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Macroeconomía

Fracking y caída de los precios del


petróleo:

Autor: LUIS ALFREDO NORIEGA ORTIZ


2017224071
SANTA MARTA COLOMBIA
ABRIL 2018

PROFESOR: CARLOS ESLAIT ÁLVAREZ


MAGISTER EN DESARROLLO EMPRESARIAL
INTRODUCCIÓN

El petróleo es una sustancia orgánica compuesta básicamente por hidrocarburos procedentes


del interior de la tierra generados por la fosilización de restos orgánicos. En la actualidad
numerosos productos o elementos están compuestos en mayor o menor medida por esta
materia prima o alguno de sus derivados, de ahí su gran importancia. Esta materia prima no es
solamente utilizada como combustible para todos los tipos de medios de transporte (salvo los
mecánicos o manuales), sino que también es utilizado para la fabricación de otros elementos y
productos de diversos usos: plástico, termopar, polietileno, etc. Todos ellos son derivados de
la sustancia conocida como petróleo. Es por eso que se le considera muchas veces como uno
de los elementos más relevantes y transcendentales de cualquier economía, lo cual también
implica que ante el posible agotamiento de esta sustancia el ser humano debería enfrentar la
búsqueda de otros productos sustitutivos o de fuentes de energía alternativas.

Durante el año 2014 se ha producido un hecho de gran relevancia: el precio del petróleo cayó
desde un precio pico anual de 107.64$ el barril WTI (el veinte de junio) hasta tocar suelo en
53.61$ el barril (veintinueve de diciembre). En términos absolutos, la caída fue de en torno a
54$ por barril, lo que en términos relativos supone una caída de más de un 50%.

Esta caída puede tener una serie de consecuencias sobre todos los agentes económicos
afectados por el precio del petróleo: sobre el ciudadano de a pie, por un menor precio de los
combustibles y del transporte; sobre los países exportadores, por una importante caída de los
ingresos originados por su venta; sobre las empresas productoras, por una gran reducción de
los márgenes de precios a los que operan. Y también puede tener un gran efecto
macroeconómico, que no es otro que una presión deflacionista por los menores costes de
producción que pueden repercutir en mercados competitivos en una caída general de los
precios.

Todas estas repercusiones pueden intensificarse o menguar en función de la evolución del


precio del petróleo, la cual es bastante incierta, por lo que puede ser interesante estudiar
cuáles han sido los factores que han propiciado dicha caída y cómo podrían continuar
influenciando su futura evolución.

OBJETIVO DEL TRABAJO

El Objetivo general en este trabajo se tratará de analizar cuáles han sido los factores
determinantes en la caída del precio del crudo tanto por el daño ambiental causado por el
fracking. Por el lado de la oferta analizaremos los cambios en la producción de barriles diarios
de los tres principales componentes de la oferta encontrados en los últimos años: el fracking,
la OPEP y otros productores de petróleo convencional.

Para ello, se compararán los datos de impacto del fracking, en busca de aumentos que puedan
ser suficientemente significativos para poder explicar los cambios en el precio.

El objetivo de este trabajo lo podemos dividir en dos partes principales y bien diferenciadas:

 El objetivo de la primera parte del trabajo consiste fundamentalmente en estudiar uno


de los cambios más influyentes sobre la coyuntura económica actual y que supone uno
de los principales costes de cualquier unidad económica, la caída del precio del
petróleo. Esta aguda caída de los precios se ha producido principalmente durante el
segundo semestre del año 2014. Al ser otro producto comerciable más, su precio
históricamente ha dependido de numerosos factores, tanto por el lado de la demanda
como por el lado de la oferta. Estos factores influyen constantemente en un precio tan
volátil como es el de esta materia prima. Se quiere estudiar si esta caída se ha debido
simplemente a factores comerciales o si también a otros factores. Por ejemplo, el uso
de este producto energético como activo de inversión financiera ha podido tener algún
efecto sobre la variación del precio acusada durante los últimos meses del año 2014.

 La caída del precio ha traído consigo un numeroso grupo de economías beneficiadas al


poder reducir sus costes energéticos, pero también otro grupo de economías
gravemente perjudicadas por su dependencia de ingresos de la venta del crudo. Una
vez analizados cada uno de los factores que han podido propiciar esta acelerada caída
del precio, se tratará de dirigir el foco a las posibles consecuencias que va a tener en
uno de los países históricamente más dependientes de esta materia prima, Rusia.
Asimismo, se intentará identificar los posibles efectos en dos de los principales
indicadores económicos de una economía nacional, como son el PIB y el déficit
público, con sus posibles implicaciones sobre la deuda pública, dando algunas
posibles salidas para afrontar esta aguda caída de sus ingresos procedentes de la
exportación de petróleo.
El “fracking” y la baja del precio del petróleo

Que el precio del barril de petróleo bajara de los 80 dólares hubiese sido impensado cuando
hace un año los precios del crudo rozaban los 120 dólares y se hablaba de una crisis alcista
que, probablemente, no tendría punto de retorno.

Doce meses después, la situación internacional de precios es radicalmente distinta, y algunos


analistas a plantear incluso que se viene un ciclo de precios bajos de este combustible, debido
a la reducción de la demanda por parte de China y Europa, y del progresivo
autoabastecimiento por parte de Estados Unidos.

¿Pero qué elementos están detrás de esta baja de precios?

En primer lugar, la caída de la demanda de crudo por parte de la Unión Europea, y


especialmente desde China, la segunda economía más importante del mundo, han llevado a
que en el mercado exista una sobreproducción que no encuentra interesados en adquirirla, lo
que empuja los precios a la baja.

Otro motivo que explica el descenso del valor del crudo, tiene que ver con la progresiva
autonomía que Estados Unidos está alcanzando en el abastecimiento de este hidrocarburo, lo
que lleva a algunos analistas a plantear que el país del norte podría alcanzar en el mediano
plazo el autoabastecimiento total de este recurso, prescindiendo del petróleo importado desde
Medio Oriente.

Por contrapartida, el más importante productor de crudo en el mundo, Arabia Saudita, está
llevando una decidida política de rebaja de los precios para contrarrestar el descenso de la
demanda, lo que se traduce en que el valor del petróleo se hunde aún más. Es decir, todos
están poniendo de su parte para que el mercado del “oro negro” siga mostrando índices rojos
para quienes dependen de este producto.

Además, a diferencia de otras ocasiones, muchas de las naciones miembros de la


Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se resisten a recortar su producción
como forma de enfrentar que el precio de su principal commodity siga bajando, tal como es el
caso de Venezuela en nuestra región.

“Muchos de los países miembros de la OPEP no está en condiciones de bajar su producción


porque necesitan el 100% de los ingresos, y más aún si el precio está bajando, por ejemplo, el
caso más importante en nuestra región como es Venezuela que está en una situación
económica muy complicada, por lo que va a estar en contra de cualquier limitación a la
producción de petróleo”, señala el analista internacional Raúl Sohr, quien cree que este ciclo a
la baja no debería ser de larga duración.

Sin embargo, hay un factor que está incidiendo en el comportamiento de los precios del
petróleo que es absolutamente novedoso en la ecuación que hasta hace un tiempo se debía
resolver para establecer los valores del crudo. Es la nueva técnica de extracción de
hidrocarburos no convencionales llamada fracking.

Este sistema consiste en realizar perforaciones de rocas a grandes profundidades, en donde se


inyectan altas presiones de agua y químicos que destruyen estas rocas para liberar el llamado
gas y petróleo de esquisto o shale and oil gas, el cual a diferencia del hidrocarburo que se
extrae de manera regular, no ha migrado aún a las trampas petrolíferas, en donde se acumula a
altas presiones las que se liberan cuando se realiza la perforación.

Estados Unidos es uno de los países que está llevando adelante con más fuerza estas
extracciones del llamado hidrocarburo no convencional, lo que explica la progresiva
autonomía energética que planteábamos antes que estaría alcanzando en la principal potencia.
Y para algunos especialistas, otro de los objetivos que Arabia Saudita busca con la rebaja de
precios, es desincentivar el uso del fracking para obtener combustible.

“Parte de la filosofía de la baja de precios en Arabia Saudita tiene que ver con desincentivar el
uso del fracking en Estados Unidos, que es el país que más explotaciones de este tipo tiene.
No obstante, creo que el resto del mundo seguirá sus pasos, de hecho, Argentina tiene una de
las reservas de shale gas más grandes del mundo sin explotar, pero no tengo dudas que
comenzarán a hacerlo para lograr la autonomía energética, al igual que el resto de los países
que ya tienen considerado utilizar este sistema”, señaló Joseph Ramos, economista de la
Universidad de Chile.

El académico, agrega que de expandirse el uso del fracking al resto del mundo, los precios del
petróleo podrían seguir en picada.
Las 5 causas del desplome del petróleo

1. El fracking implosionó el mercado. La fracturación hidráulica ha sido uno de los factores


más importantes para explicar la actual crisis del petróleo. En un mercado dominado durante
años por los países de la OPEP, la apuesta del gobierno de Obama por esta técnica que tritura
rocas subterráneas para extraer hidrocarburos (el llamado shale oil, o petróleo de esquisto) ha
permitido a Estados Unidos, en apenas cinco años, pasar de ser el mayor importador neto del
mundo... a convertirse en el primer productor mundial de petróleo por delante de Arabia
Saudí.

2. Exceso de oferta de petróleo. Junto a la demanda timorata, es uno de los dos motivos
principales que explican la caída de valor del barril. La OPEP, consciente de la competencia
estadounidense, decidió en 2014 sacrificar el precio del crudo a cambio de mantener su cuota
de mercado. Ese exceso de oferta en el mercado pensaba los países del cártel, liderados por
Arabia Saudí hundiría los precios hasta un nivel insoportable para los productores del
fracking. Pero si bien es cierto que muchas plataformas de fracking han echado el cierre, el
aprendizaje tecnológico ha permitido a otras seguir adelante. Los árabes pensaban que por
debajo de 50 dólares (el precio que los expertos consideran como límite para que la
fracturación hidráulica sea rentable) tendrían la batalla ganada porque a ellos producir un
barril solo les cuesta 10 dólares. Pero de momento, no es así. Según la Asociación
Internacional de la Energía (AIE), la producción de petróleo de los países ajenos a la OPEP
solo cae en 0,6 millones de barriles diarios en 2016. Y el mercado sigue saturado. La oferta
sigue superando en 1,5 millones de barriles a la demanda, según los datos de esta
organización, y eso sigue tirando el barril a la baja hasta precios que, según diversos analistas,
podrían caer incluso hasta los 10 dólares. "Este juego no acabará hasta que Arabia Saudí
recupere la cuota de mercado perdida, en torno al 42% del conjunto de la OPEP en 2012",
vaticina Tomás García-Purriños, analista de MoraBanc AM.

3. Irán: más crudo en circulación. El mercado del petróleo tendrá en breve a un nuevo
jugador fuerte en el mercado. Uno que posee las cuartas mayores reservas de petróleo y las
segundas de gas. "Pondremos medio millón de barriles diarios adicionales en el mercado de
forma inminente", anunció hace unos días el viceministro iraní de petróleo, Amir Hossein
Zamaninia, tras decretarse el fin de las sanciones de Occidente por el cese de sus aspiraciones
nucleares. En 2012, antes de las sanciones, Irán exportaba 2,6 millones barriles diarios. Pero
durante los años de castigo internacional se redujeron a la mitad: 1,3 millones de barriles. Los
países asiáticos y europeos eran antes del bloqueo los principales clientes del crudo iraní.
España, por ejemplo, importaba 4.000 millones de euros anuales en petróleo del régimen de
los ayatolás, que se redujeron a solo 85 millones en 2013.

4. La demanda no se recupera y China se desacelera. Si el exceso de oferta de petróleo ha


sido un lastre para el precio del barril, tampoco la demanda ha funcionado como se esperaba.
La desaceleración de China creció en 2015 al 6,9%, su menor tasa en 25 años y la apocada
recuperación en las economías occidentales, con la Unión Europea a la cabeza de la parálisis,
no empujan a una mayor demanda de crudo. "El repunte del consumo de los importadores de
petróleo ha sido algo menor a lo que habría cabido esperar teniendo en cuenta otros episodios
de caídas de precios en el pasado", aseguraba el FMI en su último informe de perspectivas
económicas.

5. Las temperaturas han sido más altas de lo normal. Que el año pasado fuera el más
cálido en la Tierra desde que se tienen registros, también ha impactado sobre el precio del
petróleo. Y la tendencia se mantendrá en el futuro. "El planeta se sigue calentando y no hay
ningún cambio de rumbo global previsto a largo plazo", explicó la NASA la semana pasada
en su informe sobre el clima del planeta. Un planeta más cálido implica una menor necesidad
de hidrocarburos para calentarlo porque del petróleo se refina el gasoil, la materia más
utilizada para la calefacción. "El año ha sido especialmente cálido en períodos invernales, que
es cuando mayor demanda de gasóleo se produce", explicaba recientemente a este medio la
Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). De ahí, por ejemplo,
que la caída del precio del gasoil sea mayor que el de la gasolina en los mercados de
carburantes.

Ambientalistas rechazan uso de fracking

El uso de esta técnica de extracción de hidrocarburos genera críticas de parte de


organizaciones medioambientales, quienes alertan sobre la gran cantidad de agua que se
necesita para fracturar las rocas, la generación de gases tóxicos en medio de las faenas y que
los químicos utilizados junto con el agua puedan contaminar los acuíferos.

Matías Asún, Director de Greenpeace Chile, plantea que, si bien este gas de esquisto es menos
nocivo que, por ejemplo, el carbón, se estaría optando por el mal menor en materia de
contaminantes, por lo que aboga por un giro decidido hacia energías limpias que realmente
representen un cambio en las matrices energéticas de los países.

Similar opinión tiene el ambientalista Patricio Rodrigo, quien señala que las quemas de estos
combustibles provocan emisiones de carbono que influyen en el cambio climático y además
que el fracking agravaría los fenómenos sísmicos por estar jugando con la geología del
planeta.

No obstante las inquietudes de las organizaciones medioambientales, el uso del fracking ya se


está aplicando en países como Argentina, que tiene una de las mayores reservas mundiales de
estos hidrocarburos no convencionales, y en España se está estudiando la posibilidad de hacer
participar en calidad de accionistas los dueños de los terrenos en que se desplieguen las faenas
para extraer gas y petróleo de esquisto, a pesar que otras naciones europeas como Francia se
han mostrado reacios a la aplicación de esta técnica.

Finalmente, los analistas proyectan que a largo plazo se puede producir el reemplazo del uso
del petróleo como fuente principal de combustible, lo que haría caer aún más los precios,
beneficiando a los países como Chile que debe exportar la mayor parte de sus recursos
energéticos.

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