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Este pueblo kichwa de Pastaza, luego de una larga lucha, consigue del gobierno de Rodrigo Borja el título propiedad de más
de un millón de hectáreas, en 1992. Sin embargo, cuatro años más tarde, el Estado concesionó a favor de la Compañía
General de Combustibles (CGC) el bloque petrolero 23, que comprendía 200 000 hectáreas. El 65% de esa concesión afectó al
territorio de Sarayaku, sin haberlo consultado y menos aún pedir consentimiento al pueblo. En el 2002, Sarayaku se declara en
emergencia durante siete meses para detener la campaña sísmica. Hombres, mujeres, jóvenes y niños se movilizaron y
establecieron los denominados “campos de vida” en medio de la selva. Las cosas se complicaron el 25 de enero del 2003:
efectivos del Ejército y trabajadores de la CGC secuestraron a cuatro jóvenes de la comunidad. Ese mismo año, los dirigentes
de la población acudieron ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y solicitan su intervención para
salvaguardar sus derechos. La Comisión acogió su pedido en mayo de ese mismo año y dictó medidas cautelares, pero el
Estado ecuatoriano las desoyó. En julio del 2004, la Corte Interamericana de Derechos humanos dictó medidas provisionales
favor de los sarayakus. Estas medidas buscan proteger la vida e integridad de los miembros de Sarayaku. La investigación de
los hechos de violencia cometidos en su contra y la garantía efectiva del derecho al libre tránsito violentado por el arbitrario
bloqueo del Río Bobonaza efectuado por aliados de la petrolera, sirvió como medida de presión para que Sarayaku desista de
las acciones legales emprendidas. El Estado ecuatoriano no cumplió ninguna disposición de la Corte que no solamente ratificó
las medidas sino que dispuso que, además, se retirasen, de manera urgente, los explosivos dejador por la CGC. El Estado
tomó su propia iniciativa en el 2006 y presentó, en una nueva audiencia, a kichwas de Pastaza para que declarasen en su
contra. Con ello, la Procuraduría General del Estado propuso una solución: retiro voluntario de la empresa CGC del bloque 23 y
reconocimiento y disculpas públicas por violaciones de Derechos Humanos cometidas en contra de Sarayaku.
El 6 de julio del 2011 se realizó una audiencia entre el Estado y el pueblo indígena Sarayaku, en la Corte Interamericana de
Derechos Humanos con el fin de juzgar al Estado Ecuatoriano por el otorgamiento de una concesión petrolera en tierras
ancestrales del pueblo Sarayaku, sin contar con el consentimiento previo de las comunidades y la violación de los derechos
humanos de los indígenas. La audiencia duró dos días y se desarrolló en la ciudad de San José en Costa Rica. El 26 de julio
de 2012, la comunidad indígena sarayaku, asentada en el centro de la Amazonía, expresó su satisfacción por la condena
emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el Estado, por la vulneración de sus derechos. Ese
tribunal condenó a Ecuador por otorgar a inicios de los años 90 una concesión petrolera en territorios de los sarayaku sin
consultar con las comunidades nativas, opuestas al proyecto. La sentencia obliga al Estado a organizar un acto público de
reconocimiento de su responsabilidad en este caso, el pago de una indemnización y el retiro de todos los explosivos
“sembrados” por la petrolera en la selva.
“El gobierno también tiene que acelerar la eliminación segura de 1.4 toneladas de explosivos
de alta potencia que la compañía petrolera dejó en su territorio, conforme a los deseos de la
comunidad”.
La sentencia de la Corte IDH en julio de 2012 fue aclamada como un gran paso adelante en la
protección de los derechos humanos de los pueblos indígenas en el país y en la región.
“El fallo dio a Ecuador la oportunidad de dar ejemplo a toda la región sobre cómo evitar nuevas
violaciones de derechos humanos como las sufridas por el pueblo Sarayaku”, ha dicho
Guadalupe Marengo.
“Ecuador debe cumplir plenamente e introducir una legislación avanzada, conforme a los
estándares internacionales sobre el derecho a un consentimiento libre, previo e informado”.
La Corte IDH dictaminó que el pueblo de Sarayaku no fue debidamente consultado sobre el
proyecto petrolero realizado por la empresa argentina Compañía General de Combustibles en
su territorio, en la región amazónica del Ecuador. Dijo que el Estado había violado el derecho
de propiedad de la comunidad, su identidad cultural y había puesto en riesgo la supervivencia
de la misma.
En el año 2012 el Gobierno aprobó un decreto ejecutivo que proporciona un marco legislativo
para la consulta en las zonas afectadas por los proyectos de petróleo y gas. Sin embargo,
Amnistía Internacional no cree que sea conforme a las normas internacionales.
“Este decreto no fue consultado y acordado con los pueblos indígenas conforme con los
estándares internacionales y muchos de ellos han expresado serias dudas sobre el proceso de
consulta que tuvo lugar hasta ahora bajo este decreto”, ha dicho Marengo.
A finales de noviembre de 2012, Ecuador inició un proceso de licitación pública para la apertura
de grandes áreas de la región amazónica del sureste de Ecuador para proyectos petrolero.
Compañías petroleras alrededor del mundo fueron invitadas para presentar ofertas con el fin de
llevar a cabo la exploración y explotación del petróleo. El proceso de licitación pública sigue
abierto.
El caso Sarayaku
Los Sarayaku son un Pueblo Indígena Kichwa de unos 1.200 miembros cuyos territorios
ancestrales están situados en un área remota de la región amazónica al este de Ecuador.
En el 2002 una compañía petrolera ocupó parte del territorio ancestral de la comunidad
indígena Sarayaku. El Estado ecuatoriano había dado a la compañía el permiso para buscar
petróleo sin consultar previamente con el pueblo Sarayaku.
Después de agotar todas las vías internas legales de reparación y garantías para la no
repetición, el Pueblo Sarayaku decidió llevar su caso a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos. En julio de 2012 los jueces fallaron a favor de los Sarayaku.
HISTORIA
La Empresa Estatal de Petróleos del Ecuador y el consorcio CompañÃa General de
Combustibles S.A. y Petrolera Argentina San Jorge S.A. suscribieron un contrato de
participación para la exploración y explotación de petróleo crudo en el bloque 23 de la
Región Amazónica en 1996. El espacio territorial otorgado para ese efecto comprendÃa
una superficie de 200.000 Hectáreas, en las que habitan varias asociaciones,
comunidades y pueblos indÃgenas, como el pueblo Kichwa de Sarayaku.
En noviembre de 2002, ante el ingreso CGC (CompañÃa General del Combustibles) al
territorio de Sarayaku, la comunidad paralizó todas sus actividades económicas,
administrativas y escolares con el propósito de resguardar los lÃmites de su territorio.
La empresa abrió trochas sÃsmicas, habilitó siete helipuertos, destruyó cuevas, fuentes de
agua, y rÃos subterráneos, necesarios para consumo de agua de la comunidad; taló
árboles y plantas de gran valor medioambiental, cultural y de subsistencia alimentaria de
Sarayaku.
La Asociación de Sarayaku envió una comunicación al Ministerio de EnergÃa y Minas
manifestando su oposición a la entrada de compañÃas petroleras en su territorio ancestral.
Entre febrero de 2003 y diciembre de 2004 fueron denunciadas presuntas amenazas y
hostigamientos realizados en perjuicio de miembros de Sarayaku.
8 años más tarde, el 19 de noviembre de 2010, PETROECUADOR firmó con la empresa
CGC un Acta de Terminación por mutuo acuerdo del contrato.
PGE.
El Caso del Pueblo IndÃgena Kichwa de Sarayaku llega a la Corte Interamericana de
Derechos Humanos el 26 de abril del 2010 por efecto de una demanda interpuesta por la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en base a una demanda recibida del
pueblo Sarayacu en diciembre de 2003.
Las pretensiones se relacionaban con una supuesta violación del derecho a la consulta
previa, libre e informada de la comunidad, previo a la suscripción del contrato de concesión
con la CGC en 1996, en conexión con su derecho de propiedad sobre las tierras
ancestrales, y la reanudación de las prospecciones sÃsmicas en 2002.
En torno a esta posición jurÃdica el Estado señaló que, si bien la consulta previa fue
consagrada posteriormente en la Constitución de 1998 y ratificada en la de 2008 (artÃculo
57, numeral 7), ante la ausencia de norma infraconstitucional en la materia, en marzo de
2010 la Corte Constitucional estableció que el resultado de una consulta previa no es
vinculante para el Estado y sus instituciones, y que la opinión de los pueblos consultados
no implica la imposición de su voluntad sobre el Estado.
La defensa del Ecuador sostuvo que debe observarse el principio de equilibrio entre el
interés general y el interés particular reconocido por la CIDH, pues una comunidad indÃ-
gena aunque debe ser respetada y protegida, no puede imponer su voluntad sobre toda la
sociedad.
La PGE destacó que a partir de 2007, el Estado ha destinado importantes recursos para el
desarrollo de la comunidad Sarayaku a través de instituciones como el Instituto para el
Ecodesarrollo Regional Amazónico (ECORAE), el Ministerio de Inclusión Económica y
Social (MIES) y el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI), que han hecho
también inversión social sostenida en la zona. Con el apoyo del Gobierno nacional y de la
cooperación internacional, los habitantes de Sarayacu han podido construir obras de
infraestructura, emprendimientos y servicios, como pistas de aterrizaje aéreo y paneles de
energÃa solar, que redundan en beneficio de su comunidad.
En la audiencia del 6 y 7 de julio de 2011, el Estado ecuatoriano solicitó a la Corte que
modifique el alcance de las medidas provisionales vigentes, de tal suerte que el Estado
ecuatoriano pueda brindar una efectiva protección a las comunidades del rÃo Bobonaza
–igualmente titulares del territorio en donde se ubica el Bloque 23- como Cutucachi,
Jatún Molino y Canelos, que han sido vÃctimas de actos de violencia y agresión por parte
de algunos pobladores de Sarayaku y que, por ello se han visto obligados a desplazarse a
otras zonas.
Por invitación del Estado ecuatoriano, los miembros de la Corte IDH realizaron una visita in
situ el 21 de abril de 2012, al territorio del pueblo Sarakayu, donde acudieron, por parte de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, su Presidente doctor Diego GarcÃa-
Sayán, la magistrada Rhadys Abreu Blondet y el secretario Pablo Saavedra Alessandri.
Durante esta diligencia, el Secretario JurÃdico de la Presidencia de la República, doctor
Alexis Mera dijo que el Estado ecuatoriano condena los actos invasivos ocurridos en años
anteriores y considera que la comunidad tiene derecho a una reparación.
Dentro de la Diligencia In Situ en territorio del Pueblo IndÃgena de Sarayaku, el Secretario
Nacional JurÃdico a nombre del Estado, reconoció la responsabilidad del Estado
ecuatoriano. Por parte de la PGE fueron en delegación el Sub-Director de la Dirección
Nacional de Derechos Humanos, Master Cristian Espinosa y el Abogado, Daniel Noroña,
Asistente JurÃdico. Este asunto fue valorado por la Corte en la sentencia, aunque no fue
un procedimiento formal de allanamiento, sino un reconocimiento unilateral que permitió
que la ciudadanÃa y el propio pueblo de Sarayaku conozcan la voluntad de respeto de
derechos humanos frente a gobiernos anteriores que actuaron con otras polÃticas.
Esta gestión jurÃdica esencial para comprender las complejidades del caso dentro del
territorio, se constituyó en la primera vez en la historia que los jueces de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, que se desplazaron a un Estado para resolver un
caso.
La presentación de evidencia probatoria del Estado ecuatoriano permitió que la Corte
Interamericana de Derechos Humanos señale una reparación proporcional a toda la
comunidad, de 1.404.344, 62 dólares americanos, y no se acepte la propuesta de la
Comunidad de Sarayaku que rebasa ampliamente los estándares de reparación material e
inmaterial por cuanto su pretensión bordeaba la suma de 10 millones de dólares
americanos.
El 27 de junio de 2012, la Corte dictó sentencia de fondo y reparaciones dentro del caso.
La resolución dictaminó pagar indemnizaciones como parte de la remediación por daños
causados en 2002 y 2003. Por ello, el 26 de julio de 2013 el Gobierno Nacional realizó la
transferencia de $ 1,3 millones a las cuentas de la comunidad. Además de disculpas
públicas fueron presentadas el 30 de septiembre de 2014.
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La sentencia pronunciada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos
el 25 de junio de 2012 en el caso Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku v.
Ecuador[2], hizo algunos aportes trascendentes para los pueblos indígenas en
el ámbito del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que es
importante analizar:
Para empezar, fue en esta sentencia cuando, por primera vez dentro de la ya
amplia jurisprudencia interamericana sobre la materia, la Corte reconoció que
los pueblos indígenas, como colectivos, son titulares de derechos humanos y
que esa titularidad y esos derechos son distintos a los de los individuos que
los componen.
Sin lugar a dudas, el aspecto en el que la sentencia del Caso Sarayaku hace
mayores aportes es la consulta previa a los pueblos indígenas.
2.1 La obligación de consultar es un principio general de Derecho
Internacional
Este señalamiento zanja la discusión respecto a que si los estados que no son
parte del Convenio 169 de la OIT, de la Convención Americana de Derechos
Humanos, o que no contemplan dicha obligación en su legislación interna,
están jurídicamente obligados a realizar consultas previas a los pueblos
indígenas antes de tomar decisiones que les afecten. También la discusión
planteada por el Estado ecuatoriano en el litigio del Caso Sarayaku, respecto a
que si los estados estaban obligados a realizar consultas previas antes de que
el Convenio 169 entrara en vigor para ellos o se haya incorporado ese deber
en su legislación nacional.
Los hechos probados durante el litigio del caso, como la destrucción del árbol
sagrado “Lispungo” por parte de trabajadores de la empresa petrolera que
ingresaron al territorio de Sarayaku, la colocación y estallido de explosivos
para realizar la exploración sísmica dentro del territorio ancestral del pueblo,
la imposibilidad de realizar la fiesta tradicional de Sarayaku por varios años
debido a los acontecimientos materia del caso, produjeron profundas
afectaciones a las relaciones sociales y espirituales que los integrantes de la
comunidad pueden tener con los diferentes elementos de la naturaleza que los
rodea cuando son destruidos o menoscabados. (Párrafo 219, Sentencia Caso
Sarayaku). Por tanto la Corte consideró que la falta de consulta afectó la
identidad cultural del Pueblo de Sarayaku, por cuanto no cabe duda que la
intervención y destrucción de su patrimonio cultural implica una falta grave al
respeto debido a su identidad social y cultural, a sus costumbres, tradiciones,
cosmovisión y a su modo de vivir. (Párrafo 220, Sentencia Caso Sarayaku)
2.3 Los Estándares para la realización de las consultas a los pueblos
indígenas
Por otro lado, la Corte resalta que la modalidad que se vaya a adoptar para
realizar las consultas, debe responder a los patrones tradicionales de cada
pueblo para la toma de decisiones importantes. La reglamentación de los
procesos de consulta a los pueblos indígenas debe ser flexible para incorporar
las particularidades de cada pueblo. El formato de la consulta tiene que ser
previamente acordado entre el Estado consultante y los sujetos consultados.
La imposición de modalidades distintas a las propias de los pueblos da paso a
que la voluntad del consultado pueda resulta viciada por intimidación o
manipulación. (Ibis, 2013)
En ese sentido la Corte dijo: El Tribunal recuerda en este sentido que los
procesos de participación y consulta previa deben llevarse a cabo de buena fe
en todas las etapas preparatorias y de planificación de cualquier proyecto de
esa naturaleza. Además, conforme a los estándares internacionales
aplicables, en tales supuestos el Estado debe garantizar efectivamente que el
plan o proyecto que involucre o pueda potencialmente afectar el territorio
ancestral, implique la realización previa de estudios integrales de impacto
ambiental y social, por parte de entidades técnicamente capacitadas e
independientes, y con la participación activa de las comunidades indígenas
involucradas. (Párrafo 300, Sentencia Caso Sarayaku)
Más aún cuando en los últimos años han surgido dos constituciones en la
región americana, la ecuatoriana y la boliviana, que proclaman sus estados
como plurinacionales, el foco de la discusión debería ir más allá, hacia la
dicotomía colonialismo vs. libre determinación de los pueblos.
Ese es un enfoque todavía limitado. Supone que con realizar un buen proceso
de consulta para, eventualmente, obtener el consentimiento, lo que por cierto
sigue sin suceder en la generalidad de los países de la región, el derecho a la
propiedad queda tutelado y el estado puede proceder con políticas y proyectos
de impactos catastróficos en los territorios indígenas.
Bajo la misma perspectiva y solo para señalar dos de los caso más
emblemáticos de la región, ni la problemática de los pueblos indígenas
afectados por la carretera que atravesará el TIPNIS en Bolivia ni la de los
pueblos cuyos territorios serán inundados por la represa Belo Monte en Brasil
se reduce a la consulta. Va más allá y toca su derecho a ser y vivir como
pueblos diversos, con sus propias culturas, en sus territorios.
[3] Caso Awas Tigni v. Nicaragua, Caso Moiwana v. Surinam, Caso Yakye
Axa v. Paraguay, Caso Sawhoyamaxa v. Paraguay; Caso Saramaka v.
Surinam; Caso Xkamok Kasek v. Paraguay
[4] Artículo 63
1. Cuando decida que hubo violación de un derecho o libertad protegidos en
esta Convención, la Corte dispondrá que se garantice al lesionado en el goce
de su derecho o libertad conculcados. Dispondrá asimismo, si ello fuera
procedente, que se reparen las consecuencias de la medida o situación que ha
configurado la vulneración de esos derechos y el pago de una justa
indemnización a la parte lesionada.
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Imagen: Cultopias
Por Mario Melo (1)
La sentencia pronunciada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos el 25 de
junio de 2012 en el caso Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku v. Ecuador (2), hizo
algunos aportes trascendentes para los pueblos indígenas en el ámbito del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, que es importante analizar:
https://es.slideshare.net/PresidenciaEc/2-sarayaku-y-visita-cidh-final-36082433
Resumen:
El Pueblo Kichwa de Sarayaku es uno de los asentamientos más antiguos del Pueblo
indígena Kichwa en la provincia de Pastaza de la Amazonia ecuatoriana y cuenta con
aproximadamente 1,300 personas. En el año 1996, Ecuador hizo un contrato de
participación para la exploración de hidrocarburos y explotación de petróleo crudo entre
la Empresa Estatal de Petróleos del Ecuador (PETROECUADOR) y el consorcio
conformado por la CGC (Compañía General deCombustibles, una subsidiaria de
Chevron, en Argentina) y la Petrolera Ecuador San Jorge S.A. Entre el 2002 y 2003, la
empresa CGC, con la ayuda de la Fuerza Pública del Estado, ingresó sin el permiso y
contra la voluntad del pueblo Sarayaku en el territorio de los Sarayaku para realizar
exploración sísmica, sembrando casi una tonelada y media de explosivos dentro del
bosque. Este ingreso inconsulto también causó la destrucción de sitios sagrados y llevó
a enfrentamientos entre los Sarayaku y los agentes de la empresa, y la Fuerza Pública.
La Comisión Interamericana ordenó medidas cautelares a favor del pueblo en el 2003,
pero la Corte no emitió su fallo en el caso hasta el 2012, después de una visita histórica
al pueblo en abril del mismo año. La Corte determinó que Ecuador violó los derechos a
la consulta previa e informada, a la propiedad comunal indígena y a la identidad
cultural. El Estado también fue declarado responsable por poner en grave riesgo los
derechos a la vida e integridad personal y por la violación de los derechos a las garantías
judiciales y a la protección judicial en perjuicio del Pueblo Sarayaku.
La Corte ordenó que Ecuador debe “retirar la pentolita del territorio del Pueblo
Sarayaku”. Ademas, el Estado debe conducir una consulta adecuada, efectiva e plena
antes de empezar proyectos de de extracción de recursos naturales. Debe todavía
realizar “cursos obligatorios” acerca de los derechos de los pueblos indígenas, dirigidos
a funcionarios involucrados con pueblos indígenas, y organizar “un acto público de
reconocimiento de responsabilidad” por las violaciones. Por fin, la Corte estableció que
el Estado debe pagar 90.000 dólares en daños materiales y 1.250.000 de dólares en
daños no materiales al pueblo de Sarayaku.
Ejecución de la decisión y los resultados:
Aunque es muy temprano para evaluar la ejecución, el gobierno ecuatoriano ha
reconocido públicamente su responsabilidad por las violaciones. El Secretario Jurídico
de la Presidencia, Alexis Mero, ha afirmado la intención de Ecuador de cumplir con la
sentencia de la Corte, aunque no ha precisado cuando. Sin embargo, queda por ver si
Ecuador retire los explosivos del territorio de los Sarayaku. Además, mientras Ecuador
afirma que se incluirá la consulta previa en la próxima ronda XI de licitación petrolera,
planeada para 2012, el gobierno ha promulgado el Decreto Ejecutivo No. 1247 del 19 de
julio del 2012, que regula la consulta previa y que, en las palabras del pueblo Sarayaku
y de varias organizaciones indígenas de Ecuador, “pretende suprimir la consulta con un
simple trámite de socialización o información, desconociendo así la sentencia de la
Corte IDH en el Caso Sarayaku”.
Grupos relacionados en el caso:
Fundación Pachamama
CEJIL
Significado del caso:
Según el abogado de los Sarayaku, Mario Melo, la sentencia favorable y la intensa
atención internacional que recibió es el resultado de una estrategia de los Sarayaku que
podría ser utilizado con el mismo éxito por otros pueblos indígenas que enfrentan la
imposición de proyectos de “desarrollo” en sus territorios. Los Sarayaku fueron
ejemplos de unidad, organización, cohesión social y determinación. Además, desde una
perspectiva normativa, la sentencia desarrolla los criterios en cuanto al derecho a la
consulta previa e informada que pueden ser usados en otros casos de violaciones a
derechos indígenas en Latinoamérica (Entrevista de Dejusticia con Mario Melo,
documentos de CEJIL, Amazon Watch, y The Economist).
Enfoque temático de jurisprudencia:
Derechos a la propiedad
Derecho a consulta previa
País:
Ecuador
Decisión:
Sentencia (ESP).pdf
Medidas provisionales de la Corte (2005).pdf
Medidas provisionales de la Corte (2009).pdf
Pronunciamiento-Anti-Ronda-Petrolera-12-de-agosto-pdf.pdf
Pronunc. Sarayaku acerca sentencia 2012.pdf
Recursos relacionados:
Mario Melo. El Caso Sarayaku Pone a Prueba la Democracia y el Estado de Derechos en
el Ecuador. 28 de mayo de 2012. Disponible en:
Andres Reliche. El Gobierno pagará reparación económica al pueblo Sarayaku por los
daños causados en la administración de Lucio Gutiérrez. Andes, 26 de Julio de 2012.
Disponible en:
El Pais. Pueblo Sarayaku celebra victoria en Corte Interamericana. 26 de julio de 2012.
Disponible en:
Sitio oficial del pueblo Sarayaku. Tiene información sobre el caso y la reacción del pueblo
a la sentencia de la Corte: http://sarayaku.org/
El Caso Sarayaku. Documentario realizado con el apoyo de Gobierno de Aragón y EJOLT
(Environmental Justice Organisations Liabilities and Trade). 2012. Disponible en:
Sumak Kawsay: El caso Sarayaku (documentario). Canal Justicia, 2012
César Rodríguez Garavito, Los hijos del jaguar y la locomotora ecuatoriana. El Espectador,
1 Dic 2012