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La música nivela las tensiones y desequilibrios del exceso de energía presente en el niño y
promueve la tranquilidad conectándose con sus sentimientos.
La música pudiera constituir una actividad cotidiana, integrada en la vida escolar del pequeño
(a).
El niño casi siempre tiene la necesidad de moverse y de estar activo, por tal motivo la clave del
aprendizaje musical es el ritmo. En el nivel inicial la influencia de la educación musical es muy
importante porque conocemos la belleza de las melodías y descubrimos el placer estético a
través de la percepción, la sensibilidad y la emotividad.
“está comprobado que compartir entre padres e hijos momentos musicales refuerzan sus lazos
afectivos”. Podemos encontrar sonidos musicales en todas partes. En el sonido del viento y en
la lluvia.
El ser humano cuando está en proceso de aprendizaje, manifiesta una personalidad propia. Un
aspecto especial y muy importante para la educación es el de las capacidades sensoriales. A
través de los sentidos, los niños desarrollan su fantasía e iniciativa individual, se expresan, se
comunican y aprenden a integrarse con los demás niños.
La música tiene generalmente una respuesta única, que se expresa con la variabilidad de
matices.
DEFINICIÓN
“La música es la actividad humana más global, más armoniosa, aquella en la que el ser humano
es, al mismo tiempo, material y espiritual, dinámico, sensorial, afectivo, mental e idealista,
aquella que está en armonía con las fuerzas vitales que animan los reinos de la naturaleza, así
como con las normas armónicas del cosmos”. (E. Willems).
La música es un lenguaje simbólico que permite a los niños exteriorizar su mundo interno así
como también interpretar el mundo a su alrededor, facilitando la libre expresión de sus
sentimientos, sus sensaciones, sus fantasías, su realidad. Pero la música también funciona
como medio para interactuar con los otros, como un lenguaje común y compartido que
favorece la comunicación y el desarrollo de las habilidades sociales. Los diálogos sonoros, los
cambios de roles que se juegan en una improvisación, el uso del cuerpo y el movimiento para
“contar” cosas, los juegos rítmicos, el aprendizaje de canciones, son algunas de las actividades
musicales que estimulan el ejercicio de la comunicación, el respeto por el tiempo propio y
ajeno, la aceptación y valoración de las diferencias, y sobre todo, la socialización. La música es
fundamentalmente, una manifestación artística y cultural, que como tal desarrolla en los niños
la sensibilidad, la creatividad, las aptitudes artístico- musicales y la inserción en la cultura de
origen.
Cognitivo
Podríamos establecer una relación entre las características psicológicas del niño/a y su
evolución musical. Piaget (1896) menciona cuatro estadios del desarrollo intelectual por los
que pasan todos los niños/as (sensomotor, preoperacional, operaciones concretas y
operaciones formales), los cuales tienen una serie de características: estos mantienen un
orden secuencial constante, y todos los sujetos presentan esas fases en su desarrollo pero no
necesariamente en el mismo momento, al igual que ocurre con la evolución musical en la que
cada niño/a alcanza todas esas etapas pero no tiene por qué ser a la vez que otros alumnos/as,
ya que cada niño/a tiene un desarrollo distinto, el cual le permitirá ir adquiriendo
conocimientos y habilidades siguiendo su propio ritmo evolutivo que no tiene por qué coincidir
con el de otros niños/as. Otra de las características, es que en cada estadio todas las
actividades que se dan tienen la misma complejidad y los estadios entre sí son
jerárquicamente inclusivos, es decir, cuando se alcanza un estadío, las estructuras intelectuales
propias de ese estadío no se pierden, sino que se integran en el siguiente estadío; de igual
manera, en la música como en otros aprendizajes, el conocimiento nuevo se relaciona con lo
anteriormente aprendido, nutriéndose de él. Y todo ello sigue una transición gradual. (Navarro
Guzmán y Martín Bravo, 2009).
Por otra parte, juega un papel fundamental lo lúdico en esta etapa, destacando el valor del
juego en el tratamiento de la música. Además, es en este periodo donde aparece el
pensamiento simbólico, el cual es empleado en la música.
Asimismo, siguiendo a Sarget (2003) la música potencia las capacidades cognitivas pues
contribuye a desarrollar los sentidos, los cuales son los receptores de la información.
Además, favorece el desarrollo del lenguaje, siendo ésta una de las principales áreas de
contenido en Educación Infantil. El lenguaje es una herramienta indispensable para niño/a a la
hora de relacionarse, expresarse, comunicarse,…Hay una estrecha relación entre la música y el
lenguaje, ya que tanto los sonidos musicales como los hablados, “son sonidos organizados que
funcionan como signos dentro de un sistema regido por leyes cuya finalidad es la
comunicación” (Vilar, 2004, p.7). El ser humano posee tanto el lenguaje verbal como el
musical; ambos pretenden expresar y comunicar algo, empleando para ello como medio el
sonido.
En relación a la música, ésta contribuye a “que el lenguaje se desarrolle de forma más rica y
compleja” (Pascual, 2011, p. 54). Se contribuye a este desarrollo especialmente con el
tratamiento de las canciones musicales, a través de las cuales los alumnos/as aprenden
vocabulario, “expresión, entonación, articulación y vocalización,…” (Pascual, 2011, p. 54)
asimismo, se favorece la memorización, al trabajar las letras que aparecen en cada canción
que trabajemos. Dalcroze (1865) recomienda para ello que las canciones sean fáciles de
entonar, ritmos que le sean conocidos por su lenguaje y que la armonía sea poco compleja, de
tal manera que no le separen de la melodía. Asimismo, Ceular (2009, p.7) expone que la
enseñanza de éstas sea incluyendo gestos y movimientos, puesto que “la mejor manera de
enseñar una canción y que se realice de forma motivadora es a través de actividades y juegos”.
AFECTIVO
La música induce todo tipo de estados emocionales y siempre se ha utilizado, junto a otros
estímulos (como el cine, por ejemplo), para crear un estado anímico que ayude a conseguir un
fin. También nos podemos remontar a las tradiciones más antiguas y comprobar que, ya
entonces, se utilizaban secuencias rítmicas repetitivas para inducir estados determinados en
diversos ritos y ceremonias.
SOCIAL
La música también funciona como medio para interactuar con los otros, como un lenguaje
común y compartido que favorece la comunicación y el desarrollo de las habilidades sociales.
La música tiene un gran poder. Brinda una agradable experiencia de aprendizaje, estimula la
imaginación y la creatividad en los niños. Además, crea vínculos entre padres e hijos mientras
comparten momentos musicales, los cuales le servirán al niño para establecer relaciones
fuertes y sanas con otras personas durante su vida. La música crea un ambiente rico que
fomenta el autoestima y promueve el desarrollo social, emocional e intelectual.
Empieza a desarrollar su gusto por algunas canciones que le resultan conocidas, hasta que
empieza a memorizar y reproducir algunas letras y melodías.
Al incluir la música como parte de su educación, los niños disfrutan de momentos de alegría en
los que tiene la oportunidad de expresarse: se comunican, se mueven, se relacionan con otros
y son ingeniosos y creativos. La música está íntimamente relacionada con el lenguaje, el
equilibrio, la memoria y la inteligencia. Al cantar los niños aprenden a leer, a desarrollar
vocabulario, a aumentar su capacidad de memoria, a expresar sus emociones, a trabajar en
equipo, a tener ritmo y energizarse mediante los sonidos. La muscia juega un papel muy
importante en el establecimiento de rutinas. Cantarle la misma canción todas las noches a la
hora de irse a dormir se convierte en parte de la transición entre estar despierto y dormir.
Cuando los niños se inventan palabras para adaptarla a música conocida desarrollan su
creatividad y gusto por el lenguaje y sonidos musicales.
Mientras expresan, los niños pueden desahogar su enojo, demostrar alegría y otros estados de
ánimo. Los padres al compartir la música con los niños, les ayudan a tranquilizarse. De esta
manera tienen la oportunidad de conectarse con sus sentimientos.
La música se encuentra alrededor nuestro. Los sonidos que escuchamos a diario en cualquier
parte son música. Podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar su habilidad de escuchar y su
creatividad para que descubran esos sonidos musicales que nos rodean: el sonido del viento,
un zapateo, el canto de los pájaros, etc.
La música nos permite aprender sobre el mundo que nos rodea. Gracias a la música
obtenemos:
Generar coordinación permitiendo a los niños seguir un compás y usar sus mentes,
voces y cuerpos en conjunto.
Ayudar a los niños mayores a compartir, hacer amigos y sentirse cómodos en grupo.
Fomentar el desarrollo del lenguaje por medio de historias, rimas y ritmos.
Despertar la creatividad permitiendo a los niños llenar los vacíos de las palabras,
descubrir sonidos o inventar canciones.
Construir relaciones, comunicar sentimientos, dar comodidad y consuelo.
Desarrollar la motricidad fina y gruesa a través de juegos con los dedos, el baile o la
interpretación de instrumentos.
Desarrollar la individualidad permitiendo a los niños descubrir sus propios sonidos y
estilos de música.
La mejor manera de ayudar a los niños a apreciar la música es proporcionarle mucha música
desde temprana a edad. El solo escuchar la música no puede compararse con crear y tocar
algún instrumento. La música en vivo tiene un mayor impacto emocional y sobre los sentidos.
Por ello, participar en un coro de niños o una orquesta infantil, asistir a un concierto en vivo,
serán experiencias enriquecedoras para cualquier niño. Pero al igual, una pequeña banda
casera compuesta de ollas, sartenes, pitos y “chinchines”, también sería una buena
oportunidad para experimentar la música.
Los niños pueden inventar sus propias canciones y los padres se las podremos grabar. Esto le
servirá de inspiración para iniciarlos en la apreciación por la música.
Asimismo, cabe destacar que fomenta la creatividad, rasgo muy importante en esta etapa,
pues la improvisación, creación,….que favorece la música, aporta al niño/a otra visión de la
realidad y le permite conocerla.
Así pues son numerosos los aspectos positivos que provoca la música en el desarrollo integral
del niño/a, y es por ello que es importante integrarlas en las aulas de educación infantil como
medio de desarrollo de éste.
La música a estas edades sirve como modo de aprendizaje, disfrute y expresión para los
pequeños. Con ella, los alumnos/as emplean el propio cuerpo como medio de representación y
comunicación musical (Orden ECI/3960/2007, de 19 de Diciembre); reconocen y recuerdan la
letra de las canciones trabajadas; cantan un repertorio de canciones apropiadas para
Educación Infantil; se inicia al alumno/a en la audición activa; asimilan los primeros elementos
que conforman la música: el sonido y el silencio; asimilan el concepto de intensidad del sonido;
vivencian el contraste entre los sonidos largos y cortos; coordinan los movimientos; se
sensibiliza el cuerpo y localizan las partes de éste de acuerdo a la relación espacio-temporal;
desarrollan la capacidad de concentración y fomenta el trabajo en grupo; asimismo, la música
ayuda al niño/a a relacionarse con su entorno más próximo, le invita a explorar en él; es un
medio a través del cual los alumnos/as expresan sus sentimientos, emociones, estados de
ánimo… recrean escenas, historias, representan personajes.
Para todo ello se utiliza el juego como base del desarrollo de las actividades, ya que el
tratamiento de la educación musical en esta etapa debe ser totalmente lúdico (Barbarroja,
2007).
En Wikipedia (2008) se menciona “la música ejerce sobre los organismos, en particular sobre el
sistema nervioso, una influencia notable, hasta el punto de ser utilizada para favorecer la
curación de determinadas dolencias”, a lo largo de la historia, la música ha sido considerada
como beneficiosa por sus efectos físicos y psicológicos curativos, destacándose actualmente la
influencia de sus elementos estructurales (frecuencia, longitud de onda, timbre, melodía,
armonía y ritmo), en los estados de relajación. El ritmo y las letras sí influyen en la conducta
de quienes escuchan determinada música, aunque el efecto varía dependiendo de la
susceptibilidad del receptor. Existen análisis científicos que comprueban la influencia de la
música en la conducta humana. “la música influye en el ritmo respiratorio, la presión arterial,
las contracciones estomacales y los niveles hormonales. Los ritmos cardíacos se aceleran o se
vuelven más lentos de forma tal que se sincronizan con los ritmos musicales. También se sabe
que la música puede alterar los ritmos eléctricos de nuestro cerebro”. La música puede
afectar la salud positiva o negativamente. Los investigadores han producido evidencia de la
habilidad de la música en disminuir el dolor, mejorar la memoria y reducir el estrés.
LA MUSICOTERAPIA
La musicoterapia en una de sus aplicaciones con efecto relajante para el descanso muscular y
psicofísico de la persona.
INTRODUCCIÓN
La danza ha formado parte de la historia de la humanidad desde el principio de los tiempos. Es
una forma de arte en donde se utiliza el movimiento del cuerpo, como una forma de
comunicación, en el que se usa el lenguaje no verbal, en donde el bailarín expresa
sentimientos y emociones a través de sus movimientos y gestos. Se trata de una actividad
organizada y con una técnica adaptable a todas las edades, que se pueden realizar en grupo o
a nivel individual. El niño realizara un trabajo individual con el que mejorara su autonomía
personal y un trabajo colaborativo, realizado dentro de un espacio y un tiempo determinado,
donde desarrollara la adaptación, la interacción, la tolerancia y el lenguaje.
La danza nos puede servir, además como actividad física que le sirve al niño para conservar su
estado de salud, como un instrumento a través del cual el niño puede mejorar sus habilidades
motrices. Estas habilidades son importantes en su desarrollo evolutivo y servirán para
posteriores aprendizajes como la lecto-escritura, las matemáticas y los idiomas. Por otra parte,
a través de la danza, también se lleva a cabo un trabajo psicológico, emocional y social.
Los niños pueden expresar, comunicar y sacar al exterior un mundo interior con una gran
riqueza.
La danza es un fenómeno que está presente en todas las culturas, razas y en todas las
civilizaciones. De acuerdo con Murray (1933), la danza es un movimiento puesto en forma
rítmica y espacial, una sucesión de movimientos que comienza, se desarrolla y finaliza. Para
Salazar (1986), la danza es una coordinación estética de movimientos corporales.
Por otra parte, la danza es una forma de comunicación y expresión por excelencia, es un arte
que utiliza el cuerpo en movimiento como lenguaje expresivo, como dice Baryshnikov, un
mundo de nuevos lenguajes, los cuales expanden su flexibilidad y alcance en todas las culturas,
porque en cada uno de los juegos dancísticos hay muchísimos lenguajes posibles.
En definitiva, podemos definir la danza como aquella actividad motora que se basa en la
utilización del cuerpo, con el fin de expresar sentimientos, emociones, diferentes ideas,
pasiones y deseos; acorde a un espacio y a una estructura rítmica, sin la necesidad de tener
directamente la presencia de un tipo de música. La danza se convierte en un elemento de
identidad social y cultural, perteneciente tanto al arte, a la educación, al ocio y a la terapia.
Según Bautista, Rodríguez y Sánchez (2011) tenemos que tener en cuenta ocho elementos
básicos de la danza para nuestro proceso de enseñanza y aprendizaje: el cuerpo humano, el
espacio, el movimiento, el impulso del movimiento, el tiempo (ritmo y música), la relación luz y
oscuridad, la forma o apariencia y el espectador participante.
La danza es una actividad que apoya y complementa el desarrollo integral de cada ser humano.
En los niños potencia sus capacidades, sus valores, actitudes y aptitudes, además de ofrecer un
bienestar físico y emocional. Las actividades que una clase de danza ofrece, crea niños capaces
de manifestar y manejar todas aquellas habilidades y capacidades intelectuales, emocionales,
físicas y sociales, de manera integrada.
En el campo artístico, la danza considerada dentro de las Bellas Artes, favorece la apreciación
artística y desarrolla diversas capacidades intelectuales, al igual que en su práctica se ve
desarrollado lo socio-afectivo, englobando la socialización el autoestima y la disciplina, que son
estas esferas de las cuales hablaré a continuación.
Además la danza para niños utiliza la herramienta de la imitación, debido a que es uno de los
medios y una práctica importante a través de las cuales los niños aprenden e interiorizan
diferentes formas de concebir o percibir la realidad, lo cual permite al niño, el desarrollar las
capacidades necesarias para interactuar socialmente de una manera “correcta” o favorable.
Por otro lado y siguiendo con la segunda esfera, al hablar de autoestima, es importante
recalcar que los padres deben de procurar fomentarla, debido a que los niños con autoestima
baja regularmente prefieren enfocarse en las cosas negativas y los niños con autoestima alta
están satisfechos con ellos mismos, reconocen sus fortalezas al igual que sus debilidades,
sintiéndose bien con sus características y sus competencias. La danza ayuda al niño o niña a
establecer esa confianza en sí mismo, al momento de ejecutar los ejercicios de clase, les
enseña a no juzgar el aprendizaje del otro y a valorar lo que el otro ha creado.
La danza es una de las actividades extra-curriculares que fomenta la disciplina, tanto la hora de
inicio, como la ejecución de la clase en forma, con esto me refiero a que el niño está
disciplinado para llegar diez minutos antes a la clase para hacer un calentamiento individual, al
igual que seguir las indicaciones que la maestra indica en clase.
También nos ofrece beneficios mentales y físicos, como la mejora en la alineación articular y
corporal, mejoramiento de la postura, mayor elasticidad del movimiento y una buena salud
física.
La educación que se adquiere por medio del cuerpo o el movimiento que la danza ofrece a la
educación de niños y niñas, favorecen los caracteres expresivos, comunicativos y el carácter
afectivo y cognitivo.
La danza está relacionada con la educación psicomotriz porque a través de su práctica puede
incidirse en los siguientes aspectos propios de la educación:
Estos dos instrumentos que van ligados de la mano el uno con el otro nos facilitan el trabajo a
nosotras como potencializadoras del desarrollo en los niños y las niñas, ya que podemos
valernos de ello para estimular las demás áreas del desarrollo, pues a través de la danza los
niños logran un mayor control de los movimientos de su propio cuerpo, una vez ellos hayan
conocido cada parte de él y entendido que movimientos pueden realizar con ellos.
Los niños que practican danza desde temprana edad se les favorece el desarrollo de la
inteligencia perceptivo-motriz o aquella que está relacionada con el conocimiento del cuerpo:
lateralidad, orientación en el espacio y en el tiempo (auto identificación, localización corporal,
identificación izquierda-derecha, direccionalidad, orientación de los espacios motores,
actividad rítmica-melódica)
Este conocimiento le permite al niño una facilidad para avanzar en su proceso de lacto
escritura, lo cual está ligado directamente con el aprendizaje y al desarrollo cognitivo.
La danza y el movimiento rítmico mejoran la capacidad de socialización del niño así como su
autoestima, ya que la expresión corporal busca facilitarle al ser humano, el proceso creativo y
de libre expresión y comunicación a partir del conocimiento de su cuerpo, el manejo del
espacio, de los materiales y del fortalecimiento de su auto-confianza.
Es importante tener presente, que a la vez, la danza y los movimientos guiados o libres,
fomentan valores como el respeto, la libertad, la tolerancia y la crítica constructiva. Mediante
ellas, se aviva la comunicación de sentimientos, de ideas, de estados de ánimo y el respeto
entre los participantes en forma individual y grupal. Al realizar estas actividades corporales, se
benefician de igual manera, aspectos biológicos, cognitivos y psicomotores; no puede faltar el
placer del movimiento y el sentido lúdico ya que además, permiten liberar energías en busca
de la expresividad. Considerando que todos estos aspectos forman parte del acto social de la
comunicación en los niños y niñas en edad escolar. Ya que utilizan el juego, el baile, la danza y
sus mil maneras creativas de expresión para llegar a sus compañeros.
Por otro lado, aparecen varios autores que han trabajado especialmente en el Arteterapia,
con el objetivo de incluir en su sistema educativo una herramienta que evite y prevea las
situaciones conflictivas, problemas de agresividad e incluso de violencia en clase. Entre todas
las razones de su utilización como herramienta educativa, por recurrir principalmente a
procesos de comunicación no verbal (artes plásticas, música, danza y expresión corporal),
dejando abierta la puerta a procesos simbólicos más espontáneos que las palabras,
favorecedores tanto de la expresión de sentimientos personales, con lo que conlleva una
primera base de autoestima, como de la lectura y reconocimiento en los procesos expresivos
de los otros, lo que favorecerá intercambios sociales positivos