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PROCESO PENAL
11
Gómez-Jara Díez, Carlos. Compliance y responsabilidad penal de las personas jurídicas en el Perú.
Lima: Instituto Pacífico, 2018, p. 43.
2
García Cavero, Percy. Criminal Compliance. Lima: Instituto Pacífico, 2017, p. 118.
3
Ibidem, p.121.
para probar la responsabilidad penal de la persona jurídica, podemos señalar
la ausencia de un programa de cumplimiento efectivo.
4
Véase: Ferrer Beltrán, Jordi. Uma concepcao minimalista e garantista da presuncao de inocencia. En:
Rev. Bras. De Direito Processual Penal, Porto Alegres, vol.4, n.1, p. 149-282, jan-abr 2018.
5
Véase: Neire Pena, Ana María. La efectividad de los criminal compliance programs. En: Polít. crim.
Vol. 11, Nº 22 (Diciembre 2016), Art. 5, pp. 467-
520.[http://www.politicacriminal.cl/Vol_11/n_22/Vol11N22A5.pdf]
Esto responde, en buena cuenta, a la finalidad de evitar que se apele a los
programas de cumplimiento como mecanismo de evasión de responsabilidad,
evitando así los denominados “cosmetic compliance”6.
Es por esa razón que, tanto en la legislación peruana como en buena parte de
las legislaciones extranjera, se ha precisado normativa o jurisprudencialmente
los elementos que deben concurrir en los programas de cumplimiento para
considerárseles efectivos. En el caso peruano, se ha precisado incluso de
reglamentación específica para tal fin, siendo que en la propia ley de la materia
(Ley 30424) ya se habían fijado sus elementos mínimos: (i) el encargado de
prevención, (ii) la identificación, evaluación y mitigación de riesgos, (iii) la
implementación de procedimientos de denuncia, y (iv) la evaluación y
monitoreo continuo del modelo de prevención.
Esta distinción entre carga de prueba material y carga de prueba formal puede
entenderse mejor si nos remitimos, siguiendo a Ferrer Beltrán, a las categorías
anglosajonas de burden of proof y burden of producing evidence. La primera
responde a la pregunta de qué parte se verá perjudicada en su pretensión por
falta de prueba; la segunda, responde a la cuestión de qué parte, en el proceso,
tiene el deber de producir todas o alguna de las pruebas en el proceso 8. Es
importante resaltar, por otro lado, que los estándares de prueba, en el proceso
penal, son asimétricos. En efecto, la tesis acusadora tiene un estándar mucho
más alto que la tesis de la defensa [si es que existiera]. La nota diferencial
estriba en que, si la tesis de la defensa no se acredita, no necesariamente la
defensa pierde el caso, mientras que la tesis acusadora, de no verse acreditada
conforme a su mayor estándar, necesariamente producirá la absolución.
6
Carrión Zenteno, Andy. Criminal Compliance. Lima: Thomson Reuters, 2014, p. 86.
7
Fernández Lopez, Mercedes. Prueba y Presunción de Inocencia. Madrid: Iustel, 2005, pp. 73 y ss.
8
Ferrer Beltrán, Jordi. Ob.cit., p. 175.
Dentro de ese contexto, es necesario plantearnos, en primer lugar y muy
concretamente, cuál es el estándar de prueba de la responsabilidad penal de la
persona jurídica, esto es, qué debe probarse para que se configure. Tal y como
señalamos anteriormente, al ser el defecto organizativo el fundamento de
imputación y, además, al traducirse como omisión de adoptar un programa de
cumplimiento, la exigencia probatoria estará directamente marcada por éste.
El punto gravitante, por tanto, pasa por establecer quién tiene el deber producir
las pruebas destinadas a acreditar ello. ¿El Ministerio Público o la defensa de
la Persona Jurídica?
9
Neire Pena, Ana María. Ob cit., p. 501.
10
Ibidem.
jurídica, con independencia de la ubicación en la teoría del delito del
programa de cumplimiento.
11
MP de Chile, Oficio FN N° 440-2010, p. 5.
12
Neire Pena, Ana María. Ob cit., p. 505.
En el caso de la legislación peruana, a partir del artículo 17° de la Ley 30424,
que establece dos supuestos de eximentes, pareciera que la distribución de la
carga de la prueba estuviera orientada a que la persona jurídica demuestra la
inexistencia de una deficiente administración del riesgo asociada a un defecto
organizativo. Sin embargo, esta interpretación podría producir fricciones con
el reconocimiento de la responsabilidad autónoma de la persona jurídica y su
derecho a la presunción de inocencia.