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El afamado predicador Peter Marshall dijo una vez que Satanás era la
personificación del hombre. Esas palabras se me pegaron, y a través de los
años yo las he meditado a menudo, pidiéndole entendimiento al Señor. Yo no
podía verlo de la manera que lo ponía Marshall, pero yo sentía que algo de
verdad había en esas palabras cuando las leí por primera vez en los 70’s.
Lo que aquí está escrito será una gran sorpresa para muchos, pues han sido
adoctrinados con falsas nociones del cristianismo ortodoxo, el cual mezcla
enseñanzas paganas antiguas con enseñanzas Bíblicas. Muchos maestros de la
tradición ortodoxa son intelectuales teológicos con títulos y doctorados. Como
lo advirtió Pablo:
“Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no
perdonarán el rebaño, y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos
hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos. Por tanto,
estad alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de
amonestar a cada uno con lágrimas.” (Hechos 20:29-31 LBLA)
No pasó mucho tiempo antes que la mayoría, si no todos, los llamados “padres
de la iglesia” cumplieran las palabras de Pablo.
Esta destructiva mezcla de verdad y falsedad ha venido de parte de los
hombres, quienes suelen venir en el Nombre de Jesucristo. Es la obra de la
esposa de Satanás, la Misteriosa Babilonia, la Grande, la madre de las
rameras, un organismo espiritual de gente en los cielos y en la tierra. Así
como el Cuerpo de Cristo es un organismo espiritual compuesto por creyentes
nacidos de nuevo en los cielos y en la tierra, así la Misteriosa Babilonia, la
Grande está formada por personas en el cielo (las dimensiones espirituales) y
en la tierra.
Ella, en su forma corporativa, ha sometido a los hijos de este mundo a
confusión y destrucción. ¿Y por qué no habría de hacer fielmente su trabajo la
esposa de Satanás, siendo su cuerpo y una con él?
“Y en ella fue hallada la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los
que han sido muertos en la tierra.” (Apocalipsis 18:24 RVG)
Tome nota de que la Misteriosa Babilonia, la Grande, la madre de las rameras,
representa las obras de la religión falsa de los hombres:
“En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios yo me he
guardado de las sendas del destructor.” (Salmo 17:4 MKJV)
Entonces ¿las obras de los hombres son las sendas del destructor? Y ellos, a
través de su representación colectiva, la Misteriosa Babilonia, la Grande, ¿son
los responsables de la muerte de todos los traspasados en la tierra? ¿No tiene
nada de culpa Satanás, o es de Satanás, el homicida, de quien estamos
hablando?
Satanás, el Dignatario Adversario
El cristianismo nominal tiene la razón al enseñar que Satanás es el adversario
de Jesucristo y de los santos, como lo expresan las Escrituras. Por ejemplo,
Miguel el arcángel de Dios se enojó con Satanás por oponérsele:
“De oídas te había oído, mas ahora mis ojos Te ven. Por tanto me aborrezco a
mí mismo y me arrepiento en polvo y cenizas.” (Job 42:5-6 RVR)
Esa no es la única vez que vemos a Satanás haciendo este tipo de papel. El
apóstol Pablo con toda franqueza declara que Dios lo mantenía humilde a
través de Satanás:
“No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo
echará a algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados; y tendréis
tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la
vida.” (Apocalipsis 2:10 RVG)
Entonces vemos que Satanás les hace mucho bien a los santos, de acuerdo con
la voluntad de Dios. Dios usa la naturaleza adversaria de Satanás para refinar
al hombre en espíritu y en motivación, llevándolo a la perfección. Sólo
entonces todas las cosas serán sujetas a la humanidad, pues los hombres
habrán regresado a su lugar de gobierno que les corresponde con Dios. Esa
podría no ser la intención de Satanás, pero es la intención de Dios. “El
corazón del hombre piensa su camino; mas el SEÑOR endereza sus pasos”
(Proverbios 16:9).
“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por
el diablo.” (Mateo 4:1 RVG)
¿Cómo podía Satanás tener libre acceso a Jesús si no por la voluntad y
determinación del Padre? A menos que Dios en alguna medida no tenga el
control, lo cual por supuesto no es así, Él envía a Satanás a desarrollar sus
tareas. La narración nos dice que Dios arregló este encuentro con el propósito
expreso de probar a Su Hijo, en preparación para el trabajo que tenía por
delante.
El Origen de Satanás
Se ha creído comúnmente que Satanás existía desde antes de la creación. No
es que todo el conocimiento esté contenido en la Biblia, pero no hay registros
en las Escrituras que justifiquen esa creencia. ¿No es conocido Satanás como
la serpiente?
“Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, llamada Diablo
y Satanás, el cual engaña a todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus ángeles
fueron arrojados con él.” (Apocalipsis 12:9 RVG)
“Y vi a un ángel descender del cielo, que tenía la llave del abismo, y una
cadena grande en su mano. Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua,
que es el Diablo y Satanás, y le ató por mil años.” (Apocalipsis 20:1-2 RVG)
Génesis dice que la serpiente fue creada el mismo día que el hombre fue
creado:
Génesis 1:24-31 RVG
(24) Entonces dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género:
ganados, reptiles y bestias de la tierra según su género. Y fue así.
(25) E hizo Dios las bestias de la tierra según su género, y el ganado según
su género, y todo lo que se arrastra sobre la tierra según su género. Y vio Dios
que era bueno.
(26) Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo,
sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre
la tierra.
(27) Creó, pues, Dios al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.
(28) Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la
tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del
cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.
(29) Y dijo Dios: He aquí, yo os he dado toda planta que da semilla que hay
en la superficie de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto que da semilla;
esto os servirá de alimento.
(30) Y a toda bestia de la tierra, a toda ave de los cielos y a todo lo que se
mueve sobre la tierra, y que tiene vida, les he dado toda planta verde para
alimento. Y fue así.
(31) Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran
manera. Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día.
La serpiente era “buena,” en el sentido de que fue creada como tenía que ser,
con su sutileza y propensión, en verdad, con su misión designada de tentar a
los hijos de Dios, Adán y Eva. Y considere que Dios hizo el Árbol del
Conocimiento del Bien y el Mal, el cual estaría incluido en todo lo que era
“bueno.”
La Serpiente No Culebra
Se especula que la serpiente del Edén era la criatura que hoy conocemos como
serpiente o culebra, excepto que en ese tiempo, antes de la tentación y
maldición consecuente, la serpiente sabía acerca de Dios, caminaba, hablaba y
razonaba con el hombre, tanto así que pudo persuadir a los hijos de Dios a
desobedecer a su Padre Celestial.
Se cree que la criatura que ha podido hacer algo más que sisear, arrastrarse,
meterse en la tierra, “comer polvo,” nadar, deslizarse por los árboles,
atemorizar y devorar a otras criaturas, atacar con veneno y hasta matar gente
es la misma de que se habla en Génesis, la que tomó la vida de Adán y Eva.
Pero nosotros debemos preguntar – ¿dónde están las evidencias de esas ideas
en las Escrituras? Los proponentes citan a Isaías 14 y Ezequiel 28. Vamos a
demostrar de manera práctica que estas referencias no son válidas como apoyo
para dicha doctrina.
Dado que Adán y Eva conocían a las criaturas que Dios había hecho (porque
Adán les puso nombre según la naturaleza de ellas), ¿no habría sido algo
extraño que una bestia, como las conocemos hoy, se pusiera a hablar con Eva?
Si podía hablar, ¿era realmente el tipo de criatura que asociamos con la
serpiente común de hoy, o se trataba de un “él” más bien y no de una “ella”?
Por lo tanto, la serpiente estaba hablando por cuenta propia, a menos que se
indicara otra cosa.
Satanás, el Hombre
Fíjese cómo la obra de Satanás viene a través de hombres, los hijos de
desobediencia:
Jesús no dijo que a los hombres les gustaran las cosas de Satanás, sino que ¡a
Satanás le gustaban las cosas de los hombres! ¿Por qué? Porque él era un
hombre.
La serpiente en el Huerto era un hombre, una “criatura viviente” (no una
bestia, como conocemos hoy el término en nuestra cultura); él era alguien que
razonaba, caminaba y hablaba, y aún lo hace. ¡Dios lo creó así desde el
principio!
Lucas escribe: “Y Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, quien era uno de
los Doce” (Lucas 22:3 RVR)
“"Miren, Yo los envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sean
astutos como las serpientes e inocentes como las palomas.” (Mateo 10:16
NBLH)
“Para que Satanás no tome ventaja sobre nosotros, pues no ignoramos sus
planes.” (2 Corintios 2:11 NBLH)
La Conexión Espíritu-Carne
Pablo dijo algo notable que indica que Satanás viene como hombre:
“…no como Caín, que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué
causa le mató? Porque sus obras eran mala s, y las de su hermano justas.” (1
Juan 3:12 RVG)
Caín sucumbió al pecado, razón por la cual se dice que él era del maligno.
Después de que Dios rechazó su sacrificio, a Caín se le advirtió que resistiera
el mal haciendo el bien, pero él no le creyó a Dios ni le obedeció:
“"Si haces bien, ¿no serás aceptado? Pero si no haces bien, el pecado yace a la
puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo." (Génesis 4:7 NBLH)
Caín mató a su hermano porque su hermano hizo lo recto, mientras que él, por
envidia, escogió lo malo. El pecado se convirtió en su amo, y él recibió el
sello de hijo de Satanás, el mentiroso y homicida.
La diferencia entre los dos hermanos, nacidos de los mismos padres, no fue
por sexo, linaje o riqueza. La diferencia era que uno tuvo fe, por gracia de
Dios (sí, con toda certeza la gracia ya existía en el Viejo Testamento) y el otro
no tuvo fe. Uno llegó a ser un diablo (del maligno), al escoger el mal, y el otro
un hijo de Dios, al creer.
“Porque los tales son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan
como apóstoles de Cristo. Y no es de extrañar, pues aun Satanás se disfraza
como ángel de luz.” (2 Corintios 11:13-14 LBLA)
Los hombres son los medios por los cuales Satanás engaña a la humanidad,
manteniendo a la humanidad en tinieblas. Por eso Pablo no les advirtió a los
santos tanto acerca de Satanás como lo hizo acerca de los hombres:
“Mirad que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas,
según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del
mundo y no según Cristo.” (Colosenses 2:8 LBLA)
Adán es un hijo de Dios; tenga presente que, aunque caídos, los hijos de Dios
tienen vestigios de la Deidad y de los poderes que eso implica.
Sabemos que el mal existía antes de que Adán y Eva pecaran, porque ya
estaba el Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal en el Huerto, el cual Dios
había puesto allí. Y la serpiente engañó y persuadió a Eva a comer de ese
Árbol, lo cual Dios les había prohibido.
Escoger el mal sobre el bien, o escoger desobedecer a Dios es pecado. La
serpiente en esencia estaba llamando a Dios mentiroso, lo acusó de motivos
egoístas y persuadió a Eva a desobedecer a Dios, cosas que son todas pecado,
como lo conocemos. Entonces, ¿existía el pecado antes que Adán y Eva
pecaran?
“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.
Y fue la tarde y la mañana el día sexto.” (Génesis 1:31 RVR)
“Y el SEÑOR Dios dijo a la serpiente: Por cuanto has hecho esto, maldita
serás más que todos los animales, y más que todas las bestias del campo;
sobre tu vientre andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su Simiente; Él te herirá en
la cabeza, y tú lo herirás en el calcañar.” (Génesis 3:14-15 LBLA)
Si fue pecado para la serpiente haber hecho lo que hizo, por el cual fue
maldita, significaría que la serpiente pecó antes que Adán y Eva. Por lo tanto
debe haber dos clases de pecado. Está el pecado de Adán y Eva, quienes
escogieron desobedecer a Dios, y está el pecado de la serpiente, quien hizo lo
que le vino naturalmente, por la naturaleza que Dios le había dado. La versión
Reina Valera Revisada lo pone de esta forma:
“No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no
pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había
de venir.” (Romanos 5:14 RVR)
“Pues todos los que han pecado sin la Ley, sin la Ley también perecerán; y
todos los que han pecado bajo la Ley, por la Ley serán juzgados.” (Romanos
2:12 LBLA)
¿Quién Es Lucifer?
Comúnmente se enseña que los pasajes en Isaías referentes a Lucifer
(“portador de luz,” “lucero resplandeciente,” “hijo de la mañana”) hablan de
Satanás:
“Mas el príncipe del reino de Persia se puso contra mí veintiún días; y he aquí,
Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y yo quedé allí
con los reyes de Persia.” (Daniel 10:13 RVG)
“No os olvidéis de mostrar hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo,
hospedaron ángeles.” (Hebreos 13:2 LBLA)
“El alma del que trabaja, trabaja para sí; porque su boca le anima.”
(Proverbios 16:26 RVG)
“Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo, y lo que era para su bien
les sea tropiezo.” (Salmo 69:22 RVG)
Los santos de Dios son los llamados a un reino y estado más alto, viviendo
todavía en este plano físico. Y en el proceso de ser tomados, ellos claman a
Dios para que los libre del dominio de la serpiente, por dentro y por fuera:
“Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, Él igualmente
participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder
de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo.” (Hebreos 2:14
LBLA)
Toda la creación gime para que los hijos de Dios recuperen su posición que
les corresponde:
“Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias
del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando
ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.”
(Romanos 8:23 LBLA)
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente,
anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe,
sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en vuestros
hermanos que están en el mundo.” (1 Pedro 5:8-9 RVG)
La serpiente no entregó su vida por Adán, sino que tomó la vida de Adán. Al
sucumbir a la influencia de su esposa, Adán murió el día que comió del Árbol
del Conocimiento, tal como Dios se lo advirtió: “Pero del Árbol del
Conocimiento del Bien y el mal no comerás, porque el día que de él comieres
ciertamente morirás.” (Génesis 2:17 RVG)
Adán fue echado del Edén, el salón del trono de la tierra, perdiendo su
posición de gobierno con Dios. Consecuentemente, todo el mundo perdió el
liderazgo iluminado de un hijo de Dios y el camino de la vida abundante que
él iba a representar.
“Los cielos son los cielos del SEÑOR; pero la tierra la ha dado a los hijos de
los hombres.” (Salmo 115:16 LBLA)
También hemos visto que Lucifer reinó a la cabeza de los reinos en la tierra.
Entonces, ¿de dónde salió la especulación de que Lucifer es Satanás? Puesto
que claramente se dice que Lucifer es un hombre, debemos regresar al punto
donde la serpiente (Satanás) interactuó por primera vez con el hombre que
Dios había hecho a Su imagen.
Vemos que Satanás hizo que Adán cayera por medio de su esposa, a quien
Satanás engañó. Cuando Satanás la siguió y comió del Árbol de
Conocimiento, él tomó la naturaleza de Satanás. Él cambió su cabeza por una
nueva – bajo la influencia de la serpiente y el Árbol del Conocimiento. Así
Satanás usurpó la posición de gobernador de este mundo.
¿No prometió la serpiente que cualquiera que comiera del Árbol del
Conocimiento sería como Dios? ¿Y no confirmó Dios lo que dijo la serpiente?
“Entonces el SEÑOR Dios dijo: He aquí, el hombre ha venido a ser como uno
de nosotros, conociendo el bien y el mal; cuidado ahora no vaya a extender su
mano y tomar también del Árbol de la Vida, y coma y viva para siempre. Y el
SEÑOR Dios lo echó del huerto del Edén, para que labrara la tierra de la cual
fue tomado.” (Génesis 3:22-23 LBLA)
¿Y qué va a suceder con los reinos de los hombres al final? ¿No serán
destruidos? ¿Y por quién serán destruidos, si no por Dios y los que son Suyos
en Cristo, el Postrer Adán?
Adán y Eva tuvieron que aprender por experiencia, lo cual significa que
tuvieron que ser sometidos a todo lo que había, incluyendo el mal. Ellos no
podían quedarse ingenuos o inocentes. Ellos, como materia prima, tuvieron
que ser sometidos al proceso, así como el oro es tratado por el fuego y la masa
es horneada para ser pan.
El Inicio de la Batalla
¿Cuándo comenzó la batalla entre Satanás y los hijos de Dios?
Al oír que Dios reconciliará todas las cosas consigo Mismo, algunos
incrédulos preguntan incrédulamente: “¿Será salvo Satanás también?” Si
tenemos la razón en que Satanás viene como hombre, y los hombres han de
ser salvos, más vale que estos incrédulos esperen que Satanás sea salvo, si es
que ellos tienen alguna esperanza, porque… ellos son él y él es ellos. En las
palabras del profeta Natán al adúltero y asesino Rey David, “¡Tú eres ese
hombre!” (2 Samuel 12:1-7)
El Hombre con el Espíritu de Dios
La principal diferencia entre la serpiente y Adán y Eva era que Adán y Eva
tenían el Espíritu de Dios y eran conocidos como hijos de Dios. Como hijos
de Dios, fueron designados para gobernar sobre la tierra y todo lo que había
en ella. Ellos eran los príncipes, o dioses, de este mundo debidamente
comisionados por el cielo. A ellos se les dio toda la autoridad:
“Y los bendijo Dios; y les dijo Dios: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra
y sojuzgadla, y señoread sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos
y sobre todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” (Génesis 1:28 RVG)
La batalla es contra el espíritu que gobierna este mundo, quien opera a través
de los hijos de los hombres, los que son bestias porque no tienen el Espíritu de
Dios.
Alabado sea Dios, Jesucristo vino a restaurar a los hijos de Dios a su estado
original, de humanidad a Divinidad, de estar espiritualmente muertos a ser
criaturas espiritualmente vivas, de bestias a dioses:
¿No salieron Caín y Abel de la matriz de Eva? Pero Caín era el malo, mientras
que Abel tenía fe y fue considerado justo.
“Pero así como entonces el que nació según la carne persiguió al que nació
según el Espíritu, así también sucede ahora.” (Gálatas 4:29 LBLA)
¿No vinieron del mismo padre, Isaac, y de la misma madre, Rebeca, el hijo de
la carne (Esaú) y el hijo del espíritu (Jacob)? De hecho, ¡nacieron gemelos!
Y alabado sea Dios, el nacimiento de Jacob y Esaú era una alegoría profética
dada en el principio – la Simiente de la mujer ganando la victoria sobre la
simiente de la serpiente. Cuando Esaú estaba saliendo de la matriz, Jacob lo
tomó del talón. Aunque Jacob no era el primogénito, un día él, por el consejo
predeterminado de Dios, tomaría tanto el derecho de primogenitura como la
bendición de Esaú, el primogénito, el hijo de la carne. El Postrer Adán, Cristo,
recuperaría lo que la serpiente había poseído por un tiempo después de haber
vencido al primer Adán en Edén.
Tanto Dios como Satanás vienen por medio de los hombres. Dios vino en un
hombre y aún lo hace. Él envía a Sus siervos ungidos, Sus hijos nacidos de
nuevo, para ser Sus testigos en este mundo usurpado por la serpiente, quien ha
gobernado la tierra a través de sus hijos, también hombres.
Satanás Muy Cerca de Casa
Satanás está también en la casa de nuestros amigos.
Sabemos que estas palabras se cumplieron por medio de Judas y de los judíos.
Del maligno, Juan escribe: “Les he escrito a ustedes, padres, porque conocen a
Aquél que ha sido desde el principio. Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque
son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes y han vencido al
maligno.” (1 Juan 2:14 NBLH)
Caín era del que los jóvenes habían vencido. ¿Cómo le habían vencido? Ellos
vencieron dentro de ellos mismos; no hay otra manera – el maligno estaba
por dentro, en su carne, el hijo de perdición, el hombre de pecado, así como
con todos los de este mundo quienes no conocen a Dios.
El Reino de Dios Viene por Dentro
¿No tiene que venir desde adentro la tentación? Considere esto: ¿Cómo se
acercó Satanás a Jesús en el desierto? Si Satanás es un hombre, y Jesús vino
como hombre, Satanás estaba en Cristo (en Su carne como la del primer
Adán) tentándole, pero mientras Adán sucumbió, Jesús venció por el Espíritu
de Dios, lo cual sólo Él podía hacer, siendo Dios, en Quien se originan y
existen todas las cosas, las buenas y las malas.
“Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no
puede ser tentado por el mal y Él mismo no tienta a nadie.” (Santiago 1:13
LBLA)
“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por
el diablo.” (Mateo 4:1 LBLA)
Pero Jesús no sucumbió ni siguió el curso de Su compañero hombre:
“Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia
pasión. Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando
el pecado es consumado, engendra la muerte.” (Santiago 1:14-15 LBLA)
Todos los hombres han pecado, pero el Señor Jesucristo, el Hijo del Hombre,
venció al pecado por nosotros:
¡El Mesías vino en la forma del diablo (la serpiente), la cual es la forma del
hombre!
Jesús dijo:
Y de Él se dijo:
Dios se hizo carne y sangre para servir como nuestro Salvador, para librarnos
del poder del que nos tenía cautivos en el pecado:
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los
injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero
vivificado por el Espíritu.” (1 Pedro 3:18 RVG)
Qué obra tan maravillosa, la cual eventualmente hará que todos los hombres
se maravillen a Sus pies en agradecida adoración, en ese Día glorioso cuando
sus ojos les sean abiertos y se complete su liberación.
“Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de
ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada. Porque el anhelo
profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de
Dios.” (Romanos 8:18-19 LBLA)
“Otra vez el diablo lo llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos
del mundo, y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me
adorares.” (Mateo 4:8-9 RVG)
La más sutil de todas las criaturas vivientes fue creada en oposición a Dios.
Sus súbditos, hombres incrédulos, naturalmente se oponen a los hijos de Dios,
la carne contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Los hombres no nacidos
de nuevo desde arriba están en la persona de Satanás, quien, al reinar sobre
toda la tierra, los inspira a ellos, excepto donde Dios ha determinado otra cosa.
Ellos sirven de esparring, por así decirlo, asignados para entrenar a los hijos
de Dios.
Ahora nuestros ojos están abiertos para ver cómo Satanás, como hombre (al
principio) y a través de los hombres (ahora), estorba el desarrollo del hombre
a la imagen de Dios. Al mismo tiempo, su oposición facilita la transformación
de los que creen. Como les dijo José a sus hermanos: “Ustedes pensaron mal
para mí, pero Dios lo enderezó para bien.”
Aunque las puertas del infierno no prevalecen, su oposición a los santos que
andan en el espíritu de Cristo es tan necesaria como el fuego para cocinar, un
elemento esencial en el proceso de forjar a los hijos de Dios.
No hay otra forma de lograr el proceso necesario para los hijos de Dios. Él
creó y designó a Satanás precisamente para ese propósito. Por fe aprendemos
que en verdad, todas las cosas trabajan para bien de los que aman a Dios y
son llamados de acuerdo a Su propósito (Romanos 8:28). Dios ha creado el
bien y el mal para propiciar el máximo bien.
¿No envió Dios a Satanás para hacer un trabajo con Job? ¿Y qué dice David,
por el Espíritu, acerca de los hombres de este mundo, los hijos de Satanás, y el
servicio que ellos le prestan a Dios?
“Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de Su
Hijo amado.” (Colosenses 1:13 LBLA)
“Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de
Dios, es decir, a los que creen en Su Nombre.” (Juan 1:12 LBLA)
Los santos, después de hacer guerra contra el maligno, serán como es su
Maestro:
Discerniendo al Diablo
1 Juan 3:7-10 RVG
(7) Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia, es justo, como también Él es
justo.
(8) El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio.
Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
(9) Todo aquel que es nacido de Dios, no peca, porque Su simiente permanece
en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
(10) En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo; todo el
que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
Juan no advierte tanto del diablo en persona como de los hijos del diablo,
diciéndonos cómo identificarlos.
Continuando:
(4) Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido [a hombres, plural; no
al diablo, singular]; porque mayor es El Que está en vosotros, que el que está
en el mundo.
(5) Ellos son del mundo; por eso ellos hablan del mundo, y el mundo los oye.
(6) Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de
Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de
error.
“Porque muchos engañadores han entrado en el mundo, los cuales no
confiesan que Jesucristo ha venido en carne. El que tal hace es engañador y
anticristo.” (2 Juan 1:7 RVG)
Así como Jesucristo, la Verdad, viene en carne, así también Satanás, el anti-
Cristo viene en carne. Cuando Cristo viene en carne (nuestra carne), Él se
deshace de Satanás y de su obra anti-Cristo dentro de nosotros.
“Yo he escrito a la iglesia; mas Diótrefes, que ama tener la preeminencia entre
ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo viniere, recordaré las obras que hace
parloteando con palabras maliciosas contra nosotros; y no contento con estas
cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se los impide, y
los expulsa de la iglesia. Amado, no sigas lo malo, sino lo bueno. El que hace
lo bueno es de Dios; mas el que hace lo malo, no ha visto a Dios.” (3 Juan 1:9-
11 RVG)
Una y otra vez, Jesús y Sus discípulos advirtieron sobre los hombres, pero
rara vez acerca de Satanás. Hay varias advertencias contra Satanás, todas las
cuales pueden entender los santos que se refieren a Satanás viniendo a través
de hombres:
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente,
anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe,
sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en vuestros
hermanos que están en el mundo.” (1 Pedro 5:8-9 RVG)
“Mas temo que en alguna manera, como la serpiente engañó a Eva con su
astucia, así sean corrompidas vuestras mentes, de la simplicidad que es en
Cristo.” (2 Corintios 11:3 RVG)
Todas las otras numerosas instancias son claras advertencias contra los
hombres, entre las cuales tenemos: Mateo 7:15, Mateo 10:17, Mateo 16:6,
Marcos 12:38-40, Marcos 13:5-6, Juan 2:24-25, 2 Corintios 11:13-14,
Filipenses 3:2, Colosenses 2:8, 2 Timoteo 4:14-15.
“Pero cuando vio que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su
bautismo, [Juan] les dijo: Generación de víboras, ¿quién os enseñó a huir de la
ira que vendrá?” (Mateo 3:7 RVG)
Como lo hicieron los religiosos a quienes Jesús reprendió:
“Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése
es; prendedle. Y luego se acercó a Jesús, y dijo: ¡Salve Maestro! Y le besó.”
(Mateo 26:48-49 RVG)
Los hombres que se oponen al Señor en el Nombre del Señor son las Fuerzas
Especiales de Satanás.
Aun el discípulo cercano del Señor, el apóstol Pedro, habló apasionadamente
y persuasivamente como Satanás en un momento:
¿Se opuso Pedro con odio o con amor? Con amor, y así es normalmente como
viene el ángel de luz. Pedro no entendía lo que estaba haciendo. Jesús le dijo a
él:
Todos los hombres no regenerados son hijos de este mundo, el cual ha estado
bajo el poder de Satanás, su príncipe. Desde el principio, en Edén, Satanás ha
sido el príncipe sobre los hombres en la tierra.
¿No advirtió el Señor que los enemigos del hombre serían los de su propia
casa (Mateo 10:36 RVG)? ¿No iban ellos a mostrar su poder con amor carnal
en vez de con odio? ¿No es más difícil resistirse a los besos que a los puños?
Están los que han recibido un nuevo corazón y los que sólo han cambiado en
la mente. Los primeros son nuevas criaturas en Cristo, transformados a
novedad de espíritu; los otros son simplemente sepulcros blanqueados, todavía
en corrupción espiritual.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17 RVG)
El escritor a los Hebreos habla de la diferencia entre lo almático y lo
espiritual, la distinción y división que vienen por la Palabra viviente de Dios,
Jesucristo:
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada
de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, y las coyunturas y
los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no
hay cosa creada que no sea manifiesta en Su presencia; antes todas las cosas
están desnudas y abiertas a los ojos de Aquél a Quien tenemos que dar
cuenta.” (Hebreos 4:12-13 RVG)
Sin Su inspección, juicio, corrección y castigo, no hay transformación
espiritual en Cristo. Solamente hay acumulación de conocimiento e
introspección personal. Entonces, ¿somos nosotros cristianos espirituales o
carnales? ¿Nos ha convertido Cristo a Él Mismo, como lo hizo con Saulo de
Tarso y con tantos otros en las Escrituras, o son los hombres, o sea Satanás,
los que nos han convertido en el Nombre de Cristo? ¿Somos cristianos reales
o somos impostores?
¿Realmente hemos entrado al Reino de los Cielos por el poder del Espíritu de
Dios, o hemos entrado, por el poder divino impostor del hombre, en una nueva
dimensión placentera, socialmente energizada, llamada el “Reino de Dios”?
¿No son estos frutos de Satanás – obras de hombres, los caminos del
destructor? (Salmo 17:4)
Esta es una nota de un joven que había sido atrapado por proselitistas que
predicaban un falso y engañoso evangelio, y quien ahora ataca a los santos de
Dios. Vea el fuerte engaño que Dios le ha enviado a esta persona. Él piensa
que su confesión oral y su justicia son suficientes para ser salvo:
“Víctor citó en su carta para mí que la razón por qué Jesús murió en la cruz
por nuestros pecados fue para darnos la habilidad de servirle a Él por la gracia
que Él nos da. Eso está TOTALMENTE equivocado. De nuevo, ¿por qué no
leen Gálatas??? Todo está allí. Pablo lo dice claramente. Jesús murió en la
cruz y dijo ‘CONSUMADO es’. Significa que Él tomó los pecados del mundo
sobre sí mismo y que todo aquel que simplemente cree y acepta que Jesús
pagó el castigo suyo por el pecado, será perdonado y tendrá vida eterna. No
tenemos que luego TRATAR DE OBEDECER LA LEY DESPUÉS DE
HABER SIDO SALVOS POR GRACIA. Como dije, ¿cómo puede la gracia
ser gracia (bondad inmerecida) si tenemos que seguir trabajando por ella???”
Allí no hay nada sobre llegar a ser una nueva criatura (2 Corintios 5:17); nada
sobre establecer la Ley de Dios (Romanos 3:31); nada sobre guardar los
mandamientos de Dios (Juan 14:21); nada sobre perseverar hasta el final
(Mateo 10:22); nada sobre mantener el cuerpo bajo dominio (1 Corintios
9:27); nada sobre ocuparse uno en su salvación con temor y temblor
(Filipenses 2:12); nada sobre huir de la fornicación (1 Corintios 6:18); nada
sobre rendir nuestros miembros a Dios y a la santidad como instrumentos de
justicia (Romanos 6:13,19); nada sobre mortificar nuestros miembros
(Colosenses 3:5); nada sobre presentar nuestro cuerpo como sacrifico vivo,
evitando conformarnos a este mundo, y renovando la mente para comprobar la
voluntad de Dios (Romanos 12:1-2); no hay mención acerca de no tener
amistad con el mundo (Santiago 4:4); no hay mención acerca de someterse a
Dios, limpiarse las manos, purificar los corazones, afligirse, hacer luto y
llorar, o humillarse (Santiago 4:7-10); no hay mención de que el juicio
comienza por la casa de Dios (1 Pedro 4:17). Este doblemente hijo del
infierno condena estas cosas como herejía – obras para ganarse la salvación.
¡Cuán entenebrecida está una mente envenenada por la serpiente!
El Señor hace mucho tiempo me habló diciéndome que los inicuos llamarían
“gracia” a la iniquidad y despreciarían la Ley de Dios, condenando como
falsos profetas a quienes magnificaran Su Ley (Isaías 42:21). Así es, de
acuerdo con la Palabra que Él me dio:
Es mejor ser un pecador consumado que sabe que está perdido, que ser
persuadido por los hombres a creer que uno ha sido salvo cuando no es más
que una experiencia religiosa superficial en la carne. Hay incontables millones
que están así de engañados.
Los ganadores de almas tienen muchas herramientas. Pero, ¿han ganado almas
para el Señor Jesucristo, o fueron esas almas convertidas a los reinos de los
hombres? ¿Hubo un cambio de vida genuino – siendo libertados del pecado y
entrando al Reino de Dios – o fueron esas almas convertidas en “doblemente
más hijos del infierno” que los proselitistas? Nadie puede saberlo realmente
sino por los frutos y por revelación de Dios Mismo.
Yo fui guiado al Señor por un hombre, George Lynn, miembro del Shantymen
(cantata de ex-marinos) y de la Iglesia Alianza, por medio de la predicación de
las Escrituras. George no tenía el Espíritu de Dios, y cuando se cumplió el
tiempo dos años después que yo recibí el Espíritu y compartí esa oportunidad
con él, él la despreció de entrada, con gran desmayo porque me juzgó que yo
estaba engañado después de haber empezado bien a través de su ministerio.
Sin embargo, yo sabía que Dios me había dado Su Espíritu a mí, pero no a
George.
¿Cómo pueden ser estas cosas? ¿Usa Dios a creyentes carnales (Satanás) para
ganar almas para Él? ¿Somos muchos de nosotros verdaderos convertidos a
Cristo como “carbones sacados del fuego” (Zacarías 3:2), gente librada de las
garras de Satanás, así como el cuerpo de Moisés fue disputado y liberado del
adversario de Miguel (Judas 1:9)?
Fue también por medio de un librito de R.A. Torrey, “El Bautismo del
Espíritu Santo,” que mi esposa y yo recibimos el Espíritu. Torrey es uno de
los “obreros personales” en la lista de Whitesell. Yo doy gracias que Torrey
haya vivido y escrito el librito, y que yo pude disponer del mismo, sin
importar a quién servía él.
“Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue
hasta los cielos, y hagámonos un nombre famoso, para que no seamos
dispersados sobre la faz de toda la tierra.” (Génesis 11:4 LBLA)
Pero el Evangelio del Señor dice: “Que el Cielo venga a los hombres”:
“Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del
Hombre que está en el Cielo.” (Juan 3:13 LBLA)
Efesios 2:4-7 LBLA
(4) Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que
nos amó,
(5) aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados),
(6) y con Él nos resucitó, y con Él nos sentó en los lugares celestiales en
Cristo Jesús,
(7) a fin de poder mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas
de Su gracia por Su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Los hombres ponen su fe en el mundo que está después de la tumba, pero Dios
llama a entrar en Su Reino en este mundo. Los hombres ponen su fe en sí
mismos para estar satisfechos, igual que Adán y Eva al participar del Árbol
del Conocimiento, pero Dios satisface a quienes confían en Él y comen del
Árbol de la Vida:
“Pero la justicia que es por la fe (el verdadero Evangelio) dice así: No digas
en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo.) O,
¿quién descenderá al abismo? (esto es, para volver a subir a Cristo de los
muertos.) Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu
corazón. Ésta es la palabra de fe la cual predicamos: Que si confesares con tu
boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, mas con la
boca se hace confesión para salvación.” (Romanos 10:6-10 RVG)
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, Él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a los que por el temor de la
muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.” (Hebreos 2:14-15
RVG)
“El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio.
Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.” (1 Juan
3:8 RVG)
“De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que
antes de Mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las
ovejas.” (Juan 10:7-8 RVG)
Por Su autoridad los hombres son reconciliados con Dios, y ellos a su vez
sirven para reconciliar a otros con Él:
“Y fue vista otra señal en el cielo; y he aquí un gran dragón bermejo, que tenía
siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas. Y su cola
arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra…”
(Apocalipsis 12:3-4 RVG)
Esa Escritura no está hablando de Satanás y sus ángeles siendo echados, sino
de Satanás haciendo caer a otros, los cuales son de la simiente de la mujer, los
hijos de Dios, cuya caída sucede antes que Satanás es derribado. Y entonces:
“Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, llamada Diablo y
Satanás, el cual engaña a todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus ángeles
fueron arrojados con él.” (Apocalipsis 12:9 RVG)
Satanás no va tras los que son suyos (le pertenecen) – él va tras los que son
hijos de Dios:
“Quiero, pues, que las mujeres jóvenes se casen, engendren hijos, gobiernen
su casa; que ninguna ocasión den al adversario para decir mal. Porque ya
algunas han vuelto atrás en pos de Satanás. (1 Timoteo 5:14-15 RVG)
Volver atrás en pos de Satanás significa saborear las cosas que son de los
hombres, de la carne y del mundo. ¿Se fueron estas jóvenes viudas a
parrandear, a prostituirse y a ser drogadictas? No necesariamente.
Simplemente volvieron a la vida común de muchos en este mundo – las
sociedades, las instituciones, las actividades, los intereses, y los estilos de vida
que están bajo el poder y el espíritu del príncipe de este mundo, la serpiente:
“Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y
no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así también
será la venida del Hijo del Hombre.” (Mateo 24:38-39 RVG)
La Sinagoga de Satanás
“Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la
blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, mas son sinagoga de
Satanás.” (Apocalipsis 2:9 RVG)
¿Quiénes son los de la sinagoga de Satanás, sino hombres, los siervos de
Satanás humanos y religiosos?
Estos son los que profesan fe, y acusan y persiguen a los verdaderos siervos
del Señor, a los hijos de Dios:
“Pero como entonces el que nació según la carne, perseguía al que nació
según el Espíritu; así también es ahora.” (Gálatas 4:29 RVG)
Considere que los santos son en verdad uno con todos los santos:
“Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos,
despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos
envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.”
(Hebreos 12:1 LBLA)
¿No están incluidos en verdadera comunión con los de la tierra los santos que
han muerto? Las Escrituras lo declaran:
De modo que los creyentes en la tierra somos uno con los creyentes en el
Cielo, por el Espíritu de Cristo, siendo cada uno de nosotros uno con Él,
Quien es la Cabeza del Cuerpo.
De la misma manera, los hijos del Maligno también son uno. Recuerde al
espíritu maligno que le habló a Jesús como uno, pero siendo muchos.
Note que Pedro habla de que Jesús predicó, pero no de salvar o de redimir, lo
cual sugiere que algunos podrían haber creído y otros no. Entonces, ¿qué hay
de aquellos que no creyeron? ¿No podrán esos ser espíritus que atormentan a
los de la tierra?
¿Será algo inaudito que hombres que han partido de aquí sigan involucrados
en los asuntos de la tierra? Para nada. Encontramos que, después de haberse
ido de este mundo, Samuel estaba bien enterado de lo que estaba sucediendo
durante el reinado del Rey Saúl, lo cual Saúl averiguó cuando él le pidió a una
pitonisa que hiciera venir a Samuel de entre los muertos:
Como lo dijo Samuel, así era. Al día siguiente, Saúl y su hijo fueron
traspasados.
Tenemos otro ejemplo de hombres que partieron de este reino hacia el reino
invisible, y seguían bastante involucrados en los asuntos de este mundo:
“Y como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó consigo a Pedro, a
Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Mientras oraba, la apariencia de Su
rostro se hizo otra, y Su ropa se hizo blanca y resplandeciente. Y he aquí, dos
hombres hablaban con Él, los cuales eran Moisés y Elías, quienes apareciendo
en gloria, hablaban de la partida de Jesús, que Él estaba a punto de cumplir en
Jerusalén.” (Lucas 9:28-31 LBLA)
Daniel nos informa que los que representaban principados en la tierra estaban
metidos en guerra en los cielos, una guerra en la cual los ángeles participaron:
“Y dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Porque luego tengo que volver para
pelear con el príncipe de Persia; y saliendo yo, he aquí, el príncipe de Grecia
vendrá.” (Daniel 10:20 RVG)
El Cielo y la tierra y los ciudadanos de cada uno están más conectados unos
con otros de lo que muchos se dan cuenta. Ahora entonces, si vemos que los
justos que han dejado esta tierra están informados e involucrados en los
asuntos de este mundo, ¿será irracional o ilógico creer que los injustos
también estén involucrados? Y si son injustos, ¿no estarían ellos involucrados
en actividades injustas? ¿Y no serían tales entidades espíritus malignos o
diablos (demonios)?
Pedro, como hijo del primer Adán y cautivo del príncipe del mundo, sería
liberado del poder e influencia de Satanás. A su tiempo, esta salvación no sólo
sería privilegio de Pedro, sino de muchos.
“Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero
retienes Mi nombre, y no has negado Mi fe, ni aun en los días en que Antipas
Mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.” (Apocalipsis
2:13 RVR)
Satanás es el gobernador de la carne. Él fue hombre; él usurpó a los hombres,
a los hijos de Dios – Eva y Adán – y ganó el poder para entrar en, y reinar
sobre, todos los hombres desde los cielos, el reino espiritual.
Por eso es que encontramos a Satanás entre los hijos de Dios en el cielo
durante el tiempo de Job:
“Hubo un día cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del
SEÑOR, y Satanás vino también entre ellos.” (Job 1:6 LBLA)
“No como Caín que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa
lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.” (1 Juan
3:12 LBLA)
Jesús se dirigió a los hijos de Satanás, diciéndoles a los contradictorios
religiosos – los fariseos, saduceos y escribas:
“En esto ustedes conocen el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, es de Dios. Y todo espíritu que no confiesa a
Jesús, no es de Dios, y éste es el espíritu del anticristo, del cual ustedes han
oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.” (1 Juan 4:2-3 NBLH)
¿Y cómo vino Satanás a robarle a Job? ¿No usó a hombres?
“Vino un mensajero a Job y dijo: Los bueyes estaban arando y las asnas
paciendo junto a ellos, y los sabeos atacaron y se los llevaron. También
mataron a los criados a filo de espada; sólo yo escapé para contártelo.” (Job
1:14-15 LBLA)
“Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: Los caldeos formaron tres
cuadrillas y atacaron los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a
filo de espada; sólo yo escapé para contártelo.” (Job 1:17 LBLA)
Satanás movió carne y sangre para hacer su trabajo contra Job. Por supuesto,
él también tenía poderes sobrenaturales, porque él usó el viento para destruir a
los hijos de Job y enviar fuego del cielo para destruir a las ovejas y a los
siervos de Job. Satanás sí tiene gran poder sobrenatural.
Y él también viene con señales y prodigios engañosos, como hombre:
“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la
apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual
se opone y se exalta contra todo lo que se llama Dios o es adorado; tanto
que como Dios se sienta en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios.”
(2 Tesalonicenses 2:3-4 RVG)
“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, disfrazándose como
apóstoles de Cristo. Y no es de maravillarse, porque el mismo Satanás se
disfraza como ángel de luz. Así que, no es gran cosa si también sus ministros
se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.”
(2 Corintios 11:13-15 RVG)
No culpe a Satanás por sus circunstancias o por sus pecados. Job no hizo
ninguna de esas cosas. Como alguien que teme a Dios y vive apartado del
mal, usted tampoco lo hará. Job sabía Quién tenía el control total. Él sabía
muy bien dónde topaba todo.
¿Cómo habla Satanás? Él habla por dentro porque allí es donde está él –
dentro de usted. Él viene con cosas como dudas, sospechas, mentiras, falsas
ideas, malas y necias imaginaciones, resentimiento, amargura, auto-
compasión, temores, debates, doble ánimo, envidia, pensamientos altivos,
celos, lujuria, odio, amenazas, tentaciones e incitaciones a precipitarse o a
actuar sin preparación ni conocimiento. Las obras de la carne son las obras
del diablo.
“Afuera están los perros, los hechiceros, los inmorales, los asesinos, los
idólatras y todo el que ama y practica la mentira.” (Apocalipsis 22:15
LBLA)
“Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era
agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría,
tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido que estaba con ella, y
él comió.” (Génesis 3:6 LBLA)
Y nosotros morimos.
He enumerado las obras y caminos de Satanás, el cual es carne en el espíritu
suyo y espíritu en la carne suya, el cual es hombre, el cual es usted. Tome
responsabilidad, confiese, arrepiéntase y haga lo recto. Busque el rostro de
Dios y venza al enemigo por Su gracia y poder.
El Enemigo Interior
Usted ha oído decir: “Somos nuestro propios peores enemigos.” En verdad,
como escribió hace como medio siglo el caricaturista Walt Kelly de Pogo:
“Hemos conocido al enemigo, y ese somos nosotros.”