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República.

República del latín res publica, «la cosa pública, lo público», en sentido amplio, es
in sistema político que se fundamenta en el imperio de la ley (constitución) y la
igualdad ante la ley como la forma de frenar los posibles abusos de las personas
que tienen mayor poder, del gobierno y de las mayorías, con el objeto de proteger
os derechos fundamentales y las libertades civiles de los ciudadanos, de los que
no puede sustraerse nunca un gobierno legítimo. A su vez la república escoge a
quienes han de gobernar mediante la representación (democracia representativa)
de toda su estructura mediante el derecho a voto. El electorado constituye 1a raíz
última de su legitimidad y soberanía. Muchas definiciones, como la de
Encyclopsedia Brítannica de 1922, resaltan también la importancia de la
autonomía y del Derecho (incluyendo los derechos humanos) como partes
fundamentales para una república. No debe confundirse república con
democracia, pues aluden a principios distintos, la república es el gobierno de la ley
mientras que democracia significa el gobierno de la mayoría, del griego,
Dimokratía (Demos (Pueblo) y Kratos (Estado, refiriéndose a soberanía en este
caso).

Definición.

Tradicionalmente, se ha definido 1a república como la forma de gobierno de los


países en los que el pueblo tiene la soberanía y facultad para el ejercicio del
poder, aunque sea delegado por el pueblo soberano en gobernantes que elige de
un modo u otro. En 1a práctica suele pensarse que la forma de estado de un país
es la monarquía si tiene rey, y república si no lo tiene. Lo cierto es que una
república está fundamentada en el “imperio de la ley” y no en el “imperio de los
hombres”. Una república es, de este modo, un sistema institucional independiente
de los vaivenes políticos y en la cual tanto los gobernantes como los gobernados
se someten por igual a un conjunto de principios fundamentales normalmente
establecidos en una constitución. “Un montón de gente no es una república”,
Aristóteles. Y 1a constitución, de ser apegada a! Derecho, sirve para protegerlo y
definir incluso qué leyes son buenas y cuáles malas en el marco de referencia
constitucional.

El desconocimiento de estos principios clásicos en el mundo moderno lentamente


ha conducido a muchos a expresarse en términos de “repúblicas democráticas" o
“repúblicas islámicas”, sin considerar la contradicción que tales frases contienen.

Son elementos comunes que participan de! contenido de la definición tradicional


que la cultura occidental ha elaborado del concepto “República”: 1 .-la periodicidad
en los cargos; 2.-la publicidad de los actos de gobierno, no es posible el secreto
de Estado; 3.-Ia responsabilidad de políticos y funcionarios públicos; 4.- la
separación y control entre los poderes; 5.- 1a soberanía de la ley; 6.- el ejercicio
de la ciudadanía, quien pone y depone; 7.- la práctica del respeto, y no la
intolerancia, con las ideas opuestas; 8.- la igualdad ante la ley; 9.- la idoneidad
como condición de acceso a los cargos públicos.

El Estado, que es el conjunto de instituciones que ejerce su gobierno y aplica sus


leyes con soberanía sobre un territorio delimitado, necesita que ese poder de
mando ejercido por el gobierno, se halle organizado de algún modo. Así puede ser
monárquico o republicano. La República puede estar constituida sobre un Estado
espacialmente dividido en territorios autónomos, lo sería una República Federal
como el caso de Argentina, o con un poder centralizado sobre todo el territorio del
país, lo que constituiría una República Unitaria, como por ejemplo, Uruguay.
También pude ser la república, una democracia o una aristocracia, como la
república concebida por Platón, que en realidad se llamaba “politeia” donde se
aspiraba a que gobiernen los mejores, en una forma donde se entremezclaban
rasgos de la democracia con los de la aristocracia.

Existen repúblicas presidencialistas, como el caso de Estados Unidos, Argentina y


Ecuador, donde el jefe de Estado y el de Gobierno, elegido por el pueblo,
coinciden, y parlamentarias, donde están diferenciadas las funciones del Jefe de
Estado y del Jefe de Gobierno, que es elegido por el Parlamento, frente al que es
responsable políticamente, como Alemania, Austria, Israel y Grecia.

El poder reside en el pueblo, que lo delega transitoriamente en sus


representantes. Esta es una diferencia fundamental con los gobiernos
monárquicos donde el soberano tiene carácter vitalicio, y muchas veces,
hereditario.

Una característica fundamental del sistema de gobierno republicano es la división


de poderes, constitucionalmente establecida, que son usualmente tres, divididos
en cuanto a su funciones específicas: un órgano administrador, representado en el
Poder Ejecutivo, otro “hacedor de leyes” llamado Poder Legislativo, y otro que
tiene la misión de aplicar esas leyes en los casos específicos sometidos a su
apreciación, que es el Poder Judicial. La división de poderes ya estuvo
propugnada por Montesquieu, como un modo de equilibrar y controlar el poder
evitando abusos por parte de quien lo ostenta.
Otras características de la República, son: la igualdad ante la ley de todos los
ciudadanos; los gobernantes son responsables ante el pueblo que los eligió, por
sus actos de gobierno; y la publicidad de dichos actos, que no deben ser secretos,
sino puestos a conocimiento del público para poder ser controlados. Esto se hace
a través del Diario o Boletín Oficial.

Los pilares fundamentales de la República.

Los tres pilares fundamentales de la República según Aristóteles son:

1) La división de poderes y su control recíproco.

2) La participación política activa por parte de los ciudadanos (informar


oficialmente e instruirse en materias de leyes y de política -teórica y práctica para
cada caso).

3) La representación de todas las clases sociales dentro de las instituciones


de gobierno con iguales atribuciones y prevalencia de ninguna. (La accedencia a
dichas magistraturas necesariamente colegiadas en razón de la materia debe ser
restringida (el magistrado debe pertenecer a la clase que representa y ser elegido
con el voto solo de ésta).

Es necesario considerar que para Aristóteles los fines supremos de las formas de
gobierno deben ser:

La libertad-igualdad (“solo somos libres entre iguales”, consideración griega de la


época)

La realización de la justicia y del bien común. La realización plena del


desarrollo de las capacidades cognitivas humanas (para lo cual considera
necesaria la realización de los dos puntos anteriores siguiendo el concepto
fundamental de Sócrates (Bien = Verdad). Según el cual el bien es igual a la
verdad y el mal a la ignorancia. Sócrates explica esto de la siguiente manera: a) el
humano busca la felicidad, llenar su vacío existencia! b) para esto utiliza medios
por los cuales pretende lograr dicho fin c) la mayor parte de las veces utiliza
medios que consiguen satisfacciones efímeras, etéreas, superficiales, qué no van
más allá de los “deseos pasionales” (como tener sexo, alimentarse, etc.) d) de
ésta manera concluye que busca un fin por medios que no pueden alcanzarlo; ya
que éste sólo puede ser alcanzado mediante la contemplación de la verdad,
entendida como el conocimiento de la realidad.
De esto se advierte que si sólo somos libres entre iguales no puede haber una
clase gobernante, deben gobernar todas por igual.

Marx va más allá advirtiendo además que: habiendo elementos (individuos y/o
clases) económicamente diferentes unos intentan superponerse sobre otros,
estando rota, bajo dicho supuesto, la relación de igualdad de unos elementos para
con los demás y por lo tanto la de libertad.

República presidencialista,

.c denomina presidencialismo o sistema presidencial a aquella forma de gobierno


en la que, constituida una República, la Constitución establece una división de
poderes entre el poder legislativo, poder ejecutivo, poder judicial y el Jefe del
Estado, y demás de ostentar la representación formal del país, es también parte
activa del poder ejecutivo, como Jefe de Gobierno. Ejerciendo, pues, una doble
función porque r <01 responden facultades propias del Gobierno, siendo elegido
de forma directa >01 los votantes y no por el Congreso o Parlamento. La república
democrática presidencialista más conocida en la historia contemporánea es
Estados Unidos.

Presidente es el órgano que ostenta el poder ejecutivo mientras que el poder el


legislativo lo suele concentrar el congreso, sin perjuicio de las facultades que en
qué materia legislativa posee el presidente.

Sistema presidencial debe sus orígenes al arquetipo de las monarquías


absolutas de Europa sobre todo la de Francia, en las cuales la autoridad ejecutiva
residía la corona, no en las asambleas representativas de los estamentos, como
ocurría en el caso del Parlamento de Inglaterra.

Concepto de separación de poderes fue consagrado en la Constitución de Estados


Unidos de América, de 1787, con la creación del cargo de Presidente de los
estados Unidos y, a la vez, del Congreso de Estados Unidos, sistema donde el
presidente era el jefe del Estado, pero responsable de sus actos ante el
Congreso, curiosamente Inglaterra y Escocia fueron los primeros países en
adoptar el parla- nmtarlsmo145 (desde 1707 como el Reino de Gran Bretaña, y
desde 1801 como el (Reino Unido) las facultades del ejecutivo -el monarca-se
redujo a un pape! Ceremonial y a la vez una nueva autoridad ejecutiva,
responsable ante el parlamento, se fue desarrollando el Primer Ministro-, mientras
las atribuciones del ejecutivo separado le los Estados Unidos fueron aumentando,
por ejemplo, el presidente designa a la mayoría de funcionarios públicos (entre
ellos los miembros del gabinete, aunque estos deben ser ratificados por el
Senado).

Parlamentarismo, también conocido como sistema parlamentario, es un


mecanismo en el que la elección del gobierno (poder ejecutivo) emana del
parlamento (poder legislativo) y es responsable políticamente ante este. A esto se
le conoce como principio de confianza política, en el sentido de que los poderes
legislativo y ejecutivo están estrechamente vinculados, dependiendo el ejecutivo
de la confianza del parlamento para subsistir.

Características.

 La doble legitimidad de la soberanía. (Presidente y Parlamento)


 La existencia de un poder ejecutivo monista elegido mediante sufragio
universal1
 Funcionamiento institucional basado en una separación rígida de los poderes.
Con total ausencia de mecanismos recíprocos de control.

Ventajas y desventajas de la república presidencialista


El modelo presidencial convive, pero se opone al modelo parlamentario. Y es en
este sentido cuando se tratan las ventajas y desventajas de cada uno de dichos
sistemas de gobierno.
Se presentan como principales ventajas del presidencialismo:

 Separación de poderes clara y suficiente entre el ejecutivo y el legislativo.


 Inexistencia de vinculación del poder ejecutivo con el partido
político mayoritario en el Congreso, evitando caer en partitocracias.
Se mencionan como desventajas principales frente al sistema parlamentario:

 Menor representación del conjunto social, en la medida que las decisiones no


se consensúan en muchas ocasiones entre distintas facciones políticas
representadas en el Congreso.
 Menor capacidad de respuesta frente a una crisis de gobierno, en la medida
que el Congreso no puede cambiar el poder ejecutivo adoptando la moción de
censura.
 Tendencia al bipartidismo como su forma más estable, debido a la necesidad
de financiación y la falta de identidad política.
Tratando de recoger las ventajas de ambos sistemas y eludir sus desventajas se
han generado los sistemas semipresidenciales.
El presidencialismo en América
Prácticamente todos los países de América tienen un sistema presidencial. Con
excepción de Canadá, Guyana, Belice y algunos estados de las Antillas. Es decir,
que el Régimen presidencialista es típico de Estados Unidos y de los países de
tradición iberoamericana.
El presidente en América Latina se ha convertido en el centro del poder político,
de la integración nacional, de la orientación del Estado y de las relaciones
internacionales. Al mismo tiempo ha encarnado la tradición cultural, los valores y
los consensos sociales, tanto que los ensayos inclinados al parlamentarismo, no
han sido exitosos.
Con motivo de la caída de los regímenes autoritarios a partir de 1980, se
recrudeció el debate sobre la reducción del presidencialismo y la transformación al
parlamentarismo europeo en varios países, especialmente en el hemisferio sur
Simétricamente, al crecimiento del poder ejecutivo ha correspondido debilitamiento
del legislativo y del judicial, lo que históricamente ha desembocado
en autoritarismo. A falta de fortaleza del legislativo, que tiene constitucionalmente
un papel muy restringido, el presidente ocupa casi todo el espectro político,
mientras que el Congreso se limita fundamentalmente a ser el espacio de la
representación de intereses y partidos y de tramitación de las leyes .

República parlamentaria.

Es una forma de gobierno que opera bajo un sistema parlamentario. En oposición


a la República presidencialista y la República semipresidencialista, el jefe del
estado, normalmente, no tiene poderes ejecutivos reales como un Presidente
ejecutivo, ya que ¡a mayoría de estos poderes le han sido concedido al jefe de
gobierno, normalmente llamado primer ministro. Sin embargo, el jefe de estado y
el jefe de gobierno deben formar una sola oficina en una república parlamentaria
(como Sud- áfrica o Botswana), pero el presidente se sigue eligiendo de la misma
manera que el primer ministro en los estados tipo Sistema de Westminster. En
ciertas ocasiones el Presidente ha de tener poder ejecutivo legal, para llevar a
cabo el día a día de las instituciones (como en Finlandia o Irlanda) pero no hacen
uso de estos poderes. Algunas repúblicas parlamentarias podrían, por tanto, ser
vistas como repúblicas con un sistema semipresidencialista, pero funcionando de
una forma parlamentaria.

Las repúblicas parlamentarias prototípicas, son aquellas que provienen de estados


que previamente eran monarquías, con un monarca, o un representante del mismo
(sobre todo en las repúblicas de la Commonwealth).

República socialista.

Se refiere generalmente a cualquier Estado constitucionalmente dedicado a la


construcción de una sociedad socialista. Está estrechamente relacionado a la
estrategia política del «socialismo de Estado», un conjunto de ideologías y
políticas que creer en una economía socialista a través de las políticas del
Gobierno. Por otra parte, e término Estado obrero se usa para distinguir a un
Estado donde la clase trabajador; controla la maquinaria del Gobierno pero no se
ha establecido aún una economía; socialista. Estos conceptos se distinguen de un
gobierno socialista, que generalmente te se refiere a un Estado democrático liberal
presidido por un partido socialista electo por mayoría y que no necesariamente
persigue el desarrollo del socialismo; e aparato del Estado no está obligado
constitucionalmente a una eventual transición al socialismo.

Los socialistas no estatistas como los anarcosocialistas, socialistas libertarios;


comunistas consejistas rechazan el concepto de un total de «Estado socialista»,
ere yendo que el Estado moderno es un subproducto del capitalismo y no puede
utilizarse o no es necesario, para establecer un sistema socialista. Para ellos un
Estado.

Socialista es antitético a! socialismo, y ese socialismo surgirá espontáneamente


desde la base de una manera evolutiva, desarrollando sus propias instituciones
políticas y económicas únicas para una sociedad sin Estado altamente
organizada.

La frase «Estado socialista», a menudo también denominados con el oxímoron


Estados comunistas» en Occidente, es ampliamente utilizada por leninistas y
marxistas-leninistas para referirse a un Estado bajo el control de un partido de
vanguardia que organiza los asuntos económicos, sociales y políticos de dicho
Estado hacia la construcción del socialismo. Esto a menudo incluye por lo menos
la nacionalización de las «alturas dominantes» de la economía, operada
normalmente de acuerdo con un plan de producción al menos en las principales
esferas productivas y sociales. Bajo la definición leninista, el Estado socialista
preside una economía capitalista estatal estructurada sobre la acumulación del
capital dirigida por el Estado con el objetivo de aumentar las fuerzas productivas
del país y promover la revolución socialista en todo el mundo, con la meta
eventual a largo plazo de la construcción de una economía socialista.

La mayoría de las teorías asumen la democracia generalizada, y algunas asumen


la participación democrática de los trabajadores en todos los niveles de la
administración estatal y económica, mientras que varían en el grado en que las
decisiones de planificación económica se delegan a los funcionarios públicos y
especialistas administrativos. Los Estados que carecen de democracia pero que
sin embargo la economía está en gran medida en manos del Estado son
denominados por las teorías trotskistas ortodoxas como «Estados obreros» pero
no Estados socialistas mediante los términos Estados obreros «degenerados» o
«deformados».
A principios del siglo XXI, observadores de derecha, especialmente en los Estados
Unidos, han llegado a utilizar el término «Estado socialista» para describir a los
Estados que proporcionan disposiciones de bienestar, como asistencia médica y
subsidios por desempleo, a pesar de que su base económica esté privatizada y
operando en fundón de las ganancias.

La adopción del socialismo como sistema económico y social, siguiendo los


principios ideológicos del marxismo (o sus variantes: el leninismo, el maoísmo,
etc.), implica económicamente la propiedad estatal o cooperativización de los
medios de producción y de la tierra y políticamente el ejercicio del poder por la
clase obrera («dictadura del proletariado»).

No obstante, la ambigüedad de esos conceptos no permite una definición unívoca


de su puesta en práctica. En la práctica existieron grandes diferencias de concepto
entre estados autodenominados socialistas; aunque la mayor parte de ellos, bien
por razones geopolíticas o bien por luchas internas, adoptaron el principio de
construcción del socialismo en un solo país (definido en ¡os años veinte en la
Unión Soviética por Stalin146 -estalinismo- frente al principio de revolución
permanente de Trotsky -trotskismo-), y el establecimiento de regímenes de partido
único (definidos como totalitarios por sus adversarios). Se suele hablar de estados
nominalmente socialistas en referencia a las llamadas democracias populares que
tienen al marxismo- leninismo o alguna de sus interpretaciones como ideología
oficial (especialmente las del Bloque del Este entre 1945 y 1989). Casi todos estos
estados destacaron su carácter socialista en su nombre oficial (con la adición de
los adjetivos popular, socialista y democrático) y cuatro de los seis estados
nominalmente socialistas que hoy existen lo siguen haciendo: República Popular
China, República Popular Democrática de Corea, República Socialista de Vietnam
y República Democrática Popular Lao (la República de Cuba no lo ha
incorporado). La adopción real de un sistema económico socialista por los estados
que llevan estos términos en su nombre no se ha producido en varios casos,
especialmente entre los países descolonizados, como la República Democrática
Socialista de Sri Lanka o la República Democrática Popular de Argelia. Por el
contrario, nunca se aplica el término Estado socialista o país socialista a los
países capitalistas gobernados por partidos socialdemócratas, aunque éstos en
muchos casos lleven el nombre de socialistas.

La definición de la filosofía marxista soviética indicaba que el Estado socialista era


la parte política de la superestructura del socialismo, instaurado como resultado de
la revolución socialista, que la dictadura del proletariado sólo existía durante la
transición del capitalismo al socialismo y que una vez derrotado el Bloque
Occidental, la dictadura del proletariado se transformaba en Estado de todo el
pueblo, hasta que se haya desarrollado la base material y técnica del comunismo
y las relaciones sociales comunistas, con lo que el Estado se disolvía y era
reemplazado por la autogestión social comunista.

Los Estados socialistas fueron asimismo calificados con el nombre de socialismo


real o socialismo realmente existente con el fin de diferenciarlos de las
construcciones teóricas y en cierta forma justificar ¡as diferencias con éstas y con
partidos o grupos que pudieran considerarse socialistas pero opuestos a este tipo
de regímenes. Otras denominaciones que también se han empleado para referirse
a ellos a tal fin en especial en círculos trotskistas, comunistas y libertarios son las
de Estado obrero con deformaciones burocráticas y, en términos más
estrictamente económicos, capitalismo de Estado.

A pesar de las diferencias conceptuales existentes entre socialismo y comunismo,


el lenguaje común habitualmente emplea indistintamente las expresiones países
socialistas y países comunistas para denominar a los Estados definidos como
socialistas. La utilización de la expresión Estado comunista obvia el oxímoron o
contradicción entre ambos términos (Estado y comunismo), entendido este último
como la última fase, posterior a la superación de! capitalismo por la acción del
Estado socialista, en que el mismo Estado dejaría de existir.

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