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Divergencia.

:
Es aquel que para la resolución de problemas y la toma de decisiones utiliza la mente de forma
creativa, alternativa, disruptiva y en un sentido distinto al lógico y tradicional. En un sentido
distinto al lineal de siempre, que sería el característico de su opuesto: el pensamiento
convergente.

Si tradicionalmente, la mente se usaba para buscar una solución a un problema en un sentido


cartesiano y previsible, el pensamiento divergente crea o explora múltiples soluciones a los
problemas, desde múltiples perspectivas y de formas que quizá nunca se habían planteado.

Para ello rompe esquemas, desafía postulados, cuestiona evidencias, explora en lugares
inimaginables y, en definitiva, actúa sin límites para ofrecer la mayor cantidad de respuestas
desde cualquier punto de vista posible.

Ya sabemos que los tiempos están cambiando. Bueno, de hecho llevan mucho tiempo
cambiando, pero hoy el fenómeno es más evidente que nunca. Eso implica que, a la hora de
buscar soluciones, no se pueden resolver las disyuntivas y problemas actuales con los métodos
y esquemas del pasado, porque no sirven, no tienen nada que ver. Hay nuevos problemas, hay
nuevos medios para resolverlos y, algo muy importante, las soluciones no están creadas sino
que hay que crearlas. Esto último es lo que tiene gran relación con el pensamiento divergente.

El mundo es nuevo, nosotros somos distintos y la vida ha cambiado. ¿Cómo vas a bucear en el
pasado para solucionar el problema de la adicción a la tecnología de los niños, si antes lo más
tecnológico que había era el armatoste del teléfono fijo de casa?

Ejm:
Pensar divergentemente, en consecuencia, es buscar soluciones distintas (y en mayor número)
a las conocidas.
 Has estudiado medicina en la universidad. Un pensar convergente, a la hora de buscar
profesión, pensaría en las alternativas conocidas: abrir una clínica privada, estudiar
oposiciones para un hospital público de salud… Un pensar divergente crearía, por
contra, otra solución (comercializar productos médicos, por ejemplo, en plan
empresarial) o elegiría una opción que no tuviera nada que ver con la medicina (sin
sentirse la persona obligada por aquello que ha estudiado).
 Una persona que tuviera una vivienda vacía en una gran ciudad podría pensar en
alquilarla para vivienda habitual (pensamiento convergente), o podría alquilarla por
días o semanas como apartamento turístico o por horas para terapias (pensamiento
divergente).

Los beneficios de este tipo de pensamiento son evidentes: sin excluir las opciones de siempre,
te permite incrementar el abanico de posibilidades. Tienes más soluciones, más respuestas y,
en consecuencia, más resultados.
Técnicas para desarrollar el pensamiento divergente
# 1 Buscar en los lugares más insospechados

# 2 Asociación libre de ideas

# 3 Contemplar la situación en su conjunto y tal como es

# 4 Olvidarte del pasado y las referencias

# 5 No acumular información, sino vaciarte de ella

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