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Elementos de sacrificio

Los elementos del sacrificio son muchos y variados extraídos de los reinos mineral vegetal y
animal. Estos mismos se seleccionan cuidadosamente después de que se haya definido una
situación y se haya establecido su remedio. Todos estos elementos están relacionados con Odù –
signo- así como con Òrìṣà e Irúnmolè. Los elementos de sacrificio se pueden usar tanto en su
forma material como ejemplos de actitud y presencia de espíritu que necesitan para ser mejorado
o disminuido. En pocas palabras si una adivinación de Ifá requiere el sacrificio de una oveja hablará
de la necesidad de enfocarse en esta energía tanto como una comunión como en forma de actitud
y aptitud. En la práctica puede significar que el sacrificio de una oveja a una fuerza espiritual dada
y el consumo de la carne del animal sacrificado abrirán caminos para la buena fortuna y
bloquearán la desgracia, pero también puede hablar de cierta actitud asociada con la oveja que
debe ser direccionado. Debe mencionarse que la carne se usa para alimentar a la comunidad y que
cualquier ofrenda de fuerza de vida es venerada antes de renunciar a su èmí o aliento. De esta
manera las ofrendas de fuerza de vida hechas por el pueblo Yorùbá siguen un patrón similar al
encontrado entre los seguidores de la fe Mosaica con su sacrificio kosher o los musulmanes con su
sacrificio halal.

Ẹlẹ́de (cerdo): Este mismo animal, es usado para traer la bendición de los niños y un aumento de
la comodidad en la vida de uno ya que suaviza lo que es torcido y errático. Es sagrado para
Egúngún, Ôrúnmìlà, Ìyàmí and Òrìṣà Oko.

Àgùntàn (ovejas): Dentro del culto de los Funfun òrìṣàs y para tales cultos como Agemo que está
relacionado con el culto Egúngún y para Yëmọja. Y cuando se manifiesta en forma de Ebo se dice
que contiene propiedades que evitan la muerte y pueden usarse en ritos para la resucitación
temporal de los muertos.

Ewúré (chiva): Este es un elemento sacrificial muy común que se puede ofrecer a todas las fuerzas
femeninas como también a Òbátálá, Ôrúnmìlà y Èṣù. Considerada porque aporta estabilidad,
protección y buena suerte en general a la comunidad involucrada en la oferta.

Òbúkọ (chivo): El mismo se usa cuando la fuerza y el fuego son necesarios para invertir en una
aspiración con poder y dirección. Es particularmente sagrado para el cazador y espíritus. Se usa a
menudo en las iniciaciones de las fuerzas espirituales masculinas.

Eranla (vaca): Esta misma es sagrada para Òbátálá y las Ìyàmí. Trae prosperidad y riqueza
especialmente a través del comercio y es una energía que puede estimular el embarazo.

Erinla (toro): Muy poca usada, pero sirve para traer estabilidad a la tierra y es sagrado para
Egúngún y ÔNilo. Así como esta energía estabiliza la tierra también estabiliza nuestras vidas.

Agbò (carnero): tiene una naturaleza muy roja y se usa en trabajos de defensa fuerza y
transformación. Tiene conexiones profundas con Ọya Ògún Ôsányìn y Egúngún en su capacidad de
apaciguar a los antepasados.

Ajá (perro): Es particularmente sagrado para Ògún y Ônilé e induce serenidad, cuando poseemos
grandes problemas en batallas y ganarlas también es utilizado.
Òkété (rata): Se usa para apaciguar casi cualquier forma o fuerza que se haya convertido
turbulento. También se puede usar para aplacar y agitar los poderes rojos. Es un gran sacrificio dar
a los àjes y junto con el aceite de palma apaciguarán cualquier disonancia generada por ellos y por
lo tanto proporcionarán bendiciones en lugar de ordalías.

Pɶpɶyẹ (pato): Este mismo es sagrado para orí y Yëmọja y calma la mente y los nervios como, así
neutralizar los pensamientos negativos de los demás. Tiene el àṣẹ de abriendo las puertas del
honor y el reconocimiento.

Ẹtù (gallina de Guinea): Esta misma es una de las ofrendas de sacrificio más alabadas dado a su
conexión con la iniciación elevación, posición y prestigio. Es un ave sagrada para Òbátálá Ôṣun
Ôrúnmìlà, Igbá Odù y muchos otros. Es un símbolo del el recién iniciado a quien le da buena
fortuna prestigio y valentía.

Adìẹ (gallina): Esta misma se dice que posee el poder de transformar nuestras perspectivas y trae
salud y equilibrio al reino material. Apacigua las fuerzas hostiles y saca a relucir la fuerza de las
benevolentes. Hasta cierto punto los colores de la gallina se atribuyen a dominios dados con
respecto a los tres colores negro rojo y blanco pero sus propiedades esenciales siguen siendo las
mismas.

Ẹyẹle (paloma): Misma representa la prosperidad la paz y la larga vida, así como el honor y
lealtad La paloma blanca es especialmente reverenciada siendo sagrada para cazadores éboras y
funfun òrìṣàs por igual. Se cree que la paloma torcaz tiene propiedades bastante diferentes y se
dice que facilita la posesión y aporta los poderes de àjé.

Àkùkọ (gallo): Es de importancia para la mayoría de los òrìṣàs masculinos y en particular el


cazador también es muy común para Èṣù, algunos casos Ôṣun, Ọbalúwayé, Ṣàngó y muchos otros
en su capacidad de defensa y protección radical.

Ìjàpá (tortuga): Este es utilizado en un sacrificio que se realiza para tener acceso a misterios. Es
particularmente sagrado para Ôsányìn Ṣàngó y Yëmọja y se dice que induce poderes
sobrenaturales y proporciona diligencia y protección.

Ìgbín (caracol): El mismo es sagrado para todos los espíritus funfun y en particular para Odù
Ôrúnmìlà y Òbátálá. Es el agente más estimado para inducir paz y tranquilidad y es el alimento
más elogiado para la conciencia y la creatividad. El caracol también posee propiedades
medicinales y es un poderoso antídoto contra infecciones y fiebres además de ser un remedio para
tal manera, más seria de las situaciones en su capacidad para restaurar la tranquilidad donde hay
turbulencia

Ẹja (peces) y en particular Ẹja aro (peces de barro): Estos se utilizan para evitar la muerte y
otorgar longevidad. Dado que los peces viven en bancos de arena se usan para combatir la soledad
y como base de la gravedad hacia parientes y amigos. Naturalmente tiene el poder de traer
riqueza siendo sagrado para Olókun y Yëmọja. El fango es sagrado para Ôrúnmìlà en su capacidad
de resistencia y su habilidad para vivir tanto en tierra como en las aguas.
Ẹyin adìẹ (huevo): Este posee propiedades de limpieza y protección y es particularmente
sagrado para Ìyàmí y Ọgbɳni. Los huevos se pueden dar a Ôṣun y Ôsányìn cuando las
circunstancias lo dictan; pero son tabú para muchas fuerzas espirituales.

Efun (tiza blanca): Es uno de los más utilizados y es sagrada para todos los funfun òrìṣàs como
Òbátálá, Olókun, Òrìṣà Oko y orí. Se usa para atraer buena fortuna en particular suerte y dinero.

Osùn: Este es un polvo rojo que se usa tanto para curar como para agitar espíritus. Es sagrado para
Èṣù Egúngún Ìyàmí y todos los espíritus rojos.

Egbò (tubérculos): Estos hay que ver muy bien y que estén lo más frescos posibles ya que son
sagrados para Òrìṣà Oko, Egúngún y Obalúwayé. No solo poseen propiedades estabilizadoras, pero
también les recuerdan a los poderes que sostienen la estabilidad de la tierra que nosotros los que
los comemos pretendemos mantener la estabilidad.

Èkùyá (verduras): Lo mismo en este aspecto que estén frescas, se utilizan para la protección y
para reforzar nuestra lealtad con la naturaleza

Ẹmu (vino de palma): Aunque es un limpiador y estimulante y es especialmente apreciado por


Òrìṣà Oko Ôsányìn Ògún y Èṣù. Se le puede dar a Òbátálá en moderada porciones para estimular la
creatividad.

Iyɚ (sal): Este mismo elemento se usa para vigorizar àṣẹ y para construir una defensa. Es sagrado
para la mayoría fuerzas rojas y también a orí en las cuales sirve para fortalecer nuestra conexión
con la fuente y reafirmar nuestra determinación.

Orí (manteca de karité o en su defecto Manteca de cacao): representa la conciencia y en


particular calma la conciencia

Ìrèké (caña de azúcar): Este, puede ser utilizada la azúcar misma, es particularmente sagrado
para Egúngún y se considera que abre puertas a través de las cuales la prosperidad puede entrar
en forma de agilidad buena salud y oportunidades de negocios.

Ôgɵdɵ (plátano): Algo muy común y es sagrado para Egúngún, así como para Ẹgbë y proporciona
el poder de la longevidad y mantiene nuestra conexión saludable con nuestros ancestros en Ôrun.
Se usa para atraer prestigio y buenos socios ya sea en matrimonio o negocios.

Àgbọn (coco): Aunque no se vea mucho en algunas partes del África, de igual forma se ve como el
vehículo de buen carácter e induce estabilidad y claridad El Àgbọn que representa a Ayé.

Irù (algarrobas cocidas): Este se utilizan en varias ofertas de adimu o alimentos que servir para
aplacar las fuerzas espirituales y fortalecer el āṣẹ de la buena fortuna como èkuru.

Àmàlà (harina de ñame cocida): Este es muy común en adimu, se usa para apaciguar las fuerzas
calientes. Es un alimento para llegar a ser más dirigido y centrado.

Ěkọ (harina de maíz blanco cocida): El mismo se utiliza para atraer la buena suerte y lograr un
estado mental claro y tranquilo.
Ówóẹyọ (cáscaras de cowry, buzios, caracoles): Estos representan dinero, también representan el
sacrificio tanto como protección y la necesidad de dar valor y atención a lo que estamos haciendo
es lo que más se utiliza al hacer un ebo riru como también el mismo maíz. Esta ofrenda siempre
implica la llegada de la buena fortuna, pero también la necesidad de desarrollar alguna forma de
protección ya que la buena fortuna de una persona a veces puede causar la envidia de un amigo.

Los elementos de sacrificio que se usan regularmente no solo como parte de Ẹbọ más grandes sino
también para la práctica semanal de Ifá son los siguientes:

Atàáré (pimienta de cocodrilo): Esta pequeña semilla, representa el poder de la palabra y la


determinación. Es particularmente sagrado para Ṣàngó y se usa para alimentar a la lengua cuando
se usan encantamientos o hechizos.

Omi tutu (agua fría): Es más grande de lo que imaginas, ya que es un agente curativo utilizado
como una libación para honrar a la tierra y hacerla fresca y tranquila. El agua fría prepara el
espacio ritual ya que crea un ambiente tranquilo.

Ọtí (ginebra): Esta forma una parte constante de todo el trabajo realizado con las fuerzas
espirituales debido a su capacidad de acelerar āṣẹ y permitir que se extienda. Ọtí no se refiere solo
a la ginebra, pero si a cualquier espíritu blanco de alta prueba.

Oyin (miel): Aunque no se utilice mucho en algunos casos, de igual forma se usa para traer
dulzura a la vida y como un recordatorio del destino y destino. La miel es el sabor de nuestro
destino.

Ẹpọ (aceite de palma): Este se utiliza como un sustituto de la sangre y representa el vigorizante
flujo de poder en nuestra vida.

Obí (nuez de cola): El mismo se utiliza con frecuencia ya que tiene la virtud de evitar la
enfermedad y la muerte y por su capacidad de generar reuniones armoniosas y estimular las
amistades. Para así darnos un buen comienzo en nuestras vidas, ya que el mismo cuando lo
ofrecemos estamos ofreciendo un nuevo nacimiento.

Orógbó (nuez de cola amarga): Esta representa la calabaza cerrada, el mundo unido y
perfeccionado Al probar su amargura se nos recuerda que podemos elegir endulzar el mundo con
miel.

Ahora bien, se entiende entonces que la práctica del sacrificio nos hace conscientes del ser, la
vida, los ritmos y el alma de Ayé. Por ejemplo, si le ofreces agua fría a la tierra y oras por una
mente tranquila mientras cantas a Ônilé estas acciones simples implican una conexión con el agua
y la tierra como un medio para aquietar tus pensamientos y estar presente.

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