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ESTRUCTURAS GEOLÓGICAS

La geología estructural es la rama de la geología que estudia las estructuras geológicas presentes en la
corteza terrestre, ya sea de todo el planeta o de una determinada región.

En los estudios geológicos de esta naturaleza se realiza la identificación y análisis de las principales
estructuras geológicas, y su reconocimiento, para luego realizar el mapeo de las estructuras tectónicas de
un determinado sector.

PRINCIPALES ESTRUCTURAS GEOLÓGICAS: Como parte fundamental de cualquier estudio de


estructuras geológicas presentes en un yacimiento, se deben distinguir los tipos de estructuras que están
presentes en la roca. Su objetivo es identificar sus características e influencia en aspectos de seguridad
tales como:

 La inestabilidad de un talud o galería por presencia de una falla (en este caso se debería contemplar la
posibilidad de fortificar)
 La tendencia estructural definida con un plegamiento.
 La secuencia de encendido para que las operaciones de tronadura sean más eficientes, al existir planos
de discontinuidad ya formados.

PLANOS GEOLÓGICOS: La mayoría las rocas de la corteza terrestre muestran varios tipos de planos
geológicos, los que se puede agrupar en dos grandes categorías:

Foliaciones primarias: Son las estructuras que se originan antes de la litificación o formación de
rocas. Por ejemplo: estratos, flujo magmático.

Foliaciones secundarias: Son aquellas que se originan después de la litificación, ya sea debido a
fuerzas tectónicas presentes en la corteza terrestre (por ejemplo, diaclasas, fallas, esquistosidades) u otras
causas, como por ejemplo, grietas de enfriamiento y estructuras sedimentarias (grietas de resecación). En
varias regiones del mundo se encuentra más de una fase tectónica, lo que revela la formación de las rocas
en diferentes momentos.

ORIENTACIÓN DE UN PLANO: Para definir matemáticamente la orientación de un plano (medido en


grados) en la naturaleza se recurre a las propiedades de:

Dirección de inclinación: Marca hacia dónde se inclina el plano, o la proyección horizontal de la


línea del máximo pendiente.

Rumbo: Es la línea horizontal de un plano y se puede definir como la línea que resulta de la
intersección del plano geológico por un plano horizontal. Es posible imaginar este concepto a partir de una
superficie de agua (que es siempre horizontal), en la cual se hunde el plano hasta la mitad. La línea hasta
donde se moja el plano es el rumbo.

Manteo o buzamiento: Mide el ángulo que existe entre el plano y el plano horizontal.

TIPOS DE ESTRUCTURAS GEOLÓGICAS:


Diaclasas: Las diaclasas, que quiere decir juntas, son fracturas en las rocas que no presentan
desplazamiento transversal que sea detectable, sólo manifiestan un poco de movimiento extensional.

Tipos de diaclasas: Las diaclasas corresponden a foliaciones secundarias, tanto de origen


tectónico como no-tectónico, pero que no tienen desplazamientos. Entre ellas se distinguen:

1. Fisuras de enfriamiento: Se originan durante el enfriamiento de una roca magmática. Como el


material caliente ocupa más espacio que la misma cantidad de materia fría, al enfriarse el magma,
se producen fracturas por la diferencia de volumen que se produce.

2. Grietas de desecación: Durante la desecación de un barro o lodo bajo condiciones atmosféricas


determinadas (sequedad, alta temperatura, radiación solar), al evaporarse el agua o la humedad
contenida en él, disminuye el espacio ocupado por el material húmedo y la superficie se rompe en
polígonos.

3. Fisuras de tensión gravitacional (origen tectónico): Sobre estratos inclinados se puede observar bajo
algunas condiciones, un deslizamiento de las masas rocosas hacia abajo. Al comienzo de este
fenómeno se abren grietas paralelas al talud.

Las diaclasas son las fracturas más frecuentes y se presentan en todos los tipos de rocas,
especialmente, al nivel de la superficie y también a grandes profundidades. Estas fracturas pueden tener
dimensiones que se extienden desde algunos milímetros hasta unos pocos metros.

Normalmente se presentan en una masa rocosa, en la que se pueden observar grupos de diaclasas
-estructuras paralelas o subparalelas- y/o sistemas de diaclasas que corresponden a aquellas que se
cortan entre sí en ángulos definidos, y tienen una cierta simetría.

Algunas diaclasas están rellenas con calcita u otros minerales.

Fallas: La falla corresponde a la fractura que se presenta en las rocas a lo largo de las cuales ha
tenido lugar un movimiento o desplazamiento. Este movimiento produce un plano o zona de falla, que
pueden alcanzar un ancho que va desde milímetros hasta los cientos de metros.

Los movimientos o desplazamientos (salto total) pueden ser pequeños (milímetros) o muy grandes
llegando a alcanzar los cientos de kilómetros.

Tipos de fallas: El movimiento en las fallas produce algunas estructuras o rocas especiales
llamadas estrías, arrastres, brecha de falla, milonitas y diaclasas plumosas. Estas estructuras se pueden
usar como indicadores directos de fallas. Según la dirección del desplazamiento se pueden distinguir dos
grandes grupos de fallas:

Fallas con desplazamiento vertical (que se desplazan en la dirección del buzamiento): Son aquellas
donde el movimiento es fundamentalmente paralelo al buzamiento o manteo de la superficie de falla. Este
tipo de movimiento puede producir pequeños resaltes denominados escarpes de falla, producidos por
desplazamientos generados por terremotos. Los movimientos verticales son fallas de ángulo, ya que el
movimiento es a lo largo del manteo, hacia arriba o hacia abajo.

Por el movimiento descendente del techo, las fallas con desplazamiento vertical acomodan el
alargamiento o la extensión de la corteza.

Las fallas con desplazamiento vertical a gran escala se asocian con estructuras denominadas
montañas limitadas por fallas.

Las pendientes de las fallas con desplazamiento vertical disminuyen con la profundidad y se reúnen
para formar una falla casi horizontal denominada falla de despegue (a Estas se extienden varios kilómetros
por debajo de la superficie y constituyen un límite importante entre las rocas situadas debajo (que exhiben
deformación dúctil), y las situadas encima, las que demuestran deformación frágil a través de la formación
de fallas.
1. Fallas normales o gravitacionales: Son aquellas fallas en las que el bloque de techo se desplaza
hacia abajo en relación con el bloque de piso.

Cuando la roca sobre el plano de falla -que es el plano formado por el movimiento relativo de
bloques- se mueve hacia abajo en relación con las rocas del pie, se producen esfuerzos tensionales que
separan la corteza y provocan un levantamiento, el cual induce a que la superficie se estire y quiebre.

Este fenómeno produce estructuras tales como:

 Graben, fosa tectónica o rift: Es un bloque central limitado por fallas normales, que se hunde a medida
que las placas se separan.
 Horsts o macizo tectónico: Corresponden a estructuras levantadas, que limitan los valles elongados
producidos por los graben.

La mayoría de las fallas normales o gravitacionales tienen buzamientos de unos 60º, los que tienden
a disminuir con la profundidad, aunque algunas tienen buzamientos mucho menores, incluso algunos
cercanos a la horizontal.

2. Falla recta o de dirección: Son las también


llamadas fallas de desgarre o cizalle, que tienen
lugar por efecto adicional de un desplazamiento
horizontal. Un ejemplo especial de este tipo de
fallas son aquellas que desplazan a las dorsales
oceánicas.

3. Fallas inversas y cabalgamiento (o


subescurrimiento): Son las fallas con
desplazamiento vertical en las que el bloque de
techo se mueve hacia arriba con respecto al
bloque del muro, por lo que reflejan un
acortamiento de la corteza.

Se denominan fallas inversas a las que tienen


buzamientos superiores a 10º y cabalgamientos a
aquellas cuyo buzamiento es menor a 10º.

Las fallas inversas de alto ángulo (casi 90º) suelen ser pequeñas en cuanto al desplazamiento
(centímetros) y acomodan desplazamientos locales en regiones dominadas por otros tipos de fallas.
Aparecen en entornos torsionales.

Los cabalgamientos existen en todas las escalas, con desplazamientos de milímetros, de unos
pocos metros, hasta desplazamientos de decenas de kilómetros.

Los cabalgamientos son resultado de fuertes esfuerzos compresivos. En esos ambientes, los
bloques de corteza se desplazan uno hacia el otro, haciendo que el techo se mueva hacia arriba con
respecto al muro.

La formación de cabalgamientos es más pronunciada en zonas de subducción y otros bordes


convergentes, donde las placas están colisionando. Las fuerzas compresivas producen pliegues y fallas y
provocan un engrosamiento y acortamiento del material implicado.

En regiones montañosas, los cabalgamientos han desplazado los estratos hasta 50 km sobre las
unidades de roca adyacentes, por lo que los estratos más antiguos se superponen sobre las rocas más
jóvenes. La línea irregular entre las rocas marca el trazado de la falla.

A veces queda un resto aislado de una lámina de cabalgamiento que fue dividido por las fuerzas
erosivas del hielo y las aguas corrientes. A este bloque aislado se denomina klippe.
 Mantos de corrimiento: Son pliegues-falla (pliegues tumbados) donde se producen cabalgamientos
cuyo desplazamiento alcanza varios kilómetros de longitud.

En este tipo de pliegues, los materiales que se desplazan (los superiores) se alejan de su origen,
por eso se le llaman alóctonos, a diferencia de aquellos que permanecen en su posición original (los
inferiores) que se denominan autóctonos.

Cuando los materiales alóctonos (superiores) son erosionados, su ruptura puede provocar que
afloren los autóctonos. Esta manifestación recibe el nombre de ventana tectónica. Asimismo, los materiales
alóctonos podrían quedar aislados sobre los autóctonos por efecto de la erosión del manto de corrimiento.
A este bloque aislado también se le denomina klippe.

Fallas con desplazamiento horizontal (que se desplazan en la dirección del rumbo): También
denominadas desgarres, son las fallas en las que el desplazamiento dominante es horizontal y paralelo a la
dirección de la superficie de la falla.

Por su gran tamaño y naturaleza lineal, muchas de ellas tienen una traza visible a lo largo de una
gran distancia. Consisten en una zona de fracturas aproximadamente paralelas, cuyo ancho puede ser
superior a varios kilómetros.

El movimiento más reciente suele producirse a lo largo de una banda de pocos metros de ancho
que puede cortar estructuras como los cauces de los ríos. Además, las rocas trituradas producidas durante
la formación de la falla, son erosionadas con mayor facilidad, produciendo valles lineales o depresiones que
marcan la ubicación de las fallas de deslizamiento horizontal.

Según el movimiento horizontal a lo largo del rumbo de la falla, se distinguen:

1. Falla dextral: Cuando el bloque de corteza del lado opuesto de la falla se mueve a la derecha,
mirando hacia la falla.

2. Falla sinestral: Tiene sentido de desplazamiento opuesto al dextral dependiendo del movimiento
relativo. Muchas grandes fallas transcurrentes o de rumbo ocurren asociadas a los límites de placa.

3. Falla transformante: Corresponde a una falla con desplazamiento horizontal que atraviesa la
litosfera y acomoda el movimiento entre dos grandes placas de corteza. Si cortan la litosfera
oceánica, conectan las dorsales oceánicas, y pueden acomodar el desplazamiento entre placas
continentales que se mueven en sentido horizontal una con respecto a la otra.

Otras clases de fallas (que se desplazan alrededor de ejes-oblicuas):

1. Fallas con desplazamiento oblicuo (cilíndrico): Corresponden a fallas con dirección de


movimiento intermedia entre las fallas con desplazamiento vertical y horizontal.

2. De rotación o tijera: Se forman por efecto del basculado de los bloques sobre el plano de falla (un
bloque presenta movimiento de rotación con respecto al otro). Mientras que una parte del plano de
falla aparenta una falla normal, en la otra parece una falla inversa.
3. Deformaciones mixtas: Las deformaciones mixtas se dan cuando se combinan pliegues y fallas.

4. Sistemas de fallas subparalelas: Mezcla de fallas horizontales y verticales.

5. Escamas tectónicas: Pliegues en los cuales predominan las fracturas. Se denominan así por su
semejanza con la disposición de las escamas de los peces.

Reconocimiento de fallas en terreno: Para reconocer fallas en terreno es necesario identificar una
serie de características del terreno mismo, como las siguientes:

1. Desplazamiento: El desplazamiento de una unidad o estructura geológica indica que existe actividad
tectónica, y los desplazamientos tectónicos en el terreno marcan siempre una falla.

A veces, se suele confundir un desplazamiento con la estratificación normal del terreno, sobre todo
si las capas tienen una inclinación o se confunden con accidentes morfológicos.

2. Estrías: Son las líneas finas que se distinguen sobre un plano de falla. Estas líneas indican además
la orientación del desplazamiento y muchas veces el sentido. Se encuentran en casi todos los
lugares y su reconocimiento es fácil.

3. Diaclasas plumosas de cizalle: Durante un movimiento tectónico se pueden abrir pequeñas


fracturas, que se rellenan con calcita, yeso o cuarzo. Estas diaclasas tienen siempre una forma de
"S" y pueden alcanzar dimensiones que van desde milímetros hasta metros.

4. Arrastres: Cerca de una falla las rocas pueden deformarse plásticamente, y es posible observar un
leve monoclinal hacia el plano de la falla. Las dimensiones de un arrastre pueden variar desde
centímetros a metros. Normalmente las fallas grandes muestran este fenómeno.

5. Brechas de falla (kataclasita): La energía del movimiento hace que algunas veces las rocas en la
zona de falla se rompan y se quiebren, formando una brecha tectónica o brecha de falla. Las
brechas de fallas normalmente muestran una dureza menor que las rocas no afectadas. Por eso,
morfológicamente, una brecha de falla se ve como depresión.

6. Milonita: La milonita es una roca metamórfica que se formó por las fuerzas tectónicas. Los
minerales (cuarzo) se ven elongados hacia la dirección principal del movimiento. Las milonitas son
generalmente duras y bien resistentes a la meteorización.

Pliegues: Los pliegues son inflexiones o dislocaciones u ondulaciones, más o menos bruscas, que
presentan las capas sedimentarias cuando son modificadas de su posición natural (la horizontal) por los
agentes orogénicos. Estos agentes o fuerzas generan deformaciones plásticas y continuas
tridimensionales, por lo que también se les llaman cuerpos geológicos.

Los pliegues suelen ser más habituales en rocas sedimentarias plásticas, como las volcánicas,
aunque también se presentan en rocas metamórficas.

Elementos de un pliegue: Los pliegues están formados por un conjunto de elementos que
permiten describirlos:

1. Charnela: Es la línea que representa la máxima curvatura del


pliegue, donde los estratos cambian el buzamiento. Un
pliegue puede tener más de una charnela o ninguna, que se
da cuando el pliegue es un semicírculo.
2. Plano axial: Es aquel que une las charnelas de todas las
capas de un pliegue, es decir, el que divide al pliegue tan
simétricamente como sea posible.
3. Eje axial: Es la línea que forma la intersección del plano axial con la charnela.
4. Flanco: Corresponden a los planos inclinados que forman las capas, o sea, los laterales del pliegue,
situados a uno y otro lado de la charnela. Un pliegue es simétrico cuando posee los flancos iguales e
igualmente inclinados y será asimétrico si tiene sus planos desiguales.
5. Cresta: Es la línea que une los puntos más altos de un pliegue.
6. Valle: Es la línea que une los puntos más bajos de un pliegue.
7. Núcleo: Es la parte más interna de un pliegue.
8. Dirección (rumbo): Es el ángulo que forma la línea de intersección del estrato con el plano horizontal
(eje axial) tomado con respecto del polo norte magnético.
9. Buzamiento o inclinación: Es el ángulo que forma el plano del estrato con la horizontal.
10. Ángulo de vergencia o inmersión: Es aquel que forma el plano axial con la horizontal. Indica el sentido
en que se inclina el plano axial.

Tipos de pliegues: Existen diferentes tipos de pliegues los que se clasifican de acuerdo con la
edad de los estratos y de acuerdo con la orientación que presente.

Según la edad de los estratos envolventes

Pliegues anticlinales: Se forman cuando los estratos más nuevos envuelven a los más antiguos.
Estos pliegues presentan la parte convexa hacia arriba, presentando un aspecto de bóveda. Los flancos se
inclinan en sentido divergente y los estratos más antiguos se sitúan en el núcleo.

Las principales características de los pliegues anticlinales son:

 El centro es un eje de simetría.


 Los dos lados del anticlinal muestran direcciones de inclinación diferentes.
 Los estratos se inclinan siempre hacia los flancos.
 En el centro el manteo es pequeño o cero (estratos horizontales)
 Del centro hacia los flancos el manteo se aumenta.
 En el centro (núcleo) afloran los estratos más antiguos y en los flancos los más jóvenes.

Pliegues sinclinales: Se forman cuando los estratos más antiguos envuelven a los más jóvenes. Sus
flancos forman una U característica. Tienen la convexidad hacia el interior de la Tierra, adquiriendo una
forma de cuenca o cubeta. Los flancos se inclinan en sentido convergente y los extractos más jóvenes se
sitúan en el núcleo.

Las principales características de los pliegues sinclinales son:

 El centro es un eje de simetría.


 Los dos lados del sinclinal muestran direcciones (de inclinación) diferentes y opuestas en 180º.
 Los estratos se inclinan siempre hacia el núcleo.
 En el centro, el manteo es pequeño o cero (estratos horizontales)
 Del centro hacia los flancos el manteo se aumenta.
 En el centro (núcleo) afloran los estratos más jóvenes y en los flancos los más antiguos.

Cuando se desconoce la edad de los estratos que forman los pliegues, se denomina antiforma al
pliegue convexo hacia arriba, y sinforma al pliegue convexo hacia abajo.

Según la orientación

Pliegues simétricos: Se distinguen cuando los flancos a ambos lados del plano axial divergen según
un mismo ángulo. Por efecto de dos fuerzas iguales y opuestas, se forman pliegues rectos y simétricos, dos
de ellos anticlinales (los de las crestas) y el otro sinclinal (el del valle).

Pliegues asimétricos: Se observan cuando los flancos a ambos lados del plano axial no divergen
según un mismo ángulo. Por efecto de las fuerzas iguales y opuestas, se forman pliegues asimétricos, los
que pueden ser inclinados, volcados, acostados o tumbados.
 Pliegues asimétricos inclinados: Un pliegue asimétrico está inclinado cuando el ángulo formado por
el plano axial con la horizontal es mayor de 45º.
 Pliegues asimétricos volcados: Se distinguen cuando uno de los flancos se apoya sobre la parte
superior del siguiente pliegue. El ángulo formado por el plano axial con la horizontal es menor de
45º.
 Pliegues asimétricos acostados o recumbentes: se forman cuando el plano axial y los flancos son
horizontales.

TIPOS DE ESFUERZOS. Cuando se habla de esfuerzos se hace referencia a la fuerza aplicada a un área
determinada de roca. La unidad de medida más habitual es el kilogramo por centímetro cuadrado (kg/cm2).
En la naturaleza, según la dirección de las fuerzas aplicadas, el esfuerzo puede reconocerse en tres
variedades; la compresión, la tensión y la cizalla.

Compresión. Esfuerzo al que son sometidas las


rocas cuando se comprimen por fuerzas dirigidas unas
contra otras a lo largo de una misma línea. Cuando los
materiales se someten a este tipo de esfuerzos, tienden a
acortarse en la dirección del esfuerzo mediante la formación
de pliegues o fallas según que su comportamiento sea dúctil
o frágil.

Tensión. Resultado de las fuerzas que actúan a lo


largo de la misma línea pero en dirección opuesta. Este tipo
de esfuerzo actúa alargando o separando las rocas.

Cizalla. Esfuerzo en el cual las fuerzas actúan en paralelo pero en direcciones opuestas, lo que da
como resultado una deformación por desplazamiento a lo largo de planos poco espaciados.

NIVELES ESTRUCTURALES: Se entiende por nivel estructural cada uno de los dominios de la corteza en
que los mecanismos dominantes de la deformación permanecen iguales. El término «nivel» hace referencia
a los diferentes dominios, que generalmente están superpuestos entre sí.

Si consideramos la superficie de la Tierra, hacia zonas más profundas, han sido definidos tres
niveles estructurales en los que las rocas tienen diferente comportamiento. Como es lógico, a medida que
nos encontramos en niveles más profundos, las condiciones de presión y temperatura se incrementan, por
lo que las rocas adquieren un comportamiento más dúctil.

1. Nivel estructural superior. Se localiza desde la superficie del terreno (según la altitud en cada lugar)
hasta la cota 0 m, que sirve como referencia, aunque puede llegar a más profundidad. La presión y
temperatura no son muy elevadas y las rocas tienen un comportamiento frágil; es el dominio de las
fallas.
2. Nivel estructural medio. Se sitúa entre la cota 0m y unos 4.000m de profundidad. El mecanismo
predominante es la flexión debido al comportamiento dúctil de las rocas; los pliegues son
característicos de este nivel.
3. Nivel estructural inferior. Es el nivel del metamorfismo, y como media se localiza entre los
4.000m y los 8.000 o 10.000m de profundidad. En los niveles más superficiales domina el
aplanamiento, con el frente superior de esquistosidad. A mayor profundidad predominan estructuras
de flujo, con pliegues acompañados siempre de esquistosidad y foliación. Su límite inferior viene
marcado por el inicio de la fusión y la presencia del granito de anatexia.

FACTORES DE LA DEFORMACIÓN: Los factores que controlan el tipo de deformación son: la naturaleza
de la roca, presión y temperatura, tipo de esfuerzo aplicado y tiempo de aplicación del esfuerzo. Para
comprender el proceso de fracturación es necesario evaluar todos ellos conjuntamente.

1. Naturaleza de la roca. No todas las rocas tienen la misma resistencia interna, por lo que su
respuesta al esfuerzo es también diferente. En superficie y condiciones ambientales, algunas rocas
tienen un comportamiento dúctil (por ejemplo, las arcillas), y otras un comportamiento frágil (por
ejemplo, la caliza).

2. Presión y temperatura. Son los factores determinantes de la deformación. Como regla general, a
mayor presión y temperatura, la roca tiene un comportamiento más dúctil y, por tanto, la de-
formación es mayor (ver niveles estructurales).

3. Tipo de esfuerzo aplicado. La compresión provoca acortamiento en los estratos, bien por pliegues
o por fallas. Esfuerzos distensivos por tensión estiran y adelgazan los estratos, creando fallas a
partir de un límite. Cuando el esfuerzo aplicado es la cizalla, se produce la deformación por
desplazamiento a lo largo de planos poco espaciados.

4. Tiempo de aplicación del esfuerzo. Influye el tiempo de aplicación y la intensidad. Un esfuerzo


pequeño aplicado durante un largo periodo de tiempo favorece la deformación plástica. Si el
esfuerzo es muy grande pero aplicado puntualmente, se favorece el comportamiento frágil y, por
tanto, la fracturación de la roca.

DEFORMACIÓN DE LAS ROCAS: Deformación es un término general que se emplea para referirse a
cambios en la forma y/o volumen que pueden experimentar las rocas. Como resultado del esfuerzo
aplicado, una roca puede fracturarse o deformarse formando un plegamiento. La deformación se produce
cuando la intensidad del esfuerzo es mayor que la resistencia interna de la roca.
Las condiciones y ambientes de deformación de las rocas son muy variados, ya que pueden
encontrarse desde niveles muy superficiales hasta los 40 kilómetros de profundidad. Generalmente, las
condiciones de presión y de temperatura bajo las que se desarrollan son de hasta más de 10 kilobares y
más de 1.000 ºC. Para poder interpretar las condiciones de formación de cada estructura, es imprescindible
asociarla a un nivel estructural.

Tipos de deformación: Cuando los materiales se deforman plegándose se habla de deformación


dúctil y cuando se fracturan se habla de deformación frágil. Según el comportamiento de la roca, puede
hablarse de deformación elástica, deformación plástica y deformación frágil.

Deformación elástica. Una roca tiene comportamiento cuando, tras cesar el esfuerzo, la roca
deformada recupera su forma original. En general, las rocas son poco elásticas en niveles muy
superficiales de la corteza terrestre, pero sí pueden serlo cuando se encuentran sometidas a una gran
presión litostática y niveles más profundos.

Definición general: La capacidad de ciertos materiales de deformarse ante la aplicación de un


esfuerzo exterior y volver a sus dimensiones originales pasado dicho esfuerzo.

Deformación plástica. Cuando la roca sometida a una deformación elástica supera su límite
elástico, sufre una deformación plástica, tras la que ya no puede recuperar su forma original. “No hay
separación de puntos contiguos del material, como ejemplo -los pliegues-“. Si se supera el límite de
plasticidad, las rocas se fracturan y pasan a comportarse como cuerpos frágiles.

Definición General: Cuando se somete un material a esfuerzos que los llevan a sobrepasar su límite
elástico, ocurre que sus deformaciones se vuelven irreversibles o permanentes.

Deformación frágil. Existe deformación permanente y también interrupción entre puntos contiguos
del material (fallas, diaclasas, cabalgamientos y mantos de corrimiento).

Deformación dúctil: Los pliegues: Una roca se pliega cuando una superficie de referencia definida antes
del plegamiento como plana se transforma en una superficie curva. El plegamiento es tanto mayor cuanto
más numerosas y fuertes son las variaciones de buzamiento. Las rocas en las que se aprecia el
plegamiento con mayor facilidad son las sedimentarias, cuyos planos de estratificación se muestran como
buenos planos de referencia. En las rocas ígneas, cristalinas y de aspecto masivo, resulta más compleja la
identificación de pliegues por la escasez de estructuras planares de referencia.

Clasificación y tipos de pliegues.

Anticlinal y sinclinal: Cada uno de los tramos de un estrato o conjunto de capas comprendidos entre
los puntos de inflexión es un pliegue, por el que se da una sucesión de formas cóncavas seguidas de otras
convexas y a la inversa. Si consideramos un tren de pliegues, periódicamente se repiten y alternan formas
convexas o antiformes, y formas cóncavas o sinformes. Los conceptos de anticlinal y sinclinal informan,
además, de la convexidad o concavidad de la edad de los materiales en el pliegue.

 Anticlinal: pliegue arqueado o con la convexidad ascendente en el que los materiales más antiguos
se localizan en el núcleo.
 Sinclinal: pliegue arqueado o con la convexidad descendente en el que los materiales más
modernos se localizan en el núcleo.

Anticlinales y sinclinales suelen sucederse en el espacio, y tienen planos axiales que dividen los
pliegues en dos mitades, cada una de las cuales es un flanco. Estas estructuras son ondulaciones de los
estratos que no tienen por qué visualizarse como ondulaciones del terreno.

Mecanismos de plegamiento: Para entender los mecanismos del plegamiento debe recurrirse a la
tectónica de placas. Los movimientos de las placas litosféricas, en sus bordes constructivos y destructivos,
son los responsables de la mayor parte de los procesos de plegamiento y fracturación que actúan sobre la
corteza terrestre.
Estos conceptos están relacionados a la tectónica de placas, a continuación se repasan los tipos de
borde, con indicación del mecanismo de plegamiento o fracturación dominante.

 Bordes divergentes: Son los bordes donde las placas se separan produciendo un ascenso de material
desde el manto, para crear nuevo suelo oceánico. Pueden encontrase sobre corteza oceánica o
continental. En relación con la deformación de los materiales, tienen mayor importancia los que se
inician bajo corteza continental, creando los rift o valles de rift. Durante este proceso se produce primero
un abombamiento y adelgazamiento de la corteza, seguido de un estiramiento que da lugar a un
sistema de fracturas (fallas normales) en cadena, alternado con episodios de vulcanismo, hasta llegar a
formar una gran fosa tectónica. La zona de rift en la corteza oceánica genera las “fallas transformantes”.

 Bordes convergentes: Las zonas de convergencia de placas son las zonas donde la litosfera subduce
en el manto o crea grandes cadenas montañosas por el choque entre placas. En las zonas de
subducción se produce la fusión de la placa litosfera originando magmatismo, que al intruir en la corteza
puede crear deformación de los materiales que atraviesa. Cuando dos placas de litosfera continental
chocan, se produce el mayor mecanismo de deformación, al dar lugar a grandes cadenas montañosas
con un gran número de estructuras plegadas que generalmente van acompañadas de todo tipo de
fracturas. En este tipo de colisión es muy frecuente la formación de grandes mantos de cabalgamiento.
Un ejemplo actual de este tipo de borde es la formación de la cordillera del Himalaya.

Deformaciones frágiles: Diaclasas y fallas: Un material tiene comportamiento frágil cuando se rompe
fracturándose bruscamente tras ser sometido a un esfuerzo. Cuando en el estudio de las rocas se hace
referencia a la deformación frágil, se apunta a la fracturación de los materiales en forma de diaclasas o
fallas.

Diaclasas: Una diaclasa es un plano de fractura a favor del cual no se produce desplazamiento de
los bloques que quedan a ambos lados de esta.

Fallas: Las fallas constituyen la deformación frágil más frecuente en Geología, y por lo tanto, al igual
que en el caso de los pliegues, se trata de uno de los elementos más representados en Geología
Estructural.

Pueden tener longitudes desde pocos metros hasta centenares de kilómetros, como por ejemplo la
de San Andrés en California.

Los movimientos repentinos de las fallas son normalmente los responsables de la mayoría de los
terremotos. Las fallas antiguas suelen ser inactivas.

Partes de una falla: Las fallas se visualizan como planos o superficies que dividen una porción del
terreno desplazando una con respecto a otra, ya sea en la vertical, en la horizontal o en ambos sentidos.
Los elementos que definen una falla son:

1. Plano de falla. Es la superficie de rotura sobre la que se produce el movimiento de un bloque sobre el
otro.
2. Labio levantado. Porción del terreno o bloque con un movimiento de ascenso con respecto al labio
hundido.
3. Labio hundido. Bloque del terreno con un movimiento descendente con respecto al labio levantado.
4. Dirección de la falla. Ángulo que forma con el norte geográfico la línea que resulta de la intersección de
un plano imaginario horizontal con el plano de falla.
5. Buzamiento de la falla. Ángulo que forma el plano de falla con un plano horizontal imaginario, medido
en la línea de máxima pendiente.
6. Espejo de falla. Superficie pulida que se visualiza sobre el plano de falla como consecuencia de la
fricción entre los dos bloques.
7. Estrías de falla. Estrías o hendiduras sobre el plano de falla por presión y fricción entre los dos bloques.
8. Brecha de falla. Material de aspecto caótico que se encuentra en el plano de falla debido al
desplazamiento y presión de los dos bloques.
9. Techo de falla. Superficie rocosa que está inmediatamente por encima de la falla.
10. Muro de falla. Superficie rocosa que está inmediatamente por debajo de la falla.
11. Salto de falla. Desplazamiento de un bloque o labio con respecto al otro, medido en las componentes
vertical y horizontal.

Características y tipos de falla: Según el tipo de desplazamiento que tengan los bloques uno
respecto a otro, así como que se trate de movimientos en la vertical u horizontal, pueden definirse los
siguientes tipos de falla:

 Fallas normales. Se produce un desplazamiento vertical por esfuerzos distensivos cuando el bloque
de techo se desplaza hacia abajo con respecto al bloque de muro.
 Fallas inversas. Se produce un desplazamiento vertical por esfuerzos compresivos cuando el bloque
de techo se desplaza hacia arriba con respecto al bloque de muro.
 Fallas en dirección. Son planos de fractura con desplazamiento en la horizontal paralela a la
dirección de la falla. Se dan en todas las escalas, pueden recorrer desde centenares de kilómetros y
afectar a toda la corteza o tratarse de pequeños accidentes que acompañan a los pliegues.
 Fallas transcurrentes y transformantes. Son un tipo de fallas horizontales o en dirección que
afectan a la litosfera y cortan a las dorsales oceánicas.

ASOCIACIONES DE PLIEGUES: El ejemplo más sencillo de asociaciones de pliegues es la relación entre


anticlinales y sinclinales, combinación de estructuras que suelen aparecer juntas en la mayoría de los
casos. Este tipo de relaciones en la naturaleza se complica extraordinariamente desde el momento en que
podemos combinar diferentes buzamientos de los flancos de los pliegues, e incluso introducir fracturas en
el sistema. Las asociaciones de pliegues más complejas suelen relacionarse con los mantos de
cabalgamiento.

ASOCIACIONES DE FALLAS: Es frecuente encontrar asociaciones de fallas, que dan lugar a estructuras
tipo graben, horst y mantos de cabalgamiento.

Graben y horst. Los graben y horst son estructuras que suelen localizarse en el contexto de la
tectónica de placas y se caracterizan por tratarse de zonas hundidas o valles alargados, limitados por fallas
con desplazamiento vertical. También se denominan fosas tectónicas. Cuando se suceden varias fosas
tectónicas, las zonas elevadas limítrofes entre dos consecutivas se denominan horst. El tamaño de este
tipo de estructuras puede variar de decenas a miles de kilómetros.

Mantos de cabalgamiento. Los mantos de cabalgamiento son un tipo particular de falla inversa
con desplazamiento vertical que se realiza a través de un plano de fractura de dimensiones regionales, y
con buzamientos que suelen ser inferiores a 45º. Tienen su origen en esfuerzos compresivos en la
horizontal que producen un acortamiento en la corteza, de forma que el bloque de techo «cabalga» sobre el
bloque de muro.

ESPEJO DE FALLA O FRACTURA. Cuando la superficie de una roca se mueve sobre otra superficie, en
estrecho contacto y bajo presión, ambas desarrollan una especie de pulido con surcos lineales y cuñas
paralelas a la dirección del movimiento. A esto se le llama «espejo», y pueden observarse con frecuencia
en los planos de falla. Debe hacerse notar que los espejos pueden producirse con un movimiento
sorprendentemente pequeño si el tipo de roca es apropiado. En muchos casos las superficies del espejo
pueden encontrarse recubiertas por un mineral laminar (s.l.), producido por el desmenuzamiento de la roca
original. Las ranuras y cuñas tienden a cesar bruscamente, en forma de pequeños escalones de cara a la
dirección del movimiento. Así, si se desliza el dedo por encima de la superficie en el sentido del
movimiento, la encontrará lisa, mientras que en sentido contrario al movimiento, el plano de resbalamiento
resultaría quebrado e irregular.
El "espejo de falla" es la parte de la falla -zona de ruptura entre dos bloques- que queda expuesta a
la intemperie y donde las estrías anuncian el sentido y la dirección del desplazamiento de los bloques. El
movimiento de estos bloques, sometidas a tensiones derivadas de un fuerte empuje, provocan la aparición
de "espejos", superficies de roca pulidas y vitrificadas por las colosales fuerzas y el calor que se genera
durante el rozamiento.

SECUENCIA ESTRATIGRAFICA: La secuencia estratigráfica es cada conjunto de unidades estratigráficas


ordenadas, que preceden las unas a las otras de acuerdo con el principio de superposición de los
materiales.

 Secuencia estratigráfica es una sucesión de estratos.


 Serie estratigráfica es una sucesión de estratos con continuidad en el tiempo y separada de otras series
por una discontinuidad estratigráfica.
 Laguna estratigráfica es la ausencia de materiales que puede ser tanto por erosión como por la
ausencia del registro de la sedimentación

Estratigrafía de Secuencias: La estratigrafía de secuencias es el estudio de los sedimentos con respecto


a sus asociaciones de facies y geometria de los estratos.

El objetivo de la estratigrafía de secuencias es determinar capa por capa, como las sucesiones de
sedimentos llegan a juntarse, desde los elementos mas pequeños a los mas grandes

¿Que es una secuencia estratigrafica?: Es una agrupación de estratos geneticamente relacionados


limitada por discontinuidades o sus conformidades relativas. Una discontinuidad o inconformidad es una
superficie de erosion o no depositación

EJEMPLOS GEOGRÁFICOS:

Falla de San Andrés (California): Es uno de los mejores ejemplos de falla en dirección. Se trata de
una fractura de unos 900km de longitud, que va acompañada de numerosas fallas que son paralelas o
conjugadas a ella. Se sabe que funciona periódicamente en parte de su longitud, a veces a lo largo de más
de 300km, y es la responsable de numerosos terremotos que afectan a la región. Se ha estimado que el
movimiento de la falla podría ser de unos 4 cm/año, y que lleva en funcionamiento desde al menos hace 25
millones de años, e incluso posiblemente desde el Cretácico, hace 70 millones de años.

Rift africano: Se trata de una zona de borde divergente en el interior de una zona continental en el
contexto de la tectónica de placas. Actualmente es un buen ejemplo de sucesión de estructuras tipo
graben separadas por horst, que llegan a alcanzar una longitud de 6.000km. El abombamiento de la
corteza continental en los estadios iniciales se debe al ascenso de una pluma caliente desde el manto que
adelgaza y estira la corteza. La extensión de la corteza va acompañada de episodios de vulcanismo y
formación de fallas, que dan origen al valle de rift. A medida que continúa la expansión en el tiempo, el rift
se hace cada vez más profundo y ancho, hasta formar un océano. La actividad volcánica que acompaña al
rift africano se hace visible en la formación de montañas como el Kilimanjaro.

Orógeno del Himalaya: Es el ejemplo actual más representativo de acortamiento cortical, y es el


resultado más espectacular de la colisión de dos placas tectónicas continentales. El Himalaya se extiende
unos 2.400km y comprende la mayor altura del mundo (8.848m en el Everest) y la mayor tasa de elevación
tectónica (1cm/año en el Nanga Parbat). En el Cretácico superior (84 Ma), la placa de la India comenzó su
deriva hacia el norte muy rápidamente, a una velocidad media de 16 cm/año, para cubrir una distancia de
unos 6.000km hasta la colisión de la parte noroeste de la India con Eurasia en el Eoceno inferior (48-52
Ma). Desde entonces y hasta hoy, el continente indio continúa su ascenso hacia el norte a un ritmo más
lento, pero aún sorprendentemente rápido, de unos 5cm/año, empujando a Eurasia. Mientras la mayoría de
la corteza oceánica era «simplemente» subducida debajo del bloque tibetano durante el movimiento hacia
el norte de la India, se presentaban al menos dos mecanismos principales: la subducción de la corteza
continental de la India, bajo el Tíbet, y un acortamiento cortical por empuje y el plegamiento de los
sedimentos del margen pasivo de la India, junto con la deformación de la corteza tibetana. El resultado final
es la presencia de innumerables pliegues, fallas y mantos de cabalgamiento por todo el Himalaya

Fenómenos sísmicos: Los agentes sísmicos constituyen uno de los agentes que producen cambios más repentinos
y violentos en el relieve terrestre.

Los movimientos sísmicos o terremotos son sacudidas de la corteza terrestre caracterizadas por su corta duración y
gran intensidad, ruido subterráneo parecido a truenos profundos (debido a movimientos vibratorios de frecuencia
audible de más de vibraciones por segundo) y, muchas veces por sus efectos destructores, que alcanzan en
ocasiones caracteres catastróficos. El estudio de los terremotos, su repartición geográfica, frecuencia y condiciones
en que se producen, corresponde a una parte de la Geología que se denomina Sismología. La causa inmediata de los
sismos es el brusco movimiento de zonas de la corteza terrestre, producido principalmente a lo largo de fallas, y, en
general, en zonas de inestabilidad tectónica. Los movimientos internos originados a consecuencia de la inestabilidad
tectónica provocan unas vibraciones que se propagan por el interior de la Tierra, dando lugar a las ondas sísmicas. El
punto donde se produce el movimiento se denomina foco sísmico o hipocentro. A partir de él las ondas se propagan,
según superficies esferoidales, hasta aflorar en la superficie. El punto de la superficie más cercano al foco sísmico se
denomina epicentro. La vibración producida en el hipocentro origina dos clases de ondas, las primarias o
longitudinales (ondas P) y las secundarias o transversales (ondas S), cuyo movimiento vibratorio es normal a la
dirección de propagación. Cuando estas ondas llegan a la superficie terrestre producen otra clase de ondas, las
superficiales (ondas L) que muchas veces quedan grabadas sobre el terreno en forma de ondulaciones o pliegues del
suelo.

El sismógrafo es el aparato que registra las vibraciones sísmicas. Su fundamento es el péndulo. Este oscila tanto más
lentamente cuando mayor es su longitud y su masa. En razón a su gran inercia a ponerse en movimiento, cuando
sobreviene un sismo el péndulo no tiene tiempo de oscilar y se comporta como un punto fijo al que podemos referir el
movimiento de la corteza terrestre. El péndulo horizontal es el que mejores características de inercia reúne y el más
usado modernamente. El movimiento sísmico es registrado en una cinta giratoria por medio de un estilete o por un
haz luminoso, situados en el péndulo, que impresionan un rollo de papel o una cinta fotográfica, respectivamente.
Mientras el suelo no tiembla el sismógrafo marca una línea recta, pero, en cuanto sobreviene una sacudida, la línea se
hace ondulada, dándonos el sismograma, en el que puede medirse la amplitud y el período de las vibraciones. Un
sismograma completo consta de cuatro fases, correspondientes al registro de cuatro clases de ondas sucesivas:

1. Las ondas primarias P, que se transmiten en línea recta por el interior de la Tierra a una velocidad media de 6
km/s
2. Las ondas secundarias S, que siguen el mismo camino, pero a una velocidad menor
3. Las ondas superficiales L, que se propagan por la superficie terrestre a una velocidad de 4 a 5 km/s.
4. Las ondas póstumas o réplicas, de débil amplitud.

Conociendo el tiempo de llegada de las distintas ondas, que viene marcado en el sismograma, y sus velocidades de
propagación, se puede calcular por medio de fórmulas sencillas la distancia hipocentral y localizar la situación del foco
sísmico. La profundidad de los focos sísmicos alcanza hasta los 700 km. Los terremotos van con frecuencia
acompañados, en las regiones costeras, de olas gigantescas, a las que se le denomina maremotos, de efectos
terriblemente destructores, cuyo origen se debe a grandes hundimientos oceánicos que provocan la retirada de las
aguas que precede al posterior avance de la llamada ola de marea.

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