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PRIMERA PARTE.

Resumen del Artículo “¿Nos conviene una caja de conversión?” de Miguel


Rodríguez.

La caja de conversión es un sistema de cambio por el que se utiliza una moneda


extranjera para respaldar en su totalidad la moneda nacional de un determinado país. Esta surge
como una derivación del patrón oro, donde la cantidad de dinero de un país estaba respaldada a
partir de la cantidad de oro que poseían las autoridades. En el siglo XX fue sustituido el patrón oro
por otros sistemas monetarios, fueron creados los bancos centrales y se utilizaron patrones
cambiarios donde se respaldaba de forma parcial la moneda nacional. Sin embargo, las
consecuencias de la Gran Depresión condujeron al abandono de los esquemas cambiarios.

Con el propósito general de la implementación de un sistema de caja de conversión


concurren una serie de requisitos constituidos por la consecución de un superávit del sector
público, es necesario que la inflación interna se ajuste a la inflación externa, con el fortalecimiento
tanto de las cuentas fiscales como las del sector privado para que el sistema sea viable en el
mediano plazo. Sin embargo, la adopción de un sistema de esta naturaleza en una economía
pequeña o mediana se centra en la inconveniencia de mantener una tasa de cambio fija como
herramienta en contra de la inflación. No obstante, La adopción de una tasa de cambio fija
produce en el mediano plazo una tendencia a la sobrevaluación del tipo de cambio que se opone
al desarrollo del sector exportador.

Si buscara la implementación del sistema de caja de conversión en Venezuela, entonces


se haría necesaria una reforma estructural del sector público para lograr la implementación de la
caja de conversión. Del lado fiscal debería ser establecida una base de ingresos estable cuya
proveniencia fuera diferente de la renta petrolera, recalcando la importancia de la recaudación de
ingresos no petroleros, al igual que el emprendimiento de un programa de privatizaciones junto a
una utilización apropiada de los recursos originarios de dicha fuente, que radicaría en el pago de la
deuda tanto interna como externa. Por otro lado, concerniente al ahorro privado, sería
imprescindible liberar las tasas de interés para alcanzar niveles reales positivos, además de
establecer un sistema de fondos de pensiones que ayudara a impulsar el ahorro privado.

Conforme a esto es posible fijar las siguientes ideas principales:

1. La caja de conversión es una derivación del sistema conocido como Patrón Oro y en
un país donde esta existiera, la masa monetaria estaba respaldada por un acervo de
moneda dura, o de reserva, de otro país.
2. Los requisitos para la implementación de la Caja de Conversión son la consecución
de un superávit del sector público y el ajuste de la inflación interna a la inflación
externa.
3. La adopción de una tasa de cambio fija produce en el mediano plazo una tendencia
a la sobrevaluación del tipo de cambio que se opone al desarrollo del sector
exportador.
4. Venezuela necesitaría una reforma estructural del sector público, una base de
ingresos estable cuya proveniencia fuera diferente de la renta petrolera y el
emprendimiento de un programa de privatizaciones junto a una utilización
apropiada de los recursos originarios de dicha fuente.
5. Venezuela, concerniente al ahorro privado, necesitaría liberar las tasas de interés
para alcanzar niveles reales positivos, además de establecer un sistema de fondos
de pensiones para ayudar a impulsar el ahorro privado.

En definitiva, todo esto nos deja como conclusiones:

1. Las cuentas tanto fiscales como las del sector privado constituyen los requisitos
más importantes para una caja de conversión y sin la fortaleza de estos se hace
imposible su implementación.
2. Venezuela míseramente incumple los requisitos para una caja de conversión, y
por ello, necesita una gran reforma económica en todos sus aspectos que dicta
un camino extenso y dificultoso para lograr aplicarla.

SEGUNDA PARTE.

1er Artículo:

 Ficha Técnica:

Título del Artículo: “Dolarización o caja de conversión: únicas soluciones para la


inflación en Venezuela”.

Autor: Steven Hanke.

Donde fue publicado: Venezuela.

Año: 13 de Diciembre de 2016.

 Semejanza: La semejanza que existe entre ´´ La caja de conversión´´ de


Miguel Rodriguez y este Artículo es que, en los dos Artículos se habla que a
Venezuela le favorece una Caja de Conversión para solventarla crisis
monetaria.

Diferencia: La diferencia que existe entre ambos es que, este artículo habla de la
conversión pero se basa en un libro, sin embargo el Artículo de Miguel Rodríguez
habla a favor de la caja de conversión debido a un caso Argentino.

2º Artículo:

 Ficha Técnica:

Título del Artículo: La propuesta de Dolarización en Venezuela: ¿éxito o fracaso?

Autor: Rosana Sosa García.

Donde fue publicado en: Opinión.

Año: Marzo 8 del 2018.

 Semejanza: El artículo de Miguel Rodríguez y este artículo tienen como


semejanza que ambos aplican medidas para la mejoría de la Economía
Venezolana, una aplica la Caja de conversión y la otra la Dolarización.

 Diferencia: La diferencia que existe entre ambos Artículos es que uno


habla de la Caja de Conversión y el otro Artículo sobre la Dolarización en
Venezuela.

TERCERA PARTE.
Análisis de la Posibilidad de Dolarizar la Economía Venezolana.

Un viejo refrán dice que “tiempos desesperados traen medidas


desesperadas” y, en efecto, una crisis económica tan profunda y prolongada, con
daños acumulados tan inmensos como los sufridos por la población venezolana en
los últimos años.

Todos se preguntan ¿Es la dolarización la solución a la inestabilidad en los


precios y los enormes desequilibrios que nos trajeron a la hiperinflación? A
diferencia de ciertas soluciones desplegadas por el gobierno de Maduro, como los
controles de precios, los controles de márgenes y todas esas especies, ésta, no
cabe duda, tiene más respeto intelectual y salida real. Bien vale recordar que, a
finales de los años 90, varios respetados economistas arbitraban en Washington
por los beneficios de su implementación. Hoy, tres países de la región usan el
dólar norteamericano como moneda oficial y uno de ellos, Ecuador, llegó a esta
solución en medio de una compleja crisis económica que llevó al país casi al borde
de la hiperinflación hacia finales de los años 90. Sin embargo, también hace falta
recordar que en ninguno de los casos latinoamericanos donde la hiperinflación se
hizo presente, y donde la moneda quedó fatalmente pulverizada, se optó por la
dolarización para conjurar la crisis inflacionaria. Fueron más bien un conjunto de
políticas macroeconómicas de estabilización, acompañadas de reformas
monetarias e institucionales, las que lograron desinflar los precios y sentar las
bases de la recuperación. Ningún caso fue del todo igual, lo que en esencia valida
la idea de que para estabilizar hay varios caminos.

Las circunstancias económicas actuales de Venezuela, viene consigo la


enorme herencia de una economía estructurada alrededor del modelo capitalista
rentista petrolero, un factor modulador de fondo de todos los sistemas y
subsistemas económicos. Intentando relacionar estos elementos y tratando de ser
lo más didácticos posibles, expondremos algunas cuestiones sobre la tan
mencionada "solución" de dolarizar.

El principal argumento es que la dolarización “no garantiza crecimiento


económico y el Estado pierde armas muy importantes: la política monetaria y la
utilización de la tasa de cambio para contrarrestar shocks externos”. Este
escenario estimula la inversión y porque en definitiva se acaba con el problema del
llamado “pecado original”, que ocurre cuando un país está incapacitado para pedir
prestado en su moneda local, debido a las dificultades para pagar, causadas a su
vez por la depreciación de la moneda.

Este debate aparentemente inconcluso para algunos, se torna aún más


complejo cuando se consideran las precondiciones que se requieren para asumir
la dolarización como régimen monetario y cambiario.

Son tres los principales tipos de arreglos institucionales a considerar en


esta discusión: primero, es necesario contar con un sistema financiero robusto y
de fuertes normas; con instituciones micro y macro prudenciales que permitan
minimizar la probabilidad de una crisis bancaria y conjurar sus eventuales efectos
sobre la economía real, en caso de que se produzca. Esto es esencial porque en
un régimen dolarizado no hay un prestamista de última instancia.

En segundo lugar es fundamental contar desde el inicio con unas finanzas


públicas lo suficientemente robustas, capaces de asegurar su sostenibilidad en el
tiempo y de transmitir de esta manera las señales correctas a los agentes
económicos. Y en tercer término es necesario contar con un mercado de trabajo lo
suficientemente flexible, para facilitar los ajustes macroeconómicos frente a
eventuales choques externos.

Las reformas institucionales necesarias para asegurar cada uno de estos


aspectos requieren de un fuerte respaldo político. Se necesita apoyo legislativo
para modificar la ley del Banco Central, del conjunto del sistema financiero y en
general del sistema de pagos del país. También es vital ese respaldo para una
eventual reforma constitucional, lo que torna aún más complicado el asunto.

Si bien es cierto que el mantenimiento de un banco central no es esencial


en una economía dolarizada, en algunos casos esta institución pasa a
desempeñar el rol principal de ente supervisor y regulador del sistema financiero,
ocupándose de la materia prudencial, además de manejar las reservas
internacionales del país, la provisión y centralización de los sistemas de pago,
compensación y liquidación, entre otras materias.

En conclusión, si el problema esencial es institucional, y si en definitiva


ninguna política económica opera en un vacío institucional, es necesario comenzar
por valorizar el rol de las instituciones, como elemento clave para la selección de
la política monetaria y el régimen cambiario que resulte más favorable a los
intereses de la inmensa mayoría de los venezolanos en las actuales
circunstancias.

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