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10 Dinámicas para practicar la comunicación asertiva

1- Derechos asertivos
Objetivos

Desarrollar el autoconocimiento.

Aprender a hacer valer la opinión personal partiendo de una situación de respeto.

Tiempo necesario

Alrededor de 60 minutos.

Tamaño del grupo

Ilimitado.

Lugar

Espacio amplio en el que los participantes puedan trabajar por subgrupos.

Materiales necesarios

Folios y bolígrafo para cada participante.

Pasos a seguir:

El facilitador del grupo pide que cada integrante del grupo, de manera individual,
escriba en un folio los derechos que considera que tienen en el ámbito familiar, el
laboral y dentro de la sociedad.

Se divide el grupo en subgrupos, en función del número de participantes y se les pide


que identifiquen cinco derechos que tengan en común en las áreas mencionadas
anteriormente (familia, trabajo y sociedad).

Pasado el tiempo que hayan acordado previamente, cada grupo expone sus
conclusiones. Se propicia el debate en grupo.

El facilitador les pide que, de nuevo, se pongan por grupos y piensen qué derechos
tienen las personas que rodean el contexto familiar, laboral y la sociedad en general.

Una vez que hayan finalizado, se debate cómo se puede respetar a los demás,
haciéndonos respetar.
2- Escalada

Objetivo

Practicar la comunicación en una situación de tensión.

Tiempo necesario

90 minutos aproximadamente.

Tamaño del grupo

Ilimitado.

Lugar

Espacio amplio en el que los participantes puedan trabajar por subgrupos.

Materiales necesarios

Folios y bolígrafo para cada participante.

Pasos a seguir:

El facilitador presenta el objetivo de la dinámica y guía una tormenta de ideas sobre


situaciones en las que nos sentimos en tensión. A continuación, define la
comunicación asertiva y presenta una serie de consejos y fórmulas. Se recomienda
practicar con un par de ejemplos.

Cada uno, de manera individual, escribe una situación (real o hipotética) que les
produzca tensión y en la que le gustaría practicar la comunicación asertiva. Se
forman subgrupos de entre 4 y 6 participantes. Cada uno, en el subgrupo, compartirá
la situación con sus compañeros.

Dentro del subgrupo, se formarán dos filas de manera que en un lado haya una
pareja y en el otro, el resto de integrantes del subgrupo. El facilitador del grupo
designará una fila como “disputadora” en la que de izquierda a derecha habrá un
gradiente de grados de disputa, del más leve al más severo.

En la otra fila están el voluntario y su compañero. El voluntario debe describir la


situación de estrés que eligió e irá respondiendo a cada disputador por turno,
respondiéndole de manera asertiva. El compañero del voluntario le ofrece apoyo y
se asegura de que los disputadores comprenden lo que está exponiendo el
voluntario. Además, ofrece feedback al voluntario sobre cómo se está
desenvolviendo.

Se produce un debate con el grupo grande en el que se identifiquen los elementos


qué han obstaculizado la comunicación y qué herramientas y estrategias se han
utilizado. Si se dispone de más tiempo, se repite la dinámica cambiando los roles de
cada uno dentro del subgrupo para que puedan experimentar distintos puntos de
vista.
3- Fotoproyección

Objetivos

Permitir que cada persona se exprese libremente.

Identificar cómo cada uno se identifica.

Tiempo necesario

Alrededor de 20 minutos.

Tamaño del grupo: ilimitado.

Lugar

Espacio amplio en el que los participantes puedan trabajar por subgrupos.

Materiales necesarios

Por cada subgrupo, una fotografía de algo que dé pie a que los participantes
imaginen una situación. Además, folios, bolígrafos y una pizarra con rotulador o tiza.

Pasos a seguir:

El dinamizador divide al grupo por subgrupos, en función del número de participantes


en la actividad.

Le ofrece a cada subgrupo una fotografía y les pide que, de manera individual,
escriban qué sucedió antes de la foto, qué ocurre en el momento de la foto y qué
pasará después.

Cuando hayan acabado, uno a uno comparte con sus compañeros su narración.
Debaten entre todos e intentan llegar a una situación común.

Cada subgrupo elige a un compañero que exponga delante de los demás


compañeros.

Discusión: el dinamizador debe guiar el debate para que cada uno pueda aplicar
estas situaciones a su vida diaria.
4- Pasivo, agresivo y asertivo

Objetivo

Discernir entre los distintos tipos de comunicación.

Tiempo necesario

Alrededor de 120 minutos.

Tamaño del grupo

Ilimitado.

Lugar

Espacio amplio en el que los participantes puedan trabajar por subgrupos.

Materiales necesarios

Folios, bolígrafos y una pizarra con rotulador o tiza.

Pasos a seguir:

El facilitador dirige una lluvia de ideas sobre la asertividad.

Después, de manera individual, cada uno debe pensar en la persona más sumisa
que conozcan y anotar características sobre su comportamiento.

Se les pide que se levanten todos y actúen de un lado al otro del aula o salón con
una actitud sumisa, utilizando exclusivamente el lenguaje no verbal.

El facilitador les pide que se queden quietos, como estatuas, adoptando gesto
sumiso. Va comentando y tomando nota de cómo el grupo ha caracterizado este
comportamiento.A continuación, se cambia de comportamiento sumiso a agresivo.
Previamente, han de escribir de manera individual las características de la
comunicación agresiva.

De nuevo, han de quedarse paralizados y el facilitador irá comentando y pidiendo la


colaboración del grupo para tomar nota.Los integrantes del grupo van tomando
asiento y elaboran, en grupo, una lista de comportamientos de una persona asertiva,
sobre todo en relación a la conducta no verbal.

Otra vez, han de moverse por el aula tomando una actitud asertiva y en silencio. El
facilitador repite el pedirles que se queden como estatuas y tomar nota del
comportamiento no verbal.El facilitador dirige un debate en el que se analizan los
distintos estilos comunicativos y cómo se han sentido los participantes de la dinámica
en cada uno de ellos. Posteriormente, se introducen situaciones en las que el
comportamiento es asertivo y se practican. También, se pueden usar ejemplos de
situaciones en las que practicar el estilo asertivo.
5- Historia colectiva

Objetivos

Compartir sentimientos con el resto de compañeros.

Crear una historia en común.

Fortalecer los vínculos y relaciones.

Tiempo necesario

Alrededor de 30 minutos.

Tamaño del grupo

Ilimitado.

Lugar

Espacio amplio en el que los integrantes del grupo puedan sentarse en círculo.

Materiales necesarios

Un ovillo de lana.

Pasos a seguir:

El facilitador del grupo introducirá el tema en cuestión. Esta técnica es aplicable en


distintos ámbitos y momentos por los que pasa un grupo. Lo importante es que haya
confianza y cada uno pueda expresarse con libertad. Por ejemplo, puede usarse
como desahogo, expresión emocional, para cerrar un grupo, etc.

Consiste en que la persona que tiene el ovillo de lana comparta con el grupo aquello
que desee y que se quede con el extremo del ovillo.

A continuación, debe pasar el ovillo al compañero que quiera.

Éste debe comentar lo que quiera y agarrar el ovillo. A continuación, se lo pasará a


otro compañero.

La dinámica acaba cuando hayan participado todos.

La reflexión final debe ir acompañada del tejido que nace entorno a un equipo y las
relaciones que surgen dentro del mismo.
6- 3 pasos hacia la asertividad

Objetivo

Practicar la asertividad.

Tiempo necesario

Alrededor de 30 minutos.

Tamaño del grupo

Ilimitado.

Lugar

Sala o aula amplia.

Materiales necesarios

Folios, bolígrafos y una pizarra con rotulador o tiza.

Pasos a seguir:

El facilitador expone los tres pasos que conducen el diálogo asertivo. Expresar los
sentimientos, solicitar qué querremos que ocurra y decir cómo nos sentiríamos tras
el cambio.

Se exponen situaciones cotidianas en la vida personal y laboral que suelen generar


conflicto y, entre todos, se resuelven a través del diálogo asertivo.

Otros comentarios: puede realizarse primero en subgrupos o de manera individual y


después, resolver y debatir las situaciones con el resto de compañeros.

7- Obstáculos

Objetivos

Identificar los obstáculos que aparecen en el proceso comunicativo.

Elaborar herramientas e instrumentos para solventarlos.

Tiempo necesario

Alrededor de 45 minutos.

Tamaño del grupo

Ilimitado.
Lugar

Sala o aula amplia.

Materiales necesarios

Folios, bolígrafos y una pizarra con rotulador o tiza.

Pasos a seguir:

El dinamizador introduce la dinámica explicando que tienen que pensar en


situaciones en las que no se han sentidos satisfechos con una conversación o
proceso comunicativo.

Cada persona comparte con el grupo y, entre todos, se identifican qué elementos o
situaciones condujeron al fracaso.

A continuación, se representa con mímica alguno de los ejemplos expuestos. Puede


ser de manera individual o grupal.

La persona cuyo ejemplo se está realizando, debe alterar el estado de las figuras
hacia la comunicación asertiva.

Para finalizar, se realiza un debate en el que cada uno pueda expresar su opinión y
sentimientos.

8- Diálogo dibujado

Objetivo

Potenciar la creatividad y la empatía.

Usar el dibujo como método de expresión.

Tiempo necesario

Alrededor de 30 minutos.

Tamaño del grupo

Ilimitado. Es importante que se conozcan entre ellos.

Lugar

Sala o aula amplia.

Materiales necesarios

Colores (rotuladores o lápices) y papel continuo.


Pasos a seguir:

Cada persona cogerá un color. Cuando todos lo tengan, deben formar parejas con
personas que tengan un color distinto al suyo.

Se sentará por parejas, enfrentados y en medio tendrán un trozo de papel continuo.

Deben de dibujar algo que quieran compartir con esa persona o decirle.

Durante este tiempo no está permitido hablar. Puede utilizarse música relajante que
contribuya a la creación de un clima cómodo.

El dinamizador debe estar al tanto de cómo fluyen las relaciones y cómo van
haciendo los dibujos.

Reflexión final sobre lo que han sentido y, cómo, lo han expresado a través del dibujo.
También, sobre cómo se han sentido sin poder hablar mientras dibujaban.

9- Oposición asertiva

Objetivo

Aprender a decir “no”.

Tiempo necesario

30 minutos aproximadamente.

Tamaño del grupo

Ilimitado.

Lugar

Sala o aula amplia.

Materiales necesarios

Folios, bolígrafos y una pizarra con rotulador o tiza.

Pasos a seguir:

El dinamizador introducirá la dinámica explicando que dentro de la asertividad resulta


importante a decir que no si no nos apetece hacer algo.

Se introducen distintas situaciones del día a día en las que puede ocurrir que
realmente no nos apetezca acudir. Por ejemplo: acompañar a un amigo a comprar
los regalos de Navidad una tarde en la que el centro comercial estará lleno de gente.
De manera individual, los integrantes del grupo redactan cómo actuarían en esa
situación y qué le dirían a su interlocutor.

Entre todos, bajo la supervisión del facilitador, elaboran qué podrían decir en esas
situaciones.

10- Libre

Objetivo

Fomentar la cohesión del grupo a través de la reflexión de un tema determinado.

Tiempo necesario

Alrededor de 40 minutos.

Tamaño del grupo

Ilimitado.

Lugar

Sala o aula amplia.

Materiales necesarios

Ninguno en especial.

Pasos a seguir:

Se forman subgrupos, en función del tamaño del grupo.

El dinamizador comienza a hablarles de la libertad e introduce la dinámica.

Por grupos, deben abordar los siguientes temas:

-Un momento de mi vida en el que me sentí libre.

-Un momento de vida en el que me sentí oprimido.

-Un momento de mi vida en el que oprimí a otras personas.

Después de que todos los integrantes de cada subgrupo hayan compartido sus
experiencias con los demás, elaboran entre todos una definición para la palabra
libertad y otra, para opresión.Todos los subgrupos exponen sus definiciones y se
produce un debate hasta que lleguen a un acuerdo en común.

El facilitador deberá enfatizar cómo abordar estos aspectos en relación con la


comunicación asertiva.
Taller 1: Comunicación Auténtica y Asertiva

Cuando nos relacionamos con los otros y


con nosotros mismos, muchas veces no somos conscientes de que estamos
cumpliendo un patrón y reforzando pautas que no nos resultan efectivas. A veces en
un área determinada de la vida, otras veces en la mayoría de ellas.

Identificar qué habilidades sociales nos cuestan, entender estos patrones (con los
diferentes modos de pensar, sentir y actuar) y entrar en contacto con nuestras
corazas o miedos, nos ayudará a comunicarnos mejor y a acercarnos a nuestros
objetivos.

Objetivos del taller:

· Entender qué es la asertividad y cómo influye en tu vida.


· Reconocer qué habilidades sociales te cuestan más (decir no, recibir críticas,
expresar sentimientos, dar o recibir ayuda, etc.) y entrenar estrategias para hacerles
frente.
· Identificar tus patrones y el de las personas que te rodean.
· Comprender tus derechos y entrenar el modo de llevarlos a cabo.
· Gestionar el miedo o vergüenza ante ciertas situaciones sociales.
· Entrenar en negociación y persuasión.
· Conocer las estrategias agresivas de los otros y aprender a ponerles freno.

. El buzón de sentimientos: Este juego ayuda al niño a expresar sus sentimientos de forma
adecuada. ¿Por qué no poner un buzón de sentimientos en casa dónde expresemos cómo nos
ha hecho sentir una situación? En el fin de semana podemos leer todos los mensajes, y así
nuestro hijo podrá entender cómo les hizo sentir esa situación en concreto. Por ejemplo: 'Yo
me sentí mal cuando mi hermano no me dejo jugar con sus amigos'. En caso de que no
pueda escribirlo, puede dibujarlo. El objetivo es que todos empecemos diciendo: Yo me
sentí…. Cuando….
2. Cinco minutos buenos o malos: Otra forma de poder expresar nuestros sentimientos es
hacer el juego de los 5 minutos buenos y malos. Es tan sencillo cómo reunir a la familia un
ratito cada día para que todos podamos hablar de cómo nos ha ido el día: Una cosa que nos
ha gustado y otra que no nos ha gustado nada en absoluto. El único requisito será que nos
miremos a los ojos.
3. El cuento encadenado: Este juego ayuda a la resolución pacífica de conflictos. No hay
nada mejor para aprender que un cuento, así que además de fomentar la creatividad y la
lectura, podrás mejorar su asertividad jugando al cuento encadenado. Para jugar, escribe tus
propios cuentos donde entre todos penséis en formas de resolver conflictos, el único
requisito será que el protagonista enfrente los problemas de forma no violenta. Para
conseguir que fluya mejor la imaginación prueba con iniciar tú el cuento: 'Aquella fría
mañana de invierno, Marco no quería ir al cole. Tenía mucho miedo de Germán porque…'
Será un cuento encadenado dónde todos darán forma a esos personajes y sus problemas.
4. El debate: Plantea una cuestión en la que todos tengamos que ponernos de acuerdo. Las
reglas serán escuchar todos los puntos de vista, respetar el turno de los demás y hablar sin
herir al resto. El juego puede ser proponiéndoles cosas. Por ejemplo: '¿Qué 3 cosas
salvarían si la casa ardiera?' '¿Qué Superpoder escogerías?' Una vez planteada la pregunta,
dales una lista con diferentes cosa que deban elegir. En el caso de la casa podrías poner su
juguete favorito, Tablet, fotos, televisión…. Haz una lista de 10 cosas, que escojan 3 cada
uno y luego todos deberéis llegar a un acuerdo como familia. Si quieres añadir dificultad,
prueba con dar a cada uno un estilo (asertivo, pasivo y agresivo) y durante todo el debate
tengan que actuar según el estilo que les haya tocado. O si quieres ser aún más practica,
prueba a hacerlo con cosas que debamos elegir todos: dónde nos vamos de viaje, escoger el
menú de la semana….

¿Qué es la asertividad?
La asertividad es un componente esencial de las habilidades que necesitamos para convivir
en sociedad de forma positiva. Se trata de una forma de ser y actuar, más allá de un estilo de
comunicación, es una actitud vital que nos ayuda a defender nuestros derechos personales a
la vez que nos autoafirmamos siendo fieles a lo que sentimos y pensamos.

La asertividad favorece las emociones positivas de uno


mismo y de los demás formando parte del conjunto de habilidades sociales que, niños y
mayores, debemos aprender a poner en práctica. Necesitamos ser asertivos para poder decir
lo que pensamos, sentimos o queremos sin sentirnos culpables pero también sin herir, molestar
o agredir a los demás.
La asertividad nos ayuda a mantener relaciones interpersonales más satisfactorias y aumenta
las posibilidades de obtener aquello que necesitamos sin necesidad de chantajear, manipular
ni menospreciar a nadie, formas de interacción absolutamente inadaptadas y rechazables.
¿Cómo educar la asertividad en nuestros hijos?
La asertividad, como cualquier otra habilidad social se aprende y, por tanto, es susceptible
de enseñar. A diferencia de lo que podríamos pensar, esta habilidad no es innata. Se aprende
con la práctica y se desarrolla en la medida que tenemos la oportunidad de poner en práctica
modelos adecuados de interacción social.
Durante el proceso de socialización del niño la asertividad puede desarrollarse o no en
función de nuestro estilo educativo y de los modelos de interacción que les ofrezcamos.
Errores que cometemos y que anulan la asertividad.
Padres y educadores cometemos sin querer algunos errores que anulan la capacidad de
aprender o de poner en práctica la asertividad, como por ejemplo:

1. Ofrecer modelos de interacción social inadecuados (agresivos o pasivos) que los niños
acaban por imitar. Modelos que observan de sus padres, maestros, profesores, compañeros o
personajes de ficción cuando se comunican a base de gritos, amenazas o sumisión a las
órdenes o demandas desmesuradas de terceros.
2. Premiar la sobreadaptación a las necesidades de los demás. Muchos niños se sobreadaptan
a lo que los demás esperan de ellos para agradar a sus padres, maestros u otros referentes,
olvidándose de sí mismos.
3. Premiando conductas agresivas que permiten obtener cierta ventaja sobre los demás.
4. Elogiar a los niños obedientes, quietos o callados en clase,reforzando de este modo su
comportamiento inhibido en lugar de reforzar comportamientos más asertivos como sería
preguntar adecuadamente, ayudar a los compañeros o expresar sus opiniones respetando al
resto de compañeros.

Formas de educar la asertividad en nuestros hijos.


La asertividad se puede enseñar de forma indirecta (influir en el niño sin que él se dé cuenta,
elogiando y premiando su comportamiento asertivo) o directa (con técnicas concretas).
Una forma directa de poder enseñar a un niño a ser asertivo es mediante el diálogo. Es
importante hablar con nuestros hijos de las conductas adecuadas o erróneas que observamos
en terceros y en nosotros mismos. Este diálogo puede surgir de cualquier escena que veamos
en la calle o de algún acontecimiento diario que haya sucedido en el cole o en nuestro trabajo.

El juego de roles es otra de las formas en las que padres y maestros podemos enseñara a
neustros hijos o alumnos a ser personas asertivas.

En este tipo de juego planteamos diferentes situaciones en las que deban comportarse de forma
asertiva, por ejemplo decir que no a algo que no quieren hacer o pedir información sobre algo
que necesitan saber. Este mismo juego lo podemos aplicar para afrontar situaciones problema
como por ejemplo llegara a acuerdos sin que ninguna de las partes pierda.

Así pues, educar a nuestros hijos para que tengan actitudes asertivas supone:
1. Enseñarles a expresar sus sentimientos, sus deseos y decidir acerca de lo que quiere y no
quiere hacer.

2. Enseñarles a respetar la individualidad de cada uno, incluida la propia, respetando las


libertades y derechos de los demás y defendiendo los propios.
Conseguir que un niño aprenda a ser asertivo aumentará sus posibilidades de éxito en la vida
Lo alejaremos de problemas tan graves como está siendo hoy en día el acoso escolar.
Juegos para trabajar la asertividad en los
niños
Los juegos para trabajar la asertividad forman parte de las habilidades de la inteligencia
emocional. Cuanto antes y de mejor forma la desarrollen los niños, más posibilidades tendrán
de ser adultos íntegros desde el punto de vista emocional y psíquico.

La importancia de la comunicación asertiva


La comunicación asertiva nos ayuda a expresar nuestras opiniones de forma adecuada. Con
frecuencia un adulto deberá enfrentarse a situaciones donde deberá actuar de forma
equilibrada para comunicarse de la manera correcta, respetando las opiniones del resto.

Juego: El dragón, la tortuga y la persona


El juego resume 3 formas que tienen las personas de expresarse. Así el dragón representa la
forma agresiva de relacionarse, la tortuga expresa la forma pasiva y la persona representa la
forma asertiva.

Explicación de los personajes del juego:

En este juego habrá tres tipos de personalidad o formas de comunicación diferentes.

Formas de comunicación
Dragón: el dragón transmite sus propios sentimientos, pensamientos, ideas y opiniones
propias y desmerece la de los demás.

Generalmente mantiene un tono de voz elevado y a veces agresivo. No sugiere, más bien
impone su punto de vista.
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Tortuga: la tortuga es opuesta al dragón. En vez de expresar sus propias opciones, se esconde
en su propio caparazón. Tampoco puede defender sus intereses ni expresar sus opiniones o
sentimientos. En pocas palabras, acepta la opinión de los demás incondicionalmente.

Persona: este es el personaje que representa una comunicación asertiva. La persona expresa
sus ideas y opiniones empleando las palabras adecuadas de manera tal que exprese sus propios
pensamientos, sentimiento e ideas pero respetando y escuchando las ideas ajenas.

Materiales:

 3 figuras o fichas:

 1 dragón

 1 tortuga

 1 persona

Cantidad de niños: mínimo 6

Edades de los niños: mayores de 6 años

Dinámica del juego: Se divide a los niños en 3 grupos y se reparte a cada uno, una de las
tarjetas sin que el resto de los grupos se entere de cuál tarjeta tiene cada equipo.

Luego se les plantea un problema. Por ejemplo:

“Te encuentras en la escuela.


La maestra pide a cada niño que pase al frente para repasar la clase anterior pero tú no has
hecho los deberes aunque recuerdas lo que han hablado la última clase.
La maestra se molesta con aquellos que no han hecho los deberes.
Te toca el turno de pasar al frente. Escoge cómo reaccionas dependiendo de la tarjeta que
tengas:
1. Decides expresarle a la maestra tu angustia por no haber cumplido con la tarea pero decides
también contarle que sí recuerdas lo hablado la última clase. Pasas al frente y expones lo que
recuerdas. Utilizas tizas o marcadores y expones la clase de la mejor manera posible.
2. Te quedas callado y no respondes. Solo bajas la cabeza y te entristeces.
3. Respondes que no has hecho los deberes y que consideras injusto que tú tengas que hacerlos.
Te opones siempre a la idea de hacer los deberes”
Soy Asertivo: Tortuga, Dragón y Persona.
Juego educativo para enseñar a los niños y niñas a ser asertivos: capaces de expresarse sin
dañar a los demás.
OBJETIVOS

 Enseñar a los niños y niñas a expresarse y defenderse sin hacer daño a los demás.

 Educar para una comunicación positiva e inteligente.

 Fomentar la capacidad de perder el miedo a expresarse sin ser agresivos.

PARTICIPANTES
Niños y niñas de 9 años en adelante.
MATERIALES

 Ficha estilos comunicativos: Tortuga, Dragón, Persona.

EN QUE CONSISTE EL JUEGO


Esta dinámica educativa, permite enseñar a los niños y niñas los tres estilos comunicativos:
pasivo (tortuga), agresivo (dragón) y asertivo (persona). A través de una divertida dinámica
podrán conocer los tres estilos mencionados, reflexionar sobre ellos y descubrir la importancia
de comunicarse de forma asertiva, lo que les permitirá defenderse sin ser agresivos. La
asertividad es una habilidad de la inteligencia emocional que resulta clave para comunicarnos y
relacionarnos, por ello es fundamental desarrollar en los más pequeños desde el principio un
estilo asertivo.
INSTRUCIONES
Preparación: Preparamos las cartulinas con el tronco del árbol y los materiales.
Explicación:Cuando nos comunicamos con los demás es muy importante que podamos decir
nuestra opinión, expresar nuestras ideas y defendernos de los ataques y al mismo tiempo no
atacar a los demás, no hacerles daño con nuestra forma de comunicarnos. Existen tres estilos
de comunicación que vamos a explicar a continuación:

 Dragón (Estilo agresivo): Este estilo es el que utiliza el dragón impone sus sentimientos, sus
ideas y sus opiniones. Se comunican amenazando, insultando y agrediendo. El dragón suelta
fuego por la boca cuando habla.

 Tortuga (Estilo pasivo): La tortuga se esconde en su caparazón cuando la decimos algo. No


defienden sus intereses, no expresan ni sentimientos ni ideas ni opiniones.

 Persona (Estilo Asertivo): Las personas nos comunicamos con las palabras, es importante
usar bien las palabras y respetar nuestros propios derechos así como los demás. Este estilo
de comunicación nos permite decir lo que nos molesta sin hacer daño a los demás.

é es la empatía?

La definición de empatía viene a ser la capacidad para poder percibir el estado emocional
de otra persona, para ponerse en el lugar del otro y llegar a sentir lo que este sujeto se
encuentra sintiendo en ese preciso momento.

Gran parte de las diferencias existentes en el grado de empatía que se pueden observar en los
niños, viene a estar directamente relacionado con la educación que los padres pueden
proporcionar a sus hijos.
Hemos leído, escuchado y escrito en el artículo “Acoso escolar o bullying” cómo la falta de
empatía es una de las claves en los agresores, por lo que ¿qué tal si añadimos a la empatía
como un ingrediente más en la educación?

Precisamente, por esta cuestión principal, existen una serie de pautas o trucos que pueden
ayudar a que los padres fomenten una mayor empatía en sus hijos, de tal manera que el niño
o niña podrá ser capaz de ponerse en el lugar del otro, y ser incluso mucho más humilde y
sincero para con los demás.

Pautas para fomentar la empatía en


los niños
Hasta hace unos años, puede que todavía perduren algunos rescoldos en la forma de educar,
era muy fácil oír “haz esto porque yo lo digo” y, claramente, el castigo a una determinada
conducta venía razonado por el “porque yo lo digo” o que fuera difícil asociarlo a algo.

Cuando se utilizan las palabras adecuadas para poder comunicarse con un niño y se le
enseña, se le explica y se le ayuda a comprender que algo no está bien hecho por las razones
que sean, intentando que entienda cuáles pueden ser las consecuencias y los sentimientos
que sus actos provocan a los demás, se le está acercando a la empatía.

Conocer y reconocer sus emociones


Enseñarle a conocer cuáles son sus propias emociones cuando hace determinadas cosas,
cómo se siente al final del día o cómo uno, como padre o madre, también se ha sentido a lo
largo del día puede ayudar a reconocer sus propias emociones y, después, conectarlas con las
de los demás.
Esta ilustración de Quino es un ejemplo precioso para entender lo que es la empatía y
cómo un niño pequeño asocia las lágrimas a estar triste y el chupete con la calma que le
ofrece. Esto mismo se puede ir haciendo poco a poco en casa como en la escuela.

Conectar y entender las emociones con juegos, con lecturas, con compartir las hazañas o
anécdotas del día, con preguntar un ¿cómo estás? sincero, esperando la respuesta y con
toda la atención puesta para saber realmente cómo se siente.

Conflictos en clase o en casa


Cuando ocurren los conflictos entre hermanos, amigos o compañeros de clase también es
necesario intervenir sobre las emociones para que pueda ponerles nombre, entender cómo se
han sentido los demás y cómo se ha sentido él:

 ¿Cómo crees que se ha sentido tu amigo X cuando has hecho X?


 ¿Cómo crees que te habrías sentido tú si hubiera ocurrido al revés?
 ¿Cómo te sientes ahora?
 ¿Cómo crees que puedes solucionarlo?

Esto permitirá que pueda ponerse en lugar del otro antes de llevar a cabo determinadas
conductas y también después, lo que permite que pueda valorar lo correcto o lo incorrecto en
cada caso.

Aprenden por imitación


Otro dato que nunca hay que olvidar es que los actos pueden llegar a ser mucho más
valiosos que las palabras.

Los niños aprenden por imitación, siempre decimos que son esponjas que observan y
repiten, van probando y es fundamental la actitud que como padre o madre uno muestra.
Por tanto, es fundamental que los niños puedan ver y percibir la empatía de sus modelos o
figuras representativas, cómo se relacionan, cómo hablan y se escuchan.

Fijaros que no es sólo en la empatía sino cómo se trata a las demás personas, en la limpieza,
en cómo tratar a las niñas o a los niños, los modales, ser o no agradecido, el afecto, etc.

Si crees que puedes mejorar aún más tu empatía, te recomendamos este artículo “Claves
para ser más empático“

Juegos en grupo

El juego es fundamental en la vida de los niños pues a través de él es como se relacionan con
sus pares y con el mundo, cómo hacen sus experimentos de ensayo y error, como prueban a
desenvolverse y hacer frente a las situaciones que les puedan ir surgiendo, cómo pueden dar
rienda suelta a su creatividad.

Los juegos en grupo son una parte fundamental para poder aprender a relacionarse y que
tenga cabida la empatía. Intentar integrar a los demás, aprender que no a todos les apetece
jugar a lo que él quiere, que a veces hay que ceder, que hay que respetar a los demás, etc.

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