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ASEPSIA:

Es la ausencia total de microorganismos patógenos y no patógenos.

ANTISEPSIA:

Es el procedimiento por el que se destruyen los microorganismos patógenos de superficies


animadas.

ANTISÉPTICO:

Sustancia química empleada para prevenir o inhibir el crecimiento de los microorganismos por lo
general se usa en los tejidos vivos.

ASEPSIA MÉDICA:

Eliminación o destrucción de los gérmenes patológicos o los materiales infectados.

Ejemplo: lavado de manos, instauración de técnicas de barrera, limpieza habitual.

ASEPSIA QUIRÚRGICA:

Protección contra la infección antes, durante o después de las intervenciones quirúrgicas


mediante el empleo de una técnica estéril.

CONTAMINACIÓN:

Pérdida de la pureza o calidad por contacto o mezcla así como por la introducción de microorganismos
en una herida o deposito de material radiactivo en cualquier parte donde no sea adecuado en especial
donde su presencia puede ser nociva.

DESINFECCIÓN:

Proceso por el cual se destruyen la mayoría de microorganismos patógenos que se encuentran en


objetos inanimados.

DESCONTAMINACIÓN:

Proceso para lograr que una persona, objeto o entorno, esté libre de microorganismos,
radioactividad u otros contaminantes.

ESTERILIZACIÓN: Es la destrucción o eliminación total de microorganismos, incluyendo las


esporas, de las superficies de objetos inanimados.

PRINCIPIOS DE ASEPSIA:

 Del centro a la periferia


 De arriba hacia abajo
 De la cabeza a la piecera
 De lo distal a lo proximal
 De lo limpio a lo sucio
 De adentro hacia fuera
MANEJO DE HEMODERIVADOS

HEMODERIVADOS

La transfusión sanguínea es un procedimiento terapéutico basado en el aporte de los diferentes


componentes sanguíneos (hematíes, plaquetas, granulocitos y plasma) obtenidos a partir de la
donación altruista. En la actualidad, debido a diferentes avances, como el cuestionario de exclusión
de donantes, los estudios para la detección de virus o la filtración para la desleucotización de todas
las unidades, la sangre es más segura que nunca, pero la indicación de transfusión se debe realizar
después de valorar el equilibrio entre sus riesgos y beneficios.

La sangre y derivados se utilizan para restaurar el volumen sanguíneo, mejorar la hemoglobina o


corregir los niveles séricos de proteínas.

Cuando se realizan cirugías programadas o de urgencias, que eventualmente pueden requerir la


transfusión de sangre o sus derivados, y como la transfusión tiene riesgos y complicaciones,
mortalidad en algunos casos, se hace necesario el contar con guías para el manejo adecuado y
seguro de la sangre y sus derivados.

Administrar correctamente una transfusión sanguínea requiere dosis considerables de habilidad y


conocimiento, lo que exige seguir estrictamente una serie de pasos correlativos para poder
controlar, detectar y solucionar cualquier anomalía que pudiera producirse durante la transfusión.

Por todo ello, consideramos esencial disponer de una normativa de trabajo protocolizada para:

ü Evitar errores en la selección y administración de los productos.

ü Prevenir y controlar posibles complicaciones.

ü Realización de la técnica de forma sistemática.

ü Valoración del paciente durante la realización de la técnica.

ü Registro de las incidencias en la historia de enfermería.

En la transfusión de cualquier hemoderivado se deben tener en cuenta los siguientes puntos:

ü El beneficio de transfundir siempre debe ser mayor a los riesgos que implica la transfusión.

ü Se debe registrar en la historia clínica la razón de la transfusión, de manera clara.

ü La enfermera debe conocer los riesgos y complicaciones, para ello debe estar preparado para
manejarlas.

ü La enfermera monitorizará el paciente y avisará al médico en caso de cualquier sospecha de efecto


adverso.

ü El paciente debe haber sido informado previamente de los riesgos de la transfusión y haber dado
su autorización para esta. Todo debe constar por escrito en la historia clínica. En caso de una
emergencia y que el paciente no pueda dar su autorización, se hará todo lo posible por obtenerla
de los familiares.

ü Seguir las indicaciones de las guías para la transfusión de los diferentes productos sanguíneos.

Los hemoderivados son:

1. Concentrado de glóbulos rojos:

ü 150–200 ml de glóbulos rojos a los que se les ha removido la mayor parte del plasma, hemoglobina
aproximada 20 g/100 ml (no menos de 45 g por unidad), debe tener compatibilidad ABO y RH.

ü Indicado únicamente para mejorar el transporte de oxígeno a los tejidos.

ü No se debe utilizar para tratar hipovolemia.

ü La unidad de glóbulos rojos debe ser administrada dentro de los 30 minutos de retirada la unidad
de refrigeración. Unidad que permanezca más de 30 minutos por fuera de refrigeración, se
transfunde o se descarta.

ü La sangre no se debe calentar en agua antes de su administración, se debe mantener caliente al


paciente por otros medios, solo se calienta cuando los volúmenes transfundidos son mayores de 50
ml/Kg./hora, el calentamiento se debe realizar en un aparato diseñado para esto, que tenga un
termómetro visible y alarma audible, pues temperaturas por encima de 42ºC desnaturalizan la
sangre.

ü Normalmente se debe utilizar una unidad por vez, y se reevalúa al paciente, si se alcanzaron los
objetivos con solo una unidad, no se debe transfundir más.

2. Plasma fresco congelado:

ü Una unidad contiene el plasma separado de una donación de sangre total dentro de las seis horas
a su recolección y congelada rápidamente a - 25ºC o menos. Contiene niveles normales de los
factores de la coagulación estables del plasma. El factor VIII es por lo menos el 70% del plasma fresco
normal. El plasma debe ser ABO compatible para evitar hemólisis en el receptor. Tiene un volumen
de 200-300ml.

ü Indicado para el tratamiento de episodios de sangrado, o preparación para cirugía de pacientes


con deficiencias de factores de la coagulación, pero que no tienen disponible concentrados
específicos del factor.

ü Reversión rápida de anticoagulación con warfarina.

ü Resistencia a la heparina, (deficiencia de antitrombina III) en pacientes que requieran heparina.

ü Sangrado microvascular, con PT o PTT mayores 1.5 veces lo normal, o en los casos en los cuales el
sangrado se deba a deficiencia de los factores de la coagulación, en pacientes a los cuales se les ha
transfundido más de una volemia.

ü No se debe utilizar para tratar hipovolemia o déficits de albúmina.


ü Se debe administrar para alcanzar el 30% de las concentraciones de los factores de la coagulación
en plasma, usualmente se alcanza esto con una dosis de 10-15ml/kg. Para reversión de la
anticoagulación con warfarina 5 a 8ml/Kg. son suficientes.

ü Antes de su uso de debe descongelar en un baño de maría con temperaturas entre 30 y 37ºC,
temperaturas mayores afectan los factores de coagulación y las proteínas. Una vez descongelado se
puede almacenar entre 2 y 6ºC, pero se debe utilizar dentro de las seis horas luego de descongelado,
pues los factores lábiles se degradan rápidamente.

3. Concentrado de plaquetas:

ü Cada unidad individual tiene un volumen de 50-60ml, con un contenido de por lo menos 55 x 109
plaquetas, con trazas de glóbulos rojos y leucocitos.

ü Preparada a partir de pool de donantes o por aféresis de un solo donante. La preparada de pool
implica la exposición a 4-6 donantes, la preparada por aféresis constituye la dosis de un adulto.

ü Indicadas en trombocitopenias, y defectos de la función plaquetaria.

ü No indicada para púrpura trombocitopénica idiopática auto-inmune (PTI), púrpura


trombocitopénica trombótica (PTT), coagulación intravascular diseminada no tratada (CID).

ü Dosis de una unidad de plaquetas por cada 10kg de peso, en un adulto son 4-6 unidades de pool,
o una unidad de aféresis.

ü Se almacenan a temperatura de 20-24ºC, y deben ser agitadas de manera continua, tienen una
vida útil de 5 días, cuando son colocadas en pool tienen que ser utilizadas en 4 horas. No se deben
refrigerar antes de la infusión, ya que esto disminuye la función plaquetaria.

ü Siempre que sea posible los concentrados deben ser ABO compatibles.

4. Crioprecipitados:

ü Preparado a partir de plasma fresco congelado, que se descongela hasta 1 a 6ºC y se centrifuga,
el precipitado insoluble es separado del plasma y se congela.

ü Contiene la mitad del factor VIII y fibrinogeno de una unidad de sangre total, o sea 80-100u.i. y
150-300 mg respectivamente.

ü Indicado en coagulopatías adquiridas con fibrinogeno bajo, y como alternativa al concentrado del
factor VIII en el tratamiento de la hemofilia A.

ü También se puede utilizar en enfermedad de von Willebrand.

ü La dosis usual es una unidad por cada 10kg de peso.

SANGRE TOTAL

INDICACIONES

PRECAUCIONES Y EFECTOS ADVERSOS

CONSIDERACIONES DE ENFERMERÍA
* Reemplaza el volumen sanguíneo y mantiene los valores de hemoglobina

* Da volumen intravascular

* Aumenta la capacidad de transporte de O2 en la sangre

* Riesgos asociados a hepatitis o SIDA y reacciones alérgicas

* Administración tardía por necesidad de pruebas cruzadas

* No poner sangre fría

* Mantenerla en el frigorífico

* Vigilar posibles reacciones (fiebre, malestar, calambres, sarpullido ).

* Utilizar una vía venosa exclusivamente, solo para pasar la sangre

* No administrar ningún medicamento por la misma vía por donde se esta pasando la sangre

CONCENTRADO DE HEMATÍES

INDICACIONES

PRECAUCIONES Y EFECTOS ADVERSOS

CONSIDERACIONES DE ENFERMERÍA

* Eleva el hematocrito

* Corrige el déficit de hematíes

* Mejora la capacidad de transporte de O2 de la sangre.

* Efectivo para rápida reposición de volumen

* No contienen proteínas del plasma y factores de coagulación

* Mismas consideraciones que con la sangre total

PLASMA HUMANO FRESCO CONGELADO

INDICACIONES

PRECAUCIONES Y EFECTOS ADVERSOS

* Repone el volumen plasmático

* Repone factores de coagulación.

* Peligro de hepatitis viral y reacciones alérgicas

* Administración inmediata para evitar deterioro de factores V y VIII.


Elección del catéter de Foley dependiendo de su grosor:

Calibre 16 a 18: varones adultos.

Calibre 12 a 14: en estrechez uretral.

Calibre 18: en caso de sospecha por obstrucción.

Calibre 14: en jóvenes o cateterismo temporal.

Calibres 5 a 12: en niños.

- Consideraciones anatómicas.

Para realizar este procedimiento se deberán tomar en cuenta las diferencias en cuanto al sexo, por
lo cual, al realizar la cateterización, se deberán recordar las siguientes consideraciones anatómicas:

Sexo femenino.

Se deberán separar los labios mayores y menores de la vulva e intentar visualizar el orificio de la
uretra; éste estará localizado inmediatamente por delante del orificio de la vagina y a 2.5cm por
debajo del clítoris, pudiendo presentarse en forma de orificio circular fruncido o como una
depresión. Si no es posible localizarlo, se puede intentar buscarlo con la punta del catéter; esto se
debe realizar con suma delicadeza, pues constituye una experiencia incómoda tanto para la paciente
como para el ejecutante.

No debe olvidarse que la uretra femenina es de aproximadamente 4 cm, y el balón y resto del
extremo distal del catéter aproximadamente suman lo mismo, por lo cual la orina empezará a fluir
por el catéter antes de que el balón desaparezca por el meato. Será necesario introducir el catéter
otros 4 cm una vez que el catéter desaparezca, para así poder empezar a inflarlo con la certeza de
que está completamente dentro de la vejiga

Masculino.

En el varón, por lo general es más fácilmente localizable el orificio externo de la uretra que en la
mujer.

Pero, sin embargo, la cateterización implica un mayor riesgo. La uretra masculina consta de 3
porciones: la prostática, la membranosa de característica débil y delgada, y la porción esponjosa,
que es más resistente y dilatable. La uretra, de aproximadamente 20 cm de longitud, no es uniforme
en diámetro ni en dirección, por lo cual se deberá tomar el pene y colocarlo suavemente en ángulo
recto con respecto al cuerpo, e introducir el catéter debidamente lubricado; con esto, solamente se
tendrá que pasar una curva en la uretra membranosa para llegar a la vejiga, y no una “s”, si es que
el pene se mantiene en situación anatómica. Se debe introducir el catéter unos 24 cm,
aproximadamente; en la clínica se acostumbra introducirlo hasta la empuñadura, teniendo así
seguridad de que no se insuflará el balón dentro de la uretra. La orina comenzará a fluir al estar la
punta del catéter en la uretra membranosa, y deberá hacerse pasar unos 3 a 4 cm más para así llegar
a la vejiga.
Figura 6. Anatomía de la uretra masculina. Figura 7. Rectificar el pene al introducir la sonda.

Colocación de sonda vesical

Unidad Médica de Simulación Clínica “Dr. José Jorge Talamas Márquez”

MATERIAL E INSTRUMENTAL.

- Jabón antiséptico.

- Lubricante hidrosoluble.

- Tela adhesiva o Micropore.

- Tijeras.

- Riñon

Todo el material que a continuación se describe debe estar estéril:

- Recipiente (riñón o budinera de acero inoxidable o de plástico).

- Gasas.

- Campos quirúrgicos.

- Dos pares de guantes.

- Una jeringa de 5 cc.

- Una bolsa de drenaje.

- Solución de irrigación o fisiológica.

- Sonda de Foley de tamaño adecuado a cada caso. (figura 8)

Figura 8. Material para sondaje vesical

TÉCNICA DE INSTALACIÓN

Preparación del paciente

El paciente debe saber que el procedimiento es molesto y en ocasiones doloroso. No se harán

movimientos bruscos; la sonda se introducirá con suavidad y lentamente, con la finalidad de


disminuir

las molestias que causa. Se le pide al paciente su cooperación para hacer el procedimiento menos

traumático. La aprensión y desconfianza por parte del paciente pueden hacer imposible el paso de
la

sonda por espasmos en el esfínter externo.

Posición del paciente


Al hombre se le coloca en posición supina y a la mujer con las rodillas flexionadas y las piernas
separadas o también flexionar ambas rodillas y se colocan las plantas de los pies juntas, tan próximas
al periné como sea posible, respete siempre la intimidad y pudor del paciente

Pasos a seguir para su instalación

1. Todo el material deberá estar listo antes de iniciar el procedimiento.

2. En un campo estéril el médico coloca el material estéril.

3. Se debe abrir el material estéril con técnica aséptica

4. El médico se coloca los dos pares de guantes (uno es para realizar el lavado y el otro para la

colocación de la sonda).

5. Colocar los campos estériles sobre el paciente.

6. Comprobar la integridad del globo; a través del extremo distal de la sonda insertar con la

jeringa 5 cc de agua destilada o aire. Una vez comprobada su integridad aspirar el contenido.

A continuación se especifican los pasos a seguir de acuerdo al sexo del paciente.

Técnica en el hombre.

Antisepsia:

1. Vierta agua tibia sobre la región.

2. Con gasas enjabonadas lave el pubis, pliegues inguinales, pene y escroto. Posteriormente con

agua limpie la zona.

3. Retraiga el prepucio para la limpieza del glande y el surco balanoprepucial, comenzando en el

meato y terminando en el surco (recuerde emplear una gasa para cada zona y desecharla
posteriormente).

4. Limpie la zona con abundante agua con el prepucio retraído y seque el glande.

Colocación de la sonda vesical:

1. Coloque el riñón lateral a las piernas del paciente, para drenar la orina que se obtenga al

momento de introducir la sonda.

2. Retire un par de guantes (evitar contaminar los que se encuentras debajo).

3. Tome la sonda vesical (previa verificación de la integridad del globo)

4. Con la mano no dominante sujete el pene. Empleando una gasa retraiga el prepucio. Rectifique

la uretra sosteniendo y traccionando suavemente el pene con la mano no dominante en un

ángulo de 90º.
5. Lubrique la sonda con gel hidrosoluble.

6. Tome la sonda con la mano dominante e introdúzcala cuidadosamente por el meato urinario,

hasta la aparición de orina.

7. Al obtener orina, continúe introduciendo la sonda 5cm aproximadamente, para asegurar que el

globo será inflado en vejiga y no en la uretra.

8. Infle el globo de la sonda con solución salina o agua inyectable.

1. Traccione la sonda suavemente hasta sentir resistencia, de esta manera se asegura que el globo

esta adecuadamente inflado y la sonda no se saldrá.

9. Conecte la sonda a la bolsa colectora y sujétela en un nivel más bajo que la vejiga (por ejemplo,

en el barandal de la camilla si el paciente está hospitalizado).

10. Fije la sonda en la cara interna del muslo empleando tela adhesiva. (Figura 11)

11. En caso de haber retraído el prepucio regresarlo nuevamente para evitar parafimosis.

Técnica en la mujer.

Antisepsia:

1. Vierta agua tibia sobre la región.

2. Enjabone las gasas y limpie la región púbica, la parte externa de los labios mayores y los

pliegues inguinales. Separe los labios con la mano no domínate y con la otra realice la

antisepsia, pase una gasa por el pliegue entre los labios mayores y los menores y otra gasa por

la cara interna de los labios menores. Utilice una gasa para cada pasada y deséchela.

3. Limpie la zona con una gasa con agua y seque.

Colocación de la sonda vesical:

2. Coloque el riñón lateral a las piernas del paciente, para drenar la orina que se obtenga al

momento de introducir la sonda.

3. Retire un par de guantes (evitar contaminar los que se encuentras debajo).

4. Tome la sonda vesical (previa verificación de la integridad del globo)

5. Lubrique la sonda con gel hidrosoluble.

6. Con la mano no dominante separe los labios mayores e identifique el meato urinario, con la

mano dominante tome la sonda e introdúzcala cuidadosamente por el meato urinario, hasta

que comience a drenar orina y continúe introduciéndola de 2-2.5cm.


7. Infle el globo de la sonda con solución salina o agua inyectable.

8. Traccione la sonda suavemente hasta sentir resistencia, de esta manera se asegura que el globo

esta adecuadamente inflado y la sonda no se saldrá. (figura 10)

9. Conecte la sonda a la bolsa colectora y sujétela en un nivel más bajo que la vejiga (por ejemplo,

en el barandal de la camilla si el paciente está hospitalizado).

10. Fije la sonda en la cara interna del muslo empleando tela adhesiva.

CUIDADOS DE LA SONDA

- Mantener estéril y cerrado el sistema de drenaje.

- Cambiarlo cada 5 a 7 días.

- Vaciar constantemente (de preferencia cada 8 horas), sin romper el sistema colector.

- Mantener limpio y utilizar técnicas asépticas en el cambio del sistema.

- Mantener fija la sonda para reducir la contaminación e irritación uretral.

- No irrigar rutinariamente la sonda.

- Aumentar la ingesta de líquidos y acidificar la orina, para evitar la formación de sales de calcio y

magnesio.

- Si hay síntomas urinarios, realizar una evaluación genitourinaria adecuada para determinar la

causa.

- Se pone atención a la sonda y al tubo colector durante el movimiento del paciente, para evitar

compresión o doblamiento.

- Si el sistema colector debe elevarse por encima del nivel de la vejiga, se pinza o dobla el tubo

colector hasta que el recipiente se baje y asegure debajo de la mesa quirúrgica o de la cama del

paciente, para evitar contaminación retrógrada y flujo de la orina hacia atrás.

- Limpieza del meato uretral.

COMPLICACIONES

- Infección de vías urinarias.

- Obstrucción producida por el catéter (estenosis).

- Lesión de alguna porción uretral.

- Sangrado.

- Formación de falsas vías.


- Parafimosis.

- Absceso periuretral.

RETIRADA DE LA SONDA

Material

- Guantes de un solo uso.

- Jeringa estéril con la capacidad del volumen del globo de la sonda.

- Campo quirúrgico

- Bolsa para recogida de residuos. Centros sanitarios: verde.

Técnica.

1. Colocar el campo quirúrgico al paciente.

2. Vaciar el contenido de la bolsa de diuresis.

3. Retirar la fijación.

4. Conectar la jeringa para desinflar el globo y extraer el líquido lentamente.

5. Retirar suavemente la sonda sin desconectar la bolsa colectora.

6. Desechar la sonda y la bolsa colectora en la bolsa de residuos.

7. Indicar al paciente lavado de genitales.

Puntos a tomar en cuenta

- Valorar la primera micción voluntaria y repetir la valoración cada seis horas durante las

próximas 24 horas.

- Registrar día y hora de la retirada de la sonda.

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