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LA ARGUMENTACIÓN JURÍDICA DEL DERECHO

INTRODUCCIÓN
Consideramos que para lograr éxito en el desarrollo de competencias y
habilidades para argumentar en debates reales se requiere como mínimo un
taller de nivelación y otro propiamente de argumentación jurídica.

Nuestra propuesta se basa en una investigación desollada de manera personal


que ha permitido producir dos textos: Las técnicas de argumentación para la
litigación oral (1era. Ed. 2010, 2da. Ed. 2012 y 3era Edición 2015 aumentada y
mejorada) y Manual de Argumentación Redacción de Sentencias (1era. Edición
2012, 2da. Edición aumentada y mejorada este año) así como nuestra experiencia
docente en la Academia de la Magistratura del Perú, el Poder Judicial, la Defensa
Pública, el Consejo nacional de la Magistratura.

Nos basamos en la Retórica y la Pragmadialectica distanciadnos de la teoría de la


argumentación llamada Teoría Estándar de la Argumentación representada por
Manuel Atienza, Robert Alexy y otros que son propias del modelo inquisitivo.

Una visión instrumental, pragmática y dinámica del Derecho que presupone, utiliza
y, en cierto modo, da sentido a las anteriores perspectivas teóricas y que conduce,
en definitiva, a considerar el Derecho como argumentación.

Es, podría decirse, la perspectiva de alguien que no se limita a contemplar el


edificio desde fuera o a proyectarlo prescindiendo de los problemas que plantea su
ejecución, sino que participa activamente en la construcción y se siente
comprometido con la tarea.

Argumentar o razonar es una actividad que consiste en dar razones a favor o en


contra de una determinada tesis que se trata de sostener o de refutar. Esa
actividad puede ser muy compleja y consistir en un número muy elevado de
argumentos (de razones parciales), conectados entre sí de muy variadas formas.

DESARROLLO
La argumentación entendida como la capacidad de participar colaborativamente
en debates donde existe discrepancia de opinión, se firma desde la escuela, por
ello Por ejemplo, expertos congregados por la UNESCO en la 47a Conferencia
Internacional de Educación, denominada Una educación de calidad para todos los
jóvenes, resaltaron la necesidad de capacitar a las nuevas generaciones en las
competencias necesarias para participar en debates:

“Entre los básicos cotidianos de los espacios que logran una educación de calidad para
todos figuran desafíos cognitivos o mentales, prácticos y emocionales. Todos los niños y
niñas de todos los centros educativos del mundo debieran todas las semanas identificar y
jerarquizar conceptos, ideas e información; analizar y argumentar a favor y en contra de
ellas; buscar evidencias para refutarlas o apoyarlas; presentar las ideas propias y ajenas
usando evidencias; negociar conflictos y hacer “cosas”.1

La mayoría de profesionales del derecho en Latinoamérica no han contado con


una formación escolar en argumentación.

El contenido de este taller que recomiendo se haga en línea mediante un aula


virtual, debe permitir en 4 horas desarrollar estos temas básicos:

El modelo inquisitivo de argumentación es deductivo y polémico, parte de


principios, doctrinas, leyes, las pruebas y la decisión. En cambio el modelo
adversarial parte de conocer el caso desde dos puntos de vista en contradicción,
examinar argumentos y pruebas para, finalmente, analizar la legalidad de las
soluciones que se obtengan.

A desarrollarse de manera presencial presenta técnicas aplicables a la

1
UNESCO (2005). Una educación de calidad para todos los jóvenes. Ginebra. Oficina
Internacional de Educación. pág. 141
argumentación jurídica:

Nivel básico: El jurista adquiere o refuerza las siguientes competencias:

Distingue los tipos de debate, sus etapas y reglas en la vida social con precisión y
exactitud

 Comunica y examina historias, descripciones y explicaciones de hechos,


problemas de manera ordenada y eficaz utilizando adecuadamente los
marcadores correspondientes.

 Examina y presenta argumentos reales tomando en cuenta las relaciones


entre la conclusión, el dato, la garantía, el respaldo, las refutaciones
posibles y su evaluación.

 Examina y representa debates reales usando software o gráficos


atendiendo a los puntos de vista y argumentos como contra argumentos de
manera amplia y precisa.

La argumentación jurídica: El jurista adquiere o refuerza las siguientes


competencias:

 Organiza el debate judicial como una forma de solucionar problemas por


competencia reconociendo los roles de cada participante, sus deberes y
derechos.

 Presenta o examina la coherencia de la historia del caso de manera breve


y verosímil comprendiendo las circunstancias (qué, quién, cuando, donde
cómo, por qué) y la emplea para fijar la controversia.

 Representa las propuestas de solución en un mapa de argumentos que


exhiba sus implicancias de forma precisa y completa.

 Identifica a que tipología pertenece cada argumento, sus requisitos y los


puede representar usando el modelo de Toulmin.

 Examina la fuerza de cada argumento usando preguntas críticas


relevantes, desechando los débiles y las falacias.

 Identifica y neutraliza falacias y maniobras estratégicas descarriladas que


entorpezcan o anulen el debate.

 Comunica la decisión de manera colaborativa permitiendo al lector u oyente


comprender desde el inicio las razones de peso que determina la decisión.

Los juristas vivimos argumentando2. Parte de nuestra actividad profesional se


orienta a lidiar en el marco de disputas más o menos profundas con dos
armas: el conocimiento del derecho y la habilidad para argumentar. Algunos
juristas -por lo general los jueces- tienen la responsabilidad de poner punto
final a algunas de esas disputas, y para ello deben argumentar en defensa de
la alternativa que consideran correcta. El razonamiento jurídico es, en muchos
aspectos, similar al que se desarrolla en otros contextos argumentativos, pero
también tiene ciertas peculiaridades que conviene tener en cuenta antes de
enfrentarse a su estudio. El llamado razonamiento judicial es sólo uno de los
tipos de argumentos jurídicos, caracterizado por su grado de estructuración y
por la exigencia de ser explícito.

La concepción formal de la argumentación es característica de la lógica. La pregunta


fundamental aquí es: ¿qué se puede inferir a partir de determinadas premisas? Desde el
punto de vista de la lógica deductiva -la lógica en sentido estricto-, un argumento es un

2
BONORINO, Pablo Raúl; PENA AYAZO, jairo Iván Argumentación Judicial:
Construcción, Reconstrucción y Evaluación de Argumentaciones Orales y Escritas.
Colombia. 2005, Pg. 5
encadenamiento de proposiciones: en un argumento deductivamente válido se cumple
siempre que si las premisas son verdaderas, entonces también lo es necesariamente la
conclusión, en virtud de la forma de los enunciados que lo componen. O, dicho de otra
manera, la validez de los argumentos no depende aquí del contenido de verdad o de
corrección de las premisas y de la conclusión. 3

Tradicionalmente la idea de argumento se ha vinculado a la lógica y la lógica ha


sido entendida como la ciencia o el arte del pensamiento. J. J. Moreso explica la
lógica como una disciplina normativa destinada a ordenarnos como hemos de
pensar, de argumentar, de inferir y como hacerlo correctamente4.

La lógica muestra como a partir de un conjunto de enunciado denominados


premisas podemos derivar o inferir una conclusión. La lógica garantiza que si las
premisas son verdaderas, la conclusión también será necesariamente verdadera o
dicho de otra forma que no es posible que de premisas verdaderas se siga una
conclusión falsa. Argumentar es inferir o derivar, de un conjunto de enunciados
denominados premisas, otro enunciado denominado conclusión que se sigue o es
deducible de las premisas. A la inversa, se puede afirmar que las premisas
implican (entail) la conclusión.

M. Atienza5 nos propone el siguiente texto para comprobar esta afirmación a


través de un razonamiento donde existe un error de tipo lógico. Edgar Alan Poe,
La carta robada. Auguste Dupin (el detective) recibe un día la visita del prefecto de
la policía de París que le consulta sobre el siguiente problema. Un documento de
la mayor importancia ha sido robado en las habitaciones reales. Se sabe que el
autor del robo es el ministro D., quien usa la carta como un instrumento de
chantaje contra una dama de la realeza. El ministro debe tener la carta oculta en
algún lugar de su casa, pero el prefecto, a pesar de haber efectuado un minucioso

3
ATIENZA, Manuel. El Sentido del Derecho. Barcelona – España, 2013. Pa.g 269.
4
J.J. Moreso y P. Casanovas, Argumentació i pragmática del Dret, Publicacions de la
Universitat Oberta de Catalunya, p. 21 y ss
5
ATIENZA, Manuel, Las razones del Derecho. Teorías de la argumentación jurídica,
Madrid, CEC, 1991, pp. 26 y ss.
y sistemático registro, no da con ella. Dupin consigue hacerlo merced a un
proceso de razonamiento que, en términos generales, es el siguiente: Si la carta
hubiese estado al alcance de la búsqueda, los agentes la habrían descubierto, y
como la carta tiene que encontrarse en el domicilio del ministro, ello quiere decir
que la policía ha buscado mal. Dupin sabe que el ministro es una persona audaz e
inteligente y que además posee no solamente una inteligencia matemática, sino
también -si se puede llamar así- una inteligencia poética. El ministro pudo prever,
por tanto, que su casa iba a ser registrada por la policía y que los hombres del
prefecto buscarían en todos aquellos sitios en donde se supone que uno puede
dejar un objeto que desea ocultar. De ahí infiere Dupin que el Ministro tuvo que
dejar la carta en un lugar muy visible y por ello, inesperado. Y en efecto, Dupin
encuentra la carta en una tarjetera de cartón que colgaba de una cinta sobre la
chimenea, arrugada y manchada (como si se tratase de algo sin importancia) y
tenía un tipo de letra en la dirección y un sello de características distintas a la carta
robada. Dupin explica así el fracaso del prefecto: "la causa remota de su fracaso
es la suposición de que el ministro es un imbécil porque ha logrado fama de poeta.
Todos los imbéciles son poetas; así lo siente el prefecto e incurre en el error de
inferir que todos los poetas son imbéciles".

CONCLUSIONES
La argumentación se ve ahora como una manera consistente de buenas razones a
favor o en contra de una determinada teórica o práctica; lo que se persigue no es
mostrar si una inferencia es o no válida, sino si existen o no razones para creer en
algo o para realizar una determinada acción.

Hoy en día no bastan los argumentos que podemos encontrar en libros, ´folletos o
artículos, sino basta con la iniciativa propia de poder mejorar nuestra perspectiva
jurídica a partir de los conceptos establecidos en nuevas teorías que puedan
emergen.

Cada dedicación es tengamos o nos planteamos nos llevara a un lenguaje de


normas que enuncien una función de proposiciones, que determinen la existencia
de una determinada norma.

En el Derecho y en la moral se determinan un sinfín de argumentos que conllevan


al origen y desarrollo de cada uno de estos términos, respecto de los cuales no
tenga sentido sobre la verdad o falsedad

Esta cuestión ha planteado dudas incluso sobre la posibilidad de aplicar la lógica


al Derecho. Hay autores que consideran que las reglas de la lógica se pueden
aplicar al silogismo teórico, pero no al práctico o normativo. El silogismo práctico
es aquel en el que al menos una de sus premisas y la conclusión son normas.

BIBLIOGRAFÍA
 ATIENZA, Manuel, Las razones del Derecho. Teorías de la argumentación
jurídica, Madrid, CEC, 1991, pp. 26 y ss.
 ATIENZA, Manuel. El Sentido del Derecho. Barcelona – España, 2013. Pa.g
269.
 BONORINO, Pablo Raúl; PENA AYAZO, jairo Iván Argumentación Judicial:
Construcción, Reconstrucción y Evaluación de Argumentaciones Orales y
Escritas. Colombia. 2005, Pg. 5
 J.J. Moreso y P. Casanovas, Argumentació i pragmática del Dret,
Publicacions de la Universitat Oberta de Catalunya, p. 21 y ss
 UNESCO (2005). Una educación de calidad para todos los jóvenes.
Ginebra. Oficina Internacional de Educación. pág. 141

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