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CONCIENCIA DE PECADO Y DE CULPA Maria Isabel Gil Espinosa Reservas todos los derechos (Cileceién Monografia y Tesis No, 13 (© Pontificia Universidad Javeriana (© Facute de Teologia ‘© Mara Isabel Gi Espinosa Deeano académico Hermann Rodriguez 0, SJ. Primera odin: Bogot, D.C. julio de 2015 Directory editor jefe ISBN: 978.958-716.823-5 Rett Impresoy hecho en Colombia cia ‘Martha Lz Ospina B Facultad de Teologia Diagrenain Oficina de Publicaciones Pam Carera 5 No, 39-00 ‘ate Pedro Amupe 8. Impresion Bogots, DC. Jovegrat (inn Mace Conccis epcfo de cpa / Mri Gsm. ~~ Bop Boral Peta Univer yin, 215 = (Clete Woops Ts No.1, Ince rs bbs (18508, SBN: S7R9SeTI64I5 1, PECADO. 2, CULPA MORAL. 3. GRACIA (TEOLOGIA} 4. CONCEENCIA (HORAL) SOCAN FUNDAMENTAL (TIGA) 1 Pel Unverd evesinn Faca Tele Catlin npc Psi Une vein ‘itis Ale Boer Caa | oe Tat IE 2 concunk g ADO Yow te, En este proceso de renovacién de la teologéa moral antes de Concilio Vaticano I, otros autores que no podemos dejar de men- cionar, son: Ph. Delhaye, J. Fuchs, B. Haring y S. Pinckaers. Sin embargo, su aporte ms importante fue durante el Concilio Vaticano I la etapa postconciiar El movimiento tomista, la escuela de Tubinga, el movimiento biblico y los continuadores de la escuela de Tubinga son aconte- cimientos que impulsaron la renovaciéa de Ia teologia moral en la primera mitad del siglo XX. A partir de ellos se intentaelaborar una ‘moral més fundamentada en el Evangelio, en San Pablo, y se em- pieza a rescatar el sentido nuclear de las’virtudes teologales y el papel central de la gracia. A partir de 1950 se inicia la crisis en cuanto a la estructura de los manuales de teologia moral que venfan desde el Concilio de ‘Trento, y e perciben dos perspectivas: una corresponde a los autores que pretenden centrar la teologia moral en la ley natural, que legan a identificar esta con el Evangeli; la otra es la de los autores que roponen furdamentar la moral en el Evangelio y en las virtudes teologales. Este debate se inicia @ partir de las eriticas que hacen G. Thilsy J. Leclereq” 1Los intentos de renovacién ocurridos hasta ese momento solo intentaron apuntar al debate sobre los elementos constitutvos de una ‘moral auténticamente cristina, pero no plantearon el debate sobre estas dos perspectivas de manera frontal. Asi las cosas, coincidimos con el planteamiento de Vidal Haring presenta a primera ec alemana des obra Das Gesete hist! (Pibu: cex-Brisgau: 1958) "Puede considers como una sins de los priciios que 52 ‘han expresando en numerosas publicaiones:iitacin de Cristo, Reino de Dio, ‘rimado de I cada. La morales ane todo respuesta del hombre a a laada de Dios: (Vereecke, “Hsia de a tologia mor” $41), Hiring tats de presente sequimiento radial de Cristo como e ideal de avid cristina y mostrar que el re yee no debe contetarse con el cumpliiano esta dela mandado por ae, sno ‘que debe tender a pereccin como eg del Dethaye, “Exist une morale spcfquementehrtenne? La réponse du Vatican 11, 405; Idem, “Ltlistion des textes de Vatican IT en théologie morale”, 422-431 En el primer artical, Delhaye ata que ls incs de est comffontacin se dan en los aos 50; sin embergo, en el sudo afima ques dich oposicion ccueen los aos 40 eMUDLLO DB CONCEFTO DE CABO DOF AL SIGIO HI HASTA HOY 28 No todo eran deseos de renovacia en el campo de Ia teologia moral en visperas de Coneilio Vaticano I, Persist la ensetanza de la moral casuistica en la mayor parte de los centros de estudio teoldzicos; se sucedian ls ediciones de los ruauales de moral casuistica; no era di= fic constatar recelos de divesa indole y provenientes de diverss in tancias ante los nuevos intents de renovacién teol6gico-moral. En el balance general de la situcién de la teologia moral antes de Vaticano {Thabia una mareada inclinsién a favor de la moral casuista, si bien el futuro se presentaba favorable par, los aires de renovacién.™ Indiseutiblemente, este periodo aport6 elementos muy valiosos para una nueva comprensién del pecado, como los de recuperar la centralidad de la Sagrada Escriture® y, en consecuencia, la fe, el amor, la graca, el seguimiento de Jesis, etc. Todos estos aspectos estarian presentes en las orientaciones que el Concilio Vaticano It present6 para la renovacién de la teologia moral, como veremos en el siguiente apartado, 2. ORIENTACIONES DEL CONCILIO VATICANO TT PARA UNA MORAL RENOVADA El Coneilio Vaticano Iles un punto de legada del movimiento reno- vador de la teologia moral iniciado en el siglo XIX, y a la vez un ppunto de partida de la puesta al dia de esta teologia. Y si bien todos los autores estin de acuerdo en afirmar que el Concilio Vaticano I (1962-1965) habl6 muy poco sobre teologia moral, también todos * Vidal, Nuova moral fname, 10. Al pensaminto dels padres y al mismo Sano Toms solo s esha dado un valor parcial Uno se pusdeasombvar de qe ls documentns del Coneliohsyan habla tan poco ela teologa mon, al menos de manersexpita. No contianen mis que una breve ‘menciéneneldereto Optatam tus 6... Enreaidad la cuestin moran ccupado ‘un gar imporaaeen Is prepaacin del Conc, Fue ua de las peocupaciones de Suan XXL. Una comisin especial se encarad de redactar un documento sobre la ‘moral. Trabajé Sen las ocentacones del Sarto Ofico,y debla tne as respuests Tas consults hechas a los obispos y alas facultades de Teologia. Estas ensues ‘manifesaban un males eolépio en a moral, yun fut dese de renovaién. El teabajo de a Consign desembocs, después de muchas dscusiones ycomecsiooes, tu aneproyecta denominado Contino de odin moral, fecha en 1961. El padre coinciden en que el Concilio fue, indudablemente, un evento eclesial de primer orden y representé un gran acontecimiento, en cuanto al apoyo y Ta garantia oficial que confirié a lo esfuerzos de renovacién, 4ée la teologia moral realizados durante todo el siglo XX." Es un hecho que el Concilio Vaticano II significé un cambio imreversible” y mareé el inicio de una nueva orientacin enlateologia ‘moral catlica, como sefiala Hiring: [Bl articulo 16 del decreto sobre la formacién sacedotal del Conitio ‘Vaticano 11 esl culmipacion de todos los esfuerzos realizado hast el presente para renovar la teologia moral, y signifies, sin dua de ningin _péneo, el comienzo de una nueva época.® Aveste decreto, ef Optatam tottus, nos referiremos @ conti- ‘muacién, por ser un texto esencial para nuestra reflexién, ya que indica los eriteros y fundamentos para construir una moral auténticamente cristiaa™; intentaremos identificar tales criterios y findamentos, para ver finalmente Jos efectos y consecuencias que estos tienen para «el concepto de pecado. el asunto que nos ocupa en esta investigncién Enel decreto Opratam totius sobre la formacién sacerdotal, en su No. 16,e] Concilio pide: ‘Renuévense igualmente las demas dsepina tel6gicas por un contacto nds vivo con el misterio de Cristy la historia dela salvacion Téngase rt, 8. fue su prnepal reactor” (Pincaers, Para lar la Vrtatis splendor, 4 35) Im, Las fentes de la moral cristina 361; Verwecke, “Historia 8 a tologa mora, #1 "La reovacn de la teolgia moral ha sid conrmads por el Conilo Vatcan I (Que as consagadi un movment que venla estos aca a etirz0 y evicio ‘els de numerosos autores con ensibiidad ald para os signs steps ‘que vives." (Hiring, Renovacn dela teolopia moral. 11) © “Ee es un eambio ireversible; esto no lo digo como prof, sino que fo digo tnsedo en los texios del Concilio. Este a comezado con ana grands inicio, ‘Las primers fincas que el Coneilio ha publica yx nos han mosrodo cull ser fa nscanza dela tolopla moral" (Hiting, Renovacon dela tolgia morc, 2), tdem, La ey de Cristo 76. > Desde marco de estos eters y fntamenos sefalads por el Conc, el on ‘pt de pecado adguire un auevoharizonte de compress como inetartnos de- rmostarlo en el apartado 3, ESMELLO EAL CONCEPT DE EEADO DESDE GLO STA HOY 268 ‘especial cuidado en perieccionar Ia teologia moral, euya exposicién cientifics, utrida con mayor intensidad por la Sagrads Escritura, de- ‘ber mosrar Ia grandeza dela vocacin de los ies en Crist y su obli- ‘gain de produce fos en la arid para a vida dl mundo. En primer lugar, el Concilio exhorta a que, igual que las dems disciplinas teoldgicas, la teologia moral se enueve por un contacto ris vivo con el misterio de Cristo y con Ia historia dela salvacién, Laraz6n es la siguiente: “La fe cristana tiene como centro y vértice precisamente un acontecimiento histrico, el acontecimiento de Cristo.""* El es el presupuesto y el centro del Nuevo Testamento.® El cs la nueva y definitiva alianza que munca pasari.” El es la Palabra tema del Padre encamada en nuestra historia * “La fe cristiana dice yaen el Prologo de Juan que ls Palabra de Dios se ha hecho carne, hombre (Jn 1,14). Esto significa entonces que Dios se expresa él mismo, se co- ‘unica él mismo, se dice él mismo, se pronuncia €l mismo. Asi, el contenido de tal expresién, de tal comunicacién, de tl diccién, de tal ‘pronunciacién, es Dios mismo. Dios-Palabra se hizo uno de nosotros, seencams, Jess es Dios-Palabra encamada, Dios-Palabra hecho hom- bre. Jesis es Dios-Palabra humanado (Fip 2,655). Jesis es la Palabra Jnumana que Dios-padre nos drige. Dios-padre noshebla humanamente en Dios-Palabra, Jess; y Jess es el mismo Dios-Palabra dirigida a nosoizos en términos humans Eles la novedad absoluta, “La verdad profunda de Dios y de lasalvacin del hombre que transmit dicha revelacién, resplandece Beas,“ métdo antopoloyico-tascendental de Kal Rahner como hermenética teolgica del mundo y de a penis" 420. > rng Libertad y fidelidad en Cristo 1,843, Concto Viana MI, *Consinién dogmitica Det Verbum sobre la. diving 1e- vlan 4 Hsing Libertad y fidelidad en Cristo 1,38 » Ratner, Curso fundamen sobre taf. Introduced a concepto de eritianisma, 255.258. “ Mane, “Apuntes de clase. Tema 4: La moral come antoploga teoligica. Dios revel, fndamento de eta antropelogi” 34. 286 comet be rrab0 Yo cn Cristo, mediador y plenitud de toda revelacién.™* El objeto de la revelacion es Ia autocomunicacién de Dios y su plan de salvacién, ¥ en Cristo Jesis Dios se nos revela plenamente; esta autocomuni. cacién de Dios en Jesucrsto es definitiva e insustituible” £1 es el salvador®: “La teologia acentia que la encamacién acontecié por nuestra salvacidn.”™ El es el Salvador y este salvador consituye el Punto cumbre de la autocomunicaciéa de Dios mismo al mundo; él ¢s la promesa y el cumplimiento de la promesa absoluta La comunicacién de Ia gracia como donacién de Dios mismo a nosotros es la promesa definitiva; y la promesa es Dios mismo. Ei] «3 el Hijo de Dios; con esta afirmacién, se sefiala que Jess Dios- padre son una misma realidad. El Hijo es Dios-imagen del Pade, ¢s Dios-manifestado, Dios desbordado, Dios-ransfetido. Jesis es Dios-imagen humanada.** Bes el Sefior (Ef 6,12). La persona de Jess es el centro de convergencia, como afirma Berrios: Bl encuentro pleno, Ia total unidad, ere Io divino y Io humano, etre historia de salvacin e historia del mundo, se da solo en la persona ‘de Cristo eum avonecimiento eseatologco culmen, aunque al mismo tiempo en é “la historia de Ia salvacinaleanza su mas inequivoeae in. Soslayable dstncién de la historia profana, en cuanto que devienereal- ‘mente de una manifestacién (ercheinung) inequivocemente dlimitada al interior de la historia del mundo”. (..]. En l coincide el Dios que “coil We Contin ogi 2 hese indole lao 5 “Duos ese mnie spl pea ie gs pide og Yalta spies ot ensue soar Dens {tn mal pio oes koma ee nae ane eae ‘ws nee [6 en lan” aes Cfo sobre ia fe, 233), ee “20 i, 2352-45 "a pcan hes ent como el dv dn serhanao on detec ea seo an patient, ders seit, sco lon pio es mam sme see nae ofp den sanacn anes “Flag scoala “ Mino prs eco. Tena La mural cone npg tga Doe ‘ado, fundamento de esta antropologia”, 4. toa » ssasctLo oe coNcaO oe exADO BADE HELO SELHASTA HOY 261 se autocomunica gratuitamente, el vehiculo de esta automanifestacién istrica~yla libertad interpelad. “que es la condicign humane Por consiguiente, en su concreta partcularidad y real huma- nidad, sucede que lo creado, lo relativo, lo finito, lo contingente, €s dignificado como lo valido ante Dios, como lo numinoso y reli- iosamente sigificativo ante él, como fo amado y lo asumido por su amorosa autocomunicacién. Solo en esta estructura encarnatoria podré articular el auténtico acto religioso; ella es la causa y el sen- tido diltimo de la historia. Asi pues, el objeto de la revelacién es la utocomuticacién de Dios y de su designio salvifico. Y larevelacién acontece en Cristo mediador y plenitud de toda revelacién.? De acuerdo con este primer eriterio podemos inferir que la ‘moral cristana se fundamenta en la revelaci6n; la moral erstiana se fundamenta ante todo en la realidad inaudlta de la gracia®, de manera {que su principio iltimo no es la razén sino la fe por la cual recibimos Ja revelacién del misterio de Cristo y de nuestra salvacién.** Por consiguiente el misterio de Cristo es el criterio hermenéutico para comprender, explicar e interpretar la accién humana. Porque como seiiala la Gaudum et spes: En realidad, el misterio del hombre solo se escareceen el mister del ‘Verbo encarnado,[..] Cristo, el nuevo Adén, en la misma revelacin el mistero del Padre y de su amor, manifesta plenamente el hombre al propio al hombre y le descubre la sublimidad de su vocacéa,(... TEL que es imagen de Dis invisible (Col 1,15) es también el hombre perfecto [.} En 6), la naturleza humana, asumida, no absorbida, ha sido elevada tambien en nosotros a dignida sin igual. El Hijo de Dios on su encamacion se ha unido, en cierto modo, con todo hombre © Bers, "Tenlogia tasendenal y praxis" 498. id, 499. © Conelo Vaticano I, “Constitusion dogmiica Del Verbun 2. Haring, B. La ey de Crit 1, 36-38 Fuchs, La moral y la teolgia moral posconcilir, 58 ° Concilio Vatican I, Corsitucén pastoral Gudlum et pes sobre Ia Iglesia en et mundo actual” 2 288 concen me eo0 ocum Cristo es Ia norma, el ideal yel ejemplo que cada hombre debe reflejar en su comportamiento; asi, no se trata del deber de realizar determinados valores o de cumplir determinadas normas, leyes 0 Preceptos abstracos o conereios, porque el dinamismo de la gracia és el que en realidad configura nuestro ser En consecuencia, el concepto de pecado debe ser comprendido, explicado einterpretado desde este horizonte de revelacién y salvacién; porque no hay, de hecho, hombre real fuera del horizonte de la gratuita oferta de la autocomunicacién de Dios, esta misma determina el set ms pro- fundo de ese hombre real y concreto.* En segundo lugar, el Concitio pide que se tenga especial cuidado en perfeccionar la teologia moral, cuya exposicién cientifica hha de estar mutrida con mayor intensidad por la Sagrada Escritura, Este segundo eriterio presentado por el Concilio es determinante para la elaboracién de una moral renovada, y en consecuencia, para ‘una nueva comprensién del concepto de pecade. ‘Veamos algunos elementos claves de interpretacin bibl se- fialados por el Consilio, en su constitueién Dei Ferbum sobre la di- vina revelacion: (Quiso Dios con su bondad y stbidura revelarse a si mismo y manifestar { mistero desu voluntad [..] En esta revelacién Dios invisible mo- ‘vido de amor, habia alos hombres como amigos (.,.] tata con ellos (para invitaros reeibitios en su compa.” Por medio de la revelacién Dios quiso manifestarse a s{ mismo y sus planes de salvar al hombre, para que el ome se haga patcipe de los Denes divinos que superan totalmente la inteligencia humana * En consecuencia, el objeto de la revelacién es la autocomu- nicacién de Dios y de su plan de salvacién, y no la manifestacién de verdadestedricas, de tess, de dsposicioneslegales, de lees, de formas especficas de comportamiento. Por tanta, no se puede afirmar que Fuchs, La moral a teologia moral posconcila, 1-138. * Berrios, “Telogia rascendental y pris" 479, * Conciio Vaticano UI, “Coastitucién dogmstiea Dei Verbun” 2. Tid, 6 eSMAOIL© Re CONCEFTO Be FACANO DADE HL GLO XK HAA OY 29 Dios haya revelado directamente na moral, en el sentido de dictado de una ley divina de comportamiento y de obligatorio cumplimiiento para toda la humanided”, como bien sefiala el Coneilo: EL plan de la revelacién se realiza por obras y palabras intrinsecamente Tigadas; a su vez, las palabras proclaman ls obras y expican el misteri, [.. La verdad profunda de Dios y ela salvaci det hombre que trans rite dicha revelaién, resplandece en Cristo, mediadory plenitude toda revelacién:" Dado que el acontecimiento histérico de Cristo es la rmediacién y plenitud de toda revelacién divina, cualquier intento de interpretacién de la revelacion historica necesita referirse primaria y necesariamente a Cristo. Dis hablo a nuestros pares en disintas oasions y de muchas maneras por los profs, Ahora, en eta etapa final nas ha hablado por el Fio (Hb 11-2), (1, La economia eristiana, por ser la alianza nueva y efinitiva, nunca pasar.” Lo que nos revela Dios-padre en Jesis, Dios-hijo, se constituye ‘en alianza nueva y definitiva. La economia cristana resulta ser la normativa para toda la humanidad; la antigua alianza solo es prepa- racién de la plenitud en Cristo. {Lo ue los apéstoles rasmitieroncomprende todo lo nevesario para una Vid santa y pare una fe reciente (..). Esta tadcion apostéica va cre- ciendo en la Iglesia con la ayuda del Espiritu Sato; es decir, rece ls ‘comprensin de las palabras einsttuiones transits [La Iglesia camina através de los silos hacia laplenitd dela verdad, hasta que se ‘cumpla en ella plenamente las palabras de Dis. ‘No hay contradiccién con interpretaciones pasadas en la historia de la tradicién: hay un crecimiento, La plenitud de la verdad no se ha obtenido en definitiva; mis bien se camina histéricamente hacia ella, Minera, Critrasefesils de discernment * Concilio Vaticano I, “Consinién dogmitica Dei Yrbum” 2 hid, 4 Concilio Vaca I, "Constincién dogmitica Dei Yerbun" 8

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