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CAMBIOS SOCIALES EN EL SALVADOR

Por

Daniel Oswaldo González

Izalco, Sonsonate El Salvador C.A

TRABAJO DE INVESTIGACION

En cumplimiento parcial de los requisitos

De la Especialidad Pastoral

INSTITUTO BIBLICO BETEL ANEXO SONSONATE

Y relativo a la asignatura

“Sociologia y Obra Social”

Cursado en Sonsonate, El Salvador C.A Septiembre de 2017

REV: Rosa Dalila Ancheta

19 de Octubre de 2017
INTRODUCCION

Los cambios sociales que han ocurrido en nuestro país, son muchos y forman parte de la
historia de nuestro país, nuestros orígenes, desarrollo, y avances, cada suceso va
quedando documenta como parte del cambio social de nuestro país.

Profundizaremos en los hechos del pasado hasta los más actuales con el fin de enumerar
los cambios sociales más significativos de nuestro país.

Una sucesión de hechos, acontecimientos y fenómenos inéditos en la dialéctica de la


realidad han evolucionado nuestra sociedad desde mediados del siglo XX al presente. Han
creado tres grandes escenarios de cambio y transformación social en las estructuras
económicas y relaciones de poder de las clases sociales: a) Las políticas del capital
industrial adecuaron el modelo económico oligárquico agro-exportador de café a agro-
industrial con “cambios modernizantes” para el mercomún regional. b) El capital
financiero especulativo impuso al final del siglo el modelo económico neoliberal y
gobiernos de derecha para el mercado mundial. c) En la segunda década del siglo XXI dos
gobiernos de izquierda inician “cambios transicionales” para el “cambio social” y el “buen
vivir”, ruta esperanzadora para una nueva sociedad. Los nuevos tiempos son de crisis
capitalista y transición histórica que nos desafían y exigen al pensamiento y práctica
sociológica construir nuevo conocimiento científico.
La Conquista de El Salvador es la etapa histórica en la que las naciones indígenas, cuyos
dominios cubrían el territorio donde en la actualidad se encuentra la república de El
Salvador, fueron conquistadas por los españoles, durante el reinado de Carlos I de España.

Antes de la conquista española el territorio era poblado por diferentes etnias indígenas,
específicamente: pipiles, lencas, mayas chortís, mayas pokomames, xincas, cacaoperas y
chorotegas; estás etnias habitaban en tres entidades territoriales siendo el Señorío de
Cuzcatlán el más importante y unificado de las tres entidades. El descubrimiento del
territorio lo realizó Andrés Niño en 1522, mientras que la conquista del actual El Salvador
comenzó en 1524 con la incursión infructuosa de Pedro de Alvarado al señorío de
Cuzcatlán y terminó en la década de 1540s con la total conquista y pacificación del señorío
poton o de lencas salvadoreños ubicado en la zona oriental, durante ese tiempo se dio la
fundación de las villas de: San Salvador, San Miguel de la Frontera y la Ciudad de los
Caballeros (actual San Martín Perulapán); tras la conquista se dio la organización de los
territorios conquistados dando inicio a la época colonial, la cual a su vez terminaría en
1821 con la Independencia de Centroamérica (incluyendo a todo el territorio que
actualmente es El Salvador).

El territorio actual de El Salvador antes de la conquista se encontraba inmerso en el


período posclásico de la época precolombina del área Mesoaméricana. Estando a su vez
dividida en tres entidades territoriales:

Señorío Chorti (llamado Payaquí, término que es una síncopa de la frase chortí "Apay aq'
huinic op'" que quiere decir: 'hombres de idioma chortí',1 y que algunos autores lo han
llamado también como hueytlahto, Chiquimulja o Chiquimulha)2 era como una
confederación en donde el poder central, probablemente ubicado en Copan (la actual
Copán Ruinas, y que no debe ser confundido con el sitio arqueológico que data del
período clásico que era denominada por población maya como Oxwitik), era limitado
mientras que las provincias tenían un alto nivel de autonomía siendo prácticamente
independientes y solo se unían en tiempos de crisis; era poblado principalmente por
mayas chortís y que cubría parte del actual municipio de Metapan, gran parte del
occidente y centro del departamento de Chalatenango, el departamento guatemalteco de
Chiquimula y parte del suroccidente de Honduras.

Señorío Potón (que era denominado por lo pipiles como Popocatepet, al parecer su
nombre verdadero nombre era Manalaca o Malalaca), al igual que el territorio chortí era
como una confederación (su poder central probablemente estaba ubicado en
Mercotiquen, población extinta ubicada al sur del actual departamento de La Unión
cercana al golfo de Fonseca que contaba para 1548 con 400 habitantes, está y Usulután
eran las poblaciones más pobladas de esta zona pero muy probablemente está última
fuese una colonia pipil o se veía muy influenciado por los pipiles tal y como se ve en su
nombre que es nahuat o también es probable que su población se vio aumentada por la
traslación de otros indígenas a esa población sobre todo por ser la población más cercana
a la villa de San Miguel), cubría el área oriental de El Salvador y era poblado
principalmente por lencas hablantes del idioma potón y existían islas lingüísticas (pequeño
territorio dentro de la entidad territorial donde se hablaba otro idioma) donde se hablaba
cacaopera o chorotega.

Señorío de Cuzcatlán era la más importante y unificada de las tres entidades territoriales y
la única que puede considerarse como una verdadera nación ya que tenían un poder
central que residía en la ciudad de Cuzcatlán (actual Antiguo Cuscatlán) y tenía un poder
amplio sobre su territorio como para pedir tributos y formar grandes ejércitos; se ubicaba
entre el río paz y el río lempa pero su límite difería en algunas áreas de este último; se
dividía en 74 provincias y era habitado principalmente por pipiles, con islas lingüísticas en
el lado occidental donde junto con los pipiles habitaban mayas pokomames o xincas.3

Antes que la conquista iniciara, la población de la naciones indígenas se había reducido en


gran medida debido a la epidemia de viruela que se inició en México en 1520 y se propagó
rápidamente por toda Mesoamérica, se considera que alrededor de 1/2 o 2/3 de la
población falleció debido a está epidermia.

Descubrimiento

El descubrimiento del actual El Salvador, se lo debe al explorador Andrés Niño. El cual


acompañó al capitán Gil González de Ávila desde Panamá hasta la península de Nicoya, en
donde Andrés Niño se separó y siguió navegando hacia el poniente.

En el curso del viaje Andrés Niño descubrió el golfo de Fonseca (el cual nombró en honor a
fray Juan Rodríguez de Fonseca), en donde desembarco en la actual isla de Meanguera a la
cual llamo Petronila. Posteriormente descubrió la desembocadura del río Lempa y siguió
navegando hasta el golfo de Tehuantepec en México.

Conquistas del Señorío de Cuzcatlán


Retrato de Pedro de Alvarado con la cruz de la Orden de Santiago.

El personaje más importante en la conquista del Señorío de Cuzcatlán y de El Salvador en


general fue Pedro de Alvarado, quien había acompañado a Juan de Grijalva de cuyo grupo
formaba parte igualmente Sancho de Barahona antepasado de Manuel José Arce; Años
más tarde ambos se unieron a Hernán Cortés en la Conquista de México, la cual concluyó
en 1521.

En 1523 Hernán Cortés envió a Pedro de Alvarado a conquistar las naciones indígenas
ubicadas al sur del Imperio azteca liderando un ejército conformado además de españoles
por ejércitos aliados provenientes de Tlaxcala, Cholula, Quauhquehochollan, Otumba,
Cholula, pueblos del lago Texcoco que se los conocía como pueblos de Chinampas y
Tehuantepec; y ejércitos provenientes de México-Tlatelolco, Texcoco y México-Tenochtitlan
(a las cuales se les obligó a unirse después de haber sido conquistadas).

En el curso de su expedición, Alvarado conquistó a los Quiches el 15 de enero de 1524.


Alvarado fue invitado por los Cakchiqueles a entrar en su capital Iximche donde realizó una
alianza pacífica con ellos; posteriormente les preguntó quienes eran sus enemigos, a lo
que le respondieron los zutuhiles y los pipiles (el memorial de sololá menciona el término
Panatacat que proviene del término Cakchiquel Pan que significa: lugar de, y del pipil
Atacat que significa: habitantes de la costa marítima; el término parece referirse al área
pipil principalmente a Cuzcatán que era el principal señorío pipil al ser el más unificado y
con más capacidad militar).

Mientras aún estaba en Iximche, Alvarado obligó a los Cakchiqueles que le entregaran una
esclava de origen pipil (debido a que los cakchiqueles le decían que el territorio de
Cuzcatlán estaba lleno de peligros) llamada Suchil, la cual le dijo que el territorio de
Cuzcatlán era muy bueno, rico y poblado por lo cual la llevó como guía; después Alvarado
fue a conquistar a los zutuhiles; y tras someter a Chiya (capital de los zutuhiles) y de recibir
a sus provincias sometidas, regreso a Iximche en donde recibió a provincias de la costa
pacífica que formaban parte del señorío de Atacat (cuya capital era la actual Escuintla,
llamado por lo naciones nahuas ubicadas en el actual México como Isquintepeque; y
denominada por los Cakchiqueles como Panacal, lugar de casas o como Panacaltepeque,
lugar en el cerro) que llegaron a rendirse ante él y a su vez a mencionarle que Atacat les
había ordenado que no se rindieran ante los españoles y que había otras provincias que
querían rendirse pero que Atacat no les dejaba pasar; tras está visita Alvarado consulto a
los señores de lo Cakchiqueles (el Ahpo Tzotzil Cahí Imox y el Ahpo Xahil Beleheb Qat) si
les parecía bien que fuese a conquistar Atacat a lo cual ellos accedieron, con ello partió a
la conquista de Escuintla, y después a la conquista de los territorios xincas de Atiepar,
Tacuilula, Taxisco, Nacendelan y Pazaco.

Expedición conquistadora de Pedro de Alvarado

Escena del lienzo del Tlaxcala que muestra la entrada a Cuzcatlán por el ejército de Pedro
de Alvarado acompañado de un ejército de indígenas tlaxcaltecas, nótese que los pipiles
son representados de un modo más tosco (a comparación de los tlaxcaltecas) como
bárbaros e Chichimecas

El principal documento con el que se conoce la expedición de Pedro de Alvarado al


territorio pipil es la segunda carta de relación que Alvarado envió a Hernán Cortés, sin
embargo hay otros documentos que añaden más información acerca de esta expedición
como: el proceso de residencia de Pedro de Alvarado en 1529, el lienzo de tlaxcala y la
Brevísima relación de la destrucción de las Indias escrita por fray Bartolomé de las Casas)
(está última narra una conquista más conquistadora que pacífica).

Después de las anteriores conquistas realizadas por Pedro de Alvarado, llegó a las riberas
del río Paz y lo cruzó internándose en el territorio del Señorío de Cuzcatlán. Las primeras
poblaciones a las que llegó fueron Mopicalco y Acatepec a las cuales llegó el 6 y 7 de junio
respectivamente encontrándolas despobladas (según su Segunda Carta de Relación
enviada a Hernán Cortés), Sin embargo la residencia de Alvarado menciona que al llegar el
contingente de Alvarado a esas poblaciones los indígenas los recibieron sin embargo
Alvarado y su contingente tomaron algunos como esclavos y a otros los mandó a que les
trajesen comida pero no volvieron a la población.

Alvarado se trasladó a Acaxual (Acajutla) en donde (según la residencia de Alvarado) los


indígenas le habían limpiado los caminos y lo estaban esperando para recibirlo sin
embargo al darse cuenta de las crueldades de Alvarado decidieron enfrentarlos; esta
batalla de Acajutla se libró el 8 de junio de 1524 y fue una cruenta batalla contra el ejército
pipil (cuyos soldados iban protegidos con corseletes de algodón con grosor de tres dedos,
los cuales les quitaba agilidad) que pudo ser ganada por Alvarado ya que su contingente
simuló una retreta y luego volvió sobre el ejército pipil causando grandes destrozos y
resultando varios españoles heridos inclusive el mismo Pedro de Alvarado fue herido por
una flecha en el fémur, quedando herido de gravedad. Posteriormente a la batalla, los
españoles descansaron durante cinco días en Acaxual para curar a los heridos.

El 13 de junio de 1524 partió con su ejército rumbo a Tacuzcalco, en donde se entabló una
desigual y cruenta batalla contra el ejército pipil, está batalla fue liderada por los
hermanos de Pedro de Alvarado mientras que el propio Alvarado observó el transcurso de
la batalla desde un lugar alto de la población; siendo vital para la batalla la ayuda de los
indígenas auxiliares con los cuales los españoles lograron ganar la batalla. Posteriormente
a la batalla los españoles descansaron durante un par de días y continuaron hacia
Miahuatan, que fue abandonada por sus pobladores, y luego llegaron a Atehuan (Ateos),
en donde recibieron una invitación de los señores de cuzcatlán para entrar en la ciudad.

Antes de continuar es de agregar que según el lienzo de tlaxcala hecho por los indígenas
tlaxcaltecas que acompañaron al ejército de Pedro de Alvarado, muestra que además de
pasar y librarse las batallas antes mencionadas se libraron otras batallas en el territorio del
Señorío de Cuzcatlán, las cuales son: las batallas de Cenzonapan (el mismo lugar donde
posteriomente se fundaría Sonsonate), Itzalco (que posteriormente sería dividida por los
españoles en Tecpan Izalco, actual Izalco, y Caluco Izalco, actual Caluco), Yopicalco (Opico)
y Xilopango (Ilopango).

El 17 de junio de 1524 llegó Alvarado a la ciudad de Cuzcatlán, en la cual fue recibido por
la población pero cuando se asentaron los españoles estos abandonaron la ciudad; según
Bartolomé de las Casas los españoles tomaron algunos indígenas como sirvientas y
Alvarado pidió que les llevase oro pero los indígenas llevaron hachas de cobre que tenían
algún oro, cuando Alvarado se dio cuenta de esto mandó a tomar prisioneros a los
indígenas, el señor de cuzcatlán y varios pobladores huyeron a las montañas cercanas.

Alvarado envió mensajeros a las montañas para convencer al señor, principales y la


población de cuzcatlán para que volviesen a lo cual negaron y le enviaron a decir a
Alvarado «que si algos les querían, que allí estaban esperando con sus armas»; luego
Alvarado intentó enviar a otros mensajeros los cuales no regresaron, entonces mandó a
atacar varias cerros donde se refugiaban los indígenas resultando heridos muchos
españoles e indígenas auxiliares.

Al final parece que abandono junto con su ejército el Señorío de Cuzcatlán debido a las
condiciones climática, vendiendo los esclavos para que con precio cubrir el de 11 caballos
muertos en las refriegas, destruyendo todas las poblaciones por donde pasaba y
regresando a Guatemala el 21 de julio de 1524.

Fundación de la villa de San Salvador

Primera fundación de San Salvador

A finales de 1524 o principios de 1525 Pedrarias Dávila (conquistador de Panamá y


Nicaragua) envió a Francisco Hernández de Córdoba a Honduras y este a su vez envió a
Hernando de Soto hacia Olancho pasando por Nequepio (nombre con el que los indígenas
Chorotegas conocían al Señorío de Cuzcatlán), en Cuzcatlán Hernando de Soto y su
contingente descubrieron varios objetos dejados por los españoles, un pequeño cañón y
un calzado.

Al ver las pretensiones de Pedrarías Dávila, Pedro de Alvarado mandó una expedición
liderada por su hermano Gonzalo de Alvarado para fundar una villa (aunque el territorio
del Señorío de Cuzcatlán aún no estaba plenamente conquistada) que se hizo acompañar
por Diego de Holguín, Francisco Díaz y Alonso de Oliveros como capitanes; la villa de San
Salvador fue fundada el 1 de abril de 1525 en un sitio desconocido, siendo su primer
alcalde Diego de Holguín, esta villa era prácticamente era un fuerte militar con
ayuntamiento. La única mención que se tiene de la villa es una mención que hace de ella el
gobernador y capitán general de Guatemala Pedro de Alvarado en la sesión del Cabildo de
la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala el día 6 de mayo de 1525 y que dice:

Que por cuanto él, en nombre de sus majestades, ha hecho elección en esta ciudad de
alcaldes y regidores, entre los cuales eligió por regidor a Diego de Holguín, el cual se fue
de está ciudad a vivir y permanecer en la villa de San Salvador de la cual es Alcalde...

Alvarado, Pedro de (1525)


En 1526 los Cakchiqueles liderados por sus gobernantes el Ahpo Tzotzil Cahí Imox y el
Ahpo Xahil Beleheb Qah se rebelarón en contra de los españoles, está rebelión se extendío
rápidamente hacia otras poblaciones indígenas incluyendo las de Cuzcatlán las cuales se
sublevaron en ese mismo año, razón por la cual los españoles se vieron obligados a
abandonar la vila; también en 1526 Hernando de Soto intentaría conquistar las islas
conocidas como la Petronila (las actual Conchaguita y Meanguera).

En el mismo año de 1526, Pedro de Alvarado partió desde Guatemala y cruzó el río Lempa
para ir al actual departamento Hondureño de Choluteca donde se encontraba Hernán
Cortés. A su regreso Alvarado junto con Luis Marín (que dirigía un destacamento de Cortés
que planeaba regresar por tierra y que se encontró con Alvarado en Choluteca; Marín era
acompañado entre otros por Bernal Díaz del Castillo) cruzaron el río Lempa y
posteriormente tuvieron un enfrentamiento con un pueblo lenca llamado Chaparrastique
(ubicado probablemente en el departamento de Cabañas o en el noreste del
departamento de San Vicente) donde murió un soldado llamado Nicuesa y fueron heridos
tres indígenas auxiliares pero para no detenerse siguieron adelante al señorío de Cuzcatlán
donde intentaron pacificar el territorio donde había estado la villa de San Salvador, sin
éxito partieron hacia Guatemala.

Refundación de San Salvador

En enero de 1528 el capitán general de Guatemala Jorge de Alvarado (hermano de Pedro


de Alvarado), envió una expedición liderada por su primo Diego de Alvarado al Señorío de
Cuzcatlán para conquistar el territorio y refundar la villa de San Salvador. Acerca de está
expedición el cronista español Antonio de Remesal (en su libro Historia general de las
indias occidentales y en particular de la gobernación de Chiapa y Guatemala, tomo II) dice:

(Jorge de Alvarado) dio orden para tener sujeta y de paz la provincia de Cuscatlán, que era
una de las más ricas y principales de la gobernación de Guatemala, que en ella se hiciese
una población de españoles, la cual dio por nombre villa de San Salvador, dejando a la
voluntad y albedrío de los oficiales que enviaba, la elección del sitio más conveniente que
les pareciese para siento del lugar. Eran muchos y muy nobles los españoles que salieron
de Guatemala para está jornada, que la fama de las riquezas de la provincia así en frutos
de la tierras como en minas, los cebó y obligó a dejar la apacible vivienda de Santiago de
Guatemala e irse a tierra no vista ni conocida y que entonces se llamaba de guerra.

Rebeliones menores
Por mayo de 1529, las poblaciones de Nahuizalco y Masahuat (la actual Santa Catarina
Masahuat) se sublevaron y además en el segundo mataron a un hombre principal de los
españoles que se decía fulano de Asturias, este levantamiento fue controlado por el
justicia mayor o teniente de gobernador de San Salvador Gaspar Arias Dávila que había
sucedido a Diego de Alvarado en el gobierno de la provincia.

En 1532 un ejército pipil se rebeló en la Costa del Bálsamo, ante este problema el 21 de
abril de 1533 Pedro de Alvarado envió a los capitanes Diego de Rojas y Pedro de
Portocarrero para que controlasen la situación en ese lugar, no hay más información sobre
está batalla. Posteriormente en enero de 1535 hubo otra sublevación en el territorio que
perteneció al Señorío de Cuzcatlan, ante está situación el ayuntamiento de San Salvador
presidida por el regidor Isidro Blasco, debido a la ausencia del teniente de gobernador
Jorge de Alvarado, eligió a Gonzalo Ronquillo para que controlase la situación, no hay
información acerca de está batalla.

La última rebelión en el área pipil se dio en 1553 en la alcaldía mayor de Acajutla


respectivamente en el área de Izalco, este levantamiento fue controlado por Juan Vásquez
de Coronado (quién había sido alcalde ordinario de San Salvador entre 1549 y 1552) el
cual llevo a varios soldados tlaxcaltecas y mexicanos como auxiliares para pacificar la
región, estos posteriormente se asentarían en el barrio de Mexicanos de la villa de La
Trinidad de Sonsonate o solamente Sonsonate (este nombre se impodía al final y
posteriormente en 1556 está villa se convirtió en la sede de la Alcaldía Mayor de Acajutla
que de ese entonces fue conocida como la Alcaldía Mayor de Sonsonate) que sería
fundada ese mismo de 1553.

Conquista del territorio Lenca

Originalmente se consideraba a la zona oriental salvadoreña como perteneciente a la


provincia de Nicaragua, en los documentos nicaragüenses el área es denominada como
Manalaca o Malalaca denominación que en ocasiones se ocupaba junto con la de
Chorotega o Choluteca para diferenciar a la población y a la etnia Chorotega (del actual
departamento hondureño de Choluteca) de la población y los chiapanecos de Acala en
Chiapas que también son mencionados como Chorotega Acala; es de mencionar que el
término Chorotega o Choluteca son étnicos y lingüísticos, Manalaca o Malalaca provienen
del poton (siendo probablemente el verdadero nombre del señorío poton) y el nombre
verdadero del señorío chorotega )que cubría el actual departamento hondureño de
Choluteca) era Nequepio (el cual era utilizado por los conquistadores de Nicaragua para
erróneamente llamar así a Cuzcatán; es el único de los tres términos que proviene
realmente del chorotega y no es un término étnico).

Organización del Territorio e inicio de la época Colonial

Después de conquistados y pacificados los reinos precolombinos en el área de El Salvador,


se reorganizó el territorio, creándose así tres subdivisiones del Imperio Español, las cuales
eran: la Alcaldía Mayor de Acajutla (posteriormente la Alcaldía Mayor de Sonsonate), la
Provincia de San Salvador y Provincia de San Miguel; las dos últimas provincias
mencionadas se las uniría en 1580 para formar la Alcaldía Mayor de San Salvador.

Las Alcaldías Mayores antes dichas formaban parte de la Capitanía General de Guatemala
y está a su vez dependía del Virreinato de Nueva España. Por lo tanto desde la década
1540s se puede dar por iniciada la época Colonial, la cual terminaría el 15 de septiembre
de 1821 con la Independencia de Centroamérica.

LA INDEPEDENCIA DE EL SALVADOR

La independencia de El Salvador La independencia de El Salvador por consolidarse como


una nación con sus propias leyes, sin duda es una historia que debemos conocer. Según
historiadores la primera vez que los españoles intentaron dominar esta zona fue en 1524.
Anuncios Este acontecimiento fue un total fracaso debido a la resistencia que pusieron los
guerreros Pipiles para forzar a Pedro de Alvarado a retirarse.

Este acontecimiento fue un total fracaso debido a la resistencia que pusieron los guerreros
Pipiles para forzar a Pedro de Alvarado a retirarse.

En el año 1821, El Salvador y las otras provincias de Centroamérica declararon su


independencia de España. Cuando estas provincias fueron adheridas a México en el año
de 1822, El Salvador se opuso, e insistió en autonomía para los países Centroamericanos.
Tropas Guatemaltecas fueron enviadas a El Salvador con la misión de enforzar la Unión
pero, fueron expulsadas de ese país en Junio del año de 1822. Ante una posible
incorporación a México, El Salvador considero anexarse a Los Estados Unidos Américanos.
Pero en 1823, una revolución en México expulsó al Emperador Agustín Iturbide de su
poder, y un nuevo Congreso Mexicano votó a favor por que las provincias
Centroamericanas decidieran por si mismas sobre su propio destino. Ese año, los cinco
estados Centroamericanos (Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica) bajo
el mando de el General Manuel José Arce formaron lo que se llamó: Las Provincias Unidas
Centroamericanas. Cuando esa Federación fue disuelta en el año 1838, El Salvador se
transformó en República Independiente. Desde el 2 de febrero de 1841 El Salvador es un
país independiente.

Las bases económicas y sociales de la República agraria

En El Salvador, a fines del siglo XIX (1870-1900), el cambio económico más importante fue
el desarrollo de nuevas actividades productivas en el área rural, tales como la minería y el
cultivo de café. Estas actividades económicas fueron promovidas por personas de distintos
sectores sociales, pero en especial por miembros de una elite emergente. Más que nada,
estos nuevos empresarios y productores buscaban beneficiarse de las oportunidades que
ofrecía la participación en los mercados de exportación y, también, de un mayor mercado
interno. Esto podría lograrse siempre y cuando se introdujera o se aumentara la
producción de productos como De estos productos, el café fue el de exportación de mayor
crecimiento y el que más ganancias generó para los productores, beneficiadores y
comerciantes. Aunque el café se producía en pequeña escala desde antes de la
Independencia, por varias razones no se expandió su producción sino hasta la década de
1860. En periódicos, como El Salvador Regenerado, de mayo de 1846, se afirmaba que dos
fuentes de riqueza que preparaban “a los cuscatlecos dias mui venturosos” eran la minería
y el café. “El café –afirmaba el editorial de dicho periódico– hace al presente la
prosperidad de Costarica (...). El café puede también hacer la prosperidad de El Salvador
porque tiene los mismos elementos, y aun posee ventajas superiores a Costarica” pieles,
azúcar, café, plata, maíz y frijol.

Algunos documentos de comienzos del siglo XIX

mencionan la producción de café en pequeña escala por parte de los indios de occidente y
de otros individuos que buscaban comenzar su producción en gran escala. Durante las
décadas de 1870 y 1880, la producción continuó creciendo, pero con algunos reveses,
pues uno de los problemas que los productores siempre enfrentaron fue el de las
fluctuaciones en la demanda y el precio del café en los mercados internacionales. Ante
esta eventualidad, el que logró el éxito fue aquel productor que se mantuvo constante,
sorteando los malos tiempos y preparándose para el momento oportuno. Para muchos
salvadoreños y salvadoreñas, el aumento en la producción de café y la producción
comercial de otros productos agrícolas y la ganadería significó un mayor acceso a los
bienes de primera necesidad y hasta un aumento en el nivel de consumo de bienes
importados o manufacturas locales. Para otros, un grupo más reducido de productores y
comerciantes, su participación en la producción de café, azúcar y ganado significó alcanzar
cierta riqueza, mientras que algunos otros productores, especialmente los más pequeños,
siempre corrían el riesgo de perder sus propiedades por deudas que no podían pagar.

A los sectores más acaudalados, la economía comercial les permitió utilizar la tierra y el
trabajo de la población campesina para engrandecer constantemente sus riquezas.
Asimismo, su consumo de productos importados aumentaba, como también sus
facilidades para viajar a otros países y enviar a sus hijos e hijas a estudiar fuera de El
Salvador. Por supuesto que no todos los empresarios, inversionistas o especuladores de
fines del siglo XIX lograron convertirse en acaudalados capitalistas; muchos perdieron, al
igual que otros de menos recursos, en el juego del mercado.

La producción del café:

Aspectos técnicos y financieros.

No fue suficiente, por supuesto, que haya habido una demanda en el mercado mundial
para que el “grano de oro” se impusiera por encima de todos los otros productos de
exportación de El Salvador. Para establecer una producción cafetalera de cualquier
tamaño, un factor determinante fue la obtención de tierras de suficiente altura y fertilidad
como para permitir el crecimiento y la productividad óptimos del árbol de café. A
mediados del siglo XIX, El Salvador tenía muchas tierras adecuadas para el café, pero la
mayor parte de estas nunca habían sido explotadas, excepto para la extracción de maderas
y la caza de animales.

Antes de que fueran utilizadas para el café, muchas de estas tierras altas del occidente,
centro y oriente del país estaban cubiertas de bosques de distintos tipos. Los empresarios
o agricultores que quisieran establecer una finca de café primero tenían que preparar el
terreno para la siembra de las plantitas, que previamente habían sido atendidas en
semilleros. Parte de esa preparación consistía en despejar los suelos mediante la tala de
algunos árboles, dejando en pie otra cantidad considerable que se conservaba para dar
sombra a los cafetales.

Los productores también tenían que asegurar suficiente mano de obra para cuidar los
árboles y limpiar los cafetales regularmente. Cuando los árboles comenzaban a producir
granos de café, a los cinco o seis años de haber sido sembrados, el productor tenía que
obtener suficiente mano de obra durante los meses de cosecha (generalmente de
diciembre a febrero) para recoger todo el café y hacerlo llegar a los comerciantes o
beneficiadores.

Esta mano de obra podía provenir de los propios miembros de la familia del productor o
de trabajadores a quienes se les pagaba de acuerdo con el peso del grano que recogieran.
En esta labor participaban adultos y niños de ambos sexos, pero en especial figuraban las
mujeres y muchos trabajadores de la vecina República de Guatemala que venían a trabajar
a El Salvador por unos meses al año. Además del cultivo propiamente dicho, la producción
de café incluía una fase industrial mediante la cual se despulpaba la semilla y se secaba
para que quedara solamente el grano. Al principio, durante los años de 1860 a 1880, no se
usaba maquinaria compleja para este proceso. Existían unas máquinas pequeñas para
despulpar y secar, algunas de las cuales fueron inventadas en El Salvador. A medida que

la producción de café se expandió, algunos de los productores y comerciantes invirtieron


en la compra de maquinaria más compleja, casi siempre de fabricación inglesa o
norteamericana. Con esto, los beneficiadores lograban una mayor ganancia al comprar el
grano sin procesar de muchos productores, ya fueran estos campesinos pequeños,
medianos o agricultores mayores.

Para iniciar los trabajos del ciclo agrícola, muchos de los productores de café a menudo se
endeudaban con los comerciantes, beneficiadores o exportadores. Comprometían la
próxima cosecha para pagar el préstamo. Si el precio del café subía, el productor lograba
cancelar el préstamo sin problema; pero si el precio bajaba, no podía hacerlo. Si estas
deudas se acumulaban, los productores podían terminar perdiendo sus tierras a manos de
sus acreedores. Esto dificultaba especialmente la participación de los pequeños
propietarios en la producción cafetalera, pues, como no existían bancos que les prestara
dinero, casi siempre tenían que depender de comerciantes o terratenientes grandes que
cobraban tasas de interés de hasta el 2% mensual.

Ya que la producción cafetalera estaba restringida a ciertos tipos de suelos, incluyendo


aquellos ubicados cerca de carreteras, ferrocarriles y puertos, la economía del grano tuvo
siempre un carácter regional.

Los departamentos cafetaleros siempre han sido los mismos: Santa Ana, Ahuachapán, La
Libertad, Usulután y, en menor grado, La Paz y San Vicente. Y aun dentro de estos
departamentos existen zonas costeras y otros terrenos planos que nunca han sido
utilizados para la producción de café. La producción cafetalera empezó casi siempre en las
afueras de las ciudades (Santa Ana, Ahuachapán, Santa Tecla, Santiago de María) y se
extendió hacia el interior, llegando a veces a ocupar tierras en municipios aledaños. Las
fincas de café durante el siglo XIX no eran muy grandes, solo unos pocos productores
tenían fincas de más de veinte o treinta hectáreas.

Los cambios institucionales y jurídicos


Al acercarse el fin de siglo, casi todos los grupos sociales influyentes (hacendados,
agricultores, campesinos, artesanos, profesionales y comerciantes) estaban más o menos
de acuerdo en que el progreso del país era sinónimo de progreso de la economía de
exportación, esto es, buscaron crear las condiciones adecuadas para asegurar el aumento
de la participación salvadoreña en los mercados internacionales y de la producción para el
mercado interno. En este sentido, el liberalismo económico predominó como la forma de
entender y promover el progreso económico. En la práctica, el Estado actuó para
promover la expansión agrícola por diferentes medios. Como ocurre con las políticas
económicas, el Estado buscó beneficiar a toda la nación; pero algunos grupos sociales se
beneficiaron más que otros de estas políticas de liberalismo económico.

Una de las maneras en que el Estado intervino inicialmente en el fomento de la agricultura


comercial

fue reformando las leyes que tenían que ver con la tenencia de la tierra y con la agricultura
en general. Debe recordarse que El Salvador pasó a la vida independiente con unas leyes
de tenencia y ocupación de suelos que se habían heredado de tiempos de la Colonia. Esta
tradición legal buscaba conciliar los intereses de hacendados y grandes productores con
los de las comunidades campesinas indígenas y ladinas. Por eso, en la Colonia cada pueblo,
ya fuera denominado oficialmente indígena o ladino, recibía alrededor de 40 caballerías de
terreno en forma de ejidos. Después de la Independencia, el Gobierno salvadoreño siguió
protegiendo el derecho de los pueblos a poseer ejidos y, eventualmente, les garantizó el
control sobre sus propias tierras, llamadas legalmente desde 1867 “comunidades”, cada
una con su propia personería jurídica.

En las comunidades indígenas y ladinas, los campesinos y agricultores usualmente no


pagaban ningún alquiler, aunque siempre seguían sujetos en algún grado u otro al poder
de los dirigentes de sus comunidades para obtener acceso a la tierra. Pero una cosa es
clara: durante buena parte del siglo XIX, la gran mayoría de los salvadoreños tenía acceso a
la tierra, ya fuera como arrendatario ejidal, ya como miembro de comunidades u ocupante
de baldíos no titulados, ya como colono en las tierras de algún hacendado o agricultor. Con
la expansión de la agricultura de exportación, a fines del siglo XIX, el Estado buscó maneras
de promover tanto el café como otros productos. A tal fin, el Gobierno fue interviniendo el
manejo de la tierra, especialmente al privatizar grandes baldíos de propiedad nacional,
vendiéndolos a bajo precio a agricultores y especuladores, y a menudo también a los
ocupantes campesinos. En algunos municipios, como Santa Ana y Nueva San Salvador, la
mayor parte de las extensas tierras ejidales había sido distribuida entre los agricultores,
incluyendo entre estos a los más acaudalados capitalistas del país. El Gobierno quiso hacer
lo mismo en el resto del país. En 1881 y 1882, el Estado decretó la abolición de las tierras
ejidales y comunales, con el propósito de promover la propiedad individual y,
supuestamente, el desarrollo nacional. Mediante estos decretos, los arrendatarios u
ocupantes de terrenos ejidales o comunales pasarían a ser los dueños de sus terrenos. La
misma ocupación continua por varios años de terrenos ejidales era prueba suficiente para
tener derecho a solicitar el título. En el caso de los ejidos, los arrendatarios cancelarían el
equivalente a cuatro años del canonen seis pagos anuales, más el costo de la titulación.
Estos costos no eran muy altos para aquellos campesinos y agricultores que tenían algún
ingreso en efectivo, ya fuese por la venta de sus productos o por la venta de su fuerza de
trabajo a algún hacendado o agricultor vecino.

Aparentemente, el proceso de privatización de la tierra no era complicado, pero no dejaba


de tener sus contratiempos. Sea como fuese, el indígena y el ladino pobre se vieron
envueltos en procesos jurídicos administrativos que le desalentaban. No se diga, el pago
en efectivo. Pues, aunque se contara con alguna remuneración no siempre sobraba el
dinero.

EL PROCESO DE FORTALECIMIENTO DEL ESTADO

Los estados modernos han representado un poder centralizado, cuya manifestación se ha


visualizado en un conjunto de instituciones independientes de la sociedad, por las que se
construye una dominación sobre la misma sociedad. Dicha dominación ha sido de diversa
índole: judicial, económica, política, militar e ideológica. Quizá la forma más conocida del
Estado ha sido el Gobierno, o los denominados tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y
Judicial. Desde la Constitución de 1824, las autoridades del país establecieron esa división
de poderes centrales (con uno más, el Representativo). Por supuesto, la lenta construcción
de un poder centralizado no fue posible por sí mismo, sino gracias a la cooperación de
diversas corporaciones (milicias, cuerpos de seguridad, municipalidades) y a una incipiente
burocraciaque apenas se formaba en los centros urbanos o rurales (gobernadores, jueces,
letrados).

LOS CAMBIOS SOCIALES EN EL MUNDO URBANO


El desarrollo del Estado, junto con el crecimiento económico, generaron importantes
transformaciones en la vida urbana. Entre estas se encuentra el surgimiento de los
llamados sectores medios. Los sectores medios son aquella parte de la población que se
ocupa de actividades diversas en los centros urbanos y que tiene como denominador
común su nivel de vida: no son ni muy ricos ni muy pobres.

No obstante, entre ellos hay quienes se ven obligados, por sus escasos recursos, a llevar
una vida austera, y otros, con ingresos suficientes, pueden darse algunos lujos.
Profesionales, empleados públicos, maestros, intelectuales, oficiales del ejército, dueños
de talleres artesanales y comerciantes citadinos integran este grupo.

Un buen número de integrantes de las capas medias surgieron gracias al desarrollo del
mundo de los negocios. El desarrollo de las relaciones mercantiles y, en particular, la
importación masiva de bienes manufacturados permitió que en las ciudades,
especialmente en San Salvador, se desarrollara un fuerte sector de comerciantes. Esto hizo
necesario un aumento sustancial del número de profesionales tales como economistas,
contadores, notarios y abogados, todos los cuales, en términos generales,

tenían un nivel de vida típico de la clase media. Con el crecimiento de la economía, el


número de trabajadores urbanos (es decir, los artesanos) aumentó significativamente
también, aunque muchos de ellos no pudieron competir con las manufacturas que
empezaron a importarse masivamente desde Europa y Estados Unidos.

Con anterioridad a la expansión cafetalera, los campesinos producían la mayor parte de los
bienes que consumían, incluso las telas, la ropa y las herramientas de trabajo. Pero el
desarrollo de la caficultura estuvo acompañado de una tendencia a la especialización de
cada una de las unidades productivas, es decir, el campesino y su familia se dedicaron casi
exclusivamente a labores agrícolas, mientras que sus El auge del café significó que mucha
más población podía vivir en las zonas urbanas, pues las zonas rurales generaban mucha
más riqueza que necesidades de productos elaborados fueron satisfechas por otros
productores especialistas (zapateros, tejedores, sastres o herreros). Los jornaleros,
carentes de medios de producción, no tuvieron más remedio que acudir al mercado para
adquirir su ropa y sus instrumentos de trabajo. Si bien individualmente no contaban con
gran capacidad de compra, en su conjunto elevaban las ventas.

Las haciendas dejaron de ser autosuficientes, convirtiéndose en importantes clientes de


los artesanos locales, especialmente en lo que respecta a la elaboración de todo tipo de
instrumentos agrícolas. Pero el mercado más importante que se abrió para estos artesanos
estaba en las ciudades. La clase media tenía una capacidad de consumo que estaba muy
por encima de la de los sectores rurales. Si bien, estos grupos urbanos consumían muchos
productos importados, algunas de sus necesidades fueron satisfechas por los artesanos
locales. Labores como las de sastrería, ebanistería, panadería y zapatería tuvieron un gran
impulso con el desarrollo de las relaciones mercantiles. Gracias a ello, los artesanos en
todos los centros de población se convirtieron en un grupo numéricamente importante. En
los diversos poblados del país, desde la ciudad capital hasta la más pequeña población
rural, contaban los obreros con sus gremios artesanales, los cuales, junto con la clase
media, eran los sectores más importantes.

AUGE DE LAS ORGANIZACIONES LABORALES

El período de los Meléndez Quiñónez fue de mucha actividad para las organizaciones de
trabajadores. Si el lector o lectora revisase los periódicos de entonces, se sorprendería del
auge que había adquirido la formación de organizaciones de trabajadores.

La mayor parte de las noticias nacionales hacía referencia a organizaciones laborales. En


las notas periodísticas, se presentaba a la organización de los trabajadores como medio de
superación y redención de las clases populares.

El Gobierno estimulaba tales asociaciones gremiales con el fin de crear mecanismos de


control de las clases populares y como una base de apoyo político para mantenerse en el
poder. Pero también los grupos dirigentes de entonces veían en esas asociaciones un
importante instrumento para influir en la formación cultural de los trabajadores. La mayor
parte de los sectores populares no tenía la oportunidad de asistir a la escuela. De esa
forma, el Estado buscó suplir esta deficiencia dirigiendo o estimulando la creación de las
asociaciones de trabajadores. Esta iniciativa estatal se afianzó más en el ámbito urbano.

La inculcación de valores morales ocupaba un papel central en esta estrategia. Ello no es


sorprendente, pues es precisamente alrededor de tales valores que puede constituirse una
cultura compartida. Por consiguiente, en los discursos de las asociaciones de trabajadores
era temática fundamental la formación del hombre sin vicios, responsable en su trabajo y
cumplidor de sus obligaciones familiares. Pero la mujer trabajadora no era menos
importante en ese proyecto de transformación cultural de los sectores populares. La joven
casta, la madre amante y la esposa obediente, además de la trabajadora eficiente, se
convertían en los prototipos ideales de la mujer de los sectores populares.

La dictadura de Martínez (1931-1944)[editar]

Apenas había asumido el poder el general Maximiliano Hernández Martínez, cuando en


enero de 1932, el PCS participó en una insurrección popular junto a grupos indígenas y
campesinos del occidente del país. Los planes de dicha insurrección fueron conocidos por
el gobierno, y Farabundo Martí y otros líderes del PCS fueron arrestados antes de la
misma. Los alzados lograron apoderarse de las ciudades de Juayúa, Nahuizalco, Izalco,
Sonzacate, Tacuba y Salcoatitan, en donde atacaron a las familias terratenientes.
Posteriormente, la insurrección, fue aplastada sangrientamente por la dictadura de
Martínez. El número de víctimas civiles de la represión militar ha sido debatido por los
historiadores; algunos hablan de 10,000 muertos; otros elevan la cifra a entre 20,000 y
30,000 muertos.39 Farabundo Martí y los otros líderes del PCS fueron fusilados el 1 de
febrero. También fue ejecutado Feliciano Ama, cacique de los indígenas Izalcos y Francisco
Sánchez, líder campesino de Juayúa.

Aunque el PCS se inspiró en el triunfo de la Revolución Bolchevique en 1917 para organizar


la insurrección de 1932, en realidad el Partido estaba conformado por un núcleo pequeño
de intelectuales y estudiantes universitarios y tuvo un rol muy limitado en la insurrección.
Las masas que participaron en la insurrección fueron mayoritariamente indígenas. Esto es
muy importante indicarlo, ya que la insurrección de 1932 es reconocida por varios
sociólogos e historiadores salvadoreños como la continuidad de la lucha de resistencia
indígena iniciada por el indígena Anastasio Aquino, cacique de los Nonualcos. Entonces
ocurrió que varios procesos históricos confluyeron y chocaron en El Salvador a partir de
1932: la dictadura oligarca de las grandes familias cafetaleras, la resistencia indígena
salvadoreña, y la Segunda Guerra Mundial, en la que el país acabó alineándose con los
Aliados principalmente por motivos económicos. Luego de la sangrienta represión
considerada por muchos historiadores como un etnocidio, se produjo una progresiva
desaparición de las costumbres indígenas.

Vencida la insurrección, el general Martínez consolidó su gobierno e inauguró lo que más


tarde sería conocido como la Dictadura Militar de corte fascista. Martínez aprobó una serie
de medidas económicas para afrontar la crisis que vivía el país ante la caída de los precios
del café, entre ellas la condonación de las deudas a los hacendados cafetaleros y la
creación del Banco Hipotecario, entidad financiera estatal que concedió créditos a los
terratenientes. Martínez fue derrocado en 1944 luego de una paralización social en todo el
país conocida como la "Huelga de Brazos Caídos", pero el Ejército y la oligarquía retomaron
el poder.

Después del derrocamiento del dictador, ocupó el gobierno el general Andrés Ignacio
Menéndez, el cual al intentar hacer elecciones libres, fue derrocado el 21 de octubre de
1944. Asumió la presidencia el coronel Osmín Aguirre y Salinas, que convocó elecciones
presidenciales en 1945. La oposición afirmó la victoria de su candidato Miguel Tomás
Molina, pero los militares proclamaron el triunfo del general Salvador Castaneda Castro.
Entre 1945 y 1948, el breve gobierno de Castaneda Castro, continuó muchas de las
políticas del gobierno dictatorial de Martínez.40

La era del PRUD (1948-1960)[editar]

El 14 de diciembre de 1948, Castaneda Castro fue derrocado por un golpe de Estado


promovido por sectores renovadores del Ejército que llevó al poder al llamado Consejo de
Gobierno Revolucionario. En 1950 se redactó una nueva Constitución de carácter social-
progresista y se creó un nuevo partido oficial, el Partido Revolucionario de Unificación
Democrática (PRUD) que se proponía imitar muchos aspectos del PRI mexicano. El PRUD
gobernó con el teniente coronel Óscar Osorio (1950-1956) y el teniente coronel José María
Lemus (1956-1960) quienes impulsaron una serie de reformas de corte socialdemócrata
como la creación del Seguro Social (ISSS) y el Instituto de Vivienda Urbana (IVU) además
de impulsar un proceso limitado de industrialización, dentro del modelo de sustitución de
importaciones que promovía en ese momento la CEPAL. También se impulsó un programa
de construcción de mega proyectos de infraestructura como la Carretera del Litoral y la
Presa Hidroeléctrica "5 de Noviembre"

Los gobiernos de Osorio y Lemus pudieron llevar a cabo sus planes sociales y obras de
infraestructura gracias a un período de bonanza en los precios del café y a la introducción
de un nuevo cultivo bastante rentable: el algodón. Cuando al final de la década de 1950 el
precio del café decayó, el gobierno de Lemus entró en crisis y fue derrocado el 26 de
octubre de 1960.26

Los gobiernos del PCN (1962-1979)[editar]

Luego del derrocamiento de Lemus, hubo dos breves gobiernos provisionales: la Junta de
Gobierno (octubre de 1960-enero de 1961), controlada por oficiales militares próximos a
Óscar Osorio, al que se incorporaron civiles progresistas. La Junta fue derrocada y
sustituida por el Directorio Cívico Militar (enero de 1961-enero de 1962), formado por
oficiales y civiles conservadores. En 1962 se redactó una nueva Constitución, que prohibía
"las doctrinas anárquicas y contrarias a la democracia", prohibición que los gobiernos
militares aplicaron en contra del Partido Comunista Salvadoreño y de los movimientos de
izquierda. En abril de ese año, se convocaron elecciones presidenciales. Se fundó un nuevo
partido oficial del régimen militar, el Partido de Conciliación Nacional (PCN) que llevó al
gobierno al coronel Julio Adalberto Rivera (1962-1967). Bajo Rivera, El Salvador se adhirió
al programa de la Alianza para el Progreso, impulsado por la administración de John F.
Kennedy para contrarrestar la oleada de movimientos guerrilleros y fuerzas de izquierda
inspiradas en la revolución cubana en 1959.
Mediante lo que se constituyó como una política de desarrollo, Estados Unidos aprobó
préstamos para la construcción de infraestructuras económicas para modernizar la base
atrasada del Estado salvadoreño. Durante este período se planificaron y construyeron
obras de infraestructura: el muelle de Acajutla, el aeropuerto internacional de El Salvador,
el Hospital Bloom, la autopista a Comalapa, nuevas instalaciones del Instituto Francisco
Menéndez, etc. El tipo de cambio permaneció estable, así como los índices de precios; la
emigración hacia el exterior (particularmente a los Estados Unidos) y las migraciones
internas hacia los centros urbanos no fueron particularmente significativas.

El coronel Fidel Sánchez Hernández fue electo presidente para el período 1967 -1972. En
este período, Estados Unidos también envió un grupo de asesores militares para organizar
lo que más tarde se conoció como la Organización Democrática Nacionalista (ORDEN),
siglas bajo las cuales se organizaron a grupos paramilitares. La introducción de ORDEN
intensificó la represión hacia la población civil, involucrando a miembros activos del PCN,
los cuales fueron denominados "orejas" por la gente común, por su labor de informantes
del régimen militar.

General Carlos Humberto Romero, último de los presidentes militares (1977).

En este contexto, Estados Unidos enfocó su política a la neutralización de los posibles focos
de comunismo. Así fue como Estados Unidos envió a un grupo de asesores técnicos del
Instituto Americano del Desarrollo del Sindicalismo Libre, IADSL, para crear dos
organizaciones populares que, según sus cálculos, se "encargarían" de hacer su trabajo: la
Unión Comunal Salvadoreña, UCS, y la Asociación Nacional de Indígenas Salvadoreños,
ANIS. A estos dos grupos, Estados Unidos les facilitó créditos para la compra de tierras e
insumos para la producción agropecuaria, y luego bajo la presidencia del coronel Arturo
Armando Molina los convirtieron en los principales beneficiarios de la Reforma Agraria.
Pero la dimensión de este proyecto no fue significativa, ya que el número de cooperativas
formadas fue insignificante, además de no haber tenido cobertura nacional, debido a que
la naturaleza de proyecto respondía a la política de Estados Unidos en el área. Luego de
establecidas, estas dos organizaciones fueron afiliadas a la AFL-CIO estadounidense.

Guerra de las "100 horas"[editar]

Artículo principal: Guerra del Fútbol

En 1969 se produjo la “Guerra de las 100 horas” con la invasión del sur de Honduras por el
Ejército y la Aviación salvadoreña. Este conflicto tenía su origen en la década de 1920,
cuando miles de salvadoreños emigraron a Honduras en busca de mejorar sus condiciones
de vida. A finales de la década de 1960, el gobierno hondureño estaba bajo presión de
organizaciones populares demandando una reforma agraria. A la comunidad salvadoreña,
que sobrepasaba los 3,000, le fueron confiscados negocios y propiedades. Esto generó un
clima de violencia contra los salvadoreños, con la aprobación del gobierno de turno de
López Arellano. El Salvador tomó acción y el 14 de julio de 1969 invadió Honduras. Las
Fuerzas Armadas de El Salvador, comandadas por el general José Alberto “El Chele”
Medrano, capturaron 1650 km² de territorio hondureño, entre ellos Nueva Ocotepeque,
territorio que fue restituido en agosto de ese mismo año. Fuentes estiman que en esta
guerra murieron más de 2.000 personas. La guerra fue etiquetada erróneamente por
periodistas extranjeros como la "Guerra del Fútbol", pues su inicio coincidió con una
escaramuza generada entre los hinchas de las selecciones de ambos países después del
tercer encuentro del campeonato por la eliminación hacia la Copa del Mundo 1970.41

Durante la década de los 1970, la situación política que desembocó en la guerra civil
comenzó a configurarse. En abril de 1970, una corriente interna del Partido Comunista
Salvadoreño se separó para formar las Fuerzas Populares de Liberación "Farabundo Martí"
(FPL). En 1971, "el Grupo" una organización de jóvenes universitarios, antecedente del
Ejército Revolucionario del Pueblo, secuestraron y asesinaron al empresario Ernesto
Regalado Dueñas, miembro de una de las más poderosas familias terratenientes del
país.42

En la elección presidencial de 1972, los opositores a la dictadura militar, principalmente el


Dr. Guillermo Manuel Ungo, dirigente del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR),
y el Dr. Francisco Lima del partido Unión Democrática Nacionalista (UDN), se unieron al
Ing. José Napoleón Duarte, líder del Partido Demócrata Cristiano (PDC), en la alianza
conocida como Unión Nacional Opositora (UNO).43 Muchos historiadores consideran que
el movimiento reformista de Duarte ganó las elecciones, pero los militares proclamaron el
triunfo del coronel Arturo Armando Molina, del Partido Conciliación Nacional (PCN).4445
Las protestas subsecuentes y un intento de golpe de estado fueron aplastados y Duarte
obligado a exiliarse en Venezuela.

La UNO se mantuvo unida y procedió a participar en las próximas elecciones de 1977. Esta
vez llevó al Coronel Ernesto Claramount como candidato presidencial. Muchos
historiadores consideran que nuevamente, la UNO ganó las elecciones, pero los militares
volvieron a colocar al candidato pecenista, esta vez, el general Carlos Humberto
Romero.46 Cuando los acontecimientos electorales terminaron con la esperanza de la
reforma por medios democráticos, la situación persuadió a algunos grupos opuestos al
gobierno para armarse.47
En ésta época, surgieron más grupos armados como el ERP, y la Resistencia Nacional
(FARN). Estas organizaciones a su vez crearon organizaciones populares (BPR, FAPU, LP-28,
MERS, UR-19, FUR-30, ARDES, MLP, entre otros) con participación activa en organizaciones
de la sociedad civil como sindicatos, asociaciones profesionales, grupos campesinos,
congregaciones religiosas y centros educativos de nivel medio y superior.48

La crisis política durante el período del general Romero se incrementó. Los grupos
armados de izquierda realizaron actos de violencia en contra de funcionarios del gobierno
y civiles terratenientes, mientras la Fuerza Armada y los cuerpos de seguridad,
recrudecieron la represión, la cual fue desencadenada mediante la organización de grupos
paramilitares (Escuadrones de la Muerte) con conexiones directas con los militares como
la Unión Guerrera Blanca (UGB), el Ejército Secreto Anticomunista (ESA), las Fuerzas
Armadas de Liberación Anticomunista – Guerra de Eliminación – (FALANGE), y la
Organización para la Liberación del Comunismo (OLC).

La Guerra Civil (1980-1992)[editar]

Artículo principal: Guerra Civil de El Salvador

Mural de Monseñor Romero, el arzobispo asesinado en 1980.

El 15 de octubre de 1979, un grupo de militares liderados por el coronel Adolfo Majano


expulsó al general Carlos Humberto Romero y formó una Junta Revolucionaria de
Gobierno tras anunciar la Proclama de la Fuerza Armada. La Junta cayó tres meses después
que el coronel Jaime Abdul Gutiérrez y el coronel Guillermo García, Ministro de Defensa,
controlarán la transición política.

El año 1980 fue muy determinante para el inicio de la guerra civil en El Salvador, dada la
serie de eventos represivos por parte del Estado y organizaciones paramilitares, replicados
por acciones violentas de las organizaciones guerrilleras.

En febrero, el mayor Roberto d'Aubuisson, ex Jefe de la sección política del Departamento


de Inteligencia (G-2) de la Guardia Nacional y director de la ANSESAL, una agencia de
inteligencia del Ejército, apareció en la televisión vinculando a un grupo de
demócratacristianos con las organizaciones revolucionarias. Como resultado de esta
acción, según fuentes del PDC, fue asesinado el procurador general de la República, el Dr.
Mario Zamora Rivas. En marzo el Partido Comunista Salvadoreño funda las Fuerzas
Armadas de Liberación, FAL. Se recomponen dos juntas más y a la tercera se integra
Napoleón Duarte en marzo de 1980. Inmediatamente, Duarte puso en práctica un
programa de gobierno diseñado por asesores de Estados Unidos con las siguientes
reformas políticas: se implementó una reforma agraria, la nacionalización de la banca, del
comercio exterior, y del procesamiento del café y el azúcar. Asimismo, Duarte decretó el
estado de sitio y la suspensión de las garantías constitucionales, que sería prorrogada
sucesivamente hasta la firma de los acuerdos de paz.

El 24 de marzo fue asesinado el Arzobispo de San Salvador, Monseñor Óscar Arnulfo


Romero,49 después de haberle exigido a Estados Unidos retirar su apoyo militar al
régimen salvadoreño y ordenar a la misma Junta el cese de la represión. El mayor Roberto
D’Aubuisson fue posteriormente imputado como organizador del crimen, pese a que
nunca se le llevó a juicio.50

Las fuerzas de las FPL, el Partido Comunista Salvadoreño y la FARN se unificaron en la


Dirección Revolucionaria Unificada, DRU, formada en mayo. Las corrientes de izquierda
conformaron la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM), para luego formar el 18 de
abril un abanico todavía más amplio de fuerzas sociales y políticas bajo el nombre de
Frente Democrático Revolucionario (FDR), cuyo director fue secuestrado y posteriormente
asesinado en noviembre por un escuadrón de la muerte vinculado a la Policía de Hacienda.

En mayo, el mundo fue estremecido por la violenta masacre de más de 600 personas en el
Río Sumpul ubicado en la frontera con Honduras. Este crimen fue llevado a cabo por
fuerzas militares combinadas de El Salvador y Honduras. En el mismo mes de mayo, las
fuerzas guerrilleras fundaron la Dirección Revolucionaria Unificada – Político Militar (DRU-
PM), y el 10 de octubre, las mismas se organizaron bajo el nombre de Frente “Farabundo
Martí” para la Liberación Nacional (FMLN); posteriormente en diciembre se une el Partido
Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC).

En el mes de diciembre, cuatro monjas estadounidenses fueron violadas y asesinadas por


efectivos de la Guardia Nacional. Duarte es elegido presidente de la junta y el coronel
Gutiérrez su vicepresidente. Al final de 1980, la iglesia contabilizó 28 miembros asesinados
(incluyendo al Arzobispo) y 21 detenidos, además de acciones terroristas como 14
bombas, 41 ataques con ráfagas de ametralladora, 15 robos, y 33 tomas de iglesias.

El 10 de enero de 1981, el FMLN lanzó una ofensiva general y llamó a una insurrección a
nivel nacional, la cual no tuvo éxito en la toma del poder, pero fue la acción de la guerra
civil propiamente dicha. En mayo el mayor D’Aubuisson es capturado (y luego liberado) por
intentar organizar un golpe de Estado contra Duarte.

En septiembre de 1981, la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES),


informó que un total de 32,000 civiles fueron asesinados por fuerzas gubernamentales o
por escuadrones de la muerte vinculados al Ejército, desde que la primera junta asumió el
poder en el país. Ese mismo mes, D’Aubuisson anuncia la fundación del partido Alianza
Republicana Nacionalista, ARENA, y posteriormente, su postulación como candidato
presidencial.

Monumento a las víctimas de la Masacre del Mozote.

Las Fuerzas Armadas salvadoreñas también se involucraron directamente en la represión


indiscriminada, siendo el más notorio de estos incidentes la denominada Masacre de El
Mozote entre el 10 y el 13 de diciembre de 1981.51 Durante una incursión del Batallón
Atlacatl a esta localidad del departamento de Morazán fueron asesinados varios cientos de
civiles, probablemente más de un millar, y muchos más huyeron a refugiarse a
Honduras.52 Se calcula que la junta militar recibió 1.000 millones de dólares de Estados
Unidos en concepto de ayuda militar para combatir la insurgencia.

Por otro lado, debe tomarse en cuenta que la guerrilla iniciaría hostilidades tales como
secuestro y asesinato de empresarios y alcaldes, destrucción de infraestructura pública,
enfrentamientos armados y destrucción de objetivos militares, repartición de propaganda
y extorsión a empresarios. Dichas acciones se darían repetidamente durante toda la guerra
civil, dando paso a casos muy sonados tales como la masacre de la Zona Rosa y el
secuestro y posterior asesinato en los Planes de Renderos, del empresario Roberto Poma.
Dada la gravedad de la guerra civil, la guerrilla cometió diversos crímenes, que si bien no
se equipararon en volumen con los cometidos por las Fuerzas Armadas, no pueden dejarse
sin tomar en cuenta.53

El FDR se alió al FMLN, esta vez liderado por el Dr. Guillermo Manuel Ungo, y plantearon el
diálogo y la negociación para resolver el conflicto en forma pacífica. La alianza FMLN-FDR
logró el reconocimiento como fuerza política representativa del país por parte de la
comunidad internacional con la Declaración Franco-Mexicana en julio de 1981.

El 28 de marzo de 1982 fue elegida una nueva Asamblea Constituyente. Durante los 20
meses siguientes, la asamblea constituyente desarrolló intensos debates en el proceso de
redacción de la nueva Constitución de la República, que fue finalmente promulgada el 15
de diciembre de 1983, entrando en vigencia cinco días después. Posteriormente, Álvaro
Magaña fue nombrado presidente provisional por la asamblea constituyente. Duarte ganó
las elecciones presidenciales en 1984 ante D'Aubuisson de ARENA. Según el PDC y Duarte,
D'Aubuisson y su partido de ARENA tenían lazos directos con los escuadrones de la
muerte, el embajador estadounidense, Robert White, había descrito como “un asesino
patológico” al fundador de ARENA
En 1984, Duarte realizó dos reuniones históricas de diálogo y negociación con la alianza
FMLN-FDR, una en el pueblo de La Palma, Departamento de Chalatenango, y la segunda
en Ayagualo, Departamento de La Libertad. Pero ninguna de estas reuniones dio solución
al conflicto armado. En mayo de 1987, la alianza FMLN-FDR presentó su propuesta de paz
de 18 puntos.

En 1989, el voto popular otorgó a Alfredo Cristiani de ARENA la elección presidencial. En


abril de 1989, el FMLN presentó en Washington su plataforma para negociar el fin de la
guerra civil. El gobierno de Cristiani se reúne por primera vez con el FMLN en México en
septiembre. El 11 de noviembre, siguiendo un plan estratégico que según algunos medios
de prensa Fidel Castro conocía de antemano,54 el FMLN lanza su ofensiva militar llamada
“Hasta el Tope”. La madrugada del día 16, una unidad del Ejército invade la Universidad
Centroamericana "José Simeón Cañas" y asesina a 6 sacerdotes jesuitas vinculados a la
teología de la liberación: Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Joaquín
López y López, Amado López, Juan Ramón Moreno y a dos de sus colaboradoras Elba y
Celina Ramos.55

La ofensiva montada por el FMLN dejó claro que no había posibilidades de una victoria
militar de alguno de los bandos.56 Las negociaciones con ARENA continuaron con la firma
del protocolo en Ginebra, Suiza, en abril de 1990, luego las delegaciones de ambas partes
en conflicto suscriben en mayo el Acuerdo de Caracas con la mediación del representante
personal del Secretario General de la ONU, Álvaro de Soto.

En diciembre de 1990 el FMLN lanza lo que sería la última ofensiva militar de carácter
nacional y en la que se derriban los primeros aviones con misiles tierra-aire. Al
establecerse una especie de equilibrio de fuerza, el gobierno de ARENA accede a la firma
del Acuerdo de Nueva York el 31 de diciembre, y el 16 de enero de 1992 las negociaciones
terminaron con la firma de los Acuerdos de Paz en el Castillo de Chapultepec, en México,
poniendo fin a 12 años de conflicto interno. Al final de la guerra civil se contabilizó la
muerte de más de 75,000 civiles salvadoreños y de alrededor de 9,000 desaparecidos.

A consecuencia de la firma de los Acuerdos de Paz, la Asamblea Legislativa aprobó el 23 de


enero de 1992 la “Ley de Reconciliación Nacional”, la cual “concede amnistía a favor de
todas las personas que hayan participado como autores inmediatos, mediatos o cómplices
en la comisión de delitos políticos comunes conexos con éstos y en delitos comunes
cometidos por un número de personas que no baje de veinte, antes de el 1º de enero de
1992, exceptuándose, en todo caso, el delito común de secuestro” (art. 1);57 así como
también excluye de sus beneficios a “las personas que, según el informe de la Comisión de
la Verdad, hubieren participado en graves hechos de violencia ocurridos desde el 1º de
enero de 1980, cuya huella sobre la sociedad, reclama con mayor urgencia el
conocimiento público de la verdad, independientemente del sector a que pertenecieren
en su caso” (art. 6).58

La Comisión para la Verdad para El Salvador de las Naciones Unidas, organizada bajo el
mandato de los Acuerdos de Paz, elaboró su informe titulado “De la Locura a la Esperanza:
La guerra de 12 años en El Salvador” entre 1992-93 en el que publicó los resultados de la
investigación de los hechos ocurridos entre 1980 y julio de 1991.59

Como reacción adversa al informe de la Comisión de la Verdad, la Asamblea Legislativa,


aprobó la “Ley de Amnistía General para la Consolidación de la Paz”, la cual “concede
amnistía amplia, absoluta e incondicional a favor de todas las personas que en cualquier
forma hayan participado en la comisión de delitos políticos, comunes conexos con éstos y
en delitos comunes cometidos por un número de personas que no baje de veinte antes del
primero de enero de mil novecientos noventa y dos, ya sea que contra dichas personas se
hubiere dictado sentencia, se haya iniciado o no procedimiento por los mismos delitos,
concediéndose esta gracia a todas las personas que hayan participado como autores
inmediatos, mediatos o cómplices en los hechos delictivos antes referidos. La gracia de la
amnistía se extiende a las personas a las que se refiere el artículo 6 de la Ley de
Reconciliación Nacional” (art. 1); y al mismo tiempo establece la derogatoria de “todas las
disposiciones que contraríen la presente ley, especialmente el Art. 6 y el último inciso del
Art. 7, ambos de la Ley de Reconciliación Nacional, así como la interpretación auténtica de
la primera de las disposiciones citadas” (art. 6).60 De esta manera, el proceso democrático
en El Salvador descansa sobre un sistema de precario equilibrio desde que la Asamblea
Legislativa decretara la Ley de Amnistía General para la Consolidación de la Paz el 20 de
marzo de 1993. Como resultado de esta amnistía, ningún responsable de los crímenes
efectuados antes, durante y después de la guerra civil ha sido juzgado.

Véase también: Víctimas de la Guerra Civil de El Salvador

Período de la posguerra (1992-actualidad)[editar]

Mauricio Funes, Presidente de El Salvador de 2009 a 2014

En las elecciones a alcaldes, diputados y los comicios presidenciales de 1994 se destaca la


participación del FMLN ahora como partido político; en los comicios a diputados el FMLN
se representó con un 25 por ciento del total de los diputados; y en los comicios
presidenciales se impuso el candidato presidencial de ARENA, Armando Calderón Sol.
Durante su gobierno, Calderón Sol, aplicó un plan de privatizaciones de varias grandes
empresas del Estado, y otras políticas de corte neoliberal. El FMLN salió fortalecido de los
comicios legislativos y municipales de 1997, en los que ganó la alcaldía de San Salvador. Sin
embargo, las divisiones internas en el proceso de elección del candidato presidencial,
dañaron la imagen del partido. En la elección presidencial del 7 de marzo de 1999, se
produce un nuevo triunfo electoral del partido ARENA con su candidato Francisco Flores.

En las elecciones presidenciales del 21 de marzo de 2004, nuevamente ARENA logró la


victoria, esta vez con el candidato Elías Antonio Saca, afianzando un cuarto período
consecutivo. En es misma elección, la economista Ana Vilma de Escobar se convierte en la
primera mujer en ocupar el cargo de Vicepresidenta de la República.

El resultado electoral también liquidó a todos los partidos "pequeños" (PCN, PDC, y CD),
que no obtuvieron el 3% requerido por la ley electoral para mantener su registro como
partidos, de manera que de no haber sido aprobadas unas disposiciones especiales de la
Asamblea Legislativa, el sistema político sería actualmente bipartidista.

El fenómeno social que El Salvador empezó a afrontar en la posguerra es la existencia de


las "Maras" o pandillas, generado principalmente por la deportación de salvadoreños
ilegales en Estados Unidos. El nivel de criminalidad ha llegado a retar al mismo sistema
judicial y al mismo gobierno, y dos programas - Mano Dura y Mano Superdura - creados
para luchar contra el crimen han fallado. Sólo en los cuatro primeros meses del 2004, El
Diario de Hoy reportó casi 10,000 salvadoreños deportados.61

En la actualidad, el mayor ingreso de divisas que El Salvador tiene, es el originado por el


total de las remesas - que llega a un estimado de mucho más de $2,000 millones -
enviadas por salvadoreños que viven en el exterior. El Diario de Hoy informó en noviembre
del 2004 que ese fue el mes que registró la mayor cantidad de dinero ingresada al país:
más de $2,300 millones. Existen más de 2 millones de salvadoreños viviendo en el exterior
en países como Estados Unidos, Canadá, México, Guatemala, Costa Rica, Australia, Suecia
y otros.62

Como suceso político relevante, el partido político FMLN alcanzó la victoria en las
elecciones presidenciales del 15 de marzo de 2009 por medio de su candidato, el
experiodista Mauricio Funes. Este constituye el primer triunfo de un partido de izquierda
en la historia de este país, venciendo a su único rival, el ex director de la PNC el Ing.
Rodrigo Ávila del partido ARENA.Mauricio Funes asumió el cargo de Presidente de la
República el 1 de junio de 2009 junto con Salvador Sánchez Cerén como Vicepresidente de
la República.

Posteriormente, en los comicios del 9 de marzo de 2014 es electo como Presidente de la


República Salvador Sánchez Cerén, un excomandante de las Fuerzas Populares de
Liberación Farabundo Martí (FPL), organización integrante de ahora partido político FMLN,
junto con Óscar Ortiz como Vicepresidente de la República.
CONCLUSION
A lo largo de nuestra historia han sucedido muchos cambios sociales, unos han
beneficiado a la población y otros solo han beneficiado a unos pocos, por un lado esta la
delincuencia que hace mucho daño al país, aleja inversiones extranjeras y matan a las
personas, por otro lado están los políticos lucrándose de esa realidad, recibiendo fondos
para prevención de violencia y que se hacen esos fondos no sabemos, tal es el caso de
Tony Saca y otros, además que dan trabajo a más policías, militares, todo es un circulo,
están el transporte público amenazando con aumentar el precio al pasaje si no le dan el
subsidio pronto, y ellos no tienen en su mayoría unidades que no contaminen el ambiente.
Diferentes cambios sociales se van a seguir dando, nos resta estar pendiente y empezar a
hacer algo por nuestro país.
BIBLIOGRAFIA

Lic. Pablo de J. Castro H., Asociación Salvadoreña de Sociología EL SALVADOR: “EVOLUCIÓN


DEL CAMBIO SOCIAL. LA TRANSICIÓN AL SIGLO XXI” BREVES REFLEXIONES SOCIOLÓGICAS

https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_El_Salvador

Ministerio de Educación Historia de El Salvador Tomo II

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