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Características
La Importancia de los sentimientos, las emociones y las pasiones (amor, sufrimiento, odio). Se
exaltan los sentimientos religiosos, patrióticos y los inspirados en la naturaleza (el paisaje
alcanza gran interés). Cobran relieve las ideas de libertad e igualdad.
El Romanticismo Español
El Romanticismo español se inició con notable retraso frente al alemán y al francés, debido
principalmente a razones políticas: hasta 1833 reinó el absolutista Fernando VII cuyo gobierno
dificultó la generalización de un movimiento cultural que defendía la libertad y condujo al
exilio a buena parte de los intelectuales liberales, entre ellos a quienes iban a protagonizar el
nuevo Romanticismo, una vez muerto el monarca. Éste es el caso del Duque de Rivas, Martínez
de la Rosa y Espronceda entre otros, quienes a su regreso a España tras la muerte del rey
hicieron triunfar la nueva estética desde unos planteamientos liberales bastante moderados.
El Romanticismo se inició en 1834 con la publicación del poema El moro expósito, del Duque
de Rivas, y el estreno del drama La conjuración de Venecia, de Martínez de la Rosa.
Su vigencia apenas sobrepasó una decena de años, si bien la novela que inaugura el Realismo
(La gaviota, de Fernán Caballero) se editó en 1849 y todavía algunos escritores continuaron por
algún tiempo dando a la imprenta sus creaciones románticas y representando sus dramas
históricos. Posteriormente pervivieron sus valores en románticos rezagados como Gustavo
Adolfo Bécquer, uno de los poetas más excelsos del siglo, y Rosalía de Castro.
Caracterizan la estética romántica una ferviente pasión por la libertad, que llevó a los escritores
a rechazar reglas generales y universales (por eso, el gusto de entonces por la literatura clásica
española, siempre creada al margen de las reglas) y a exaltar la libre inspiración, y la exclusión
de todo dictado que no provenga de la propia voluntad artística: se disolvieron las fronteras
entre los géneros (en el teatro se mezclaron, como en el Barroco, lo trágico y lo cómico; en la
poesía, se combinaron lírica y épica), las exigencias de las unidades dramáticas fueron
desobedecidas, se rehuyó la exigencia neoclásica del buen gusto... El presupuesto general era la
ruptura con la creencia de que la obra de arte debe ajustarse a modelos preestablecidos; el
Romanticismo invocaba como único precepto el valor individual o subjetivo que debería
imponer la propia obra.
Textos de la época.
"Es sólo en mi persona donde reside el poder soberano, cuyo carácter propio es el espíritu de
consejo, de justicia y de razón; es a mí a quien deben mis cortesanos su existencia y su
autoridad; la plenitud de su autoridad que ellos no ejercen más que en mi nombre reside siempre
en mí y no puede volverse nunca contra mí; sólo a mí pertenece el poder legislativo sin
dependencia y sin división; es por mi autoridad que los oficiales de mi Corte proceden no a la
formación, sino al registro, a la publicación y a la ejecución de la ley; el orden público emana de
mí, y los derechos y los intereses de la Nación, de los que se suele hacer un cuerpo separado del
Monarca, están unidos necesariamente al mío y no descansan más que en mis manos."
“Los impuestos señoriales eran los más duros y los más impopulares. El régimen feudal pesaba
sobre todas las tierras y llevaba consigo la percepción de derechos (...) Los derechos
propiamente señoriales abarcaban los derechos de caza, pesca, palomas, peajes, mercados,
trabajos principales al servicio del señor (...) el derecho a que muelan en su molino (...) el señor
conservaba la propiedad directa de las tierras que cultivaban los campesinos, por las que
pagaban réditos anuales (rentas y censos en dinero y algunas gavillas de mieses) de las
cosechas. Este régimen variaba de intensidad según las regiones (...) Para apreciar su nivel hay
que tener en cuenta no sólo los propios impuestos, sino también las vejaciones y abusos a los
que daba lugar.”
“Consideramos evidentes por sí mismas las siguientes verdades: todos los hombres han sido
creados iguales; el creador les ha concedido ciertos derechos inalienables; entre esos derechos
se cuentan: la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Los gobiernos son establecidos
entre los hombres para garantizar esos derechos y su justo poder emana del consentimiento de
los gobernados. Cada vez que una forma de gobierno se convierte en destructora de ese fin, el
pueblo tiene derecho a cambiarla o suprimirla, y a elegir un nuevo gobierno que se funde en
dichos principios, y organizar sus poderes en la forma que a su juicio sea la más adecuada para
alcanzar la seguridad y la felicidad. (...).
Cuando una larga serie de abusos y usurpaciones , dirigida invariablemente al mismo objetivo,
demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, tiene el pueblo el
derecho, tiene el deber de derrocar ese gobierno y establecer nuevas garantías para su futura
seguridad (...).
Nosotros, los representantes de los Estados Unidos de América, reunidos en Congreso general
(...) en el nombre y por autoridad del pueblo, solemnemente publicamos y declaramos que estas
colonias son y de derecho deben ser Estados Libres e Independientes; que se consideran libres
de toda unión con la Corona británica.”
"Nos hacemos tres preguntas: ¿Qué es el estado llano? Todo. ¿Qué ha sido hasta el presente?
Nada ¿Qué pide? Ser algo (...) Primera petición: Que los representantes del Tercer Estado no
sean elegidos más que por ciudadanos que pertenecen verdaderamente al Tercer
Estado...Segunda petición: Que sus diputados sean iguales en número a los dos de los dos
órdenes privilegiados...Tercera petición: Que los Estados Generales voten no por órdenes, sino
por cabezas... En este estado de cosas, ¿qué le queda por hacer al Tercer Estado si quiere verse
en posesión de sus derechos políticos de una manera útil a la nación?...El Tercer Estado debe
reunirse aparte, no concurrirá con la nobleza y el clero."
“Nosotros declaramos que nunca consentiremos que extingan los derechos que han
caracterizado hasta hoy el orden nobiliario y que hemos recibido de nuestros antepasados (...)
Recomendamos a nuestros diputados oponerse a todo lo que pueda atentar contra nuestras
propiedades útiles y honoríficas.”
“El tribunal revolucionario se instituye para castigar a los enemigos del pueblo.
La pena por los delitos, cuyo conocimiento pertenece al tribunal revolucionario, es la muerte.
El acusado será interrogado en audiencia pública: se suprime, por superflua, la formalidad que
precede del interrogatorio secreto.
Si existieran pruebas materiales o morales, con independencia de la prueba testimonial, no se
oirá a los testigos, a menos que esta formalidad parezca necesaria, bien para descubrir a los
cómplices, bien por otras consideraciones mayores de interés público.
A los patriotas calumniados la ley les concede para su defensa jurados de patriotas: no se los
concede a los conspiradores.”