Violencia racial en Estados Unidos, desde la llegada de Donald Trump
Históricamente en Estados Unidos, la población afroamericana se ha visto oprimida,
discriminada y privada de sus derechos. Sin embargo, otros grupos de la población se han visto discriminados de igual forma; pero es principalmente contra la población afroamericana que se presenta un elevado número de actos de violencia, cuyos responsables en muchos casos no son castigados penalmente. La brutalidad policial es un hecho relativamente frecuente que provoca gran tensión entre diferentes grupos de la población norteamericana, dado que se dan muchos casos en que la víctima muere y los responsables son absueltos de los cargos. Un caso muy conocido que relata la situación es el de Alton Sterling en 2016, cuando dos policías detuvieron a Sterling por una denuncia que se realizó a emergencias, a Sterling le dispararon en varias ocasiones mientras se encontraba inmovilizado. El hecho que se registró en Baton Rouge, Louisiana se popularizó en redes sociales y marcó el inicio del movimiento “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan, en español). Desde años anteriores existe una gran tensión racial en Estados Unidos, la cual se aumenta en 2016 por la campaña provocadora y la elección del presidente Donald J. Trump. El presidente Trump basó su campaña en comentarios en contra de los inmigrantes y provocaciones contra otros grupos de la población estadounidense, fomentando el odio entre sus simpatizantes. El Southern Law Poverty Center explica que la presidencia de Donald Trump ha empoderado a personajes clave del movimiento antiinmigrante como Stephen Bannon, un hecho que también ha provocado que la ciudadanía sienta que están respaldados por el gobierno federal a la hora de cometer actos violentos en contra de aquellas persona que no son estadounidenses. Con la llegada de Donald Trump al poder, fue notoria la presencia cada vez más frecuente de grupos racistas y supremacistas que han llegado, incluso, a organizar marchas para expresar sus ideales. Un hecho que retrata la situación es el “Rally de Charlottesville”, una marcha de nacionalistas blancos que protestaban en contra de la remoción de una estatua de un general del ejército confederado, la cual se tornó en un violento enfrentamiento entre quienes marchaban y manifestantes. El enfrentamiento resultó en el asesinato de varias personas y es uno de los hechos más conocidos de violencia entre grupos racistas y manifestantes. El presidente dijo que ese día había dos grupos, uno "que era malo y otro que también era muy violento". Afirmó que manifestantes de izquierda atacaron a nacionalistas blancos que protestaban por el retiro de una estatua conmemorativa del bando confederado de la guerra civil del siglo 19. Desde su elección en 2016 hasta la actualidad, se ha acusado al presidente Donald Trump de promover odio entre los ciudadanos e incluso de tolerar los actos de violencia de grupos radicales. Durante su periodo de mandato, se ha notado un incremento en los actos violentos entre los distintos grupos racistas y antirracistas, cifras que pueden respaldar las acusaciones que se han lanzado en contra del presidente. Se deben condenar todos los actos de odio entre los ciudadanos, pero principalmente se debe fomentar el respeto y la libertad de expresión. El respeto es la base de la convivencia entre los individuos, por lo que es la principal herramienta con la que se cuenta para combatir la situación que enfrenta el país.