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DESCRIBIR, TRADUCIR, EXPLICAR, INTERPRETAR El trabajo de campo es una situacién de investigaciOn que facilita el desarrollo de técnicas flexibles y multiples. En ello radica su riqueza: na situaci6n de investigaci6n que permite obtener informacion por medio de un extenso abanico de procedimientos, algunos especiali- zados respecto a determinados sectores o ambitos de la cultura, otros sorptendentemente versatiles, capaces de registrar Ja informacion ss diversa. La informacin producida es codificada en diferentes enguajes, naturales o formales, en Ja lengua del investigador o del grupo estudiado. El resultado final es un conglomerado de informa Gin no s6lo clasiticada segun los items de las sguias de campo, sino sliferenciada en lenguas o en lenguajes y en niveles de formalidad. La heterogeneidad cs la impresién dominance del conjunto. Disponer de una multiplicidad de instrumentos de registeo de datos es una exigencia que la propia historia de la disciplina se ha encargado de establecer. La variedad de estrateyias de produccion de informacion ha sido alentada por lus diferentes planteamicntos teéricos segiia sus expectativas de andlisis, Viejas técnicas son de ‘cuando en cuando reformuladas, reconfiguradas a la luz de modelos © hipétesis de trabajo de ellas deducidas. Los lenguajes en los que Jos datos se transcziben se han ido multiplicando, A veces parece imposible compaginar, por ejemplo, estudios de transferencia de energia alimentaria con estudios de parentesco 0 con andlisis de cos ‘movisiones, 0, por poner un ejemplo en el terreno de la antropolo- sia de la educaciGn, registros de calificaciones de alumnos de un centro escolar con observaciones de la ocupacidn del espacio en los tiempos de recreo. 41 Muchas veces s¢ tiene la impresién de que las técnicas etnogrd- ficas son irvemediablemente inconmensurables respecto a los fines, como si la imaginaci6n etnogrdfica fuera siempre més viva, més ambiciosa que lo que Jos instrumentos de trabajo pudieran abarcar. La etnografia suele presentarse, sin embargo, como un discurso homogéneo y cerrado —provisionalmente zerrado—. Transmuta, pues, [a natutsleza heterogénea y permanentemente incompleta de fos datos en discursos inteligibles por medio de una serie de procesos de elaboracién (taxonomias oclasificaciones, comparaciones, estrac- furaciones, andlisis). Tal inteligibilidad debe dejar erashucie los crite- tos de inter-subjetividad y totalidad. La emografia esté orientada, fundamentalmente, por la significacién. ¥ lasignificaciGn es respec tivaa alguien. El eje de respectividad de la significacién lo conforman al menos dos grupos sociales (o dos sistemas) el grupo humano con vertido en objeto de esmdia y Ia commnidad cientific, , por exte sin, la sociedad en general a Ja que el invesigador dirige los resale tados de su trabajo. La etnografia es, pues, un trénsito entre sistemas diferentes, en cierco modo entre culvuras diferentes. HistOricamente Ja anteopologia social divigié su atencién a las sociedades primiivas, con lo que la diferencia caltural se dio por supuesta, Pera lacrisis de objeto —es decir, la glohalizacién acelerada a escala planctaria, que absorbié a los «primitivos» en procesos de colonizacién, moderniza- cién y marginacién— difominé los limites del objeto de la antropo- logfa, de modo que llegé a hacerse evidente que todas las sociedades humanas pueden ser «otras culnuras» para la perspectiva antropolé- siica. La percepcidn de la diferencia cultura’ se hace vivencia en el trabajo de campo, qte puede ser contemplado como sna madalidad ras de encuentro inter-cultural: en el trabajo de campo el investiga dot aparece como un mediador entre culvuras. Una experiencia y un oficio andlogos a la labor de los docentes en asinstimiciones escola- res de las sociedades modernas, aunque, corro veremos, con impor- rantes diferencias Los procesos de elaboracién de datos que conducen a generar tun discurso inteligible, significative, son fundamentalmente los si- uientes: describir,traducir, explica’ e interpretar. Podian ser vstos Como procesos sucesivos de elaboracién de datos en distintos mo: rmentos y grados o niveles de abstraccién, pero también som en cierta medida procesos coimplicados, inseparables, Resulta extremada: mente rigido, compartimentalizador, concebir el proceso metodo- \Sgico como si estuviera dividido en fases discontinuas, como une secuencia de acciones en une cadena de mentaje que se lev cabo en distincas dependencias de una factaria. 1. DescaraiR de los datos considerado eae Hs el mas dife- sin dada cesto,en up exqutma léxico, que! andi 6 as m0 Basin dada det srl guile de a desctpedn Feo ora cn la pectic, wn heero no tenesenido pare See or's mnenor que conouca 9 inbies Ios peneamianot caer il ujeto gue lo sean por consign dseibc una oc cones sn teferencia al estado de Anim de quien las aan eer sndeet a as pretenionts dela socal cv fi reali no eat el de register, smo de compeender Ia acc0nes aoa a sociedad franen, en Malinowski, 1973, 8. Hacer etnogtalia, dice Geertz tomando una expresisn de Rye, Bitenaiandnel odo de Hvala cabo, extiala diferencia Sahay ene un tc del pazpado yun guito : aoe ere capa de dinguisog: veo sperfcialmene, el gut apenas aa caPconuate en una rapidacontaccion del paspado. Por seme eie Gna deseupeion denga dara cuenta de fos detalles, y eee ede ln inenetonessgrificainsimlicada en la conduc {3 obsetvada, Por temple: a para hacer fepame Un hombre hace a.un amigo un guifio en son deb freer a un teecero que estén éramando una cons (Geeetz, 1973, 7) la mejor manera de explicitar en gué consiste una ificdndola mediante tustraciones, He agui algunas tomadas de a educacién: Posiblemente descripcién densa sea ast, ejempli pues admite incontables variaciones. trabajos relevantes en antropologga de so atvfeulo titulado «La transmisi6n de Ya cul oftece algunas descripciones de como es Ia distintas sociedades. He aqui un fragmento la sociedad micronesia de A) En un ext can, George Spi crianza de los nitos en recogido de un trabajo de Barnett sob’ Palaos: 43 Asi sucede en Palaos. El pequeto Azu, de cinco afios, se arrasera detras de su madre, {gue eamina por el sendero que conduce al pueblo, lorigueande 9 egando tiranes a su falda. Quiere que lo coja y se lo dice de un modo r. igente: «iParat iParal iCogemet», Pero su madre 9 hace un sola gesto de ateneién. Ells mantiene el paso, mientras su braaps se balancean libremente a sus costados y sus focnidas ca: dderas ondulan para saavizar el vaivén y manenet la cesta de la Fopa bimmeda que acatsea sobre su cabeza. Ha estado en el lavadero ye] Beso impone firmeua a su cuello, pero no es és la caa6u pot la que mica impasiblemente hacia adelante y finge no adverse a su hijo A ‘menudo, en otras ocasiones, le ha cogido sobre su espalda, levando tin peso incluso mayor en su cabeza, Pero hoy ha deeidico no acee Alera sus siplicas; para él ha llegado la hora de comenzar a crecse ‘Ara no es consciente de la decisiGn que ha sido tomada, Com- prensiblemente, supone que su madre se le esté cesisiende como Dteas muchas veces lo hizo en el pasido, Y que sus quejas prone surtiean efecto, Persiste en sus ruegos, pero cae deteés de su madee svando ella aliema su paso. Corre para alcanzatia y encolerizado da Sirones de su mano. Ella se lo sacude sia hablarle ni miearle. Enfure ido se tira decididamente en el suelo y comienta a grtat. Cuando comprucba que este gesto no produce cespucsta, echa ut misada de alarms, c revuclve sobre su estémago ) empicaa a retorcetse, sollozar v a pegar slaridos. Golpea el suelo con sus puts lo paces lea con las puncas de sus pies. Todo esto le produce dolor) le pone furioso, mas ain cuando se petcata de que su madre ni se ineauta ante sus acciones. Gateand Sobre aus pies se precipita teas lla con la maria chorreantey las lagrimas abriéntdose paso a través del polvo, de sus mejilas. Cuando aleanza la altuca de sa talon dam grto 9, a ‘no obtener respuesta, deja caer de nuevo sobre el suelo. Ea este unto su frustracién es completa. En una ataque de ira se arvastra sobre el odo rojizo, escarbando en él con los dedos de los pics, y atrojdadolo au alrededor y sobce el mismo. Con él se tizna la cata, smoliéndolo easre sus pufios apretedos. Se rantartiona sobea eu e ‘ado, dectibiendo un arco que va desde sus pies hasta el apoyo de tino de sus hombres. Un hombre y su mujer se acerean(..]. Las dos mujeces pedetiea ‘mente no se misan al cruzarse. Se han ceconocido mutuamente & distancia y no es necesacio cepeteel salud. Mas desapercibido pasa ap Azu para la pareja, endido en el suclo a unas cuantos mectos Dot detris desu madre, Han de dar un rodeo para no topatse con sa ‘suetpo enloguecido, pero no le dirigen ningun otco gesto de seco. ‘ocimiiento oj hablan una sola palabra, No hay ninguna necesidad de hacer comentarivs. Su rabieta no es una spaticion inasual, espe- sialmente entre los chavales que son de su edad o un poco mayores, No hay nada que decirle, nada que mencionac acerca de su esiado. (Gacnete, 1980; citado en Spindler, 1993, 206-207). 44 B) Harry F. Wolcott realizé un trabajo de campo entce los in. dlios kwakiutl de la Coluaibia briténica, desempefiando durante un aio el papel de maestzo en su aldea. Su experiencia esté rclatada resumidamente en un arvfculo que lleva por titulo «Elinaesteo como enemigor: Almissn tempo ques rescingi en el aul) la superacin através a la socializacio, haba esta tendencia a ayudar alos se ses dos de le mina edad nivel. Tl yu ere iennte deo pees Jos mds Svenes, porque dt enia como objetivo completa last seas (es gee mae sista em ella) ln ays aa ue shea nos refvimossevla para imped que un lume parece deo siado toxpe los ojos del macro Eat Conducta vigualatorey de los alunos com eta en cas smposble la zea de etcontrae nae Halescolarvalidoo de iagnoster las dieuades individuals oe sprendiaie. El semplo ns eslarecedor fut el de un eico de quince atos gue cast no sabia lee. Em septiemoce le asigaé un lbcd Union oe Iectura de cuarto grado que estaban leycade los otter chicos Us clero tempo antes me habia dado cuenia de gue ne sespts wate las pginas que coreespondia, pues durante as encase cporunide desig tenia de excurhat alos nis leyendo en vrata hokea acostumbrado a pes las palabras ifcles que ss compancror de lectus le stsureaban, Pade comprobar gue sols alanaaba a eet 1 de primer nivel y ya en mayo tegistré en mis notstsRectbe ara ayia de oios chicos que tengo serias dudes scorn de shecing, onoaco nus props capecidacear Como fenémeno soa, los exfuerzoscooperatvos de mis alum nos pueden parecer destacabery dgnos de secompenss: Seale fe, fans cooperaciony organizacioninevtablementscokebe oer lst todas loyeseraos que yo poniaen dines ¢ atte oe aeysedo con las netas que me babia mazeado\como maestan Adee tide cualquiera que facta el todo ene que hiscaoat de eel postive dela cSoperacion de mis sanios en lopas ie eee Smienazado por ella me sents incapas de taovlage el ponent ooperatvo pars altanzae mis proptitos. No podta acerca se ayudaran » otros, que lueren pacientes unos pars con hese Sociliaren mutuaivent,y qoe eotiplieran tos fropaton de fees dat lencio de forma que pudiera leery trabajar lo pasate peo ein paca dsponer de tctnpo para ana lasdeee deferens alunos mis jovenes se uniran eneltecteo al uege clos one, {Wolcer, 19930247) C) Hervé Varenne realiz6 un estudio sobre Ia interaccién social entre alumnos de secundaria en Estados Unidos, Su trabajo de cam po tuvo lugar en cl instituto de Sheffield, un suburbio del cinturon hordeste de Nueva York, Este fragmento de su descripeién de los 45 uusos del espacio se encuentra en su articulo «Jocks y Freaks: la es- tructura simb6lica de la expresidn de la interaccién social entre alomnos americanos de los tiltimos cursos de secundariae: Los adultos proporcionaban aos aluminas elificin complejo qu seropendetement tations de na contin modzrn fe Gia iverson tipos de expacto que lo Svrsos grape paulon desig naccoma peonins Por ejemplo, habia muchas mesa eh acter Casi unn docena de salitas en fa bbliowea que eran Ocupadas de forma intermitents; In oficina de ersorsmienco y i entecmeti, Tstaban Tos ator, los descansos aisados dis ecalecss, fa pate de stvis dl escenario en suinrio Habia-o dedores —detras de los arbusto, enn canal de desague— Todos exo paca ein aniones oa, ro case I bin diereneewrlitades. {ol Eh edficin eran armentin que poiiitba ann gran vvie dad de discriminaciones simblieas | oe “ “Metece la pena trata esta clestion més a fondo. Lo que acsbo de mencionar sore el eificio tambien se reflee fs orgenizacion Soria de cialguir espacio dentro ce# Poe sjemplo ls eafeteia in fran tl6n que podia tenes eatida para descentasalumnos sents dor en mesas de dien Estas mesas se padi calocsr de dos foras, sladas oen ila. En amos cazos la zona eal para una comnics Gin facil cara a cara extaba muy Timitadn. Coando #0 supersba el tnimero de los diez slummos que se padian senta alrededor de ia these, la conversicionrelsjada resutaba aff aungue slo fuera porgue habia que levantar la voz mis de losacislmente permis o Frito pos incapable de ri anode almuerzo, Eso importante, puesta que, como veremos la esha Spices El pat reconsecr a subeches de voe pone Sigtiente: oLas personas que se slentan egularmemte para comer fon una pandillm Sospechio que esta ee ds hecho, ts regia ques flan on mimo mo, ar de sores imosro fens thos alamo también polanreimirae, aque la lactones tan Ienore S pda er pega grposr dine on teqiings del edfcn pron el espacio qos seapshin normamess terse identifeaba de una otra forma con elon, De ignal forma, les mismas mess ala hora decomery En las horas qie no tena clase, los alunos tenfan que tomar sechiones ae & dnd donde ena, for nem rds podan estar slo en res lates los sespaccoe comuntarios (lua {lat hrar de coms la ctleeiarecoa ce nombre poalos sare nos que no querian estudiar durane los horses que tenfan en hhoratio), fa hibloreca Ia enla de estudio. Por norma eversordina via, la mayoria de las veces en virtd de afiiscon alsin cob “special, los alomnas poeian estar ls salts prvacas que se 46 situban en la parte de aes de a biblioteca, en el despacho de or sot aon Ts saa conde eguacdaba el equipo audiovisuah, serena de sesoramiento ens ofena cena, en la enferme- £118 feeuna en ceras quan ayudando los profesores, Por un de tec atoprosnmae, los aurnos pian bien encontrar eres erent anges perfodos de emp yn so para sates wee eer bloga, cls deaeclera este SBiakoec pods legar al tendo, en lasala de insicomentos misiales seers Biot: an las excalerilsexterioves def pera mise OSG Silo a fos vatceaes que estaban bastante apareados el 2asate inchs face dl fein (Varene, 1993, 292 299), He aquf algunas diferencias entre estas deseripciones He ptlece namo si la deseipeln A bier sido esrita on el momento en que se producia Ia accién; la descripeién B parece ha ber sida eserta al final dela investigacion, pues se rata de una gene ralizacié de un compoctamiento que vo acompafiad de un clea os Ia deseripeign C, aunque aparece en el articulo casi como Thsodnecién antes de procede la presentacion de datos sobre las pandillas del instituto, ha sido escrca tras cierto tiempo de investi- Bacién, a juzgar por el recuento de espacios y su clasifcacion eet descripcién A esté hecha por un observador exterior a la aceién; la B por un observador plenamente partcipance ¢ incorpo~ fado ala accton, ¥ por lo tanto al texto; Ia C parece estas hecha por din observador exterior, peto familiarizado con el medio edvcativo, al gue pertenece y en el aue ejerce. oe ES descipeion A conlleva la clara intencion de mostrar un comportamiento que qiiebea significativamente una ratina; Ia des Stipeign B tiene Ie inrencidn de mostrar un comportamiento sigrif- Schoamente habitual; Ia deseripcin C pretende exponer el espectro Geespacinsocapados signifiativamentey de manera habitual por los Shumnns, Significatioarrente quiere decir, cn los tes casos, que Ta Gescripei6n densa va de alguna manera mas alla de los hechos en ‘bravo: las conductas de los protagonistas (como en la A y a B), los capacios de un edificio (como en Ia C), son expuestosen relacién con Jat intenciones sociales puestas en juego: ensefiar a crecer en ch cas0 de la madre de Aza, igualar a los compafieros ante la mirada evaluadora de Wolcott, apropiarse de Jos espacios para la diferencia- Gin social en Shetfied, Las eonductasy los expacios, presentados en Secuencia descriptiva, plasman significativamente la cultura porau ponen en evidencia las reglas del juego en cada caso: en Palaas, ns radcesun buen diasiguen Ja regla de dejar que sa hijo llegue exhans- to hasta los limites desu rabieta, Ese ese! dia para comenzar a crecer, reconocide, a pesar de la aparente violencia de ia siuacién, por 47 conjunco dela comunidad. Entre los nifios kwakiutl existe la regla de ayuda mutua cjercida al margen de los planes y los propésitos del maestro, una regla que se enfrenta dramdticamente alas reglas de la cultura escolar llevada alli por los blancos. En Sheffield existent unas normas formales para el uso de los espacios, pero a la deseripcién densa le interesan las sutiles ceglas del uso cotidiano, no siempre coincidentes con aquellas, que revelan agcupamientos no previstos en el organigrama explicito de la institacién, — La descripcion A hace de un acontecimiento un teSnsito en la vida de un individuo en Palaos; la B toma un ejemplo paea mostrar tun estilo de aprendizajc, una pauta cultural de resistencia de los alumnos como grupo irente al maestro; la descripcién C, con su Fecuento exhaustiva de espacios ya clasificados, traduce la idea de gue el espacio en una institucion escolar es una eonstewecién sol fabricada con constticciones formales e informales, y muestea que cada lugar en el espacio conlleva una significacin, ‘Auague en el capitulo 7 volveremos a tratar mediante nuevos ciemplos el asunto de la descripcidn densa, esta breve muestra pue~ de ayudar a entender mejor, por el momento, las caracteristicas que Clifford Geercz le atribuy6; la descripeién densa es microsc6pica también interpretativa, cn tanto que intenta rescatat lo adichor de sus ocasiones perecederas para fijarlo en términos duraderos (Geertz, 1973), Al ser microsedpica, la descripcién densa parece implicar una perspectiva contraria a Is famosa propuesta de Lévi-Strauss de una antropologia «astronémica», que tomaria por objeto a la especie ‘Aumana en su conjunto. Pero esto no implica una falta de inverés por las grandes realidades sociales como, por ejemplo, el poder, la autoridad, el conflicto o el cambio, sino la contextualizaciGn de és. fas on la acci6n social, la percepcidn aguda del detalle, el énfasis en os pequefias celieves. Tampoco implica desdén por el estudio a gran escala de sociedades globales, pues no hay que confundir el objeto de estudio con el iocus de la investigacion. Como ha sefialado ef propio Clifford Geertz, «los antropélogos no estudian aldeas (t1i- bus, ciudades, vecindarios, etc.) sino que estudian en aldeass (Geertz, 1973, 22). La descripcién densa recorre lenta y minuciosamente el contexto poniendo de manifiesto suna especificidad compleja, una citcunstancialidad» (ibid). Microscopica quiere decir, pues, prestar atenciGn a la fina red de relaciones que los contextos evelan si se dlrige una atenra y aguda mirada a ellos. Por otra parte, que la descripcién densa sea interpretativa supo- ne una concepcién de la culeuca: 48 {La cultura consiste en estructuras socialisenteestablecidas de signi= ficacion en cérminos de las cuales la gente hace cosas tales cen {lites de conspiracion... (Geertz, 1973, 12-13), La tavea de una descripcién densa es clara: perseguir estructuras de significacion que, desde luego, aparecen muchas veces irregulares, no explicitas, extrafias unas a otras; y que el investigador debe conec tar de alguna manera, Interpretar es, ademés, captar la variedad de siguificados y hacerlos accesibles situdndose en el punto de vista de los actores. Aunque, como hemos visto, pueda tratarse de una he. ign, «adoptar el punto de vista del actor» es una de las formulacion pes més daras de hasta dnde la descripcién densa es interpretaci6n, y de que la intexpretacién comienza ya en los niveles mas basicos de In claboracién de los datos, La interpretacién es resultado del erabajo de campo coma interaccidn social del investigador con los sujetos de estudio, y es reflejo de esa interaction, Es frato de la reciprocigad y ‘0 un botin de guerra; en pacte fruto de la imaginacién etnogrf Pero también de las experiencias compartidas. En el fondo, las es, {eucturas de significacidn no se aleanzan silos actores as niegan, ) sin embargo se derraman sobreabunidantemente si los actores compar. ten sus experiencias con el investigador, El concepto de descripcin densa elaborado por Geerte es tam bién anti-lévi-straussiano en el énfasis que concede al flujo de la seci6n social. El modo de trasar los sistemas simbdlicos es, segén Propone, aislar sus elementos, especificar las relaciones internas en- tre ellos y, finalmente, caracterizar el sistema de acuerdo al udcleo Ge simbolos en torno al cual esti organizado, 0 a las estructutas subyacentes de las cuales es una expresidn, o a los principivs ideolo- sicos de los cuales es un desarrollo, Se trata de un extenso programa metodoligico, pero hay que udvertir que el foco de atencioe es el flujo de la accién social, los acontecimtientos. El acceso empitico 2 dos sistemas de simbolos se consigue a través de ellos. El flujo de la accién social da articulacién a las formas cultueales, conforma las zelaciones intrinsecas que tienen unos elementos eon otros. Se en tiende asf que 1a descripci6n, como discurso, sea interpretativa di flujo de la accion social, y se entiende que el objeto de las deserip- iones deban ser los acontecimientos. Solo después de Ricoeur, y de la «acci6n sigaificativa considera- da como texton, se empez6 a conceder vetdadera importancia al texto escrito. Desde este punto de vista, que ejemplifiearemos deta- ladamente en e! capitulo 6, la interpretacién aparece como la ac. cidn de sconstruir una lectura», Una descripcion densa consiste ca inscribir el discurso social, en grabarlo, en registrarlo. Ast, los acom 49 tecimientos se convierten en relatos. Después de set inscrito el flujo dela accién social, antes trénsfuga, pasajero, puede ser consultado, reconsultado. Esta propuesta de Geertz ha supuesto, como se verd en el capitulo siguiente, una nueva linea de preocupaciones en la anteopologia contemporénea. Parece obvio que la descripcién se sigue dea observacién, pero no se trata de una técnica de campo sino de una habilidad literaria aque requiere algiin ciempo de formacién. La insistencia por parte de Jos elasicos en que el investigador ha de llevar un diario de campo» también se justifica como ensayo de descripcién, de construccién de tun texto, Al comienzo, el esfuerzo de comprensién invita posible ‘mente al registto compulsivo, aunque segnramente externo y frag- mentario, de los acontecimientos; luego, amedida que se produce la eaptacién de sentido, no sélo se rellenan Jaguras, sino que también ge aprende a recreat los acontecimientos inminadoramente con s6l0 algunos trazos, como muestran los ejemplos que hemos ofrecido. El diario de campo ha de ser testigo de ese proceso. El diario de campo es el instromento fundamental de inscrip- cin, aunque no el nico, en el que queda grabedo el discurso social Las formas de llevarlo 2 cabo son ran extremadamemente variadas aque resulta difcl establecer pautas. Casi todos los investigadores ftbcen un diario antes incluso de hacer el proyecto de investigacin y Jo acaban después de haher redactado ¢1 informe o monografia. La fijaci6n temporal de las inseripciones y su continuidad a lo largo del perindo de investigacién som qi Ios inicos rasgos que comparten todos fos diatios de campo. En enanto al contenido y st organiza- tin tabe casi cualguicr female. Puede cer yma colection de eva- ddeenos de campo en los que se registran estrictamente observacio~ nes estructuradas de acuerdo a determinados puntos, o puede ser por el contrario un estrieta diario personal, predominantement Fellene de subjetividad (si es as, se entiende que el investigador tam- bign dispone de cuadernos de campo con todo tipo de observacio nes). O bien, puede ser a la ver una lente de observacién para des- cripeiones objetivadas y una pantalla de reflexidn y autocritica para el propio investigador. Permite tanto llevar un registro sistemético de acciones de investigacién sujetas a programa (por ejemplo, con- actos con informantes, entrevistas realizadas, etc., como vagabun- dear por lecturas diversas anotando los comentarios. Admite ade- lantar conclusiones especulativas, revisar ideas previas, tomar onciencia de los propios peejuicios, descubrirdebilidades propias y ajenas, marearse en e] desénimo entusiasrarse con hallazgos © proyectos. Es una especie de banco de trabajo, una especie de labo- so ratorio en donde ensayar, probar, formula: hipétesis, hacer critica qeorica... Para muchos investigadares ha sido también sv tinica basica valvula de desahogo, especialmente en investigaciones frus: teantes, absorbentes o demasiado arduas, ‘En cierto modo el diario de campo ¢s la trastienda-taller de la investigaci6n, especialmente cuando se compara con los informes a monografias en los que aparecen los resultados ée la investigacién Los muy escasos diatios de campo publicados se toman como conte siones, como revelaciones de autor (el de Malinowski es paradignté: tico (Malinowski, 1967; cf. Sanjek, 1990)). Y resaltan especialmen- te interesantes en algunos casos par lo que desmitifican, pues en ellos se ponen a veces en evidencia las vacilaciones, los errores y pasos en falso, [a originalidad no tan significeda, los sentimientos Nerdaderos hacia los sinjetos de estudio... Pero nadie —easi nadie— scribe los diarios de campo para publicarlos como rales. Tal vez Sean més valiosos asi, como trastienda-taller, titles indispensables paral trabajo de campo como sitwacisw en la que el investigador se Pncuentta implicado. Bl fundamento del diario de campo esté preci- Samente abi: probablemente es el instrumento de investigacién 6p- timo para recoger al propio investigador, por un lado, y, por otto, para captar [a investigacidn como situacion. Ww, TRADUCTE Ladescripcién densase acomodaalo que Evans-Pritchard enunciaba cen 1981 enmo tarea: «tevivir una experiencia en forma critica ¢ in cerpretativan; pero al hacerlo, el investigador en realidad transcribe tesa experiencia «en las categorias y valores de su cultura yen funcién fe los conocimientos de su disciplinas (Evans-Pritchard, 1973, 77) Bato es traducir, y mds propiamente, traducir una culeura en térmi nos de otra. El eercicio de traduccion no sélo se aplica a sociedades primitivas, sino también, en las modernas sociedades complejas, & Sectores profesionales o territoriales, grupos marginales, asociacio- hes basadas en intereses comunes 0 en el cultivo de determinadas hhabilidades, Ambitos institacionales, todos ellos también «subeultu- tase, muchas veces con un lenguaje propio, distintivo, Por ejemplo, hho sélo el xcampor de Ia educacién esté globalmente diferenciado respecto a otros en Ins sociedades modernas, sino que hay también scampose concretos y determinados, como sm internado femenino, luna escuela rural o rina escuela de adultos, que constituyen «subeul- furase diferehciadas entre sicon reglas de accidn y lenguajes relativa Sa mente genuinos. Si se entiende que el conocimiento de fa wcultura primitiva» por parte de lectores pertenecientes a las sociedades mo- dernas occidentales o a cualquier otra sociedad del mundo se logra i$ A una «traducci6n», de la misma forma se requiere traducir cuando pretendemos conocer esas otras subculturas diferenciadas, La traducci6n ocurre a distintos niveles. No es accidental que Evans Pritchard, al describir el ordculo de los pollus entre los azande (una tribu africana) haga referencias explicicas a «tcibunales de justi- Sia», a soperaciones médicase 0 a «plegarias sacerdorales» (Evans Pritchard, 1976). Tampoco lo es la invocacién que hace Barnett en nuestro ejemplo A a la hora de comenzar a crecers, y que lleva a reconocer comparativamente comportamicntos de ccianza de los nifios en Palaos y en las sociedades modernas europeas y america nas. Niel wesclacecedor» ejemplo aportado por Flasey Wolcott en el texto (B), que nos incita a comprender la logica propia del funciona- miento del aula entre los aifios indios, con sus estrategias de coope- raci6n, al contrastarla con la logica de control del conocimiento individvalizado propia de la escuela occidental > «Traducir» es también ordenar en secuencia un conjunto de comportamientos tras haberlos situado en Gempo y lugar, y presen~ tar a los personajes. Un «orden Iégico» que en realidad sigue un canon asentado por la liveracuza cealista del siglo xix y que contribu yea hacer el relato inceligible para el lector. Asimismo, «traducire es a veces usat determinadas figuras ret6~ ricas con las que el narrador teata de hacer compcensibles estados de inimo o estados del ambiente. Y tambien ese intento esforzado de ‘construis un texto yuxtaponiendo palabras del lenguaje nativo y sus ccoctespondientes en inglés, francés 0 castellano: una de las normas de las transcripeiones etaogeaficas que intenta tevelac el respeto por cllenguaje native, pero que de hecho se manifiesta como un recureo rico que intenta introducir objetividad en un discurso construi- cdo completamente en el lenguaje del investigador. En ocasiones todo cl relaco emografico es concebide como [a traduccién de un solo séemino, cuyas matices de significado, cuyas denotaciones y conno taciones son tan complejas, 0 cuya significaciOn es considerada tan nuclear paca un grupo social, que equiere un desarrollo completo (véase, por ejemplo, el articulo de Evans-Pritchard que lleva por Titulo “Sansa, un casgo cacactertstico de la lengua y el pensamiento zandes (Evans-Pritchard, 1990) ‘Como ya propuso Malinowski en un epilogo al libro de Ogden y Richasds El significado de! significado, la raductiGn es un proceso ‘omnicomprensivo y cotalizador (Malinowski, 1984). Para acceder al significado de un texto, Malinowski enigis captar el conmtexto de si tuacién y el contexto cultural. Una exigencia que consider6 insosla yable para el estudio de las lenguas vivas, y que ofzecfa un marcado contraste con [a tradicional insistencia en la gramética y a sintaxis paraccl aprendizaje dc las lenguas muertas. Tal exigencia converiia a la traducci6n en un proceso de elaboracién de datos entremezclado conla descripeisn. El trabajo de campo eslo que oblig6 a Malinows- kia considerar que cl lenguaje es una accién social y 2 descubric sus fanciones. La recreacisn del contexto como tarea de la antropologia para el acceso al significado de las formas culturales, y como ambi- «in de totalidad, fue en parte una aportacidn, no siempre recorda- da, de Malinowski. No al menos bajo esta perspectiva «Traduccién» engloba ademds, como insinudbamos antes, los aspectos comparados que la descripeién suscita, indicando que la comparacién esta insecta en el método antropolgico desde la pro- pia condicién det investigador como mediador intercultural. otro lado, el etndgrafo también traduce al utilizar la termino- logiainsticucionalizada porla disciplina: situa, «simboloe,«sefial «grupo social», spautar, «normav, smodeloe, sinteracciéne, «sociali- zacidnw, svaloresr... Cuando usamos genéricamente algunos térmi- nos cruciales, como por ejemplo «educaciéne 0 «cultura», deberia- sos mostrar hasta d6nde implican traducciones ajustadas, pues esas palabcas pueden arrastar connotaciones del uso comin a0 exentas de apreciaciones etnocéntricas o sociveéntricas ‘Los problemas que encierra la traducciGn como operacién de conocimiento son numerosos e intrigantes (véase, por ejemplu, Mounin, 1963; Cruces y Diaz de Rada, 1991b). Se ha cuestionado, ppor ejemplo, la posibilidad de realizar traducciones validas entre ceulturas sin traicionar su l6gica propia, la variable verosimilitud que puede aleancat le taduccidn inics-cullunal, y, especialusente ent los tltimos afios, la legitimidad con que los ancropélogos han converti do en objeto de traducci6n a las otras culturas. En este terreno es ica la critica de Peter Winch a Evans-Pritchard. Bn Understan- ding a Primitive Society (1364), Winch puso en tela de juicio el con- traste entre ereencias de los azande y creencias de las sociedades modernas desarrollado por Evans-Pritchard en Brujeria, magia » ordculos entre los azande (1976); y en conezeto la afirmacién de que las ereencias azande contradicen las auestas, siendo las nuestras verdaderas y las suyas falsas al no ser acordes con la realidad objeti- va, La tesis de Winch enuncia que no existe realidad objetiva exte- rior al lenguaje y a Ja cultura. Por fo que las creencias azande son falsas slo segiin nuestras concepciones de la realidad y, por tanto, 53 EL TAAEAJO BE CAMPO Y La ETNOGAAFIA Jo son en cuanto que imponemos nuestras concepcianes, lo que no es forma admisible de entender una socedad primisiva, De ab se inferiia In imposibilidad de Ia traducci6n. Gellner intent6 sortear esta dificultad apuntando que es posible comprender 2 o:r0s pue~ blos recurriendo a una operaci6n parecida a la que se lleva a cabo cuando se traduce de una lengua a otra, & decir, intentando encon- tear equivalentes (Gellnee, 1965). Jarvie cefor26 atin més este plan teamiento asegurando que tal acto de traduccién fracasarfa si fuéra~ mos incapaces de apreciar la verdad (0, mejor dicho, la falsedad relativa) de los conocimientos de la otr2 cultura, 0 si estuvidramos imposibiliradns para apreciar sus valores (arvie, 1982). El proble- rma de la traduccién implicito en todos los planteamientes sobre las relaciones entre lenguaje y cultura podrts formularse preguntando sies que finalmente existe ono una racionalidad comin, comperti- da por todos los hombees. A diferencia de Winch, que postulaba la existencia de determinados universales (el nacimiento, el sexo y Ia muerte) para hacer posible la comprensién de otras formas de expe: riencia humana, Jarvie propuso una especie de universal cognitivo, tun fondo de racionalidad comsin, que consisirfa en «aprender de la experiencia y en particular de los errores», Este universal no sole- mente harfa posible el contacto entre sistemas ecerradoss, diferentes hasta el punto de impedir toda forma de comunicacin; sino que hasfa posible también la comunicacién ernre sistemas relativamente abjertos y sistemas relativamente cerrados, una posibilidad que se aproxima a las pretensiones de traduccién del propio discurso etnogréfico. La naturaleza critica e interpretativa de este discurso se Es poco probable que se encuentre uns ciencia social en wna socie dad cerrada; Ia ciencia social es de hecho wn producto del impacto Se otras cultaras en a propia, Entoncerse ven otros posibles mods de ardenacidn social y el mada propia se pone en evestién, amgue Slo sea em el senridn de expiicarlo y defenderlo ante nosotros mis- mos (Jarvie, 1982, 178). es una de las conseeuencias de In rraguccidn come discurso cxitico: que el lenguaje traductor puede resulear modificado por el Jenguaje traducido 0, lo que es lo mismo, que la imagen de Jos sotrose que proporciona la antropologia puede evestionar la ima- gen que tenemos de nosorros mismos. Una de las debilidades de La tesis de Winch, denimciada por Jarvi, esté en que presupone que Jas sociedades son desindables e inconsitiles; de manera que entre ellas se encontraria cortada cualquier via de comunicacién. Sin em- 54 tit, EXPLICAR i : fe emogtatta y La vieja diferencia advertida por Radclffe-Brown entre emnogralia y sodclogia comparada acentuaba Ia distincign entre descripcién y explicacion. Ha habido un largo debate acerca de la posibilidad de Inantner a dfesensin Navel, por empla, considera gus It de Gripcidn tiende a emerger en forma de explicacién, y paralos fines Season orologla tet podemos hacer equvaler las dos» (Nad 1972), mientras que el propio Jarvie las prefiere disociadas y consi- dea que i descripeon un medi pero Ia explisaccn cnn 9 fave, 1964). También Beatie (1975) conterpla Ia descripeién Gque las descripciones son en cierto modo explicaciones, En todo Rigo, tanto Nadel como Jaevie coinciden en reclamar paca fa ansro pologia social la categoria de cencia «en la medida en que es capez de dar explicacionesr (Nadel, 1972; Jarvie, 1964) ‘Qué sea wexplicaciénr en antropdlogfa es una cvestion éebatida Por otra parte, puesto que las explicaciones en ciencias sociales son frecuentemente funcionales, reas as abundantes criicas que bo rect bido el funcionalismo (cf. Jazvie, 1964; Mevton, 1972; Nagel, 1978 Radner, 1980) se ha hecho dificil exponer con claridad definiciones 35 dle explicacin y mds dificil an mantener convicciones al respect. Pocos resultados —tal vez ninguno— se han logeado en cuanto a hallar eyes generales 0 universales de las sociedades humanas y en cuanto a formular teorias generales. De poco sirve Yala justficacién apurtada por Nadel gue se refiere a nv haber seguido adecuadamen- xe os métodos, entre orras razanes, pargute finalmente el reconoci- miento de los mejores gras estéenliaberse servido bien del método propio, si por tal se entiende agut el trabajo de campo. Una definicién de sexplicaci6n» como la que mantiene Beattic es demasiado general: zelacionar lo que hay que explicar con otra cosa 0 con un sistema de cosas ¥ de acontecimientos». De hecho, Beattie tan sdlo eree que la explicacién proporciona inteligibilidad, scobra sentido en cuanto se ve como parte o como ejemplo de un proceso ms amplio, ex decir, en cuanto se coloca en un contexto mis adlecuado» (Beattie, 1975, 298). Parece, evidentemente, una forma blanda de coneebir la expli- cacién, Sin embargo, la referencia a leyes generales fue explicica en ‘Nadel, quien por otra paste distinguié niveles de explicaciOn y, como tka mostrado Jarvie, fue al fn yal cabo reduccionista, pues explic6 el comportamiento de los individuos por medio de leyes no sociales {es decir, psicol6gicas) (Nadel, 1972). De manera menos compro metida, Jarvie enuncia que la explicacién sconsiste en deducie un enunciado a partis de ottos de acuerdo con algunos requisitos tanto formales como materiales» arvie, 1982) Por su parte, Hempel expuso con claridad que explicar un fend- reno es «dar las causas de €, ya se trate de hechos, tendencias 0 regulacidades» (Hempel, 1973). Toda explicacién contiene dos ti- pos de proposiciones, el explanandum, una proposicion que deseri- be el fendmeno mediante datos observables, y el explananss, propo- Hida o proposiciones que dan euenta del fenémeno, exprecan eyes y condiciones iaiciales 6 ancecedentes de él. Pueden distinguirse va- tius tipos de explicaciones: las nomolégico-deductivas, que tratan die deducir el explanandum a partic de leyes universales combinadas con Grcunstancias particulates, y las probabilisicas que enuncian tendendias de probabilidad pata conectar el explanandum con el explanans. Ya se ha dicho que en antcopologia los intentos de esta- blecerleyes universales han sido vanos, pero las leyes probabilisticas han sido un objetivo buscado desde Tylor, y fundamentalmente por parie del grupo fundado y dixigido por Murdock en Yale en toro a los Human Relations Area Files (Murdock, 1963; ef. Gonzalez Echevarria, 1987, 1990), tra clasficatin di sue entre explicaciones causales, aqué- 56 as gue dan cus «a de la existencia de un fenéimeno; expl a ; explicaciones genéticas 0 evolutivas, que dan cuenta del desarrollo y tases ce in fendmenos yexplicaionescomposicionats, ue eablecen relao- ses entre sus partes (aquf se encontrasfan incluidas las explicaciones fancionales) Las explicaciones causal son aomolegico deducts Las explicaionts genticasoevolutivas ban sido fecuentes en antropologia, pero muchas fueron rechazadas porque estaban basa. das en un delvienteeegisto de datos, porgue no atendlan a todos loshechos conocidos, y sobre todo porque en general eran formula ciones a0 comprobables, En términos popperianos que tanto gustan = Jarvie, eran hip6tesis no falsables (Popper, 1985). La exposicidn de las explicaciones funcionales que hizo Beattie 62.2859 sigue son ain una de is aeores (Beatie, 1973) Dist ufa como primer tipo las explicaciones hstoricas, no del todo equi Yalercs las ya enunciadas como evulutvasy pues, para Beatie, intervienen en ellas las causas eficientes. Un segundo tipo son las explecenes Lisa factoes mao, comitents em ow trar las celaciones entre cosas —siguiendo la maxima duekhelmiaua de considerar los hechos sciales como casas-—. Un ejemplo de este tipo de explicacién es la que el mismo Durkheim desarrollé sobre el suicidio, al relacionarlo con determinadas categorias sociales (como I pstenes un fed zlise). Un tetcee i seta as exp caciones telealigica, es decir, slas que muestran que una de las cua. dade de lo que se st exgisndo cx peoducir una consecuencia cel cuemio-- cya principal conexiGn adic ensurelacibn con Ie ia y con el temor ala ia, y, vineulandolos en un conjnto de sels eal mim imp gi in entene le pent yonre eh juego, constuye una stuccra simi en la coal; anay our vey in ealdad dea otima imbrcacin puede seosseinaigiblemen (Geser, 1975, 449-450), La incerpretacién hace ver la pelea de gallos como [..} un evento humano paradigmaico, es deci, un scontecimiento due nos dice menos lo que acufre que el genéro de cosas que ocurei- Flan si (Come mo eel caso) la vida foers arte y pudiers ser tan Iigzemente moldeada por los estilos de la sensibilidad vomo hlacbeth (0 Dastd Copperfield (bid, 450) Idencificar temas, mostrar su vinculacién, exponer el conjunto de reglas en las que quedan encuadrados, construit la estructura simbélica subyacente, ete, es el programa para elaborar una inter- pretaciGn, La recompensa esti en el procedimiento mismo: com- prender, tornar inteligible la accién humana, La cultura de un pueblo —dice Geerts— es un conjunto de textos, ue son ellos mismos conjuntos, ¥ que los aniropologos ae esfuer= dan en leer por encima del hombro de aquellos a quienes dichos textos pertenecen propiamente (Ibid, 452) Esta es, también, la leccidn de la antropologia. Los grupos hu- manos que estudiamos son quienes ensanchan nuestro conocimien- 0, Son nuesteas propios maestros. Para el antropJlogo, el abjeto de estudio se convierte en sujeto docente. 72

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