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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 2

ANENCEFALIA: CONSIDERACIONES
BIOÉTICAS Y JURÍDICAS.

La ausencia de un substrato biológico mínimo ¿genera una diferencia moral?

Pedro Federico Hooft Lauterslager


Profesor Titular de Filosofía del Derecho
Universidad Nacional de Mar del Plata
Argentina

Correspondencia: Laprida 1541, CP 7600


Mar del Plata, Buenos Aires
Argentina
E-mail: hooftpf@infovia.com.arg

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ANENCEFALIA: CONSIDERACIONES
BIOÉTICAS Y JURÍDICAS.

La ausencia de un substrato biológico mínimo ¿genera una diferencia moral?

Pedro F. Hooft

Resumen Resumo

El objetivo de este trabajo es abordar, O objetivo deste trabalho é analisar, des-


desde la perspectiva bioética y jurídica una de uma perspectiva bioética e jurídica uma
de las situaciones particularmente comple- da situações particularmente complexas, em
jas, en las que puede encontrarse una mujer que pode encontrar-se uma mulher –e seu
–y su grupo familiar– frente al diagnóstico grupo familiar– frente ao diagnóstico de
de la gestación de un feto anencefálico, y gestação de feto anencefálico. Pretende con-
analizar si la decisión de interrumpir el em- siderar se a decisão de interrupção da gestação
barazo puede o no resultar éticamente justi- poderá ou não ter justificação ética.
ficable.
Palavras chaves: Anencefalia, Aborto
Palabras clave: Anencefalia, Aborto tera- terapêutico, Aborto eugênesico, Pessoa,
péutico, Aborto eugénico, Persona, Bioética, Bioética, Dereitos.
Derechos.

Abstract Résumé

The objective of this research is to L’objectif du travail est d’aborder, du


analyze, from a bioethical and legal perspec- point de vue bioéthique et juridique, une des
tive, one of the particularly complex situations particulièrement complexes dans
situations in which a woman –and her laquelle peut se trouver une femme –et son
family– might find themselves in front of a groupe familial– face au diagnostic d’un
diagnosis of anencephalic fetus, and to foetus anencéphalique, et analiser la situation
consider weather the decision of pour voir si la décision d’interrompre la
interrupting that pregnancy would or not grossesse pourrait ou non être éthiquement
be ethically justifiable. justifiable.

Key words: Anancephaly, Therapeutic Mots clés: Anencéphalie. Avortement


abortion, Eugenic abortion, Individual, thérapeutique. Avortement eugénique,
Bioethics, Rights. Personne, Bioéthique, Droits.

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Introducción numeral 22 de la propia Constitución, por


remisión a otros tratados e instrumentos
Una de las notas que caracterizan a las internacionales o comunitarios relativos a
sociedades actuales, al menos las del mun- derechos humanos (5), a los cuales se les
do occidental, está dada por la denominada reconoce jerarquía constitucional por expre-
“medicalización de la vida” (1), fenómeno so mandato del constituyente.
asociado a la creciente “juridización de la
sociedad” y al entrelazamiento entre el
derecho y la medicina (2). A su vez, las co- Datos que ofrece la ciencia respecto de la
nexiones entre la bioética y el derecho son anencefalia
cada vez más estrechas, afectan a las bases
mismas de la vida social y no se limitan ya La anencefalia es la anomalía más fre-
simplemente a reglas y previsiones ocasio- cuente entre los defectos de cierre del tubo
nales (3). Observa Jan M. Broekman que el neural. Implica ausencia de los hemisferios
derecho es la piedra angular de nuestro pro- cerebrales (neocortex) y de la estructura ósea
pio ser y de la complejidad de los discursos del cráneo. La anencefalia obedece a una
en que vivimos en la vida cotidiana. En nues- falta de cierre del tubo neural en su extremo
tras sociedades postmodernas –sostiene– la encefálico, que se origina entre la segunda
libertad y la salud son valores tan próximos, y tercera semana del desarrollo embrionario
hasta llegar a una cuasi-igualdad. En ese –estimativamente, entre los días 17 y 23 de
contexto el derecho a la vida ocupa un lugar la gestación– cuando los pliegues del extre-
central en las Declaraciones de Derechos de mo de la placa neural normalmente se fu-
la modernidad, cuyos principios rectores sionan para formar el cerebro anterior. El
serán luego recogidas con el advenimiento defecto es cubierto por una membrana grue-
del constitucionalismo político, al tiempo sa del estroma angiomatoso, pero nunca por
que el derecho a la salud, entendido social, hueso o piel normal. La ausencia o destruc-
bioética y legalmente, pasa a ser un correlato ción del cerebro es sustituido por una masa
necesario del mismo derecho a la vida (4). rudimentaria de tejido mesenquimático y
El “valor” salud, al ser reconocido como ectodérmico (6). Implica sobre todo la falta
inherente a la dignidad de la persona huma- de desarrollo de los dos hemisferios cere-
na, y corolario del derecho a la vida, se brales y del hipotálamo, el desarrollo incom-
convierte al mismo tiempo en “derecho pleto de la pituitaria y del cráneo, con las
humano fundamental”, el cual durante la estructuras faciales alteradas con una apa-
vigencia de la Constitución histórica de 1853 riencia grotesca y anormalidades en las vér-
de la República Argentina era considerado tebras cervicales. Los ojos pueden parecer
dentro del art. 33 sobre derechos implícitos, a grandes rasgos normales, pero el nervio
pero que a partir de la Reforma Constitucio- óptico, si existe, no se extiende hasta el ce-
nal de l994 aparece explicitado –aunque de rebro; existe, sin embargo, la función del
manera inorgánica– dentro de las previsio- tronco encefálico que puede estimular va-
nes de los arts. 4l y 42 de la Constitución rios reflejos, como las funciones del cora-
Nacional reformada. De manera más clara, zón y pulmones, por muy escaso tiempo, si
la salud –en el sentido de derecho a la aten- es que no se produjo el nacimiento de un
ción sanitaria, a la salud pública, a los servi- feto sin vida. Es claramente diferenciable de
cios sociales, a la seguridad social, etc., sin otras malformaciones congénitas del cere-
discriminación– ingresa de pleno derecho a bro (7). En un alto porcentaje de casos, es
nuestro ordenamiento con jerarquía consti- incompatible con la vida intrauterina en pe-
tucional, por expresa previsión del art. 75 riodos más avanzados del embarazo, y con

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la extrauterina, absolutamente siempre (8). primavera de l986, se han desarrollado pla-


La literatura médica indica que el 57 % nes activos de screening prenatal, que han
de los nacidos con vida fallecen dentro de permitido testear los casos de anencefalia (7)
las primeras 24 horas, que sólo el l5 % durante el segundo trimestre de la gestación,
sobreviven tres días, y que son excepciona- screening que ha alcanzado aproximadamen-
les los casos que alcanzan una semana, sin te al 50 % del total de embarazos.
medidas de sostén. Según estudios realiza- La incidencia de la anencefalia sobre el
dos en EE.UU. (7, p.11-19) el número de total de nacimientos durante la pasada dé-
anencéfalos nacidos sin vida –si bien no exis- cada ha sido estimada –en promedio– en
ten cifras fehacientes– oscila entre un 50 y aproximadamente uno sobre mil (1/000).
un 90% del total de partos. Sin embargo, existen marcadas diferencias
La anencefalia ha sido la primera mal- en orden a distintas regiones geográficas: así
formación fetal reconocida por ecografía y varía entre un máximo de 6,7 por mil en Ir-
es hoy posible su detección temprana. El landa hasta un mínimo de 0, 29 en Dinamar-
hallazgo que dirige la atención del observa- ca (7). Además, por causas hasta ahora des-
dor hacia la presencia de una anomalía conocidas, el 70% de los nacimientos
severa, es la ausencia del perfil cefálico nor- anencéfalos pertenecen al sexo femenino.
mal, que se corresponde con el diagnóstico En los Estados Unidos se ha producido
de acrania, generalmente advertible hacia un descenso significativo del número de
fines del primer trimestre, aunque los hue- fetos anencefálicos nacidos, partiendo de un
sos de la calota antes de las l3 semanas son 1,93 por mil a 0,45 por mil en los años se-
tan pequeños, por lo cual puede pasar des- tenta, mientras que hacia fines de los años
apercibido durante un examen de rutina. ochenta, a causa de programas activos de
Destacados estudiosos del tema afirman que screening referidos a defectos del tubo
la ausencia simétrica de los huesos de la neural, la incidencia en California descen-
calota permite arribar a un diagnóstico dió hasta un 0,3 por mil.
específico de anencefalia. En cuanto a su causa, se considera
Según coincidente bibliografía científi- que la anencefalia es una enfermedad con
ca consultada, la anencefalia se ve asociada etiología poligénica en la cual los progeni-
frecuentemente a otras graves anomalías, tores aportan genes predisponentes para el
como defectos en la columna, que afectan desarrollo de esta grave anomalía, que se
aproximadamente a un 50% de los casos, suma a la concurrencia de otros factores
espina bífida (raquisquisis severa), con externos al feto, intrauterinos y ambienta-
mielomengocele o sin él. Además, entre el les, que incidirán en que esta patología
l3 y el 33% de los fetos anencefálicos pre- severa, finalmente se exprese o no.
sentan otros defectos orgánicos, como v.gr. Un diagnóstico de anencefalia sig-
en corazón y riñones, además puede verse nificará además, estar frente a serios riesgos
afectado un mismo anencéfalo por más de para la salud de la madre, en caso de prose-
una anomalía severa. guir la gestación. La anencefalia aumenta
Resulta sumamente significativo anali- significativamente el riesgo del embarazo y
zar las decisiones que se adoptan ante un del parto para la gestante por varias causas.
diagnóstico de certeza de la gestación de un Entre ellas se menciona el hecho de estar
feto anencéfalo –en estudios llevados a cabo acompañada a menudo (entre un 30 y un
en Estados Unidos– en el sentido que entre 50% de los casos) de polihidramios con
un 90 y 95% de los casos se opta por la inte- todas las complicaciones del mismo (difi-
rrupción del embarazo (8). Según datos cultad respiratoria, hipotensión en decúbito
disponibles sobre California, a partir de la dorsal, rotura uterina, embolia de líquido

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amniótico, desprendimiento normo- zar Javier Gafo en sus clases dictadas en


placentario, atonía uterina post-parto, etc. Se nuestra carrera de Postgrado en Bioética, en
ha comprobado, por lo demás, que los fetos la Universidad Nacional de Mar del Plata,
suelen ser grandes –macrosomía fetal– y la una buena reflexión bioética requiere,
ausencia de cuello y el tamaño pequeño de ineludiblemente, de buenos datos. De allí la
la cabeza hacen que el tronco tienda a pene- necesidad de recurrir a la opinión fundada
trar en el canal del parto, junto con la cabe- de reconocidos expertos para obtener una
za provocando así una grave distocia, ade- adecuada información, con suficiente fun-
más de la seria afectación a la salud psíqui- damento científico, acerca de qué significa
ca y emocional que produce la continuación para la medicina la anencefalia, para luego
de una gestación de un feto irremediable- examinar cuáles pueden ser las consecuen-
mente destinado a la muerte, generando lo cias éticas –y bioéticas– de aquello que per-
que James Drane, de manera elocuente, ca- mite hoy conocer la ciencia, valida de nue-
lifica como un “funeral prolongado” (8). vos métodos diagnósticos de certeza, que
Debido a la completa ablación de incluyen estudios ultrasonográficos, que su-
áreas cruciales del tálamo, los anencéfalos mados a otros métodos de diagnóstico dife-
carecen del substrato neural que se requiere rencial, pueden corroborar las ultra-
para experimentar dolor, de la misma ma- sonografías tocológicas de rutina. Todo ello
nera en que carecen de los substratos con relación a los profundos interrogantes
neurales indispensables para el raciocinio, que plantea el tema de la posible interrup-
comunicación, conocimiento y sensibilidad ción del embarazo, frente a un diagnóstico
en general (9). de anencefalia.
Los enormes avances tecnológicos en su
aplicación a la medicina, que crean hoy
Consideraciones bioéticas nuevas posibilidades de diagnóstico tempra-
no, generan nuevos y profundos dilemas éti-
La realidad médica presenta lo que cos. Hasta hace 20 años, las discapacidades
Lolas Stepke denomina “interfaces entre graves del feto –incluso las que resultan in-
Ética, Política y Técnica”, en cuyo contexto compatibles con la vida– eran recién cono-
la medicina como profesión no es un puro cidas al momento del parto (12). Tratándose
saber. Tampoco un puro hacer, sino que es de un anencéfalo, se ha sostenido con serio
“una amalgama, es un saber hacer” (10), en fundamento, que carece de virtualidad la
un espacio en el cual se requiere de una vi- prohibición contenida en algunas legislacio-
sión integradora entre diversos saberes, en nes, de recurrir a la interrupción del emba-
la que necesariamente debe estar presente razo, luego de alcanzada la viabilidad
la dimensión ética. Todo ello en el contexto extrauterina del feto, fijada en 24 semanas,
de un diálogo interdisciplinario –absoluta- por entender que la razón de ser de tal pro-
mente consustancial a la bioética– que hibición carece de sustento suficiente en el
permita conjugar y armonizar, de manera caso de un feto anencefálico (12, p.277), en
fructífera, para el bien de las personas, proceso irreversible de muerte.
hechos y valores, ciencia y conciencia, en Ten Have et al se preguntan acerca de la
un clima de libertad y pluralismo, en aceptabilidad moral del aborto provocado,
correlato con una nueva forma de observando que la misma recibe diversas
juridicidad, abierta a los aportes interdisci- respuestas, que provienen de dos tradicio-
plinarios, respetuosa de la conciencia de las nes médicas distintas: la primera, desde una
personas y de la dignidad inalienable de la cosmo-visión de respeto por toda vida
persona humana (11). Como gustaba enfati- humana individual, y la segunda, que remi-

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te al movimiento de la Ilustración, funda- Sin embargo, no es propósito abordar


mentada en el respeto de la autonomía del aquí en su generalidad la amplia y compleja
individuo. Expresan los autores que cuando problemática del aborto. Por el contrario el
el punto de vista de una de estas tradiciones objetivo, modesto por cierto, y a modo de
es presentada como la única verdad (sin una primera aproximación, pretende centrar
atender a ninguna particularidad, ni siquie- el análisis en la anencefalia, y la eventual
ra a circunstancias verdaderamente excep- interrupción del embarazo, en estos casos
cionales, que importan situaciones límites) calificados como particularmente complejos,
la respuesta a nuestra pregunta surgirá muy entendiendo que existe una diferencia cua-
rápidamente y de manera harto simple, que litativa entre la interrupción de un embara-
es lo que acontece con las posturas extre- zo de un feto anencefálico, respecto de otras
mas de los movimientos “pro-life” y “pro- situaciones.
choise”. La tesis provisional que deseo funda-
Para los autores cuyas opiniones invo- mentar, abierta a nuevos aportes
camos, estas visiones, reduccionistas y interdisciplinarios coincide con lo sosteni-
unidireccionales, “suprimen” artificialmente do por James Drane, en su trabajo varias
el conflicto moral, cuando sólo y exclusiva- veces mencionado, en el sentido que la
mente se tiene en consideración una de esas anencefalia es una condición física que ge-
perspectivas. Añaden tales estudiosos del nera una diferencia moral (8).
tema, que el aborto es un problema moral En qué consiste esa condición física, ha
porque allí están en juego dos, o tres, valo- sido ya explicitado. Solamente retomaremos
res fundamentales: vida, autonomía y salud. algunas de las consideraciones ya vertidas
Además el carácter problemático y con- con miras a su valoración ética y bioética,
flictivo se halla en la misma realidad del en orden a la eventual justificación –en el
contexto que se perfilará seguidamente– de
aborto como tal, y cualquiera sea la forma
la interrupción de la gestación, acto que des-
en que se lo defina o valore, se trata de una
de la perspectiva de su valoración moral
vida humana, y por lo tanto, la verdadera debe, a nuestro juicio, ser claramente dife-
pregunta moral consiste en saber cuándo esa renciada del problema del aborto en gene-
interrupción es éticamente justificable (12, ral. Más aún, coincido con la fundada opi-
p.269-270). Por su parte, Diego Gracia, des- nión de quienes estiman que, inclusive, no
de una postura de respeto a la vida humana, es propio en este caso hablar de “aborto”,
como valor intrínseco –a la que adhiero ple- por toda la connotación ética, social y legal
namente– habla también de una inconsisten- que dicho término trae aparejado (21).
cia ética de las posturas extremas, y de la James Drane, en su muy fundamentado
necesidad de aceptar y reconocer la artículo, (dirigido a Hospitales e Institucio-
conflictividad axiológica ínsita a la proble- nes de Salud Católicas de los Estados Uni-
mática misma. Sintetiza sus consideraciones dos), entiende con buenas razones que la
con la siguiente reflexión final, a modo de ética médica es y debe ser algo más que un
evaluación crítica de las posiciones unilate- mero análisis del lenguaje, aun cuando no
se puede ignorar la influencia del lenguaje
rales y reduccionistas al decir que:
sobre la reflexión ética. Desde un punto de
como siempre sucede, las cosas son más partida que admite expresamente que nin-
ricas, y por ello mismo también más com- guna perspectiva humana es definitiva,
plejas... La ética de la vida embrionaria es, enfatiza que las circunstancias con las que
como no podía ser menos, tan compleja el ser humano se ve confrontado en la reali-
como la vida misma (13). dad, constituyen un factor importante al

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momento de determinar la responsabilidad “reduccionistas – biologisistas”, no cabe


ética, y en ese contexto propone (acertada- duda alguna que la salud psíquica se halla
mente) la necesidad de analizar la gesta- comprendida en el concepto mismo de
ción de un feto anencefálico con particular “salud”. Estudios profesionales serios han
cuidado, atendiendo en profundidad a todas puesto de manifiesto que la infausta noticia
las circunstancias relevantes (médicas, psi- de la gestación de un feto anencefálico suele
cológicas, sociales, el respeto a la concien- provocar un grave daño psíquico, que
cia de las personas involucradas, su incluso pueden llevar a una completa desor-
“axiograma”, en palabras de Mainetti). ganización psíquica y emocional, frente a
Así, para el análisis ético, y dentro de repetidas vivencias de muerte, y el padeci-
los datos ofrecidos por la ciencia actual al miento de un “prolongado e interminable
que ya hiciéramos referencia, concluye el funeral”. Este daño psíquico puede cierta-
autor que sin el anencéfalo se está en ausen- mente potenciar y agravar los riesgos que
cia de toda capacidad biológica para una ex- para la salud física de la madre implica el
periencia humana. La opinión de Drane co- llevar a término un embarazo, cuyo fruto está
incide con los resultados de toda la biblio- condenado irremediablemente a la muerte.
grafía especializada consultada, incluida la En el caso de la anencefalia, lo que en un
categórica conclusión atinente a la incom- embarazo normal constituye un progresivo
patibilidad con la vida intrauterina en algu- desarrollo, que permitirá ir actualizando las
nos casos, y extrauterina siempre, el eleva- diversas potencialidades presentes habitual-
do porcentaje de abortos espontáneos, al mente en la vida humana en desarrollo,
igual que en lo atinente al significativo por- en esta situación significa –que estima-
centaje de fetos nacidos sin vida. tivamente, entre los días 17 y 23 de la
Concuerdo también –con base a mi ex- gestación– se inicia un irreversible proceso
periencia judicial y con sustento en autori- de muerte.
zada bibliografía consultada– con el presti- Otros autores, si bien de manera coinci-
gioso catedrático de Edinboro, en cuanto a dente con el enfoque de Drane, concluyen
la incidencia sobre la salud, física, psíquica en la justificación ética de la interrupción
y emocional, que genera el conocimiento de un embarazo de feto anencéfalo, aunque
referido a la gestación de un anencéfalo, por la vía de un razonamiento distinto.
angustia que suele trasladarse a todo el gru- Dicha argumentación se centra
po familiar, siendo frecuente que en parti- prioritariamente en el concepto de “perso-
cular los niños sufran también, con daño para na”, con una rica tradición desde la filosofía
su propia salud, esa situación de grave medieval hasta nuestros días. Recordemos
angustia. que ya Boecio defendía a la persona como
Esta sola circunstancia sería suficiente “sustancia individual de naturaleza racional”
para encuadrar una eventual interrupción del persona est naturae ratinalis individua
embarazo en el concepto médico y ético de substantia (Siglo V). Ergo –se dice– que la
aborto terapéutico, cuya justificación se en- ausencia absoluta de la estructura biológi-
cuentra virtualmente aceptada en práctica- ca mínima para el desarrollo ulterior de
mente todas las legislaciones del mundo, aun toda forma de racionalidad, no permitiría
en aquellas, como la nuestra, que parten de en el caso del feto anencéfalo, hablar de
una fuerte protección a la vida humana na- persona humana, ni siquiera en potencia,
ciente, pero que admiten excepciones sobre inferencia que a su vez se relaciona con la
la base de un sistema denominado de “indi- doctrina católica referida al respeto incon-
caciones” (14). dicionado de la vida humana a partir de la
Superadas hoy día las visiones concepción –al menos en el magisterio de

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la iglesia a partir del siglo XIX– en orden bioéticos, en detrimento de la apertura de


al carácter de “persona” (al menos “en po- nuevos horizontes en la reflexión bioética.
tencia”) de la vida humana naciente. Es por ello que se considera importante que
Dos reconocidos bioeticistas de la Uni- los Comités de Bioética –en el abordaje de
versidad Camiliana de Sao Paulo, Leo estos temas– evalúen en primer término el
Pessini y Christian Paul de Barchifontaine, “curso de acción éticamente mejor”, para
al abordar el tema, citan la opinión del teó- sólo después buscar la información jurídi-
logo moralista Patrick Verspieren, quien sos- camente relevante para el caso, de manera
tiene que no se estaría aquí ante una vida de de proteger así “al razonamiento moral del
un ser humano destinada a ser persona (15). colapso hacia el legalismo”, evitando “con-
taminar su juicio propiamente ético” (18).
Esto resulta válido con mayor razón,
La reflexión bioética y el derecho cuando un Comité de Ética (o Bioética) es
requerido para elaborar un dictamen en un
He preferido momentáneamente poner proceso judicial, con una función análoga a
entre paréntesis los aspectos jurídicos de la la clásica de “peritos”, a fin de asesorar al
compleja problemática de la anencefalia, en tribunal, con una óptica interdisciplinaria
relación a un eventual interrupción del em- (en esto consiste su peculiaridad) acerca de
barazo, a fin de profundizar primero en las las cuestiones médicas, científicas, psicoló-
consideraciones éticas, médicas, psicológi- gicas, sociales y sobre todo éticas,
cas, y en general, bioéticas (no jurídicas). involucradas y eventualmente en colisión,
Se trata por cierto de sólo una abstracción que por mandato constitucional y legal, es
mental “metodológica”, dado que en defini- al juez o tribunal a quien le compete inter-
tiva, al momento de la evaluación final y en pretar y aplicar el derecho al caso particu-
la toma de decisiones deberá quedar tam- lar, conforme al aforismo latino iura novit
bién integrada la dimensión jurídica. curia, en el sentido que es el juez quien co-
El proceso de “juridización” (lega- noce el derecho y quien tiene la “facultad-
lization en la terminología anglosajona) de deber” de interpretarlo y aplicarlo en la
las cuestiones médicas y bioéticas, ofrece resolución de los casos concretos.
ventajas, pero al mismo tiempo, limitacio- También Lolas Stepke (10, p.63) se re-
nes y desventajas. fiere a la emergencia de lo bioético “como
El lado positivo estará dado por la superación de las expertocracias”, a la vez
minimización de la arbitrariedad y el con- que alerta contra aquellas tendencias que
trol de la discrecionalidad excesiva en la pretenden apropiarse de la reflexión bioética
toma de decisiones, ofreciendo al mismo en manos de una “nueva expertocracia”, en
tiempo a quienes requieren de una atención un ciclo en el cual se da un proceso de “le-
sanitaria, un marco de equidad y un recono- galización” y “legitimación” de ciertas pre-
cimiento al derecho a igual tratamiento (19). guntas y modos de responder a los que de-
Puede también ofrecer el derecho el es- nomina “procedimental”, pero que en últi-
pacio para favorecer un proceso de delibe- ma instancia “se basa en la aceptación de
ración y argumentación racional, dando un lenguajes y actitudes propias de una ortodo-
peso prudente a la evidencia (18). xia dictada por pares”. El autor propone aquí
Sin embargo, la legalización puede tam- la sensibilización de quienes participan en
bién, a menudo, conducir a una excesiva la confrontación de puntos de vista, en un
formalización y rigidez, alejada de los pro- clima de diálogo, como valla de contención
blemas reales, y sin la debida captación de para la siempre amenazada tolerancia (10,
la conflictividad propia de los problemas p.54). Es que, como bien señalan Ten Have,

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Ter Meulen, y Van Leeuwen, (12, p.272) goza de la misma protección constitucional
“cuando un punto de vista se presenta con y legal que una vida viable, cuando esa vida
un carácter absoluto, la ponderación entre intrauterina, sin futuro, entra en conflicto con
diversos principios no resulta posible”. la salud integral de la madre, otro valor y
Siempre a partir de una profunda re- derecho de raigambre constitucional.
flexión, y desde una actitud ética de respeto En el caso del feto anencéfalo no existe
por la vida humana, como valor intrínseco, aquí expectativa de vida futura que pueda
y de la dignidad inherente a la persona hu- verse afectada, toda vez que la ausencia de
mana, resulta menester ahora efectuar algu- un substrato biológico mínimo lo torna in-
nas consideraciones estrictamente jurídicas, compatible con la vida neonata. Se trata, por
–que nunca estarán desvinculadas de su fun- lo demás, de un ser incapaz de desarrollar
damento ético– con relación concreta a la toda forma de racionalidad, conciencia y
anencefalia y la eventual justificación de la pensamiento.
interrupción de ese embarazo, frente a un Más allá de las distintas interpretacio-
fruto de la concepción absolutamente incom- nes que en el ámbito filosófico se han ensa-
patible con la vida. yado acerca de qué es lo que debe entender-
Resulta en ese orden necesario, referir se por “persona humana”, hablar de persona
esta problemática a normas jurídicas de je- implica en todos los casos, reconocer que la
rarquía constitucional, por caso, la Conven- vida humana trasciende la dimensión de la
ción Americana sobre Derechos Humanos realidad puramente biológica, en razón de
(Pacto San José de Costa Rica), cuyo artí- lo cual, desde la perspectiva ética, se
culo 4º, atinente al derecho a la vida, dispo- sostiene que si los neurofisiólogos y
ne que “toda persona tiene derecho a que se neuropsiquiatras pueden demostrar que los
respete su vida. Este derecho estará protegi- anencéfalos carecen de la “potencia” de toda
do por la ley, y en general, a partir del mo- forma de racionalidad y conciencia, los
mento de la concepción...”. bioeticistas debieran acompañar esta
La locución “en general” ha sido inter- posición.
pretada en el sentido que la Convención La prohibición del aborto reconoce su
Americana no excluye la posibilidad de ad- sustento ético, en cuanto importa la frustra-
mitir por vía legislativa ciertas situaciones ción de un proyecto de vida (19). Cabe aquí
de excepción al mismo principio general, señalar que en el caso de la anencefalia, en
cuando podemos encontrarnos con una ver- razón de todas las consideraciones ya efec-
dadera “colisión de principios”(16). Por otra tuadas de recurrirse a la interrupción del
parte, entendemos a su vez que el orden ju- embarazo, no sería propio hablar de la “frus-
rídico al reconocer y proteger valores hu- tración de un proyecto de vida humana”.
manos fundamentales, permite a la convi- En el ámbito de la legislación penal ar-
vencia y al bien común transformarlos en gentina no existe duda a mi juicio que una
“derechos”, de manera que a menudo los posible interrupción del embarazo en el caso
conflictos entre valores se traducen también de la anencefalia, en atención de las serias
en conflictos entre “derechos”. complicaciones que se presentan, particular-
Si el derecho entonces reconoce y pro- mente para la mujer embarazada durante el
tege valores, es importante indagar en el caso último trimestre de la gestación, y frente a
de la anencefalia cuál sería en última ins- un cuadro de grave afectación de su salud
tancia el valor que se protege (vida), trans- psíquica y emocional, se encuadra en la
formado en derecho y preguntarnos si la vida figura del aborto terapéutico –que, según en-
en gestación, incompatible en un ciento por tiende la moderna doctrina penal, consagra
ciento de los casos con la vida extrauterina, una causal de justificación y no una simple

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exclusión de punibilidad– contemplado en graves riesgos físicos para la salud de la


el artículo 86 inc.1ro. del Código Penal, a madre– cuando ésta, debidamente informa-
su vez en relación con el estado de necesi- da, y actuando autónomamente, en diálogo
dad justificante del art. 34 inc. 3ro. del mis- con el equipo de salud, decide en concien-
mo Código (20). cia solicitar el adelanto del parto –o la inte-
Sin embargo, estimo también, que la in- rrupción de la gestación– al no poder sobre-
terrupción de la gestación de un anencéfalo llevar la carga que implica un embarazo sin
trasciende la cuestión atinente a la indica- destino.
ción terapéutica en relación con la salud in- Se trata en este caso de un conflicto en-
tegral de la madre. Ello debido a la varias tre principios (tanto bioéticos, como jurídi-
veces citada incompatibilidad del anencéfalo cos), que por ser muy generales resultan in-
con la vida extrauterina, siempre, y con la suficientes como guía al momento de la
intrauterina, a menudo, sumado a la ausen- adopción de decisiones morales. Pero lo cier-
cia de la estructura biológica mínima reque- to es que dichos principios entran en
rida para el ulterior desarrollo de la vida conflicto a la hora de tomar decisiones en
humana. Aquí, entre la segunda y tercera situaciones complejas. Es por lo tanto nece-
semana de gestación –como ya señaláramos– sario “ponderarlos o ponerlos en la balanza,
ocurre un hecho biológico que cierra defini- para determinar qué principio prevalece, de
tivamente todo posible desarrollo de las po- hecho, en cada situación de conflicto
tencialidades de una vida propiamente hu- concreta”(23); en el caso referido a la
mana para iniciar en cambio, el tránsito ha- anencefalia encuadrada entre las anomalías
cia una muerte irremediable, debido al fac- congénitas severas no potencialmente corre-
tor teratogénico. Reconocidos estudiosos del gibles, en cuyos casos –en la bibliografía
tema han señalado que en realidad no exis- especializada– ante la incompatibilidad con
tiría una situación sustancialmente distinta la vida postnatal, resulta aceptada la indica-
que la presentada en los casos de remoción ción de interrupción del embarazo.
de un embarazo ectópico o cuando se debe
intervenir quirúrgicamente el útero de la
mujer gestante, debido a una afección La anencefalia en la reciente jurispruden-
oncológica. Estos mismos autores observan cia de la Corte Suprema de Justicia
con razón que así como en estos supuestos Federal de la Argentina
no se habla de “aborto”, tampoco debiera
hablarse de “aborto”, con todas las connota- El 11 de enero de 2001 la Corte Supre-
ciones éticas, jurídicas, psicológico-sociales, ma de Justicia Argentina, y luego de haber
etc. que el término conlleva (21). suspendido expresamente y a este sólo efecto
Si bien podemos afirmar con Bidart el receso habitual del mes de enero, dictó
Campos “que la vida en gestación es un va- sentencia en una acción de amparo, inicial-
lor constitucional desde su comienzo, y ge- mente promovida por una mujer que gestaba
nera el deber de protegerla”, aun cuando no un feto con diagnóstico preciso de
pueda decirse que exista ya “una persona con anencefalia y quien había recurrido a la jus-
derecho a la vida” (22), por todo lo ya anali- ticia solicitando “amparo” o “tutela” de su
zado, creemos que la anencefalia constituye derecho constitucional a la vida, a la salud
una situación particularmente excepcional, integral y protección de su familia, median-
en la cual la protección del fruto de la con- te la cual, y ante la negativa de las autorida-
cepción inviable y carente de los hemisfe- des del hospital público, solicitaba expresa
rios cerebrales, debe ceder frente a la sobre- autorización judicial para la inducción del
carga emocional y psíquica –e incluso con parto o eventualmente la práctica de la in-

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 2

tervención quirúrgica de cesárea. causa el Juzgado de primera instancia


Dentro de los antecedentes relevantes del interviniente.
caso, sintéticamente pueden señalarse los Tanto la Fiscalía como el Asesor Tutelar
siguientes: un estudio ultrasonográfico rea- (quien interviene en representación de per-
lizado en la persona de la gestante, con fe- sonas incapaces o menores de edad) se opu-
cha 17/10/2000 originó un diagnóstico in- sieron a la petición de la paciente gestante,
dubitable de anencefalia. Estudios realiza- criterio que fue compartido por el Juzgado
dos en el mismo hospital público donde se de primera instancia interviniente,
atendía la paciente el 23/10/2000 estimaron rechazándose la acción de amparo.
la edad gestional en 21/22 semanas, confir- La segunda instancia (Cámara de Ape-
mándose el diagnóstico de anencefalia. laciones en lo Contencioso Administrativo),
Habiendo sido informada la paciente y al entender en la apelación interpuesta por
su marido de todas las implicaciones de di- la paciente embarazada, por mayoría (dos
cho diagnóstico, en particular de la absoluta votos contra uno) confirmó el rechazo de la
incompatibilidad del ser en gestación con la acción de amparo interpuesta.
vida extrauterina, y en atención al grave daño Frente a esta segunda denegación,
psíquico que la infausta noticia le generaba la amparista interpuso recurso de
tanto a la madre gestante como a los restan- inconstitucionalidad ante el Tribunal
tes miembros del grupo familiar, se solicita Superior de Justicia de la ciudad autó-
a la Dirección del Hospital la autorización noma de Buenos Aires. Aquí nuevamen-
para la inducción prematura del parto. En te tanto el Asesor Tutelar General como
un breve, aunque concluyente dictamen del el Fiscal General dictaminaron en sen-
Comité de Bioética Interdisciplinario del tido contrario al progreso de la acción
Hospital, se aconseja a la Dirección hacer de amparo. En particular el Fiscal en-
lugar al pedido, destacando la absoluta tendió que existía una disyuntiva entre
inviabilidad del anencéfalo, y en razón de la los derechos de la madre y el hijo por
aplicación al caso de los clásicos principios nacer, y que en tal disyuntiva, debían
de la Bioética. privilegiarse los de este último.
El Hospital deniega la petición, no por El Tribunal Superior de Justicia, con fe-
razones éticas ni médicas, sino por entender cha 26/12/00, por cuatro votos contra uno,
que el cuadro legal vigente en el país cons- se pronunció a favor de la solicitud de la
tituía un obstáculo para acceder a la peti- paciente a fin que se le practicara la induc-
ción, sugiriendo la necesidad de una previa ción del parto, o en su caso una operación
autorización judicial. cesárea. Mediante extensos y muy fundados
Ante ello, la afectada interpone una ac- votos individuales, abarcando distintos as-
ción constitucional de amparo, por conside- pectos constitucionales, bioéticos y especí-
rar lesionados sus derechos constituciona- ficos de la legislación penal vigente, se ex-
les ante un Juzgado de Primera Instancia de pidieron los jueces del Tribunal, Dres. Julio
la Ciudad de Buenos Aires, mediante acción B. Maier, Alicia E. C. Ruiz, Ana María Con-
sumarísima tendiente a la protección de de- de y Guillermo Muñiz, votando en disiden-
rechos y valores de raigambre constitucio- cia, y por el rechazo de la acción de amparo,
nal. Luego de diversas vicisitudes procesa- el Dr. José O. Casás.
les, que no interesan al fondo de la cuestión, Contra esta sentencia el Asesor General
y encausados los trámites judiciales a través de Incapaces interpuso recurso extraordina-
de oportunas y perentorias intervenciones del rio ante la Corte Suprema de Justicia de la
Superior Tribunal de Justicia de la provin- Nación, la que confirió inmediata vista al
cia de Buenos Aires, dictó sentencia en la Procurador General de la Nación, quien fi-

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nalmente se expide favorablemente respec- los demás componentes del grupo familiar
to de la petición de amparo. (cónyuge e hija de doce años). Todo lo cual,
El máximo Tribunal nacional dicta sen- representa una lesión a su derecho a la salud
tencia, resolviendo por mayoría rechazar el (de la madre) que se encuentra protegido por
recurso extraordinario interpuesto, y por lo tratados de rango constitucional.
tanto haciendo lugar a la acción de amparo, El último párrafo de su voto resulta su-
aunque por fundamentos parcialmente dis- mamente ilustrativo en cuanto señala que:
tintos a los invocados en la sentencia recu-
rrida. Cinco ministros votaron por la proce- en este caso, en el que ninguna sentencia
dencia del amparo, (Drs. Eduardo Moliné puede aportar felicidad, sólo mantener o
O´Connor, Carlos S. Fayt, Augusto C. poner fin a un intenso sufrimiento, el Tri-
Belluscio, Guillermo A. F. López y Gustavo bunal debe proteger el derecho de la ma-
Bossert –según su propio voto–) uno de ellos dre a la salud, frente a la pretensión de pro-
propició declarar inadmisible el recurso pero longar, sin consecuencias beneficiosas para
dejando firme la sentencia de la instancia nadie la vida intrauterina del feto.
anterior (Dr. Enrique S. Petracchi), mientras
que dos de los ministros restantes votaron El juez Petracchi, si bien por razones
por la revocatoria de la sentencia del Tribu- procesales propone declarar inadmisible el
nal Superior de la ciudad, y por lo tanto por recurso extraordinario, efectúa de todos
el rechazo de la acción de amparo (Drs. Ju- modos diversas consideraciones, sustan-
lio S. Nazareno y Antonio Boggiano). cialmente coincidentes con las opiniones
Tanto en la sentencia del Superior Tri- vertidas por los cuatro jueces integrantes del
bunal local como en los votos coincidentes Tribunal Superior de la ciudad que votaron
de los Ministros de la Corte Suprema que en favor del amparo. Rebatiendo la postura
votaron a favor de la procedencia del ampa- contraria sostuvo que:
ro, se hizo especial hincapié en que no se
trataba de un caso de aborto. Con distintos el argumento del recurrente (Asesor Tute-
matices todos coincidieron en destacar la lar) según el cual el feto morirá como con-
relevancia del dato científico de la absoluta secuencia del adelantamiento del parto, es
incompatibilidad del ser anencefálico con la una falacia causal: el feto morirá por su
vida extrauterina, por lo cual, indefectible- anencefalia nazca cuando nazca, y no por
mente la muerte del ser en gestación se pro- su alumbramiento que sólo será una mera
duciría por la patología de base –la ocasión del fallecimiento y no su verda-
anencefalia– agregando que en este caso, tra- dera causa. El reclamo incondicional del
tándose de una gestación que había iniciado derecho a permanece en el útero
su octavo mes, la inducción de un parto pre- materno...llevaría a la conclusión absurda
maturo en nada incidiría sobre el resultado de aseverar que tanto los médicos como
final: se indujera el parto ya o se aguardara la madre estarían obligados a postergar
el alumbramiento al final del período de ges- artificialmente el momento de la expul-
tación, la muerte del ser anencéfalo se pro- sión, en cuanto fuera posible, pues esta
duciría inexorablemente. causaría la muerte...
El Ministro Bossert, quien integra el voto
de la mayoría, enfatizó particularmente lo Si bien a través de votos individuales,
atinente al daño psicológico, que a su crite- se advierte una coincidencia sustancial en-
rio, y en base a informes agregados en la tre las opiniones del presidente del Tribu-
causa revestía, visos “de tortura” respecto nal, Dr. Nazareno y el Ministro Dr.
de la madre, daño psíquico que extiende a Boggiano, en cuanto propician ambos una

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prevalencia incondicionada, en el caso sentencia, fue un factor decisivo en la argu-


sometido a decisión, del derecho a la vida mentación de los jueces que conformaron la
del nasciturus frente a las invocadas razo- mayoría del Tribunal, sumado eso sí, a la
nes de salud de la madre gestante. absoluta incompatibilidad de ese ser con la
El Dr. Nazareno invoca a favor de su vida extrauterina. Queda así abierto el de-
postura normas tanto constitucionales como bate interdisciplinario, y el necesario diálo-
pertenecientes a Convenciones Internacio- go bioético en lo atinente a la proyección
nales en materia de Derechos Humanos, in- ética, jurídica y bioética de un diagnóstico
cluyendo la Convención sobre los Derechos de anencefalia en una edad gestacional más
del Niño, de las que a su juicio se infiere la temprana, tema ciertamente más profundo
mencionada prevalencia del derecho a la y complejo, que la Corte no abordó en su
vida del nasciturus a pesar de la comproba- sentencia.
da inviabilidad del mismo. Por su parte, el
Dr. Boggiano hace hincapié en los necesa-
rios límites a la autonomía personal, dado Síntesis conclusiva provisional
que dejar librada la decisión (en el caso,
inducción del parto) a la “autonomía Considero que en nuestro medio la
irrestricta” de la mujer gestante, implicaría anencefalia –como situación particularmente
aquí compleja, que presenta diferencias sustan-
ciales con otros casos de interrupción vo-
privar a la criatura de las pocas semanas luntaria del embarazo– no ha sido suficien-
de vida que le quedan..., lo cual confi- temente estudiada en profundidad en sus
guraría un arbitrario desconocimiento del verdaderas dimensiones éticas, bioéticas y
derecho fundamental a la vida, que en el jurídicas, que requieren del ahondamiento
caso, es superior al alegado por la madre y de abordajes interdisciplinarios (24).
por tal motivo debe prevalecer sobre éste. Las perspectivas expuestas en este tra-
bajo pueden ser también ampliadas desde
El caso resuelto, el primero que llega a una visión a partir de considerar al feto
conocimiento de la máxima instancia judi- (anencefálico) como paciente, evaluando las
cial, tuvo una enorme repercusión en los obligaciones respecto del feto basadas en la
medios de comunicación social, hasta tal beneficencia. En tal sentido se sostiene con
punto que por momentos, lamentablemen- fundamento que desde esta visión la viabili-
te, se invadió la esfera de privacidad e inti- dad es el primer sentido ético que tiene el
midad de las personas. El fallo mayoritario feto como paciente. Observa Fletcher (25),
recogió en general una evaluación favora- que cuando las malformaciones fetales son
ble por parte de especialistas consultados por letales – como acontece en todos los casos
los mismos medios de difusión. Simplemen- de anencefalia– “no hay beneficio alguno
te a modo de ejemplo, cabe citar aquí la (para el feto) por lo que la actitud es similar
adhesión a la tesis mayoritaria del Alto Tri- a la que se tiene a un paciente que está mu-
bunal, por parte de uno de los más reconoci- riendo”. En este caso, debe efectuarse en-
dos tratadistas en materia de derecho cons- tonces, un balance prudencial entre las obli-
titucional y derechos humanos, el catedráti- gaciones de beneficencia hacia el feto como
co Germán J. Bidart Campos, quien volcó paciente, en conflicto con los deberes que
su opinión en una nota periodística. surgen de los principios de autonomía y be-
Tal como surge claramente del análisis neficencia en relación con la madre, contexto
de este precedente judicial, la edad gesta- en el cual los profesionales médicos debe-
cional del ser anencéfalo, al momento de la rían reconocer “que la embarazada se en-

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cuentra obligada solamente frente a un feto na” (27). Desde una óptica iusfilosófica a lo
que muestra viabilidad”. antedicho se puede añadir que la situación
El autor citado coincide de esta manera de necesidad genera una verdadera causal
con la tesis provisional sustentada en este de justificación, conforme a un criterio fun-
trabajo, en cuanto que la interrupción de la damental según el cual nadie puede ser obli-
gestación de un anencéfalo merece conside- gado a sobrellevar o realizar “lo imposible”,
raciones especiales, que reconocen un fun- tanto si la imposibilidad corresponde al
damento ético y que muestran una diferen- mundo de lo fáctico, como al ámbito de lo
ciación clara con el aborto. Es que podría moralmente exigible (28). De esa manera,
entonces afirmarse que en el caso del la decisión de la mujer gestante que procura
anencéfalo no existiría un deber moral ni llevar el embarazo a término, será éticamente
jurídico por parte de la mujer gestante (y un acto supererogatorio pero nunca un de-
familiares más próximos), como tampoco ber éticamente exigible.
por parte del equipo médico de prolongar Como propuesta final abierta a nuevas
una vida biológica inviable. reflexiones, los siguientes criterios bioéticos
La visión ética –y consecuentemente se consideran de aplicación frente a un diag-
jurídica– puede también ampliarse recurrien- nóstico de anencefalia:
do a la doctrina del “doble efecto”, que cuen-
ta con una larga tradición en la teología • En primer término corroborar, median-
moral. En ese sentido puede interpretarse que te la utilización de todos los medios téc-
la inducción anticipada de un parto de un nicos disponibles, el diagnóstico de
anencéfalo tiende intencionalmente a la pro- anencefalia, con el suficiente grado de
tección de la salud de la madre, siendo que certeza.
el infante anencefálico morirá en definitiva • El equipo de salud interviniente, en lo
a consecuencia de sus condiciones patoló- posible con la participación de algún
gicas. Por esas mismas razones los profesional competente en psicología,
bioeticistas en general entienden que en caso debe informar de manera clara y preci-
de ocurrir el nacimiento de un anencéfalo sa a la madre gestante, en un lenguaje
con vida, no debe recurrirse a los tratamien- accesible, asegurando que la informa-
tos de sostén, que sólo prolongarían por bre- ción pueda ser comprendida, evaluar la
ve término el “proceso de muerte”, aumen- libertad de la madre gestante, su com-
tando innecesariamente los padecimientos de petencia bioética –y capacidad jurídica–
la madre y del resto del grupo familiar (26). para la toma de decisiones. Todo ello, a
La adhesión a un “personalismo de res- fin de garantizar el adecuado ejercicio
ponsabilidad”, en el que la persona ocupa el de su autonomía, concebida como res-
lugar que en otras síntesis –como la del peto por las personas. Tratándose de una
casuismo legalista ocupa la ley– puede tam- mujer casada o con pareja estable con-
bién ofrecernos nuevos criterios de orienta- viviente, se aconseja incorporar al diá-
ción en situaciones tan trágicas como las que logo al cónyuge/pareja.
se presentan ante un diagnóstico de • La mujer gestante (cónyuge/pareja), lue-
anencefalia, con una fuerte apelación a la go de recibida una información no di-
libertad de conciencia de las personas rectiva, puede decidir libremente acer-
involucradas (incluyendo los profesionales ca de las distintas alternativas posibles
de la salud), lo cual implica revalorizar la (salvo que se presente una verdadera si-
conciencia moral frente a la cual “las nor- tuación de emergencia que comprome-
mas y las leyes son analizadas desde la con- ta gravemente su salud –y/o vida– de
sideración adulta y responsable de la perso- modo inminente) y así esperar la via-

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 2

bilidad del feto o el momento del traba- Referencias


jo espontáneo de parto. También debe
ser respetada su decisión, con fundamen- 1. Mainetti JA. Bioética fundamental: la cri-
to en todas las reflexiones efectuadas en sis bioética. La Plata: Quirón; 1990.
este trabajo, en caso de optar por la in- 2. Broekman JM. Interwivements of Law and
terrupción del embarazo, decisión que Medicine. Lovaina: Leuven University
no debe ser equiparada al concepto de Press; 1996.
“aborto”. 3. Broekman JM. Definición y contexto legal
• En el supuesto de nacer el anencéfalo de la bioética. Revista Jurisprudencia Argen-
con vida, se recomienda no implementar tina 1998;6113(Num. Esp.):4.
medidas de soporte vital, frente a un 4. Van Nester F. Recht en Ethiek ten
bebé en proceso irremediable de muer- aanzien van de Geneeskunde. Ethische
te. Perspectieven l993; 3:8-l5.
• En caso de mediar objeción de concien- 5. Bidart GJ. Tratado elemental de Derecho
cia fundada por parte de alguno de los Constitucional Argentino. Vol. 3. Buenos
profesionales de la salud intervinientes, Aires: Ediar; l995.
la misma debe ser respetada, dando in- 6. Callen PW. Ecografía en Obstetricia y
Ginecología. 3ª ed. Buenos Aires: Paname-
tervención a profesionales sustitutos.
ricana; 1996.
• Cualquiera fuere la decisión adoptada
7. Shewmon DA. Anencephaly : select medical
por la madre gestante, en diálogo con el
aspects. The Hastings Center Report 1988;5:
equipo de salud y su familia, se consi-
11-9.
dera recomendable la asistencia psico-
8. Drane F. Anencephaly and interruption of
lógica, en primer lugar de la madre, y
pregnancy: policy proposals for HELs.
también eventualmente a su cónyuge/
H.E.C. Forum l992;4(2)l03-l9.
pareja y otros familiares inmediatos que
9. Engelhardt T Jr. The use of fetal and
pudieran haber vivido la situación
anencephalic tissue for trasplantation. The
traumática. Journal of Medicine and Philosophy 1989;
• En la clarificación de los interrogantes 14: 25-43.
que giran alrededor de la anencefalia, y 10. Lolas F. Bioética y antropología médica.
de la eventual interrupción del embara- Santiago de Chile: Mediterráneo; 2000.
zo, le corresponde una importante tarea 11. Hooft PF. Bioética y Derechos Humanos:
a la Ética, a la que le compete “dar ra- temas y casos. Prólogo de Bidar C, Mainetti
zón filosófica de la moral...”(29), es de- JA. Buenos Aires: Depalma; 1999.
cir, debe ofrecer el ámbito adecuado para 12. Ten Have, Ter Meulen, Van Leeuwen.
una verdadera reflexión filosófica acer- Medische Ethiek. Bohn: Stafleu Van
ca de las normas de la moral estableci- Loghum; 1998.
da, y su legitimidad, todo ello en el con- 13. Gracia D. Ética de los confines de la vida:
texto de un diálogo interdisciplinario, estudios de Bioética 3. Santafé de Bogotá:
abierto y pluralista pero a su vez respe- El Búho; 1998.
tuoso de la dignidad de la persona hu- 14. Romeo CM. El derecho y la bioética ante
mana y de sus derechos fundamentales. los límites de la vida humana. Madrid: Cen-
tro de Estudios Ramón Areces; 1994.
Como consideración final del trabajo 15. Pessini L, De Barchifontaine C.P. Proble-
sostenemos entonces que “la ausencia de mas atuais de Bioética. Sao Paulo: Loyola; 2000.
un substrato biológico mínimo, genera una 16. Dworkin R. Los derechos en serio. Barcelo-
diferenciación moral”. na: Ariel; l984.

280
281
Anencefalia: consideraciones bioéticas y jurídicas - P. Hooft

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(and market values) over American Bioethics. Esp.): 12-18.
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2000;2(9): 218-29. dernos del Programa Regional de Bioética
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and the Law. Cambridge Quarterly of 24. Trevijano M. ¿Qué es la Bioética?. Salamanca:
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Buenos Aires: Astrea;1996. nal. Madrid: Tecnos; 1989.
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delivery of anencephalic fetuses: a response gía moral católica. Madrid: Covarrubias; 1999.
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