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Pedro C. Cerrillo Angel Luis Lujan POES{A Y EDUCACION POETICA @ Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha Cuenca, 2010 CAPITULO 4 EL LENGUAJE POETICO Y LA ESTRUCTURA DEL POEMA Ya hemos comentado que en et lenguaje literario hay una funcidn propia y exclusiva de este (ipo especial de lenguaje, la que Ramamos funcidn poética, que ¢s la que separa y diferencia el lenguaje literario del lenguaje no literario. Pero la funcién poética no es exclusiva de la poesfa; puede darse en cualquier ifesiacién literaria, sea en prosa o sea en verso: se trata de una fancién estructuradora, ya que el emisor (¢s decir, cl autor) cmplea el cédigo para atracr la atencién del receptor (el lector) sobre la forma del mensaje. Para captar esa atencién del lector, el autor utilizaré el cddigo lingifstico de modo «extrafio» (es decir, de manera distinta a la usual en el habla coloquial), llegando en ciertos casos « lo inimteligible (caso de la poesfa culterana o de la escritura surrealista). ‘Veamos un ejemplo: Prisién del nécar era articulado de mi firmeza un émulo Inciente, un diamante, ingeniosamente en oro también él aprisionado (...) (Géngora). Lo que Géngora nos esté diciendy en este complejo cuarteto es que un dedo de una dama esté prisionero en un anillo de oro que, a su vez, aprisiona a un 75 diamante en é1 incrustado; la dificultad expresiva de una idea, en principio, tan sencilla, viene dada por cl abuso de un hipérbaton violentfsimo, por la perifrasis y por las multiples metéforas. Los autores emplean, pues, artificios extraiadores que, en el caso de la poesia, empiezan en e! propio verso, que impone al lenguaje violencias como Ja isometria, la sima, ia acentuacién en lugares fijos, las pausas versales o estr6- ficas, etcétera. Sin embargo, ello no presupone, necesariamente, una dificultad comprensiva de los contenidos de que cs portador cada poema. Veamos otro ejemplo: Este nifio tiene suefio, pronto se va a dormir, un ojo tienc cerrado, otro ojo a medio abrir, (Popular) En este caso, el andnimo autor de esta nana viene a decir, coloquialmente, mientras se supone que acuna a un nifio: «Venga, vamos, duérmete, si se te cie- rran los ojos del suefio que tienes». Esa expresiOn coloquial se ha convertido en poesfa gracias a la isometria de sus versos octosflabos, a ia rima consonante de los pares y al paralelismo estructural de los dos Gltimos versos. Los poetas, para claborar sus composiciones, moldean el lenguaje apartin- dose de la lengua estandar, en busca de las formas expresivas con las que poder interpretar los sentimientos, las realidades, las sensaciones 0 las vivencias que van a dar cuerpo a sus creaciones. LAS FIGURAS ESTILISTICAS Son los mecanismos con los que acta el escritor sobre la lengua estindar transforméndola en lenguaje literario 0 artistico. En esa transformacién artis- tica de la lengua el escritor actéia sobre los diferentes niveles de la misma; las alteraciones de la norma no responden a una arbitrariedad del autor, sino a una consciente labor de transformacién y recreacién del lenguaje, que el escritor suele hacer en funeién del tema que trata, de las caracteristicas de la voz 0 voces que hablan en el poema o de los elementos que conforman ese mundo, de ficcién o no, que estd expresando. Pese a ello, cl «nivel semédntico» de la lengua es el que concentra las mayores diferencias entre cl Jenguaje literario o figurado (efigurasm) y el estéindar. Los instrumentos de que dispone el pocta son inherentes a la propia lengua Las figuras literarias no son algo inventado por los escritores, sino que son meca- nismos expresivos con los que ellos trabajan, pero que también puede usarlos cualquier hablante en cualquier momento: la comunicaci6n esténdar nos ofroce 76 eee. Nine: Sh RERNN BRNO LRA em continuos ejemplos de ese uso, sobre todo en el amplio abanico de metéforas lexicalizadas con las que clogiamos determinadas cualidades de las personas («es una hormiguita», «es un cielo»); 0 con las que criticamos negativamente deter- minadas costumbres 0 actitudes («cs un burro», «es un loro»); del mismo modo- usamos metonimias, sinécdoques, hipérboles, paradojas o jueges de palabras. En Teoria de la Literatura, ya desde Aristételes, existe un inventario de estas figuras que constituyen el procedimiento més id6neo para la articulacisn artis tica de la lengua literaria. Fueron los tratadistas grecolatinos quienes analizaron y organizaron ese repertorio de figuras, que con el Renacimiento y el Barroco adquirié nueva vida; en cl siglo XIX, los roménticos lo despreciaron, sin duda porque se querfan enfrentar radicalmente con la esiética anterior, la neoclasica. La critica literaria contemporanea, tanto la Estilistica (Bally, Amado Alonso), como el formalismo (Jacobson, Todorov) o la Nouvelle Critique francesa (Bar- thcs), han vuelto a valorar esas figuras, tanto en el plano de la comanicacién lingUfstica como en el plano de la creacién artistica; sin duda, porque pensaron que, aunque los mismos mecanismos aparezcan en La lengua esténdar, los escri- tores Jos usan con voluntad de estilo. El conocimiento de la Estilfstica, con su amplio repertorio de figuras literarias, debe aplicarse a Ia interpretacién global del texto poético: sin ese conocimiento, la comprensién del pocma siempre seré parcial e incompleta. La onscfianza de la Literatura debe incluir la ensefianza del funcionamiento de los textos literarios, también los poéticos, teniendo en cuenta que ningtin contenido que desee comu- nicar el autor es, en si mismo, literario; lo que fo hace literario es el lenguaje, la forma. Los materiales de la Literatura varian a lo largo del tiempo, pero hay una scric de artificios constantes que dcben ser tenidos en cuenta a la hora de analizar textos literarios. Clasifieacion y descripcién de las figuras estilisticas' A) Las que afectan al nivel fonico y/o morfolégico ALITERACION: ¢s la repeticién de uno 0 varios fonemas (vocélicos o consondnticos) con una frecuencia perceptible; esta frecuencia es mds facil de captar, ademas de que aporta un efecto ritmico més acusado, con Ja repeticién de fonemas consondnticos que voeslicos: ..con el ala leve del leve abanico. (Rubén Dario). 1 El repertorio aqui incluido recoge solo las figuras que son de uso mAs frecuente en la Historia de la poesia espatiola 7 JUEGOS DE PALABRAS: los principales juegos de palabras son estos: ‘Antanaclasis: es la repeticién de una misma palabra con dos sentidos o sig- nificados distintos: Con los tragos de! que suelo lamar yo néctar divino, y a quien otros Haman vino porque nos vino del cielo, (Baltasar del Alcazar) Retruécano: es la reordenacién diferente de los clementos de una frase, pro- vocando con ello un cambio de sentido: {Siempre se ha de sentir lo que se dice? {Nunca se ha de decir lo que se siente? (Quevedo). Culambur: se produce cuando dos palabras que van seguidas, 0 las sflabas finales ¢ iniciales de ambas, provocan la lectura de una palabra nueva, de signi- ficado distinto: Oro parece, plata no es, el que no lo adivine bien bobo es. (Adivinanza popular) ONOMATOPEYA: es la imitacién 0 reproduccién de sonidos reales por medio de la repeticién de determinados sonidos o palabras. En la lengua estin- dar hay palabras onomatopéyicas, como «bgrbotdn>, «siseo»,

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