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INTRODUCCIÓN.

Bien es sabido que el hombre, desde los inicios de su historia, ha sido capaz de adquirir
conocimientos que se traduzcan, gracias a su curiosidad, esfuerzo y, en ocasiones, legado, en
técnicas y herramientas utilizables en sus actividades cotidianas, con lo que ha podido alcanzar una
mejor calidad de vida.

Un ejemplo de esto son las tuberías, ya que, desde que fueron utilizadas por primera vez en
Babilonia cerca del año 4000 a.C., han permitido la distribución de líquidos (principalmente agua) a
través de grandes extensiones de terreno de manera sencilla, al interconectarse unas con otras
formando una especie de red conocida, en lo técnico, como sistema de tuberías.

Estos sistemas, como es de esperarse, han evolucionado con el paso del tiempo,
especialmente en lo que respecta a sus materiales de elaboración. Sin embargo, aún no es posible
evitar que sufran deterioros, debido a que el desarrollo de fenómenos dañinos, como el golpe de
ariete y la cavitación, se relaciona tanto con la naturaleza y el comportamiento del fluido
transportado por el sistema como con la configuración y las condiciones de funcionamiento del
mismo.

Dicha situación representa un gran problema en el campo de la ingeniería civil,


considerando que si se presenta una falla como resultado de fenómenos como los mencionados, la
integridad estructural y funcional de una obra se puede ver comprometida significativamente,
pudiendo llegar a causar daños potencialmente fatales; razón por la cual es de gran importancia
conocer todo lo relativo a los sistemas de tuberías y a los fluidos que los mismos transportan.

En atención a lo anterior, y dentro del marco de la asignatura Mecánica de los Fluidos II de


la carrera de ingeniería civil en la Universidad “José Antonio Páez”, se presenta el siguiente
informe referido a los fenómenos de golpe de ariete y cavitación en sistemas de tuberías, a los tipos
de fluidos y a la utilización de bombas, con la finalidad de exponer sus aspectos más relevantes; de
manera que, mediante definiciones, exposiciones de causas y efectos, diagramas y gráficos, y
formulaciones matemáticas, se construya una base de conocimientos que permita no solo la
comprensión de los temas en cuestión, sino también un óptimo desempeño como ingenieros en
formación y, posteriormente, en ejercicio profesional.
FENÓMENOS DE GOLPE DE ARIETE Y CAVITACIÓN EN SISTEMAS DE TUBERÍAS.

Un sistema de tuberías es un conjunto de tubos, accesorios, válvulas, etc. diseñado con el


fin de permitir el transporte eficiente de agua u otros fluidos de un punto a otro, en concordancia
con las normativas pertinentes. También se utilizan para transportar materiales que a pesar de no ser
fluidos, se adecuan al funcionamiento del sistema, como hormigón, cemento, cereales, documentos
encapsulados, entre otros.

Aunque tal función pueda parecer simple, estos sistemas, hoy por hoy, son de gran
importancia para la vida del hombre en sociedad, considerando que facilitan los procesos de
distribución de agua y gas en las viviendas, así como el flujo de refrigerante y aire en sistemas de
refrigeración y neveras; de refrigerantes, gasolina y/o aceites en máquinas (incluidos los
automóviles); de petróleo y gas en la industria petrolera; y de aire comprimido y otros fluidos en las
industrias en general. Por lo tanto, su estudio y diseño son de considerable interés dentro del campo
de la ingeniería.

En este sentido, en el ámbito de la ingeniería civil es primordial tomar en cuenta una gran
cantidad de factores al momento de realizar el diseño de un sistema de tuberías y de posteriormente
llevarlo a la realidad. Entre tales factores se destacan el tipo de fluido a transportar, la utilización de
bombas, y los fenómenos de golpe de ariete y cavitación; considerando que influyen
significativamente sobre los otros factores involucrados en el proceso.

TIPO DE FLUIDO A TRANSPORTAR.

Se denomina fluido a un tipo de medio continuo formado por una sustancia entre cuyas
partículas existen fuerzas de atracción débiles, lo que les permite “fluir” o derramarse
expeditamente por un cuerpo, cambiando de forma sin que aparezcan fuerzas tendientes a
restablecer la forma “original”.

Estos pueden clasificarse según varios criterios, entre los cuales destacan los siguientes: su
estado de agregación, su compresibilidad, y la variación de su viscosidad.

Según su estado de agregación: De acuerdo con la fase o estado de la materia en que se


presente un fluido como consecuencia de la intensidad de las fuerzas intermoleculares que
mantienen unidas a sus partículas, este puede ser clasificado como líquido, vapor o gas, e incluso
como plasma.

Líquidos: Estos presentan un estado de agregación fijo, en el que las partículas se


encuentran lo suficientemente juntas como para mantener una cohesión mínima y lo
suficientemente separadas como para permitir la fluidez. Son difíciles de comprimir y carecen de
forma propia, por lo que adoptan la forma de aquello que los contenga; además son los únicos que
presentan tensión superficial (resistencia a la penetración de objetos hasta un cierto límite).

Vapores: Es el estado en el que se presenta un gas cuando puede ser condensado bien sea
por presurización (a una temperatura constante) o por enfriamiento (bajo condiciones constantes de
presión), gracias a que se encuentra a un nivel inferior de su punto crítico, en vista de que este
representa los valores de presión y temperatura a los cuales es imposible que ocurra dicha
condensación a partir de la aplicación de fuerzas de compresión. Por lo tanto, sus partículas se
comportan de manera similar a las de un gas “perfecto”, ocupando todo el espacio y volumen
disponible, adoptando la forma de su contenedor y tendiendo a expandirse todo lo posible, con la
diferencia de que sus partículas pueden llegar a tener forma definida.

Gases: No tienen una forma propia definida (adoptando la de su contenedor) y son capaces
de comprimirse con facilidad y de expandirse hasta ocupar todo el espacio disponible, todo debido a
que las fuerzas de atracción entre sus partículas son extremadamente débiles.

Plasma: Son los estados de agregación más abundantes de la naturaleza, constituyendo la


mayor parte de la materia visible en el Universo. Presentan características similares a las de los
gases en cuanto no tienen forma ni volumen fijo como resultado de la libertad de movimiento que
poseen sus átomos, razón por la que se amoldan a aquello que los contenga; pero se diferencian de
aquellos por ser buenos conductores de electricidad y porque sus partículas responden fuertemente a
las interacciones electromagnéticas de largo alcance, debido a que una determinada proporción de
dichas partículas están cargadas eléctricamente y no poseen equilibrio electromagnético; aspectos
que los convierten en materiales de gran utilidad en la fabricación de monitores de alta definición,
tubos fluorescentes, soldaduras de bajo arco eléctrico bajo protección de gas y en recubrimientos
protectores de naves espaciales.

Algunas fuentes sugieren que también es posible clasificar a un fluido como líquido, vapor,
gas o plasma en función de su densidad. Esto se debe a que, por lo general, la densidad de un
material en particular será tanto mayor conforme lo sean las fuerzas intermoleculares que
determinan su estado de agregación. Sin embargo, la densidad no se considera como parámetro
determinante al momento de clasificar un fluido de la forma expuesta anteriormente, debido a que
se presentan casos, como el del agua, donde la “relación” no se cumple y, por ejemplo, la forma
sólida del material es menos densa que la líquida.

Según su compresibilidad: La compresibilidad es una medida de la disminución de


volumen que experimenta un material al ser sometido a presión o compresión, a ciertas condiciones
(constantes) de temperatura. Por lo tanto se entiende que la diferencia que determinará la
clasificación de un fluido (o cualquier material) como compresible o incompresible es la oposición
de sus moléculas a la compresión.

Fluidos compresibles: Estos fluidos se comprimen con gran facilidad, lo que significa que
su volumen disminuye de la misma manera y que, consecuentemente, su densidad presenta
fluctuaciones a través del tiempo.

Fluidos incompresibles: Sus moléculas se oponen fuertemente a la compresión bajo


cualquier condición, por lo que su volumen se considera constante al igual que su densidad,
condición que resulta de gran ayuda al momento de realizar cálculos relativos a la mecánica de
fluidos.

Según la variación de su viscosidad: La viscosidad de un fluido viene dada por la


resistencia que ofrecen sus moléculas para separarse unas de otras cuando se encuentran en
movimiento, gracias a las fuerzas de adherencia que existen entre ellas; lo cual se mide en términos
de viscosidad dinámica y viscosidad cinemática:

 La viscosidad dinámica (μ) de un fluido mide la oposición de este a ser deformado bajo
tensión mecánica (aplicada perpendicularmente a su superficie). En el Sistema
Internacional se mide en pascal-segundo (Pa.s), mientras que en el Sistema CGS se mide en
Poise (1P = 10-1 (Pa.s)).
 La viscosidad cinemática (ν) de un fluido mide su resistencia a fluir debido a la presencia
de la gravedad, calculándose mediante el cociente de la viscosidad dinámica del fluido y su
𝛍 𝟐
densidad (𝛎 = 𝛒). Se mide en metros cuadrados por segundo (𝐦 ⁄𝐬) en el Sistema
𝟐
Internacional, y en Stokes (St: 1St = 100cSt = 1𝐜𝐦 ⁄𝐬) en el CGS.

Estos dos parámetros varían en función de la presión y la temperatura a la cual se someta al


fluido de manera inversamente proporcional, ya que valores más altos de presión y temperatura
favorecen el contacto entre las moléculas del fluido (y viceversa). Por lo tanto, tales condiciones
son las que determinan la clasificación de los fluidos según la variación de su viscosidad en
newtonianos y no newtonianos, una vez que hayan sido clasificados de acuerdo a la noción de
viscosidad propiamente dicha como fluidos ideales y fluidos reales.

Fluidos ideales: Este tipo de fluidos se caracteriza por


ser no viscoso, estacionario, incompresible y de flujo
irrotacional, lo que significa (respectivamente) que se
desprecia la fricción que pueda existir entre sus partículas, que
su velocidad y densidad se mantienen constantes a través del
tiempo, y que no presenta torbellinos al moverse (por lo que no
se genera momento angular con respecto a ningún punto).
Dichas características los vuelven inconcebibles en la
naturaleza, por lo que solo son utilizados para fines teóricos y
de estudio (siendo comparados con los números imaginarios en
el cálculo).

Fluidos reales: Son básicamente lo contrario a los anteriores, ya que, en primer lugar,
presentan cierta viscosidad, la cual varia de la forma como se explico anteriormente. Además son
compresibles, su densidad y velocidad pueden llegar a variar, y su movimiento es mucho más
complejo, factores que dificultan su estudio y descripción. Dentro de este grupo se encuentran los
fluidos newtonianos y los fluidos no newtonianos.

Fluidos newtonianos: Son todos aquellos fluidos cuya viscosidad puede considerarse como
constante a través del tiempo, en vista que acatan la Ley de Viscosidad de Isaac Newton; la cual
enuncia lo siguiente:

“Para un determinado fluido, la tensión tangencial de rozamiento aplicada según una


dirección es directamente proporcional a la velocidad (en módulo) en la dirección normal
a la primera, siendo la constante de proporcionalidad correspondiente el coeficiente de
viscosidad”.
Esto significa que el esfuerzo cortante que soporta un fluido (𝝉𝒙𝒚 ) es directamente
𝒅𝒗𝒙
proporcional a la velocidad con que este se deforma a través del tiempo ( ) solo si su coeficiente
𝒅𝒚
de viscosidad (μ) es constante, de acuerdo con la ecuación:
𝒅𝒗
𝝉 = 𝝁 𝒅𝒚.

Por lo tanto, la curva que muestra la relación entre el esfuerzo cortante que soporta el fluido
(también llamado cizalla) y la velocidad de deformación del mismo es de tipo lineal y pasa por el
origen de coordenadas.

Es importante aclarar que si bien la viscosidad de un fluido newtoniano no varía según el


tiempo de aplicación del esfuerzo cortante, es posible que si dependa de la temperatura de la
sustancia, sin que esto afecte la proporcionalidad de la relación “cizalla-velocidad de deformación”,
y atendiendo a lo predicho por la Ecuación de Arrhenius:

𝝁 𝟏 𝟏
𝐥𝐨𝐠 ( ) = 𝑬𝑨 ( − )
𝝁𝟎 𝑻𝟏 𝑻𝟎

… donde se consideran los valores de la viscosidad (μ0 y μ) del fluido newtoniano evaluado
para las dos condiciones de temperatura que interesan o resultan convenientes (T0 y T1).

Ahora bien, en cuanto a sus características, además de lo planteado anteriormente, estos


fluidos se distinguen por carecer propiedades elásticas, por ser incompresibles e isotrópicos, y por
tener un comportamiento de fluido real dentro de rango de gradientes; aspectos que los constituyen
como unos de los fluidos más sencillos de describir y estudiar para el ser humano.

Tal estudio y descripción, llevada a cabo a través de los principios y métodos de la


mecánica de fluidos, ha llevado al hombre a determinar que, bajo condiciones de temperatura
constantes, los fluidos newtonianos ofrecen una gran variedad de beneficios, entre los cuales se
destacan su intervención en los procesos naturales del cuerpo (como ocurre con el agua y el aire), su
aporte nutricional (en el caso del vino y de néctares ligeros), su capacidad de combustión (hablando
de la gasolina) y su capacidad para engrasar o lubricar superficies (en el caso de algunos aceites
minerales).

Fluidos no newtonianos: A diferencia de los fluidos newtonianos, los fluidos no


newtonianos poseen una viscosidad que depende de la temperatura y el esfuerzo cortante a los
cuales estén sometidos, lo que se traduce en una relación “cizalla-velocidad de deformación” no
proporcional. Por lo tanto, su estudio, descripción y tratamiento no recae sobre la mecánica de
fluidos sino sobre la reología.

Esta rama de la física de medios continuos estableció una división de los fluidos no
newtonianos en tres grupos (independientes del tiempo, dependientes del tiempo, y visco-elásticos)
con el propósito de que, mediante un estudio más preciso y menos generalizado, sea posible
conocer y entender a cabalidad sus propiedades, beneficios y contraindicaciones.
Sustancia
Tipo de fluido Comportamiento Características
ejemplo
No fluyen hasta soportar un
Metales dúctiles
esfuerzo igual a τ0, para luego
una vez
Plástico real tener una viscosidad que varia
superado el
hasta alcanzar un valor
límite elástico.
asintótico constante
Tienen un valor característico
τ0, el cual marca el esfuerzo
Plásticos: Las tensiones cortante por debajo del cual
Plástico de
tangenciales dependen presentan un comportamiento
Bingham
únicamente de la elástico, y por encima del cual
velocidad de deformación. se comportan como fluido
Barro, algunos
newtoniano.
coloides.
Disminuyen su viscosidad al
Pseudo-plástico aumentar la velocidad de
deformación aplicada.
Aumentan su viscosidad al
Dilatante aumentar la velocidad de
deformación aplicada.
Fluidos cuya viscosidad La viscosidad se incrementa
Algunos
depende del tiempo: Su Reopéctico con la duración del esfuerzo
lubricantes.
viscosidad no solo aplicado.
depende de la velocidad Algunas
de deformación, sino variedades de
La viscosidad decrece con la
también del tiempo de Tixotrópico mieles, kétchup,
duración de esfuerzo aplicado.
aplicación del esfuerzo algunas pinturas
cortante. antigoteo.
Combinación lineal en serie Metales,
Material de
de efectos elásticos y materiales
Maxwell
viscosos. compuestos.
Combinación lineal de
Fluido comportamiento como fluido
Fluidos visco-elásticos:
Oldroyd-B newtoniano y como material
Exhiben propiedades
de Maxwell. Betún, masa
elásticas y viscosas.
Combinación lineal en panadera,
Material de
paralelo de efectos elásticos y nailon, plastilina
Kelvin
viscosos.
Siempre vuelven a un estado
Plástico
de reposo predefinido.
Independientemente de la categoría a la que pertenezcan, estos materiales tienen una
importancia cada vez mayor en el mundo moderno (especialmente en lo referente a las industrias
alimenticias, químicas y del petróleo), ya que constituyen sustancias como:

 Disoluciones jabonosas y crema dental.


 Comidas como mantequilla, mermelada, mayonesa, chicle, yogurt y salsa de tomate.
 Sustancias naturales como el magma y la lava, y extractos como el de vainilla.
 Fluidos biológicos como la sangre, la saliva, la mucosa, el líquido sinovial y el semen.
 Emulsiones como el lodo y el cemento.

Además, son de gran utilidad en la fabricación de chalecos antibalas y protecciones


deportivas (como espinilleras y rodilleras, plantillas, guantes y cascos), debido a su capacidad de
endurecerse ante un impacto a alta velocidad (para absorber la energía) y de mantenerse flexible si
este es a velocidad más baja; así como también en la elaboración de pinturas, ya que estas deben
fluir con facilidad al ser aplicadas para luego secarse, sin gotear, tras un periodo de tiempo
determinado; y se proyectan nuevos posibles usos a futuro, como por ejemplo en la reparación de
baches en obras de vialidad y construcción (según estudios realizados por un equipo de estudiantes
de la Case Western Reserve University).

UTILIZACIÓN DE BOMBAS.

Un sistema de tuberías, como se menciono anteriormente, cumple la función de transportar


de un punto a otro un fluido incompresible (un líquido o bien la mezcla de líquidos y sólidos, como
hormigón antes de fraguar o pasta de papel), existiendo casos en los cuales esto se dificulta debido a
diferencias de velocidad, altitud y/o presión entre puntos del sistema. En estos casos, para solventar
el problema, se utilizan máquinas generadoras llamadas “bombas hidráulicas”, las cuales
transforman la energía, generalmente mecánica, que las acciona en energía del fluido a transportar,
favoreciendo su movimiento.

Para que lo anterior ocurra favorablemente es necesario realizar un diseño adecuado del
sistema de tuberías, considerando los efectos que su presencia puede tener sobre los elementos del
sistema que se encuentren aguas arriba o aguas abajo de su posición, los cuales, por practicidad, se
engloban bajos los términos “tuberías de succión” y “tuberías de descarga” respectivamente.

Tuberías de succión: Es la tubería que recibe el fluido descargado por una bomba y
transportarla a presión hasta el punto requerido. La presión interna en una tubería de succión es
máxima en el tramo adyacente a la estación de bombeo y disminuye hasta la presión atmosférica en
el punto de descarga o cerca de ella. La tubería de succión es parte integrante del sistema de
bombeo y su diseño esta necesariamente influido por el número, tamaño y tipo de bombas
existentes en la estación de bombeo.

Otros factores que tienen influencia sobre el diseño de tuberías de succión son la necesidad
de velocidades mínimas y la capacidad para resistir las presiones internas máximas, incluyendo las
temporales debidas al golpe de ariete.
El dimensionado hidráulico en una tubería de succión que trabaje en condiciones normales
implica la determinación del diámetro del conducto que cumpla con los requerimientos establecidos
sobre la velocidad de circulación y por el funcionamiento de las bombas.

Las tuberías de succión suelen tener, por lo general, diámetros superiores a 200mm. En
algunos casos pueden utilizarse tuberías de 150mm en estaciones de bombeo de pequeño tamaño y
tuberías de succión de poca longitud y de 100mm en estaciones de eyectores de pequeño tamaño.

Determinación del diámetro optimo para la conducción: Para el diseño del sistema de
tuberías sistema es importante la velocidad que alcanza el fluido por el interior de las conducciones.
Dicha velocidad viene determinada por el caudal y el diámetro de la sección interna de la
conducción, y para cada fluido tiene un valor máximo que no debe ser sobrepasado, ya que de lo
contrario puede producirse un deterioro del producto por tratamiento mecánico inadecuado. Los
valores aproximados que se usan en la práctica dependen del tipo de fluido que se trate.

Materiales de las tuberías: Los materiales a utilizar en las tuberías de impulsión deben ser
adecuados al suelo en que han de colocarse y ser capaces de resistir la corrosión interna que pueda
originar el fluido en tal caso, así como la presión de trabajo, longitud de la tubería, altura a vencer,
tipo de fluido entre otros. Entre los más comunes están: pvc, acero, hierro fundido, pead.

Montaje de las tuberías de succión.

 Deberá esperarse el secado completo del hormigón del llenado de la base antes de acoplarse
la tubería de aspiración a la brida de la bomba.
 La tubería de aspiración deberá ser la más corta y recta posible, evitando perdidas de carga.
Debe ser perfectamente estanco, impidiendo toda entrada del aire.
 Para evitar bolsas de aire, cuando sea negativa, la parte horizontal del la tubería deberá
instalada con una suave inclinación descendiente en dirección de la bomba hacia el tanque
de aspiración. Cuando sea positiva la parte horizontal de la tubería deberá ser instalada con
una suave inclinación descendiente en dirección de la bomba hacia el tanque.
 El diámetro nominal de la brida de aspiración de la bomba no determina el diámetro
nominal de la tubería de aspiración. A los efectos del cálculo del diámetro ideal, como
referencia, se podrá tomar una velocidad del fluido de 1.0 a 2.0 m/s.
 Las curvas y accesorios, de ser necesarios, deberán ser proyectados e instalados de forma a
reducir al mínimo las pérdidas de carga.
 La brida de la tubería deberá ajustarse a la bomba totalmente libre de de tensiones sin
transmitirle ningún tipo de esfuerzo a la carcasa. La bomba nunca puede ser punto de apoyo
para la tubería. Si esto no se cumple, podrán ocurrir desalineaciones y como consecuencia
de ellas agrietamiento de piezas y otras averías graves.
 En instalaciones equipadas con válvula de pie, observar que el área de paso de la misma sea
1,5 veces mayor que el área de la tubería. Normalmente se deberá acoplar a la válvula de
pie una cripa (filtro) cuya área de pasaje libre sea de 3 o 4 veces mayor que el área de paso
de la tubería.
 Cuando el liquido bombeado este sometido a grandes variaciones de temperatura, se
deberán prever juntas de dilatación para evitar que los esfuerzos originados por la
contracción y dilatación de la tubería sean transmitidos a la bomba.
 En succión positiva se recomienda instalar una válvula para que la entrada a la bomba
pueda ser cerrada cuando sea necesario. Durante el funcionamiento de la bomba, esta
deberá permanecer totalmente abierta. Cuando se use un colector para la succión de varias
bombas, cada una de ellas deberá tener una válvula de entrada y la interconexión entre el
colector y la tubería de succión de cada bomba deberá ser efectuada siempre con cambios
de dirección con ángulos menores a 45°.
 A fin de evitar turbulencia, entrada de aire o lodo en la succión de la bomba se deberá
obedecer las recomendaciones de Hydraulic Institute en lo que se refiere a sus instalaciones
 Si la alineación del acoplamiento fue llevada a cabo antes del apriete final de la tubería, esta
se deberá verificar nuevamente después del apriete.
 Para facilitar el montaje de la tubería y ajuste de las piezas, se deberán instalar, siempre que
sea necesario, juntas de montaje del tipo fuelles comunes o del tipo especial con tornillos
tensores.

Tratamiento: Para la limpieza, la velocidad de las soluciones detergentes o del líquido para el
aclarado, no debe ser menor de 1.5 m/s. Así, para un caudal determinado del fluido a bombear,
imponiendo la velocidad máxima del mismo, se determina de forma inmediata el diámetro mínimo
de la conducción. Deberá escogerse, en cualquier caso, el diámetro normalizado inmediatamente
superior a dicho valor mínimo. Dicho valor es lo que se conoce como el diámetro óptimo de la
conducción, pues representa el menor coste posible, cumpliendo las exigencias en cuanto a la
velocidad de máxima de circulación del fluido por la misma.

Tuberías de descarga: Son las tuberías que se localizan en el extremo de descarga de la


bomba, permitiendo la liberación del fluido transportado a mayor velocidad.

Montaje de las tuberías de descarga.

 Deberá ser equipada en pro de controlar fenómenos como el golpe de ariete, siempre que las
sobrepresiones ocasionadas por el retorno del liquido en tuberías de gran longitud, excedan los
límites recomendados para la tubería y la bomba instalada.
 La conexión de la tubería de descarga a la brida de la bomba. Deberá ser llevado a cabo por
medio de una reducción concéntrica en el caso de que sus diámetros fuesen diferentes.
 En los puntos en que se haga necesario purgar el aire, deberán ser previstas válvulas de venteo
 Para hacer posible el ajuste adecuado del caudal y presión de bombeado así como también
poder prevenir la sobrecarga del accionamiento, se usa una válvula de cierre de preferencia
instalada a la salida de la boca de descarga de la bomba.
 De instalarse una válvula de retención, esta deberá estar localizada entre la bomba y la válvula
de cierre prevaleciendo esta posición.
 Deberán ser previstas juntas de montaje con tornillos tensores para absorber los esfuerzos de
reacción del sistema proveniente de las cargas aplicadas.
 Siempre que sean necesarios se deben pensar antes, dispositivos de alivio, y otras válvulas de
operación además de las mencionadas anteriormente.
Reducción de turbulencia en la descarga: Un método muy utilizado para reducir la
turbulencia consiste en situar a la misma cota las claves de la tubería de succión y el pozo de
registro donde se verifica la descarga. En este caso la solera del pozo debe tener una ligera
inclinación entre las correspondientes entre las tuberías de succión y el tanque de descarga. Si la
velocidad del agua de la tubería de impulsión es superior a 2m/s, o existe más de una tubería de
impulsión, puede ser necesario un elemento disipador de energía.

Si la cota de implantación del tanque de descarga está bastante por debajo de la tubería de
succión, especialmente cuando esta sobre roca, la tubería puede acabar en un pozo de registro de
profundidad normal y conectarse con el tanque de descarga mediante un conducto por gravedad de
corta longitud y un pozo de caída convencional. Si la conexión debe hacerse a un pozo de registro u
otra estructura existente, puede hacerse un sistema de caída interna cuando sea posible.

FENÓMENOS DE GOLPE DE ARIETE Y CAVITACIÓN.

Los fenómenos de golpe de ariete y cavitación son de gran relevancia en la mecánica de


fluidos, ya que son las principales causas de daños y averías en sistemas de tuberías e instalaciones
hidráulicas. Por esta razón resulta conveniente y favorable analizarlos por separado, considerando
que ambos no implican las mismas alteraciones en el flujo y el comportamiento del fluido
transportado, de manera que se logre un alto nivel de entendimiento de su naturaleza y de sus
efectos sobre los sistemas estudiados y diseñados.

Golpe de Ariete: El golpe de ariete (choque


hidráulico) es el incremento momentáneo en presión, que
ocurre en un sistema cuando hay un cambio repentino de
dirección o velocidad del fluido. Cuando una válvula de
rápido cierre se cierra repentinamente, detiene el paso del
agua que está fluyendo en las tuberías, y la energía de
presión es transferida a la válvula y a la pared de la
tubería; entonces las ondas expansivas se activan dentro
del sistema, generando ondas de presión que viajan hacia
atrás hasta que encuentran el siguiente obstáculo sólido,
luego continúan hacia adelante y regresan otra vez,
ocurriendo esto hasta que se disipan por la pérdida de
fricción.

Su origen se remonta al siglo XX desde donde se ha venido estudiando. Entre los nombres
más conocidos por sus trabajos e investigaciones en este campo están:

 Nikolái Zhukovski, ingeniero ruso quien fue en alguna medida el pionero de los estudios.
 Allievi, quien estableció la teoría de su nombre.
 Micheaud, autor de la fórmula de cálculo de la sobrepresión cuando se conoce el tiempo de
parada de la columna liquida.
 Bergeron, quien publico el excelente método de cálculo grafico de su nombre.
 Parmakian, de un método de cálculo utilizando ábacos para la determinación de las
presiones en las tuberías.
El nombre ‘golpe de ariete’ proviene del sonido que generalmente acompaña al fenómeno,
similar al ruido del martillo golpeando una tubería (conocido en inglés como “waterhammer”). Sin
embargo, la magnitud del ruido no es equivalente a la magnitud de la onda de choque, ya que el
sonido puede ser amortiguado mientras la onda de presión daña las instalaciones. El efecto más
severo del golpe de ariete se produce generalmente cuando las bombas detienen su funcionamiento,
dando lugar a presiones excesivas que pueden causar daños serios a tuberías y mecanismos
hidráulicos, tales como rupturas, colapsos por vacío, etc., sin considerar otros efectos que también
podrían generar costos humanos, materiales y financieros, incluyendo problemas sanitarios.

Cálculo del golpe de ariete: Como cualquier efecto oscilatorio el fenómeno del golpe de
ariete presenta una frecuencia en la que se repite una situación, en este caso la sobrepresión o
depresión de la onda que se desplaza de un extremo al otro de la instalación.

La frecuencia no es más que el inverso del periodo, que es el tiempo transcurrido entre dos
puntos equivalentes de la onda, es decir entre dos máximos o dos mínimos, con lo cual el periodo (y
la frecuencia) dependerán de lo larga que sea la conducción de la instalación y de su celeridad, que
es la velocidad de propagación de la onda de presión a través del agua del interior de la tubería.

De este modo, hay que calcular la siguiente relación:

2. 𝐿
𝑇=
𝑎
Donde:

T = Tiempo critico (s).

L = Longitud de la tubería de impulsión entre el punto de cambio del caudal y el de reflexión (m).

a = Velocidad (celeridad) de la onda de presión (m/s).

La celeridad se calcula con la siguiente expresión:

900
𝑎=
√48,3 + 𝐾. 𝐷
𝑒

Donde:

D = Diámetro de la conducción (mm).

E = Espesor (mm).

K = un coeficiente representativo de la elasticidad del material de la


conducción, y que es función del módulo de elasticidad del mismo (en
1010
kg/m2) a través de la expresión: 𝐾 = 𝜀

ε= Módulo de elasticidad del material de la conducción.


Tiempo de parada del agua: Es el tiempo que dura la variación de velocidad, es decir, el
que transcurre desde el corte de energía y la anulación del caudal o el tiempo de parada del agua.
𝐾.𝐿.𝑣
𝑇 = 𝐶 + 𝐺.𝐻
𝑚

Donde:

L = Longitud de la conducción de la instalación (m).

V = Velocidad de circulación del agua en la instalación (m/s).

g = Gravedad (m/s2).

Hm = Altura manométrica de la instalación.

C y K= Coeficientes de ajuste determinados experimentalmente, y que responden a las siguientes


relaciones gráficas:

El coeficiente K representa la inercia del equipo de bombeo, en función de la cinética del


agua, en el instante del corte de energía, y cuyos valores redondeados recomendados para una
mayor facilidad de aplicación de la fórmula son los siguientes:

El coeficiente C suple el efecto de otras energías en el cálculo (como la de descompresión


del agua, por ejemplo) y que influyen en instalaciones de pendientes bajas. En función de la
pendiente hidráulica de la instalación, se recomiendan los siguientes valores.
Longitud crítica de la instalación: En relación con la velocidad de propagación de la onda y
el tiempo de parada del agua, puede determinarse una tercera característica de la instalación: su
longitud crítica.

𝑎𝑇
𝐿𝑐 =
2
Donde:

T = Tiempo de parada. (s) y a la celeridad (m/s).

En función de la relación entre esas variables se procederá a calcular el golpe de ariete, en


definitiva el incremento de presión, mediante una fórmula u otra.

Para tiempos de parada o maniobras de cierre lentos o instalaciones cortas: Significa que el
tiempo de parada del agua es mayor que la frecuencia (o periodo) de propagación de la onda, o que
la longitud de la instalación es menor que la longitud crítica. Para este caso la fórmula que se aplica
para calcular el golpe de ariete y obtener el incremento de presión producido es la propuesta por
Michaud:

Para tiempos de parada o maniobras de cierra rápidos o instalaciones largas: En aquellas en


las que el tiempo de parada del agua es menor que el periodo de propagación de la onda, o que su
longitud es mayor que la longitud crítica. En esta circunstancia aplicará la fórmula de Allievi para
valorar el incremento de presión.

Causas: Las causas del Golpe de Ariete son muy variadas. Sin embargo existen cuatro
eventos comunes que típicamente inducen grandes cambios de presión:

1. El arranque de la bomba puede inducir un colapso rápido del espacio vacío que existe aguas
abajo de la bomba.
2. Un fallo de potencia en la bomba puede crear un cambio rápido en la energía de suministro
del flujo, lo que causa un aumento de la presión en el lado de succión y una disminución de
presión en el lado de la descarga. La disminución es usualmente el mayor problema. La
presión en el lado de descarga de la bomba alcanza la presión de vapor, resultando en la
separación de la columna de vapor.
3. La abertura y cierre de la válvula es fundamental para una operación segura de la tubería.
Al cerrarse una válvula, la parte final aguas abajo de una tubería crea una onda de presión
que se mueve hacia el tanque de almacenamiento. El cerrar una válvula en menos tiempo
del que le toma a las oscilaciones de presión viajar hasta el final de la tubería y en regresar
se llama “cierre repentino de la válvula”. El cierre repentino de la válvula cambiará
rápidamente la velocidad y puede resultar en una oscilación de presión. La oscilación de
presión resultante de una abertura repentina de la válvula usualmente no es tan excesiva.
4. Las operaciones inapropiadas o la incorporación de dispositivos de protección de las
oscilaciones de presión pueden hacer más daño que beneficio. Un ejemplo es el exceder el
tamaño de la válvula de alivio por sobre-presión o la selección inapropiada de la válvula
liberadora de aire/vacío. Otro ejemplo es el tratar de incorporar algunos medios de
prevención del golpe de ariete cuando este no es un problema.

Efectos: El fenómeno del golpe de ariete puede generar presiones extremas en las redes de
distribución, lo cual puede llevar a fallas en la red y artefactos hidráulicos, e inclusive rupturas en
las tuberías, con el consiguiente riesgo de corte del servicio, pérdidas de agua, intrusión de
contaminantes al sistema, etc.

Un golpe de ariete severo puede generar la separación de la columna de agua, con


consecuencias desastrosas para la integridad de las tuberías. Debido a esto la simulación del flujo
no-permanente y del golpe de ariete se ha convertido en un requisito esencial para asegurar el
correcto diseño y operación de los sistemas de distribución de agua, bien sea mediante sistemas
físicos o aplicaciones de software.

Soluciones prácticas: El doctor Michael Lahlou explica las recomendaciones que se dan
respecto a presiones, como son el uso de algunas herramientas para reducir los efectos del Golpe de
Ariete, como las siguientes:

Válvulas: Son elementos que se cierran lentamente para permitir moderar el aumento en la
presión cuando las ondas de sobrepresión del agua más baja regresan del tanque de
almacenamiento. Pueden ser un método efectivo de control, sin embargo, deben ser propiamente
clasificadas y seleccionadas para no provocar efectos secundarios. Además, pueden ser el medio
menos costoso.

Bombas: Los problemas de operación en el arranque de la bomba pueden evitarse


incrementando el flujo en la tubería lentamente hasta colapsar o desalojar los espacios de aire
suavemente. Además de obtener una presión baja también resultará en menores niveles de caballos
de fuerza durante la operación, y así se conseguirá una economía de operación.

Tanque de oscilación: Lo que hace el tanque es liberar la presión y poder almacenar el


líquido excesivo, dando al flujo un almacenamiento alternativo mejor que el proporcionado por la
expansión de la pared de la tubería y compresión del fluido. Sin embargo, pueden ser un dispositivo
de control costoso.
Cámara de aire: Las cámaras de aire son instaladas en áreas donde puede haber Golpe de
Ariete frecuentemente. Se pueden encontrar detrás de accesorios de los lavabos y en tinas de baño.
Lo que hace es comprimir el aire para absorber el choque, protegiendo la tubería y los accesorios.

Cavitación: La cavitación, también conocida como aspiraciones en vacio, es un fenómeno


hidrodinámico que se presenta en sistemas hidráulicos cuando el fluido líquido transportado pasa
repentina y rápidamente al estado gaseoso, por experimentar una descompresión que lo lleva por
debajo de su presión de vapor; esta variación abrupta en la presión, que ocurre naturalmente para
conservar la constante de Bernoulli cuando el fluido experimenta un aumento de velocidad o de
temperatura (y, por lo tanto, de energía cinética) y/o cuando aumenta el valor de las pérdidas de
energía (por la presencia de bombas, turbinas, accesorios y elementos de reducción), provoca que
en el líquido se formen especie de burbujas o “cavidades” de vapor.

Dichas burbujas viajan a altas velocidades por el sistema hasta que, por haber alcanzado
zonas de mayor presión, vuelven al estado líquido, cambio que provoca que colapsen súbitamente.
Tal implotación provoca que el fluido que rodee su superficie sea arrastrado hacia su interior,
formando una especie de hendidura, la cual origina un “micro-chorro” (por cada burbuja) de
velocidades cercanas a la del sonido, que puede disiparse en la corriente del líquido o bien chocar
contra cualquier superficie con la que se encuentre (como álabes de turbinas, rodetes de bombas,
hélices de barcos, válvulas reguladoras y hasta los mismos tubos y mangueras del sistema).

El primero de estos escenarios resulta prácticamente inofensivo, pero el segundo conlleva a


la formación de una especie de picaduras en la superficie de choque, debido a la acción de altas
presiones localizadas. Dichas picaduras debilitan estructuralmente al material (pudiendo llegar a
oxidarlo, según su composición) y convierten a la sección afectada en una zona de mayor pérdida
de presión y, por lo tanto, en un mayor foco para la formación de burbujas de vapor.

Todo este proceso viene acompañado de ruidos y vibraciones, generalmente perceptibles y


distintivos (pareciendo que se tratara de grava que golpea en diferentes partes de una máquina).

Clasificación: Existen dos tipos de cavitación: cavitación por flujo (o hidrodinámica) y


cavitación por ondas (o acústica).
Cavitación por flujo: Es la cavitación que se produce en tuberías donde la presión del
líquido alcanza valores próximos al de su presión de vapor, tal como puede ocurrir en la garganta de
un tubo Venturi, a la entrada del rodete de una bomba centrífuga o a la salida del rodete de una
turbina hidráulica de reacción.

Cavitación por ondas: Este tipo de cavitación aparece cuando se propagan ondas de
compresión o expansión por un fluido líquido en estado de reposo, como consecuencia de
explosiones u otras perturbaciones como el Golpe de Ariete.

Es mucho menos frecuente que la cavitación por flujo, hasta el punto que esta última es la
que se considera como cavitación. Sin embargo, es igualmente importante estudiarla, aún cuando
esto se realiza bajo el marco del análisis del Golpe de Ariete.

Estudio: Debido a la propia naturaleza del fenómeno de cavitación y al grado de


subjetivismo al que está sujeta la interpretación de sus señales, no se ha podido obtener una
descripción matemática precisa del mismo, de la cual se deriven resultados de aplicación sencilla y
generalizada. Por lo tanto, el tratamiento práctico de la cavitación en el análisis y en el diseño
hidráulico (es decir, la formulación de las relaciones entre las magnitudes medias de flujo y las
propiedades del fluido, con la posibilidad de ocurrencia de este fenómeno) se basa en la
experimentación en modelos físicos y de observaciones de calibración en prototipos.

Entre estos métodos experimentales para estudiar el rendimiento de una máquina con
respecto a la cavitación existen ciertas diferencias, debido a que se consideran distintos fenómenos
físicos para determinar y evidenciar el comienzo de la cavitación, como lo son:

1. Cambios en el rendimiento hidráulico de la máquina, evidenciados por variaciones de


altura, potencia, caudal, etc. cuando se reduce gradualmente la altura total de succión de la
máquina (manteniendo constantes las demás condiciones de funcionamiento).
2. Observación directa o mediante fotografías de las burbujas de vapor en los álabes del
motor.
3. Presentación de ruidos y vibraciones detectables mientras la máquina se encuentra en
funcionamiento.

Sin embargo, y aunque el primer método es el más exacto y el que arroja mejores resultados
de valor práctico, se recomienda compensar los tres ensayos entre sí, considerando que, de tal
manera, se abarcan todos los aspectos relacionados con el fenómeno de cavitación.

Tomando esto en cuenta, con el paso del tiempo y gracias a los avances tecnológicos, se han
desarrollado diversos bancos de simulación del fenómeno físico, algunos en físico y otros en
aplicaciones software. En ambos casos se logra observar el comportamiento de un fluido en su paso
por un sistema de tuberías, evidenciándose los puntos más sensibles o propensos a sufrir los efectos
de cavitación, lo cual permite hacer una proyección de los problemas estructurales que podría
causar el fenómeno en configuraciones hidráulicas similares pero de mayor tamaño.

Algunos de estos son:


 Máquina de simulación de cavitación H400: Esta es una unidad con la que se busca
provocar la cavitación, mediante cambios en las condiciones de presión y velocidad del
fluido, para determinar tanto las variaciones de la presión de vapor del líquido como los
efectos del fenómeno sobre piezas de distintos materiales.

Este es un sistema completamente autónomo que funciona en


circuito cerrado. La vena de ensayo está constituida por un venturi
transparente de plexiglás, de sección rectangular con tomas de presión
al cuello y por arriba de la vena (enlazadas con el manómetro colocado
por encima de la vena). El conjunto se monta sobre un armazón con
ruedas para facilitar su desplazamiento, colocándose la bomba y el
tanque de alimentación sobre la parte inferior del edificado. El aparato
es equipado con una válvula de arreglo del flujo, con un flujómetro y
con un termómetro, siendo recomendable colocar, además, un
estroboscopio para lograr una mejor visualización de los fenómenos de
la cavitación.

 Dispositivo CAVERMOD (CAvitation ERosion MOdel): La utilización de este sistema


permite estudiar el fenómeno de cavitación bajo un amplio rango de condiciones, pues da la
opción de cambiar los parámetros de funcionamiento de una bomba hidráulica, de
centralizar la zona de impacto de las burbujas de cavitación, y de intercambiar partes del
sistema por otras de materiales diferentes.

Se vale principalmente de una cámara cilíndrica de rotación, limitada en una de sus


extremidades por una sección donde se colocan los especímenes a probar; la extremidad opuesta
esta acoplada, a través de una membrana elástica, con un pistón de movimiento axial (siendo el
movimiento de este el que origina las burbujas de vapor).

Un aspecto resaltante de este dispositivo es que, además de posibilitar el estudio de la


cavitación en el sistema de tuberías ensayado, logra reconstruir la secuencia de implosión de las
burbujas de vapor mediante una serie de fotografías tomadas de manera automática en intervalos de
tiempo subsecuentes, ampliando el conocimiento sobre este fenómeno.

 FLOW-3D ®: Este es el software CFD líder en


simulación de fluidos en superficie libre en régimen
transitorio. No obstante, también permite simular la
evolución de fluidos en entornos confinados. Su sencillo
sistema de mallado e interfaz, permite observar con
facilidad como seria el deterioro de los elementos de un
sistema hidráulico que funcione bajo condiciones de
cavitación durante periodos de tiempo establecidos,
indicándose las zonas de altas presiones localizadas y
siendo posible calcular el valor de las mismas.

Es importante mencionar que este software es uno de los más utilizados para analizar el
fenómeno de Golpe de Ariete.
Casos particulares de cavitación en hélices de barcos y bombas hidráulicas.

En hélices de barcos: Cuando por girar muy rápido o por exceso de velocidad del barco, la
presión de la cara anterior de la hélice (la que está más a proa) decae a valores muy pequeños, se
forman burbujas de vapor en la zona con depresión por culpa del vacío que se ha creado, las cuales,
rápidamente, salen de esta zona de la hélice y vuelven a una zona con presión normal, para entonces
colapsar y condensarse otra vez en líquido. Tal colapso es muy violento y produce vibraciones,
ruidos y pérdidas de prestaciones que pueden estropear fácilmente una hélice, mellando sus bordes
de ataque, doblando las palas o picando su superficie.

En bombas hidráulicas: El fenómeno de la cavitación específicamente referido a las


bombas hidráulicas puede ser clasificado de dos maneras, según la forma como se produzca:
cavitación de succión y cavitación de descarga.

Cavitación de succión: La cavitación de succión se presenta en aquellos casos donde la


succión de la bomba se encuentra en unas condiciones de baja presión/alto vacío que hacen que el
líquido se transforme en vapor a la entrada del rodete. Este vapor es transportado hasta la zona de
descarga de la bomba, donde el vacío desaparece y el vapor del líquido se condensa debido a la
presión de descarga. Se produce entonces una violenta implosión sobre la superficie del rodete, la
cual da lugar, con el tiempo, a grandes cavidades producidas por los trozos de material arrancados
por el fenómeno (lo que origina el fallo prematuro de la bomba).

Cavitación de descarga: La cavitación de descarga sucede cuando la descarga de la bomba


es muy alta, lo que ocurre normalmente en bombas hidráulicas que funcionan a menos del 10 % de
su punto de eficiencia óptima. Debido a la elevada presión de descarga ocurre un fenómeno llamado
“slippage”, según el cual la mayor parte del fluido circula por dentro de la bomba en vez de salir
por la zona de descarga. A medida que el líquido fluye alrededor del rodete, debe pasar a una
velocidad muy elevada a través de una pequeña apertura entre el rodete y el tajamar de la bomba;
con esto se genera un vacio en el tajamar de la bomba (de manera similar a lo que ocurre en un
venturi), el cual provoca la transformación del liquido en vapor, el cual luego se vuelve a condensar
antes de salir de la bomba.

En estos casos se observa un desgaste prematuro del rodete, tajamar y álabes, siendo posible
que, además, ocurra un fallo prematuro de las juntas de estanqueidad y rodamientos de la bomba
(debido a la alta presión de funcionamiento) y hasta que se rompa el eje del rodete.

Es importante mencionar que, independientemente de si la cavitación es de succión o de


descarga, siempre se ven afectadas las ranuras metálicas, las uniones de los tubos con la bomba, y la
superficie de las demás piezas de la bomba que estén expuestas a las burbujas de vapor al momento
de su colapso; pero los elementos de las bombas hidráulicas que concentran la mayor parte de la
erosión producida por la cavitación son los álabes de los rodetes, ya que estos, cuando se aceleran,
originan zonas de baja presión a su alrededor (tanto menor la presión cuanto más rápido se
muevan). En estas zonas, al alcanzarse la presión de vapor, el fluido se vaporiza y se forman las
pequeñas burbujas de vapor que, al colapsar sobre sí mismas, causan los sonidos y vibraciones y el
desgaste característico de la cavitación.
Efectos: La cavitación es, en la mayoría de los casos, un suceso indeseable, ya que
disminuye considerablemente el rendimiento de dispositivos como hélices y bombas, al erosionar la
superficie de sus componentes y al crear fricción y turbulencia en el fluido transportado, con lo que
se acorta su vida útil.

Además, cuando se presenta en submarinos imposibilita a estos navíos de guerra mantener


sus características operativas de silencio e indetectabilidad por las vibraciones y ruidos que la
cavitación provoca en el casco y las hélices (razón por la que es todavía más estudiado, evitado e
indeseado en este campo).

Otro ejemplo de cavitación perjudicial ocurre en los ríos. En estos casos la cavitación se
genera a partir de irregularidades del lecho, disociando el agua y el aire; ambos son sometidos a
presiones, dando lugar a burbujas que, con la fuerza del agua, se descomponen en tamaños
microscópicos, saliendo disparadas a gran velocidad. Esto provoca un fuerte impacto en el lecho
que puede ser de hasta 60 t/m², al igual que ocurre en los pilares de los puentes (donde la cavitación
es un proceso erosivo frecuente).

Sin embargo, existen circunstancias en las cuales este fenómeno es más bien aprovechado
por el hombre. Por ejemplo, la supercavitación (rápido movimiento de un objeto en un fluido, el
cual genera cavitación a su paso) tiene aplicaciones militares como en los torpedos de
supercavitación en los cuales una burbuja rodea al torpedo, eliminando toda fricción con el agua y
permitiendo alcanzar altas velocidades, incluso hasta a velocidades supersónicas.

La cavitación también puede ser un fenómeno positivo en los dispositivos de limpieza


ultrasónica, los cuales hacen uso de ondas sonoras ultrasónicas y se aprovechan del colapso de las
burbujas durante la cavitación para limpiar superficies, tal como ocurre en los tratamientos estéticos
anti-grasa.

Pero el campo donde más se utiliza la cavitación a favor de los objetivos establecidos es en
la ingeniería de saneamiento, destacándose el uso de un instrumento llamado sonicador. Este
aparato posee una punta que se sumerge en la solución a tratar y vibra a frecuencias ultrasónicas,
causando cavitación. Las burbujas generadas luego colapsan, liberando su energía mecánica en
forma de ondas de choque equivalente a varios miles de atmósferas de presión, rompiendo células
presentes en la suspensión. De esta manera es posible eliminar partículas dañinas, aplicando el
ultrasonido durante un tiempo acorde al tipo de células, al tamaño de la muestra y a la
concentración celular (por ejemplo, para las células bacterianas, como la E. coli, la aplicación de
ultrasonidos durante 30 a 60 segundos puede ser suficiente; mientras que células de levadura
pueden necesitar de dos a 10 minutos).

Soluciones prácticas: La cavitación es un efecto físico cuya aparición depende de las


condiciones de funcionamiento del sistema. Por lo tanto, cuando se proyecta una instalación debe
procurarse que no aparezca cavitación en ningún punto o bien que sus efectos sean lo menores
posibles, especialmente si se considera que una vez que un elemento del sistema ha sufrido daños
por cavitación la única solución que existe es su reemplazo por uno nuevo.

Para lograr que tal proyección sea adecuada se debe tener en cuenta lo siguiente:

 Acatar las especificaciones y límites de capacidad de succión vertical de la bomba, para


mantener todos los valores dentro de los márgenes permisibles.
 Mantener la entrada de la bomba hidráulica limpia y libre de obstrucciones, evitando la
utilización de filtros (ya que estos son de difícil mantenimiento, debido al lugar donde se
encuentran dentro de la bomba).
 Utilizar una tubería de succión lo más corta posible, con un diámetro interno lo
suficientemente grande.
 Minimizar al máximo el número de codos en la línea de la aspiración, tratando de evitar
codos de 90° (se recomienda colocar dos codos de 45° en su lugar).
 Colocar la bomba por debajo del nivel de aceite en el tanque. Cuando esto no sea posible o
cuando no se puedan crear condiciones favorables de alimentación, se debe utilizar un
tanque presurizado o una bomba auxiliar para mantener un suministro de aceite a baja
presión para la bomba principal.
 Evitar la entrada de aire al sistema, especialmente en las cercanías de la bomba.
 Elegir válvulas adecuadas, recordando que las válvulas de compuerta y mariposa solo se
utilizan para trabajar en condiciones completamente abiertas o cerradas; y que las válvulas
de paso anular se emplean como válvulas de control según las condiciones de trabajo.
 Si en una tubería a presión van a existir grandes diferencias entre los caudales circulantes,
se debe colocar en paralelo con la válvula reguladora principal una segunda válvula
reguladora de menor tamaño que trabajará cuando los caudales sean bajos, tal y como se
muestra en la figura.
CONCLUSIÓN

Una vez culminado el presente informe, junto con el proceso de investigación e


interpretación requerido para ello, es posible afirmar, a manera de conclusión, que los fenómenos de
golpe de ariete y cavitación en sistemas de tuberías ocurren, la gran mayoría de las veces, como
consecuencia de errores humanos, ya que, si bien son indeseables, ocurren debido a diseños
inapropiados, a la utilización de elementos sobredimensionados o inadecuados para el sistema de
acuerdo a la configuración y finalidad del mismo, a acciones de mantenimiento insuficientes o
inapropiadas, a comportamientos no previstos del fluido, y a una manipulación inadecuada del
sistema que se traduce en paradas repentinas de flujo o en aumentos repentinos de la velocidad del
fluido.

Por lo tanto se confirma la necesidad de mantenerse dentro de lo establecido en las normas


y especificaciones técnicas que sean pertinentes al momento de diseñar, montar y operar un sistema
de tuberías, considerando que de esta manera se disminuye la posibilidad de que ocurran los
fenómenos de golpe de ariete y cavitación, a la vez que se optimiza el funcionamiento del sistema y
se alarga su vida útil. Además es importante estar al tanto de las características y propiedades del
fluido que se va a transportar y de los accesorios, válvulas, bombas y turbinas que se van a utilizar
en el sistema, debido a que esto permite conocer los limites que deben ser respetados mientras el
sistema esta operativo para evitar la aparición de los fenómenos mencionados.

Finalmente se llega a la conclusión de que todo ingeniero civil debe tener conocimientos
acerca de los temas tratados anteriormente, ya que estos constituyen un pilar fundamental en el
desarrollo de cualquier obra ingenieril relacionada con la hidráulica.
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