueve sus rodilla hacia adelante y coloca su cabeza hacia abajo para permitir el vómito salga de forma
que pueda respirar si vomita.
Recuerda que, cuando muevas al paciente hacia un lado, debes asegurarte de que su cuello y la espalda
bien apoyados.
Algunos mitos acerca del servicio de urgencias
El servicio de urgencias es una alternativa a tu médico de cabecera.
FALSO: No es apropiado para ir a Urgencias como una alternativa a tu médico de cabecera.
Llamar a una ambulancia hace que te atiendan antes en urgencias.
FALSO: Los pacientes se van atendiendo según su grado de importancia, no según su orden de llegada.
Todas las lesiones necesitan radiografías.
FALSO: El médico o la enfermera podrá examinar al paciente y determinar si es o no necesaria una
radiografía. En muchos casos, hacer una radiografía no es necesario.
Los médicos de urgencias son más expertos en el tratamiento de los problemas médicos que tu médico
de cabecera.
FALSO: Tu médico de cabecera es un experto en medicina general. Los médicos de urgencias son
especialistas en accidentes y emergencias.
Tomar un calmante para el dolor antes de ser visto por un médico, podría enmascarar los síntomas de
la lesión.
FALSO: Una de las primeras cosas que se hacen a menudo por los médicos es dar un analgésico simple
como el paracetamol. Es bastante seguro tomar esto antes de llegar a un médico. Tomando el
analgésico para el tratamiento de lesiones de menor importancia es la mejor manera de sentirte mejor
rápidamente y es un tratamiento eficaz. Siempre sigue las instrucciones en el envase o prospecto.
Algunos mitos acerca del médico de cabecera
El médico te tiene que visitar en tu casa.
FALSO: Los médicos a decidir si o no a visitar a un paciente en casa, basándose en tus necesidades
médicas. Sólo los pacientes que tienen impedimentos graves para llegar a la consulta, son visitados en
sus casas.
El médico te atiende más rápidamente si pides una visita a domicilio.
FALSO: Durante las horas de la consulta, la mayoría de los médicos visitan a los pacientes a última hora
del día. Puede que te atiendan antes si vas a las horas de consulta normal. Si puedes ir a la consulta,
esto hará que el médico pueda ver más pacientes en lugar de pasar el tiempo viajando y teniendo que
retrasar su consulta.
Todas las infecciones necesitan antibióticos.
FALSO: Los antibióticos no tienen ningún efecto en la mayoría de las infecciones (como los resfriados, la
gripe y el dolor de garganta), porque son infecciones causadas por virus. Tomar antibióticos también
puede hacer que las bacterias se hagan inmunes y no pueden ser destruidas por los antibióticos, lo cual
es peligroso para toda la población. Los médicos recomiendan que visites a tu farmacéutico para que te
aconseje sobre dolencias menores.
Como tomar pulso a una persona
Es posible comprobar el pulso de una persona en varios puntos de su cuerpo.
Uno de los puntos donde se puede comprobar el pulso es en la muñeca, justo debajo del hueso del
pulgar.
Tomar el pulso en el brazo
Para tomar el pulso, mantén el brazo de la persona con la parte inferior hacia arriba. Toca la muñeca de
la persona usando los dedos índice y corazón de una mano hasta encontrar el pulso.

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Tomar el pulso en el cuello


Otra forma de tomar el pulso es presionar usando los mismos dos dedos al lado del cuello, justo debajo
de la mandíbula.

Si estás tomando el pulso de una persona, utiliza un reloj con segundero para contar cuántos latidos
notas en un minuto. Un ritmo cardíaco normal para un adulto es de entre 60 y 100 pulsaciones por
minuto.
Primeros auxilios por deshidratación
La deshidratación se produce cuando el cuerpo pierde demasiado líquidos, sales y minerales. Una
cierta cantidad de fluidos corporales se pierden a través de los procesos normales del cuerpo, por eso
una ingesta diaria de alimentos y líquidos recuperan estas pérdidas.

Cuando las personas realizan actividades que requieren grandes esfuerzos, pierden una gran cantidad
de sales y minerales a través del sudor. Esta pérdida excesiva crea un desequilibrio de fluidos y aparece
así la deshidratación que se produce cuando no se reemplazan estos líquidos y sales.
El peligro de la deshidratación es tan frecuente en las regiones frías como lo es en las regiones
calientes. Cuando hace calor el individuo es consciente de la perdida de sales y minerales ya que lo ve a
través de su sudor, en cambio en climas fríos es muy difícil darse cuenta ya que el sudor se evapora
rápidamente o se absorbe a través de la ropa consiguiendo que el sudor rara vez sea visible en la piel.
La deshidratación debilitará o incapacitara a la víctima durante unas horas, o en ocasiones, varios días.
Los síntomas de la deshidratación
Dolor de cabeza o náuseas.
Disminución de la presión arterial.
Mareos, desvanecimientos o desmayos.
Pérdida de apetito y sequedad de boca.
Enrojecimiento de la cara con los ojos hundidos.
Falta de sudoración.
Somnolencia o cansancio.
Pocas o ningunas lágrimas al llorar.
Sed extrema.
Poca o ninguna orina (la orina que se produce será de color amarillo oscuro o ámbar).
Piel arrugada o seca que carece de elasticidad.
Tratamiento de la deshidratación
Evita los refrescos, té o bebidas con cafeína, éstos tienden a incrementar la micción y ralentizar el
proceso de hidratación en el cuerpo.
Bebe líquidos de rehidratación, como las bebidas deportivas.
Si te encuentras deshidratado puedes preparar, media cucharadita de bicarbonato de sodio, 3
cucharadas de azúcar en 1 litro de agua y tomarlo en sorbos pequeños y frecuentes.
Una sala bien aireada también ayuda a no deshidratarte, así como ir bebiendo con frecuencia
pequeñas cantidades de líquido en lugar de grandes cantidades de una sola vez. Ingerir demasiado
líquido a la vez puede aumentar las náuseas y provocar el vómito.
Si tú no puedes conservar ningún líquido en el estómago, trata de chupar cubos de hielo.
Bebe líquidos hasta que la orina sea clara en vez de amarilla.
Primeros auxilios en caso de shock
Un estado de shock puede ser consecuencia de un trauma, un golpe de calor, la pérdida de sangre, una
reacción alérgica, una infección grave, un envenenamiento, quemaduras graves u otras causas.

Cuando una persona está en estado de shock, sus órganos no están recibiendo suficiente sangre u
oxígeno.
Si no se trata, un estado de shock puede producir daños permanentes en los órganos o la muerte.
A continuación puedes ver algunos signos y síntomas de que una persona está sufriendo un estado de
shock.
La piel está fría y húmeda. Puede verse de color pálido o gris.
El pulso es débil y rápido. La respiración puede ser lenta y superficial, o puede ocurrir una
hiperventilación (respiración rápida o profunda). La presión sanguínea es inferior a lo normal.
La persona puede sentir náuseas. Él o ella puede que vomite.
Los ojos carecen de brillo y mirar fijamente. A veces las pupilas están dilatadas.
La persona puede estar consciente o inconsciente. Si está consciente, la persona puede sentirse débil o
muy débil y confundida. A veces, el estado de shock hace que una persona se ponga demasiado
excitada y ansiosa.
Si sospechas que la persona está en estado de shock, incluso si la persona parece que está normal:
Llama a tu número local de emergencias.
Haz que la persona se acueste sobre su espalda con los pies más altos que la cabeza. Si al levantar sus
piernas le duele o se hace daño, consigue que se quede tumbada y quieta.
Comprueba si hay signos de circulación (respiración, tos o movimiento) y si no los hay inicia la RCP (la
reanimación cardiopulmonar).
Mantén a la persona caliente y cómoda, aflojando los cinturones o la ropa apretada y que cúbrela con
una manta. Incluso si la persona se queja de sed, no le des nada por vía oral.
Gira a la persona hacia un lado para prevenir la asfixia si la persona vomita o sangra por la boca.
Busca un botiquín y medicamentos si hay lesiones, tales como sangrados o huesos rotos.
Riesgo de infección por saliva sangre y otros
El riesgo de contraer una infección varía en función de:
Si la otra persona tiene una infección.
El tipo de virus con el que la otra persona está infectada.
Los fluidos corporales con los que se entren en contacto.
Cómo se entra en contacto con los fluidos corporales.
Infecciones que pueden transmitirse
Algunas de las infecciones que pueden transmitir la sangre y otros fluidos corporales son:
La hepatitis B.
La hepatitis C.
El VIH (virus de inmunodeficiencia humana).
En cuanto a los síntomas de una infección, dependiendo de la infección, una persona infectada puede
tener muy pocos síntomas o ningún síntoma y por lo tanto, una persona infectada puede no saber si
está infectada.
Fluidos corporales que pueden transmitir infecciones
Los fluidos corporales que pueden transmitir infecciones incluyen:
Sangre.
Las secreciones íntimas.
Líquido amniótico (el líquido en el que flota el feto).
La leche materna.
Saliva que contenga sangre.
Mayor riesgo de infección
Hay un mayor riesgo de infección si tienes contacto con:
Sangre.
Fluidos corporales tales como los enumerados anteriormente.
Cualquier otro líquido corporal que contiene la sangre.
El riesgo de infección también es mayor con algunas lesiones que rompen la piel (lesiones
percutáneas). Por ejemplo, hay un mayor riesgo en caso de:
Pincharse con una aguja usada u otro objeto puntiagudo.
Un herida por arañazo o mordedura.
Debido a que el pincharse con una aguja usada, conlleva un alto riesgo de infección, es
necesario deshacerse de las agujas usadas correctamente, tirándolas a un contenedor diseñado para
ello. Sin embargo, a pesar de que estas son lesiones que aumentan el riesgo de infección, esto no
quiere decir que siempre vaya a existir una infección.
Menor riesgo de infección
El riesgo de infección es menor si los fluidos del cuerpo entran en contacto con los ojos, la boca, la
nariz o la piel lesionada.
Por ejemplo, si alguien escupe en la cara, la saliva puede llegar a los ojos, la boca o la nariz. O si la piel
se rasga por cortaduras, rasguños o arañazos, excepto los arañazos de una persona infectada (véase
más arriba), o alguna enfermedad de la piel como el eczema.
Para los trabajadores de centros de salud, después de una exposición como ésta, el riesgo de infección
con el VIH se estima en uno de cada 1.000. Actualmente no existe ninguna evidencia de riesgo de
contraer hepatitis B o hepatitis C.
Muy bajo riesgo de infección
El riesgo de infección es muy bajo si los fluidos corporales infectados entran en contacto con la piel
intacta. No se han registrado ningún caso de infección por el VIH en los trabajadores de centros de
salud después del contacto de sangre del VIH con la piel intacta.
El riesgo es también muy bajo si tiene contacto con la saliva que no contiene sangre,
independientemente del lugar en el que toca la saliva. Sin embargo, la fiebre glandular puede ser
transmitida a través del contacto con la saliva de una persona infectada.
Como tomar la temperatura de una persona
Puedes tomar la temperatura de una persona de forma rápida y fácil usando un termómetro.
Asegúrate siempre de que el termómetro está limpio y lee las instrucciones de como usar el
termómetro previamente a su uso. Si después de tomar la temperatura, la persona tiene una
temperatura elevada, vuelve a tomarla unos 20 minutos más tarde para confirmar si tiene fiebre.
La temperatura normal de una persona está entre los 36,5 y los 37.2 grados centígrados. Una
temperatura de más de 38 grados se llama fiebre.
Para tomar la temperatura a un niño, debes quedarte con él mientras le tomas la temperatura y
debes sacarle el termómetro inmediatamente después.
Puedes comprar un termómetro en tu farmacia, donde el farmacéutico te asesorará sobre el
termómetro que más se adecue a tus necesidades.
Tipos de termómetro para tomar la temperatura
Hay muchos tipos de termómetros diferentes:
Tomar la temperatura con termómetros de mercurio
Los termómetros de mercurio se están dejando de comercializar gradualmente ya que son peligrosos si
se rompen. El mercurio que contiene este tipo de termómetros, es tóxico si se ingiere o si entra en
contacto con la piel
Sólo los adultos deben usar termómetros de mercurio porque los niños son más propensos a morder y
romper el vidrio. Para usar un termómetro de mercurio, primero debes sacudirlo. Esto se hace para
que el mercurio se introduzca en el bulbo del termómetro y permitirá realizar una lectura exacta de
tomar la temperatura de una persona. El termómetro de mercurio puede colocarse en la boca o bajo la
axila.
Tomar la temperatura con termómetros digitales
Al igual que con los termómetros de mercurio, los termómetros digitales también se puede utilizar
para tomar la temperatura en la boca o bajo la axila.
Si tomas la temperatura en la axila, debes tener en cuenta que la temperatura será de unos 0,5 grados
más baja que la temperatura central del cuerpo. Esto significa que debe sumar 0,5 grados a la lectura
para tener una idea más precisa de la temperatura real.
El tomar la temperatura en la axila puede hacer que las lecturas no sean fiables y precisas. Sin
embargo, tomar la temperatura en la axila puede ser la manera más adecuada y segura de tomar la
temperatura de un niño pequeño.
Al tomar la temperatura en la axila, pon el termómetro directamente contra la piel bajo el brazo, y
mantén el brazo suavemente contra el pecho. Debes dejar el termómetro bajo la axila durante más de
cinco minutos para conseguir una lectura exacta.
El tomar la temperatura de la boca no es adecuado para niños muy pequeños, porque pueden
morder el termómetro. Sin embargo, esta es una manera fácil y precisa para tomar la temperatura de
un adulto. Coloque el termómetro bajo la lengua durante aproximadamente 2 o 3 minutos. Si la
persona ha comido algo muy frío o caliente, espera 10 minutos antes de tomar la temperatura.
Tomar la temperatura con tiras indicadoras de temperatura
Las tiras para medir la temperatura se colocan en la frente. Las tiras de temperatura pueden dar una
lectura aproximada diciendo que si la temperatura de la persona es normal, demasiado caliente o
demasiado fría.
Como las tiras indicadoras de temperatura miden la temperatura de la piel, en lugar del cuerpo,
no son del todo exactas, pero ofrecen una manera rápida y fácil de medir la temperatura de una
persona, y son especialmente útiles para tomar la temperatura de un niño. Usando ambas manos,
sostén la tira en la frente de tu hijo. Mantén sus dedos lejos de la tira de medición de temperatura, y
deja la tira puesta durante 2 o 3 minutos.
Tomar la temperatura con termómetros de oído
Los termómetros de oído son caros, pero son rápidos y fáciles de usar. Lee las instrucciones
cuidadosamente para saber cuánto tiempo tomará la lectura, antes de colocar suavemente el
termómetro de oído dentro del oído. Si la persona ha estado expuesto al frío, o acostado en una
almohada, espera unos 10 o 15 minutos para ajustar su temperatura antes de tomar la temperatura.
Muchos de los termómetros de oído pueden usarse en bebés pequeños, pero hay que comprobar
previamente que el termómetro es adecuado para ello. Los termómetros para el oído no siempre son
totalmente exactos por lo que no se deben utilizar si se requiere una lectura muy precisa.
En caso de inflamación del hombligo
Si tienes enrojecimiento, inflamación (hinchazón), y/o una secreción amarillenta en el interior o
alrededor del ombligo, sigue estas sencillas instrucciones durante 2 o 3 días:
No te rasques el ombligo o la zona afectada.
Limpia el ombligo suavemente con agua salada, dos veces al día.
Seca el ombligo y la zona afectada con cuidado, pero a fondo después de lavarte.
Si después de unos días todavía tienes los mismos síntomas, debes consultar a tu médico de cabecera
para que pueda investigar la causa de la irritación. Si tienes una infección, el médico puede prescribir
un tratamiento de antibióticos.

Que hacer al pincharte con una aguja


Si te pinchas con una aguja usada, necesitas de inmediato primeros auxilios. Si te has pinchado con una
aguja debes:
Facilitar que la herida que sangre, poniéndola bajo el agua del grifo.
Lava la herida utilizando agua corriente y jabón abundantes.
Seca la herida y cúbrela con un apósito impermeable o tirita.
No frotes la herida mientras te lavas y no chupes la herida.
También debes consultar al médico inmediatamente yendo al departamento de urgencias del hospital
más cercano o contactando con tu mutua de salud.
Infecciones por agujas usadas
Las lesiones con agujas que se producen en procedimientos médicos a veces se producen por
pinchazos. Los pinchazos o cortes puede producirse por otros suministros médicos, tales como jeringas,
bisturíes, lancetas así como de los equipos de vidrio rotos.
Una vez que la aguja se ha utilizado, puede estar contaminada, por ejemplo, con los virus de la sangre
de otra persona (virus de transmisión sanguínea). Otros objetos punzantes también pueden estar
contaminados de esta manera, al igual que las agujas que se utilizan para inyectarse drogas.
Las agujas y objetos punzantes a veces pueden pasar infecciones a otras personas. Algunas de las
infecciones que pueden transmitirse a través de las agujas son:
La hepatitis B.
La hepatitis C.
Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Evaluar el riesgo de infección
Cuando acudas al médico, su médico evaluará los riesgos para tu salud. Te preguntará acerca de su
lesión, por ejemplo:
¿Cómo se produjo el accidente?
Cuando sucedió
Quién utilizó la aguja con la que te pinchaste.
Puede ser necesario tomar muestras de sangre para comprobar enfermedades como la hepatitis B y C,
o el VIH.
Tu médico también puede pedir análisis de sangre de la otra persona, para lo que ellos han de dar su
consentimiento.
¿Voy a necesitar algún tratamiento?
Si tu médico cree que tienes no existe riesgo de infección, es posible que no necesites ningún
tratamiento.
Si hay riesgo de infección, se puede considerar:
El tratamiento antibiótico.
La inmunización contra la hepatitis B.
El tratamiento para prevenir el VIH.
Si hay un alto riesgo de infección con el VIH, su médico puede considerar el tratamiento llamado
profilaxis post exposición (PEP). A veces es posible detener el desarrollo del VIH en las primeras 72
horas después de la infección. El tratamiento PEP generalmente implica el tratamiento con
medicamentos contra el VIH durante cuatro semanas.
Obtención de ayuda y apoyo
Tu médico puede recomendar el apoyo psicológico para ayudar con la incertidumbre y el estrés que
puedes sentir después de tu lesión.
Si te lastimas con una aguja usada mientras estás en el trabajo, debes reportar el incidente
inmediatamente a tu supervisor o gerente.
Riesgo de pinchazos para los trabajadores sanitarios
Algunas personas tienen un mayor riesgo de lesiones por pinchazo por su trabajo. Esto afecta
principalmente a personas que trabajan en la asistencia sanitaria, tales como:
Enfermeras.
Médicos.
Cirujanos.
Dentistas.
Enfermeras e higienistas dentales.
Los técnicos de laboratorio.
La vacunación contra la hepatitis B se recomienda para algunas personas que trabajan en la atención
de la salud, entre las que se incluyen:
Trabajadores de la salud que puedan entrar en contacto directo con sangre u otros fluidos corporales.
Trabajadores de la salud que corran el riesgo de pinchazos, o objetos punzantes o lesiones.
Personal de laboratorio que maneja material que puede contener el virus de la hepatitis B.
Riesgo de pinchazos para las personas en otros puestos de
trabajo
Las personas que trabajan en otros servicios e industrias también pueden tener un mayor riesgo de
lesiones por pinchazo. Por ejemplo:
Policías.
Oficiales de prisión y servicios de libertad condicional.
Trabajadores de aduanas.
Los trabajadores sociales.
Trabajadores de funerarias.
Gente que hace tatuajes y piercings.
Trabajadores de la construcción y demolición.
Prevención de lesiones por pinchazos de agujas
Algunas precauciones para evitar las lesiones por agujas y otros objetos cortantes o punzantes que
debe tomar el personal médico, son:
Lavarse las manos después del contacto con cada paciente.
Lavarse las manos después de manipular sangre o fluidos corporales.
Siempre usar guantes desechables cuando se trabaja con sangre o fluidos corporales.
Proteger los ojos, usando una visera, gafas o anteojos de seguridad.
Cubrir cualquier corte con tiritas resistentes al agua.
Eliminar de agujas y objetos punzantes de manera segura.
Las agujas utilizadas para inyectar medicamentos nunca deben ser reutilizadas o compartidas.

Mordeduras de animales
Si te muerde un animal, aquí puedes ver las instrucciones de primeros auxilios para mordeduras.
Heridas leves: Si la mordedura apenas rompe la piel y no hay peligro de rabia, se puede tratar como
una herida menor. Lava bien la herida con agua y jabón. Aplica una crema antibiótica para prevenir la
infección y cúbrela con un vendaje limpio.
Heridas profundas: Si la mordedura de un animal crea un pinchazo profundo de la piel o la piel está
muy rota y sangrando, aplica presión con un paño limpio y seco para detener la hemorragia y consults
a tu médico.
Infecciones: Si observas signos de infección, como hinchazón, enrojecimiento, aumento del dolor o
supuración, consulta con tu médico inmediatamente.
Rabia: Si sospechas que la picadura fue causada por un animal que podría tener la rabia, incluyendo
cualquier animal salvaje o doméstico del estado de vacunación desconocido, en especial los
murciélagos, consulta a tu médico inmediatamente.

Los médicos recomiendan ponerse la vacuna contra el tétanos cada 10 años. Si la última fue hace más
de cinco años y la herida es profunda o está sucia, el médico puede recomendar una dosis de refuerzo.
Es importante recibir la dosis de refuerzo tan pronto como sea posible después de la lesión.
Los animales domésticos causan la mayoría de mordeduras de animales a seres humanos. Los perros
son más propensos a morder que los gatos. Las mordeduras de gato, sin embargo, tienen más
probabilidades de causar infección ya que suelen ser heridas punzantes y no se puede limpiar a fondo.
Las mordeduras de animales domésticos no inmunizados y animales salvajes conllevan el riesgo de la
rabia. La rabia es más común en murciélagos, mapaches, zorrillos y zorros que en gatos y perros. Los
conejos, ardillas y otros roedores rara vez tienen la rabia.
Los centros para el control y prevención de enfermedades recomiendan que los niños o adultos
expuestos a los murciélagos, acudan al médico, aunque no crean haber sido mordidos. Esto se debe a
las marcas de mordeduras de murciélagos puede ser difíciles de ver.
Como deshacerse de agujas y objetos
Al usar agujas para inyectarte alguna medicación, es tu responsabilidad deshacerte de las agujas de
forma segura. Estos instrumentos médicos no deben arrojarse a la basura común.
Guardar
Debes utilizar un contenedor para las agujas usadas y suministros médicos que está especialmente
diseñado para este tipo de objetos que puedan transmitir infecciones.
A continuación se muestran algunos ejemplos de casos en los que puedes necesitar inyectarte
medicamentos con agujas o usar objetos punzantes:
Eres diabético y necesitas inyecciones de insulina regularmente, utilizando una jeringa, un bolígrafo o
pluma de inyección de insulina.
Eres diabético y necesitas comprobar tu nivel de glucosa regularmente, con un análisis de sangre
mediante un pinchazo con lanceta.
Tienes una alergia grave para la cual puedes necesitar inyectarte adrenalina (epinefrina) con una
jeringa precargada o una pluma de inyección, según lo prescrito por tu médico de cabecera.
¿Por qué no puedo tirar las agujas usadas a la basura?
Las agujas pueden causar lesiones a uno mismo o a otras personas. Una vez han sido utilizados,
también llevan los fluidos corporales, como la sangre.
Las agujas usadas pueden transmitir infecciones, como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH),
hepatitis B o hepatitis C. Una aguja usada que está contaminada, puede transmitir la infección a otras
personas.
¿Dónde puedo tirar las agujas usadas?
Las agujas de jeringuillas y lancetas, son objetos punzantes que se clasifican como residuos clínicos, lo
que significa que se aplican normas especiales a la hora de deshacerse de ellos.
Debes poner las agujas y otros objetos punzantes en una contenedor rígido con tapa, diseñado para
ese propósito.
Mantén tus objetos punzantes en un lugar seguro mientras estás usándolos para que no sean
peligrosos para otras personas.
Deshacerse de las agujas usadas por otros medios puede causar lesiones a otras personas. No poner las
agujas usadas:
En el cubo de la basura de casa o cualquier contenedor que no esté destinado a esos artículos.
En cualquier otro recipiente que vayas a tirar, por ejemplo, latas o botellas o cajas de comida de
plástico.
Una vez que se ha puesto una aguja usada en un contenedor para objetos punzantes, no trates de
sacarla de nuevo.
¿Dónde puedo encontrar un contenedor para objetos
punzantes?
Hay contenedores de objetos punzantes están disponibles en la prescripción de su médico o
profesional de la salud.
¿Cómo puedo tirar mis objetos punzantes?
Los servicios de recogida de contenedores para objetos punzantes varían de una zona a otra.
Los ayuntamientos se encargan de la recogida y eliminación de contenedores de agujas y objetos
punzantes para personas con diabetes. Las farmacias y algunas clínicas también ofrecen los servicios de
recolección de contenedores de objetos punzantes de forma gratuita.
Agujas para inyectar drogas
Las agujas utilizadas para inyectarse drogas también pueden transportar fluidos corporales que pueden
pasar a infecciones como el VIH y la hepatitis B a otras personas. Por lo tanto, nunca debes reutilizar o
compartir agujas.

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