UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA, CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS

SOCIALES Y HUMANIDADES, DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGIA.

11/ABRIL/2018.
ACTIVIDAD: LECTURA DE VACACIONES

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA: Viktor E. Frankl, EL HOMBRE EN BUSCA DE

SENTIDO, EDITORIAL HERDER S.A., PROVENZA 388, BARCELONA, 1979, 77
PAGINAS.

Esta obra fue recomendada por un compañero de trabajo fanático de la lectura, en

una charla que mantuve con él, sobre las diferentes maneras en que los hombres nos
adaptamos a las adversidades y ante las situaciones vividas tenemos un objetivo,
metas, siendo estas las que nos hacen seguir adelante y tener por que vivir.

De todos los libros pendientes que tengo por leer, elegí este principalmente por el
título lo primero que relacione fue todas las ocasiones en las que me preguntaba el
sentido de mi vida, el rumbo que tomaría o simplemente los intentos por tomar un
camino que resultaba ser el equivocado.
Todos los seres humanos estamos condicionados a pasar por experiencias o
vivencias en nuestras vidas y estas harán de nosotros personas más capaces de
aceptar y tener motivos para seguir adelante.

Me pareció una obra muy alentadora con gran sentido a la importancia de tener
siempre motivos significativos para seguir viviendo a pesar de las adversidades por
las que podamos estar pasando aun así sean las más desbastadoras e incluso estar al
límite de la muerte, estar completamente solo, perder lo más valioso que tenías en tu
vida no necesariamente las cosas materiales.
La historia narrada por el autor nos permite darnos una idea que tan lejos podemos
llegar aprender lo que hace un ser humano cuando de pronto se da cuenta que no
tiene nada que todo lo ha perdido.

Su estudio se enfoca a encontrar cómo era afectada la mente de los individuos

prisioneros en los campos de concentración en la era del holocausto, que se vieron
libres al final, al pasar por situaciones tan adversas, como lo era el choque constante
de las atrocidades cometidas en los campos de concentración, la lucha por la
supervivencia entre hombres, el miedo a los horrores de exterminio que amenazaban
con terminar la vida de cualquiera y la perdida de condición humana.

Por otro lado es una reflexión y menciona la realización personal de metas

desinteresadas, la vida nos exige a todo individuo una contribución y depende de
nosotros descubrir en que consiste.

Que sucede en la actualidad, no vivimos una era de holocausto para dejar de

sentirnos fuera de lugar, perdidos, sin ilusión temerosos ante lo desconocido,
decidimos dejar de luchar simplemente por no querer intentar una vez más, porque
han terminado las causas por las cuales seguir haciéndolo.

De tal modo que todos en algún momento de nuestra vida nos cuestionamos el
porqué del estar o simplemente cual es el objetivo?

Parte importante que me gustaría resaltar es la postura que tomamos los hombres
ante las situaciones, cualquiera que estas sean.

En la lectura se hace reflexión de la condición del hombre no estamos condicionados

ni determinados no entregamos a las situaciones o hacer frente a ellas.

El escritor Frankl, define tres fases en las reacciones mentales de los prisioneros en
los campos de concentración; la fase que sigue a su internamiento, la vida en el
campo de concentración y la fase después de su liberación.
Dicho de otro modo estas tres fases son: la fase que sigue a la situación difícil, la
vida en la situación difícil, y la superación de esa situación.

Las personas que vivieron prisioneros en los campos de concentración cambiaron a

una fase de muerte emocional en la que los prisioneros sentían tortura por añorar a
su familia y su casa, además de la crueldad de todo lo que los rodeaba.

Vivian una agonía mental causada por la injusticia y lo irracional que les parecía
aquello.

Que pasaba en las cabezas de los líderes de esta atroz “depuración de la raza
humana”

No importaba acabar con localidades completas, niños, mujeres, jóvenes, ancianos

sin importar la matanza masiva que esto produjo.

Los pocos sobrevivientes de estos campos, ahora no solo el haber sobrevivido era
suficiente, tenían que seguir con sus vidas con una gran necesidad de superación de
volver a ser felices, de ser escuchados, de recuperar su vida que había sido
arrebatada y despojada de ellos, ahora ya eran libres, pero su alma estaba ya
quebrantada.