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Lecciones de los Ellus Cohens, conforme a

manuscritos de la Fundación Willermoz, Biblioteca


Municipal de Lion
1ª Instrucción del 7 de Enero de 1774 sobre la Creación
Universal, Materia temporal y el número senario que ha
producido, y sus relaciones con el hombre.

(1) El Creador quiso formar este Universo Físico de materia aparente


para la manifestación de su Potencia, de su Justicia y su Gloria. El plan
que lo concibió fue presentado a su imaginación divina sobre una forma
triangular más o menos como el plan o el diseño de un cuadro que se
presenta en la imaginación del pintor antes de comenzar a ejecutarlo. La
obra que provee este plan debía llevar la marca y ser triangular o
ternaria como en efecto lo es.

(2) Digo que la creación universal material fue operada por el Creador
para la manifestación de su Potencia, su Justicia y su Gloria; su Potencia
se manifestó con efecto por el mismo acto de creación que fue
producida nada más que de su única Voluntad, su Justicia por el castigo
de los primeros espíritus prevaricadores que apartó de su presencia, el
Creador inmutable en sus decretos no pudo privarlos de las Virtudes y
Potencias que eran innatas en ellos por su principio de emanación
divina, más alteró sus leyes de acción espiritual. Formó este universo
material estableciéndolo para ser un lugar de privación, de modo que
hubiese durante una eternidad su acción Potencia y mala Voluntad en
los límites que ellas fijaran; de esta manifestación de Potencia y Justicia
del Creador resulta indiscutiblemente su Gloria; este universo debía aún
servir para la manifestación de su Bondad infinita y su Misericordia, lo
que será explicado a su tiempo.

(3) Es por el número senario que la Creación universal fue operada así
como Moisés da a entender por los seis días de los cuales habla en el
Génesis que no es sino un velo usado para expresar lo que quería decir.
El Creador es un Espíritu puro y simple, eterno que no puede ser sujeto
al tiempo, de hecho el tiempo comenzó apenas en la Creación universal
de la cual hablamos. Todo lo que le precede no podría ser temporal, no
fueron seis días ni ningún lapso de tiempo determinado, lo que Moisés
quiso expresar es que fueron seis pensamientos Divinos que obraron
realmente la Creación. Aprendemos a conocerlos por la suma misteriosa
que la Orden enseña de las tres facultades Divinas que es el
Pensamiento, la Voluntad, y la Acción o en un sentido diferente
explicaremos cuando fue el tiempo, la Intención, el Verbo y la
Operación.

(4) El Pensamiento es uno, simple e indivisible como el Espíritu que


produjo, es el principio de cualquier acto espiritual libre y por lo tanto
tiene el primer lugar entre las tres facultades espirituales de las cuales
hablamos. Es por eso que lo contamos como 1; genera la Voluntad sin la
cual cualquier pensamiento sería nulo y no produciría nada. Por su
orden binaria vale dos y existe el pensamiento del cual proviene que
contamos 3. Lo que completa o forma el primer ternario espiritual; pero
el Pensamiento y la Voluntad serían nulos y no producirían ningún efecto
si no se llevara al acto. Es esta facultad productora de efecto [que
procede del Pensamiento y de la Voluntad] (frase borrada) que
llamamos acción. Esta acción por su orden ternaria vale 3; y he ahí que
acrecenta el ternario precedente del Pensamiento y de la Voluntad de
los cuales procede, completa el número senario que obró la Creación
universal.

(5) El cuadro de las tres facultades potentes innatas en el Creador nos


da al mismo tiempo una idea del misterio incomprensible de la Trinidad.
[La Intención] (palabra borrada, substituida por “Pensamiento”) el
Pensamiento dado al Padre: 1. El Verbo o Intención atribuido al Hijo: 2,
y la Operación atribuida al Espíritu: 3; como la Voluntad sigue al
Pensamiento, y que la Acción es el resultado del Pensamiento y de la
Voluntad, del mismo modo el Verbo procede [la Intención] (ídem) del
Pensamiento, y la Operación procederá [la Intención] (ídem) del
Pensamiento y del Verbo. Por consiguiente la suma misteriosa de estos
tres números da igualmente el número senario principio de cualquier
Creación temporal; reconoce por este examen tres facultades realmente
distintas y procediendo una de la otra y produciendo resultados
diferentes y sin embargo reunidas en un único y mismo ser, único e
invisible.

(6) Se nos ha enseñado que el hombre fue creado a imagen y


semejanza de Dios. El Creador es puro Espíritu y no es por su forma
corporal que el hombre puede ser su imagen y e su semejanza; sino que
por consiguiente lo puede ser por las facultades espirituales, dado que el
ser espiritual menor o el hombre es una emanación de la Divinidad y
debe participar en la propia esencia de esta Divinidad y de sus
facultades. Tenemos una muy débil imagen, no obstante sensible en la
reproducción diaria de los seres temporales, pero el ser producido
aunque en semejanza al ser productor y participante de su naturaleza
no es por aquello el Ser productor mismo, del mismo modo el hombre
viene de Dios, participa de su esencia y de sus facultades sin ser Dios

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mismo, sin destruir la imagen y la semejanza que vinculan uno al otro.
Habrá siempre una inmensa diferencia, la que debe ser entre el Creador
y la Criatura. Así por consiguiente, como el hombre siente en la Potencia
o las facultades distintas del Pensamiento, de la Voluntad y de la Acción,
podemos decir con verdad que es realmente, por estas tres facultades
espirituales que son innatas en él, tanto la verdadera imagen del
Creador como la semejanza por las tres facultades potentes que son del
mismo modo innatas en él: [la Intención] (ídem) el Pensamiento, el
Verbo o Intención, y la Operación de la cual hablaremos en otro
momento y que no es necesario confundir con el Pensamiento, la
Voluntad y la Acción.

(7) Después de haber explicado el número senario por la virtud del cual
se obró la Creación voy a hablar del número ternario productor de las
formas y el número novenario que atribuimos a la materia, porque no es
necesario confundir también esta materia aparente y palpable que
golpea nuestros sentidos con los principios impalpables que la
constituye. Es la unión de estos principios puestos en acción que
componen los cuerpos.

Traducción del Portugués por Prometeo

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