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América latina
Economía y sociedad
Si bien el viejo sistema comercial colonial se venia desintegrando desde fínales del siglo XVII,
después de 1808, España deja de ser el intermediario entre América y Europa.
Venezuela, su guerra de independencia dura 20 años al igual que en nueva granda, México se
independiza en 1821, tenían el principal puerto del caribe, Veracruz.
Si bien puerto rico y cuba aun eran colonias españolas, a estas se les permitió comerciar con
otros países (1817).
Poco después de 1812 Valparaíso se convirtió en el principal puerto del pacifico sudamericano;
fue el punto desde donde los productos ingleses eran transportados a otros puertos desde la
serena hasta guayaquil.
A finales del siglo XIX gran bretaña fue perdiendo el casi monopolio comercial que había
establecido en las guerras de independencia; esto debido a el aumento del comercio estado
unidence debido a su notable flota que tenía controlados algunos comercios en África, Asia y
parte de Europa.
Las grandes exportaciones agrícolas de Latinoamérica iban dirigidas hacia Francia, Cerdeña,
España, Portugal y estado unidos; en su mayoría se trataba de la triada de vino aceite y harina.
1808 después de esta fecha las exportaciones británicas tuvieron un alto impacto en la balaza
comercial de Latinoamérica, las importaciones eran mas caras que las exportaciones, (se
exportaba mas de lo que se importaba). Esto se estabilizaba en parte con la exportación de
metales preciosos, aun que en un principio (segunda y tercera década del siglo XIX) se
consideraba fuga de capital dichas exportaciones, por diferías razones la primera de ellas era
un resentimiento contra el español, los hábitos ingleses que incentivaban las exportaciones y la
mas importante por el estancamiento de las exportaciones en América latina.
Para los criollos la obtención de una plaza de funcionario era una necesidad no un honor.
Durante la primera mitad del siglo XVIII las necesidades financieras de la corona dio pasa a la
venta de cargos a los criollos.
militarización de la sociedad
A principios del siglo XVIII la esclavitud en ningún lugar de Latinoamérica eran tan importantes
como en cuba y Brasil.
Esclavitud negra
División de la sociedad.
En los países donde su mano de obra era, mas necesaria no fue así hasta la década de los
ochenta.
-Los mestizos y los pardos no fueron admitidos en las universidades hasta 1850.
-El sistema de castas quedo herido de muerte cuando en los primeros años de independencia
local, ya no fue necesario inscribir el orden racial de los niños.
-La guerra favoreció a los criollos a ascender a puestos altos militares y menos frecuentemente
políticos.
-una consecuencia de la expansión del comercio fue la aparición de los comercios al detalle,
muestra de una complejizacion de la sociedad.
- el mercado interno no sufrió muchos cambios, aun mantenía rasgos de herencia colonial.
Tercer cuarto del siglo XIX transición de la historia económica de América latina, periodo de
estancamiento económico, excepto cuba, crecimiento de las exportaciones entre las décadas
del 70 y 80, la crisis del 48 fue mas que nada producto de la revolución industrial, fue el exceso
de productos manufacturados que superaba la demanda del mercado mundial.
Desde 18741, el fin del boom del guano comporto algunos reajustes penosos pero necesarios
y así Perú no estuvo bien preparado para afrontar la prueba realmente dura que seria la guerra
del pacifico, 1879-1883,
Todos compartían la lengua y las instituciones españolas y todos habían sido gobernados
bajo el mismo sistema colonial
La política de los militares, como grupo corporativo, también pesó en la política general de
la nación
Es difícil generalizar sobre el papel que los militares jugaron en la vida política, por la
ausencia de investigaciones sistemática sobre la política de los años que siguieron a la
independencia.
Las elites políticas sólo estuvieron contadas veces lo suficientemente unidas para poder
evitar que sus países cayeran frecuentemente en golpes de estado, rebeliones, o guerras
civiles.
Se asociaron las ideas sociales y económicas liberales con los países occidentales más
poderosos y más avanzados económicamente.
Además la revolución Francesa, a pesar de la violencia que alcanzó, sirvió, al menos en parte,
para legitimar la idea liberal de igualdad jurídica.
En las primeras décadas de independencia se tomaron las primeras medidas para abolir la
esclavitud, proceso que quedó concluido por lo general a mediados del decenio de 1850.
Aunque los primeros pasos hacia la destrucción de las comunidades indias se dieron a
principios de este periodo, el proceso no culminó hasta después de 1850 cuando las
economías hispanoamericanas se integraron más en la economía internacional.
La iglesia y el ejército - las dos mayores corporaciones que han existido durante el periodo
colonial- continuaron siendo importantes, aunque no dominantes, si bien sus estructuras
fueron también sacudidas durante los años de la independencia. Sin embargo, tanto iglesia
como cuerpo militar, continuando siendo instituciones de gran peso a las que los nuevos
estados tuvieron que enfrentarse. Muchos políticos advirtieron que el poder y los privilegios
de la iglesia constituían una importante traba al crecimiento económico. Finalmente,
también consideraban que el atrincherado poder de la iglesia y del ejército ponía en peligro
el control de los civiles sobre el estado secular.
Urgía implantar escuelas primarias en todos los municipios, de modo que la gente pudiera
prepararse para ejercer sus funciones de ciudadano.
En casi todos lados, la ola reformista fue seguida de un periodo de pesimismo y de
conservadurismo debido a las crisis económicas, los rebrotes de inestabilidad política y, en
algunos lugares, las reacciones sociales, contra las reformas. (reformismo v/s criollismo)
Pero inevitablemente, fueron muy influenciados por los ejemplos políticos francés e inglés,
tanto directamente como por medio del liberalismo español, así como por el modelo de los
Estados unidos. Con esto, uno de los problemas con que se enfrentó la elite, fue el cómo
reconciliar la cultura política español, con los modelos políticos, inglés, francés y
estadounidense.
La milicia jugó un papel importante en la caída del poder español, sobre todo en Buenos
Aires y Caracas.
En este periodo, la cuestión fundamental era controlar a los militares de modo directo, la
cuestión de los fueron militares aún no se había planteado.
Los gobiernos nuevos en parte consiguieron controlar a la iglesia y usar su influencia para
sostener al estado. Mientras que gran parte del clero bajose sentía inclinado por los nuevos
gobiernos autónomos.
Las ideas de los nuevos gobiernos representaban una ruptura con el pasado. Y la mayoría
de los gobiernos se construyeron sobre los modelos republicanos de los Estados Unidos y
de la revolución Francesa, donde implícita o explícitamente estos ideales debían basarse en
la noción de contrato social. Y casi todas estas primeras constituciones reconocieron la
existencia de derechos naturales inalienables. La mayoría quiso proteger estos derechos
mediante la división de los poderes y haciendo que el ejecutivo fuera más débil que el
legislativo.
Por otro lado, muchos líderes criollos también creyeron que necesitaban tener un gobierno
más fuerte, más centralizado, para ganarse la confianza de las potencias europeas, para
poder obtener préstamos, así como lograr el reconocimiento diplomático.
Bolívar y otros jefes militares trataban de establecer una república más paternalista, en
realidad una monarquía constitucional con apariencia de república. Para Bolívar y otros, los
modelos constitucionales más atrayentes eran la monarquía constitucional británica y las
constituciones consulares napoleónicas de 1799 y 1802.
El modelo Bolivariano fracasó en todos lados (se los dije!) porque para muchos
componentes de la elite civil se parecía demasiado a la monarquía. Además, el sistema
de Bolívar, al establecer un presidente y un senado vitalicios, violaba uno de los principios
más apreciados por los liberales que habían estudiado en la universidad; la alteración en los
cargos como medio de evitar la tiranía.
Por un lado, las influencias de los intelectuales eran: Montesquieu, Constant y Bentham; y
por parte de la elite eran: Maquiavelo, Constant (mirado desde otro punto que los
intelectuales no tomaban, es el “curso de política” de Constant) y Cottu.
Las constituciones y las leyes fueron redactadas por hombres que tenían estudios
universitarios, que ocupaban la mayoría de los asientos en las cámaras y que detentaban
cargos en los ministerios.
Los caudillos regionales debían satisfacer a las oligarquías locales de propietarios que a
menudo eran la base de su poder. El interés principal de los grandes propietarios era contar
con el apoyo o la benevolente neutralidad de los funcionarios locales en sus disputas sobre
la propiedad de la tierra.
Mientras que la ideología política y las instituciones que la representaban eran esenciales
para los políticos con estudios superiores, para muchos otros podían tener poca
importancia. Esta falta de interés por los principios constitucionales fue picantemente
expresada por Diego Portales, figura importante en Chile de los años treinta.
La autoridad estuvo en manos de de líderes fuertes que tendían a ponerse por encima de las
leyes y las constituciones. Estos líderes eran considerados como caudillos. Este término se
refiere a cualquier líder preeminente, donde la mayoría eran líderes militares que habían
alcanzado renombre en las guerras de independencia. Entre caudillo y sus seguidores
existían lazos de lealtad personal. Este, debía ser de gran personalidad, tratándose de un
hombre con gran magnetismo personal que dominaba a sus inferiores por el peso de su
voluntad. La clásica descripción hecha por Faustino Sarmiento en su Facundo dice: << ¡Si yo
fuera a la calle y dijera al primer hombre que encontrara “Sígueme!” me seguiría sin ninguna
clase de duda>>. Era un hombre de coraje, y aunque perteneciera a la clase alta, cultivaba un
estilo popular a fin de que sus seguidores se identificaran con él. Tiene personalidad
autoritaria, donde atemorizaba tanto a sus seguidores como a sus enemigos. Entonces, el
caudillo se contempla como un sistema social estructurado sobre bases de dependencia
mutua entre jefe y su grupo.
La interpretación más sofisticada, decía que el caudillo mismo era cliente de ricos patrones
que lo creaban y controlaban como un instrumento de sus propios deseos políticos y/o
económicos. Aquí, los lazos caudillistas de patrón-cliente, a menudo formaban elaboradas
pirámides en las que los caciques locales, con sus seguidores personales, prometían lealtad
a los jefes regionales, quienes a cambio concedían al menos un apoyo temporal y condicional
a los caudillos. En término de clases sociales, se contempla al caudillo como alguien que
asciende socialmente, un hombre de orígenes relativamente modestos, cuya ansia de poder
en parte es impulsada por el deseo de riqueza y de status social. Pero hay otros que nacieron
en la clase alta, como Bolívar, y estos atemorizaban mucho más a las clases altas. Muchas
veces tenían que gobernar por medio de la violencia, era frecuente ver actos arbitrarios.
Pero en definitiva, para un caudillo, la cuestión fundamental era la lealtad personal.
La tendencia de converger todo el mundo político en las capitales, dio lugar a una
consecuencia inesperada: al drenar sus elites profesionales minó el desarrollo de las
provincias.
La elite tuvo que afrontar la cuestión más problemática de distribuir el poder entre los
criollos civiles y los militares.
Los líderes militares también fueron importantes para imponer orden allí donde el estado
era tan débil que el poder político estaba fragmentado y era descentralizado. Así pues la
militarización de la política presentó dos formas básicas. En México y Perú los caudillos
tenían su base de apoyo en las unidades del ejército regular. En el segundo modelo, donde
las provincias de la plata son el mejor ejemplo, lo característico era el caudillo que como
punto de apoyo tenía a la milicia local y el respaldo de los propietarios y los comerciantes
de la región, en este último, la función del caudillo fue conservar el orden en la región y
defender a la provincia de la desorganización.
Así, los caudillos y los políticos se vinculaban en una relación simbólica caracterizada por la
sospecha y una dependencia mutua. Si bien los caudillos en muchos lugares decidían quien
ejercería el poder, sería un error considerar que monopolizaban el poder o que las elites
urbanas no contaban nada para ellos. También sería erróneo dar a entender que los grandes
propietarios dominaban completamente la política de entonces.
En lo que se refiere al federalismo, por lo menos en Chile y México, son motivaciones que
apelan a deseos regionales de autonomía política y proteger libertades individuales del
poder del Estado. Hasta 1845, es el centralismo el que triunfa en la mayoría de los países,
luego de este año hay una segunda ola de federalismos pero impulsada por los
conservadores que apoyan esta idea ante la perdida del control del Estado, es un
oportunismo para conservar su poder en las regiones donde eran superiores. El conflicto
por el centralismo y federalismo tendió a ser mas retórico y táctico, que de fondo.
El consenso en materia económica se dio desde 1845, con las salvedades de la Región del
Río de la Plata y Venezuela. Al incorporarse Latinoamérica al sistema comercial atlántico y
con la creciente demanda europea y norteamericana de materias primas de la región,
permitió que la mayoría de los países pudieran equilibrar su comercio con el exterior, por
lo que parecía justificado la fe económica liberal en el libre comercio. En Venezuela no hubo
acuerdos en torno a la economía por los altos intereses por las deudas contraídas en la época
de crisis, en los años 30 y por el destrozo de la agricultura al no contar con protecciones.
Las reformas liberales dividieron a la elite solo cuando esta se refirió al poder y los
privilegios de la Iglesia, ya que para los liberales doctrinarios era principal obstáculo a
vencer para lograr la modernización económica, social y política de Hispanoamérica.
Atacaban sus privilegios jurídicos, ya que minaban la autoridad del Estado; la disciplina
religiosa, ya que negaba al clero pensar libremente y a la vez, controlaba la forma de pensar
de la población; y la oposición de la iglesia a la tolerancia religiosa que impedía la
inmigración de los europeos no católicos, cuya habilidad y capital se necesitaba
urgentemente para levantar una economía moderna.
La iglesia, para mantener su poder, movilizaba a las clases populares urbanas en contra de
la tolerancia religiosa y la inmigración extranjera, también al verse sus privilegios jurídicos
amenazados contaban con el apoyo de militares de carrera que también se les querían
quitar ciertos privilegios. La arremetida contra la iglesia tuvo su ritmo en cada uno de los
países, no fue uniforme. Mientras en Buenos Aires y Montevideo en los años treinta
socavaron el poder de esta, en Perú y Chile se pospuso hasta los 50.
Los artesanos urbanos también se movilizo y se alió, en ciertos casos, con los nuevos
liberales, pero buscaban objetivos diferentes. La creciente demanda europea de productos
y materias primas tropicales de América creo un nuevo ambiente de optimismo entre la
clase alta, impulsando una voluntad de regeneración política y de cambios institucionales,
en cambio, para los artesanos significo la llegada masiva de productos de consumo que
amenazo con hundirlos.
Esta nueva generación liberal fue receptiva de las nuevas influencias europeas, el impacto
de estas, junto con las tensiones intergeneracionales ayudaron a polarizar las ideas políticas
en el periodo que transcurrió de mediados de 1840 a 1870. El gran problema seguía siendo
los poderes y la influencia de la Iglesia. La influencia de Lamennais con su critica a la Iglesia
como organismo político enfocado en el dinero, el poder y las dignidades, así como su
invocación al cristianismo primitivo, popular y extra-eclesiástico, influyeron en muchos
hombres de la nueva generación. Tenían un espíritu fuertemente democrático -apoyando la
ampliación del sufragio- , insistiendo en la separación de la Iglesia del Estado. La imagen de
la revolución europea de 1848 los impulso a interesarse en las clases bajas urbanas y su
potencial movilización como clase trabajadora de las ciudades. La nueva generación, a pesar
de tener estas características, era más individualista y liberal, que socialista. Surgió en Perú,
la Sociedad del Progreso, en Chile, la Sociedad de la Igualdad, buscando esfuerzos por
ilustrar a las masas trabajadoras a fin de movilizarlas.
Estos políticos perseguían los mismos objetivos que sus predecesores, pero con nuevo
espíritu e intensidad, creyendo que se había fracasado al intentar liberalizar la sociedad
hispanoamericana. Reclamaban también la libertad de conciencia, prensa, educación y
comercio, insistiendo en el individualismo liberal, en el ideal de igualdad ante la ley, abolir
impuestos que constreñían las actividades como la alcabala, el diezmo y los monopolios
gubernamentales. En los 50 se opusieron a la intervención estatal en economía, otorgar
privilegios monopolísticos a empresas privadas o publicas y eliminar los privilegios
jurídicos del ejército y de la Iglesia. Buscaban la abolición total de la esclavitud y la
incorporación total de las comunidades indias en la sociedad dominante y capitalista.
Se concebían a si mismos llevando adelante una revolución política, económica y social que
traería la culminación del movimiento que se había iniciado en 1810, pero que había sido
traicionado en los años 30.
Las diferencias con los reformadores de los años de la independencia, radican en que el tema
de la Iglesia era un tema crucial, también el individualismo liberal fue acompañado de una
retórica del socialismo asociativo francés y gracias a las influencias del socialismo francés y
a la revolución de 1848 se insiste mucho mas en el ideal de la democracia social.
Con todo esto el conservadurismo también se desarrollo de forma mas articulada, ya que en
1830, las fuerzas políticas de este conglomerado habían actuado sin una doctrina marcada,
ya que al contar con el apoyo del orden social establecido y al no existir una oposición
político importante, no necesitaron de una doctrina.
En el caso mexicano, Lucas Alaman, en los años 20 residía su lucha en la defensa de su clase,
como una batalla entre “los hombres de propiedad y respetabilidad” - cuya situación
garantizaba un uso responsable del poder- y un grupo de ambiciosos hombres de clase baja
que se querían beneficiar “a costa de la nación”. En los 40 su visión cambia al decir que
criticaba la tendencia liberal al basar el pensamiento y la acción política sobre principios
abstractos, subrayando que las instituciones políticas debían ser el resultado de la larga
experiencia histórica de un pueblo concreto, es decir, la autoridad debía basarse en la
tradición. Las teorías liberales, al destruir las bases tradicionales del respeto a la autoridad,
no dejaron a las autoridades gubernamentales “otro medio que la fuerza para hacerse
obedecer”.
Ante el tema de la Iglesia, los conservadores, concebían a esta como una institución central
tanto para dar estabilidad a la sociedad como para conferir autoridad al Estado, según
Herrera, la Iglesia era parte integral del Estado y de la sociedad. Otra visión era más
instrumental, al verla como una institución que era útil como elemento cohesivo de la
sociedad o como un medio de movilización política. Mariano Ospina Rodríguez, conservador
de Nueva Granada consideraba que la religión era una fuerza de movilización política, ya
que la libertad política, por un lado, era una cuestión en la que los conservadores
inteligentes creían, pero, pero que no servía para cohesionar porque las masas
conservadoras no la entendían, por otro lado, la seguridad personal y de la propiedad
también eran principios importantes para los conservadores pero, desafortunadamente,
solo movían a la gente a actuar prudentemente y no a luchar, y por ultimo la única bandera
conservadora que tiene vida y muestra resolución y vigor es la que obra por sentimientos
religiosos.
Las elites políticas se dividieron en facciones con una identidad más o menos claras, antes
de 1870, el grado en que los grupos se podían llamar partidos variaba de una región a otra.
En los países en los que dominaban violentos caudillos políticos, como ocurría en las
Provincias Unidas del Río de la Plata, Bolivia o Perú, no había lugar para que se desarrollaran
los partidos cuya finalidad era ganar las elecciones. En ningún país, antes de la década de
1850, hubo organizaciones que movieran a las masas, salvo en Chile, que en 1820 ya se
habían configurado los sectores conservadores y liberales. Las elecciones eran importantes,
dado que la mayoría de los cargos políticos eran ocupados mediante elecciones indirectas,
era importante lograr apoyo de ciertos electores previamente elegidos.
Los grupos políticos se formaban bajo una base de individuos que se adherían a los lideres
o grupos políticos que con mas probabilidades les iban a recompensar, de esta manera,
existen muchos grupos políticos que parecen tener como eje de su existencia este tipo de
vinculación personal, mas que una consistencia ideológica, se encuentra esto
particularmente en los grupos formados en torno a los caudillos o de otros lideres políticos
dominantes. En la formulación más común se agrupa a propietarios, militares y clero en la
coalición conservadora, mientras que se engloba a profesionales y comerciantes en el
bloque liberal. Estas afirmaciones pueden ser falsas en la medida que comportan que en
cada uno de estos grupos sociales había unanimidad. Por ejemplo un solo individuo podía
ser a la vez un gran propietario, un comerciante y, posiblemente, también un abogado o un
oficial militar. Es artificial diferenciar políticamente a la gente según su ocupación.
Incluso si se pudiera dividir netamente a los miembros de la clase alta en grupos según su
función económica, resultaría aun imposible verlos separados en grupos de intereses
económicos enfrentados. Los últimos estudios indican que los propietarios, los
comerciantes y los profesionales figuraban de forma prominente en la mayoría de los
grupos políticos. A saber un individuo se inclinaba por ser conservador si, en términos
sociales, ocupaba una ubicación central, y a menudo había nacido y crecido en ciudades que
habían sido importantes centros administrativos o bien ciudades universitarias durante el
proceso colonial. En estas poblaciones se caracterizaban por tener un ethos más
aristocrático, una jerarquía social más rígida que las ciudades provinciales de menos
importancia. Estos jóvenes tenían mayor acceso a la universidad y luego estar dentro de la
elite, los llevaban al poder. La ubicación central podía ser por el poderío económico.
Los liberales solían ocupar una ubicación social más periférica, procediendo de ciudades
provinciales, en donde la estratificación social era menos pronunciada, tenían menos
posibilidades de acceder a la educación superior, que constituía una vía para entrar a formar
parte de la elite política, tanto a través del aprendizaje formal como a través de los contactos
sociales que proporcionaba. Ante el traslado a las grandes ciudades, y enfrentarse a ese
escenario, les hacia pensar en la igualdad ante la ley y la capacidad individual y que no
tuvieran ningún interés en proteger las estructuras coloniales del poder, el privilegio y el
prestigio.
El liberalismo era más fuerte en aquellas provincias que, habiendo sido centros coloniales
de poca categoría, habían llegado a ser mas importantes en la política o la economía de la
república. Provincias que aspiraban a luchar por el poder y la influencia política.
Tuvieran la preferencia que fuera, sorprende ver la poca confianza que tenían en sus
propios países. Pensaban que la mayoría de su población era atrasada e ignorante, la elite
creía que sería difícil formar una nación con tal tipo de gente. Se consideraba que los
inmigrantes no solo contribuirían con sus conocimientos y capitales sino que también
europeizarían la sociedad. La confianza en si mismo se vio minada por la crónica
inestabilidad política que hubo en todo este periodo con la correspondiente inseguridad de
la propiedad durante los años de la guerra civil. A su vez perdían confianzas al tener que
soportar la presión de las potencias extranjeras, así las facciones de la elite a menudo
sentían la tentación a comprometer la independencia nacional a cambio de obtener la ayuda
de una potencia extranjera. Surgía así un frágil sentido de nacionalidad, solo en Chile existía
es sentimiento luego de el orgullo nacional de vencer ala confederación Perú-Boliviana en
1839 y la prosperidad económica y el orden político de 1830 a 1850.
La explicación cultural se fija más en elementos psicoculturales más que en las instituciones.
Atribuyendo la inestabilidad al individualismo anárquico, intolerante, y exclusivista que
invadía a la cultura española. A su vez, García Calderón, peruano, señala el peso de la
tradición monárquica que en la era republicana conducía a la dictadura presidencial o que
a su vez provocaba la rebelión.
El escritor ingles Cecil Jane explica que vio a los españoles y a los hispanoamericanos como
idealistas extremos que buscaban combinar el orden y la libertad individual de formas tan
perfectas que la política hispanoamericana se hundió primero en un extremo (el
despotismo) y después en el otro (la anarquía), en vez de buscar la estabilidad en el
compromiso constitucional de los dos principios confrontados. En el siglo XIX cuando los
conservadores, que personificaban el principio del orden, estaban en el poder se dedicaban
a implantar el orden hasta tal punto que inevitablemente provocaban una reacción violenta
en defensa de la libertad. La falta de barreras dictatoriales traía el caos individual, que a su
vez provocaba el retorno a la dictadura.
Esto es posible explicarlo desde España, ya que a diferencia de otros países de Europa, las
instituciones feudales fueron débiles, los diferentes grupos de interés (nobleza, iglesia,
comerciantes, etc.) mas que formar grupos de poder relativamente autónomos,
dependieron fuertemente del Estado. Este estaba corporizado en el poder patrimonial del
rey, que no solo era fuente de todo patronazgo, sino también el arbitrio definitivo de todas
las disputas. Gobierna de una manera personalista potencialmente arbitraria más que
conforme a la ley. La organización del poder dentro del sistema dependía en definitiva del
rey, sin la presencia del rey, el sistema se deshizo.
Los puntos flojos de esta afirmación radican en que se considera a la cultura española como
algo estático y que no evoluciona y se hubiese cristalizado en el tiempo. La legitimidad de
los gobiernos también es cuestionada, ya que en el caso chileno la prosperidad económica
ayudo para que el gobierno aplastara a su oposición, o intentos de rebelión, a diferencia de
los otros países latinoamericanos que no tenían la bonanza económica experimentada por
Chile.
Las interpretaciones de la inestabilidad que subrayan la falta de una clase fuerte y unida
dedicada a sostener al Estado se completan subrayando también la debilidad financiera de
los nuevos gobiernos. La falta de fondos les hizo difícil conseguir la fidelidad del ejército, así
como captar las elites civiles potencialmente disidentes a través del patronazgo. Tulio
Halperin atribuye la debilidad financiera de los nuevos estados en parte a las consecuencias
de la relación de Hispanoamérica con una economía atlántica. Los agudos desequilibrios
mercantiles crearon una escasez de circulante y una contracción económica, debilitando las
bases económicas de los gobiernos. Al mismo tiempo, su base social, sobre todo la burguesía
urbana, quedo debilitada por la invasión de comerciantes extranjeros que se produjo y por
la incapacidad del Estado de pagar a sus funcionarios. Exagera el grado en que los
comerciantes hispanoamericanos se vieron zarandeados, ya que en muchos lugares el
control ejercido por los comerciantes extranjeros solo fue temporal.
Para los sectores superiores de la sociedad, la nueva era se caracterizaría más bien por la
posibilidad de hacer dinero que por la conflictividad política, por el predominio de un serio
sentido practico más que de una cruzada ideológica.
CAPITULO 3: MÉXICO
El gano apoyo de los viejos guerreros de la independencia. Gral. Vicente Guerrero, por ejemplo.
Busco atraer al sector eclesiástico: por medio de la mantención de sus privilegios, que se veían
amenazados en España por el régimen liberal revolucionario.
30 de junio de 1821: desembarco en Veracruz el capitán general Juan O´Donojú, el cual debía
introducir las reformas liberales. Sin embargo, también debía mantener la colonia en el centro
del imperio español. O´Donojú, al llegar a México, vio que la independencia era una realidad y,
literalmente, quería retornar a su patria lo antes posible.
24 de Agosto de 1821, en Córdoba, al pie nevado del volcán Ctlaltepelt, firmaron un tratado
que reconocía al Imperio mexicano como una nación soberana e independiente, no obstante,
difería del tratado de Iguala, puesto que ofrecía el trono a Fernando VII, o a un príncipe de
alguna casa reinante. Sin embargo, ninguno de los cuatro príncipes que se pretendían (todos
españoles, x cierto) En eses caso, el congreso elegiría.
O´Donojú, a pesar de que firmo el acuerdo con su titulo constitucional de Capitán general y jefe
político superior, hasta hoy, a pesar de ello, se le reconoce como el último virrey español.
O´Donojú murió e Iturbide no envió emisarios a Madrid para que enviaran otro representante.
Realista: Iturbide
Republicano: Guerrero
“La noche del 18 de Mayo de 1822, la guarnición militar local le proclamó emperador con el
nombre de Agustín I y la mañana siguiente , bajo una considerable presión militar y popular, el
congreso aceptó la situación y reconoció la nueva monarquía” (Pág. 108).
Fue coronado por el presidente del congreso, porque el arzobispo declino ungir al nuevo
dirigente, el 21 de julio en la catedral de la capital.
Si bien desde el principio esto contó con poco apoyo (la nobleza mexicana anhelaba un príncipe
europeo), debido a que era hijo de un comerciante. Muchos otros, burgueses y comerciantes
incluidos- de origen español- no veían con buenos ojos que un igual estuviera por sobre ellos,
y empezaron a preferir las ideas republicanas. Ya que de esa forma, cualquiera podía optar a
la presidencia.
Iturbide tampoco demostró mucho tacto, puesto que el 31 de Octubre encarceló a miembros del
congreso y, posteriormente, lo cerró. Violando así puntos fundamentales del plan de Iguala y
del tratado de Córdoba. (También violo el tratado al no ofrecer el puesto a un príncipe europeo).
Además, tampoco manejo con mucha maestría el tesoro nacional, por lo que la nación tenía
serios problemas económicos.
También se desperfilo al querer implementar medios confiscatorios, ya que los comerciantes
que se vieron afectados buscaron apoyo en los borbonistas. Fue el comandante militar de
Santacruz, Santa Ana, quien el 2 de diciembre de 1822 proclamó la republica y apeló a la
reinstauración del congreso. Posteriormente, unos días más tarde, se arrepintió porque en eses
contexto, el termino república era demasiado revolucionario.
El manifiesto de Santa Ana pedía “la verdadera libertad de la patria”, lo que para los republicanos
conllevaba a la república y para los borbonistas y españoles implicaba una monarquía
constitucional.
“Garantías de Iguala”
6 de diciembre de 1822: Santa Ana recibió el apoyó de Guadalupe Victoria, que no solo firmo
el manifiesto, sino que además era de tendencia republicana. Ahora bien, a pesar de ello, Santa
Ana se unió a esta vertiente política pesar de que en las guerras de independencia el no solo
había sido realista, sino que también había apoyado a Iturbide. Muchos generales se les
unieron,
“No estamos en contra del sistema de gobierno establecido -dijeron- , no intentamos hacernos
republicanos, nosotros solo buscamos nuestra libertad”. Pero a pesar de ello dio la ilusión de
que eran republicanos.
Las cosas se precipitaron de tal manera contra Iturbide (incluso que lo abandonaran muchos
oficiales que antes lo habían apoyado) que abdico como emperador el 19 de marzo de 1823. Y
el congreso eligió un nuevo triunvirato, conformado por los generales Victoria, Bravo y Negrete.
(Los dos primeros considerados republicanos).
Ahora bien, la república Mexicana llego a conformarse por el movimiento que realizó Santa Ana,
pero fue pensada por intelectuales y hecha posible- y hecha suya- por el ejercito.
Si bien el congreso, en mención al aporte que Iturbide realizó a la independencia, le hizo entrega
de una generosa pensión para que viviese en Italia, el no estaba satisfecho y volvió a México
por la errónea idea de que había adeptos a su política aun. No sabía que el congreso lo había
declarado traidor y, a los pocos días de llegar, fue apresado y ejecutado.
El triunvirato trabajo para recuperar la confianza pública, y así obtener 2 empresitos con
Londres:
Ingleses:
- ministro del interior y de asuntos extranjero desde 1823. Fue la persona que más contribuyo a
llevar capital extranjero a la reciente republica.
Los antiguos sostenedores del Imperio mexicano, dirigido por un príncipe europeo, pasaron a
ser republicanos centralistas.
Y los que estaban contra Iturbide se convirtieron en federalistas y anhelaban una organización
federalista como la de Estados Unidos.
En 1823 reapareció la vieja batalla entre borbonistas y republicanos. Los primeros fueron
acusados de haber derrocado a Iturbide pese a que era lo que todos deseaban; y a los segundos
se les unieron los antiguos seguidores de Iturbide y, en el congreso, ganaron los federalistas.
Noviembre de 1823: se reúne el congreso y aprueba una constitución federal muy similar a la
de Estados Unidos., de hecho, adopto la costumbre de elegir presidente y vicepresidente,
aunque no fueran del mismo “partido político”, aunque entrañase cierto riesgo.
Se estableció también la división de los poderes del estado en ejecutivo, legislativo y judicial.
No mencionaba igualdad ante la ley, a diferencia del “plan de Iguala”. De hecho, con este
comparte solamente dos de lo tres puntos, puesto que en vez de un príncipe europeo mantiene
un régimen federalista. Ahora bien, el hecho de la no igualdad civil era solo en beneficio de la
casta militar y de los religiosos, pues no mostraban ningún interés en salvaguardar la
insignificante nobleza mexicana, que había tenido su minuto de gloria en desmedro de
privilegios para ellos. (“ya fuera federal o centralista, sería un militar el presidente de la
republica”)
España estaba intentando, mediante los cargos burocráticos que ocupaban algunos hispanos,
recuperara el poder de México, porque fuero los únicos que no aceptaban la evolución que esta
nación había tenido. Los federalistas utilizaron el nacionalismo como un arma contra los
centralistas, que estaban dando su apoyo a los españoles.
Bravo, el vicepresidente y líder centralista, fue derrotado por un antiguo compañero de armas,
Guerrero, y mandado al exilio. La diferencia yacía en que Guerrero abrazó la causa federalista.
Por causa de la revuelta de Bravo, los centralistas ni siquiera pudieron presentar candidato a
las elecciones presidenciales de 1828.
Pedraza salio presidente, Guerrero no lo acepto y Zavala organizó una revolución en su nombre,
y triunfo en la capital en diciembre de 1828. Recibió el poder de manos de Victoria el 1 de abril
de 1829.
Guerrero era un símbolo de resistencia mexicana frente a todo lo español. Y por tanto, inicio
echando a los españoles que aun vivían en la república, y Zavala, su ministro de hacienda,
encontró el tesoro casi vacío,
Impuestos
1829 la temida invasión, aunque Santa Anna fue a Tampico, donde habían desembarcado, y
los aplasto. Sin embargo, tras esta breve unión en Pro de un enemigo en común, al retornar la
tranquilidad de su autonomía, volvieron los conflictos internos.
Guerrero no fue atacado directamente por los conservadores, no obstante Zavala y Poissent si
(este último era un protestante norteamericano y, por tanto, rechazado por los católicos). Ahora
bien, el primero renuncio a su cargo y el segundo se fue poco después, por lo que Guerrero
quedo sin el apoyo de sus más fieles hombres, perdió al poco tiempo el cargo. El vicepresidente
Bustamante y Bravo tomaron el control. Guerrero se retiro tranquilamente.
Reprimió a la oposición
Desde esas bases, los términos generales de lo que se quería estaban ya implantados, y fue
Gómez Farías quien organizó a oposición al ahora ya débil gobierno de Bustamante.
A finales de 1822 Bustamante, sin sus partidarios más fieles- a los que se creía causantes de
la muerte del héroe nacional el general Guerrero- simplemente dimitió.
1833, Santa Anna fue elegido presidente y Gómez Farias vicepresidente. Este último llevo a
cabo importantes reformas a la Iglesia, derogo la ley civil de los diezmos, pasando a ser
voluntario. Se declaro ilegal la venta de los bienes monásticos.
También intento reducir el tamaño del ejercito, pero los militares pidieron la intervención de
Santa Anna, por lo que el comenzó a asumir su nuevo cargo en la capital.
Santa Anna, conciente de que el centro del federalismo era Zacatecas, los invadió, y gano. Sin
embargo, con Texas fue otra cosa y, al final, esta quedo como limite entre México y Estados
Unidos.
Por una mala gestión y represión con variadas provincias, volvía a haber un ambiente de
revolución. El general de Guadalajara Mariano Paredes Arrillaga exigió la destitución de
Bustamante, y que se modificara la constitución de 1836. Santa Anna actúo como intermediario,
convirtiéndose en presidente provisional en 1841.
Santa Anna busco el apoyo de la iglesia para recuperar Texas y Yucatán. A pesar de ello, se
reformulo la constitución y, en el segundo borrador, se especificaba la igualdad de todos ante
la ley. A pesar de ello, y como concesión a Santa Anna, no se hablaba de estados, si no de
departamentos. Cabe también destacar que la educación, a este período, sería gratuita.
También, dentro de estas reformas, el presidente tenía un poder suficiente para ejercer un
gobierno centralizado, sin embargo, no un poder ilimitado, pues no deseaban déspotas.
A partir de aquí las batallas fueron por la soberanía de Texas ya que, México y Estados Unidos
la reconocían como parte de su territorio. El congreso norteamericano acepto la anexión de
Texas y de aquí comenzó la revuelta. México entero estaba furioso por este hecho. Sin
embargo, Herrera noto que esta furia, sin el respaldo europeo y sin los medios económicos era
en realidad una guerra perdida de ante mano. Intento negociar y sus compatriotas lo vieron
como alta traición y fue destituido, y Paredes asumió el cargo, que nuevamente estaba bacante.
Él, como católico conservador, no quería, precisamente, una republica liberal.
Bajo este tipo de pensador fue que Alazán resucito el Plan de Iguala. Sin embargo, la idea a
esas alturas no tenía ni pies ni cabezas, y fue desechada. Las hostilidades con el país fronterizo
estallaron en abril de 1846 y en tres meses derrotaron a los mexicanos.
Por increíble que parezca, Herrera se vio desprestigiado por el suceso y por sus ideales y fue
reemplazado por el exiliado Santa Anna y por Gómez Farías - recordar que hace ni dos años
atrás estaban paleándose- se propusieron trabajar juntos. De esto se entendió tácitamente que
el primero sería presidente y el segundo sería el vicepresidente. Esto, más tarde, fue ratificado
por el congreso.
Santa Anna se fue a la guerra y Gómez Farías se quedo a buscar los fondos para solventarla.
La más afectada fue la iglesia, y nuevamente comenzó el resentimiento. El 1 de abril se abolió
la vicepresidencia.
29 de marzo el puerto de Veracruz cae bajo las manos del general estadounidense Scott. El 15
de septiembre cae puebla. Santa Anna (dando una vez más pruebas de su altruismo y lealtad
al estado) dimitió como presidente.
La situación económica no vario mucho, los indios seguían en tierras comunales y los
terratenientes continuaban manteniendo sus haciendas. Y, en las haciendas, los trabajadores
estaban ligados a la propiedad por el peonaje. En este sentido, la deuda era lo que los retenía
en la mayoría de los casos. Cabe destacar que para el peón era conveniente pedir prestado y
endeudarse con su patrón, para así no ser echado de la propiedad. Una ventaja que tenían los
peones de este país era que podían tomar prestado maíz de la propiedad, algo bastante útil en
época de hambruna.
Yucatán era una excepción en muchos aspectos. Era federalista, por ejemplo, y su economía
estaba bastante desligada del centro, ellos cultivaban el henequén con bastante éxito.
No obstante esto, los blancos no cumplieron las promesas hechas de abolir, o al menos reducir
los impuestos parroquiales, o el derecho a usar las tierras publicas, por lo que los mallase
revelaron en 1847, a principio solo fue una revuelta, pero luego se convirtió en una verdadera
guerra. Se conoció como la guerra de castas. México no estaba para suprimir esta clase de
sublevaciones y llegaron a ofrecer este territorio a Inglaterra, incluso a EE.UU., CON TAL DE
QUE LOS CONTROLASEN Y A ELLOS, LOS PROTEGIERAN.
Herrera, con una pequeña fortuna, compro material militar a EE.UU. y normalizó un poco la
situación en México central. Luego, en cuanto a Yucatán, la guerra se prolongo por varios años,
hasta que, con ayuda de mercenarios inclusive, los mayas fueron apaciguados. De esto solo
obtuvo, esta ciudad, la imposibilidad de independizarse de México, pues no tenían nada las
clases terratenientes con lo cual solventarse.
A partir de 1854 México, finalmente, comenzó a poner orden la deuda extranjera y a pagar
puntualmente.
El gobierno del general Mariano Arista (liberal moderado) duro poco, por la no aceptación de
los conservadores, liberales radicales y seguidores de Santa Anna. Por lo que podemos ver,
todo se venía en contra de los liberales moderados, porque se creía que había traicionado a la
nación al haber firmado el tratado de paz y, por vender la mitad del territorio.
Luego de una nueva serie d presidentes “Express”, volvieron a nombrar a Santa Anna, el 17 de
marzo de 1853, pero, a diferencia de su anterior mandato, ahora los conservadores y los
liberales se inclinaban por su cargo. Lerdo de Tejada, secretario del nuevo ministerio de
fomento, hizo mucho para que se construyeran líneas telegráficas, que serviría mucho dadas
las condiciones del terreno mexicano.
Con el tiempo, el régimen de este hombre se fue volviendo cada vez más reaccionario y
autocrático, le encantaba vanagloriarse pero no gustaba del trabajo administrativo. Y, en cierta
medida, esto lo podemos ver a lo largo de su trabajo en el gobierno, siempre se quedo con el
campo de la guerra, y así obtenía la gloria. En cambio siempre delego lo administrativo al
presidente civil (yo deduzco que al vicepresidente).
Sin embargo, esta actitud beneficio notablemente a la iglesia, porque, entre otras cosas, permitió
el regreso de los jesuitas. Sin embargo, se extralimito, puesto que envío a varios liberales al
exilio o a prisión. Así que, como es ya recurrente, hubo otra sublevación.
Esta vez de mano del coronel Villareal, el 1 de marzo. Sus principales puntos eran la destitución
de Santa Anna, la elección de un presidente nombrado por el ejército revolucionario y la
conformación de un congreso extraordinario para la redacción de una nueva constitución.
1855. Santa Anna abandona la presidencia y se embarco al exilio. Volvió en 1874, cuando se
lo permitió el presidente Sebastian Lerdo. Y me alegra notificarles que murió dos años después,
en la ciudad de México.
Asumió la presidencia Álvarez, y se rodeo de una corte de ministros jóvenes, que no venían con
la carga de odios de las guerras anteriores, se los llamaba los puros. Eran, casi todos, liberales
radicales.
Los liberales terminaron con el “permiso de la iglesia a tener propiedades. Asimismo, los
liberales también buscaron terminar con las propiedades de las instituciones civiles. Y, a pesar
de las protestas de los campesinos se vendieron parte de estos ejidos (pastos comunales).
Se reconocía que, ahora que había un gobierno liberal en el poder, había que afianzarlo ahí,
sobre todo por la debilidad mexicana en la frontera con el estado norteamericano. También
reconocieron que, ahora que el federalismo había perdido su significado, la iglesia y su
oposición era el problema que debían de enfrentar.
La pelea se dio ahora entre dos presidentes del Estado. Por un lado el liberal de Guanajuato y,
por el otro, el conservador. Y ambos, como ya hemos visto, miraron a la iglesia a la hora de
buscar financiamiento.
Las cosas llegaron a su punto máximo. Por un lado los conservadores prometían retractar la ley
de Lerdo, por el otro, los liberales, pese a sus problemas internos, no cejaban en su afán de
victoria.
A principios de diciembre de 1860, la victoria era tan clara que el gobierno liberal de Veracruz
finalmente decreto tolerancia religiosa total.
1836-1864 algunos mexicanos vieron al imperio como una respuesta para finalizar los casi 50
años de anarquía y guerra civil, puesto que habían perdido la fe en su país para gobernarse a
si mismos.
Restaurada por Juárez, la república liberal duro hasta 1876, cuando el general Día destituyo al
presidente civil Lerdo. Este se conformo como el nuevo líder, y le dio a México una estabilidad,
un desarrollo económico sin precedentes al país. Sin embargo, en su afán de centra el poder
político, los jóvenes mexicanos lo consideraban una tiranía y, en 1911 fue su caída, y el principio
del primer episodio de la revolución mexicana.