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Comentada
Luis Carranza
Antología literaria
Integrantes:
Rojas Cruzatt Zulin Alejandra
Chavez Espinoza yumey Zulema
Gomes Casaico Rosario Guadalupe
Torres Flores Marjory Geraldine
Dedicatoria
(Javier Heraud)
Porque mi patria es hermosa
Como una espada en el aire
Y más grande ahora y aún
Y más hermosa todavía
Yo hablo y lo defiendo
Con mi vida.
No me importa lo que digan
Los traidores
Hemos cerrado el pasado
Con gruesas lágrimas
De acero.
El cielo es nuestro.
Nuestro el pan de cada día,
Hemos sembrado y cosechado
El trigo y la tierra:
Son nuestros
Y para siempre nos
Pertenecen
El mar
Las montañas
Y los pájaros.
Por q mi patria es hermosa (imagen)
Comentario
César Vallejo
(Santiago de Chuco, 1892 - París, 1938) Poeta peruano, una de las grandes
figuras de la lírica hispanoamericana del siglo 20. En el desarrollo de la
poesía posterior al Modernismo, la obra de César Vallejo posee la misma
relevancia que la del chileno Pablo Neruda o el mexicano Octavio Paz. Si
bien su evolución fue similar a la del chileno y siguió en parte los derroteros
estéticos de las primeras décadas del siglo 20 (pues arrancó del declinante
Modernismo para transitar por la vanguardia y la literatura comprometida),
todo en su obra es original y personalísimo, y de una altura expresiva raras
veces alcanzada: sus versos retienen la impronta de su personalidad
torturada y de su exacerbada sensibilidad ante el dolor propio y colectivo,
que en sus últimos libros se transmuta en un sentimiento de solidaridad como
respuesta a sus profundas inquietudes metafísicas, religiosas y sociales
Heraldos negros
(Cesar vallejo)
Nos quema.
Comentario
Gustavo Adolfo Bécquer
Eternamente;
podrá secarse en un
Instante el mar:
podrá romperse el eje de
La tierra
como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la
Muerte
cubrirme con su fúnebre
Crespón,
pero jamás en mí podrá
Apagarse
la llama de tu amor.
Amor eterno
Comentario
BIOGRAFÍA DE CÉSAR VALLEJO (RESUMEN)
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: « ¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Masa
Pablo Neruda
Diseminada en miles de versos ha quedado para la posteridad la biografía,
íntima y pública, secreta y militante, del gran poeta chileno Pablo Neruda.
Nos legó además la crónica de sus días agitados y viajeros en unas líricas
memorias tituladas Confieso que he vivido, y sobre su figura han escrito
numerosos amigos del escritor, su apasionada viuda Matilde Urrutia y
centenares de críticos e historiadores.
Árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Comentario
Gustavo Adolfo Bécquer
Jugando llamarán.
Comentario:
José Santos Chocano
(Lima, 1875 - Santiago de Chile, 1934) Poeta peruano. Encarcelado a los
veinte años por actividades subversivas, ya en libertad emprendió una
trepidante actividad política. Desempeñó diversos cargos diplomáticos en
Colombia y en España, y fue consejero de Pancho Villa en México y de
Estrada Cabrera en Guatemala, donde fue condenado a muerte (1924) a la
caída del dictador; amnistiado, regresó a Perú, donde volvió a conocer la
cárcel tras una oscura reyerta con un periodista. Indultado de nuevo, pasó a
Santiago de Chile, donde murió asesinado en un tranvía. Sus primeras
publicaciones fueron Iras santas (1895), En la aldea (1895)
y Azahares(1896). Seguidor de los cánones parnasianos y modernistas, con
el tiempo reaccionó contra esta influencia, si bien en su poesía siempre hizo
gala de un gran virtuosismo. Alma América (1906) y Fiat Lux! (1908) son, de
entre sus obras de madurez, las más conocidas.
Blasón
(José santos Chocano)
Comentario
José María Eguren
(Lima, 1882 - 1942) Poeta peruano. Toda su vida se desarrolló entre la
capital y algunas haciendas aledañas. A partir de 1897 estableció su hogar
en el balneario de Barranco; entre 1931 y 1940 trabajó en la biblioteca del
Ministerio de Educación Pública. Eguren gustaba de caminar a campo
traviesa, observando los insectos y las aves, trazando apuntes para sus
óleos y acuarelas, o echando mano a una cámara de su invención que
tomaba fotos ovaladas de tamaño diminuto (poco más de un centímetro).
Yo recuerdo la rondalla
de la onda florida de la mañana.
En la noria de la vega,
las risas y las dulces pastorelas.