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2
Sánchez 1977: 15.
5 6l
Sánchez 1977: 43-50.
DONNY MEERTENS
4
Sólo en 1931 se consagró legalmente el derecho de los campesinos de agremiarse.
Hasta ese momento las organizaciones llevaban denominaciones netamente urba-
nas, aunque muchas ligas funcionaban ya de hecho bajo ese nombre (Sánchez 1977:
63). Pero mientras el origen del término "sindicato" remitía (antes de 1931 forzosa-
mente) a los contactos con las organizaciones obreras urbanas, el origen del nom-
62 bre "liga" es desconocido.
Los años treinta: transformación del agro
5
Bejarano 1983: 273.
6
Ibidem. 63
DONNY MEERTENS
7
Los baluartes (Lomagrande, Callejas, Canalete) eran una especie de zonas libres de
trabajo cooperativo campesino en cercanía de la ciudad de Montería, organizados
en los años veinte bajo la influencia de las ideas socialistas del inmigrante italiano
Vicente Adamo y de la líder criolla luana Julia Guzmán. Véase Fals Borda 1986, tomo
rv: 145a, 146a, 151b, 153b.
6
4 «Sánchez 1977:70-77.
Los años tremía: transformación del agro
9
Bejarano (1983: 276-281) desarrolla una interesante hipótesis sobre las diferencias
entre las dos regiones a partir del papel de los baldíos, la ambigüedad o legitimidad
de los linderos de la hacienda y los relacionados procesos de diferenciación del cam-
pesinado. Concluye que la demanda más radical —la lucha por la tierra— siempre
estuvo presente en la región del Sumapaz, pero en cambio significó un viraje estra-
tégico, impulsado por el Partido Comunista, en la región del Tequendama. Véase
también Sánchez (1977: passim) para un análisis de las orientaciones políticas de
las Ligas. 65
DONNY MEERTENS
1(1
Bejarano 1983: 716, 717; Tovar 1975: 88. 67
DONNY MEERTENS
11
La cual consistía en mostrar los títulos originales de la Colonia o de la República,
mediante los cuales las tierras en cuestión habían pasado de propiedad pública a
68 propiedad privada.
Los años treinta: transformación del agro
2
Reyes 1975: 32-33. El término gamonales se refiere en Colombia a los jefes políti-
cos locales, generalmente terratenientes, quienes manejan las relaciones con la po-
blación campesina de manera clientelista, es decir, repartiendo favores a cambio de
apoyo electoral.
'•' Gaitán 1976: 91. Las parcelaciones se realizaban a través del Banco Agrícola Hi-
potecario, incluso en años anteriores a la Ley de 1930. Los hacendados no sólo ce-
dían ante la presión de los conflictos con los colonos, sino que también aprovecha-
ban la posibilidad de obtener condonación de deudas con el Banco. Los campesinos,
en cambio, se convirtieron en nuevos deudores del Banco al recibir su parcela en
propiedad, con un plazo de 5 años para su pago. Existen diferentes opiniones sobre
la influencia de la Ley en las parcelaciones. Los primeros estudios de la época (Fals
Borda 1957: 158, Hirschman 1973: 109) la resaltan; en cambio, los estudios poste-
riores aducen la falta de pruebas para ella y argumentan que la mayoría de las
parcelaciones de haciendas ya se habían concluido en 1935 (Moncayo 1975: 16, Tovar
1975: 41-45 y 66-68; Bejarano 1976: 723-728). 69
DONNY MEERTENS
GANADERÍA Y TRADICIÓN
14
Después de varios conflictos con las autoridades eclesiásticas sobre derecho de pro-
piedad y uso de tierra, la Corona española adjudicó en 1621, 1654 y 1776 terrenos a la
comunidad indígena de los coyaimas. En 1776 se registró oficialmente el resguardo
de la Gran Comunidad Indígena de Ortega y Chaparral. La historia posterior ha sido
una triste crónica de paulatina pérdida de sus tierras, debido a las usurpaciones de los
latifundistas de Chaparral durante varios siglos (Gaitán y Valencia 196/',passim). Sin
embargo, y a pesar de un proceso de descomposición económica, jurídica y étnica que
culminó con la apropiación de sus últimas propiedades por los latifundistas durante
los años de La Violencia, la comunidad indígena volvió a constituirse legalmente en
1974. Desde aquel entonces, un pequeño grupo de descendientes ha llevado una in-
terminable cadena de enfrentamientos con los latifundistas de la región, inicialmente
en alianza con la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (véase la sección "El
nuevo auge de las luchas campesinas"), hoy en día organizados independientemente
en el CRIT (Consejo Regional Indígena del Tolima). 7x
DONNY MEERTENS
l5
72 Colmenares 1969: 75-105.
Los años treinta: transformación del agro
16
París Lozano 1937: 16. 73
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18
Nieto Arteta 1975: 286-291.
19
Gómez Picón 1973: 128.
20 i
La exportación total nacional de tabaco fue en ese año de 1.604.547 kilos, con un
valor de $257.680 pesos. La exportación total de café ya alcanzaba los 185.053.400
kilos, con un valor de $82.459.232 pesos (9,3% de la producción mundial) (Agricul-
tura 1937: 132, 133).
21
Ibidem. En 1934 Colombia todavía tenía que importar arroz (8.209.960 kilos) y
76
algodón (2.494.403 kilos).
Los años treinta: transformación del agro
Cuadro 1
Uso del suelo y producción agropecuaria en el Tolima (1934)
24
Pcreañcz 1940: 13,14, 71 y entrevistas con (antiguos) arrendatarios de las hacien-
7° das El Jardín y Cártama (municipio de Guamo), noviembre de 1976.
Los años treinta: transformación del agro
1
La más conocida era la Liga Indígena de Yaguará; otras se llamaban Liga Cam-
pesina de El Limón (Chaparral); Sindicato de Trabajadores Agrícolas de Sta. Mar-
ta, Doyares, Chenche y Meche (veredas de Natagaima); Ligas Campesinas de
Hilarco, Guaguareo, Totarco, Yaco, Guasimal, Mercadillo, Mirando (veredas de
Coyaima), Estas organizaciones pertenecían en conjunto a la Liga Indígena de
Coyaima.
A lo largo del valle del Magdalena se habían conformado las siguientes organiza-
ciones campesinas: Sindicato Liga Campesina de Armero; Liga Municipal Cam-
pesina de Ambalema (el antiguo municipio tabacalero); Liga Campesina del Llano
de la Virgen (Coello); Liga de Tierra Libre de Calunga (Honda); Sindicato de Agri-
cultores de Piedras (al cual pertenecían varias Ligas veredales). Aunque no se co-
nocen en detalle las luchas de estas organizaciones de la región ganadera, podemos
afirmar que sus protagonistas eran (al igual que en zonas cafeteras) los colonos
convertidos en arrendatarios-peones, y sus demandas se centraban inicialmente en
el alivio de las onerosas obligaciones de trabajo en la hacienda, la libertad de siem-
bra en sus parcelas y la libertad de comercio y de consumo (los trabajadores tenían
que comprar sus víveres en la tienda de la hacienda, o comisariato). (Sánchez 1977:
46, 48, 65, 76; Pluma Libre, 8 de mayo de 1937; 17 de septiembre de 1937; 7 de ene-
79
ro de 1938).
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8o 26
Lame 1971: 23, citado en Sánchez 1977: 26, 27.
Los años treinta: transformación del agro
2
Información de los socios de la Empresa Comunitaria El Baurá, enero de 1977;
Machado 1977: 289; Pluma Ubre, 21 de noviembre de 1936; 16 de enero de 1937; 6
de agosto de 1937; El Tiempo, 9 de abril de 1938. 8i
DONNY MEERTENS
28
Machado 1977: 289; Pluma Libre, 21 de octubre de 1938; El Tiempo, 25 de enero
82
de 1938.
Los años treinta: transformación del agro
81
29
A Colombia había llegado en 1875.
DONNY MEERTENS
30
Véase Reyes Posada 1978: passim, para una descripción parecida de las relaciones
de producción en las haciendas ganaderas de la costa atlántica.
Los años treinta: transformación del agro
: 8í
Muñoz y Dupuy 1929: 41-44; Mendoza Varón 1940: 17-45.
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v
- Semana (revista liberal), septiembre 23 de 1958: 26-28. Boletín Mensual de Esta-
86
dística 292, noviembre de 1975: 14 (DAÑE, Bogotá).
Los años treinta: transformación del agro
;
Guzmán 1968:
DONNY MEERTENS
CAFÉ Y CONFLICTO
31
Juan Valdés, nombre bajo el cual se conoció al campesino cafetero cuya imagen
(vestimenta típica; siempre acompañado por una muía cjue carga bultos de café) ha
dominado durante más de 25 años las propagandas de café de Colombia en el exte-
rior, sobre todo en Estados Unidos.
Los años treinta: transformación del agro
1
Las peores consecuencias del crash de 1929 se sintieron en el mercado de trabajo.
En el sector industrial el empleo disminuyó 23% y en las obras públicas 50%
(Bejarano, 1976: 676). Los trabajadores de esas obras, generalmente de origen ru-
ral, regresaron de manera masiva al campo con pasajes de tren gratuitos repartidos
por la Comisión Gubernamental de Protección de Desempleados. El éxodo hacia
DONNY MEERTENS
el campo no sólo aumentaba la presión demográfica de las zonas cafeteras, sino tam-
bién los conflictos por la tierra. La experiencia de la vida citadina con sus mejores
niveles salariales y su actividad sindical, así como los planteamientos de los grupos
" políticos de izquierda, llevaron la lucha campesina a otro nivel.
Los años treinta: transformación del agro
!(•
Cf. Legrand 1988:passim.
3;
Véase capítulo 2. "
DONNY MEERTENS
Cuadro 2
Incremento porcentual del número
de fincas cafeteras en el Tolima
Parcelas Incremento en %
De 20.000 - 60.000 98
De 60.000 -100.000 49
92 1
Censo Cafetero de 1932, Monsalve 1927: 551.
Los años treinta: transformación del agro
Cuadro 3
Propiedad de tierras cafeteras en el Tolima
Cuadro 4
Distribución por tamaño de las fincas en Líbano (1932)
40
Una finca con 100.000 cafetos tenía una extensión de por lo menos 80 hectáreas.
En aquella época la importancia de la hacienda no se medía por superficie, sino por
cantidad de matas de café. El número promedio de cafetos por hectárea era de 1.200
aproximadamente. La hacienda tenía además terrenos de pasto, cultivos de pancoger
y baldíos. (Monsalve 1927: 554). 95
DONNY MEERTENS
Cuadro 5
Haciendas cafeteras en Líbano (1926)
Hacienda Propietario Número de cafetos
La Trinidad
Emilio Gómez
La Moka (Tropical Coffee 60.000
Corporation)
41
96 Monsalve 1927: 543; Enciclopedia del desarrollo colombiano, Tomo III, "El café"
1974: 121-130.
Los años treinta: transformación del agro
42
"La revuelta (en 1895-DM), dirigida en Cundinamarca por Siervo Sarmiento,
Rafael Uribe y Nemesio Camacho, fue secundada en Santander por José María Ruiz,
en Boyacá por Pedro María Pinzón, y en Tolima por Rafael Camacho". (Bergquist
97
1981: 55). (El destacado es nuestro).
DONNY MEERTENS
4
' Marcada por la bancarrota en 1923 del financista más importante del sector, el
98
Banco de López.
Los años treinta: transformación del agro
44
Los datos de la comercialización del caté se tomaron de Machado 1977: 226-238,
Christie 1974: 144-196, "Exportaciones de café por la plaza de Ibagué durante el
año de 1935" y "Relación délas trilladoras existentes en el departamento del Tolima,
1935", en Anuario estadístico del Tolima 1935: 64 y 67, libros de contabilidad de la
hacienda P/aneí, y de los comerciantes Marín y Márquez, de 1929, 1931, 1932, 1933
99
y 1934 (Líbano).
DONNY MEERTENS
45
Gaitán 1976: 19.
Los años treinta: transformación del agro
Tovar 1975: 20-22, García 1937: 305; Deas sí: passim. ros
DONNY MEERTENS
47
Gaitán 1976: 31, 55, 60; Machado 1977: 203, 204; Tovar 1975: 23, 24.
48
"Informe de la Comisión de la Cámara que investigó los sucesos sangrientos de
Paquiló y estudió el problema de los colonos de Sumapaz" (1932), citado en Sánchez
ro4 i977 : 58.
Los años treinta: transformación del agro
49
Entrevista con agregados de la hacienda La Trinidad, en Periódico Unirismo 1934,
I0
1,9:11. 5
DONNY MEERTENS
0
Una arroba corresponde a 12,5 kilos.
1 0 6 51
Machado 1977: 203.
Los años treinta: transformación del agro
52
2.183 hectáreas.
53
Citado en Gaitán 1976: 67.
' 4 Las etapas más importantes en el cultivo y el beneficio del café eran las siguientes:
— El café se sembraba en semilleros, al cabo de unas semanas se realizaba un trans-
plante a cajas o bolsas (almacigos) y meses más tarde se transplantaba definitivamente
a la tierra preparada y generalmente terrazada. El arbusto de café producía frutos
desde el cuarto año y por espacio de veinte años, con dos cosechas anuales (la cose-
cha y la traviesa o mitaca).
— El procesamiento postcosecha (el beneficio) del café se iniciaba en la hacienda o
finca: el café en cereza pasaba por un molino (manual, hidráulico o de motor) —la
despulpadora—, era guardado unos días en tanques para fermentar (para que soltara
una membrana) y luego lavado y secado al sol en un patio o (en las grandes hacien-
I O
das) en enormes secadoras que trabajaban con vapor. 7
DONNY MEERTENS
s u p e r v i s i ó n del m a y o r d o m o . L a d e s c r i p c i ó n m á s d e t a l l a d a q u e
c o n o c e m o s d e las r e l a c i o n e s d e p r o d u c c i ó n es la d e C a r l o s
Estrada, entonces propietario de La Aurora, u n a hacienda de
m á s d e 600 h e c t á r e a s e n L í b a n o . E s t r a d a era u n h o m b r e d e
n e g o c i o s d e M e d e l l í n (capital del d e p a r t a m e n t o d e A n t i o q u i a ) ,
q u i e n c o m p r ó la h a c i e n d a e n 1905. L a m i t a d del a ñ o p e r m a -
necía e n Francia, y la otra m i t a d e n L a A u r o r a , d o n d e h i z o c o n s -
t r u i r u n a e l e g a n t e m a n s i ó n , a m o b l a d a e n estilo francés, c o n
p i a n o y extens a biblioteca.
C a r l o s E s t r a d a escribió e n 1933:
— Una vez seco, el café en grano, denominado café pergamino, era vendido a los in-
termediarios o a la Federación de Cafeteros. Antes de exportarlo se trillaba nueva-
mente; en los años treinta los grandes hacendados tenían su propia trilladora, más
tarde se realizaba en las trilladoras de la cadena de bodegas Almacafé, localizadas
ro8 en las ciudades de las zonas cafeteras.
Los años treinta: transformación del agro
55
Revista Cafetera de Colombia, 46/47, 1933 (enero-febrero): 1624. 109
DONNY MEERTENS
,6
"Germán Romero (el tablonero) reconoce como arriendo para la parcela mencio-
nada arriba, la obligación de trabajar personalmente en la hacienda La Aurora en el
momento que el dueño o administrador de la hacienda lo llame, y por el mismo jornal
que reciben los jornaleros libres que trabajan en la hacienda nombrada [...] Los cul-
tivos que Germán Romero puede sembrar son solamente los siguientes: plátano,
yuca, arracacha y maíz". Revista Cafetera de Colombia 46/47, 1933 (enero-febrero):
1625.
Los anos treinta: transformación del agro
59
Entrevista con Horacio Echeverry, hijo del anterior propietario de la hacienda El
Tesoro, el general Antonio Echeverry (Líbano, marzo de 1976).
No estamos de acuerdo con Machado (1975), cuando plantea que las condicio-
nes del mercado mundial todavía no imponían una tecnificación del cultivo de café.
Por otra parte, suscribimos su observación de que los hacendados del Oriente no
invirtieron sus ganancias en el sector industrial, lo que sí hicieron los de la región
antioqueña.
Los años treinta: transformación del agro
61
Sánchez 1976: passim.
62
En aquellos días, el Ejército tenía una presencia continua en Líbano. El pavor de
la rebelión de los Bolcheviques, la agitación en las haciendas causada por la crisis,
los trabajadores que regresaban de las ciudades, los campesinos y jornaleros
politizados y el miedo constante de ios hacendados de no recoger a tiempo la cose-
cha del café: todos estos factores conducían a un estado de alerta en que cl Ejército
estaba dispuesto a encargarse incluso de las labores necesarias para mantener la
economía cafetera de la zona. Así podríamos interpretar la noticia de un ingeniero
agrícola de Fedecafé, quien en la hacienda La Moka daba clases teóricas y prácticas
sobre el cultivo del café a los soldados de la guarnición, situada en la misma finca: "a
T J 1
petición muy apremiante del Comandante para enseñar al Ejército todo lo que tie-
DONNY MEERTENS
ne que ver con el café". Revista Cafetera de Colombia, octubre de 1929, "Las labores
del experto cafetero de la Federación en el Tolima".
Entrevista de un representante de la UNIR con arrendatarios de la hacienda La Tri-
nidad, publicada en la revista Periódico Unirismo. I, 9, 1934 (agosto): 11. Publicado
r 14 también en Gaitán 1976: 68.
Los años treinta: transformación del agro
64
En casi todos los municipios cafeteros existían los sindicatos de escogedoras, quie-
nes trabajaban en difíciles condiciones en la cadena fabril de las trilladoras. Se les
pagaba a destajo, por caja, cuyo peso frecuentemente había sido alterado: "Para las
trabajadoras que trabajaban a destajo, la unidad consistía de una caja de 12,5 kilos
(café seleccionado), no obstante también notamos... que el peso en realidad era de
17,5 kilos" (García 1937: 306).
65
Sánchez 1977: 76.
66
Sánchez 1977: 88. ris
DONNY MEERTENS
116
'" El Bolchevique, 13 de abril de 1933.
Los anos treinta: transformación del agro
,l!í
Entrevista a uno de los antiguos aparceros de la hacienda Colón, Líbano, mayo
IX
de 1996. 7
DONNY MEERTENS
6
Ésta y la siguiente información sobre la hacienda La Aurora en los años 1937 y
1943, se basan en los dos únicos documentos procedentes del archivo contable de la
hacienda, que sobrevivieron la época de La Violencia, y que nos han sido facilitados
por el administrador de la hacienda en 1976: "Informe relativo a la administración
de la hacienda La Aurora durante el año de 1937" e "Informe relativo a la adminis-
I1
tración de la hacienda La Aurora durante el año de 1943". 9
DONNY MEERTENS
70
Se necesitarían varios estudios históricos locales (prensa, archivos judiciales, archivos
de haciendas) para formarnos una idea más fundamentada sobre la participación fe-
menina en las diferentes economías agrarias y en los modos de resistencia campesina.
DONNY MEERTENS
122 1
Torres Giraldo 1972.
Los años treinta: transformación del agro
72
Fals Borda 1986, Tomo IV; 142a, 143a,144a.
/!
Para esta parte nos apoyamos en el novedoso estudio de Michael Jiménez sobre la
dinámica interna de las haciendas cafeteras en la región de Viotá, bastión de ligas
campesinas bajo la influencia del Partido Comunista durante los años treinta (Ji-
ménez 1990a y 1990b). 123
DONNY MEERTENS
76
Cf. los planteamientos de Bejarano (1986: 263) y el estudio de Sánchez (1991: 119-
I2
207). 7
DONNY MEERTENS
77
130 Bejarano 1986: 270.
Los años treinta: transformación del agro
7S
Sánchez (1977: passim) y Bejarano (1986: 278) se refieren a este fenómeno para
explicar la articulación de reivindicaciones de tipo laboral a la lucha por el derecho
a la tierra. 13?
DONNY MEERTENS
das, la mujer era una pieza clave. E n segundo lugar, las estra-
tegias individuales del campesinado se constituyen en un im-
portante instrumento de análisis para entender la transición
hacia el período siguiente, cuando se iniciará un nuevo ciclo de
conflicto, esta vez violento, en los campos colombianos. Algu-
nos autores han querido interpretar la transición hacia La Vio-
lencia, como una revancha terrateniente 79 , pero esta teoría, de-
masiado intencionalista y globalizante, ha perdido terreno frente
a los nuevos análisis que destacan los procesos sociales resul-
tantes de u n cúmulo de estrategias individuales. Éstas han ca-
racterizado, en lo económico, al campesinado de pequeños y
medianos propietarios y arrendatarios 80 , y en lo político a los
lazos clientelistas empleados por los jefes locales de los dos par-
tidos tradicionales.
D e esta manera, podríamos entender el próximo período de
La Violencia, en las palabras de Pecaut 81 , como una combina-
ción de "estrategias individuales orientadas a acumular recur-
sos políticos o materiales, de u n lado; del otro, estrategias co-
lectivas de defensa comunitaria". Durante ese período, las viejas
lealtades partidistas dominarían el escenario de las tierras cafe-
teras y acabarían cruelmente con las vacilantes organizaciones
de clase.
79
Kalmanovitz (1978a), Fajardo (1979), Rojas y Moncayo (1979).
8,1
C/. Bergquist 1986: 111-165.
132 81
Pecaut 1987: 544.