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Cómo citar este artículo: Bedoya Dorado, C. & Velásquez Fernández, A. (2014). Análisis de la incidencia del miedo en la organización desde la perspectiva
psicobiológica. Revista Colombiana de Psicología, 23(2), 351-362. doi: 10.15446/rcp.v23n2.38635.
La correspondencia relacionada con este artículo debe dirigirse a Cristian Bedoya Dorado, e-mail: bedoya.cristian@correounivalle.edu.co. Facultad de
Ciencias de la Administración, Universidad del Valle, Calle 4B n.° 36-00, Edificio 124, Oficina 3013, San Fernando, Cali - Colombia.
ARTÍCULO DE REFLEXIÓN
R ECIBIDO: 1 DE J U LIO DEL 2013 - ACEPTA DO: 22 DE AG OSTO DEL 201 4
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A partir de la filosofía de calidad del Dr. IBM cuando, gracias al miedo a cometer erro-
Edwards Deming se ha planteado que la emo- res o disminuir utilidades, esta organización no
ción del miedo genera efectos negativos en las pudo aprovechar su fuente de recursos técnicos
organizaciones y por ello erradicarla del lugar y humanos al convertirse en una empresa domi-
del trabajo debe ser una prioridad de la gerencia nante. Asimismo, Hareli, Shomrat y Biger (2005)
(Deming, 1982; Ryan & Oestreich, 1991; Suárez, descubrieron que bajo amenaza de los directi-
1997). Falta de creatividad e ideas innovadoras, vos, el miedo aumenta en los empleados y se re-
mala calidad en la vida laboral, visión a corto laciona con la posibilidad de que un trabajador
plazo, generación de enfermedades, baja pro- niegue su papel en algún resultado no deseado y
ductividad, desconfianza entre jefes y subordina- se excuse. Por otro lado, Nelissen y Selm (2008)
dos, falta de comunicación, entre otros ejemplos encontraron que el cambio organizacional gene-
más, son algunos signos y señales que caracteri- ra miedos en los empleados, los cuales producen
zan la presencia del miedo en una organización una conducta de resistencia. Por último, Deniz,
y generan efectos como el mal desempeño de los Taştan y Gülen (2011) estudiaron cómo los mie-
empleados y la dificultad para lograr los obje- dos de los empresarios afectan la productividad
tivos de la organización (Deming, 1982; Jericó, y el desempeño de las organizaciones.
2006; Lowe & McBean, 1989; Ryan & Oestreich, Así, las investigaciones en el campo de la
1991; Scherkenbach, 1994; Suárez, 1997). administración y las organizaciones han resaltado
Kish-Gephart, Trevino, Detert y Edmondson la importancia del miedo en estas últimas
(2009) señalaron que el miedo ha dado forma a debido a su incidencia negativa. Con base en
la conducta humana desde hace mucho tiempo y ello, se ha sugerido la necesidad de comprender
sigue haciéndolo hoy en día, incluso en el lugar este fenómeno de tal manera que sea posible
de trabajo. Pese a ello, muchas de las conductas erradicarlo del lugar de trabajo (Deming, 1982;
que surgen como reacción a él no son acordes con Ryan & Oestreich, 1991; Jericó, 2006; Suárez,
las condiciones tanto físicas como emocionales 1997). No obstante, estas investigaciones no han
que se requieren para llevar a cabo actividades argumentado por qué ocurre esta incidencia
laborales. negativa. En este sentido, el presente artículo
Diversos estudios investigaron empírica- tiene como objetivo describir la emoción del
mente la relación entre el miedo y sus efectos miedo desde una perspectiva psicobiológica,
negativos en las organizaciones. Entre ellos se con el propósito de explicar dicho vacío teórico.
destacan los trabajos de Detert y Burris (2007), Para ello se busca responder a la pregunta: ¿por
Kish-Gephart et al. (2009), Lowe y McBean qué el miedo como reacción emocional, según
(1989), Milliken y Wolf (2003), en los que se es- su naturaleza y forma de manifestación, genera
tudió el miedo a hablar de los empleados debido efectos negativos en la organización?
a las consecuencias de dicho acto, así como la
generación de errores a partir de ello. Vahte- El Miedo
ra et al. (2004) encontraron un aumento en la La palabra miedo proviene del latín metus,
probabilidad de sufrir enfermedades cardiovas- que según el Diccionario de la Real Academia Es-
culares en los empleados que se salvaron de un pañola, se refiere a la perturbación angustiosa del
recorte de personal, debido a que estos pensaban ánimo por un riesgo o daño real o imaginario, así
que serían los siguientes en padecer la misma como el recelo o la aprensión que alguien tiene
suerte que las víctimas del recorte de personal de que le suceda algo contrario a lo que desea.
(miedo a perder el puesto de trabajo). Por su El término “emoción” como concepto psi-
parte, Carroll (1993) presentó lo ocurrido con cológico ha sido intervenido desde diferentes
áreas, ya que no existe una unidad conceptual, trastornos obsesivos, etc. Aunque el concepto de
es decir, falta una teoría integradora. Ocurre lo miedo apunta a los estados de ánimo asociados
mismo con el miedo, dado que es una emoción. a la angustia y a lo desagradable, este es mucho
Pese a ello, la psicología ha explorado este últi- más complejo (André, 2005; Marina, 2006; Nar-
mo como un estado afectivo y emocional nece- done, 2003; Rodríguez, 2004) y presenta bases
sario para la adaptación al medio y asociado a la conceptuales de diferentes ciencias. En este sen-
angustia que genera en el individuo, la cual pue- tido, André (2005) señala:
de convertirse en una alteración psicológica o en el miedo es una emoción “fundamental”, es decir
un estado somatomorfo. Según Halgin, Whit- universal, inevitable y necesaria. Como todas las
bourne y Reyes (2009) cuando una emoción se especies animales, el ser humano está programa-
encarna en el cuerpo y se somatiza, se convierte do por la naturaleza y la evolución para sentir
en un trastorno somatomorfo que incluye diver- miedo ante ciertas situaciones. Es necesario, pues
sas condiciones en las que el conflicto psicológi- es una señal de alarma destinada a avisarnos de
co se convierte en problemas o síntomas físicos, los peligros, aumentando de este modo nuestras
lo cual genera perturbaciones o deterioros en la posibilidades de supervivencia. Esto sucede de
vida del individuo. una manera instintiva y tiene sus orígenes en
Existe un acuerdo teórico en considerar una serie de cambios fisiológicos relacionados
que el miedo suele ir acompañado de sentimien- con el sistema nervioso autónomo y el sistema
tos de temor, aprensión e impotencia (Rach- endocrino. (p. 17)
man, 1990), y representa la protección natural
del cuerpo contra la amenaza potencial, ya sea Para Nardone (2003) el miedo es una emo-
física o psicológica (Dozier, 1998; MacDonald, ción psicobiológica, fundamental para la adap-
Kingsbury, & Shaw, 2005). A pesar de que ha tación de los animales y de los seres humanos
sido considerada como una emoción primaria en su ambiente: “Sin una dosis de miedo no se
discreta (Ekman, 1992; Plutchik, 2003), por su sobrevive, puesto que esta es la reacción que nos
duración relativamente corta (Forgas & East, alerta de los peligros reales y nos permite afron-
2008; Weiss & Cropanzano, 1996), cuando supe- tar tales situaciones después de haberlas reco-
ra cierto umbral, puede convertirse en un tipo nocido como peligrosas” (p. 21). Considerar el
de miedo con mayor incidencia psicofisiológica miedo desde una perspectiva psicobiológica no
en el individuo. solo permite comprender que esta emoción hace
En este sentido, se habla de miedos norma- parte del sistema de alarma de los animales y de
les y patológicos. El primer tipo es una alarma los seres humanos, sino que también permite
bien calibrada en su activación y regulación, es explicar las reacciones de los individuos que se
decir, se activa en el momento apropiado y en generan en los planos psicológico, fisiológico y
su regulación desaparece con rapidez y facilidad conductual (André, 2005; Vigotsky, 2004).
cuando el peligro ya ha pasado o cuando se ha
hecho una evaluación de la situación. El segun- Psicobiología del Miedo
do tipo es todo lo contrario y se activa con falsas Darwin (1872) consideraba que la mayoría
alarmas, es frecuente en el tiempo y no se puede de las emociones eran innatas y universales, y
controlar, por lo que genera un estado somato- de este modo compartidas por seres humanos y
morfo y reacciones fisiológicas que afectan la animales como producto de una línea evolutiva
calidad de vida de un individuo. Entre este tipo similar (Velásquez-Fernández & Rojas-Garzón,
de miedos se pueden encontrar el pánico, las fo- 2009). Con base en ello, Rodríguez (2004) men-
bias, los sobresaltos, el estrés postraumático, los ciona que el miedo puede ser calificado como
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estímulos inconscientes, a partir de la activación secundaria (más corta), que le permite emitir
de la misma amígdala. Morris, Öhman y Dolan una respuesta antes de que las señales sean regis-
(1998) encontraron que existe una diferente lo- tradas en el neocórtex (Goleman, 2009; LeDoux,
calización hemisférica entre estímulos desagra- 2000; Marina, 2006).
dables conscientes e inconscientes, y que los Una vez enviadas las respuestas de miedo
miedos inconscientes producen inhibición de por parte de la amígdala, se activa el sistema ner-
la respuesta psicofisiológica, pues solo cuando vioso (André, 2005; Goleman, 2009; LeDoux,
existe conciencia del miedo, es posible que la 2000; Marina, 2006), lo cual genera reacciones
amígdala disminuya las respuestas emociona- fisiológicas como tensión en el abdomen, mús-
les. En este sentido, LeDoux (2000) señaló que culos que rodean el cuello y hombros, acelera-
la amígdala almacena y procesa recuerdos in- ción de los latidos del corazón, temblor en las
conscientes que pueden provocar que el cuerpo extremidades y en las rodillas, inmovilidad en el
reaccione de cierta manera como resultado de cuerpo, dilatación de las pupilas y los vasos san-
experiencias previas. guíneos, erizamiento del pelo, ensanchamiento
Öhman y Mineka (2001) argumentaron del tórax para aumentar el volumen de aire inha-
que los individuos están equipados con un lado, empalidecimiento de la piel y liberación de
módulo de miedo o con una adaptación men- glucosa por parte del hígado como combustible
tal. Dicho módulo de miedo incluye funciones para los músculos (André, 2005; Goleman, 2009;
cognitivas superiores, las cuales vigilan cons- LeDoux, 2000; Marina, 2006; Rodríguez, 2004).
tantemente las señales de amenaza del entor- Para Marina (2006) el miedo inicia con la
no y cuando una de estas es percibida como presencia de un peligro que genera un senti-
peligrosa, el módulo de miedo puede rápida e miento desagradable, aversivo, inquietante, de
inconscientemente desencadenar una reacción falta de control, con el cual se activa el sistema
de miedo (LeDoux, 1996; Öhman & Birbaumer, nervioso autónomo. Esto produce diferentes
1993; Öhman & Mineka, 2001). reacciones fisiológicas y la puesta en práctica
Ante el peligro se producen pensamientos de algunos de los programas de afrontamiento
y sentimientos subjetivos, sensaciones de im- como son la huida, la lucha, la inmovilidad, la
potencia, sentimientos de indefensión, pérdida sumisión, etc.
de confianza, bloqueo del pensamiento, sensa- Una vez desplegadas las reacciones psico-
ciones de irrealidad, percepción espacio-tem- lógicas y fisiológicas, se generan las conductas o
poral alterada, etc. (López & Bernal, 2007). De los comportamientos. Según Rodríguez (2004),
acuerdo con Grossman (1967) y Weiten (1992), como parte de la respuesta de miedo, el cuerpo
la experiencia subjetiva se acompaña de un com- tiene mayor energía disponible, mayor flujo san-
ponente fisiológico. guíneo cerebral y muscular, mayor resistencia al
De esta forma, Goleman (2009) señala que dolor y aceleramiento de las funciones psíquicas
la primera estación por donde pasan las señales en lo relativo a la acción, ya que el individuo se
sensoriales de los órganos de los sentidos (ojos y encuentra en óptimas condiciones para reaccio-
oídos) es el tálamo, y posteriormente el neocór- nar ante el peligro. Pese a ello, Freud (1987) sos-
tex, donde las señales son ponderadas a través tenía que cuando se alcanza cierta intensidad, se
de diferentes niveles de circuitos cerebrales, para puede llegar a paralizar toda acción de defensa,
asegurarse de lo que ocurre y finalmente emitir impidiendo incluso la fuga, lo que se conoce
una respuesta más adaptada. Sin embargo, existe como ataque de pánico.
otra vía procedente del tálamo que lleva la señal El miedo estimula conductas de evita-
directamente a la amígdala, la cual es una vía ción, aislamiento, enmudecimiento, estados
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Jericó (2006) los empleados que conservaron existen en las organizaciones, uno es el miedo al
su trabajo creían que serían los próximos en ser cambio. Para Mealiea (1978), cuando se introdu-
despedidos, lo que generó un miedo a perder el cen cambios los empleados aprenden a asociar
puesto de trabajo. estados de tensión negativos con el miedo y la
Las enfermedades cardiovasculares re- frustración. Una de las razones que presupone
sultan ser lógicas ante estados de miedo cons- temer al cambio tiene que ver con lo “descono-
tantes, debido a reacciones fisiológicas como el cido”, pues este término produce desconfianza,
aumento en la presión arterial y en la frecuencia inseguridad y falta de control (Nardone, 2003).
de los latidos del corazón, la respiración pesada Nelissen y Selm (2008) encuentran en sus estu-
y los dolores musculares (Scarnati, 1998). Adi- dios, que cuando se comunican los procesos de
cional a ello, los miedos pueden despertar estrés cambio organizacional, los empleados generan
y generar un estado de alerta permanente en el respuestas positivas mientras que se reducen las
individuo, como consecuencia de las diferentes negativas.
preocupaciones que el ámbito laboral impone. Según Jericó (2006), el miedo al cambio
De acuerdo con Lazarus y Folkman (1984), el deriva otros tipos de miedos como son el mie-
estrés es una relación entre la persona y su en- do a la no supervivencia, al rechazo, al fracaso
torno, en la que el individuo percibe en qué me- y a la pérdida del poder, los cuales pueden va-
dida las demandas del entorno configuran una riar de un individuo a otro de acuerdo con sus
amenaza para su bienestar, y si estas exceden o funciones cognitivas (André, 2005; Dozier, 1998;
igualan los recursos que poseen para resistirlas. MacDonald et al., 2005; Marina, 2006). Para este
caso un individuo puede imaginarse escenarios
Resistencia al Cambio inciertos del futuro (ser despedidos, ser castiga-
Jericó (2006) propone que existen cinco do, tener un nuevo jefe, ser trasladados a otro
tipos de miedos en las organizaciones relacio- departamento, perder el poder, etc.), lo que da
nados con las necesidades establecidas por las paso a una ansiedad con un carácter anticipato-
teorías de la motivación de Abraham Maslow rio, donde el peligro o la amenaza es previsto y se
(jerarquía de las necesidades) y David McCle- le confiere un valor funcional importante (San-
lland (trilogía de las necesidades): (a) miedo a dín & Chorot, 1995). El miedo al cambio también
la no supervivencia relacionado con las necesi- puede pasar a un estado de angustia, cuando el
dades básicas; (b) miedo al rechazo, relaciona- individuo no sabe a qué le teme y se sumerge en
do con las necesidades de afiliación; (c) miedo lo desconocido. La angustia se caracteriza por la
al fracaso, relacionado con el logro; (d) miedo indeterminación y la ausencia del objeto (peli-
a la pérdida del poder, relacionado con el poder gro), y se presenta como una señal, síntoma y
y la influencia; y (e) miedo al cambio, el cual se defensa (Sierra, Ortega, & Zubeidat, 2003). Es
relaciona con todas las necesidades. Según esta por ello que cuando se nombra entre los emplea-
escritora, de estos cinco miedos se desprenden dos la palabra “cambio”, se despiertan diferentes
otros, como a perder el trabajo, al éxito o a desta- pensamientos como la creencia de que la forma
car, al error, a asumir riesgos, a perder un puesto en que se realizaron las actividades en el pasado
de influencia, a un cambio de función, etc. garantiza el éxito en el futuro. Adicional a ello,
Autores como Appelbaum, Bregman y Mo- surgen actitudes de resistencia y defensa que en
roz (1998), Jericó (2006), Lowe y McBean (1989) su mayoría son de carácter negativo, al no con-
y Suárez (1997) han considerado que entre los siderar los cambios como procesos de mejora
diferentes tipos o variedades de miedos que (Jericó, 2006; Suárez, 1997).
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