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Hasta ahora hemos abordado la estructura y funciones de las diversas partes de la célula
procariota. Para terminar esta sección del programa, en este capítula vamos a tratar de
algunos casos de diferenciación celular en bacterias, es decir, procesos por los que a partir
de células “normales” (vegetativas) se producen formas celulares especializadas. Algunas
de ellas son formas de reposo, capaces de aguantar mucho tiempo en ausencia de
nutrientes (caso de la endospora). Muchas de ellas pueden resistir circunstancias
ambientales adversas (la endospora es, de hecho, la forma bacteriana más resistente a
calor, desecación, luz UV, etc).
Las endosporas son formas de reposo (y no formas reproductivas), que representan una
etapa del ciclo de vida de ciertas bacterias, y que se caracterizan por una estructura
peculiar, diferenciada respecto de las células vegetativas, por un estado metabólico
prácticamente detenido, y por una elevada resistencia a agentes agresivos ambientales.
La esporulación bacteriana es un sistema modelo donde se pueden estudiar, con relativa
sencillez, determinados problemas biológicos más generales: ¿qué bases moleculares y
genéticas tiene la diferenciación de un tipo de célula a otro tipo distinto?, ¿cómo se
regula el proceso en función del tiempo y del espacio?, ¿cómo se “reparten los papeles”
los tipos celulares implicados?, etc. Por esta razón, presenta un enorme interés para los
biólogos, interesados en escudriñar las bases íntimas de este tipo de importantes
cuestiones, tan frecuentes en los organismos superiores.
Al microscopio óptico, en fresco (sin teñir), aparecen como cuerpos esféricos, ovoides e
incluso en algunas especies, cilíndricos, muy refringentes, libres, o aún incluidos en la
célula vegetativa (célula madre).
Esporas deformantes
Esporas no deformantes
Según la localización de la espora dentro del esporangio:
Terminal
Subterminal
Central
Los esporangios deformantes de Clostridium son característicos:
Tinción:
No se tiñen por los colorantes normales. Hay que forzar por calor y/o mordientes (por
ejemplo, tras teñir reforzadamente con fuchsina, resisten decoloración por alcohol-ClH).
Otra tinción muy empleada es la reforzada con verde de malaquita (que es la que el
alumno realiza en nuestras prácticas de laboratorio).
El citoplasma de la espora contiene altas concentraciones de ion Ca ++ (1-3% del peso seco
de la espora), y de ácido dipicolínico (DPA) (10% en peso); ambos están formando un
quelato, llamado dipicolinato cálcico (DPC), una sustancia exclusiva de las esporas
bacterianas.
Papel del DPC: Como veremos, es una “reserva de Ca2+”, que durante la esporulación
secuestra este ión, lo que tendrá un papel importante en la deshidratación del
protoplasto; durante la germinación, la liberación del Ca 2+ será fundamental en este
proceso.
El protoplasto contiene un cromosoma completo, condensado, y todos los componentes
indispensables para reiniciar el crecimiento vegetativo cuando la espora germine, pero
carece de muchos componentes típicos de la célula vegetativa:
30% del NAM tiene tetrapéptidos normales, pero el grado de entrecruzamiento es muy
bajo (6%).
15% del NAM tiene solo la L-ala inicial, en lugar de tetrapétido.
55% de una modificación del ácido murámico (lactama del ácido murámico), producida
por condensación del -COOH lactilo con el -NH2, para formar la lactama
correspondiente).
Propiedades de la corteza:
1) Tiene un bajo grado de puentes entre tetrapéptidos (sólo un 6%). Ello condiciona:
a) una estructura más laxa, floja y flexible que el peptidoglucano normal, capaz de
expandirse en ausencia de cationes que neutralicen sus grupos negativos (sobre
todo del mDAP y del glutámico de los tetrapéptidos). Esto es la base de su
apariencia de gel.
1.3.4 CUBIERTAS
Fase I (t0-t1):
Fase II (t1-t2):
Se termina por formar un septo transversal acéntrico, cerca de un polo de la célula, por
invaginación de la membrana citoplásmica, y deposición de nuevo peptidoglucano
entre las dos membranas adyacentes.
Cada nucleoide queda segregado en uno de los dos compartimentos que se han
formado:
Fase IV (t3-t4):
Fase V (t4-t5,5):
Los materiales de las cubiertas (que se habían ido sintetizando durante las fases II y III
en el compartimento de la célula madre), comienzan a depositarse por fuera de la
membrana esporal externa.
Al final de esta fase se adquiere la resistencia al octanol.
Continúa la acumulación de DPA, que sigue secuestrando iones Ca2+ (formación del
quelato de dipicolinato cálcico, DPC).
Fase VI (t5,5-t7):
Las células pueden detener el proceso de la esporulación si durante las 4 primeras fases se
les suministra el nutriente que estaba limitando y que fue responsable del
desencadenamiento (efecto de desbloqueo metabólico). Pero a partir de la fase V el
aporte de nutrientes no tiene ya ese efecto inhibidor: el proceso de la esporulación ya es
irreversible, y se dice que la célula está comprometida (= obligada) a esporular.
El proceso de la esporulación es muy ordenado en el tiempo y en el espacio. En su base
genética existe un conjunto de varios operones específicos de la
esporulación (operones spo), sometidos a un finísimo control genético espacial y
temporal. El conjunto de estos operones (que se encuentran en cuatro zonas distintas del
cromosoma), se denomina esporulón, y comprende más de 125 genes. Las principales
características de los operones del esporulón son:
Cada célula madre exhibe una sola inclusión, que se puede presentar libre en el
citoplasma, o bien englobada en el exosporio de la espora. Los cuerpos parasporales
pueden ser amorfos, pero los más típicos son pseudocristales octaédricos
(bipiramidales). Están compuestos de la agregación regular de subunidades de una
glucoproteína de unos 120 kDa, sintetizada durante la fase IV.
1. La oruga come materia vegetal que lleva bacterias esporuladas. El cuerpo parasporal se
libera junto con la espora, cuando la célula madre se autolisa.
3. Esta toxina altera la permeabilidad del epitelio intestinal de la oruga, de modo que los
líquidos alcalinos del intestino pasan a la hemolinfa, que incrementa su pH por encima
de 8, lo cual termina provocando la parálisis rápida del insecto, y finalmente su
muerte.
Desde hace tiempo ciertos grupos de agricultores vienen usando inóculos de bacterias
esporuladas de las especies productoras de cuerpos parasporales para rociar sus plantas y
protegerlas de insectos: estamos ante un auténtico insecticida biológico, biodegradable,
selectivo hacia las plagas e inofensivo para los seres superiores.
Las endosporas son células en estado de dormancia, con una bajísima tasa
metabólica (hipometabolia, la menor que existe en el mundo vivo), y capaces de
conservar su vitalidad durante larguísimos períodos. Son muy resistentes a la acción de
diversos agentes químicos (octanol, cloroformo) y físicos (altas temperaturas, congelación,
desecación, radiaciones).
1) Hipometabolia: Poseen la más baja tasa respiratoria de todos los seres vivos. Por ello
son capaces de sobrevivir en ausencia de nutrientes durante largos períodos de
tiempo.
2) Dormancia: Esta propiedad se refiere al hecho de que la espora tiene una gran inercia a
los sustratos exógenos. Como veremos, la espora sólo perderá la dormancia cuando se
haya activado para la germinación.
3) Resistencia al calor: Las esporas de ciertas especies resisten el calor húmedo de 120oC
durante 10 min, lo cual condiciona los parámetros para esterilizar materiales (véase el
capítulo 13 titulado “Acción de agentes físicos sobre las bacterias”). Esta elevada
resistencia a las altas temperaturas es un subproducto de los cambios evolutivos que
condujeron a la deshidratación como medio para lograr la hipometabolia y la dormancia.
Por lo tanto, la deshidratación es la clave de las anteriores propiedades. (En cambio, como
dijimos antes, al menos parte de la resistencia al calor seco, es decir, en ausencia de vapor
de agua, se debe a las proteínas SASP, que protegen al ADN de los daños oxidativos de
este tipo de calor).
b) por el DPC;
c) pero cada vez está más claro que las proteínas SASP tienen un papel central en esta
resistencia a los UV. Como ya dijimos, las SAPS de tipo α/β acomplejan al ADN y
favorecen su configuración de tipo A, lo cual a su vez provoca un cambio en su
fotoquímica (ver apartado siguiente);
1. preactivación
2. activación
1.9.1 PREACTIVACIÓN
Antes de que la espora esté en condiciones de germinar se requiere que sus cubiertas se
alteren. En la naturaleza esto ocurre por erosión por envejecimiento
progresivo. Artificialmente, en laboratorio, se puede recurrir a algún procedimiento para
alterar esas cubiertas:
1.9.2 ACTIVACIÓN
La activación es una etapa aún reversible, desencadenada por un agente químico externo
(germinante) presente en el medio. Este agente es variable según las especies:
Aparece ya el metabolismo exógeno, de modo que la espora puede tomar nutrientes del
exterior y metabolizarlos. Los eventos bioquímicos y estructurales más notorios son:
se sintetiza ADN;
el protoplasto crece aún más;
la pared de la espora sirve como cebador (germen) para la producción de la pared de la
célula vegetativa naciente;
la célula vegetativa sale por rotura de las cubiertas, que puede ser de tipo polar o
ecuatorial. Hay que aclarar que al salir, esta célula vegetativa se tiñe como Gram-
negativa, y sólo adquirirá su típica grampositividad después de la primera división.
Salida de la
nueva célula
vegetativa
al final de la
germinación
. Observa la
rotura de
las cubiertas
2 EXOSPORAS
3 DIFERENCIACIONES EN ACTINOMICETOS
Los actinomicetos constituyen un grupo amplio y complejo de bacterias Gram positivas
con tendencia a un tipo de crecimiento micelial y un estilo de vida similar a los hongos.
Muchos de los taxones de Actinomicetos y bacterias relacionadas poseen células
diferenciadas de tipo reproductivo, genéricamente conocidas como esporas. Estudiaremos
brevemente la diferenciación en dos géneros típicos.
Género Actinoplanes
Género Streptomyces
4 QUISTES BACTERIANOS
5 DIFERENCIACIONES EN CIANOBACTERIAS
En las cianobacterias filamentosas (que forman tricomas) se pueden observar dos tipos
principales de células diferenciadas a partir de las vegetativas: heteroquistes y acinetos.
Heteroquistes (= heterocistes)
Por fuera de la pared celular (que es de tipo Gram-negativo), existen tres cubiertas:
Estas tres capas evitan la difusión del O2 al interior del heteroquiste, lo que representa
uno de los mecanismos para la protección de la nitrogenasa (complejo enzimático que
reduce el N2 a NH4+, y que es muy sensible al oxígeno).
Acinetos (=aquinetos)
Son formas de reposo que se originan a partir de células vegetativas, por acumulación de
nuevas capas de materiales polisacarídicos por fuera de la pared celular, y por formación
de acúmulos de reserva en el citoplasma.
Resisten más que las células vegetativas los períodos de desecación y de congelación,
pero no al calor.
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