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Pablo Perea León de la Barra A01731513

El Maximato y nacimiento del PNR (PRI)

Antes de poder abordar el tema de la época política conocida como “El Maximato” es
necesario resaltar una serie de acontecimientos que sentaron las bases para que se
pudiera establecer un gobierno tan característico. Para comenzar el análisis, es
importante comprender la situación de crisis política que venía arrastrando el país
desde varios años atrás. Luego de los conflictos revolucionarios, el país entró en una
especie de ciclo de inestabilidad política total que parecía interminable. Es decir, una
vez terminada la revolución, los líderes revolucionarios representantes de los
distintos grupos distribuidos en todo el país fueron los encargados de quitarse una y
otra vez el poder porque en todos los gobiernos siempre había alguien inconforme
que decidía hacer un golpe de estado para poder cumplir lo que fuera que exigían al
anterior gobierno. Este intercambio de gobiernos claramente no solucionó
absolutamente nada y dejó al país en una situación crítica, tanto económica como
política. Y es que resulta increíble que la clase obrera y campesina del país seguía en la
misma situación antes y después de la revolución, incluso peor. Es por esto, que
existía un descontento en general a lo largo de todo el país por lo que resultaba
bastante difícil establecer un plan de gobierno firme o estrategias y políticas para
algún tipo de reconstrucción del país. Eran tantas las fuerzas políticas en el país que
no era posible cumplir las exigencias de todos los grupos involucrados. Las clases mas
bajas del país ya no tenían nada que perder por lo que nunca cesaron sus exigencias al
gobierno esperando que alguien velara por los intereses de esas clases campesinas y
obreras. El proceso después de la revolución en una búsqueda de paz y estabilidad
quizás comenzó cuando muere uno de los hombres más populares en el país:
Francisco Villa. Es a partir de este momento que el país comienza a tomar un rumbo
donde el poder ejecutivo tomaría un papel autoritario y sumamente poderoso.

El proceso de estabilidad política comienza en la presidencia de Álvaro Obregón en


1920. Durante la presidencia de Obregón no existía en realidad algún partido de
oposición, y se comienza a desarrollar una idea de unidad nacional importante. Esta
idea de unidad se va a consolidar durante la presidencia de Plutarco Elías Calles. Esta
unión del poder va a ser reflejada directamente en una estrategia que resulta brillante
por parte de Calles pero la verdadera pregunta es: ¿Es conveniente alcanzar una
estabilidad política a base de un gobierno represor de cualquier tipo de oposición? La
represión de las fuerzas de oposición fue una decisión clave en los gobiernos de
Obregón y Calles. Bajo la idea de la centralización del poder, se empezaron a unificar
las fuerzas militares, los sindicatos de obreros, la fuerza campesina y el sector
popular. Era un gobierno que incluía a los grupos más fuertes dejando de lado a
cualquier opinión distinta que se tuviera. Es decir, si eras un obrero y no pertenecías
al sindicato no existía manera de ser tomado en cuenta. Si querías ser escuchado
debías pertenecer al sindicato y a su vez, el sindicato formaba parte del gobierno. Esto
trajo algo de paz pero a costo de la represión de cualquier idea u opinión que no fuera
perteneciente del partido en el poder. Una vez que Obregón postula a Calles como
sucesor, comienza un gobierno donde no hay lugar para elecciones y la organización
de las mismas se convertía en simplemente un trámite ya que se haría lo necesario
para mantener el poder a base de negociaciones entre los “candidatos”. Esta es una
característica que se va a llevar a cabo durante los mandatos a lo largo de todo el siglo.
En el caso de Obregón a Calles la condición era que Calles debía hacer lo posible para
que Obregón se reeligiera una vez terminado el gobierno de Calles, y así fue. Sin
embargo, Obregón es asesinado y comienza una etapa donde Calles se convierte en el
líder detrás del gobierno los siguientes presidentes, tomando él las decisiones de todo
lo que se hace durante estos mandatos. Esta etapa de la política mexicana se conoce
como “El Maximato”. En 1928, luego del asesinato de Obregón, nace el Partido
Nacional Revolucionario (PNR) y se consolida Calles como líder supremo a través de
una estrategia política que lograría establecerse en el gobierno por décadas. La idea
del partido es unir a los campesinos, obreros y militares en un solo gobierno que logra
eliminar el sistema multipartidista anterior. El primer ejemplo se da el las elecciones
de 1929 entre Vasconcelos y Pascual Ortiz Rubio, el segundo apoyado por Calles.
Vasconcelos era mucho más popular y tenía un contacto con la gente importante. Sin
embargo, se llevan a cabo unas elecciones fraudulentas y Ortiz Rubio gana,
manteniendo a Calles en el poder. Esta etapa del país tiene muchos aspectos
negativos como la corrupción e impunidad a niveles extremos que se van a ir
asentando en el entorno político del país por muchos años. Es verdad que la creación
de este partido logra unificar al país de cierto modo, pero también es importante
definir los límites. Este partido con el paso del tiempo llega a un punto de
autoritarismo total dando paso a una idea de gobierno represor que hace lo necesario
para mantenerse en el poder.

En mi opinión, el orden social se debe lograr a través de la protección de las libertades


y derechos de la población, de cualquier otra manera es un orden o una estabilidad
falsa. Este partido llego a un punto donde no existe lugar para el debate o la opinión
publica, incluso al día de hoy se siguen dando casos de represión contra la población si
se trata de algo que al gobierno no le parece conveniente. El problema es que no existe
todavía manera de evitar que esto suceda. La impunidad en el país resulta como algo
natural y la manera de gobernar resulta un Maximato que parece no tener fin.
Bibliografías

Medin, T. (1996). El minimato presidencial: historia política del maximato 1928-


1935. Ediciones Era, México.

Aguilar Camin, Héctor; Meyer, Lorenzo. (2005). A la sombra de la Revolución


Mexicana. México: Cal y arena.

Timothy Anna, Jan Bazant, John Jr. Womack. (2003). La reconstrucción de los
años veinte: Obregón y Calles. En Historia de México(págs. 215-249). España:
Crítica.

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