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UNIDAD III Momentos de una Clase.

La clase es una forma de organización de los procesos de enseñanza y


aprendizaje, donde interactúan docentes, estudiantes y éstos últimos entre sí.
Para que la clase contribuya efectivamente al desarrollo de los y las estudiantes,
debe organizarse de modo que éstos puedan:

• Participar de forma activa, creativa e independiente, teniendo en cuenta sus


posibilidades y necesidades educativas y asumiendo en todo momento un papel
protagónico.

• Interactuar con el docente y sus compañeros, planteando sus puntos de vista


e intercambiándolos, influyéndose mutuamente, participar en la toma de
decisiones en aquellos aspectos de intereses y significación para todo el grupo.

• Cumplir con las normas de comportamiento dentro de ellas, solicitando la


intervención, escuchando al docente y al resto de los y las estudiantes.

Para que el estudiante pueda comportarse de esa forma, el docente debe:

• Propiciar un clima favorable de diálogo abierto, franco y de respeto mutuo, que


permita la participación, así como ganar confianza y seguridad en lo que
aprende.

• Organizar el contenido de aprendizaje utilizando el trabajo en parejas o en


equipos que permita la colaboración con los otros.

• Las tareas docentes deben incrementar sistemáticamente las exigencias


cognoscitivas y formativas, así como contemplar los contextos culturales en que
se desarrollan los y las estudiantes, su presentación debe motivar la realización
de esfuerzos por cumplirlas y satisfacer la adquisición de nuevos conocimientos.

• Tener presente en la dirección de la clase los tres momentos de la actividad,


orientación, ejecución y evaluación.

En la unidad de clase se planifican estos tres momentos con actividades que


cumplan con unos propósitos específicos. A continuación se explica:

Inicio:
Son las actividades de motivación, juegos, dinámicas, canciones, refranes,
adivinanzas, lecturas cortas, demostración de experimentos, demostración de
afiches, láminas, mapas que tengan relación con la temática a desarrollar. Así
como la Exploración de conocimientos previos: conversación socializada,
preguntas intercaladas, Lluvia de ideas, Tácticas de interacción verbal…

Desarrollo:

Son actividades integradas que permitan estimular todos los canales de


aprendizaje con estrategias variadas y adaptadas al tipo de contenido y a lo que
se espera alcanzar (Evaluación). Se redacta como procedimientos, siguiendo las
pautas dadas. Es decir se debe apreciar en la redacción el cómo, de qué se trata,
con qué se realiza, quienes participan y para que se hace. Además se deben
visualizar los ejes y los pilares o intencionalidades. No es necesario escribir el
contenido. Recuerden el uso de recursos estimulantes para el aprendizaje

Cierre:

Son las actividades que se realizarán para comprobar los aprendizajes


individuales y puesta en común (Todos), Puede ser: recuento del
docente, conversación socializada acerca de lo aprendido (afianzar),
construcción de definiciones y conclusiones, auto reflexión ¿Qué aprendí hoy?,
representación gráfica, ejercitación para comprobar, Lluvia de ideas acerca de lo
aprendido, técnica de la pregunta, mapas mentales, resolución de problemas
(Metacognición), además se refleja el refuerzo para el hogar.

LOS TRES MOMENTOS DE LA CLASE

Existen innumerables formas de abordar y de realizar una clase. Lo


esencial es que los alumnos le encuentren sentido a la clase y se apropien de
los contenidos que se esperan aprender, de tal forma que los puedan transferir
a otras situaciones de su vida cotidiana. Planificar el trabajo de aula consiste en
diseñar situaciones de aprendizaje y actividades pertinentes con los
aprendizajes esperados y encontrar la mejor manera de organizar el “paso a
paso” para alcanzar estos aprendizajes, en los tiempos que se señalan. La
organización del paso a paso implica la distribución y estructuración de las
actividades de la clase. La planificación e implementación de una clase, de
acuerdo a una estructura, es uno de los varios aspectos que influyen en el logro
de la calidad en los aprendizajes de los estudiantes y que permiten hacer de ellas
una experiencia enriquecedora y estimulante, tanto para el alumno como para el
docente.

El inicio de la clase es el momento clave para motivar y lograr que los


alumnos y alumnas se involucren y le otorguen sentido al aprendizaje de los
nuevos contenidos que se abordarán. En este momento el docente aplicar
estrategias para comunicar los propósitos de la clase y los aprendizajes a lograr
(el qué y para qué de la clase) y para recuperar los conocimientos previos de los
estudiantes con la finalidad de que éstos puedan establecer vínculos con los
nuevos aprendizajes.

Durante el desarrollo de una clase es importante que las estrategias de


enseñanza implementadas por el profesor o profesora constituyan un desafío y
sean coherentes y significativas para los estudiantes. Que las situaciones de
aprendizaje que se les ofrecen los lleven a recurrir a sus conocimientos previos,
intereses y experiencias, a interactuar entre ellos colaborativamente, de modo
que aprendan unos de otros y estimulen el desarrollo del pensamiento. Así
podrán vincular los contenidos nuevos a situaciones reales. Una manera en que
el docente contribuirá a desarrollar el pensamiento es a través de la formulación
de preguntas y problemas abiertos que inviten a los alumnos y alumnas a
elaborar sus propias respuestas. El momento de cierre de la clase se caracteriza
por ser una instancia en que se invita a los alumnos y alumnas a efectuar una
metacognición de lo vivido en el aula, es decir, que tomen conciencia de sus
progresos, de sus nuevos aprendizajes y puedan extraer sus propias
conclusiones. Este es el momento en que el profesor o profesora y/o los
estudiantes sintetizan los contenidos, planteando nuevos desafíos o tareas para
realizar y también evaluar el logro de los objetivos de la clase. La
retroalimentación oportuna y constructiva por parte del docente y entre
compañeros favorece la comprensión y constituye un aporte en sus procesos de
aprendizaje.

En los albores del siglo XXI, la educación necesita cada vez con más apremio
del concurso de diferentes disciplinas que contribuyan a dar el salto cualitativo
necesario para abrirnos al progreso científico y cultural que caracteriza a los
países más desarrollados del mundo.

Cada maestro y maestra debe tener la disposición de elevar el nivel pedagógico


de sus clases y trazar las estrategias psicológicas que favorezcan las actividades
docentes. Examinemos a continuación algunas de estas estrategias
encaminadas al desarrollo intelectual de los estudiantes.

ATENCIÓN

La atención se define como la actitud consciente dirigida a la percepción


selectiva de estímulos permanentes (1).

En términos neurofisiológicos, compartimos el criterio del Dr. Raúl Hernández


Peón: "la atención se refiere a un estado de expectación en el que la información
sensorial o mnéstica es percibida de forma selectiva. Esta selectividad está
siempre inevitablemente asociada con la falta de conciencia de una gran
cantidad de estímulos y memorias irrelevantes" (2).

El modelo de Broadbent (3) destaca la naturaleza selectiva de la atención, en la


que el organismo es forzado a elegir entre variedad de estímulos sensoriales
competidores que alcanzan los receptores. La naturaleza selectiva de la atención
necesita la postulación de alguna forma de mecanismo de filtraje que permita al
organismo realizar esta operación selectiva sobre las frecuencias. Cherry y
Speith (4, 5) han demostrado que la probabilidad de que un estímulo sea
seleccionado para pasar a través del filtro, depende de ciertos atributos físicos
del mismo y también del estado del organismo. La información que ha pasado a
través del filtro es transmitida a una parte del sistema que permita la acumulación
en la memoria reciente. El trabajo experimental de Broadbent y Heron (6, 7) ha
aclarado que la limitación de esta parte del canal de comunicación humano es
de tipo informativo, en la que el número de estímulos a que podemos responder
en cualquier momento, está determinado por la cantidad de información que
estos estímulos contienen. En el caso que nos ocupa, el alumno necesita dirigir
voluntariamente su percepción visual y auditiva a captar las explicaciones del
maestro o la maestra, con el ánimo de aprender. Los factores que favorecen o
dificultan la atención a las clases pueden ser de dos tipos:

1. Dependientes del maestro o la maestra

2. Dependientes del estudiante

FACTORES DEPENDIENTES DEL MAESTRO QUE INFLUYEN EN LA


ATENCIÓN DEL ALUMNO

La motivación del maestro

Cuando un maestro prepara su clase debe reflexionar sobre la técnica que


utilizará para presentar el tema en forma atractiva a sus alumnos.

Investigaciones neuropsicológicas iniciadas por Lurin (8) y más recientemente


por Knipst (6), demuestran que la atención puede ser enfocada sobre estímulos
importantes, sean éstos físicos o psíquicos, y, por consiguiente, la atención está
asociada en forma íntima con la motivación y el aprendizaje.
La motivación no debe limitarse a los primeros minutos de una clase, sino que
conviene que abarque el tiempo completo de la actividad docente; y tendrá como
objetivo que los alumnos encuentren una utilidad en los conocimientos que les
enseñan.

El aburrimiento de los alumnos aumenta cuando disminuye la motivación del


profesor

De la voz del maestro

La voz del maestro debe ser escuchada por todos sus alumnos en forma clara y
con adecuada pronunciación, sin omitir ni cambiar el sonido de ningún vocablo.

Hay profesores que imparten las clases en un tono de voz tan alto que resulta
molesto al auditorio. Sus estudiantes no se duermen en el aula, pero su conducta
es intranquila o se dedican a pensar en algo diferente a lo que se les enseña,
como un mecanismo de defensa para evadir los gritos de su profesor.

Otros hablan tan bajo que solamente son escuchados por los que se sientan
cerca; los que están en el fondo del aula ni siquiera perciben lo que se les dice y
los que escuchan, dormitan arrullados por la cálida, suave y monótona voz de su
profesor.

La atención de los estudiantes no se consigue gritándoles ni susurrándoles

Del lenguaje corporal del maestro

Las clases hay que impartirlas no sólo utilizando el lenguaje hablado o escrito
sino, además, haciendo uso del lenguaje corporal.
Los movimientos de las manos, los brazos, la cara y el resto del cuerpo sirven
para dar énfasis a nuestras explicaciones, para transmitir vida a la clase que se
imparte. Conviene que exista armonía entre el gesto y la palabra, sin exagerar la
gesticulación porque motivaría a risa de los estudiantes.

Cuando el maestro camina moderadamente por el aula, haciendo pausas,


favorece la concentración de la atención de los estudiantes. No conviene caminar
constantemente porque puede llegar a producir cansancio en los muchachos,
más aún si éstos deben girar la cabeza para observar a su profesor.

Algunos docentes se mantienen todo el tiempo sentados o parados en un mismo


sitio sin gesticular apenas; esto no favorece la atención de sus estudiantes todo
lo contrario, se cansan pronto y el sueño se apodera de ellos.

Los alumnos atenderán las clases del maestro que sepa enseñar con todo el
cuerpo

De la relación afectiva entre el maestro y el alumno

La condición más importante para despertar en los estudiantes el deseo de


atender una clase, es crear un clima emocional favorable entre el maestro y los
alumnos.

Así como hay alumnos que rechazan a su profesor, existen profesores que se
sienten predispuestos hacia un alumno apenas conocido, dando lugar a que
produzca el denominado: "Efecto de Rosenthal o efecto de Pigmalión", el cual
fue formulado por Rosenthal, según el cual "las expectativas sobre una personan
condicionan tendencialmente sus realizaciones correspondientes. Llevado al
caso que nos ocupa, un estudiante considerado por el maestro como inteligente,
arrojará buenos rendimientos escolares, y un alumno considerado como
deficiente, unos rendimientos malos" (10).

Es hora de superar el comportamiento prehistórico del profesor que atemoriza a


sus estudiantes para que logren alcanzar éxitos docentes.

Se atiende más a un maestro que se tiene como amigo que a uno que sólo inspira
temor a sus alumnos

De la calidad y el uso de los medios de enseñanza

La atención está estrechamente relacionada con la percepción, por tanto, si el


maestro necesita escribir algo en la pizarra, debe tomar en consideración que el
tamaño y claridad de la letra permita una lectura fácil y rápida. Lo mismo ocurre
con las láminas que se presenten, deberán tener un tamaño apropiado y, si
representan figuras, es preferible que tengan colores atractivos.

Las grabaciones u otros materiales auditivos deben tener la intensidad de sonido


para que se le pueda escuchar fácilmente pero evitando caer en el extremo
opuesto; es decir, que el volumen sea demasiado alto y resulte desagradable
escucharlo.

El uso adecuado de los medios de enseñanza incluye saber utilizarlos en el


momento preciso. Conviene que mientras se está mostrando una diapositiva, por
ejemplo, no se escriba en la pizarra ya que la atención del estudiante puede
concentrarse en el estímulo que le resulte más atractivo y no precisamente en el
que se necesita en ese momento.

Lo que fácilmente se percibe,


sin dificultad se atiende

FACTORES DEPENDIENTES DEL ALUMNO

La motivación

Para que un alumno atienda a las clases necesita estar motivado hacia las
mismas.

No son pocos los estudiantes que dan muestras de alegría al conocer que
determinada maestra será quien le imparta las clases durante el curso escolar
que se inicia, otros sienten júbilo con los nuevos libros y libretas. Todo este
entusiasmo constituye una motivación inicial que, si se mantiene, puede influir
favorablemente en la atención a las clases.

Asistir a la escuela no significa estar motivado hacia la misma; no basta con estar
físicamente en el aula y psicológicamente ausente de la misma, pensando en
otras cosas totalmente ajenas a la asignatura que el profesor explica,
recreándose en recordar otros hechos ajenos a la actividad docente.

¿A qué puede deberse esta falta de motivación? Una de las principales causas
es el criterio que tiene la familia sobre lo que es la escuela. Hay padres que no
le preguntan a sus hijos cómo salieron en los exámenes, ni nada relacionado con
su superación docente; para ellos la escuela representa únicamente el lugar
donde sus hijos deben permanecer para que no molesten en la casa.

Por esta razón el muchacho siente que la escuela es una especie de prisión a la
cual sus padres le envían. Es lógico pues, que la rechace y permanezca sentado
en el aula mientras su mente escapa de la misma.
Para que el alumno atienda es necesario que se "enamore de las clases".
Algunos rechazan la Matemática al inicio del curso y luego se sienten motivados
hacia dicha asignatura. Pero, este cambio no ocurre espontáneamente; es
necesario que su maestro/a elabore una estrategia psicopedagógica para
ayudarle.

Si no hay motivación por la escuela,

no puede haber atención a la clase

Del lugar que ocupa en el aula

Se observa una tendencia en los estudiantes más aplicados a sentarse cerca del
profesor, en cambio, los que tienen más dificultades prefieren ocupar los últimos
asientos.

Carece de importancia que un estudiante que suele atender a las clases se


siente en el fondo del aula; pero no conviene que lo haga un muchacho que
tiende a distraerse. Las razones son elementales:

Cuando una persona se sienta al final de un local, su campo visual es más amplio
y aumenta la cantidad de objetos y de personas que percibe. Esto puede dar
lugar a la distracción.

Algunos estudiantes que se sientan al final del aula acostumbran a hablar porque
se sienten menos observados por el maestro/a. Esta conducta distrae a los que
se encuentran a su alrededor.

Es conveniente que los alumnos distraídos se sienten cerca de su maestro

De la autoestima
El criterio que un estudiante tiene de sí mismo influye poderosamente en la
atención que le presta a las clases. Si un alumno está convencido de que es una
persona inteligente y capaz, su atención a las clases será buena. Pero si se
valora a sí mismo como torpe e incapaz de alcanzar éxitos docentes, poco será
lo que atienda a las explicaciones de su maestro/a.

La formación de la autoestima es clave para que los estudiantes se sientan


capaces de atender y comprender las clases

Del clima emocional que exista en el aula

Cuando un estudiante se siente bien al relacionarse con su grupo escolar y con


su maestro/a, se crea un clima psicológico que favorece el aprendizaje y
repercute positivamente en la atención a las clases. Pero si se siente a disgusto
entre sus condiscípulos o rechaza a su maestro, la atención a la clase disminuirá.

Un buen maestro debe priorizar las relaciones interpersonales con sus alumnos
y la de éstos entre sí.

Los psicólogos que trabajan en los colegios y escuelas deben trabajar también
en el mejoramiento de las relaciones humanas de los alumnos. No obstante, en
ocasiones el trabajo de éstos se limita a la exploración de la esfera cognoscitiva
y, en cambio, el análisis de la afectividad y la vida de relación de los estudiantes,
ocupa un lugar muy secundario. Esto constituye un criterio un tanto simplista de
la psicología de los estudiantes. Es cierto que la atención forma parte de la esfera
cognoscitiva, pero la afectividad influye poderosamente en la cognición, y
también la cognación.

Es imprescindible tener una comprensión integral del ser humano.


Cuando los alumnos/as se sienten a gusto en el aula, la atención a las clases es
mejor

De la estabilidad familiar

La familia ejerce una extraordinaria importancia psicológica y social en el ser


humano, sobre todo durante la infancia y la adolescencia. Por tal motivo, los
problemas familiares repercuten desfavorablemente en la psicología infantil
hasta el punto de afectar el aprendizaje.

No atiende lo mismo una niña proveniente de un hogar emocionalmente


equilibrado, que otra cuyos padres tienen frecuentes conflictos entre sí. La
primera podrá concentrarse en las clases sin dificultad. A la segunda, en cambio,
no le resultará fácil porque su mente estará ocupada con el recuerdo de las
dificultades y sufrimientos cotidianos de su familia (11).

No suele atender a clases el alumno

con conflictos familiares

MEMORIA

La memoria es la capacidad que nos permite evocar recuerdos del pasado


reciente o remoto (12). Se ha postulado que operan en la memoria reciente dos
mecanismos, un sistema p que sólo puede pasar información en forma sucesiva,
y un sistema s, que puede contener el exceso de información cuando el sistema
p está ocupado por completo (13).

El recuerdo permite al ser humano reproducir lo que con anterioridad ha


aprendido; por tal motivo, afirmar que los métodos actuales de enseñanza no
tienen entre sus objetivos el entrenamiento de la memoria del alumno, es
absurdo. No obstante, el peso que con anterioridad se le daba a la evaluación
de lo aprendido mediante la repetición textual de conceptos, clasificaciones y
otros materiales, hoy no es considerado en forma similar por las ciencias
pedagógicas.

Son requisitos esenciales para que los estudiantes logren memorizar los
contenidos de las clases, la motivación que tengan por la enseñanza que se les
imparte. Los estudiantes se esfuerzan por archivar en su memoria aquello que
consideren útil, lo demás es desechado y, por tanto, se olvida. Cuando un
profesor se queja de que un alumno/a no memoriza, la causa suele ser la falta
de motivación hacia lo que se le enseña, lo cual puede deberse a un manejo
pedagógico inadecuado.

La motivación es una condición previa de la atención y ambas son requisitos


para la memorización

PENSAMIENTO

"Es la elaboración interpretativa y ordenadora de informaciones. Designa el


ejercicio de funciones intelectuales o de conducta cognitiva, como la formación
de conceptos y diversas operaciones con estos o con otros esquemas de
diferente grado de abstracción. Designa también las operaciones tendentes a la
solución de problemas"(14). El pensamiento se caracteriza por una serie de
operaciones que analizaremos a continuación:

Cognición: implica el reconocimiento y la identificación de los elementos que son


objeto de aprendizaje. Para lograr el desarrollo de la cognición, el maestro debe
ejercitar en los estudiantes el proceso de comparación entre los elementos
conocidos y aquellos que se le van a enseñar.

Ejercicio de la memoria: sobre este aspecto ya se ha hablado con anterioridad.


Producción convergente: implica la obtención de una conclusión lógicamente
necesaria

Producción divergente: obtención de diversos conclusiones lógicas posibles.


Para lograr resultados óptimos en las producciones convergente y divergente del
pensamiento, el profesor tratará de elaborar estrategias psicopedagógicas
encaminadas a desarrollar los procesos analítico-sintético, generalización,
reversibilidad lógica del pensamiento, concreción y abstracción.

Cuando la enseñanza se basa en suministrarle toda la información al estudiante


y convertirlo en un ente pasivo del aprendizaje, los resultados nunca podrán ser
tan satisfactorios como cuando se emplea un enfoque constructivista en el cual
el alumno/a pasa a ser un sujeto activo y participativo en la clase.

Valoración o evaluación: permite la verificación del orden conocido o creado en


el pensamiento, es decir, de una hipótesis, en lo que Guilford considera que es
su tránsito de la situación de hecho a la situación de derecho (15).

Enseñar a elaborar hipótesis para comprobar su utilidad y aceptarlas o


reprobarlas, debe priorizarse como estrategia pedagógica

Para que podamos impartir una docencia cualitativamente superior, acorde con
las exigencias científicas de nuestros días, es necesario que cada maestro
incluya, dentro de los objetivos pedagógicos de su asignatura, el desarrollo de
las siguientes características del pensamiento:

Profundidad: la definiremos como la hondura o penetración y viveza de la


reflexión y de las ideas. Para que el pensamiento logre alcanzar el nivel máximo
de profundidad, es imprescindible que se introduzcan elementos investigativos
en el desarrollo de las asignaturas. Y se elaborarán preguntas de razonamiento
para ejercitar la reflexión de los estudiantes.

Hay profesores que cuando un alumno se aparta una tilde de la definición que
se ha dado en clase, devalúan su respuesta. De esta manera no se logra
desarrollar la profundidad del pensamiento, ni tampoco la característica que
explicaremos a continuación.

Independencia: para que los estudiantes sean capaces de pensar libremente y


de sustentar sus criterios, es preciso enseñarles a cuestionarse los criterios
propios y ajenos, sin imponer dogmáticamente la enseñanza. Para lograr este
objetivo se debe estimular a los estudiantes a elaborar ejemplos y explicaciones
que sean diferentes a las que el maestro expuso.

Flexibilidad: es la cualidad de ceder en las opiniones que se han tenido como


ciertas, cuando alguien demuestra soluciones superiores. La rigidez y la
inflexibilidad limitan la inteligencia y son contrarias al espíritu científico.

¿Qué es la motivación?, Tipos de motivación y ¿Cómo


motivar al alumno?
Posteado en diciembre 4, 2010
El capítulo de la guía pedagógica de esta semana trata sobre la motivación. Qué es la motivación, los
tipos de motivación y como motivar al alumno.
1. La motivación: es una atracción hacia un objetivo que supone una acción por parte del sujeto y

permite aceptar el esfuerzo requerido para conseguir


ese objetivo.

La motivación está compuesta de necesidades, deseos, tensiones, incomodidades y expectativas.


Constituye un paso previo al aprendizaje y es el motor del mismo. La ausencia de motivación hace
complicada la tarea del profesor. También decir que la falta de motivación por parte del alumno
queda a veces fuera del alcance del profesor.

2. Los tipos de motivación.

Antes de explicar los distintos tipos de motivación, debemos comentar que éstos se basan en los
factores internos y externo que engloban al alumno.
Podemos clasifar la motivación en cuatro tipos:

– Motivación relacionada con la tarea, o intrínseca: la asignatura que en ese momento se está
estudiando despierta el interés. El alumno se ve reforzado cuando comienza a dominar el objeto de
estudio.

– Motivación relacionada con el yo, con la autoestima: al intentar aprender y conseguirlo vamos
formándonos una idea de nosotros mismos positiva, que nos ayudará a continuar con nuestros
aprendizajes. Las experiencias que tienen los alumnos van formando poco a poco el autoconcepto y
la autoestima. Es el deseo constante de superación, guiado siempre por un espíritu positivo.

– Motivación centrada en la valoración social: la aceptación y aprobación que se recibe por parte
de las personas que el alumno considera superiores al él. La motivación social manifiesta en parte
una relación de dependencia hacia esas personas.

– Motivación que apunta al logro de recompensas externas: en este caso estamos hablando de los
premios, regalos, recompensas que se reciben cuando se han conseguido los resultados esperados.

3. ¿Cómo motivar al alumno?

Para saber como motivar debemos tener en cuenta algunos de los siguientes aspectos:

-Explicar a los alumnos los objetivos educativos que tenemos previstos para ese sesión.
– Justificar la utilización de los conocimientos que les intentamos trasmitir con las actividades que
les vamos a plantear.
– Plantearles las actividades de forma lógica y ordenada.
– Proponerles actividades que les hagan utilizar distintas capacidades para su resolución.
– Tomar los errores como nuevos momentos de aprendizaje y como momentos enriquecedores.
– Fomentar la comunicación entre los alumnos y las buenas relaciones, realizando tareas de grupo.
– Plantear el razonamiento y la comprensión como la mejor herramienta para la resolución de
actividades y conflictos.
– Aplicar los contenidos y conocimientos adquiridos a situaciones próximas y cercanas para los
alumnos.

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