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La energía de un fotógrafo es la inspiración. Si hoy en día seguimos teniendo curiosidad por ver nuestra urbe desde las alturas, imaginad de qué forma sería hace años. Verificando la precisión del int
La energía de un fotógrafo es la inspiración. Si hoy en día seguimos teniendo curiosidad por ver nuestra urbe desde las alturas, imaginad de qué forma sería hace años. Verificando la precisión del int
La energía de un fotógrafo es la inspiración. Si hoy en día seguimos teniendo curiosidad por ver nuestra urbe desde las alturas, imaginad de qué forma sería hace años. Verificando la precisión del int
La energía de un fotógrafo es la inspiración. Si hoy en día seguimos teniendo curiosidad por
ver nuestra urbe desde las alturas, imaginad de qué forma sería hace años. Verificando la precisión del intérprete de las fotos y obteniendo la información necesaria para completar el estudio. La clasificación más conveniente en la silvicultura es la que se basa en las variables que pueden reconocerse y fijarse con precisión en las fotografías aéreas, esto es un sistema en el que las variables se escogen basándose en el tipo, densidad del bosque, altura de los árboles, diámetro de la copa y sitio topográfico. Trabajamos con cámaras profesionales, que permiten conseguir imágenes con una alta resolución, en formatos de entrega RAW jpeg. Primero, puede medirse el desplazamiento de la imagen del árbol en la fotografía y convertirlo en altura. La fotointerpretación implica que un analista vea la imagen y extraiga información, no es una técnica conveniente para reconocer patrones y asociaciones espaciales debido a la intervención de la mente humana. Dicha fotografía es la representación cónica de la realidad y por tanto está perjudicada por las limitaciones debidas a la perspectiva, a las que hay que sumar las deformaciones del relieve del terreno (objetos de exactamente las mismas dimensiones reales al estar más próximos al objetivo aparecerán de mayor tamaño, y a la inversa), la falta de verticalidad de la toma fotográfica (objetos de considerable altura como edificios y árboles aparecerán abatidos) y las distorsiones propias del objetivo de la cámara empleada. Las imágenes, tanto fotografías aéreas como imágenes de satélite, tienen un valor gráfico muy importante debido a la capacidad del intérprete humano para interpolar y encontrar patrones. Las fotografías aéreas, vistas de esta manera, constituyen un dispositivo que estimula la conciencia, de una manera clara y reflexiva, del planeta urbano mexicano transformado en patrimonio cultural. La colección de los fenómenos observados y los elementos de su interpretación se puede hacer en mapas topográficos en mosaicos de las mismas fotografías. La primordial característica de nuestro equipo es que somos apasionados por las alturas, la fotografía, y la libertad en la cinematografía. Del mismo modo, el globo cautivo y la cometa dejan tomar fotos a baja altitud, en ciertos casos con teledirección de la cámara fotográfica y del sistema volador. Por poner un ejemplo, para cubrir una superficie a la escala de 1:5,000 se necesitan dieciséis veces más fotografías que si se emplea la escala 1:20,000. video con drone sólo han permitido que los fotógrafos aéreos se transformen en paisajistas turísticos, culturales y citadinos, también han permitido realizar esta actividad de manera menos arriesgada, con mayor libertad creativa y más asequible. Cuando se promedian las alturas de múltiples árboles, las medidas de paralaje hechas sobre las fotografías aéreas se diferencian con frecuencia en menos de treinta cm. (1 pie) de las medidas hechas sobre el terreno. Resulta obvio que a través de las fotografías aéreas no pueden hacerse clasificaciones como las que se hacen sobre el terreno en función de las plantas que sirven de indicación, la velocidad de desarrollo, la altura que alcanzará, a una edad dada, el promedio de los árboles que predominan No obstante, el intérprete puede valorar en las fotografías la localización topográfica de un área, puede obtener con frecuencia alguna idea del suelo y de las formaciones geológicas latentes, reconocer muchas especies de árboles y estimar la proporción que existe entre la altura de un árbol y el diámetro de su copa. Nuestra propia condición humana nos sitúa y limita a ver desde el nivel de piso, los drones nos permiten un simple acceso a lo que siempre hemos soñado: mirar desde el cielo”, Marco Antonio Pacheco, ganador de la VII Bienal de Fotografía de México y reconocido este año por el Foto Museo Cuatro Caminos como uno de los pioneros en trabajar con drones en México.